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Autores
José María Banfi (Región 14)
Marisa D´Aquino (Región 8)
Ignacio D´Asero (Región 11)
Talia Meschiany (Región 1)
Lectura crítica
Diana Hamra (Región 2 y 4)
Edición final
ETR TIC Enrique Inciarte (Región 17)
1
La ciudad medieval: el caso de Carcassonne
2
Índice
1. Introducción ......................................................................................................... 4
2. Eje problema del estudio de caso: ..................................................................... 4
3. Encuadre curricular (recorte de contenidos) ..................................................... 5
4. Temas y conceptos que aborda el caso............................................................. 5
5. Objeto de estudio ................................................................................................ 6
6. Conceptos transdisciplinares para la enseñanza de la unidad de contenidos6
7. Conceptos básicos disciplinarios para la enseñanza de la unidad de
contenidos .................................................................................................................. 6
8. Presentación del caso ......................................................................................... 7
9. El origen de las ciudades medievales .............................................................. 10
10. El desarrollo de los gremios artesanales ..................................................... 12
11. Una perspectiva de género en el trabajo urbano medieval ......................... 15
12. Los vínculos entre Oriente y Occidente. El intercambio con las ciudades
bizantinas .................................................................................................................. 18
13. Actividades ..................................................................................................... 20
1 La experiencia de Lotte ............................................................................... 21
2 Construir conocimiento histórico, la utilización de fuentes históricas ..... 24
3 Imágenes fijas............................................................................................. 27
4 Análisis de artículo periodístico ................................................................ 30
5 Trabajo con recursos TIC ........................................................................... 31
Consignas para la reflexión de cierre...................................................................... 33
Bibliografía y fuentes ............................................................................................... 34
3
1. Introducción
4
3. Encuadre curricular (recorte de contenidos)
Selección de contenidos
5
5. Objeto de estudio
6
8. Presentación del caso
7
“...El modo de producción feudal que apareció en Europa occidental se caracterizaba por una
unidad compleja. (....) El feudalismo fue un modo de producción dominado por la tierra y por la
economía natural, en el que ni el trabajo ni los productos del trabajo eran mercancías. La fórmula
literal de esa relación la proporciona la definición legal de la servidumbre: glebae adscripti, o
adscriptos a la tierra; esto es, los siervos tenían una movilidad jurídicamente limitada. La
propiedad agrícola estaba controlada privadamente por una clase de señores feudales, que
extraían un plusproducto del campesinado por medio de relaciones de compulsión político-
legales. Esta coerción extraeconómica, que tomaba la forma de prestaciones de trabajo, rentas
en especie u obligaciones consuetudinarias del campesino hacia el señor, se ejercía tanto en la
reserva señorial, vinculada directamente a la persona del señor, como en las tenencias o parcelas
cultivadas por el campesino. Su resultado necesario era una amalgama jurídica de explotación
económica con autoridad política…”
Anderson, Perry, Transiciones de la antigüedad al feudalismo, S.XXI editores, México, 2005.
Por último, la Edad Media es, según Le Goff, el momento del nacimiento de
Europa. Tal como sostiene: “...La civilización de la Antigüedad romana concernía
únicamente a una parte de Europa: los territorios del sur, situados
fundamentalmente alrededor del Mediterráneo. A partir del siglo V, los países del
norte (Alemania y luego Escandinavia), del oeste (Bretaña, Inglaterra e Irlanda)
y del Este (Hungría, países centroeuropeos) fueron entrando poco a poco en un
espacio político y religioso común, el que constituirá la futura Europa...” (pp. 21)
8
Extraído de Kinder, Hermann y otros (2007), Atlas Histórico Mundial. Madrid, Akal.
La Edad Media se distingue también por la combinación entre diversidad y unidad. “...La
diversidad fue el nacimiento de las incipientes naciones: Francia y Alemania, desde el
siglo IX, Inglaterra, a fines del siglo XI, y también España, cuando Castilla y Aragón se
unieron por la boda de Isabel de Castilla y Fernando de Aragón a finales del siglo XV.
La unidad, o una determinada unidad, procedía de la religión cristiana, que se impuso
en todas partes [pero también] dio nacimiento a una sociedad laica...” (pp. 117)
Europa, siglo XV d. c.
Hacia el siglo XV, podemos hablar de un continente europeo cuya fisonomía territorial
va siendo construida en torno a naciones-estados que seguirán esta marcha hasta el
siglo XX.
9
9. El origen de las ciudades medievales
10
santuario como lugar de hospedaje de los peregrinos (Santiago de Compostela)
otras surgían
como respuestas a determinadas necesidades estratégicas o la voluntad política
de los gobernantes, y se constituían en ciudades-fortaleza (Oviedo, Burgos,
Cracovia, Polonia)
Finalmente, algunas se desarrollaron como respuesta al auge comercial que se
dio a partir del siglo IX. [Por ejemplo] las aglomeraciones fluviales (portus) que
se situaron en los márgenes de importantes ríos por los que se desarrollaba un
intenso tránsito comercial (Namur y Gante en Bélgica) Más allá de su diverso
origen, lo cierto es que fue el papel económico cumplido por las ciudades lo que
les permitió multiplicarse, ampliarse y continuar su existencia. Las ciudades
durante la Edad Media eran, antes que nada, aglomeraciones en donde florecían
las actividades financieras, mercantiles y artesanales. Dichas actividades fueron
estimuladas por poderes señoriales locales con el otorgamiento de fueros y
privilegios, a través de los cuales se concedían ciertas “libertades” económicas
y se permitía el autogobierno de las ciudades con el fin de proteger a los
burgueses, favoreciendo de ese modo su asentamiento definitivo en la ciudad.
En otras ocasiones, los fueros y privilegios (...) se obtuvieron a partir de luchas
de los habitantes...” (Adaptado de Dell´Elicine, Paiaro y Requena, UNGS, Bs As,
2013, pp 64-65)
Las ciudades de la Baja Edad Media tienen predominantemente una función
económica aunque también se convirtieron en centros de producción de bienes,
ideas, modelos culturales y materiales. De aquí que se destaque también su
función productiva y la ciudad quede asociada a la figura del “taller urbano” (Le
Goff)
En este contexto las ciudades crecen, entre otros factores, debido a los
intercambios locales y por la voluntad de los poderes públicos que fundan
ciudades, universidades que atraen una población de profesores y estudiantes y
en el establecimiento de una corte principesca cuyos gastos fomentan la
actividad urbana (Carbonell, 1999) Las elites citadinas introducen principios
radicalmente innovadores en el gobierno de la ciudad: colegialidad en el ejercicio
del poder, concesión de mandato de unos a otros y revocabilidad de las
autoridades. Cambios éticos, técnicos y culturales decisivos acompañan el
11
desarrollo de las ciudades. Si algo las caracteriza es que se constituyen como
un espacio cultural común a toda la cristiandad (Le Goff, 1964) Los mercaderes
y los intelectuales del siglo XII, ambos ineludibles protagonistas educativos de
las ciudades medievales, contribuyen a la laicización de la cultura (Le Goff, 1964)
Una de las consecuencias del origen de las ciudades fue el desarrollo de los
gremios. Las cofradías artesanales o gremios eran corporaciones constituidas
en una localidad determinada que se dedicaban al mismo oficio; su fin era la
defensa de los intereses profesionales y el socorro mutuo.
El crecimiento demográfico y urbano fue requiriendo trabajadores especializados
en diversos oficios. Abastecer las ciudades, castillos e iglesias se convirtió en
una tarea cada vez más compleja, tanto desde la técnica como de la tecnología
aplicada. Carpinteros, orfebres, herreros, sastres, zapateros, curtidores, todos
ellos muy hábiles se distinguían en las ciudades. Escritores e ilustradores de
libros en los monasterios. Pero no alcanzaba con la pericia individual. A medida
que crecía el intercambio, diversas regiones se hacían famosas por sus
productos. Grandes mercados abastecían a numerosas ciudades. Estos
productos debían ser de calidad y quienes los realizaban precisaban conocer
bien su oficio. En este contexto, surgen los gremios artesanales.
Una característica de la vida ciudadana medieval es la independencia en la
producción, sin sujeción a ningún poder señorial, permitiendo al artesano ser su
propio dueño, sin más obligaciones que las que el concejo impone a todos los
vecinos. Por otra parte, la agremiación está estrechamente ligada al municipio;
son dos instituciones paralelas e íntimamente unidas, por cuanto el
reconocimiento de la personalidad de éste proporciona las circunstancias
fundamentales para el nacimiento del gremio: la existencia de artesanos libres y
la posibilidad de asociación.
12
Los gremios urbanos se constituyen como una federación de talleres autónomos,
cuyos propietarios (los maestros) normalmente tomaban todas las decisiones y
establecían los requisitos para el ascenso de los rangos inferiores - oficiales o
ayudantes asalariados y aprendices (Sennett, 2009)
Taller de sastrería
13
Trabajaba para el maestro, pero percibía salario, en espera de tener medios para
abrir una tienda. Los artesanos relacionados con los oficios de la costura se
agrupaban (con pocas variantes entre las ciudades) como: sederos, pañeros,
tejedores, tintoreros, zapateros, calceteros, boneteros o sombrereros,
pasamaneros.
La autoridad masculina se encarnaba en una jerarquía de tres niveles: maestro,
oficiales y aprendices. Los contratos especificaban la duración de un
aprendizaje, habitualmente siete años, y el coste, normalmente a cargo del padre
del joven aspirante. Las etapas de progreso en el gremio estaban marcadas,
primero, por la presentación de la obra maestra (chef d´oeuvre) que realizaba el
aprendiz al cabo de sus siete años de aprendizaje, trabajo que demostraba las
habilidades elementales que había adquirido. Si aprobaba, ya oficial, trabajaría
durante otros cinco o diez años hasta que pudiera demostrar con una obra
maestra superior (chef d´oeuvre éléve) que merecía ocupar el lugar de maestro.
El gremio medieval comenzó como una institución destinada a otorgar protección
contra la autodestrucción medieval. Un gremio artesanal integraba a todos los
trabajadores de un oficio en un solo cuerpo donde los deberes, los ascensos y
los beneficios de los oficiales y aprendices eran definidos por los maestros en un
contrato que debía gobernar toda la vida laboral del trabajador. Cada gremio era
también una comunidad que se ocupaba de la salud de los trabajadores, así
como de sus viudas y sus huérfanos.
Artesanos y comerciantes
“...El mundo medieval fue una sociedad primordialmente rural. Sin embargo, y sobre
todo a partir del siglo XI; comenzó un largo pero continuo proceso de crecimiento de
las ciudades y de desarrollo progresivo del comercio y las artesanías. Principalmente,
estas actividades se relacionaban con los bienes de lujo consumidos por los señores
y los reyes que, debido a su alta posición social, los demandaban para demostrar su
prestigio y su poder. Al mismo tiempo, estas actividades florecieron a causa de la
pacificación relativa del continente europeo. Al producirse una disminución de las
guerras se desarrolló una situación más favorable para el comercio, en la medida que
los caminos se volvieron más seguros y los mercados pudieron estabilizarse,
permitiendo así una mayor estabilidad en el intercambio. En este sentido, se
desarrollaron de manera desigual rutas comerciales que vinculaban zonas lejanas
entre sí, que permitieron la obtención de mercancías lujosas o de bienes escasos.
14
Los centros de intercambio se concentraban principalmente en las ciudades de Italia
y Alemania. Asimismo, este florecimiento mercantil permitió el desarrollo - sobre todo
de la ciudades- de distintas actividades artesanales que fueron regidas por gremios
que controlaban de manera independiente el desarrollo de diferentes profesiones.
Las organizaciones gremiales (o guildas) organizaban no solamente la producción de
artesanías y su comercialización sino que también regulaban los oficios y establecían
quiénes podían y quiénes no dedicarse a ellos…”
(Adaptado de Dell´Elicine, Paiaro y Requena, UNGS, Bs As, 2013)
El género, como categoría de análisis, implica analizar “las relaciones entre los
sexos, inscriptas no en la eternidad de una naturaleza inhallable, sino producto
de una construcción social” (Duby-Perrot, 1990).
Para la historiadora Frigga Haug, la categoría de análisis “relaciones de género”
habilita a pensar ¿cómo la relación entre los sexos sirve para reproducir el
conjunto de las relaciones sociales? Lo que es asumido como ser natural,
expresa la autora, es también formado históricamente. “De allí que los sexos
salen del proceso social como no iguales, y su no-igualdad se convierte en el
fundamento o base de futuras formaciones. De esta manera, las relaciones de
género se convierten en relaciones reguladoras fundamentales en todas las
formaciones sociales que conocemos, y resultan absolutamente centrales para
preguntas referidas a la división laboral, dominación, explotación, ideología,
política, ley, religión, moral, sexualidad, cuerpos-sentidos, lenguajes, etc.” (Haug,
2006).
Para otros historiadores, en cambio, el género es una categoría derivada de la
clase y el sistema. Según Reyna Pastor, el género es una “categoría de análisis
secundaria, previamente está el sistema económico, social y político, lo que
diríamos la formación, en segundo lugar, las clases sociales. No es lo mismo ser
campesino o noble, y las relaciones de género están dentro de esta categoría
económico-social” (Reyna Pastor, 1991)
15
En todo caso, lo que vislumbran estos debates es la naturaleza histórica de los
diversos roles y papeles que han jugado y han sido atribuidos a los sujetos
históricos en las sociedades a lo largo del tiempo. Las prácticas y esquemas de
percepción acerca del lugar de las mujeres, los hombres, los jóvenes, los niños
y los mayores en el pasado resultan fundamentales para comprender las
diversas situaciones que se dan en el presente y que atraviesan de manera
profunda a los adultos y los jóvenes.
En la Edad Media, “...Las mujeres, en todas las clases, también se vieron
afectadas, de un modo muy negativo. La creciente comercialización de la vida
redujo aún más su acceso a la propiedad y el ingreso. En las ciudades
comerciales italianas, las mujeres perdieron su derecho a heredar un tercio de la
propiedad de su marido (la tertia). En las áreas rurales, fueron excluidas de la
posesión de la tierra, especialmente cuando eran solteras o viudas. Como
consecuencia, a finales del siglo XIII, encabezaron el movimiento de éxodo del
campo, siendo las más numerosas entre los inmigrantes rurales a las ciudades
(Hilton, 1985: 212) y, hacia el siglo XV, constituían un alto porcentaje de la
población de las ciudades. Aquí, la mayoría vivía en condiciones de pobreza,
haciendo trabajos mal pagados como sirvientas, vendedoras ambulantes,
comerciantes (con frecuencia multadas por no tener licencia), hilanderas,
miembros de los gremios menores y prostitutas.15 Sin embargo, la vida en los
centros urbanos, entre la parte más combativa de la población medieval, les daba
una nueva autonomía social. Las leyes de las ciudades no liberaban a las
mujeres; pocas podían afrontar el coste de la ‘libertad ciudadana’, tal y como
eran llamados los privilegios vinculados a la vida en la ciudad. Pero en la ciudad,
la subordinación de las mujeres a la tutela masculina era menor, ya que ahora
podían vivir solas, o como cabezas de familia con sus hijos, o podían formar
nuevas comunidades, frecuentemente compartiendo la vivienda con otras
mujeres. Aún cuando por lo general eran los miembros más pobres de la
sociedad urbana, con el tiempo las mujeres ganaron acceso a muchas
ocupaciones que posteriormente serían consideradas trabajos masculinos. En
los pueblos medievales, las mujeres trabajaban como herreras, carniceras,
panaderas, candeleras, sombrereras, cerveceras, cardadoras de lana y
comerciantes (Shahar, 1983: 189-200; King, 1991: 64-7). ‘En Frankfurt, había
16
aproximadamente 200 ocupaciones en las que participaban entre 1.300 y 15.00
mujeres’ (Williams y Echols, 2000: 53). En Inglaterra, setenta y dos de los
ochenta gremios incluían mujeres entre sus miembros. Algunos gremios, incluido
el de la industria de la seda, estaban controlados por ellas; en otros, el porcentaje
de trabajo femenino era tan alto como el de los hombres.16
Hacia el siglo XIV, las mujeres comenzaron a ser maestras, así como también
doctoras y cirujanas y comenzaron también a competir con los hombres con
formación universitaria, obteniendo en ciertas ocasiones una alta reputación.
Dieciséis doctoras –entre ellas varias mujeres judías especializadas en cirugía o
terapia ocular– fueron contratadas en el siglo XVI por la municipalidad de
Frankfurt que, como otras administraciones urbanas, ofrecía a su población un
17
sistema de salud pública. Doctoras, así como parteras y sage femmes,
predominaban en obstetricia, ya sea pagadas por los gobiernos urbanos o
manteniéndose con la compensación que recibían de sus pacientes. Después
de la introducción de la cesárea, en el siglo XIII, las obstetras eran las únicas
que la practicaban (Optiz, 1996: 370-71).
A medida que las mujeres ganaron más autonomía, su presencia en la vida social
comenzó a ser más constante: en los sermones de los curas que regañaban su
indisciplina (Casagrande, 1978); en los archivos de los tribunales donde iban a
denunciar a quienes abusaban de ellas (S. Cohn, 1981); en las ordenanzas de
las ciudades que regulaban la prostitución (Henriques, 1966) y, sobre todo, en
los movimientos populares, especialmente en el de los heréticos…”3
“... Mientras tanto, en el Oriente mediterráneo, la larga agonía del reino cruzado de
Jerusalén y su derrumbamiento final (1291) eran ampliamente compensados, en el
campo comercial, con la apertura del Mar Negro, cerrado hasta 1204 por el Imperio
Bizantino, más tarde abierto a la navegación de los occidentales bajo control
veneciano y finalmente navegable para todos gracias al restablecimiento del
predominio bizantinogenovés (1262). Importante en sí por las riquezas de los países
ribereños, el Mar Negro se convirtió en la puerta de Asia entera… En este mar
desembocaban, en efecto - por Cafa y Tana en Crimea y por Trebisonda en Asia
Menor-, dos itinerarios de caravanas muy frecuentados que se unían en el Afganistán
para bifurcarse después de nuevo, al sur hacia la India, y al este, hacia China.
Sólidamente instalados en sus nuevas colonias del Mar Negro, los mercaderes
venecianos y genoveses podían llegar hasta Delhi o Pekín sin ningún problema. “La
vía de Crimea a Pekín” nos dice un manual de mercadería de aquel tiempo, “es muy
segura tanto de día como de noche”.
3 http://calibanylabruja.blogspot.com.ar/p/c.html#Libertad_y_división_social_
18
Paralelamente a la consolidación del modo de producción feudal en Occidente,
al este del Danubio, Bizancio mantuvo un Imperio burocrático y centralizado, con
la perduración de grandes ciudades con intenso intercambio comercial y
relaciones sociales de producción basadas en la esclavitud. Esto se debió a que
en el caso de Bizancio no se produjo la ¨síntesis¨ feudal que Anderson establece
para entenderlo en Occidente (fusión de elementos romanos y germanos). La
fuerte influencia y herencia griega nunca se desdibujó frente a la presencia
romana (que simplemente se ¨superpuso¨) y es por ello que la relativa densidad
de las ciudades y la modestia de la propiedad rural continuaron estructuralmente
a lo largo de la toda la Edad Media.
En cuanto a las ciudades propias del mundo bizantino, nos encontramos con
grandes fortificaciones gracias a sus defensas marítimas, por el lugar estratégico
que ocupaban frente a las invasiones de pueblos como los hunos, eslavos o
ávaros, por ejemplo. Es decir, el ámbito geográfico de Bizancio, además de ser
estratégico por ser el punto de ¨unión¨ de Oriente y Occidente, fue
fundamentalmente muy peligroso en medio de una multiplicidad étnica que le dio
fisonomía propia. En este contexto Constantinopla, como capital del Imperio
Romano de Oriente, tuvo un cúmulo de ventajas dadas por su inmejorable
emplazamiento geográfico natural que le dio brillo, no sólo por ser la capital
imperial, sino también, por su ubicación estratégica y su preeminente rol
comercial. Constantinopla está construida sobre una península en forma de
triángulo situada en la orilla occidental del Bósforo, rodeada en buena parte por
el mar Mediterráneo. A su vez, ya desde tiempos de Constantino, la ciudad se
cerró por su parte occidental con una muralla que debía proteger el único flanco
accesible desde tierra. Se fueron construyendo varias murallas exteriores
durante todo el período para asegurarse defensivamente y circunscribir el
crecimiento de la misma por su importante rol comercial ya que se constituyó
como nudo de comunicaciones terrestres y marítimas de la zona. Se constituyó
así como un polo urbano dedicado a actividades comerciales y artesanales,
convergiendo y distribuyendo productos, otorgándole un carácter cosmopolita en
pleno contexto de feudalismo en occidente.4
4 Perry, Op.cit,pp 271-301 y Cabrera, Emilio, Historia de Bizancio, Barcelona, Ed.Alianza, 1998
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13. Actividades
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1 La experiencia de Lotte
“Lotte, comparte este pedazo de pan con tus hermanos menores”, dijo mi padre
Gerard cuando estábamos levantándonos para comenzar la jornada, y salió
rápidamente de nuestra casa para dirigirse a la puerta sur, una de pocas vías de
acceso a la ciudad amurallada de Carcassonne, al sur de Francia. Muchas veces iba
a reunirse con los productores que nos abastecían de materia prima para la
producción de paños y que venían de las zonas cercanas a la Montaña Negra, donde
la disponibilidad de pastos favorecían el desarrollo de la ganadería ovina. Pero en
esta ocasión, se había dirigido a la feria de mercaderes que se realizaba en el cruce
de caminos a pocas horas de distancia de las murallas. Llevaba consigo varios paños
que esperaba vender a mercaderes que desde allí se dirigían al norte de Italia y luego
a Oriente.
Su cara denotaba signos de preocupación desde hacía varios días, sobre todo desde
que había comprobado que los clientes habituales de los paños que producimos en
casa habían dejado de comprar. Nuestra familia y tres aprendices -que mi padre
había incorporado desde antes que yo naciera- trabajábamos la lana, aunque en
tareas diferentes: clasificación de lana según su calidad; lavado de la lana;
organización del largo de la mecha, el color; el hilado; teñido; tejido. El taller era un
lugar contiguo al cuarto donde dormíamos mis hermanos y yo, oscuro y bastante frío
21
en invierno. Había allí tres telares que el padre de mi padre había empezado a
trabajar cuando vinieron con la familia a la ciudad. Mis abuelos, habían perdido la
posesión de sus tierras ante la imposibilidad de pagar los tributos que el señor Pierre
Marí Butrac, conde de Borgoña, les exigía periódicamente. Lograron huir durante
varios días, escondiéndose en bosques misteriosos hasta que pudieron llegar a
Carcassonne.
Para compensar la pérdida de los ingresos familiares, mi padre trabajaba más horas
de lo habitual. Él también había perdido varios kilos, más que el resto de la familia.
Además, ninguno de nosotros se había podido recuperar del inmenso dolor por la
muerte de mi hermana Jeanette a los pocos días de haber nacido. No fueron
suficientes los paños fríos que mi madre Teté se esmeraba en poner sobre su cuerpo
para bajar la fiebre que no daba tregua. Todo fue inútil. El año 1236 de Nuestro Señor
quedará para siempre en mi memoria…
Desde hacía un tiempo, los paños elaborados en los telares de las viviendas de casi
toda la ciudad ya no se vendían como antaño. Según se comentaba en las reuniones
de adultos, otros comerciantes traían paños de zonas rurales que compraban a
campesinos de otras regiones que también se dedicaban a hilar y tejer y que tenían
acceso a lanas de mejores calidades y también al mercado de los productos para la
fabricación de tintes; fabricación que demanda conocimientos muy específicos y la
posibilidad de contar con suficientes recursos para adquirir los productos químicos
necesarios. Ese había sido un tema que generó muchas discusiones en las reuniones
de los artesanos que se juntaban con mi padre algunas veces en mi casa. Los
gremios de artesanos, decía mi padre, “no entienden que hay que cambiar algunas
cosas, los tiempos no son los mismos”.
Mi madre, que había aprendido a hilar desde que era muy niña, nos había pedido a
mi hermana Alice y a mí que fuéramos hasta la vivienda de mi tía Charlotte a llevarle
unos bultos de lana de oveja que ella debía lavar. Para llegar hasta ese lugar,
debíamos atravesar senderos laberínticos, oscuros en pleno día, encharcados por
los desechos nauseabundos que se arrojaban a la calle. Una de nuestros
entretenimientos favoritos era contar la cantidad de ratas que cruzábamos en el
trayecto hasta nuestro destino. La vivienda de tía Charlotte estaba ubicada detrás del
campanario más alto de la ciudad, muy cerca de la puerta norte de la muralla, y su
cuarto trasero se apoyaba sobre la misma pared amurallada. Desde su casa, se podía
advertir la construcción del foso seco en torno a la ciudad que por esos días se estaba
terminando, no entendíamos muy bien para qué serviría aquella obra.
De vuelta a casa debíamos llenar las vasijas con agua de la fuente ubicada frente al
lugar donde los mayores se reunían a tratar los problemas de la ciudad. Allí había
que perder muchos minutos haciendo fila, pues era uno de los pocos lugares para la
provisión de agua dentro de la muralla. La alternativa era llegar hasta el río Aude,
pero nuestros padres no nos autorizaban a salir de la ciudad pues desde hacía un
tiempo habían empezado a aparecer caras nuevas en la ciudad y algunas
construcciones muy precarias que parecían viviendas y que albergaban a gente
desconocida. Según mi padre, ya no había lugar para todos dentro de las murallas y
la gente que venía a la ciudad no podía quedarse en ella a vivir, debían hacerlo fuera
de las murallas. Con mi hermana Alice nos preguntábamos, ¿de dónde venían esas
22
personas? ¿de qué vivían? ¿cómo se protegerían en caso de conflictos o asaltos
como solían ocurrir algunas veces?
Mi padre había regresado ya casi de noche y apenas pasó por nuestra casa para
avisarle a nuestra madre que iría a la reunión del Gremio, que iría a plantear que
había que tomar algunas medidas, había regresado casi con los mismos paños que
había llevado para vender. Algunos comerciantes habían aparecido en la feria con
paños muy diferentes, de varios colores y medidas diversas; muy distinto a los que
se hacían en la ciudad y también mucho más fáciles de vender en el mercado. Así,
el negocio no podía continuar, decía mi padre.
Con mi hermana sentíamos que a nosotros, la muralla nos protegía. ¿Pero también
de estos nuevos peligros?
Consigna:
Si las preguntas apuntan a la reflexión de los/as estudiantes, ¡ensayemos! Les
proponemos que en grupos pequeños resuelvan cada una de éstas preguntas o
algunas de cada una de las tres series.
23
2 Construir conocimiento histórico, la utilización de fuentes históricas
Ciudad de Praga
“...La ciudad de Praga, construida con piedra y sal, es la mayor plaza comercial de
aquella tierra. de la ciudad de Cracovia vienen a ella con sus mercancías los rus
[rusos] y los eslavos, y de la tierra de los turcos vienen a ella, también con mercancías
y moneda, mahometanos, hebreos y turcos, que reciben a cambio esclavos, estaño
y pieles (...) Por un denario se vende allí tanto grano que basta para sustentar a un
hombre durante un mes, y también por un denario se obtiene la cebada suficiente
para alimentar una cabalgadura durante cuarenta noches (...) En la ciudad de Praga
se fabrican sillas, bridas y escudos utilizados en toda su tierra. Además, en la región
bohemia se fabrican unos paños finos de tejido ancho, semejantes a redes, que no
tienen ningún uso práctico, que tienen entre ellos un valor constante: 10 paños por
un denario. Con tales paños comercian, dándoselos en pago unos a otros (...),
representan su capital y adquieren con ellos los artículos más preciosos: cereales,
caballos esclavos, oro, plata y demás cosas…” (pp 66)
24
Federico I, emperador del Sacro Imperio Romano Germánico (1122 - 1190), a la
ciudad de Lübeck en el año 1188
“...Juan, rey de Inglaterra por la gracia de Dios (...) Sépase que hemos otorgado a
nuestros ciudadanos de York incluidos su gremio de mercaderes y su gremio de
comerciantes, todos sus libertades, leyes y costumbres en Inglaterra y Normandía,
así como también el cobro del impuesto de desembarque que se percibe de los
barcos que llegan a la costa marina tal como las tenían, libremente y bien, en los
tiempo del rey Enrique, nuestro abuelo.
Más aún, que se sepa que con esta carta hemos confirmado a todos los ciudadanos
de York la excepción de todos los impuestos de desembarque, la tasa de naufragio,
los impuestos por el uso de los puentes, de los caminos, y por el traspaso en el
25
territorio de Inglaterra, Normandía, Aquitania, Andegavia, Pictavia y en todos los
puertos y las costas de Normandía, Aquitania, Andegavia y Pictavia.
“...Los cónsules de Stendal (...) desean que se sepa que hemos seguido el consejo
de los principales ciudadanos y oficiales, y hemos aprobado el siguiente decreto:
1. Si algunos de nuestros burgueses desean practicar el arte de tejer, deben
tener un huso o hasta dos, y deberán tenerlos en su casa y por cada huso
deberán pagar tres solidi5 al gremio (...)
2. Quien no es del gremio tiene totalmente prohibido dedicarse al tejido.
3. Pero si un hermano quisiera tejer en contra de la institución, y de sus decretos,
que debería según el consejo de los cónsules de cumplir, deberá presentar a
los cónsules, como forma de enmendarse, un talento por cada delito o perderá
su oficio durante un año
4. Pero si alguno es capturado haciendo prendas falsas, sus tejidos serán
quemados públicamente, y en verdad, el autor del crimen será corregido de
acuerdo con la justicia
5. Los extranjeros que deseen practicar este arte primero deberán adquirir la
ciudadanía, y después deberán entrar en el gremio con los hermanos con
veintitrés solidi
6. Pero si el heredero de cualquier artesano dejará de desempeñar el arte de su
padre, pagará tres solidi
(...)
8. Concedemos, también, que si alguno tiene este oficio y no puede mantener
sus herramientas de ninguna forma, que prepare y ponga a sus tejidos en el
huso de otro
9. Si alguno debiera casarse con una viuda cuyo marido era de este oficio,
entrará en el gremio con tres solidi
(...)
Lo que sea recolectado en las multas y recibido como ingreso será puesto para el
uso de la ciudad y se presentará a los cónsules…” (pp 77)
5 El solidus era una moneda de oro de origen romano que seguía usándose en la Edad Media con
26
.¿Qué conceptos sustanciales del campo de la Historia y las Ciencias
Sociales podemos identificar en las fuentes históricas?
2- Según sus criterios de análisis ¿qué problemas históricos se desprenden
de las fuentes presentadas? ¿Qué criterios consideran han tenido quienes
seleccionaron las fuentes históricas para este material?
3- Del análisis de las fuentes históricas, ¿qué hipótesis podemos elaborar
acerca del estilo de vida en las ciudades medievales?
4- ¿Cuál era el lugar de los gremios medievales en la organización social de
la ciudad del Medievo y sus vinculaciones con los otros integrantes del
ordenamiento social imperante?
5- ¿Cuáles los actores sociales que aparecen mencionados o representados
en los diversos documentos? ¿Qué factores determinan el tipo de
experiencia en la ciudad según la clase o el grupo social?
6- Determinar a partir de las fuentes históricas trabajadas cuál es la
concepción que circula socialmente acerca del carácter de la propiedad
(pública, privada, mixta); ejemplificar cada caso.
3 Imágenes fijas
27
torres, en particular la catedral y el palacio público. Dominada por una selva de
casas-torres, la ciudad es una serie de construcciones apiñadas. Las callejuelas,
tortuosas, quedan oscurecidas por las construcciones, galerías y partes salientes
que dilatan el espacio habitado en sentido vertical.
Imagen tomada de
http://www.viajarcuesteloquecueste.com/2013/08/avila-un-breve-paso-por-la-ciudad.html
Consultada 26 / 12 / 2016
Alfonso VI, rey de Castilla, transformó a la ciudad de Ávila en la frontera
amurallada frente a los territorios de Al Andalus en el enfrentamiento de
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cristianos y musulmanes como parte del proceso de conquista hacia el sur de la
península ibérica. Para “atraer” nuevos pobladores, el rey concedió “cartas
pueblas” otorgando derechos como la exención de impuestos feudales y el
permiso a tener milicias propias para defender la ciudad. Las murallas
delimitaban claramente quiénes estaban dentro de la ciudad y quiénes fuera.
Imagen tomada de
http://anatomiadelahistoria.com/2011/12/los-ultimos-dias-de-constantinopla-i/
Consultada 26 / 12 / 2016
Constantinopla, capital del Imperio Bizantino, fue una ciudad amurallada
invencible hasta el siglo XV. Paso clave en el comercio entre las diversas
regiones en torno al Mediterráneo. Finalmente, cayó el Imperio Romano de
Oriente y las murallas otrora inexpugnables pasaron a ser ruinas.
Consignas:
1.A partir de las imágenes que reflejan las murallas de Constantinopla, Ávila y
Carcassonne y, en relación con las particularidades de cada contexto, ¿por qué
se construían murallas en las ciudades medievales? Ensayen algunas hipótesis.
¿Qué función cumplían? ¿Quiénes creen que pudieron haber construido esas
murallas?
2. Sabemos que existen las murallas visibles pero también podemos pensar en
murallas “invisibles” Les proponemos que elabore con sus compañeros docentes
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una actividad destinada para los estudiantes de 1° Año, que permita abordar la
problemática de las murallas “visibles” e “invisibles”. Piensen en algún video
(propaganda, un corto, una escena de película) cortito y una consigna o una
imagen fija y una consigna o una noticia nacional o internacional.
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“Seguimos viviendo en la Edad Media” y enumeren al menos tres aspectos
contemporáneos que permitan sostener esta afirmación.
Seguimos viviendo en la Edad Media
A. ¿Cuáles son los criterios que sustentan los argumentos del historiador
para elaborar su lectura de la Edad Media? Analícelos críticamente.
B. ¿Qué periodización propone Le Goff? Compárelas con otras
periodizaciones utilizadas por Uds. en las aulas. Seleccionen la que les
parece más adecuada para el trabajo en el aula y justifiquen su selección.
C. Como Latinoamericanos, ¿también podemos afirmar que “Seguimos
viviendo en la Edad Media”? Fundamenten su afirmación.
El siguiente enlace, redirige a una imagen intervenida con el recurso digital Thinglink.
Link: Carcassonne, una ciudad medieval
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A. Ingresar al link presentado arriba y recorrer los recursos utilizados.
B. Elegir tres recursos y formular una consigna de trabajo para los alumnos
que problematice las relaciones económicas que atraviesan a esta ciudad
medieval.
C. Buscar en internet y seleccionar una imagen significativa de la ciudad
D. Elaborar una intervención propia a partir de la plataforma thinglink.com y
aplicar a la imagen al menos tres recursos digitales distintos para
enriquecerla. Por ejemplo, una página web, un audio y un video. Compartir
con los colegas en el espacio del curso presencial
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Consignas para la reflexión de cierre
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Bibliografía y fuentes
Cairns, Trevor (1997), La Edad Media – Historia del mundo para jóvenes – 4,
Madrid, Akal / Cambridge.
Le Goff, Jaques (2008), La Edad Media explicada a los jóvenes. Buenos Aires,
Paidós.
Optiz, Claudia (1992), Vida cotidiana de las mujeres en la Baja Edad Media
(1250-1500) en Historia de las mujeres. 2 La Edad Media; Madrid; Ed. Taurus.
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Sabatino López, R. (1985), La Revolución comercial, en La edad media europea,
economía y sociedad, Barcelona, Salvat.
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