Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
DEUTERONOMIO 2: 7 “Jehová te ha bendecido en toda obra de tus manos; Él sabe que andas por
este gran desierto; estos 40 años Jehová tu Dios fue contigo y ninguna cosa te ha faltado” (Dt.
2:7).
INTRODUCCIÓN: A continuación a la luz de la Palabra de Dios, escudriñaremos las cosas buenas,
amables y positivas que el Pueblo de Dios (ISRAEL) vivió y experimentó en el desierto.
2. PARA EDIFICAR UN ALTAR. (Darle a Dios toda la Honra y Gloria a Dios por tus triunfos y victorias)
Quizás este fue el primer “altar” que Israel edificó, construyó y levantó a Dios en el
desierto, después de la victoria frente a Amalec. (Éxodo 17: 15). Durante todo el camino, hasta que
llegaron a este lugar” (Deuteronomio 1: 31-32). Tus logros, bendiciones y reconocimientos son para
Dios.
3. PARA SER BENDECIDOS, PROSPERADOS Y PASTOREADOS POR DIOS EN EL DESIERTO (ESTO NOS
HABLA DE DEPENDENCIA Y OBEDIENCIA TOTAL)
“Pues Jehová tu Dios te ha bendecido en toda obra de tus manos; Él sabe que andas por este gran
desierto; estos cuarenta años Jehová tu Dios ha estado contigo, y nada te ha faltado”
(Deuteronomio 2: 7).
Dios bendijo e hizo prosperar a su pueblo en sus peregrinaciones por el desierto, tanto así que
podrían comprar la comida y el agua. ESTUVO CON ELLOS SIN QUE NADA LE HAYA FALTADO.
“Pues Jehová tu Dios te ha bendecido en toda obra de tus manos; Él sabe que andas por este gran
desierto; estos cuarenta años Jehová tu Dios ha estado contigo, y nada te ha faltado”
(Deuteronomio 2: 7).
“Pero tú eres Dios que perdonas, clemente y piadoso, tardo para la ira, y grande en misericordia,
porque no los abandonaste…Tú con todo por tus muchas misericordias no los abandonaste en el
desierto. La columna de nube no se apartó de ellos de día, para guiarlos por el camino, ni d noche
la columna de fuego, para alumbrarles el camino por el cual habían de ir” (Nehemías 9: 17b, 19b).
En el desierto tuvieron la mejor compañía; la del Señor nuestro Dios, sin que absolutamente nada
les haya faltado. Todo les fue provisto: agua (Éxodo 15: 24, 25, 27; 17: 3-6; Números 20:11;
Nehemías 9: 15), palmeras (Éxodo 15: 27), Maná y carne (Éxodo 16: 1- 30; Números 11: 4, 18, 31-
35; Nehemías 9: 15, 20, 21), sombra, luz (Nehemías 9: 19) y mucho más.
En el desierto Dios los libró de sus aflicciones y los llevó por el camino recto y el buen camino a la
ciudad donde vivirían.
En el desierto fueron pastoreados y conducidos, como también alimentados por el mismo Dios
(Salmos 136: 16) Pastorear (hb. Midbadr): arrear (comer donde se arrea el ganado), conducir, guiar
(PDT), Llevar (DHH).
Es cierto que el pueblo de Dios en el desierto murmuró, lloró, se quejó; estos casos no podrían
borrar la encomiable confianza aun cuando las dificultades del desierto empañaran después el
brillo de su fe. Sin embargo Dios correspondía con su protección al amor de su pueblo.
Gracia (hb. Kjen): bondad (DHH), favor, misericordia, mirar favorablemente (PDT)
Conoció (hb. Yadá): cuidar (DHH), observar, reconocer, ver, señalar.
A pesar de que está amenazando con destruir a su pueblo, Dios les trae a la memoria que fue Él
quien los sacó de Egipto (vr. 4) y quien los guio y los condujo por el desierto como buen pastor,
cuidándolos, alimentándolos y soportándolos con paciencia; a la vez que los disciplinaba con
severos castigos (Deuteronomio 32: 10-12ª).
CONCLUSIÓN: No todo es malo en el desierto, también tiene sus cosas, su lado amable, bueno y
positivo, como lo hemos explicado y aprendido en esta secuencia relacionada con lo bueno del
desierto. A veces necesitamos pasar por el desierto de Dios para ser moldeados, transformados para
dejar atrás nuestra vieja naturaleza, nuestras viejas costumbres que no agradan a Dios y adquirir la
nueva vida en Cristo.