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Vamos a comenzar esta clase con 2 frases Lacan que nos van a estructurar, primero, lo que vamos a comenzar

a estudiar de la
lingüística, pero que también no deja de ser una declaración de psicoanálisis. La primera de ellas es “el inconsciente es el
discurso del otro” y “como poder comprender el inconsciente que está estructurado como un lenguaje sin que eso signifique
como un lenguaje”. Y es que, claramente, cuando revisamos a Freud en lo inconsciente, nos encontramos con un Freud que
pone al inconsciente en su primera tópica como aquello que, en interpretación de los sueños, nos propone como un proceso en
el cual busca la excitación de la consciencia en tanto que esta consciencia excitada permite, entonces, los fenómenos psíquicos
conscientes, es decir, las formaciones inconscientes, presentarse en la vida, en el cotidiano, o sea, demostrar aquello que implica
la vida psíquica del sujeto; la instancia psíquica del inconsciente es el lugar de las representaciones reprimidas opuestas a la
consciencia y que guardan un lugar del saber para la instalación del síntoma y de las formaciones inconscientes que hablan del
sujeto. Entonces, cuando hemos escuchado a Freud hablar del inconsciente, remarca esto de la subjetividad, de la vida psíquica
del sujeto, del aparato psíquico del sujeto, por lo tanto cuando lacan, en su desarrollo de lo inconsciente, nos propone la frase
“el inconsciente es el discurso del otro” nos propone también no olvidar aquello que enlaza al sujeto con lo real o con la
realidad, que es el otro, pues, aquello que pone significación más allá del campo de la palabra o del lenguaje es necesario de
reconocer en un “más allá de la relación interhumana” y que pone al sujeto en un orden simbólico. Lo que Lacan quiere decirnos
con esta frase es que toda palabra tiene una dirección, una dirección (como bien dice Freud) en la cadena virtual inconsciente,
una dirección, o dirección de significantes en la cadena virtual inconsciente, pero también, la palabra, tiene una dirección del
sujeto a un otro. Es por esto que Lacan propone que debemos entender primero lo que Freud nos enseña con respecto a la
palabra que es “se constituye la palabra a partir de la asociación y dirección del significante en el aparato psíquico del sujeto a
nivel inconsciente”, es decir, no sale cualquier palabra, sale aquella, ya sea por desplazamiento o condensación, que permite
que esa palabra salga; no sale cualquier síntoma; no sale cualquier lapsus; no se sueña cualquier sueño; no se ríe de cualquier
chiste; eso nos dice Freud, pues, la palabra tiene una direccionalidad asociativa en el inconsciente que permite su expulsión de
la boca. Entendiendo esto, entonces, Lacan dice, si la palabra tiene una direccionalidad significante y no sale cualquier palabra,
la palabra en la realidad a quién se dirige? Siempre es a un otro, es decir, utilizo la palabra para que el otro me comprenda, me
escuche, y me de la posición de existencia, si yo no hablo no existo; y entonces ¿hablan los bebes? Si, a través del grito, llanto,
son formas de hablar porque corresponde a aquello con lo que nacen ya que nacen con la lengua de la madre. Entonces para
Lacan es fundamental que podamos entender el inconsciente no como esta caricatura que hace la ciencia de que el psicoanálisis
se preocupa de algo que está en el cerebro o en una cajita de recuerdos, sino en aquello que el inconsciente se expresa a partir
de la palabra en tanto a un otro, este otro que al escucharme, al acercarse, me da existencia. Entonces esas son las
direccionalidades de la palabra: 1) del aparato psíquico inconsciente y 2) que toda palabra es direccionada a otro, tiene
intención de otro, por eso es que Lacan dice el inconsciente es el discurso del otro, el niño nace con la lengua de la madre, es
decir, con aquello que se transmite de un otro, se sobrevive a partir de aprender el lenguaje del otro, por ejemplo: para sobrevivir
es necesaria aprender la lengua del otro, es del otro; el discurso está en la posición del sujeto en tanto es un mensaje hacia el
otro. Entonces es cuando Lacan en esta palabra, la palabra de direccionalidad al otro en tanto sujeto relación a otro, es que dice
que en la palabra tenemos que hacer siempre una distinción, esta distinción entre el semblante y quien es el otro, en tanto que
el sujeto se identifica en el dialogo con un otro, ¿con quién nos identificamos dice Lacan? ¿Es con el otro? ¿Semblante con el
otro castrado? El otro semblante es del orden del ideal, el otro castrado es aquel en falta y, por lo tanto, este otro no puede sino
ser ambos, aquella palabra dirigida del sujeto al otro no puede sino ser sobre lo ideal y sobre lo que falta, la falta. Esto tiene
repercusiones interesantes ya que cuando Lacan plantea esto es muy importante porque estamos hablando de muchas cosas de
fundación con respecto al aparato psíquico, que es aquello de lo cual como, por ejemplo, el complejo de Edipo, la
aceptación/enfrentamiento a la ley universal de prohibición del incesto, la constitución superyoica: la culpa, está diciendo
muchas cosas con esto. Entonces, esta frase, ha constituido el lugar del sujeto y el lugar del otro en aquello que articula el
discurso del sujeto tanto a nivel simbólico como también juega como dinamizante en el aparato psíquico inconsciente, porque,
fijese, si la palabra dirigida del sujeto al otro es al otro, el desplazamiento o la condensación de los significantes en nuestro
inconsciente ya está el otro, no es tan individual, no es arbitrario, es en relación a otro, el punto es que luego de planteado esto,
entonces, Lacan se propone explicar por qué el inconsciente está estructurado como lenguaje, pero un lenguaje que no es como
un lenguaje, y hago esta advertencia paradójica porque vamos a entrar a una teoría o a un ámbito de estudio que es la lingüística;
necesitamos escuchar primero la lingüística para decir aquello que Lacan explicara en tanto que el inconsciente está
estructurado como lenguaje, para que una vez entendido lo que dice la lingüística vamos a decir “no como un lenguaje”; es
paradójico pero ya lo entenderán.

Partamos, curso general de lingüística general de sausirre, capitulo 3 objeto de la lingüística: lengua y su definición (primera
parte). Ferdinan de sausirre se pregunta cuál es el objeto de la lingüística, así como Lacan Freud con el inconsciente como
objeto del psicoanálisis en tanto es el discurso del otro, entonces, es el lenguaje el objeto de la lingüística. (cabe diferenciar
lenguaje de palabra). Entonces es el lenguaje, aquello propio del sujeto humano que nos permite la comunicación, la existencia
y que Ferdinan de Sausire va a dar una definición del lenguaje muy ambigua, muy extraña, pero con una razón específica: el
lenguaje, dice, es aquella que atraviesa, es aquella que consensa a un grupo específico llamado “humanos”, que pone en la boca
algo referente a un código que permite la interacción. Aquellas pronunciaciones –dice Ferdinan de Sausire- el sonido que hace
el lenguaje es un instrumento del pensamiento que no existe en sí mismo, es decir, el sonido no tiene un sentido en sí mismo.
Entonces en esta unidad acústica vocal que se constituye de una manera compleja, compleja porque se compone por condiciones
necesarias: primero una condición fisiológica, ya que para que se produzca el sonido debe haber una condición fisiológica
(cuerdas vocales, laringe, lengua, boca, caja toráxica, diafragma, labios, mandíbula, el paladar), pero ¿por qué están compleja
esta constitución del sonido en el lenguaje? Pregunta Ferdinan de Sausire, y es porque no basta con lo fisiológico, además de
eso, la unidad compleja del sonido está constituida por lo mental, no lo cognitivo, sino que a aquella locura de asignarle un
valor a un sonido, y eso es mental, por ejemplo: ma-má, es decir, al decir “mamá” lo que se hace es asociar dos sílabas con
sonido, pero para poder comunicarme con el otro debo adquirir algo del sentido de aquello que significa la agrupación de
sonidos, y eso no tiene explicación o depende de lo biológico ni de lo fisiológico, depende, sino, de lo que ferdinan de sausire
denomina como “mental” y es que el lenguaje, en esta composición compleja representada en el sonido, es un lenguaje que
tiene un lado individual y un lado social, y que no es posible comprenderlo si no es uno con el otro, siendo una condición
fundamental: para que exista lenguaje no se puede coincidir si uno sin el otro, es decir, el lado individual y el lado social.
Finalmente, el lenguaje implica un sistema establecido pero a su vez un sistema en evolución, es decir, el lenguaje es una
institución actual y un producto del pasado, no podemos separar el presente del pasado. (Ejemplo de la película de una loquita
que es lingüista y es llamada para descifrar el código de comunicación de la nave, plantea la idea de la lógica del tiempo). Lo
que quiere decir es: la institución actual del lenguaje es producto del pasado, no podemos pretender entender el lenguaje
separando estas dos instancias, lo cual hace lógica con lo que plantea Freud respecto al inconsciente y al sujeto: como
comprender al sujeto actual si no es con su pasado. Luego, ante esta definición lingüística del lenguaje Ferdinan de Sausire
propone, además, encontrar algo de este dilema que se va presentando estudiando algo de lo que se instala a diferenciar del
lenguaje, que son sus 2 dimensiones: la lengua y el habla.

Lenguaje. Bien, para poder entender el lenguaje tenemos que ir a la lengua y al habla. La lengua es una parte determinada
del lenguaje, esencial, que implica un conjunto de convenciones necesarias y consensuadas, adoptadas por un cuerpo
social para permitir el ejercicio de esa facultad en los individuos (permite al individuo relacionarse en este grupo social,
en su totalidad y de manera clasificada), la lengua, al contrario del lenguaje, es una totalidad en sí y un principio de
clasificación; la lengua se da en un territorio, bajo el contexto de convencionalidad territorial, aquello que implica la agrupación
social, ¿por qué es un consenso? Porque, en primer lugar, todos consensuamos, por ejemplo, que entendemos por árbol
(raíces/tronco/ramas/hojas), esto se consensua en la RAE, es decir, hay un diccionario que agrupa aquellas definiciones, ya que
ese consenso, junto con la aceptación de las normas y reglas de la lengua en su totalidad, permitirán que nos entendamos cuando
hablamos de un árbol; además, se ha consensuado la ortografía, y es que el niño empieza a desarrollar el lenguaje desde el
momento de nacer, a diferencia de lo que dice la teoría evolutiva que postula que los niños nacen sin lenguaje, el lenguaje
empieza a desarrollarse desde el momento en que nacemos porque el niño/bebe al nacer se hace parte de este sistema de
consensos, de aquello que significará la palabra. Luego, entonces tenemos un consenso sobre el significado y sobre como se
escriben las cosas, es decir, es totalitario. La lengua tiene un carácter social. El tema es: ya incorporamos la definición del
lenguaje como una cuestión compleja en tanto es la unidad fisiológica y mental que se constituye de la lengua como un
espacio de lo social, pero queda este otro lado, que es el campo de lo mental, pues aquello que entrega lo fisiológico y lo
social en la lengua no explica que ese árbol no sea el mismo en cada representación, es aquí, entonces, cuando Sausirre habla
de aquello que implica lo mental: un sonido en sí, una fonación, implica la creación de un concepto que a su vez crea una
imagen acústica, es decir, a la audición del sonido, aquello que cruzado por la totalidad, clasificación y factor social de la
lengua, el sujeto crea/captura el concepto pero a su vez una imagen acústica del concepto, es decir, el sonido/sonoridad “árbol”
tiene un significado que ha sido consensuado, pero el sonido crea aquello del concepto consensuado no sin una imagen acústica
(árbol es “mi árbol”), imagen acústica crea algo de la singularidad del concepto. Y me parece que es aquí que ferdinan de
sausire encuentra la lógica de aquello que implica el lenguaje, pues, no puede ser solo social, sino que también tiene que ser
individual, y esta imagen acústica, para saussire, será a partir de la asociación de los signos y de la organización de estos
signos en la lengua como sistema, lo cual tiene un carácter absolutamente individual, de ahí, entonces, que, a fin de no
caer en la cristalización del lenguaje en lo social, propone que aquella parte psíquica en la cual entra el juego su totalidad
observemos también aquello de lo individual, donde el individuo siempre es su arbitro (ya no hay clasificación estandarizada
y consensuada) a lo que se llamara “HABLA”. En francés será “parol” que es “palabra”, la palabra es aquello que llama a lo
individual, que en español será “habla”. De ahí entonces, que el habla, la palabra, aquello que implica la individualidad en el
lazo social que constituye la lengua es lo que constituye el discurso el cual es un “lengua a lengua” en tanto que corresponde
al habla darle el sentido al discurso. Fíjese, lo que está queriendo decir al hacer la diferenciación entre la lengua y el habla, pero
parte del lenguaje, es que el discurso se hace “lengua a lengua”, pero no olvidemos que el sentido es en el habla y aquí se pone
difícil para los lingüistas (para el psicoanálisis no, es la puerta de entrada al incte) porque si el discurso es lengua a lengua pero
el sentido lo da el habla: ¿Cuántos sentidos del discurso existen? Cuantas personas existan y, por lo tanto, no hay algo de lo
estandarizado en el discurso. Recuerde, la palabra es un mensaje del sujeto al otro, por lo tanto la palabra, o el habla (para
Sausire), del sujeto es un lengua a lengua, adopta la clasificación y la totalidad de la lengua del otro para poder hablar entre sí,
pero el sentido de aquella palabra del sujeto como mensaje al otro no sabemos cual es, y es que, ¿qué es aquello que define al
sujeto tachado o en falta? El sujeto del malentendido; que es un síntoma sino un malentendido, no solo un malestar sino también
un malentendido. Luego Sausire hace la distinción de las características de la lengua y el habla (que hay que leer :c).

Ahora nos vamos a ir al capítulo de los principios generales para comprender el signo lingüístico en su composición. Para
poder entender el signo lingüístico, Ferdinan de Sausire propondrá que podamos hacer un análisis del lenguaje a partir de la
definición de la concepción de lo que compone un signo: un concepto y una imagen acústica; para sausire esto es indivisible.
Entonces, el concepto será aquello que el sujeto permite significar aquello del sonido y clasificar dando el ámbito de lo universal
del signo, que es lo que se encuentra en la definición del sonido que el sujeto hace/consensa con el otro en lo social llamado
concepto, es decir, significado. Mientras que, la imagen acústica da la dimensión individual del signo, la cual es producto de la
huella mnémica que es la representación psíquica particular que se tiene de ese concepto, y esa representación, la huella, lo
mnémico ¿de donde viene, a qué refiere? Ferdinan de Sausire dice huella mnémica porque ni el tiene claro si lo mnémico
funciona a partir de la memoria, porque en lo concreto, cuando él estudia el habla, la lengua, el lenguaje, el signo, se ha dado
cuenta que no hay correspondencia de la huella mnémica con lo real, por lo que no se trata de un asunto de memoria, si no se
trata del “hecho”, se trata del recuerdo, ya que el recuerdo no obedece al hecho, sino a la representación que el sujeto puede
hacer de algo o alguien. Entonces, la lógica de este es que es un recuerdo, es una representación de algo que tenía que decir en
la palabra para poder expresar algo… ¿y este no es el paciente? Aquel que dice algo que cree tener (el síntoma, que bla bla bla
universal) pero que a su vez guarda en sí algo de lo individual que no está dicho a nivel de concepto sino que a nivel de recuerdo,
y el recuerdo puede ser cualquier cosa. El punto es, que a partir de esta definición con respecto al signo, ferdinan de sausire
pronto se da cuenta que este signo, a partir de la representación de la huella mnémica, más vale poder comprenderlo de la
siguiente manera: el signo está compuesto por un significado y por un significante; se deja de hablar, entonces, del signo
compuesto por un concepto e imagen acústica para poder definir el signo como compuesto por el significado y el significante
(es como la actualización del concepto de signo) ya que cuando Sausire hablaba de concepto e imagen acústica se encontraba
con una problemática, entonces, el mismo en el texto aparece este reemplazo de la imagen acústica con algo que se definió
como significante. Entonces, en nuestra lengua, la palabra, siempre estará compuesta por dos dimensiones: significado y
significante; el significado es aquello que representa lo universal, lo clasificable, lo social; mientras que el significante será el
representante de la huella mnémica, es decir, aquello que significa algo para alguien. Entonces es ahí y hasta aquí donde Lacan
pone oído; si el sujeto es un sujeto del lenguaje, para el psicoanálisis le interesa llegar a este punto porque logra comprender
quién es el sujeto del lenguaje; como está compuesto el lenguaje; cuál es su diferenciación en las dimensiones de la lengua y
el habla; y qué es lo que es un discurso, aquello que se instala entre uno y otro; y, entonces, cómo la palabra o el signo está
asociado a un significado y un significante ¿por qué? Porque de aquí en adelante Lacan dirá,para diferenciarse de la lingüística,
si la lingüística es la primacía del significado sobre el significante, es decir, el estudio de aquello que implique teorizar sobre
el lenguaje a nivel de significado (la lengua), entonces, la primacía del psicoanálisis se instala en el significante. Por lo tanto,
y en relación a esta diferenciación, el aparato psíquico es aquello compuesto en la consciencia por el significado (concepto,
consensuado, lo clasificable, que permite saber algo de lo que hablamos) que a partir de la dinámica compuesta por y con la
represión, entonces, establece una dimensión donde en el inconsciente no se encuentran los significados, sino, los significantes.
Es entonces, cuando descubre esto Lacan que puede decir: si el aparato psíquico del sujeto está en la dinámica de la consciencia-
represión-inconsciente y ahora entendiéndolo en el discurso (lengua a lengua y habla) que es en el discurso el significado en
tanto el significante… entonces vamos a estudiar y descubrir los significantes, y es hasta aquí donde llega la lingüística,
entonces, la primacía en el caso del psicoanálisis es el significante, es el inconsciente, el significante está en lo inconsciente.
Es ahí, entonces, cuando nos distinguimos de la lingüística, pues para la lingüística, en búsqueda del sentido de la lengua en
tanto significado, nos dirá que este signo es arbitrario, además que, la relación de los significados y significantes son de carácter
lineal, y eso significa temporalidad, lógica líneal, etc. Justamente lo que el psicoanálisis dice de este campo del significante es
que: el significante no es arbitrario en tanto que es algo que representa algo para alguien y por lo tanto no puede ser arbitrario;
la cadena virtual inconsciente, es decir, la agrupación de los significantes, no es lineal, porque si lo piensa lineal se piensa en
términos de causalidad, predeterminación (ejemplo de borrar o eliminar fobias; fobias por eventos específicos), cosa que no es
así, así no funciona la cadena virtual inconsciente compuesta por los significantes. Aquí es donde nos instalamos en este
inconsciente freudiano que desarrolla Lacan, que es: el inconsciente está estructurado como lenguaje en tanto que entiendo que
está en la dinámica de la palabra, el discurso, significado-significante, consciencia-represión-inconsciente, pero, es como un
lenguaje que NO es como el lenguaje ¿Qué quiere decir con esto? Estudiemos el lenguaje para llegar a este punto para luego
entender que cuando se trata del ámbito de lo inconsciente no es como el lenguaje que se organiza, no está organizado como el
lenguaje, es decir, repite a Freud: el inconsciente carece de lógica consciente, no es estructurado, está regulado por el principio
del placer, es decir, absolutamente diferente a lo que implica la realidad, que es lo que dice Lacan: está estructurado como un
lenguaje NO siendo la estructura del lenguaje, es la primera gran diferenciación que hacemos para poder introducirnos a lo
siguiente de aquí en adelante: a lo inconsciente, al significante, a la lógica del significante que nos permitirá entender quién es
el sujeto de la clínica, el que llega a la clínica, el sujeto en tanto que discurso representante de sus significantes … ¿cómo se
escucha el inconsciente? Escuchando el discurso, en tanto entiendo que el discurso es aquello que en el lenguaje el sujeto toma
la palabra como un mensaje para otro. Próxima clase partimos con inconsciente estructurado como lenguaje.

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