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Cristo y la Redención
Tema Central: El plan de la redención
Debido al pecado, el hombre se encuentra en peligro de sufrir el castigo y la muerte eterna (Romanos 3:23). Su
consecuencia es que el hombre perdió su comunión con Dios. El ha decidido redimir al hombre por medio del sacrificio
de su propio Hijo (Marcos 10:45). La redención nos muestra cuál es la naturaleza de Dios. Nos muestra al amoroso Padre
Celestial en una interacción de puro amor con su creación. No es de sorprenderse que quisiera pagar un precio tan alto
su único Hijo — como rescate por nosotros.
Cristo se halla en el centro del plan redentor de Dios. La salvación no nos llega porque creamos en una buena filosofía de
la vida. Nos viene a través de la persona de Jesucristo. El papel de Cristo fue lograr la restauración de nuestra comunión
con Dios, muriendo en la cruz. El sacrificio de la cruz fue el propósito principal por el que Cristo vino a la tierra (Marcos
10:45).
Podemos notar que la obra redentora de Cristo fue cuidadosamente planificada (Efesios 1:4-6, 11 y Apocalipsis 13:8).
Conocer la redención es conocer a Cristo. El se entregó a si mismo para redimirnos. El acto redentor fue personal, porque
Jesús hizo el sacrificio personalmente (Juan 10:17-18). Junto con su muerte, la resurrección de Cristo nos dice que Él
es Dios y tiene poder sobre la muerte (Romanos 14:9). ¿Por qué creer en Cristo es más que simplemente creer en una
filosofía de la vida?
En los versículos que hemos estudiado respecto de Cristo, ¿qué ha aprendido usted acerca del poder de la redención?
¿Cómo nos libera el poder de la redención para que podamos llevar una vida cristiana victoriosa?
LECCION 2: EL PLAN REDENTOR DE DIOS
Describir la obra del Espíritu Santo al darle a su Iglesia el Poder necesario para llevar a cabo el plan redentor de
Dios en la tierra.
En 2 Corintios 5:17-20 se nos habla del papel de Cristo en el plan redentor de Dios, y se nos explica que debemos llevar
adelante el ministerio que Cristo comenzó. El pueblo compuesto por los que han experimentado la gracia de Dios, es
el que Dios une para que continue su plan de redimir a la humanidad. Hemos side reunidos en la Iglesia (1 Pedro 2:9),
revestidos con el poder del Espíritu (Hechos 1:8) y enviados en una misión (Mateo 28:16-20).
Después de leer 2 Corintios 5:17, ¿Cómo ve usted la diferencia entre la vieja criatura y la nueva en su propia vida?
El Espíritu Santo ha llegado a declarar que somos suyos y pertenecemos a su ejército (Efesios 1:13). La Iglesia está
formada por todos aquellos que han sido redimidos por el plan de Dios. El Espíritu Santo tiene la responsabilidad de
ver que los propósitos de Dios alcancen a todo el mundo por medio de la Iglesia. El plan de Dios estará incompleto, a
menos que aquellos que han sido redimidos lleven el mensaje al mundo. El Espíritu Santo está reuniendo un ejército que
le presentará batalla a Satanás. ¿Qué le sucede a una Iglesia que no se vea a sí misma como parte del ejército de Dios?
¿Cuáles son las cosas que le impiden más servir a Dios en el poder del Espíritu Santo?
Al terminar esta sesión, pase tiempo en oración para pedirle al Señor que renueve su entrega al plan divino de llenar de
poder a su Iglesia para ganar al mundo.
LECCION 3: EL PLAN REDENTOR DE DIOS
¿Cuál es el nombre que recibe la Iglesia en Efesios 2:19, 1 Timoteo 3:15 y 1 Pedro 5:3, 4?
¿Por qué la Iglesia es creación de Dios?
¿Por qué la Iglesia pertenece a Dios?
Comente la forma en que la Igleisa lleva a cabo los propósitos divinos de redimir al mundo.
LECCION 4: EL PLAN REDENTOR DE DIOS
El ministerio y la Iglesia
Tema Central: ¿Qué es el ministerio?
Al terminar esta lección, usted debe:
1. Ser capaz de explicar el significado del ministerio.
2. Saber por qué la Iglesia tiene una orientación divina que llamamos ministerio.
El ministerio es la consecuencia lógica de lo que la Iglesia es. El ministerio de la Iglesia surge de lo que Dios dice que ella
es. La palabra más corriente para definir el ministerio, es la palabra “servicio”. Ministrar es servir.
Hacerle un servicio a alguién es ministrarle a esa persona. Este es el tipo de ministerio que toma como ejemplo el
ministerio del Señor Jesucristo (Marcos 10:45).
En sus relaciones con las personas con las cuales ministra, ¿qué habría que cambiar para que usted imitara el ejemplo de
Cristo en Marcos 10:45 con toda seriedad?
En 1 Pedro 2:9, 10 se afirma que toda la Iglesia ha sido llamada al ministerio. En 2 Corintios 5:17-20 se declara que todos
nosotros somos llamados a mostrarle al mundo el amor de Cristo. Podemos decir que el ministerio es la orientación divina
de la Iglesia.
Podemos poner un sencillo ejemplo tomado de la naturaleza. El tiburón es un pez que sólo puede respirar cuando se
mueve; cuando se detiene, se ahoga. Sin el ministerio lleno del poder del Espíritu Santo para alcanzar con las buenas
nuevas de Jesucristo, a un mundo que agoniza, la Iglesia moriría sofocada.
En Hechos 1:8 se nos dice que el Espíritu Santo vino para el ministerio. El Espíritu Santo no es para satisfacción personal,
sino para darle poder a la Iglesia de Dios a fin de que realice su obra: ministerio, servicio. Nuestro fiel ejemplo es el Señor
Jesús.
Mire personalmente a su vida y la de su iglesia. ¿Están acordes con la forma en que Dios quiere que fluya el ministerio?
¿Qué obstáculos le están impidiendo que tenga un ministerio lleno de poder? Dedique tiempo
a orar para que Dios lo libere de las ataduras que le impiden tener un ministerio poderoso.
LECCION 5: LA IGLESIA EN SU MINISTERIO PARA CON DIOS
Cuando vemos la Iglesia en adoración, vemos la imagen más auténtica de su ministerio. En Isaías 43:7 se nos dice que
fuimos creados para darle gloria a Dios. La adoración es necesaria porque Dios desea que lo adoremos (Apocalipsis 4:11).
Todas las personas nacen con un profundo anhelo de adorar. La adoración al Señor satisface nuestro anhelo de tener
comunión con nuestro Creador. Dios se nos revela a Sí mismo cuLando lo adoramos. La Iglesia debe tener comunión con
Él para poder ver su gloria (2 Corintios 3:16, 18).
Lea Juan 6:44 y 12:32. Haga una lista de diversas formas en que podemos ver a Dios. Después de leer la lección hasta
aquí y de ver los versículos indicaddos, ¿porvqué es importante para el cristiano que ministre hacia Dios en adoración?
Aquel que adora reconoce el valor que sólo Dios tiene. Esta palabra sólo se puede usar con Dios. Su valor está más
allá de toda medida. La adoración comienza cuando Dios se nos acerca y se nos da a conocer. Cuando Él se acerca y
lo reconocemos, esto hace que los amemos, adoremos y alabemos. Nuestra respuesta a Dios sólo puede ser dada con
todo nuestro ser (Lucas 10:27). Estamos dispuestos a someternos a Él y a su llamado sobre nuestra vida (Salmo 95:6)
Vea si puede encontrar este esquema en Isaías 6:
1. Darle su valor, vv. 1-3.
2. Dios se acerca, vv. 3-4.
3. Lo reconocemos y adoramos, vv. 3-5.
4. Le sometemos nuestra vida cuando nos habla, v. 8.
Toda adoración verdadera es un camino de dos vías. Le damos a Dios el valor que Él tiene, y entonces nos sometemos a
su plan para nuestra vida, que Él nos revela en la adoración.
1. Dé su propia definición de lo que es la adoración.
2. ¿Cómo se compara su propia actitud hacia la adoración con el Salmo 103:1?
3. Estudien de qué manera sus cultos pueden permitir que haya más adoración que sea una comunicación en
ambos sentidos.
LECCION 6: LA IGLESIA EN SU MINISTERIO PARA CON DIOS
¿Cómo se ve usted frente a estas cinco categorías? Evalúe su experiencia personal de adoración con estas sugerencias:
¿Busca a diario un momento para adorar al Señor?
¿Adora al Señor en el canto? ¿A través del testimonio?
¿Adora al Señor ofrendando con regularidad? ¿Con el estudio de su Palabra?
¿Es su vida un testimonio de quién es Dios y de lo que ha hecho?
Pase un tiempo en oración para que el Espíritu Santo pueda traerle convicción y revelarle cómo puede adorar mejor al
Señor en poder y esperanza.
LECCION 8: LA IGLESIA EN SU MINISTERIO PARA CON DIOS
Comentar entre sí las formas en que desarrollan cada uno de estos aspects en su iglesia.
LECCION 9: LA IGLESIA EN EL MINISTERIO MUTUO
La confraternidad es uno de os elementos más importantes de la vida cristiana. No hay parte alguna del Cuerpo que se
pueda sostener sola; necesita la ayuda de las demás. Los apóstoles pasaban mucho tiempo confraternizando entre sí,
edificándose mutuamente. La confraternidad cristiana es una parte muy importante del sustento que necesita la comunidad
de los creyentes.
Junto a la confraternidad se halla también la importancia de la enseñanza de la Palabra. En Hechos 2:42 se dice que los
creyentes se dedicaban contínuamente, tanto a la comunión unos con otros, como a la doctrina de los após toles. El
Señor Jesús nos ordenó: “Enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado” (Mateo 28:20). Estas palabras
afirman claramente que los cristianos deben prestar suma atención a la enseñanza de la Palabra.
Dios quiere que los cristianos tengan comunión y se instruyan unos a otros. Es parte necesaria del crecimiento cristiano.
Para comentar:
1. ¿Qué significa la confraternidad o comunión entre los creyentes?
2. ¿Cuáles son las tres formas de edificar a otra persona?
3. Busque 1 Juan 1:3. ¿Qué significa?
4. Lea Hechos 2:42. ¿Cómo se puede usted comprometer en la confraternidad cristiana y en la enseñanza de
la Palabra?
5. ¿Qué cosas son las que más lo han ayudado en su crecimiento cristiano?
LECCION 10: LA IGLESIA EN EL MINISTERIO MUTUO
La manera más sencilla de definir la edifiación es decir que se trata del acto de apoyar o mejorar a alguien en sentido
espiritual. Al edificar a otra persona, hacemos surgir lo mejor que hay en ella, reconociendo las cualidades únicas que le
ha dado Dios.
“Un mandamiento nuevo os doy”, dijo Jesús. “Qué os améis unos a otros”. Cuando vemos a otro hermano o hermana
en Cristo, necesitamos verlos a través de los ojos de Dios. Son personas únicas y poseedoras de dones, a las que Él
ama. Por tanto, necesitamos animar a otros, y apoyarlos en lo que hacen. Un buen discípulo encomia los talentos y las
contribuciones de los demás.
Romanos 14:19 dice que debemos seguir lo que contribuye a la paz y a la mutua edificación. En nuestra condición de
discípulos cristianos es importante que unamos nuestros corazones y trabajemos por la paz entre nosotros. Es necesario
que mantengamos los ojos puestos en Jesús, y no en los defectos de otras personas. Nuestro amor mutuo es un testimonio
al mundo de que somos discípulos de Cristo. En 1 Corintios 13 se habla más respecto del amor.
Para comentar:
1. ¿Qué significa “edificar”?
2. Dé un ejemplo de cómo se puede ver a una persona a través de los ojos de Dios.
3. ¿Cómo nuestro amor mutuo da testimonio ante el mundo respecto de nuestra fe?
4. Lea Romanos 15:2. ¿Qué significa?
LECCION 11: LA IGLESIA EN EL MINISTERIO MUTUO
En Juan 15, Jesús se llama a sí mismo “la vida”, y a nosotros, los cristianos, nos llama “los pámpanos”. “Permaneced
en mí, y yo en vosotros.” “Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco
vosotros, si no permanecéis en mí” (Juan 15:4). Permanecer significa obedecer. El cristiano obediente obedece a Cristo y
lleva fruto para su gloria. “El que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo (1 Juan 2:6). La verdadera prueba
para nuestro amor por Cristo, es nuestra obediencia.
Muchas personas tiene temor de obedecer a Cristo, porque piensan que Él les va a pedir que hagan algo que no les gusta.
Dios nos conoce y sabe lo que es mejor para nosotros a medida que alcanzamos a madurez en Él. La adquisición de la
madurez cristiana forma parte del hecho de ser cristiano. Nos enfrentamos a muchas pruebas y tentaciones, pero éstas
sólo son nuevas oportunidades que tenemos de dar fruto para la glorida de nuestro Señor.
Necesitamos dejar a un lado nuestra vieja naturaleza e irnos acercando a Él con nuestras palabras y acciones. Jesús dijo:
“Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz, y sígame” (Mateo 16:24).
Para comentar:
1. ¿Qué significa “llevar fruto”?
2. Lea Gálatas 5:22. Dé algunos ejemplos de cómo se puede llevar fruto.
3. Señale algunas formas en que usted puede permanecer personalmente en Cristo.
LECCION 12: LA IGLESIA EN EL MINISTERIO MUTUO
“De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas” (2
Corintios 5:17). Si realmente nos hemos convertido en discípulos maduros en el Señor, tenemos que mostrar un cambio
en nuestra vida. Por medio de la ministración mutua, podemos producir la madurez en nosotros mismos y también en los
demás.
Una de las formas de edificar a otra persona en madurez es orar con ella. Pablo nos dice en Filipenses 4:6: “...por nada
estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración, y ruego, con acción de gracias”.
Según los hermanos se unen en oración, Dios les edifica la mente y el corazón.
En segundo lugar, los cristianos pueden ministrarse mutuamente dirigiendo un estudio bíblico o en grupo de oración.
Jesús nos dijo que enseñáramos todo lo que Él había ordenado (Mateo 28:20). Por consiguiente, cada uno de nosotros
por ser discípulo tiene la responsabilidad de hablarles a los demás del Señor y estudiar su Palabra. Los estudios bíblicos
pueden ser momentos muy provechosos. El Señor unge a los que desean obedecerle y anhelan fervientemente cumplir
su voluntad.
Para comentar:
1. Mencione algunas de las formas de ministrarse mutuamente.
2. Dé algunos ejemplos de circunstancias en que usted ha recibido ministración de otra persona.
3. Mencione tres formas en que usted se puede comprometer en la ministración a los demás.
LECCION 13: LA IGLESIA EN SU MINISTERIO
PARA CON EL MUNDO
La Gran Comisión es un mandato del Nuevo Testamento, dado por Jesús antes de su ascensción: “....Por tanto, id, y
haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos....enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado....”
(Mateo 28:19, 20). Lea también Marcos 16:15, 16 y Lucas 24:46, 47. Jesús les ordena a sus discípulos que vayan a enseñar
a las naciones. Aquí “naciones” significa grupos humanos. Un grupo humano o pueblo es una comunidad de personas
que tienen un lazo común, como la religión, el idioma, las metas, los intereses, el lugar donde viven, o una combinación
de estos factores. Jesús nos ha ordenado que lleguemos a todas esas “naciones”.
Vemos ya indicios de este plan cuando Dios hace un pacto con Abraham en Génesis 12:2, 3. Aun aquí, en el Antiguo
Testamento, Dios estaba poniendo los cimientos de la Gran Comisión. El anhelaba alcanzar a todas las naciones con el
mensaje de su salvación, debido a su gran amor por aquallos que había creado.
¿Qué es la Gran Comisión? Es la responsabilidad que tiene cada generación de proclamar las verdades de Dios en su
propia época y situación. El Evangelio es universal. Va más allá de las fronteras raciales o nacionales. “Porque de tal
manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas
tenga vida eterna” (Juan 3:16). Por tanto, debemos tener en cuenta que el Evangelio es para todos, y nuestro deber como
discípulos de Cristo es “hacer discípulos”.
Para comentar:
1. Explique la Gran Comisión con sus propias palabras. ¿Qué relación tiene con usted?
2. Nombre algunos pueblos o “naciones” cercanos a usted. ¿Cómo podría hacer para alcanzarlos con el
mensaje de Cristo?
LECCION 14: LA IGLESIA EN SU MINISTERIO
PARA CON EL MUNDO
Tema Central: La obra de la Gran Comisión.
Al terminar esta lección, usted deberá:
1. Poder definir lo que es el “evangelismo”.
2. Comprender la importancia de tomar parte del evangelismo aquí y ahora.
El evangelismo es el cumplimiento de la Gran Comisión ordenada en Mateo 28:17-20. Es la comunicación de las buenas
nuevas del acto salvador y redentor de Dios. Su razón de ser es mostrarles a los perdidos cómo pueden ser liberados del
pecado y tener nueva vida con Cristo. Como discípulos de Cristo, y obreros de la Gran Comisión, debemos enseñarles a
las personas cuál es el camino para salir de su pecdo a la vida eterna en Cristo.
En el Antiguo Testamento vemos a Daniel y a sus amigos compartiendo su fe y su conocimiento de Dios con aquellos
que no tenían relación alguna con el Altísimo. (Ejemplo: Daniel 1:8-16 y 2:27-47.) En Jonás vemos de nuevo la enseñanza
acerca de compartir la verdad de Dios con los paganos (Jonás 3). Este acto de compartir el mensaje de Dios es repetido
una u otra vez en todo el Antiguo Testamento (Génesis 41; Éxodo 4:18-6:12; Rut 1; 1 Samuel 17).
Al pasar al Nuevo Testamento, se nos presenta a Juan el Bautista, quien comunica las buenas nuevas acerca del Mesías
(Juan 1:19-27; Mateo 3:1-12; Marcos 1:1-8 y Lucas 3:1-18). Juan prepara el camino para Jesús, quien es en sí mismo las
buenas nuevas. La Biblia pasa después a las enseñanzas de Jesús, y a su vida dedicada a prodigar su amor, perdón y
vida.
Por estos ejemplos del Antiguo Testamento y del Nuevo, vemos que el evangelismo es el pueblo de Dios en marcha. Es la
proclamación de Cristo y la recomendación a los creyentes a tener fe y confianza en Dios y en sus promesas.
Todo creyente tiene parte, o debería tenerla, en la labor de llevar los propósitos redentores de Dios al mundo entero.
Deben hacerse cuantos esfuerzos sean necesarios para darles a todas las personas en todas las naciones la oportunidad
de responder afirmativamente a Jesús, y convertirlo en Señor de su vida.
Para comentar:
1. Explique en sus propias palabras qué es el evangelismo.
2. ¿A quién se ha encomendado la evangelización del mundo? ¿Cuál es nuestra responsabilidad individual en
el evangelismo?
3. ¿Cuál es la meta más alta del evangelismo?
4. ¿A quién es dado el mensaje de Jesucristo? ¿Cómo alcanzará este mensaje todas las regiones y naciones
de este mundo?
LECCION 15: LA IGLESIA EN SU MINISTERIO
PARA CON EL MUNDO
Mientras preparaba a sus discípulos para su regreso al cielo, Jesús les prometió que un Consolador vendría a llenarlos
de poder (lea Hechos 1:4-9). Les aseguró que el mismo poder que fluía a través de Él sería parte del ministerio de ellos
y del nuestro.
El Espíritu Santo tiene dos funciones principales:
1. Poder para servir. Dar testimonio de Cristo no es siempre fácil. Es por medio del Espíritu Santo como logramos tener
seguridad al comunicar el mensaje de Cristo. Las historias de los discípulos y de Pablo nos dan alientos, puesto que
vemos en ellas al Espíritu Santo llenando de poder su vida y superando sus debilidades humanas. (Lea Hechos 4:8-12).
2. Preparación del no creyente. El Espíritu Santo es quien convence de pecado al no creyente y lo conduce al
arrepentimiento. Si el Espíritu Santo no está obrando en aquallos que están escuchando, no captarán la urgencia que
tiene nuestro mensaje. El Espíritu Santo obra en el corazón del no creyente, preparándolo para que reciba el mensaje de
Cristo (Romanos 8:13-16; Hechos 2:37-43).
Para el creyente, es vital estar lleno del poder del Espíritu Santo. El es quien nos fortalece y guía cuando compartimos
nuestro testimonio acerca del poder salvador de Cristo.
Para comentar:
1. Explique en sus propias palabras dos funciones del Espíritu Santo que tienen que ver con el evangelismo.
2. Demuestre lo importante que es recibir el poder del Espíritu Santo.
3. Dé ejemplos y explore aquellos pasajes en que los creyeontes recibieron el Espíritu Santo (Hechos 2:4; 4:31;
8:18; 10:44; 11:15).
4. Lea los siguientes pasajes y describa la obra realizada por el Espíritu Santo en cada uno de ellos: Juan 6:44;
16:7, 8; 2 Corintios 3:5, 6; Apocalipsis 22:17.
5. Ponga ejemplos personales de las formas en que el Espíritu Santo lo ha llenado
de poder y de fortaleza a usted.
LECCION 16: LA IGLESIA EN SU MINISTERIO
PARA CON EL MUNDO
Tema Central: ¿Cómo realizamos la obra de la Gran Comisión?
Al terminar esta lección, usted deberá:
1. Poder hacer una lista de reglas básicas sobre cómo compartir el Evangelio de Cristo.
2. Poder aplicar estas “reglas” básicas a su propia vida.
Jesús nos ordena ir al mundo y predicar el Evangelio a todas las naciones (Mateo 28:17-20; Marcos 16:15, 16). Ahora bien,
¿Cómo hacerlo? ¿Dónde están esas personas que han de recibir el mensaje, y cómo les hablamos de Cristo? He aquí
algunas “reglas” básicas que deberían convertirse en parte de nuestra vida mientras compartimos a Cristo.
En primer lugar, para que realmente podamos compartir, tenemos que ir a gente necesitada. A través de todo el ministerio
de Jesús, le vemos acercándose a aquellos con quienes se relacionaba. Les ministraba a los que tenían necesidades, en
los lugares donde los encontraba (Lucas 19:1-10; Marcos 1:31, 41; 5:4; 6:5; Lucas 12:11-13; 14:1-4).
Se nos dice que testifiquemos ante todas las personas. ¿Quiénes son esas personas? Las encontramos en nuestra
comunidad. Son nuestros vecinos y amigos. Nuestro campo misionero se halla alrededor de nosotros, y debemos acudir
a ministrar a aquellos que sufren o necesitan un toque de Dios.
Hay otro factor importante: nuestra vida diaria. Si la gente no puede ver a Cristo reflejado en las cosas que hacemos,
no nos escuchará. Es necesario que vean que aquello es deseable. Esto lo verán a través de nuestro celo y nuestro
entusiasmo personal en lo que estamos haciendo. En todo cuanto hagamos, debemos glorificar a Dios y hacer caso de lo
que El nos ha enseñado. Si escondemos nuestra fe, y desobedecemos los mandatos divinos, nuestro testimonio carecerá
de eficacia.
Nuestro cimiento debe ser la Palabra de Dios. En ella es donde encontramos el mensaje del amor y el poder redentor de
Cristo. Esto es lo que necesitamos enseñarles a los demás (2 Timoteo 3:16; Colosenses 3:16; Salmos 19:8; 1 Juan 5:13;
Isaías 2:3).
Además, necesitamos ser llenos del Espíritu Santo y de su poder, porque a través de El recibimos instrucción, orientación
y fortaleza para compartir el bendito mensaje de la salvación por medio de Jesucristo.
Para comentar:
1. ¿Por qué se espera de nosotros que compartamos el Evangelio? ¿Quién es nuestro ejemplo principal de
evangelismo?
2. ¿A quiénes les debemos testificar? ¿Dónde los encontramos?
3. Mencione algunas de las cosas importantes que nos pueden ayudar a testificar. ¿Cómo observamos estas
reglas básicas en nuestra vida?
LECCION 17: SU LUGAR EN EL DISCIPULADO
Un gran pastor de Alemania dijo en una ocasión: “Cuando Cristo llama a un hombre, lo invita a llegar a El para morir”.
Si queremos ser verdaderos discípulos, debemos conocerlo, amarlo, creer en El y consagrarnos a El. Sólo cuando nos
veamos a nosotros mismos como escogidos, llamados y enviados por Cristo, podremos presentarnos como verdaderos
discípulos, “sacrificio vivo, santo, agradable a Dios” (Romanos 12:1).
Dedique su tiempo a estudiar Efesios 2:8, 9. ¿Sobre qué fundamento hemos sido escogidos y llamados?
Lea 2 Corintios 5:17-20. ¿Qué se les ha comisionado a los creyentes que hagan y sean?
Muchas falsas religiones exhortan a sus seguidores a ser fieles a las enseñanzas de sus líderes. El cristianismo nos llama
a obedecer la Palabra de Dios. Nos llama a Jesucristo. Somos llamados a ser discípulos suyos.
Mateo 16:24 expresa con claridad lo serio que es seguir a Jesús. El nos está llamando verdaderamente a formar una
familia, un ejército de discípulos, cuando obedezcamos las demandas que Él nos hace. Él nos ha escogido, llamado y
comprado; por tanto ahora le pertenecemos.
También nos pertenecemos mutuamente por el hecho de ser discípulos. Dios no tiene favoritos, y ha escogido sus
discípulos en todos los tipos de vida (1 Corintios 1:26-29). Todos juntos servimos a Cristo, y al hacerlo, mostramos su
poder y el amor redentor que Él nos tiene (2 Corintios 5:18-20).
Para comentar:
1. ¿En qué se diferencia el ser discípulo de Cristo, del ser seguidor de otra religión?
2. ¿Puede alguien ser cristiano sin ser discípulo? ¿Por qué?
3. Escriba su propia definición del discipulado. Coméntela con su grupo.
LECCION 18: SU LUGAR EN EL DISCIPULADO
La madurez espiritual es la medida de Dios respecto de un buen discípulo. A veces creemos que el mejor predicador o cantante
tiene que ser muy espiritual. Algunas veces vemos con especial respeto a una persona que parece tener un testimonio
milagroso o una personalidad muy agradable. En cambio, encontramos un ejemplo de la perspectiva divina respecto de
la madurez espiritual en Tito 1:5-9; 1 Timoeto 3:1-7 y 1 Pedro 5:1-3. En estos textos vemos que
se mide la madurez espiritual por la solidez de la personalidad, y no por la popularidad. Dios
escoge para líderes a aquellos discípulos que son espiritualmente maduros, y no simplemente
a quienes tienen algún don.
Otro ejemplo de la forma en que Dios mide el crecimiento de un discípulo es la descripción
del fruto del Espíritu que hace Pablo. Es importante tener en cuenta que la palabra es “fruto”,
no “frutos”. Esto quiere decir que ninguna de las cualidades descritas en Gálatas 5:22 es opcional. El fruto que manifiesta
un discípulo maduro presenta todos los aspectos descritos en Gálatas 5:22. Estos se combinan para formar el fruto, o
señal de madurez en el discípulo.
La solidez de la personalidad aparece a medida que Cristo va viviendo a través de nosotros (Gálatas 2:20). A medida que
nos vamos entregando a su señorío sobre nuestra vida, crecemos, maduramos, y nos convertimos en los discípulos que
nuestro Señor quiere que seamos todos.
Para comentar:
1. Estudie Tito 1:5-9; 1 Timoteo 3:1-7 y 1 Pedro 5:1-3. ¿De que tipos de cualidades que indican madurez espiritual
se habla en estos textos? ¿Por qué el Señor escoge la madurez y no la popularidad para medir el grado de
discipulado espiritual?
2. Estudie Gálatas 5:22. ¿Cómo encajan entre sí todos los aspectos del fruto del Espíritu para formar una buena
imagen de la madurez en el discipulado?
3. Vea Gálatas 2:20. ¿Qué peligro hay en tratar de convertirnos en discípulos maduros con nuestras propias
fuerzas?
LECCION 19: SU LUGAR EN EL DISCIPULADO
Todos los discípulos fieles en crecimiento deben estar desarrollando una personalidad buena y sólida
(1 Timoteo 3) y mostrando el fruto del Espíritu (Gálatas 5:22). Podemos ser más específicos aún respecto de algunos de
los atributos de un discípulo fiel. El primero sería que el discípulo tiene hambre de la Palabra de Dios. Generalmente,
esto revela un anhelo de crecer y aumentar en el conocimiento de Dios. Lea Salmo 63:5 y Salmo 119:20. ¿Se siente usted
consumido por el anhelo de conocer la Palabra de Dios?
El segundo punto sería la sed por una vida santa. Normalmente, ésta se expresa en el pesar por los pecados del pasado
y el gozo auténtico en la justicia. Lea Isaías 6 y vea el desfallecimiento que le produce al profeta su pecado cuando entra a
la presencia de Dios. Cuando estamos arrepentidos de nuestro pecado, somos atraidos hacia la santidad. ¿Es un clamor
hacia Dios el mismo del Salmo 51:10?
Una característica final sería que el discípulo fiel está siempre dispuesto a servir. Esta es una lección que Jesús les
enseñó continuamente a sus discípulos, quienes en vez de esto, buscaban una posición de categoría. Él les mostró qué
quería decirles de forma realista cuando les lavó los pies (Juan 13). Marcos 10:45 nos da el modelo de Cristo en cuanto a
ser siervo. Hemos sido llamados a servir, como lo hizo Cristo. Podemos hacerlo en el poder del Espíritu Santo.
Para comentar:
1. Comente aquellos versículos o personajes bíblicos que le parezcan ejemplos de cada uno de estos criterios
distintivos de los discípulos fieles.
2. ¿Qué nos impide manifestar estas características en nuestra vida?
3. ¿Qué pasos debe usted dar personalmente, para desarrollar cada una de esas características en su vida?
LECCION 20: SU LUGAR EN EL DISCIPULADO
Los discípulos fieles crecen y maduran de forma constante. Deben desarrollarse en varios aspectos concretos, algunos
de los cuales estudiamos en la lección 19. Veamos tres más en esta lección. El primero es la entrega al señorío de
Jesucristo. Esto significa que el discípulo manifiesta estar dispuesto a ser obediente a todo lo que Dios ordena en su
Palabra. También significa que está dispuesto a permitir que Dios lo dirija hacia su perfecta voluntad respecto de su vida.
Lea Deuteronomio 6:5 y Mateo 6:33. ¿Qué principios acerca de la entrega total de su vida al Señor aprende usted en estos
versículos?
Otro aspecto del discípulo fiel es un amor auténtico por las personas. Su grado de preocupación por los demás. El
discípulo fiel tiene un genuino sentido de responsabilidad por la salvación y el crecimiento de las personas. Este tipo de
amor no permitirá que nada impida que el mensaje del Evangelio sea compartido.
Un aspecto final a tener en cuenta es que el discípulo fiel conoce su propia debilidad y le permite a la grace de Dios
que trabaje a través de ella. En 2 Corintios 12:9 se habla de un discípulo fiel que sabe que sólo la fortaleza de Dios es
suficiente para satisfacer nuestras necesidades. Los discípulos fieles crecen porque se enfrentan a la realidad de que sólo
la fortaleza divina les puede dar el poder necesario para llevar una vida de victoria.
Para comentar:
1. Lea Romanos 12:1, 2. ¿Qué mandatos debemos seguir para demostrar que nos hemos entregado al señorío
de Cristo?
2. Lea 2 Corintios 5:14 y 1 Tesalonicenses 2:7, 8. ¿Cómo desarrolla el discípulo el tipo de amor por los demás
que se describe en estos versículos?
3. Lea 2 Corintios 12:9. ¿Por qué algunas veces no sabemos admitir nuestras debilidades ante nuestro Señor?
¿Qué sucede cuando nos le permitimos a la fortaleza de Dios que fluya a través de nosotros?
LECCION 21: ASI CON LOS DISCIPULOS FIELES
La obediencia total a la voluntad a Dios era el principio que controlaba la vida de nuestro Señor Jesucristo. El siempre
obedeció la voluntad de su Padre, lo que hizo posible a Dios usar la vida de Jesús totalmente según sus propósitos. Lea
Juan 4:34; 5:30; 15:10 y Lucas 22:42. ¿De qué forma resumen estos versículos el fundamento del discipulado? Marcos
10:45 establece claramente que la misión de Jesús fue darse a sí mismo en sacrificio por los pecados del pueblo. El fue
totamente obediente a esa misión. Cada paso que Cristo daba sobre la tierra, era un acto de aceptación de los planes
hechos por su Padre respecto de su vida.
La vida de Cristo es nuestro gran ejemplo. El único deber de un discípulo es realizar la obra de su Señor. Jesús encontró
su bienaventuranza en hacer la voluntad de su Padre. Lea Juan 13:15, 16. ¿De qué forma ayuda el ejemplo de Jesús a
que estos versículos cobren vida para usted? No debemos perdernos la lección acerca del discipulado que Jesús nos
enseña. Cristo, nuestro gran ejemplo, nos enseña que nada que no sea la obediencia total podrá ser aceptado jamás
comod igno de sus discípulos.
Para comentar:
1. Tómese unos cuantos minutos para aprender de memoria uno o dos de los versículos de esta lección que le
expresen a usted personalmente el ejemplo de Cristo respecto del discipulado. Compártalos con su grupo.
2. ¿Cuál es el mayor obstáculo con el que usted tropieza al tratar de seguir el ejemplo de Jesús en cuanto al
discipulado? ¿Qué principio personal para un discipulado más obediente ha aprendido usted en esta lección?
LECCION 22: ASI SON LOS DISCIPULOS FIELES
Jesús nos llama a un compromiso que es similar a la misión para la que Él vino al mundo. Mateo 10:8 llama a todos los
discípulos a dar gratis así como ellos han recibido gratis. En Juan 13:34, 35 sugiere que todos los discípulos deben amarse
unos a otros como Cristo los amó a ellos. Lea Juan 15:9, 10. ¿Cómo sabrá el mundo que somos discípulos de Cristo?
La senda del discipulado de Jesús fue entregarse a sí mismo a cuanto sacrificio fuera necesario para realizar los propósitos
de Dios. Este ejemplo prepara el escenario para todos los que somos discípulos en el presente. Juan 17:23 llama a
todos los discípulos en el presente. Juan 17:23 llama a todos los discípulos en el presente. Juan 17:23 llama a todos los
discípulos a darse totalemente en amor a los perdidos, a quienes Dios ama y por quienes Jesús murió. La senda de Jesús
es la del ejemplo. Él no nos pide que sigamos camino alguno que no haya andado Él primero.
No podemos ser discípulos de Cristo y seguir su ejemplo con nuestras propias fuerzas. El Espíritu Santo es el único que
nos capacita para llevar a cabo el plan de Dios para ganar al mundo. Por el poder del Espíritu Santo, nosotros, los que
somos discípulos de Jesús, hemos recibido la promesa de que tendremos fortaleza para realizar las obras del Señor
(Juan 14:12).
Para comentar:
1. ¿Porqué es tan importante para nuestro propio discipulado que estudiemos la vida de Jesús?
2. ¿Cuál es su definición personal de lo que es un discípulo?
3. ¿Qué sucederá si tratamos de ser discípulos de Jesús sin el poder del Espíritu Santo?
LECCION 23: ASI SON LOS DISCIPULOS FIELES
Pablo es el autor de una gran parte del Nuevo Testamento. Fue un apóstol especialmente escogido por nuestro Señor
para ministrarles a los gentiles. Lea Romanos 1:1. Allí verá que Pablo se describe como siervo de Cristo Jesús. La palabra
“siervo” también se puede traducir como “esclavo”; literalmente, un esclavo entregado a Cristo por amor. En esta sencilla
descripción de sí mismo, vemos la entrega total de Pablo a Jesucristo en su condición de discípulo.
El libro de los Hechos presenta una descripción del ministerio de Pablo. Es un discípulo que ministra en el nombre de
Jesucristo dondequiera que va. Vea los siguientes versículos para hallar los tipos de lugares donde Pablo pasaba el
tiempo ministrando: Hechos 9:20; 16:25; 17:18; 25:26; 28:30, 31; 27:27-44.
Pablo es un discípulo que les ministra a todo tipo de personas. Cree que todo el mundo merece escuchar el Evangelio, y
por consiguiente les ministra a todo tipo de personas, como discípulo de Cristo. Busque de nuevo en el libro de los Hechos,
para ver a Pablo ministrándoles a todo tipo de personas: Hechos 16:13-15; 17:16-21; 23:1-10; 28:30.
Pablo es un consagrado discípulo de Cristo, que sabe que tiene el privilegio de servir a un Salvador resucitado, que lo ha
escogido para el ministerio.
Para comentar:
Bernabé fue un discípulo de la Iglesia primitiva que siempre estaba haciendo algo que honraba a Cristo. Se llamaba José,
pero los creyentes lo llamaron Bernabé, que significa “el que da alientos”, o “el hijo de la consolación”. En Hechos 9:26-
30 lo vemos cuando Saulo acaba de ser salvo, y los apóstoles en Jerusalén están algo escépticos. Bernabé cree que la
gracia de Dios a cambiado a Saulo e intercede por él.
Más tarde, cuando la iglesia de Antioquía comienza un avivamiento, Bernabé va a pastorear al grupo (Hechos 11:22-26).
Aunque pudo haber llevado adelante su ministerio sólo, llama a Saulo para que se le una. Es posible que nunca habríamos
recibido el poderoso ministerio del apóstol Pablo si no hubiera sido por el discípulo Bernabé (el que da alientos, el hijo de
consolación).
Otro ejemplo del amor de Bernabé como discípulo es su relación con Juan Marcos. Pablo y Bernabé se separan por
causa de un desacuerdo acercca de Juan Marcos (Hechos 15:37-41). Bernabé se lleva a Juan Marcos con él al ministerio.
Juan Marcos no había tenido constancia como obrero, pero el tiempo que pasó con Bernabé cambió aquello. Hasta Pablo
admitió el cambio en Juan Marcos años más tarde, cuando pidió que fuera a ministrarle. De nuevo vemos el poderoso
efecto que titene un discípulo fiel como Bernabé (2 Timoteo 4:11).
Para comentar:
1. Mientras leía los relatos acerca de Bernabé, ¿cómo le habló Dios a usted acerca de ser una persona
dedicada a dar ánimo a los demás?
2. ¿Por qué le parece que el ministerio de Bernabé fue tan poderoso?
3. ¿De qué formas podemos ser todos como Bernabé?
4. ¿Cómo es Bernabé un buen ejemplo de lo que hemos aprendido que debe ser un discípulo?
LECCION 25: LOS MOTIVOS QUE IMPULSAN A SER DISCIPULO
Cuando seguimos a Cristo, debemos ser muy cuidadosos de que nuestra motivación al discipulado sea pura. No debemos
ser discípulos por ambiciones personales. Jesús vino a dar su vida por los demás (Marcos 10:45). El mismo reprendió a
Jacobo y a Juan por su ambición personal de tener posiciones de autoridad en el Reino (Mateo 20:20-28). No debemos ser
discípulos por autoconmiseración. Sí, es posible que hayamos dejado mucho para seguir a Cristo, pero en el momento
que nos apiadamos de por nosotros mismos, limitamos a Dios. Siempre debemos mirar al sacrificio de Cristo y darnos
cuenta de que la autoconmiseración no debe formar parte de la vida de un discípulo. Tampoco debemos ser discípulos
simplemente porque vemos que son satisfechas nuestras necesidades. Es cierto que, al servir a Cristo, son satisfechas
muchas de nuestras necesidades, pero no puede ser ésa la razón de que lo sigamos.
¿Cuál es la motivación correcta del discipulado con Cristo? Nuestra motivación debe ser un anhelo de ser totalmente
obedientes a Cristo. ¿Por qué? Porque Cristo entregó primero su vida por nosotros, puso su Espíritu en nuestro corazón y
nos ha dado los unos a los otros para que nos amemos como hermanos. ¿Cómo puedo hacer menos que servir a Cristo,
porque Él me amó a mí primero y me trajo la salvación? La verdad es dura, pero es la verdad. Si usted no es discípulo de
forma total, no es discípulo en absoluto. Es necesario que Él sea el Señor de todo, o no será el Señor de nada.
Para comentar:
Cuando Jesús llamaba a sus discípulos a seguirlo, tenían que estar dispuestos a caminar por el camino de la cruz. Para
compartir la vida, tenían que compartir tanto el gozo como el sufrimiento.
Son muchos los que han experimentado el sufrimiento físico. Pedro y Juan fueron puestos en prisión y golpeados por
su valentía. Esteban fue apedreado hasta morir. Tal como leemos en el libro de los Hechos, parte de la vida de la Iglesia
primitiva era la gran persecución que sufría. El sufrimiento físico sigue formando parte del hecho de ser discípulo de Cristo.
Se cree que son más las personas que murieron por Cristo en este primer siglo, que durante todo el resto de la historia
de la Iglesia.
Muchas veces hay sufrimiento emocional. Con frecuencia somos heridos y desilusionados. Necesitamos aprender a
perdonar, y el perdón siempre es difícil. Algunas veces parece una experiencia similar a la crucifixión perdonar a alguin
que nos ha herido.
El sufrimiento espiritual es parte del discipulado. Así como Dios tiene el corazón quebrantado por los pecadores, muchas
veces el estado de pecado de los seres amados nos causa una agonía espiritual. Es una dura verdad, pero Dios obra en
los sufrimientos de forma poderosa.
Para comentar:
El motivo que nos impulsa a servir a Cristo debe ser la obediencia total a El. Lo hacemos, porque Cristo dió su vida por
nosotros y nos consiquió la salvación. Cuando no podíamos ayudarnos a nosotros mismos, Él nos rescató. Cristo es digno
de nuestra alabanza (Apocalipsis 4:11).
Entre los motivos sólidos para servir a Cristo se incluye la humildad. Someter nuestra vida a la voluntad de Dios y hallar
su gracia es muy emocionante; sin embargo, comprendemos que no merecemos. La humildad es una respuesta a la obra
de Dios en nuestra vida.
La rectitud es otro motivo que debe estar presente en el discipulado. Habrá momentos en que nos desesperaremos,
pero se lo podemos decir a Jesús. El dice que vayamos a El, y Él nos hará descansar (Mateo 11:28). Nuestra rectitud es
importante para nuestro crecimiento, cuando nos enfrentamos a los pecados de nuestra vida para llevarlos ante el Señor
(1 Juan 1:8, 9).
El sentido de expectación es otro motivo presente en un discípulo. Cuando esperamos grandes cosas de Dios, lo servimos
con confianza y en la seguridad de que El puede hacer lo que ha prometido (Romanos 4:20, 21). El discípulo que se acerca
a Dios, descansa en El con un gran espíritu de expectación.
La humildad, la rectitud y la expectación también sirven como fundamentos al crecimiento en Cristo. Sin admitir
humildemente que Jesús es el Señor, no podemos crecer espiritualmente. La rectitud al reconocer nuestras debilidades
le permite a Cristo mostrar su fortaleza, mientras esperamos que Dios nos ayude a crecer espiritualmente, y por tanto, lo
dejamos obrar con libertad. La expectación permite que la fe crezca en nuestro corazón.
Para comentar:
1. ¿Por qué debemos tener una sólida base para crecer como discípulos?
2. ¿Qué sucede cuando un discípulo no tiene la base para el discipulado que se describe en esta lección?
3. ¿Qué causa que haya motivaciones impuras en un discípulo?
4. ¿Qué debe estar haciendo continuamente un discípulo para sustituir los motivos incorrectors con motivos
puros a fin de ser discípulo y crecer en Cristo?
LECCION 28: LOS MOTIVOS QUE IMPULSAN A SER DISCIPULO
Lea los pasajes siguientes y responda a las preguntas formuladas para cada sección.
Después de esto, se deben utilizar unos pocos minutos para comentar la suprema importancia de la Palabra de Dios.
LECCION 30: CONVIERTASE EN DISCIPULO
Tema Central: Para conocer la Palabra de Dios hay que estar dispuesto a dejarse enseñar.
Al terminar esta lección, usted deberá:
Comprender qué es un espíritu dispuesto a dejarse enseñar.
Conocer las Escrituras no es sólo cuestión de recordar versículos. Es una actitud del corazón.
Lo que hace tan especiales a las Escrituras es que nunca se puede saber demasiado de ella, y nunca se podrá conocer
por completo. El estudio de la Palabra de Dios exige un espíritu deseoso de saber lo que cada pasaje dice, para que
podamos recibir ayuda de Él.
Una persona con el espíritu dispuesto a dejarse enseñar, es alguien cuyo corazón está abierto a la Palabra de Dios y
a lo que ésta le dice. El espíritu dócil no es un atributo dado por el hombre, sino que viene de Dios. Las personas que
lo poseen, son dirigidas por el Espíritu Santo, y Dios está vivo y activo en su vida. El Espíritu Santo enseña a aquellos
que están dispuestos a escuchar o aprender. El nos da las palabras que debemos decir en las situaciones difíciles, y el
discernimiento para resolver las situaciones en los momentos de perplejidad.
No podremos beneficiarnos con la Palabra de Dios, a menos que le permitamos al Espíritu Santo que nos enseñe y dirija.
Para comentar:
1. Lea 2 Timoteo 2:15. ¿Por qué debemos estudiar? ¿Qué tipo de obrero necesita ser?
2. Escoja un pasaje de las Escrituras para estudiarlo. Ore acerca de él y pídale a Dios que le muestre aquellos
aspectos de su vida en los que puede decirle algo.
3. Tome ese mismo pasaje y léalo cuatro veces por lo menos. Cada vez que lo lea, concéntrese en una palabra
en especial. ¿Qué diferencias nota cada vez que se concentra en una palabra distinta?
LECCION 32: CONVIERTASE EN DISCIPULO
El estudio de la Palabra de Dios no debe conducir a la aplicación de sus verdades a nuestra vida, lo que puede tener por
consecuencia que las Escrituras nos transformen para que nos conformemos más a la voluntad de Dios. Debemos pedir
en oración que podamos comprender cómo aplicar el pasaje a nuestra vida. También debemos aprender a meditar en el
pasaje que estudiamos, para llevarlo lleno de vida a nuestro corazón.
Otro principio del estudio práctico de la Biblia, es el de definir una aplicación que hayamos descubierto por medio de la
meditación. Debemos asegurarnos de que sea personal, y de que resulte realizable. Después comprobar el grado de éxito
que tenemos al realizarla.
Otro principio de estudio de la Biblia, es el de aprender de memoria un versículo que sea clave para la aplicación que
hemos hecho. El versículo aprendido de memoria nos ayudará durante la aplicación, porque va a permanecer en nuestro
corazón (Salmos 119:11). Debemos preguntarnos a nosotros mismos: ¿Me ayuda esta aplicación a asemejarme más a
Jesús?
El estudio de la Biblia es práctico, porque conduce a la salud y el crecimiento espiritual.
Para comentar:
¿Qué es un testimonio? Los diccionaries dicen que testimonio es: a. Una declaración hecha bajo juramento para establecer
la realidad de un hecho. b. Cualquier declaración; c. Cualquier forma de evidencia o prueba. La palabra “testimonio” es
asociada frecuentemente en los tribunales con la primera definición.
1. Palabra usada en los tribunales. Cuando hay un juicio, se llama a varias personas al frente, y se les pide, o bien que
relaten lo que sucedió, o que respondan a preguntas relacionadas con un suceso en particular. Antes de sentarse para que
les hagan las preguntas, hacen un juramento. Este juramento es una declaración ante Dios de que se va a decir verdad.
Por ejemplo: “¿Jura usted decir la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad, con la ayuda de Dios”? Después de
responder a esta pregunta, explican lo que sucedió con claridad, para que todo el mundo lo pueda comprender. Lo que
dicen no debe ser una excusa o un relato falso, sino la verdad.
2. Usada por los cristianos. ¿Y qué decir de los cristianos? ¿Cómo se aplica a nosotros? Nuestros testimonios consisten
en compartir con los demás lo que Cristo ha hecho por nosotros. Puede ser hablando de la forma en que nos salvó y nos
transformó la vida. Puede ser la forma en que resolvió nuestras necesidades económicas, nos sanó, o hizo alguna otra
cosa por nosotros. Dar testimonio es simplemente compartir la verdad de un suceso con alguien.
¿Con quién compartimos los testimonios? Los testimonios se pueden compartir con cualquier persona. Algunos ejemplos:
a. Hablarle de la forma en que usted se hizo cristiano a alguien a quien le está dando testimonio. b. Relatar a la iglesia la
forma en que Dios atendió a su necesidad después de que usted había perdido que oraran con usted. c. Compartir con un
amigo que está pasando por una dificultad cómo usted pasó por algo similar y Dios lo ayudó.
Otro tipo de testimonio es la forma en que vivimos. Si vivimos y marchamos por los caminos donde Dios nos quiere,
cuando la gente nos observa podrá ver el cambio que Él ha hecho. De esta forma convertimos nuestra vida en testimonio
sin decir una palabra.
Para comentar:
1. ¿Cuáles son los tres significados de la palabra “testimonio”?
2. ¿Para qué se usan los testimonios en los tribunales?
3. ¿Es el testimonio un relato falso? ¿Una excusa? ¿La verdad?
4. Diga algunos testimonios que tenemos los cristianos.
5. ¿Cuál es el testimonio mas grande del cristiano?
LECCION 34: EL DESARROLLO DE UN TESTIMONIO PERSONAL
¿Por qué necesitamos testimonios personales? En primer lugar, porque se nos exhorta al respecto en 1 Pedro 3:15. Otra
razón es que muchos cristianos nunca se han detenido a pensar en las cosas concretas que sucedieron cuando fueron
salvos. Cuando se les hace la pregunta, ¿qué significó en su vida el recibir a Cristo?, muchas veces son incapaces de dar
una respuesta concretas. Esto afecta la eficacia en el testimonio. Cuando la persona ha pasado más tiempo preparándose
para esta pregunta, suele tener más paz y seguridad cuando testifica.
Tener el testimonio respecto de la propia salvación esquematizado y aprendido de memoria, es convertirlo en un instrumento
útil de testimonio. A lo largo del día hay muchas situaciones que se prestan a darnos una oportunidad para testificar. Se
nos abren muchas puertas para que compartamos nuestro testimonio, si le damos al Evangelio un toque personal. Esto
les muestra a los demás que Dios se interesa por cada uno de nosotros en particular.
Necesitamos tener un testimonio personal, porque la Bibla nos dice que seamos ejemplo. En 1 Timoteo 4:12 dice: “Sé
ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza”. Estas indicaciones se las da Pablo a Timoteo.
A nosotros, nos dice en Filipenses 3:17 lo que sigue: “Hermanos, sed imitadores de mí....” Pablo sentó un ejemplo para
nosotros. Aun en su vida los vemos utilizando el testimonio personal en dos ocasiones distintas (Hechos 22:1-13; 26:12-
28).
Hay otros relatos de la Biblia que son testimonios personales. Marcos 5:1-20 nos habla de un hombre poseído por demonios
que es liberado y va a decir lo que Dios hizo por él; también vemos al ciego sanado en Juan 9:8-12, y a la samaritana del
pozo en Juan 4:39.
Para comentar:
1. Cuando esquematizamos y aprendemos de memoria nuestro testimonio, ¿en qué se puede convertir?
2. ¿Qué hace el hecho de que compartamos nuestro testimonio?
3. ¿Qué dice la Biblia acerca de los testimonios personales?
4. ¿Qué sucedió debido a cada uno de los siguientes testimonios?
a. El hombre poseído (Marcos 5:1-20)
b. El ciego (Juan 9:8-12)
c. La samaritana del pozo (Juan 4:39)
5. Relate algunas veces en que haya fracasado o tenido éxito al relatar testimonio.
LECCION 35: EL DESARROLLO DE UN TESTIMONIO PERSONAL
¿Cómo preparar un testimonio personal para usarlo al testificar? Hay ciertas cosas concretas que usted puede hacer y
que lo ayudarán a preparar su testimonio personal:
1. Ore. Ore y pídale a Dios sabiduría y orientación mientras escribe. El a prometido darle sabiduría y se la
puede pedir (Santiago 1:5).
2. Use claridad y lógica. Desarróllelo alrededor de tres puntos, para que tenga una presentación clara y bien
organizada. Hágalo relativamente corto (3-5 minutos).
A. Actitudes y acciones antes de convertirme en cristiano.
B. Circunstancias que rodearon mi conversión.
C. Cambios que ocurrieron en mis acciones y actitudes después de recibir a Cristo.
3. Sea específico. Sea concreto. Desarrolle por lo menos cinco cosas específicas que han sucedido en cada
uno de los puntos anteriores (A, B y C). Esto le tomará tiempo, pero aumentará su eficacia. (Después,
redúzcalas a tres.)
4. Despierte el interés. Dé suficientes detalles para captar su interés, pero no tantos, que quien lo escucha se
ponga impaciente o pierda interés.
5. Apréndase algunos versículos. Use algunos versículos de las Escrituras que se hayan convertido en algo
especial para usted.
6. Trabaje en su testimonio escrito hasta que parezca bien organizado y relate con claridad lo sucedido.
7. Define la terminología. No se olvide de explicar el significado de palabras cristianas que los no cristianos
quizá no comprendan. (Por ejemplo, “nuevo nacimiento” y “salvo”.)
8. Lea y oiga los testimonios de otras personas, para encontrar maneras de mejorar el suyo.
9. Apréndalo de memoria.
Comience a escribir y desarrollar su propio testimonio personal. Siga los pasos indicados cuando haya termiando,
compártalo con otras personas de su grupo. Pueden practicar primero por parejas dentro del grupo. Comience de
inmediato a aprovechar cuánta oportunidad se le presente para compartir su testimonio.
Lea 1 Pedro 3:15, que le recordará lo importante que son los testimonios.
LECCION 36: EL DESARROLLO DE UN TESTIMONIO PERSONAL
1. Cuándo: Esté siempire listo a compartirlo (1 Pedro 3:15). Cuando aprendemos a desarrollar un testimonio personal,
también debemos aprender cómo usarlo. En primer lugar, debemos estar listo a usarlo en cualquier momento. En 1 Pedro
3:15 se afirma: “Sino santificad a Dios el Señor en vuestros corazones, y estad siempre preparados para presentar defensa
con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros.” Se nos puede
demandar razón en cualquier lugar: en el hogar, en el trabajo, en la tienda, en la consulta del médico, en cualquier lugar.
2. Cómo: Reciba el poder del Espíritu Santo (Hechos 1:8). También necesitamos al Espíritu Santo. En Hechos 1:8 se
nos dice que recibiremos poder después de que el Espíritu Santo venga sobre nosotros, y seremos testigos. Hay cristianos
que dicen: “No puedo contarle mi vida a un extraño”. Sin embargo, Dios nos ha dado su Espíritu Santo, para que nos dé la
fortaleza y el valor necesarios para compartir con osadía lo que El ha hecho en nuestras vida. Veamos a Pedro. El negó
a Cristo tres veces, pero después que el Espíritu Santo se derramó sobre él, lo encontramos predicándole a una gran
multitud de personas, diciéndoles lo que Cristo había hecho (Hechos 2:14, 41).
3. Por qué: Para explicar por qué usted vive así (Hechos 26:1-29). Cuando alguin le pregunta por qué vive así, le está
dando la oportunidad de compartir su testimonio personal. Háblele de cómo era usted, cómo Cristo lo cambió, y cómo es
ahora, gracias a Cristo. Podemos irnos a los Hechos para encontrar a Pablo juzgado por la vida que vivía para Cristo. Allí
encontramos su testimonio personal.
4. Dónde: En el testimonio evangelístico. También podemos usar nuestro testimonio personal al testificar por medio
del evangelismo. Esto consiste en salir adonde está la gente: en las calles, las casas, dondequiera. Al compartir el plan
divino de salvación, usted les puede relatar su testimonio personal. De esta forma les podrá mostrar que Dios se interesa
realmente en cada uno de nostros en particular.
Para comentar:
En esta lección vamos a estudiar, aprender y memorizar el plan de salvación. Esto consiste en presentarles el
plan de Dios a los demás, de manera que comprendan dónde están respecto de él, y lo que necesitan hacer
para ser salvos.
Hay muchos planes de salvación diferentes, pero éste que estudiamos tiene cuatro pasos. Así comienza: “En
toda la vida no hay nada más maravilloso que descubrir la paz con Dios”.
Primer paso—Descubrir el plan de Dios: paz y vida. Dios lo ama y quiere que usted experimente paz y vida
abundantes y eternas. La Biblia dice que Dios hizo planes para que tuviéramos paz y vida abundante ahora
mismo (Juan 3:16, 10:10). ¿Por qué la mayoría de las personas no tienen esa experiencia?
Segundo paso—Reconocer el problema del hombre: la separación. Dios creó al hombre a su propia imagen,
y le dio una vida abundante. Le dio una voluntad y libertad para decidir. El hombre decidió desobedecer a Dios e
ir por el camino de su propia voluntad. Aún sigue haciendo lo mismo hoy. La consecuencia es la SEPARACION
entre el hombre y Dios (Romanos 3:23, Isaías 53:6). A través de los tiempos, el hombre ha tratdo de cruzar ese
abismo de muchas formas, sin éxito. Estos intentos son las buenas obras, la filosofía y la moralidad. No obstante,
sólo hay un remedio o respuesta.
Tercer paso—Reconocer el remedio dado for Dios: la Cruz. Jesucristo es la UNICA respuesta al problema
de la separación. Cuando El murió en la Cruz y se levantó de la tumba, pagó el castigo debido por nuestros
pecados y tendió el puente sobre el abismo entre Dios y el hombre. Su muerte y resurrección hacen posible
una vida para todos aquellos que crean (1 Timoteo 2:5; Juan 14:6). Dios nos ha provisto el UNICO camino. .... El
hombre es quien debe tomar la decisión.
Cuarto paso—La respuesta del hombre: recibir a Cristo. Debemos CONFIAR en Jeuscristo y RECIBIRLO
personalmente. ¿Hay alguna buena razón por la que usted no pueda recibir a Jesucristo en este mismo momento?
He aquí lo que debe hacer:
a. Admitir su necesidad (soy pecador).
b. Estar dispuesto a apartarse de sus pecados (arrepentirse).
c. Creer que Jesús murió en la Cruz por usted y se levantó de la tumba (Romanos 10:9).
d. Por medio de la oración, invite a Jesucristo a entrar en su vida para controlarla (recibirle como Señor y
Salvador) (Apocalipsis 3:20).
Para comentar:
1. ¿Cuál es el plan de Dios? (Juan 3:16, 10:10) Explíquelo.
2. ¿Cuál es el problema del hombre?
3. ¿Cómo ha tratado el hombre de responder ante este problema? Explique cada uno de sus intentos.
4. ¿Cuál es la única respuesta?
5. ¿Qué debe hacer el hombre ahora?
6. ¿Cómo?
7. Cite todos los textos bíblicos utilizados de memoria.
8. Aprenda de memoria el plan y compártalo con otoros en el grupo.
LECCION 39: LA PRESENTACION DEL MENSAJE DE CRISTO
1. Saber y entender cómo se les puede dar a los nuevos creyentes seguridad respecto de su salvación.
2. Haber aprendido los puntos clave en cuanto a darle al nuevo creyente certeza de su salvación.
Cuando hemos llevado a alguien a Cristo, no hemos terminado nuestra labor. La labor siguiente y muy importante es darle
al nuevo creyente certeza respecto de salvación. Este tipo de conversación debe tener lugar dentro de la primera semana
del caminar del nuevo creyente con Cristo. Debe concentrarse en los siguientes puntos clave:
1. Usted tiene la promesa de la vida eterna. Es una valiosa promesa que se ve claramente en Juan 3:16 y 1
Juan 5:11-13.
2. Usted tiene la promesa de formar parte de la familia de Dios. Es un privilegio especial que nos concede
una estrecha relación con el Padre. Lo vemos claramente en Juan 1:12 y Gálatas 3:26.
3. Usted tiene la promesa del perdón del pecado. No tiene por qué seguir dejando que lo dominen la culpa
y la desesperación. Es posible que le lleve algún timepo para que suceda, pero es una verdad básica en
nuestra vida cristiana. Lo vemos en 1 Juan 1:9 y Colosenses 2:13.
4. La promesa de Dios se basa en su Palabra; no en nuestros sentimientos. La persona debe aprender
continuamente a poner su fe en las promesas de Dios, y no en lo que ella siente. Los versículos que
sostienen esta promesa son Colosenses 2:26 y Romanos 8:1.
Cuando ayude a un nuevo convertido a adquirir esta certeza, el que sepa estas promesas básicas y conozca de memoria
los versículos bíblicos es fundamental. Cuando relata estos versículos al nuevo convertido, asegúrese de que está logrando
que él comprenda.
Para comentar:
¿Cómo aprendemos las verdades bíblicas? Hay cuatro formas de recibir la Palabra de Dios; oir, leer, estudiar
y aprender de memoria. Además, meditamos en lo que hemos oído, leído, estudiado o aprendido de memoria.
Nuestra primera responsabilidad es recibir la Palabra de Dios leyéndola. La Biblia relata que los creyentes de
la Iglesia primitiva “perseveraban en la doctrina de los apóstoles” (Hechos 2:42). El apóstol Pablo nos mostró
lo importante que es oír cuando escribió: “Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios” (Romanos
10:17). Oír la Palabra de Dios produce fe. Esto es así, porque la Biblia es verdader y digna de confianza.
La fe no es un estado mental, sino una acción. La fe es algo que “se hace”. Santiago escribió: “Yo te mostraré
mi fe por mis obras” (Santiago 2:18). Cuando algunas personas insisten en que tienen fe, otras pueden
decirles: “Bien, si es cierto, demuéstrelo”. Dicen esto, porque saben que “la fe, si no tiene obras, es muerta
en si misma” (Santiago 2:26). Por eso es tan importante oír (Apocalipsis 1:3).
La segunda forma de aprender las verdades bíblicas es comenzar un programa de lectura contínua. La
mayoría de los cristianos saben que deben leer la Biblia a diario, pero pocos lo hacen. Muchos la leen sólo
de vez en cuando. Leen un capítulo hoy, y después pasan dos semanas más hasta que vuelven a leer
otro poco. Quizá durante una crisis, se vuelven a la Biblia, diciendo: “Es posible que la Biblia tenga una
respuesta”. Sin embargo, después de que pasa la crisis, vuelven a guardar su Biblia en un estante.
Para evitar este problema, comprométase a leer la Biblia a diario, y siga un plan bien definido. Aunque lea
sólo un capítulo por día, esto será más valioso que leer nueve capítulos hoy y después leerla sólo de vez en
cuando o cuando esté pasando una crisis. La Biblia habla mucho de su lectura. Apocalipsis 1:3; Mateo 24:15;
Marcos 13:14; 1 Timoteo 4:13.
No necesitamos solamente leer la Biblia, sino también comprender lo que leemos. Hay tres cosas que
debemos hacer al leerla:
1. Leer con expectación. Leer buscando algo. Si leemos la Biblia sin buscar o tener un plan,
entenderemos poco.
2. Leer en ambiente de oración. También debemos leerla en oración, pidiéndole a Dios que nos
ayude a verlo y a profundizar nuestra relación con Él.
3. Leer meditando. Para comprender, necesitamos pensar con cuidado lo que estamos leyendo.
Para comentar:
1. ¿Por qué es importante oír la Palabra de Dios?
2. ¿Es la fe un “estado de la mente”? Explique su respuesta.
3. ¿Con cuánta frecuencia debemos leer la Biblia?
4. ¿Qué tres cosas debemos hacer para comprender lo que leemos?
5. Dé ejemplos de lo que usted puede buscar cuando lee la Biblia.
LECCION 42: COMO ESTUDIAR LA BIBLIA
Algunas personas creen que leer es lo mismo que estudiar. No se puede estudiar sin leer, pero sí se puede leer sin estudiar.
El estudio va más allá de la superficie. Estudiar la palabra de Dios es mirar con más profundidad las Escrituras (Hechos
17:11). Mientras más profundicemos, más podremos crecer espiritualmente. La persona que estudia con diligencia la
Palabra de Dios, es el obrero que está aprendiendo a manejarla correctamente, y que se presenta ante Dios aprobado
(2 Timoteo 2:15). Se le llama “obrero” porque estudiar exige trabajo. Muchos cristianos no estudian las Escrituras porque
esto exige esfuerzo, disciplina y un tiempo valioso. Por el hecho de ser cristiano, usted debe estar estudiando la Biblia. El
estudio de la Palabra profundizará su relación con Jesús (Juan 5:39).
Para que su estudio de la Bibla esté lleno de sentido y transforme su vida, siga estas seis normas básicas:
1. Sea constante en su estudio. Aparte de una a tres horas semanales para estudiar, y pídale al Señor que
lo ayude a ser perseverante en él.
2. Su estudio debe ser sistemático. No estudie una cosa una semana, para cambiar a otra la siguiente, y a
una tercera más tarde. Su estudio necesita un sistema y una meta.
3. Debe ser un estudio personal. Las cosas que usted aprenda deberán ser las que haya aprendido por
medio del estudio, y no las que otra persona le haya enseñado. Pregúntese: ¿Qué me ha enseñado el
Espíritu Santo con su Palabra? ¿Qué me ha mostrado que sea para mí?
4. Ponga por escrito lo que halla durante su estudio. Escriba las cosas que Dios le ha mostrado, porque
así más tarde podrá volver a ellas para recordar lo que Dios le mostró.
5. Su estudio debe tener aplicación a su vida. Cuando estudiamos la Biblia, Dios la usa para ministrarnos
de manera individual. Tome las cosas que Dios le muestra y aplíquelas. Por ejemplo, si ha aprendido algo
acerca de ayudar a los necesitados, y alguien de su iglesia está enfermo, vaya y ayúdele haciendo limpieza
en su casa, cocinando o en lo que haga falta.
6. Su estudio debe ser “transmisible”. Usted debería estar en capacidad de transmitir a otros lo que ha
aprendido.
Para comentar:
Aprender textos bíblicos de memoria es importante. ¿Por qué? Porque es una forma muy buena de aprender la Biblia.
David escribió: “¿Con qué limpiará el joven su camino? Con guardar tu palabra. En mi corazón he guardado tus dichos,
para no pecar contra tí” (Salmos 119:9, 11).
Es maravilloso saber que el Espíritu Santo puede usar los versículos que hemos colocado en nuestra mente, sacándolos
cuando los necesitamos. El rey Salomón dijo: “Te guiarán (las escrituras aprendidas de memoria) cuando andes; cuando
duermas te guardarán; hablarán contigo cuando despiertes” (Proverbios 6:22).
Jesús nos dió durante su vida un ejemplo de lo importante que es conocer de memoria la Palabra de Dios. Cuando
fue tentado en el desierto, le respondió tres veces a Satanás con las palabras, “escrito está...” (Mateo 4:4, 7, 10). En su
respuesta a Satanás, lo que hizo fue citar textos bíblicos.
Las Escrituras aprendidas de memoria nos ayudan cuando necesitamoas orientación. Necesitamos una palabra de Dios
cuando tenemos que tomar decisiones, pero no temenos una Biblica cerca. Su Palabra, atesorada en nuestro corazón,
está a disposición del Espíritu Santo para que la use. Hay otras ventajas más: lo que nos ayude a tener la misma mente
de Cristo, a tener victoria personal sobre el pecado, a testificar, meditar, orar, aconsejar, estudiar la Biblia, ministrar en
público, ser ejemplo para otros, ser felices, tener sólidas bases doctrinales, y estar preparados para que Dios nos utilice.
Dedique los cinco minutos próximos a aprender un versículo de memoria.
1. Comience con Juan 15:7. Empiece leyendo el versículo con su cita cinco veces: “Juan 15:7, ‘Si permanecéis
en mí y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho”.
2. Después, vaya aprendiéndolo frase for frase: “Si permanecéis en mí ... y mis palabras permanecen en
vosotros ... pedid todo lo que queréis ... y os será hecho” Juan 15:7.
3. Ahora repita cada frase sin mirarla en la Biblia.
4. Después, ponga juntas las cuatro frases, y habrá aprendido de memoria el texto.
Para comentar:
1. ¿Por qué debemos aprender textos bíblicos de memoria? (Salmos 119:9, 11)
2. ¿Qué dijo Salomón acerca del aprendizaje de las Escrituras de memoria en Proverbios 6:22?
3. ¿Qué nos muestra Jesús en su vida acerca del aprendizaje de las Escrituras de memoria? (Mateo 4:1-11)
4. ¿Cómo nos ayuda el aprendizaje de textos bíblicos de memoria?
5. ¿Cómo se aprenden de memoria los textos bíblicos (cuatro pasos)?
6. Aprenda de memoria otro texto (1 Juan 1:9).
LECCION 44: COMO ESTUDIAR LA BIBLIA
Para comentar:
1. ¿Qué es la meditación?
2. ¿Es la meditación bíblica igual que las otras? Explíquese.
3. ¿Cómo se aplica esto a nuestra vida hoy?
4. Lea los siguientes versículos y medite en ellos. Piense en su significado y su aplicación a nuestra vida actual.
Josué 1:8; Salmos 4:4; 19:14; 1 Timoteo 4:15; Salmos 1:2, 104:34 y 143:5.
5. Ahora, comparta con alguien del gruplo lo que ha aprendido del versículo en el que ha meditado.
LECCION 45: LA IMPORTANCIA DE SER DISCIPULO DE CRISTO
La definición más sencilla de un discípulo es decir que es un alumno, un seguidor. Cuando Jesús comenzó su ministerio
público, atrajo seguidores que después fueron conocidos como sus discípulos. Se les pidió que se entregaran totalemente
al Señor. El dijo que sus discípulos debían seguirlo con todo el corazón. El discipulado cristiano es una consagración total
a Jesucristo como Señor de nuestra vida.
El Señor Jesús les puso serias exigencias a los que quisieran seguirlo, y a veces hoy en día se pasan por alto esas
exigencias. Con demasiada frecuencia, vemos el cristianismo como una forma de escapar al infierno y un boleto
garantizado de entrada al cielo. Más allá de esto, nos parece que tenemos todo el derecho, como el resto del mundo, a
disfrutar de lo mejor que la vida nos pueda ofrecer. Sin embargo, nos cuesta aceptar lo que el cristianismo debería ser
(Lucas 14:33; Juan 8:31 y 15:8).
Las palabras del Maestro son claras: “Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y
sígame” (Lucas 9:23). No hay malentendido posible en estas palabras, las expresiones si alguno quiere, niéguese a sí
mismo, tome su cruz cada día y sígame deben ser entendidas al pie de la letra.
Dios quiere que todos los cristianos sean auténticos discípulos. Este es su plan: Un nuevo creyente se convierte en
discípulo, recibe preparación y finalmente Él lo hace capaz de producir otros discípulos. Este es el plan que Jesús nos
señaló en la Gran Comisión: “Id, y haced discípulos”.
Para comentar:
¿Cuáles son las condiciones para ser discípulo? Nadie se convierte en discípulo de la noche a la mañana. Esto
viene a través de una entrega total a las condiciones del discipulado. Cada uno de nosotros deberá evaluar su
propia vida a la luz de las exigencias de Jesús.
1. El discípulo de Jesucristo debe tener un amor supremo por el Salvador. “Si alguno viene a mí, y no aborrece
a su padre, y madre, y mujer, e hijos y hermanos, y hermans, y aun también su propia vida, no puede ser
mí discípulo” (Lucas 14:26). Con frecuencia, la gente tropieza con la palabra “aborrece” de este versículo. No
obstante, Jesús la usa para realizar la crítica verdad de que no podemos amar a nadie por encima de Él.
2. Negación de sí mismo. Jesús exige de sus discípulos una abnegación absoluta. El dijo: “Si alguno quiere
venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame” (Mateo 16:24). La negación de sí consiste
en abstenerse a sí mismo del control de la propia vida, y no es lo mismo que la abnegación, que puede ser
solamente prescindir de ciertos placeres o acciones.
3. Escoger deliberadamente la cruz. La tercera condición del discipulado cristiano es escoger la cruz
deliberadamente. Jesús dijo: “Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día,
y sígame” (Lucas 9:23). Aquí la “cruz” es la identificación con Él y con su Cruz. No se refiere a las cargas que
a veces tenemos que soportar. Los no creyentes también tienen que llevar esas mismas cargas. Jesús está
hablando de la cruz de la identificación con Él: El mundo lo odió, y también nos odiará a nosotros; el mundo fue
su enemigo, y también lo es nuestro.
4. Pasar la vida siguiendo a Cristo. Uno de los llamados constantes de Cristo era “Sígueme” (vea Mateo 4:19,
8:22; Marcos 2:14, 10:21; Lucas 9:12, 14:27; Juan 1:43, 12:26, 21:22). Una de las características principales de su
vida, que nosotros debemos imitar, fue su completa obediencia a la voluntad de su Padre Celestial. Para ser sus
discípulos, también tenemos que ser totalmente obedientes a la voluntad de Dios.
5. Amor ferviente por todos los que son de Cristo. No sólo debemos amar a Jesús en primer lugar, sino que
debemos amarnos mutuamente con un amor continuo. Jesús declaró: “Un mandamiento nuevo os doy: Que os
améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros. En esto concocerán todos que
sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros” (Juan 13:34-35). En 1 Corintios 13 se nos dice más
acerca de este amor.
Para comentar:
1. Explique cada una de las condiciones con sus propias palabras. Dé un ejemplo de cómo cada una
de ellas se relaciona con la vida real.
2. ¿De qué formas estamos identificados con Cristo?
3. ¿Cuál es su posición actual en cuanto a ser un discípulo?
4. ¿Cuál de estas condiciones es para usted la más difícil de desarrollar en su propia persona?
LECCION 47: LA IMPORTANCIA DE SER DISCIPULO DE CRISTO
Tema Central: Pautas para ser discípulo, primera parte.
Al terminar esta lección, usted debe ser capaz de:
Vamos a estudiar y aprender las pautas para los discípulos. Hay diez pautas básicas que nos proporcionan una
oportunidad para evaluarnos personalmente: “¿Soy discípulo?” “¿Estoy haciendo discípulos?” En primer lugar,
estudiemos cinco de estas pautas:
1. Ponga a Cristo en el primer lugar en su vida. El discípulo pone a Cristo en el primer lugar en su vida, y da
los pasos necesarios para apartarse del pecado. Dios quiere que pongamos a Cristo primero en nuestra vida y
nos sometemos a Él. Quizá usted le pregunte: “Señor, ¿eres Tú el primero en todos los aspectos de mi vida?”
Si Él, por medio de su Espíritu, nos revela algo que no se halle bajo su control, debemos confesárselo. Después
debemos proponernos convertir a Jesucristo en Señor de nuestra vida entera, y seguirlo, obedecerlo, confiar en
Él y amarlo (Romanos 6:14; Tito 2:11-12).
2. Tenga un momento devocional diario. El discípulo es constante en sus momentos diarios de devoción y
desarrolla su vida de oración. El discípulo pasa tiempo a diario con la Palabra de Dios y en oración, con lo que
desarrolla su comunicación con su Salvador (Salmo 143:8).
3. Sea fiel en el aprendizaje de la Palabra de Dios. El discípulo manifiesta fidelidad y anhelo de aprender y
aplicar a la práctica la Palabra de Dios a través del estudio perseverante de la Biblia, el aprendizaje de textos de
memoria, la lectura y la meditación de las Escrituras. Para aplicar la Palabra de Dios a nuestra vida, tenemos que
llenarnos el corazón y la mente de ella (Colosenses 3:16).
4. Demuestre un legítimo interés en el evangelismo. El discípulo demuestra legítimo interés en dar testimonio,
testifica con claridad y presenta el Evangelio continuamente con una habilidad cada vez mejor. El evangelismo
es la clave para hacer discípulos. Es necesario que comuniquemos el Evangelio con claridad y orden, porque la
Biblia nos dice que siempre estemos dispuestos (1 Pedro 3:15).
5. Apoye a su iglesia local. El discípulo asiste a la iglesia y se mantiene activo con sus hermanos, manifestando
amor y unidad. Ser miembro activo de una iglesia local es una gran necesidad para toda persona que haya
recibido a Jesús como Salvador y Señor (Hebreos 10:24-25).
Para comentar:
1. ¿Cuál es la primera pauta? ¿Qué dicen de esto Romanos 6:14 y Tito 2:11-12?
2. ¿Cuál es la seguna pauta? ¿Qué dice de ella el Salmo 143:8?
3. ¿Cuál es la tercera pauta? ¿Qué dice de ella Colosenses 3:16?
4. ¿Cuál es la cuarta pauta? ¿Qué dice de ella 1 Pedro 3:15?
5. ¿Cuál es la quinta pauta? ¿Qué dice de ella Hebreos 10:24-25?
6. ¿Con cuál de estas pautas tiene usted más problemas? ¿Cómo está superando
esa lucha?
LECCION 48: LA IMPORTANCIA DE SER DISCIPULO DE CRISTO
6. Tener corazón de siervo. El discípulo manifiesta su corazón de siervo cuando se interesa con sinceridad en
ayudar a los demás. El apóstol Pablo habla en 1 Corintios 16:15 de una familia cristiana que había demostrado su
interés por los demás. Cuando servimos a los demás, nosotros también seguimos el ejemplo de Cristo (Marcos
10:45).
7. Estar siempre dispuesto a aprender. El discípulo siempre está dispuesto a aprender: abierto y dócil. Alguna
gente en realidad quiere aprender, pero no que se les enseñe. No debe ser ésta la actitud del discípulo de Cristo.
El discípulo verdadero está abierto a la instrucción, la reprensión y el aliento que recibe de sus dirigentes y
hermanos en la fe. Se da cuenta de que él no tiene la respuesta para todo, y necesita del conocimiento, los dones
y la experiencia de los demás que componen el cuerpo de Cristo.
8. Estar dispuesto a aprender. El discípulo ofrenda con regularidad y honra a Dios con su vida económica;
da el diezmo. Los discípulos debemos darle a Dios con constancia nuestros diezmos, que son la décima parte
de nuestras entradas totales. Además, también debemos dar otras ofrendas al Señor, que vayan más allá de
nuestros diezmos. Alguien dijo que el diezmo es la ofrenda de la obediencia, mientras que los demás ofrendas
son las ofrendas de amor. Estas son otra forma de decirle a Dios que usted lo ama (2 Corintios 9:7).
9. Manifestar el fruto del Espíritu. El discípulo manifiesta el fruto del Espíritu por medio de una atrayente
relación con Cristo y con los demás seres humanos. Encontramos el fruto del Espíritu en Gálatas 5:22-23. Estas
características que nos asemejan a Cristo son una evidencia externa de que Él vive dentro de nosotros. Al verlas
en nuestra vida, los cristianos podrán llegar a una madurez mayor en el Señor, y los no cristianos podrán llegar
a una madurez mayor en el Señor, y los no cristianos desearán conocer al Señor.
10. Usar sus dones espirituales. El discípulo busca usar su don o dones espirituales. Todos tenemos al menos
un don necesario para funcionar adecuadamente en el ministerio de hacer discípulos. Ninguno de nosotros tiene
todos los dones, pero Dios nos ha capacitado para aportar algo específico al Cuerpo de Cristo (Romanos 12, 1
Corintios 12-14 y Efesios 4).
Para comentar:
1. ¿Qué dice Marcos 10:45 del corazón de siervo?
2. ¿Qué cualidades hacen falta para estar dispuesto a aprender?
3. ¿Qué dice 2 Corintios 9:7 acerca de la costumbre de ofrendar?
4. Explique cada parte del fruto del Espíritu en Gálatas 5:22-23.
5. ¿Conoce usted y ejercita su don o dones espirituales?
5. Lea y comente Romanos 12, 1 Corintios 12-14 y Efesios 4 en su hogar.
LECCION 49: EL PLAN DE DIOS
PARA LOS DISCIPULOS COMPROMETIDOS
Hay tres posibilidades básicas en nuestra vida: inutilidad, mediocridad o frutos positivos. ¿Cuál es la diferencia?
El camino que decidamos seguir.
1. Inutilidad. Antes de ser cristianos, somos inútiles para el Reino de Dios. Es sorprendente que algunos
cristianos parezcan no ir a ninguna parte en su vida espiritual después de llegar a Cristo. No hay crecimiento, ni
movimiento, ni progreso en su vida cristiana. Siguen siendo bebés en Cristo, inútiles para el Señor.
2. Mediocridad. Hay muchos cristianos más a quienes les parece gustar la mediocridad. Se sienten satisfechos
con ir a la iglesia. No se comprometen con nada más. Tienen el conocimiento bíblico suficiente para que se una
a su desobediencia y les haga la vida más triste. Viven con una sensación de culpa. Debido a esto, son los que
tienen la mayoría de los problemas y utilizan la mayor parte del tiempo dedicado a consejería en la iglesia.
3. Frutos positivos. Dios puede tomar a cualquier persona que se comprometa con Él y escoja este camino, y
convertirle en un discípulo eficaz que produzca frutos positivos (Juan 15:4-5). Todos los días tomamos decisiones.
Hoy mismo podemos decidirnos a servir a Dios y permanecer en Él, o a servirnos a nosotros mismos. Podemos
decir: “Señor, quiero hoy que mi vida sea útil para tí”, o quedamos sin hacer nada.
Al leer todo el capítulo de Juan 15, descubrimos la importancia que Cristo les dio a los frutos. Nuestros frutos
no sólo lo glorifican a Él (v. 8), sino que las respuestas a nuestras oraciones dependen en parte de nuestra
obediencia en este aspecto (v. 16). Al terminar el capítulo, Jesús les dice a sus discípulos: También vosotros
daréis frutos si permaneceis en mí.
Para comentar:
¿Qué derechos tiene Dios sobre nuestra vida? Los que se derivan de su labor creadora y redentora, y de su señorío.
1. Creación. Puesto que Dios es el creador de todo, incluso del hombre, Él tiene derechos sobre todas sus criaturas. Esto
significa que toda nuestra vida procede de las manos divinas (Hechos 17:28).
2. Redención. Más importante aún es que Dios tiene derecho sobre nuestra vida, porque Él nos ha redimido (1 Corintios
6:19-20; Romanos 8:11-13). No nos pertenecemos. Por haber muerto para redimirnos del pecado, Jesús tiene derechos
sobre nosotros. Esta es la razón por la que él quiere de nosotros compromiso, sumisión y lealtad. Él quiere que realmente
le entreguemos nuestra vida, para poderla utilizar..
3. Señorío. Él también tiene derechos sobre nuestra vida, porque aceptamos su señorío cuando fuimos salvos (Juan
10:90). Él es Señor. ¿Por qué cree usted que Dios nos ha dejado en esta tierra después que recibimos a Jesús? ¿Porqué
no nos llevó al cielo de inmediato? Una de las razones es que, para estar preparados para el cielo (Romanos 8:29),
necesitamos crecer y madurar ahora para una expansión del Evangelio al resto del mundo (Mateo 28:28-30).
Muchos cristianos prefieren no comprometerse y no dejarse usar por Dios. Algunos son así por igorancia, pero la mayoría
por decisión propia. No se someten al Señorío de Cristo, sino que dicen: “Esto no es para mí”, así que deciden ser
cristianos mediocres o inútiles.
Para comentar:
1. Explique por qué Dios tiene derechos sobre nuestra vida debido a la Creación.
2. ¿Qué dice Hechos 17:28?
3. Explique por qué Dios tiene derechos sobre nuestra vida debido a la Redención.
4. ¿Qué dicen al respecto 1 Corintios 6:19-20 y Romanos 8:11-13?
5. Explique el derecho de señorío que tiene Dios.
6. Al ver estos tres derechos de Dios sobre su vida, ¿Qué sentimientos internos de alabanza nota en sí mismo?
LECCION 51: EL PLAN DE DIOS
PARA LOS DISCIPULOS COMPROMETIDOS
La madurez espiritual no se alcanza con facilidad. Podríamos decir que madurar espiritualmente es irse asemejando a
Cristo cada vez más (Romanos 8:29, 30). Sin embargo podemos ver nuestra madurez espiritual y medir cuánto hemos
crecido para asemejarnos a Cristo de formas concretas.
El primer aspecto sería una auténtica sed de la Palabra de Dios. Esta es una actitud hacia
la Biblia que se puede comparar con una sed insaciable (1 Pedro 2:2; Jeremías 15:16).
Otro aspecto es la sed de vivir santamente. Se puede ver esta sed como un dolor por los pecados del pasado y un gozo
verdadero por la justicia presente.
Un tercer aspecto de la madurez espiritual es el anhelo de conocer más a Dios. Esta sed es un anhelo de meditar en
Dios tal como Él se muestra en la Bibla (Salmos 42:1, 2; 63:1).
Un cuarto aspecto de la madurez espiritual es la obediencia a la órden de Cristo. Esto significa que no podemos
escoger y decidir qué vamos a obedecer. Debemos volvernos obedientes en todos los aspectos de la vida.
Otra faceta es el deseo de ser usado por Dios. Sólo un ansia profunda de ser usado por Dios motivará al hombre lo
suficiente como para que crezca en forma constante (Romanos 1; 11; 15).
Un aspecto final de la madurez espiritual es el amor por los demás. Debemos permitir que
el Señor nos haga sentir en el corazón una fuerte carga por la salvación y el crecimiento
de los demás (2 Corintios 5:14; Filipenses 2:8).
Para comentar: