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Índice
Introducción ................................................................................................................. 3
Capítulo I. La infancia ................................................................................................. 4
1. 1 El desarrollo de la infancia como concepto ................................................... 4
1.1. 1 La infancia en peligro y el complejo tutelar ............................................. 8
1. 2 El abandono como constructo social .......................................................... 10
1. 3 Legislación argentina, políticas sociales y niños vulnerables ..................... 14
1.3 .1 Políticas Públicas y la Ley 26.061 de Protección integral de los
derechos de los niños, niñas y adolescentes .................................................. 16
Capítulo II. Sistema de Protección Integral en Argentina ........................................ 20
2. Estructura del Sistema de Protección Integral................................................. 20
2.1 Diagrama institucional del Sistema de Protección Integral ...................... 22
2. 2 El sistema de Protección Integral y la articulación institucional ............. 24
2.3 Las instituciones competentes del Sistema de Protección Integral
........................................................................................................................ 27
Capítulo III. El niño, la familia y la sociedad ............................................................. 31
3. 1 Los roles y funcionalidad familiares .............................................................. 35
3.2 Familia y trabajo social como base de la protección ..................................... 37
Capítulo IV. Niñez y adolescencia, hogar y cuidados .............................................. 41
4. 1 Argentina y la proyección de los niños ......................................................... 41
4. 2 Los centros de cuidado a niños, niñas y adolescentes ................................ 43
4. 3 Caracterización de los centros de cuidado para favorecer el crecimiento de
niños, niñas y adolescentes ................................................................................. 46
4.4 Enfoques propuestos para el cuidado de niños, niñas y adolescentes. ....... 48
4. 5 Los equipos profesionales en los hogares de cuidado ................................ 53
4.6 Los “Pequeños Hogares”................................................................................ 55
Bibliografía ................................................................................................................. 62
2
Introducción
3
Capítulo I. La infancia
4
niño(a) una persona pequeña o como un hombre incompleto (Chuart, 2011).
Se debe tener en cuenta que según la manera cómo las sociedades han
definido a la infancia y le han asignado una connotación social ha determinado la
relación que ha existido desde los adultos, el Estado y las instituciones hacia los
niños y niñas. Esta conceptualización sobre la infancia ha orientado la existencia o
no existencia de determinadas políticas sociales, instituciones y programas para
los niños(as) y ha delineado sus características.
En otros términos, detrás de toda política o programa para los niños y niñas,
existe una concepción determinada de lo que es la infancia para una sociedad
(Chuart, 2011).
5
En la constitución política de los Estados Unidos Mexicanos, en pro del
cumplimiento de la Convención de los Derechos del Niño, se establece en el
artículo 4° El derecho de la niñez a la satisfacción de sus necesidades de
alimentación, salud, educación y sano esparcimiento para su desarrollo integral,
abarcando de esta forma las necesidades físicas y fisiológicas del niño como ser
humano (Álvarez, 2011).
El niño es visto como el portador del futuro. Así se tiene que, se le ha dado
visibilidad al concepto de niñez; también se ha hecho emerger la intervención del
Estado en el cuidado del niño y de la niña, al tratar de que esta población tenga
una socialización más uniforme y disciplinada. A su vez, el Estado limita y prohíbe
el trabajo infantil en tanto se entiende como una forma de explotación, ya que se
convierte en un obstáculo para la escolaridad y el desarrollo del infante.
7
con una crianza y educación apropiadas, y “la infancia peligrosa” que abarca a los
infantes en estado de delincuencia.
8
Fernández (2010) comenta que las leyes que buscan proteger a los
menores de edad en Argentina, se remontan a comienzos del siglo XIX, cuando
fue establecida la ley N° 10.903, en el año 1919. A través de ella, se crea el
llamado “Patronato de Menores”, donde se le da poder a los Juzgados de Menores
a que sitúen los infantes que se consideraban en peligro a ser atendidos por otras
personas o instituciones, con la intención de disminuir la gran cantidad de niños,
que para el momento existían en lo que calificaban como “abandono material” o
situación de “peligro moral”. La Ley de Patronato legalizó lo que ya socialmente
era un hecho. Iba dirigida a proteger a la llamada infancia pobre o en situación de
abandono; aunque los jueces tenían el poder arbitrariamente, anulando el derecho
de los padres a tener la custodia y patria potestad de sus hijos. En las instituciones
regidas por esta ley eran atendidos niños que en su mayoría, según comenta
Fernández (2010), citando a Irigoyen (1913), eran miembros de familias de
inmigrantes.
9
Internacional de Protección de la Infancia, realizado en Bruselas en 1913, que
instala la temática de la niñez en la agenda de los Estados y en el discurso de las
organizaciones internacionales. Los temas centrales del Congreso fueron la
higiene y la educación para la crianza de la infancia, la urgencia en disminuir la
mortalidad infantil, los programas para superar déficit en la tutela de niños(as) y la
educación de las madres en el cuidado de sus hijos (Chuart, 2011).
10
expuestos a la delincuencia, el narcotráfico, falta de vivienda y educación y por
ende la indigencia, la orfandad, el ocio y la mendicidad; por lo que a modo
personal se coincide con (Bisig, 2012) cuando menciona que “la gran mayoría de
las familias que fueron objeto de la intervención estatal a través de la internación
de alguno de sus hijos en alguna institución del Estado, presenta una endeble
estructura económica, social, cultural, etc. Esta condición y las situaciones
internas que afectan a estas familias caracterizadas por la existencia de elementos
conflictivos con reconocida capacidad para desencadenar situaciones de crisis,
hacen a estas familias vulnerables ante situaciones excepcionales, que agudizan
los problemas existentes y que provocan una ruptura en el desarrollo de la vida
cotidiana. Estas pueden producir estados de conflicto capaces de afectar la
continuidad del vínculo paterno filial” (Bisig, 2012, p.55). Commented [CP4]: Se parafrasearon estas ideas
11
del ingreso o condiciones de empleo (Kaztman, 2010).
12
El internamiento como propuesta de atención al abandono infantil o a la
desventaja social es una medida común o central en el sistema de protección
hacia los grupos vulnerables. En ese sentido, se debe comenzar a debatir los
conocimientos sobre la labor de estas instituciones debido a que sus políticas y
prácticas atraviesan la historia, la subjetividad, la vida emocional, las condiciones
de autonomía y los proyectos de vida de estos niños, niñas, jóvenes y sus familias
(Salcedo y Plata, 2010)
Por otra parte, se debe discutir sobre los factores que ponen en el camino
del riesgo a una gran cantidad de familias, sea cual sea su conformación
estructural, para poder desarrollar políticas públicas más justas (Salcedo y Plata,
2010).
Por otro lado, debido a que los núcleos familiares que se construyen en un
entorno de pobreza son consideradas familias multi-problemáticas, esto se debe
colocar en la agenda pública. Es decir, hay que nombrar y hacer visible la
situación familiar que antecede al abandono y al posterior internamiento, pero
desde la voz de los niños y de los padres, desde sus vivencias, desde su realidad,
para crear políticas públicas centradas en los sujetos a los que se dirigen (Salcedo
Plata, 2010):
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1. 3 Legislación argentina, políticas sociales y niños vulnerables
La Ley 20.061, a partir de algunos decretos como los número 415 y 416 del
año 2006, descentraliza las competencias, ampliando el trabajo con las provincias
para que cada una tenga, de forma local, autoridades administrativas de
protección de Derechos (Lerner, 2012) Commented [CP7]: Se incorporó la propuesta de Lerner
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de los problemas asociados a pobreza, vulnerabilidad y exclusión social para
responder a una protección real de la infancia. (Bisig, 2012).
Según define Bustelo (2000): el pobre no es tan solo pobre porque tiene
carencia de bienes materiales, sino porque además es hecho pobre para
constituirlo como dependiente de quien le da la dádiva y administra favores.
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Además, en numerosos lugares alrededor del mundo la vida diaria de
muchos niños es igual a la de los adultos en cuanto a lucha por la supervivencia,
pues el trabajo infantil es común, así como la vida delincuencial, ausentismo
escolar y falta de hogar o indigencia. Esto, permite hablar de un fenómeno de
adultización, en el que las experiencias tempranas y prematuras hacen que la
infancia desaparezca. Estas generaciones aglomeradas por la pobreza,
explotación y marginación social están excluidas sin experimentar el disfrute de la
edad temprana. (Carli, 1999)
16
considerados personas que por sus características de crecimiento ameritan de
protección especial.
17
Esta ley tiene por objeto la protección integral de los derechos de las
niñas, niños y adolescentes que se encuentren en el territorio de la
República Argentina, para garantizar el ejercicio y disfrute pleno,
efectivo y permanente de aquellos reconocidos en el ordenamiento
jurídico nacional y en los tratados internacionales en los que la Nación
sea parte. (Art. 1).
18
personal, a la identidad, a la documentación, a la salud, a la educación, a la
libertad, a la libre asociación, a opinar y a ser oído, a la seguridad social y al
trabajo de los adolescentes (Vaca Narvaja, 2012). El restablecimiento de los
derechos fundamentales para el desarrollo de niños, niñas y adolescentes no
compete a un solo actor, sino a la trinidad conformada por el Estado, familia y
comunidad.
19
Capítulo II. Sistema de Protección Integral en Argentina
20
políticas, además del establecimiento de funciones. A partir de este análisis, se
evidenciaron diferentes áreas y alternativas que permitieron una evaluación
general de las instancias involucradas.
Políticas públicas
22
Medidas de protección integral
23
pudieran ser de tipo institucional.
24
a resguardar los derechos a la educación, a la salud, al desarrollo humano y a
otros temas que incumben desde el punto de vista social, cultural y económico,
apuntando al desarrollo personal, a la crianza, la familia y a la comunidad donde
se desenvuelven los niños, niñas y adolescentes (Stuchlik, 2012).
Por ello, al Ministerio que atañe a tal materia debe tomar parte y buscar una
solución al problema de manera coherente y eficaz para asegurar el cumplimiento
de los derechos. Estos derechos a nivel de políticas locales son resguardados por
organizaciones gubernamentales y no gubernamentales, actuando como
activadores de mecanismos municipales. Asimismo, la acción se ejerce sobre la
inserción de los niños en las políticas sobre el proceder comunitario para
garantizar su apoyo escolar, su mejoramiento educativo, entre otras labores que
infundan progreso, salud y bienestar.
25
aplicación para reafirmar los derechos del niño o corregir aspectos ineficaces en
las políticas aplicadas.
En todo caso, el plan nacional de acción debe actuar con sentido territorial y
sectorial, para que sean dadas las condiciones necesarias y se logre un
desempeño eficaz de los actores en el aseguramiento de los derechos de niños,
niñas y adolescentes. Pero, el logro de estos objetivos solo puede ser alcanzado
desarrollando políticas públicas y aplicándolas institucional y departamentalmente,
pero con sentido nacional.
26
2.3 Las instituciones competentes del Sistema de Protección Integral
El Consejo Federal
27
La Secretaría Nacional
28
Asesorar y recibir todo tipo de reclamos (Stuchlik, 2012, p.107).
29
Derechos Humanos. A nivel de gobierno provincial está: El Consejo Provincial de
Niñez, Adolescencia y Familia, la Comisión Interministerial Provincial, la
Defensoría de Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes. A nivel regional están
los Servicios Zonales (SeNAF). Y a nivel local están los Servicios Locales de
Promoción y Protección de Derechos, los Consejos Locales de Niñez y
Adolescencia, y los Foros de Participación de niñas, niños y adolescentes
(SENAF, 2013).
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Capítulo III. El niño, la familia y la sociedad
“el grupo de dos o más personas que coexisten como unidad espiritual,
cultural y socio-económica, que aún sin convivir físicamente, comparten
necesidades psico-emocionales y materiales, objetivos e intereses comunes
de desarrollo, desde distintos aspectos cuya prioridad y dinámica
pertenecen a su libre albedrío: psicológico, social, cultural, biológico,
económico y legal (Oliva y Villa, 2014, p.89).
31
1998). No obstante estos datos objetivos que prueban la validez de la familia,
resulta necesario señalar que últimamente se encuentra un concepto errado,
donde se confunde el matrimonio y la familia con otros componentes de
convivencia de naturaleza y fines diferentes.
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progenitor, o sea, el padre o la madre (cabeza de familia). Es producida por
la separación, el abandono, el divorcio, la muerte o ausencia de uno de los
miembros.
Por otro lado, se tiene que entre los miembros de una misma familia se crean
relaciones personales que suponen afinidad de sentimientos, de cariños y también
intereses que se fundamentan en el respeto mutuo de las personas.
33
con el otro. La alegría no depende de las circunstancias que puede
presentar la vida. Este valor tiene su fundamento en lo profundo de la
persona, consecuencia de una vida equilibrada y un cuerpo sano.
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La lealtad: Es el resultado del reconocimiento del vínculo que nos une
a otros. La aceptación y el reconocimiento del mismo no se centran
como una posibilidad a futuro, sino que es una realidad actual. Es en la
familia donde nacen y fortalecen estos vínculos, el niño aprende a ser
fiel al esmerarse por asistir a los demás, al intentar hacer todo lo que
sus progenitores le afirman que es bueno. Se muestra fidelidad al
respaldarse, defenderse y asistirse frente a las contrariedades, frente a
la amenaza de personas o bien circunstancias extrañas a la familia.
No existen valores buenos ni malos, lo que existe son los valores y los
antivalores. Por naturaleza el ser humano tiene la libertad de escoger entre el bien
y el mal. El mal es una deformación entre dos recursos. El bien es algo mejor, en
general se tiene la mejor pretensión para escoger algo para nosotros mismos, de
esta forma se escogen los valores y se priorizan.
35
De la buena madre se esperaba que fuera ante todo educadora,
ejemplar y que les diera buenos consejos. Asimismo, no era aceptado el
maltrato; por el contrario, ella debía ser tierna, entregarse
desinteresadamente a ellos y velar por su bienestar. Las expectativas
frente al padre se centraban en que fuera responsable con su familia,
moderado y sin vicios; justo en sus decisiones y en las sanciones que
impartía sobre los hijos. Además, podía ser afectuoso, pero mesurado en
sus expresiones. (Gutiérrez, 2000, p. 62).
La misma autora plantea que las funciones familiares son las que realizan
todos sus componentes como parte de un todo, no como una célula individual.
Además, se relacionan de manera directa con la preservación de la vida, su
desarrollo y bienestar y existen una gran variedad: procrear, cuidar e insertar a los
hijos en la sociedad, educación y aprendizaje del trabajo, manutención económica
del grupo, producción y compra de bienes y transmisión del saber (Gutiérrez,
2000).
Hasta el día de hoy se han añadido y se han restado funciones a esta lista,
ya que el hombre y la mujer han adoptado nuevos papeles y además, porque
existen en la sociedad instituciones competentes de colaborar con la familia con
algunas de ellas, tal es el caso de la escuela, que se ha transformado en espacio
esencial para la crianza de pequeños y los adolescentes.
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Psicoafectivo: Abarca las relaciones entre los miembros de la familia, en
singular entre los progenitores e hijos, donde unos son protectores de otros
y a la vez, transmisores de identidad. Esta protección se extiende además a
los ancianos y a los enfermos.
De estos niveles surge el fin mismo de la institución familiar: ser parte del
mantenimiento de la sociedad. En esta línea, Gutiérrez (2000) expone que:
37
de los sistemas de protección de derecho de los niños y las niñas contemporáneos
es de carácter complejo y relacional. En dicha construcción participan no solo una
revisión sobre los principios estructuradores relacionados con el niño o la niña,
sino además y principalmente, por aquellos que de forma directa o indirecta se
relacionan con ellos a través del impulso de su protección, cuidado y/o autonomía
(Magistris, 2014).
38
Sin embargo, la violación de los derechos de los niños ocurre prácticamente
en su totalidad dentro de sus espacios familiares. Esto es observable tanto en la
creación de las demandas que se producen cerca de los sistemas de protección,
como en la trasmisión de responsabilidades que recaen prácticamente de manera
especial en ese nivel. De aquí surge de forma reiterada la problemática donde los
progenitores no cumplirían con su rol protector, no porque no desearan hacerlo,
sino más bien por el hecho de que no estarían en condiciones de hacerlo
(Magistris, 2014).
Existen adultos que “no tienen modelos de alarma”, que “no consiguen
comunicar hábitos esenciales, como un tenedor para sentarse a la mesa”
(Magistris, 2014, p.13).
Por todo lo antes mencionado resulta preciso que los profesionales verifiquen
con la familia la situación actual del niño o del adolescente. Entiéndase como
profesionales a los dispositivos locales específicos destinados a la protección de
los derechos de los niños, los que parecerían generar un pasaje de la autoridad
familiar a la autoridad de los profesionales externos. (Pupavac, 2001; Fernando,
39
2001; Reynaert, Bouverne-de Bie, y Vandevelde, 2009).
Estos profesionales son entonces los que deben brindar las herramientas
necesarias para convertir y construir el niño “sujeto de derecho”, alternando
relaciones con las familias que se presentan como desiguales, pero cimentadas en
el acuerdo y negociación, hasta relaciones de inmediata dominación, ya sea con
mayor o con menor mediación de los actores implicados (Grinberg, 2008;
Magistris, Barna, y Ciordia, 2012).
Además, las relaciones entre los agentes estatales y los beneficiarios no son
vistos por los primeros como relaciones de poder, y se cierra el carácter
excluyente y normativo de los enfoques de los agentes en relación a beneficiarios.
40
Capítulo IV. Niñez y adolescencia, hogar y cuidados
Ante esta dura realidad que atraviesan los más desfavorecidos, tanto a nivel
gubernamental como no gubernamental se han creado instancias dedicadas
exclusivamente a proteger a estos niños y adolescentes (Céspedes, 2010).
41
adolescentes” con el fin de garantizar el ejercicio y el disfrute pleno de los
derechos establecidos a nivel nacional e internacional.
43
los menores de edad deben ser reintegrados a su grupo familiar en el menor lapso
de tiempo posible. En caso de que no sea una buena opción para su bienestar
volver a su núcleo familiar, entonces se buscan otras opciones entre sus familiares
extensos como tíos y abuelos, o sino son entregados a una familia adoptiva.
Según la UNICEF (1989) entre las razones por las cuales las niñas, niños y
adolescentes son institucionalizados, destacan: porque han sido abandonados o
han quedado en la orfandad y no tienen familiares que se encarguen de ellos,
porque han sido separados de su entorno familiar como medida de protección
contra la violencia (maltrato físico, psicológico o sexual); porque tienen graves
problemas de salud (alguna incapacidad física o mental); o porque presentan una
conducta criminal. Además, hay que recalcar que la UNICEF (1989) no considera
a la pobreza como una razón para la institucionalización.
45
Niñez, Adolescencia y Familia, 2015).
- Interdisciplinaeridad.
46
adolescentes, además de que deben fundamentarse en el principio de interés
superior del niño, deben establecer el tiempo de permanencia, permitir la
participación familiar, permitir la construcción de un proyecto de vida propio, y el
trabajo de diversas disciplinas como el trabajo social y la psicología, entre otros
aspectos del marco institucional y de la fundamentación teórica de estos centros
de abrigo, que serán observados según lo establecido por el Consejo Federal de
Niñez, Adolescencia y Familia (2015) a partir de aspectos claramente definidos
que abarcan:
- El nombre de la institución
- La ubicación geográfica
- La población beneficiada
- Los recursos humanos con los que cuenta la institución, los cuales
deben ser organizados de manera detallada, señalando nombres,
funciones y horarios de trabajo.
- Dar cuenta de los servicios públicos y privados que les han brindado
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apoyo al proyecto institucional.
Algunos de los problemas que son más comunes, dentro del cuidado
alternativo de niños es que omiten, en muchos casos, el proceso legal adecuado
al momento de la toma de decisiones; se toman en cuenta como causa de ingreso
como la pobreza, lo que no es legal; se toman medidas sin límite de tiempo,
carentes de seguimiento; es común que ubiquen a los niños en lugares apartados
de la familia y la comunidad de los niños; entre otros (Relaf, 2010) Commented [CP14]: Se agregaron estos párrafo, según lo
sugerido.
48
fueron creados por personas vinculadas a la iglesia católica y en dichas
instituciones se les daba abrigo a niños huérfanos y en estado de abandono; de
cierto modo, estos pequeños enfrentaban una situación de aislamiento en relación
con el entorno social.
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antes que, en su garantía y restitución, marca una nueva lógica en las
intervenciones del Estado, esto es en la elaboración de políticas
públicas, las que deberán ordenar intervenciones antes de que se
verifiquen situaciones que obliguen a garantizar o restituir allí donde se
han violado. Bajo esta nueva lógica, las políticas deben ser para todo el
universo de la infancia. (Fernández et al., 2010, p. 63).
En todo caso, se puede decir que la Ley N° 26.061 desde el punto de vista
discursivo, ha significado un salto enorme en materia de derechos humanos, pero
ello no garantiza las transformaciones sociales que pretende, puesto que aún
existen ciertas prácticas institucionales tutelares que deben ser corregidas para
lograr que esta ley no quede solo en papeles (Fernández et al., 2010).
50
evolucionaron del modelo institucional al modelo familiar (década de los ochenta) y
posteriormente a un modelo de diversificación de la red, conocido como modelo
especializado (luego de la crisis de los noventa) (Bravo y Del Valle, 2009).
En relación con su historia, Bravo y Del Valle (2009) señalan que, durante
varias décadas en España, cuando aún no existía un sistema público de asistencia
social, la solución frente a los pequeños desamparados y desprotegidos era, hasta
mediados de los ochenta, la institucionalización del pequeño en una instancia que
cubriera sus necesidades básicas, por no tener familia, o por tener familia, pero sin
los medios para criarlo adecuadamente. Instancias que eran creadas gracias a las
inversiones de las organizaciones relacionadas con la protección infantil de
aquellos años.
51
sugerían sustituir a dichos institutos por hogares con calidez familiar, y que,
además, estos chicos tuvieran la oportunidad de asistir a las escuelas de la
comunidad (Bravo y Del Valle, 2009).
Entre las razones por las cuales surgió este nuevo modelo de intervención
52
social, destacan: nuevas situaciones problemáticas no contempladas en el modelo
familiar, como la llegada de menores extranjeros o de menores violentos, jóvenes
con problemas de salud mental que requieren ayuda terapéutica, diferencias en
las necesidades de cada grupo de edad, entre otros (Bravo y Del Valle, 2009).
53
educador.
54
4.6 Los “Pequeños Hogares”
Además, esta familia debía ser como cualquier otra familia de la comunidad,
de manera que los menores de edad también debían asistir a los centros
educativos de la zona, a las actividades recreativas, entre otros (Farias-Carracedo,
2011).
Sin embargo, desde el año 2000 se pudo observar que ese sistema de
funcionamiento estaba decayendo, lo que consecuentemente significó el cierre de
los pequeños hogares. Fueron muchas las causas por las cuales se llevó a cabo
esta acción, entre ellas porque algunos matrimonios no se postulaban por querer
ayudar a estos chicos, sino para poder disfrutar de las facilidades que el Ministerio
56
de Bienestar Social les daba a los matrimonios a cargo (vivienda en óptimas
condiciones y ayudas económicas). Otra razón fue que, a la larga, los matrimonios
a cargo comenzaban a presentar problemas constantes iguales a los que se
presentaron en las familias de origen de los menores de edad beneficiados por el
programa de Pequeños Hogares. Por otra parte, los matrimonios que se habían
postulado por razones verdaderamente solidarias, presentaban quejas por las
debilidades del programa, como, por ejemplo, la rotación constante de los niños y
adolescentes que no favorecía a la convivencia y al establecimiento de fuertes
vínculos afectivos, la falta de orientación y cooperación por parte de funcionarios
públicos, las necesidades económicas, entre otros (Farias-Carracedo, 2011).
57
58
59
MODELO DE ENTREVISTA A LOS PROFESIONALES:
Nombre:
Institución
Cargo que ocupa:
¿Cuáles son las funciones del Trabajador Social dentro de este proyecto?
60
MODELO DE ENTREVISTA A GRUPOS DE HERMANOS
Nombre:
Institución
Edad:
61
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