1.

Los inicios del dadaísmo

La fuerza motriz detrás del dadaísmo en Zúrich fue Tristan Tzara, ayudado
por su volátil secuaz Francis Picabia, recién regresado de América y
Barcelona.

Juntos, Tzara y Picabia predicaron una visión cada vez más subversiva del
arte y una visión nihilista de la vida misma.

De 1917 a 1921, produjeron 8 números de la revista Dada, que aparecieron

en alemán y francés. Sin embargo, con el final de la guerra, la importancia
de Suiza como refugio neutral disminuyó.

Richard Huelsenbeck (1892-1974), miembro fundador del dadaísmo partió

a Berlín, Picabia fue a París, y cuando Tzara lo siguió en 1920, la fase del
dadaísmo en Zúrich había terminado.

2. Más que arte, un movimiento político

Después de la Primera Guerra Mundial, los activistas del dadaísmo se

dispersaron por toda Europa, congregándose principalmente en París y
Berlín.

El dadaísmo de Berlín era satírico y altamente político: sus objetivos eran

definidos de manera más estricta y precisa que en otros lugares, y sus
principales armas eran periódicos, entre ellos Club Dada y Der Dada, que
empleaban un uso raudo de tipografía explosiva y fotomontaje.

Los artistas berlineses del dadaísmo se destacaron por su uso de

“readymades”, especialmente el fotomontaje y las primeras formas de
montaje, así como su entusiasmo por la tecnología.
3. Esencia del dadaísmo

Una de las principales características del movimiento dadaísta fue la crítica

social. Los dadaístas eran inherentemente políticos en sus motivaciones.
Ellos rechazaron la concepción modernista de la autonomía del arte.

El arte en sus diversas formas -el teatro, las artes visuales, la literatura y la
música- debían presentar perspectivas críticas para criticar a la sociedad.

Los dadaístas vieron la Primera Guerra Mundial como una consecuencia

lógica de la cultura y civilización burguesas y su énfasis en el racionalismo
y el nacionalismo.

El punto de partida para el dadaísmo fue el rechazo de todos los “ismos”,

así como de todas las normas culturales, leyes y valores.

4. Cambio de ideología

El rechazo de los estándares y valores culturales también implicaba el

rechazo del “arte”. Los dadaístas se consideraban un movimiento anti-
artístico.

Dos de los supuestos primarios del concepto tradicional del arte son que la
obra de arte es original y que el valor de verdad de la obra de arte es
eterno. El dadaísmo socavó ambos supuestos.

El dadaísmo utilizó varios tipos de materiales prefabricados, tales como

fotografías, pinturas y objetos producidos en masa en sus obras de arte.

El énfasis está tanto en la idea como en los materiales que se utilizan. Un

objeto cotidiano se convierte en un arte por colocarse en un contexto
artístico.
El “Urinal” de Marcel Duchamp es uno de los ejemplos más infames de este
enfoque. Respecto al segundo punto, los dadaístas enfatizaron el carácter
fugaz y efímero del objeto artístico.

Diversos tipos de “acontecimientos” y piezas de actuación se pusieron en

escena para enfatizar esta idea.

5. Valor de impacto

Una manera de desafiar los estándares y valores culturales prevalecientes

de la cultura burguesa era sacudir y provocar deliberadamente a la
audiencia.

Los dadaístas usaron el shock como un medio para desafiar la sensibilidad y

complacencia del público en el mundo contemporáneo.

Además de desafiar las reglas del arte, la intención del dadaísmo era
utilizar el arte para alentar al público a pensar críticamente sobre todas las
reglas.

6. Irracionalismo

El dadaísmo igualó el racionalismo con la cultura burguesa y, en

consecuencia, como un elemento para el arte de rechazar y superar, el
dadaísmo abrazó lo irracional de varias maneras. Fue fuertemente
influenciado por las teorías de Freud del inconsciente.

Adoptó la idea freudiana de la libre asociación como método para liberar al

inconsciente de los mecanismos de censura de la conciencia. Los poetas y
los escritores del dadaísmo utilizan la asociación libre como herramienta de
la escritura.
Otro enfoque para subvertir el control consciente de la obra de arte fue
incorporar el azar y la aleatoriedad en la creación de la obra de arte.

7. Estética del arte dadaísta

La rama de Colonia, Alemania, (1919-1920) fue menos política y más

sesgada hacia la estética, aunque sólo en el sentido de ser antiestética.
Incluyó dos artistas importantes: Jean Arp y Max Ernst.

Este último, junto con John Heartfield, explotó técnicas de collage satírico
usando material impreso popular, representando lo grotesco y lo
extrañamente erótico, en un estilo que anunciaba el surrealismo parisiense.

8. El uso de basura en el dadaísmo

En 1918, el artista alemán Kurt Schwitters (1887-1948) aplicó para unirse

a los dadaístas de Berlín, pero fue rechazado por su actitud no política.
Como resultado lanzó su propia rama de dadaísmo en Hannover, Alemania.

Esta nueva tendencia histórica del dadaísmo y, la dedicación única y sin

adulterio de Schwitters a las ideas del dadaísmo, condujeron a una
producción prolífica de obras de arte construidas con basura urbana y
objetos encontrados que tuvieron una gran influencia en movimientos
posteriores como Junk Art, Assemblage y Arte Povera.

9. La Sociedad Anónima y el dadaísmo alcanzan América

El dadaísmo practicado por Marcel Duchamp (1887-1968), Man Ray (1890-

1976), y el pintor cubista Francis Picabia (1879-1953) inició en Nueva York.

Duchamp y Ray también colaboraron con Katherine Dreier en la creación de

la “Societe Anonyme”, una asociación para promover el crecimiento y la
apreciación del arte moderno en América.
10. Divergencias y final del dadaísmo

En 1921, muchos de los pioneros del dadaísmo, como Jean Arp, Marcel
Duchamp, Max Ernst, Man Ray, Francis Picabia y Tristan Tzara, habían
llegado a París, donde se mezclaban con varios poetas franceses como
André Breton (1896- 1966) y Louis Aragón.

Como resultado, el dadaísmo de París se hizo notar por sus actividades

teatrales, multiculturales, aunque no menos irreverentes. Pero el
movimiento dadaísta no pudo contener las divergentes ideas y
personalidades de sus miembros.

En particular, el innovador y curioso Breton se encontró con nihilistas

moribundos como Tzara y Picabia, y cuando dejó el dadaísmo para
establecer un nuevo movimiento (que se conoció como surrealismo)
muchos dadaístas lo siguieron y el movimiento se disolvió.