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La escuela contractualista

El contractualismo es una doctrina filosófico-jurídica que sostiene que la sociedad y el Estado


nacen de un pacto. Ese pacto lo establecen los individuos que comienzan a ser parte de esa
sociedad, dirigida por el Estado. Esta doctrina se opone a la idea de que la sociedad o el
Estado son algo natural o preexistentes a la voluntad de los individuos.

En la antigüedad hubo algunas posturas que pueden considerarse cercanas a la idea del
contractualismo, como la de los sofistas o Epicuro. Sin embargo, el contractualismo tal como
se entiende normalmente es una corriente filosófica que se desarrolla en los siglos XVII y
XVIII.

En general, el contractualismo considera que puede pensarse un estado previo a la institución


de la sociedad civil o el Estado. Ese estado se denomina “estado de naturaleza” donde los
hombres llevan una existencia peculiarmente individual y no tienen ninguna conciencia de
grupo. Por alguna razón, se da un “contrato social”, es decir, un pacto de unión entre los
hombres que forma la “sociedad civil”.

Quizá el primer autor que habla de forma expresa del contrato social sea Grocio, en su obra,
escrita en 1620, De iure belli ac pacis. Grocio da una definición novedosa del concepto de
derecho y habla del contrato social y del derecho a la resistencia, no obstante, para algunos
críticos no puede considerarse un moderno, sino que sigue la tradición medieval.

Los nombres más conocidos, sin embargo, de la tradición contractualista son los de Hobbes,
Locke y Rousseau, probablemente por la profundidad de sus pensamientos y por la influencia
posterior de sus obras.

ESCUELA CONTRACTUALISTA

CONTRACTUALISMO
Se entiende como Contractualismo, a una corriente moderna de filosofía política y del
derecho, que piensa el origen de la sociedad y del Estado como un contrato original entre
humanos, por el cual se acepta una limitación de las libertades a cambio de leyes que
garanticen la perpetuación y ciertas ventajas del cuerpo social.
Contractualismo clásico y contemporáneo:
En su versión clásica se basa en la existencia de un pacto para la conformación de la sociedad
civil y el Estado. El contractualismo contemporáneo, se interesa fundamentalmente por los
principios lógicos e ideológicos que fundamentan el contrato político, es decir, por los
procedimientos de decisión y las condiciones en que tiene lugar el pacto.
Para las teorías contractualistas:
• El Estado no tiene un origen natural o divino.
• Es el resultado de un acuerdo o contrato entre las personas.
• El poder no es indiscutible, ha de ser vigilado y controlado.
• El lugar que cada uno ocupa en la sociedad es, o al menos debería ser así, el resultado de
su propio proyecto.
ESTADO DE NATURALEZA: Es una hipótesis metodológica que consiste en remontarse a
la hipotética situación del hombre antes de la instauración del estado civil
El CONTRATO SOCIAL: es un acuerdo real o realizado en el interior de un grupo por sus
miembros, como por ejemplo el que se adquiere en un Estado con relación a sus derechos y
deberes y los de sus ciudadanos.

ESTADO CIVIL: Situación en la que se encuentra una persona según sus circunstancias y la
legislación y a la que el ordenamiento concede ciertos efectos jurídicos.

PRINCIPALES REPRESENTANTES
THOMAS HOBBES: “El hombre es un lobo para el hombre”
JOHN LOCKE: “El derecho a la propiedad privada”

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