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LIBERTAD Y RESPONSABILIDAD

LA LIBERTAD

Libertad es una manera de actuar por voluntad, sin acatar órdenes pero siempre
respetando la propia conciencia, así como el deber. Aunque pensemos lo contrario,
libertad no siempre es hacer lo que uno quiere, sino lo que debe. Para los filósofos, la
libertad era uno de los grandes bienes que tenía el ser humano. A grandes rasgos, se puede
decir que todo aquello que permite que una persona haga o no algo, es la libertad. Pero
también le dará la responsabilidad de sus actos. Libertad es sinónimo de hacer el bien.

La libertad académica

Vamos a comenzar por la libertad académica, un concepto relacionado con la libertad a


partir del cual aprendemos que todos tenemos derecho a enseñar o incluso a debatir
acerca de cualquier tipo de tema en el que podamos expresar nuestra opinión personal.

De igual manera, también somos libres de realizar cualquier tipo de investigación a través
de la cual se puedan mostrar una serie de resultados que sean los que defiendan nuestra
postura con respecto al tema académico a tratar.

De esta manera, cualquiera que tenga la necesidad de realizar alguno de estos trámites, no
deberá encontrarse con limitación alguna ni censura además de que tampoco será
sometido a juicio siempre y cuando los métodos utilizados entren dentro de la ley y de los
derechos que siempre deberán ser respetados. para elegir responsable y pacíficamente a
los gobernantes, entre otros.

La libertad de asociación

Todo ser humano debe ser libre de asociarse y agruparse en función de ideologías,
tendencias o cualquier otro concepto a partir del cual se creen instituciones, partidos
políticos, organizaciones y en general cualquier tipo de grupo siempre y cuando se cumpla
la legalidad y no se busque afectar a otras personas.

De igual manera, cualquiera de los miembros que hayan decidido asociarse a un


determinado grupo, deberá tener la libertad de poder abandonar dicha organización en el
momento en el que consideren sin ningún tipo de coacción por parte de dicho grupo. Esto
significa que ningún individuo puede ser forzado a pertenecer a una organización
determinada si no está de acuerdo o no quiere formar parte de ella.
La libertad de culto

Todo ser humano debe tener la libertad plena de elegir su religión o incluso no formar
parte de ninguna de ellas. No deberá existir presión en este sentido, y de igual manera
también podrá abandonar la agrupación en el momento en el que lo decida.

Por supuesto, el hecho de pertenecer a otras agrupaciones de culto diferentes no implicará


que puedan coartarse las libertades del resto de grupos, sino que la libertad se basa en que
cada persona será libre de elegir y de ser respetado igualmente independientemente de su
decisión.

La libertad de elección

Cualquier hombre debe poder disfrutar de la libertad de elección, es decir, de tomar sus
propias decisiones y determinaciones en función de todo lo que acontezca en relación con
su vida privada y pública.

La libertad de expresión

Es quizás el tipo de libertad más reivindicado y que en cierto modo engloba buena parte
del resto de tipos de libertad que podemos ver en esta clasificación.

Evidentemente estamos hablando de que una persona debe tener la libertad que le
permita expresar su ideología independientemente de sus formas.

Básicamente, todos debemos poder expresar nuestros pensamientos y nuestras ideas,


pero en cualquier caso es importante tener en cuenta que la libertad de expresión tiene
un límite que no se debe rebasar, es decir, es respetable siempre y cuando cumpla con
las normas básicas tanto de convivencia como de respeto hacia el resto de la sociedad.

La libertad de manifestación

Todo el mundo debe ser libre para expresar su opinión, y de la misma manera, también
debe tener la libertad de poder manifestarse contra aquello que considere negativo para sí
mismo o para su entorno, no habiendo restricción o censura a su expresión.
Como ocurre en el resto de tipos de libertad, es esencial que tengamos en cuenta que la
libertad de manifestación también alcanzará su límite en el momento en el que afecte a la
libertad de otras personas. De esta forma, todos vamos a poder manifestarnos siempre y
cuando no afectemos a la libertad de otros. Un buen ejemplo de concepto erróneo de
libertad de manifestación es cuando se crea la figura conocida popularmente como piquete
informativo que teóricamente tendría como objetivo informar de las razones por las que
se lleva a cabo la manifestación, pero que, a la hora de la práctica, lo que hace es amenazar,
coaccionar o incluso llegar a agredir a las personas que, por elección libre y personal, no
quieren secundar dicha manifestación. En este caso, la manifestación pierde valor
debido a que no se respeta la libertad del resto de personas.

La libertad de movimiento

La libertad de movimiento se refiere a que todo ser humano debería poder moverse
con libertad dentro del planeta, independientemente del sitio, con independencia de las
creencias e independientemente de cualquier tipo de concepto.

Eso sí, esto siempre implica que esa persona deberá respetar en todo momento las normas
exigidas por las autoridades de cada uno de los lugares a los que se desplace, entre los que
destacan la documentación y permisos tanto para entrar como para salir de los países.

La libertad de opinión

En cuanto a la libertad de opinión, evidentemente se refiere a que todos los seres humanos
debemos tener la libertad que nos permita discutir cualquier punto de vista en relación
con cualquier tipo de tema, teniendo derecho a una postura diferente.

En este caso también debemos tener muy claro que hay un límite que no debemos pasar ya
que siempre es imprescindible respetar la libertad de los demás, de manera que no
podemos expresar una opinión si esta entra en conflicto con los derechos de otro ser
humano, animal, u objeto protegido por la ley o por la propia sensatez.

Básicamente estos son los principales tipos de libertad que es importante que conozcáis.
Eso sí, como podéis observar, lo que hemos hecho es ofreceros un resumen y una
clasificación bastante simple con el objetivo de que entendáis de forma generalizada cada
uno de ellos, de manera que ahora os aconsejamos que comencéis a profundizar y a
analizar cada uno de los indicados o, al menos, los tipos de libertad que os resulten más
interesantes o relevantes en la actualidad.
En cualquier caso, es necesario que nos demos cuenta de que la libertad es una parte
esencial en el ser humano, de manera que todos y cada uno de los elementos
relacionados con ella y de todos estos tipos y clasificación, deberán ser respetados y
defendidos por todos y cada uno de nosotros si queremos garantizar un futuro con
derechos en los que el respeto de la mayoría prime por encima de los privilegios de
una minoría.

Otros tipos de libertad

 Libertad externa: Este tipo de libertad respeta totalmente las leyes así como las
costumbres. No habrá ningún estímulo exterior que impida cumplir con este tipo
de libertad. Actuaremos como cada uno crea conveniente según esta libertad.

 Libertad interna: En este caso, cada persona tomará las decisiones que considera
oportunas. En este caso hablamos de un tipo de libertad que es moral y que nadie
puede interferir en ella, solo nosotros mismos.

 Libertad de conciencia: Sabemos que la conciencia se viene a definir como el


conocimiento que una persona tiene de sí misma. Así que, cuando usamos ese
conocimiento para poder tener una vida estable y equilibrada, entonces hacemos
referencia a la libertad de conciencia. Porque tener equilibrio en nuestro interior
nos permitirá actuar siempre en consecuencia.

LA RESPONSABILIDAD

La responsabilidad se define como la habilidad del individuo para entender y asumir


que todo lo que le sucede, es consecuencia de sus propias decisiones y acciones y no es
causado por los demás.

La responsabilidad es, también, la obligación de reparar un error y compensar los males


ocasionados cuando la situación lo amerita.

Responsabilidad es aquella que tiene la virtud no sólo de tomar una serie de decisiones de
manera consciente sino también de asumir las consecuencias que tengan las citadas
decisiones y de responder de las mismas ante quien corresponda en cada momento.

por ello, es necesario añadir que un elemento que tiene que estar presente y que sin él es
imposible hablar de responsabilidad es el de libertad, pues esta es la que determina el que
alguien pueda realizar cualquier acción porque así lo estima oportuno o lo desea. Pero
también es vital que dicho individuo tenga también razón. Así, quien carece de raciocinio,
como por ejemplo un niño o un desequilibrado, no puede ser responsable de sus actos.

Podemos referirnos al principio de responsabilidad que ha diseñado el filósofo


alemán Hans Jonas (1903–1993) en base a los criterios del imperativo categórico
kantiano. Para Jonas, el principio de responsabilidad es un imperativo de derecho
ambiental, que establece que las personas deben obrar de modo tal que las consecuencias
de sus comportamientos no atenten contra la permanencia del hombre en nuestro planeta.

a responsabilidad se manifiesta de muchas formas: al asumir nuestros deberes, al ser


consecuentes con nuestros compromisos, al tomar decisiones y al cumplir con nuestras
obligaciones. Por eso, a continuación te contamos cuál es el verdadero significado de la
responsabilidad.

La responsabilidad se manifiesta de muchas formas: al asumir nuestros deberes, al ser


consecuentes con nuestros compromisos, al tomar decisiones y al cumplir con nuestras
obligaciones. Por eso, a continuación te contamos cuál es el verdadero significado de la
responsabilidad.

Responsabilidad es deber

La responsabilidad está asociada al deber. Los deberes son las obligaciones que
adquirimos con nosotros mismos o con los demás. Por eso, cuando asumimos un deber, lo
responsable es ser consecuentes con nuestros actos y honrarlo.

Para un padre, es un deber brindar cuidado y protección a su hijo, para un político, es


responder ante las necesidades de la gente, para un estudiante, su deber será cumplir con
las tareas y obligaciones que lo van a ayudar en su proceso de aprendizaje.

Responsabilidad es compromiso

La responsabilidad implica también comprometernos de manera sincera con aquello que


hemos ofrecido, prometido o propuesto a otra u otras personas. El compromiso es una
forma positiva de asumir las obligaciones, pues no siempre estas son agradables. El
compromiso, por lo tanto, garantiza que actuaremos con responsabilidad y cumpliremos
nuestra palabra.

Somos responsables cuando honramos nuestros compromisos. En el trabajo, con la


entrega de un proyecto, en la vida personal, con nuestra pareja, o en la política, cuando
respaldamos una causa justa.
Responsabilidad es prudencia

La responsabilidad requiere prudencia. No somos responsables si actuamos


impulsivamente, sin reflexionar, si a la hora de tomar una decisión no la meditamos
detenidamente. Por eso, la responsabilidad también debe estar en la raíz de todas nuestras
acciones y decisiones.

Así, la responsabilidad es prudencia cuando evitamos situaciones riesgosas o


desagradables, cuando somos conscientes de las consecuencias y secuelas de nuestras
acciones y decisiones y actuamos de la manera más sensata posible.

Responsabilidad es cumplimiento

La responsabilidad también significa cumplir con nuestros deberes y obligaciones. No es


solo una cuestión de actitud, prudencia o compromiso, la responsabilidad también se
traduce en darle cumplimiento a aquello que nos ha sido pedido o asignado.

Por eso, somos responsables cuando hacemos la tarea de la escuela, cuando concretamos
aquel proyecto que nos había sido asignado en el trabajo, o cuando honramos una deuda
económica pagándola. El cumplimiento de una responsabilidad es una fuente positiva de
satisfacción.
Responsabilidad es madurez

La responsabilidad es también una señal de madurez. Mientras crecemos, vamos


asumiendo más y más responsabilidades en nuestra vida. Primero en casa, cuando
ayudamos a nuestros padres en los trabajos domésticos, después en la escuela, cuando
cumplimos con nuestras tareas, y más adelante en el trabajo, cuando lo sacamos adelante
con éxito.

De allí que, cuando llegamos a la edad madura, seamos capaces de asumir enormes
responsabilidades, como la realización de un trabajo importante, la conducción de una
empresa e, incluso, el gobierno de un país.

Responsabilidad es ética

En la base de la responsabilidad está la ética. La ética implica asumir un comportamiento


responsable, ante los demás y ante nosotros mismos, en función de nuestros deberes y
obligaciones.

La ética, en este sentido, significa hacer lo correcto, es decir, actuar y tomar decisiones en
función de un conjunto de principios que nos ayudan a distinguir lo que está bien y lo que
está mal. Por eso, decimos que la responsabilidad empieza en la ética, porque ser
responsables es siempre hacer lo correcto.

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