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Junio 2011
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1
January 1 to December 31
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2
Índice
1. OBJETIVO Y FUNDAMENTO ...................................................................................................................4
2. ASPECTOS CONCEPTUALES ....................................................................................................................6
I. FUNDAMENTACIÓN....................................................................................................................................... 6
II. ALCANCE .................................................................................................................................................... 7
3. SITUACIÓN ACTUAL DE LA PRE-INVERSIÓN EN EL SNIP ..........................................................................9
I. NORMATIVA ................................................................................................................................................ 9
II. PRÁCTICAS EN LA PRE-INVERSIÓN..................................................................................................................... 9
III. ACCIONES EN CURSO ................................................................................................................................... 10
4. EXPERIENCIA INTERNACIONAL ACERCA DEL USO DE METODOLOGÍAS SIMPLIFICADAS ....................... 11
I. CHILE ....................................................................................................................................................... 11
II. MÉXICO ................................................................................................................................................... 11
III. NICARAGUA .............................................................................................................................................. 13
IV. PERÚ ....................................................................................................................................................... 13
V. CONCLUSIONES .......................................................................................................................................... 14
5. RECOMENDACIONES ........................................................................................................................... 15
I. MANTENER LA DISTINCIÓN ENTRE EI Y TESA ................................................................................................... 15
II. DIFERENCIAR EL TRATAMIENTO DE PROYECTOS DE REPOSICIÓN Y DE AMPLIACIÓN .................................................... 15
III. ESTABLECER MECANISMOS FORMALES DE CONSULTA PARA ASPECTOS METODOLÓGICOS ........................................... 16
IV. DESARROLLAR ACCIONES PARA SUPLIR LAS DEFICIENCIAS DE CAPACIDAD TÉCNICA, CONSTITUYENDO EL FONDO PARA LA PRE-
INVERSIÓN ......................................................................................................................................................... 16
V. LIMITES DE COSTO A LA PRE-INVERSIÓN. DIFERENCIACIÓN DEL TRATAMIENTO METODOLÓGICO SEGÚN ESCALA Y TIPOLOGÍA
17
VI. RECOMENDACIONES COMPLEMENTARIAS ........................................................................................................ 18
VII. CONTRATACIÓN CONJUNTA EI-TESA ......................................................................................................... 19
VIII. CONTRATACIÓN LLAVE EN MANO: INTERNALIZAR COSTOS DE DISEÑOS INADECUADOS POR PARTE DE LA EMPRESA
PRIVADA 19
Índice de Tablas
TABLA 1 PRE-INVERSIÓN DIFERENCIADA EN EL CASO DE MÉXICO ................................................................................... 12
TABLA 2 PRE-INVERSIÓN DIFERENCIADA EN EL CASO DE NICARAGUA ............................................................................. 13
TABLA 3 PRE-INVERSIÓN DIFERENCIADA EN EL CASO DE MÉXICO ................................................................................... 14
Índice de Recuadros
RECUADRO 1: AVANCES, LIMITACIONES Y LECCIONES APRENDIDAS DEL SISTEMA NACIONAL DE INVERSIONES PÚBLICA .......................5
3
1. OBJETIVO Y FUNDAMENTO
La formación de capital público ha crecido en forma sustancial en los últimos años en Bolivia. De
acuerdo a datos elaborados por el VIPFE, el monto agregado de inversión realizado por los tres
niveles de Gobierno (Central, Departamental y Municipal) ha pasado de $US 500 millones en 2003 a
US$ 1.521 Millones en 2010.
La ejecución de esta agenda enfrenta algunos cuellos de botella en relación a la pre-inversión: los
procedimientos establecidos para la pre-inversión implican absorber recursos humanos cuantiosos;
por otra parte, las capacidades institucionales son limitadas. Además, la normativa del SNIP en
cuanto a la pre-inversión es tratada con mucha informalidad en una parte de las agencias ejecutoras y
municipios del país; ello, a pesar de que ya hoy día dos terceras de la inversión en ejecución es
subnacional.
Esta problemática tiene varias implicancias negativas: no se tiene siempre y en todos los casos
información relevante y oportuna para juzgar adecuadamente entre alternativas de proyectos; la
calidad de los proyectos está afectada negativamente; la información para la evaluación expost es
deficiente; y finalmente, se registran importantes retrasos en los procesos de pre-inversión que ponen
en peligro los plazos que se ha fijado el Gobierno.
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Recuadro 1: Avances, limitaciones y lecciones aprendidas del Sistema Nacional de Inversiones Públicas
El Sistema Nacional de Inversiones Públicas se constituyó en 1987, mediante el dictado del Decreto Supremo
No. 21660. Entre sus logros, cabe mencionar la integración de un sistema de información eficaz en lo referente
al seguimiento de la inversión pública, con una notable integración con el sistema presupuestario (en
comparación con otras experiencias latinoamericanas) a nivel de los códigos de proyectos
Asimismo, el Sistema ha logrado una clara implantación en el accionar del sector público: es decir, a una
cultura institucional que reconoce al proyecto de inversión como una unidad de análisis y decisión que requiere
un abordaje específico; esto es particularmente visible en los sectores del Gobierno Nacional. Estos dos
factores permiten que en lo formal e institucional, el proyecto de inversión encuentre una vía de procesamiento
adecuada.
Las mayores limitaciones del SNIP se encuentran en las capacidades técnicas e institucionales necesarias para
asegurar calidad en las tareas de evaluación, y particularmente en la pre-inversión. A esto concurre la
descentralización operativa del Sistema, donde las relaciones entre el VIPFE, los sectores nacionales (en gran
parte ministerios) y los gobiernos subnacionales no son uniformes en cuanto a los estándares de evaluación.
Asimismo, existe una significativa heterogeneidad en cuanto a la capacidad de formulación y evaluación de
proyectos en los niveles subnacionales.
Con este trasfondo, para un mejoramiento del SNIP (futuro SEIF-D) parece útil que se fortalezcan elementos
de demanda para una mejor gestión, particularmente desde los usuarios; de esta manera, los esfuerzos
direccionados desde la misma administración pública pueden complementarse y fortalecerse. También es
crucial aceptar los elementos políticos de la inversión pública, e incorporarlos en los procesos que se diseñen.
Por tanto, este informe, elaborado en el marco de una cooperación técnica del Banco Mundial,
pretende aportar soluciones para una pre-inversión simplificada1. Los objetivos del informe son:
describir el trasfondo conceptual de la pre-inversión (Capitulo 2);
sistematizar las limitaciones de los diferentes sectores en cuanto a la pre-inversión (Capitulo 3);
mostrar experiencias internacionales (Capitulo 4);
proponer opciones de política (Capitulo 5).
1
Es conveniente advertir – a fin de evitar malentendidos – que no se aludirá aquí al procedimiento, aplicados
por algunos Sistemas de Inversión Pública, por el que un proyecto puede evitar el control de la autoridad del
Sistema, en función típicamente de su monto. Este tipo de procedimiento no alude a cuestiones metodológicas,
sino a habilitar vías administrativas diferenciadas.
5
2. ASPECTOS CONCEPTUALES
La definición de metodologías y procedimientos de evaluación “simplificados” supone definir un
conjunto de pautas que se diferencian, con relación a algún patrón metodológico “completo”: Este
patrón “completo” puede ser asociado al modelo que suponen los corrientes manuales de
formulación y evaluación de proyectos; por lo general, supone una elaboración cuidadosa y extensa
de pasos, en un proceso recursivo que ahonda en profundidad y precisión, a medida que se avanza en
la distintas etapas de la pre-inversión (idea, perfil, prefactibilidad, etc.). Por lo general el modelo de
proyecto “completo” suele asociarse a emprendimientos nuevos, de importante magnitud2.
Esta definición referencial será adoptada aquí; pero cabe la salvedad de que no puede identificarse
con precisión qué significa este patrón, en forma general; es necesaria su especificación en términos
de metodologías sectoriales.
Deben señalarse desde un principio dos aspectos que deben ser considerados con atención, cuando se
trata de la adopción de metodologías simplificadas:
Pueden producirse errores de inclusión y exclusión de proyectos; esto es, puede habilitarse la
ejecución de proyectos no deseables, y a la vez excluirse la de proyectos deseables.
Puede recabarse información insuficiente para el monitoreo y evaluación expost; asimismo,
puede ocurrir que en oportunidad de ésta última, no sea posible establecer si un desvío se debe a
un error del formulador o a una deficiencia de la metodología.
Se sistematizarán a continuación algunos aspectos relacionados con la fundamentación y posible
alcance de abordajes simplificados, para la pre-inversión.
i. Fundamentación
¿Cuáles son las motivaciones que pueden justificar la adopción de abordajes más simplificados?
Ellas se sitúan en tres planos diferenciados, a saber:
a. Motivaciones de naturaleza permanente:
- Proyectos de escala reducida: no se justifica aplicar metodologías que representen un costo
elevado, en relación al monto de la inversión. Esto implica que debe aceptarse el riesgo de
tomar decisiones equivocadas, por cuanto reducir ese riesgo implica un nivel de gasto en
pre-inversión que no se ve justificado3.
Debe señalarse que en este caso, el concepto de “simplificación” no es estrictamente
correcto, toda vez que se trata de aplicar un enfoque para la pre-inversión que guarde una
adecuada relación con relación a la escala del proyecto. Se trata antes bien de un tratamiento
diferenciado, antes que propiamente “simplificado”.
b. Motivaciones de naturaleza coyuntural o puntual
- Requerimientos de orden macroeconómico: es necesario acelerar la ejecución de la
inversión, a efectos de sostener el nivel de actividad económica y el empleo
- Contexto de emergencia: se trata de situaciones donde se requiere una intervención rápida
para paliar los efectos de desastres naturales, epidemias, etc.
- Proyectos complementarios: en algunas oportunidades, un proyecto concluido – o a punto de
concluirse – requiere indefectiblemente el concurso de otro proyecto para usufructuar de los
2
A fines didácticos, es común recurrir a ejemplos de proyectos de magnitud, a efectos de poner en evidencia
toda una cantidad de aspectos de detalle, que suelen ser omitidos (como veremos) en proyectos de menor talla.
3
La raíz de esta motivación reside en que la pre-inversión es costosa, pero además en que tal costo no es
proporcional a la talla del proyecto, siendo su incidencia en general mayor sobre proyectos menores (salvo
precisamente que se adopten metodologías simplificadas).
6
beneficios; cualquier postergación de éste último implica un perjuicio importante, y es
menester encarar su ejecución en forma inmediata4.
c. Motivaciones referidas a capacidades institucionales
- Insuficiencia de capacidad de elaborar proyectos: no existe capacidad suficiente para lograr
una pre-inversión satisfactoria, por inexistencia de recursos humanos calificados al efecto,
siendo que la construcción de tal capacidad implica un período de tiempo demasiado
prolongado, demorando la ejecución de los proyectos
Es importante explicitar la motivación que puede llevar a la adopción de metodologías
simplificadas. En particular, si se tratara de lo indicado en a), se tratará de un tratamiento de
carácter permanente; pero en los dos casos siguientes, se trata de situaciones temporarias o
puntuales, por lo que la eventual adopción de abordajes simplificados deberá encontrarse
acotada.
ii. Alcance
Los procedimientos simplificados pueden afectar los planos siguientes de un proyecto de inversión:
contenido de la formulación y evaluación; fuentes de información utilizada; e identificación de
alternativas. A continuación se hace referencia a cada uno de estos tópicos:
a) Contenido de la formulación y evaluación del proyecto: puede optarse por reducir los
requerimientos para la formulación y diseño del proyecto, con relación a formulaciones más
completas. Esto se sobre todo a la cantidad de información requerida, que suele ser el
aspecto más laborioso. Adicionalmente, puede tratarse de simplificar los propios algoritmos de
cálculo, cuando ellos no estén disponibles previamente, y deban ser diseñados ad – hoc; en caso
de que ellos existieran en soporte informático (típicamente, en planillas de cálculo), no es
necesario realizar simplificaciones.
Ejemplo: en el caso de un proyecto vial de baja escala que genere poca derivación de tránsitos,
pueden calcularse los beneficios solamente para el tránsito existente, disminuyéndose así los
requerimientos de recursos en concepto de diseño de un esquema de formulación y evaluación, y
de relevamiento de información.
b) Fuentes de información utilizadas: puede aceptarse el recurso a fuentes secundarias ya
existentes, referidas al proyecto en cuestión o a otros proyectos similares
Ejemplo: puede elaborarse el cálculo de costos de construcción y operación de un proyecto
escolar a partir de registros históricos de proyectos análogos (y no mediante un costeo
específico)
c) Identificación de alternativas: puede aceptarse una formulación que conlleve un número
reducido de alternativas
Ejemplo: puede aceptarse un único diseño de un proyecto de agua potable, en la medida en que
satisfaga parámetros de costo-eficiencia o costo-efectividad.
En cuanto a los componentes de un proyecto que puede ser objeto de abordajes simplificados,
pueden identificarse cuatro grandes grupos temáticos usuales en un proyecto de inversión: (i)
formulación técnica, (ii) evaluación de viabilidad económica, (iii) evaluación de viabilidad
institucional y (iv) evaluación ambiental.
El alcance de un abordaje simplificado no es uniforme para cada uno de ellos, conforme se indica a
continuación:
4
En rigor, este caso puede tratarse de una deficiente identificación del proyecto; en la generalidad de los casos,
este tipo de complementariedad implica que ambos proyectos en realidad constituyen una unidad. Éste sería el
caso, por ejemplo, del proyecto de construcción de una línea de transporte eléctrico, complementaria a una
central de generación hídrica; en la medida en que no haya otra opción para el transporte, se trata de dos
proyectos complementarios estrictos, que deben ser considerados como un único proyecto.
7
a) Formulación técnica: en principio, un proyecto requiere un desarrollo suficiente, en términos de
diseño, para asegurar su concreción en tiempo y forma; este estado se conoce habitualmente con
el nombre de “diseño final”; por este motivo, no parecería haber espacio para simplificar esta
tarea5. Cabe sin embargo aceptar diseños simplificados en proyectos donde el impacto del
medio natural es reducido, y puede recurrirse a diseños estándar. La simplificación en este caso
no residiría propiamente en el alcance del diseño, sino en que se obviaría el diseño final para un
proyecto específico, desde cero.
Ejemplo: puede replicarse el diseño final de proyectos de establecimientos escolares o centros de
atención primara de salud.
b) Evaluación económica: éste es el capítulo del proyecto que admite procedimientos simplificados
en mayor grado, tanto en lo referente al esquema conceptual como a la naturaleza de la
información utilizada.
Ejemplo: en el caso de proyectos de centros de salud, se suelen adoptar abordajes de tipo costo-
efectividad, basados muchas veces en experiencias análogas de centros ya existentes y
relevamientos realizados por operativos censales.
c) Evaluación de viabilidad institucional: bajo este título, se comprenden tanto los aspectos
referidos a la habilidad legal del organismo para contratar o ejecutar las obras como a la
específica naturaleza del contrato. No hay espacio aquí para “simplificar” esta temática, sea por
los riesgos que conlleva una insuficiente definición de estos temas (riesgo de no ejecución de la
obra), sea porque la magnitud de recursos involucrados es reducida6.
d) Evaluación ambiental: tampoco en este caso parece pertinente simplificar el tratamiento; es
recomendable ceñirse al cumplimiento de la normativa vigente, profundizando el tratamiento de
aspectos que eventualmente se encuentren omitidos, y que sean susceptibles de producir
impactos no deseables.
5
Más adelante se realizan algunas consideraciones acerca de la conveniencia o no de que el diseño final se
encuentre a cargo de la empresa ejecutora del proyecto (en caso de licitación); pero éste no es un tema
relevante en este punto.
6
Por otra parte, es frecuente apelar aquí a procedimientos altamente normalizados, especialmente en proyectos
de talla reducida.
8
3. SITUACIÓN ACTUAL DE LA PRE-INVERSIÓN EN EL SNIP
En este acápite, se reseñan algunos aspectos del accionar del SNIP en cuanto a la pre-inversión.
En primer lugar, se presenta un repaso acerca de la normativa vigente; luego, se presentan los
resultados de encuestas y entrevistas a diferentes sectores y organismos del Gobierno Central7. Por
último, se hará referencia a las acciones previstas a futuro.
i. Normativa
Los principios y pautas del SNIP son aplicados por las oficinas responsables por la formulación y
evaluación de los proyectos de inversión. La Máxima Autoridad Ejecutiva (MAE) correspondiente
(Ministro o Responsable Máximo del nivel subnacional) certifica el cumplimiento de las normas
mencionadas. Esto responde a la instrumentación del principio de centralidad normativa y
descentralización en la ejecución, tal vez a un nivel mayor a lo habitual en los sistemas de inversión
pública.
Todos los proyectos cuya inversión supere el monto de $b 1.000.000 (aproximadamente, $us
140.000) deben cumplir con ambos niveles, debiendo ser aprobado previamente el EI por parte de la
MAE, antes de iniciarse el TESA. Los proyectos con monto inferior al límite mencionado sobre
deben cumplir con el EI, quedando el resto del desarrollo del proyecto a criterio del organismo
responsable por el mismo.
En Anexo, se detallan los resultados de las entrevistas realizadas, para cada organismo. Se sintetizan
a continuación las constataciones más relevantes. Cabe advertir que ellas se formulan desde una
perspectiva transversal, a fines expositivos. Sin embargo – tal como surge de la reseña en Anexo –
existen diferencias sectoriales muy importantes, que obligan a la adopción de enfoques sectorizados.
7
No se realizaron entrevistas con gobiernos subnacionales.
8
Las entrevistas se encontraron a cargo en forma conjunta de consultores del Banco Mundial y funcionarios
del nivel técnico del VIPFE.
9
adecuadas, como así también lo es la definición de etapas actualmente vigente para la pre-inversión
(EI y TESA). Los principales comentarios críticos recibidos se han centrado en las dificultades de
cumplimiento por parte de los organismos subnacionales, en especial en el caso del estrato de
Municipios de menor escala; se mencionó en algunos casos que el Ministerio (“sector”) es el que
brinda el asesoramiento para que la formulación sea adecuada; pero ello ocurre solamente cuando la
entidad subnacional requiere recursos al nivel central para la ejecución de los proyectos. No existe
en cambio control sobre la calidad de la formulación cuando los proyectos son ejecutados
directamente por los niveles subnacionales, con sus propios recursos.
Se sugirió asimismo el escalonamiento de las metodologías según talla de población atendida (en el
caso de proyectos vinculados a suministro de agua y alcantarillado), toda vez que las disparidades de
costos hacen que no pueda delimitarse adecuadamente la metodología a partir del monto de
inversión. Se enfatizó la conveniencia de aplicar abordajes normalizados en el caso de proyectos
replicables.
Se indicó en un caso que el desdoblamiento entre EI y TESA dilata la ejecución del proyecto, al
requerirse dos estudios que deben contratarse por separado, y por requerir ambos de la aprobación de
la MAE; se sugirió en consecuencia la posibilidad de que ambos estudios sean realizados
consecutivamente, sin interrupciones.
La opción de ejecutar proyectos bajo la modalidad “llave en mano”, que implica la elaboración del
diseño final por parte del ejecutor del proyecto, fue mencionada como conveniente, toda vez que
permite aunar la responsabilidad de diseño y ejecución; asimismo, se presenta como un mecanismo
ágil. El contrato “llave en mano” implicaría entonces que el TESA no vaya más allá de un diseño
preliminar. Se ha indicado, sin embargo, que la reglamentación de esta modalidad es todavía
incipiente, por lo que se registra cierto vacío normativo. Por otra parte, el mayor riesgo asumido por
el contratista, cuando debe completar los estudios técnicos, se ve reflejado en un costo mayor.
Se subraya que esta síntesis encubre diferencias sectoriales importantes, producto tanto de la
naturaleza de los proyectos de inversión propios de cada área como del nivel de involucramiento de
los niveles subnacionales en la identificación y ejecución de los proyectos y de sus respectivas
capacidades de formulación y evaluación de proyectos. Así, el Viceministerio de Transportes
gestiona mayormente proyectos singulares reservados al nivel nacional y de gran escala, que
requieren enfoques y abordajes individuales; pero los proyectos de agua y alcantarillado bajo
responsabilidad del Ministerio de Salud son de pequeña escala, alta replicabilidad y fuerte
involucramiento subnacional. En consecuencia, como ya se mencionó, las estrategias de tratamiento
deberán necesariamente sectorizarse.
Actualmente, se encuentra en curso de elaboración una nueva normativa, que abarca los aspectos
metodológicos y procedimentales referidos a la formulación y evaluación de proyectos, y a su
priorización. Los primeros borradores apuntan a ampliar la definición de inversión pública,
incorporando el mantenimiento, y a brindar un tratamiento análogo al actual a la pre-inversión,
aunque introduciendo criterios diferenciadores según sector, naturaleza y escala del proyecto.
10
4. EXPERIENCIA INTERNACIONAL ACERCA DEL USO DE METODOLOGÍAS
SIMPLIFICADAS
Este apartado presenta los resultados de un relevamiento realizado a nivel de la normativa, en
diversos países de América Latina, acerca del empleo de metodologías simplificadas. Se
seleccionaron cuatro países que presentan explícitamente – de acuerdo a la normativa disponible – el
uso de tal tipo de metodologías y que pueden ilustrar diferentes estrategias de aplicación útiles para
Bolivia. Estos países son Chile, México (Gobierno Federal), Nicaragua y Perú9.
i. Chile
ii. México
9
Además del relevamiento documental, se realizaron entrevistas con funcionarios técnicos con responsabilidad
en temas de metodología de estos países.
10
Se aludirá de aquí en forma genérica a los “sistemas de inversiones públicas”, para hacer referencia al
conjunto de normas, procedimientos e instituciones que intervienen en la gestión de la inversión pública.
11
aplica en función de las tipologías de proyectos, según se indica en el cuadro siguiente (límites de
montos convertidos a dólares – valores en millones) (Tabla 1):
Tabla 1 Pre-inversión diferenciada en el caso de México
Se presenta una estratificación múltiple, que apunta a la naturaleza del proyecto (distinguiendo entre
inversión y mantenimiento), sector de pertenencia y monto; pero debe señalarse una definición de
“inversión” que trasciende los límites estrictos del término, al incluir también mantenimiento.
Asimismo, un conjunto amplio de proyectos menores queda comprendido en un tratamiento sumario
(Justificación Económica).
Debe señalarse que estos tramos están en revisión, apuntando al propósito de concentrar esfuerzos en
los proyectos de mayor talla, por cuanto la situación actual comporta la revisión de proyectos en una
escala que resulta incompatible con las capacidades que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público
destina al efecto. Se analiza la posibilidad de llevar el límite para el tratamiento más simplificado a
$US 5 millones.
Por último, cabe mencionar que se habilitan abordajes simplificados en casos particulares de
proyectos motivados por situaciones de emergencia.
12
iii. Nicaragua
En la práctica, estos criterios son particularizados, mediante guías sectoriales (25 en total). A título
de ejemplo, se indican los tratamientos específicos siguiente:
En proyectos de Salud y Educación se requiere solamente justificación
En proyectos de Agua Potable y Saneamiento de hasta 5 millones, se solicita perfil únicamente
En definitiva, el planteo adoptado en Nicaragua muestra un fuerte énfasis en lo sectorial, antes que
en la aplicación de una regla general, lo que es evidencia de una importante flexibilidad; pero ello se
limita explícitamente a los casos de proyectos replicables, los que cubren sólo una parte de la
inversión pública.
iv. Perú
La normativa indica un tratamiento diferenciado de los proyectos, según escala, de acuerdo al detalle
siguiente (límites de montos convertidos a dólares – valores en millones):
11
Nicaragua no posee un nivel intermedio entre la Nación y los Municipios con entidad propia significativa.
13
Tabla 3 Pre-inversión diferenciada en el caso de México
Se diferencian guías sectoriales, según la escala del proyecto. Las guías para proyectos mayores, a
nivel de perfil, presentan por lo general un muy importante nivel de desarrollo, y un fuerte
enraizamiento en una matriz común.
Ya las guías para proyectos menores, correspondientes a perfiles simplificados, muestran grados
dispares de profundidad: tratamiento muy expeditivo para el sector Salud, y más en profundidad en
los sectores de Educación, Mantenimiento Vial y Riego.
v. Conclusiones
La breve reseña de experiencias en Latinoamérica que aquí concluye puede ser sintetizada en los
términos siguientes:
a) La diferenciación metodológica de tratamiento abarca tanto el esquema de evaluación como la
naturaleza de la información requerida. Esto es particularmente visible en los casos de México y
Nicaragua donde se establece, para proyectos menores, una justificación somera, de carácter
cualitativo. Salvo el caso de Chile, existe una estrategia común, en cuanto combina naturaleza
sectorial del proyecto con escala, aunque con criterios diferenciados.
b) El aspecto de replicabilidad fue mencionado explícitamente sólo en el caso de Nicaragua. Esto
parece señalar dos diferentes vocaciones de las guías de formulación y evaluación de proyectos
(más allá de los aspectos referidos a las tallas): estipular reglamentaciones de orden general, o
apoyar la formulación y evaluación de proyectos replicables, desde una óptica más pragmática.
En el primer caso se sitúan los casos de Chile y Perú, mientras que el segundo enfoque es el que
prevalece en el caso de Nicaragua y probablemente el de México.
c) En principio, los proyectos con formulados mediante metodologías simplificadas no reciben un
tratamiento diferenciado, en lo referido a su tramitación, que sigue los mismos cauces que los
proyectos mayores12. En consecuencia, no hay variaciones relevantes en lo que hace a la
relación entre ente rector y ente ejecutor del proyecto13. Esto permite asegurar un seguimiento
eficaz del proyecto, sin sacrificio de fuentes de información.
12
A manera de referencia, puede contrastarse esta afirmación con lo que ocurre con el sistema de inversiones
públicas de Argentina. El mismo no establece tratamientos diferenciados por escala de proyecto; pero sí
estipula que los proyectos de monto de inversión menor al 1 por mil del monto total de inversión pública
pueden ser aprobados directamente, en lo referido al cumplimiento de normativa de pre-inversión, por la
unidad ejecutora. Este límite es actualmente de $us 7,5 millones.
13
Tal como se indicó, sólo en el caso de Perú existe descentralización de las tareas de supervisión del
cumplimiento de las pautas de pre-inversión; en los casos restantes, ellas recaen en el ente rector del sistema de
inversiones.
14
5. RECOMENDACIONES
De lo expuesto hasta aquí, tanto en el nivel conceptual como en el de las prácticas en Bolivia y otros
países, surgen las siguientes recomendaciones. Los principios organizadores son:
Mantener dentro de lo posible procesos aceptados en las instituciones de Bolivia.
Simplicidad en los procesos.
Incorporar la futura visión de descentralización en la inversión pública14.
Parece conveniente mantener la distinción entre Estudio de Identificación (EI) y Estudios Técnicos,
Económicos Sociales y Ambientales (TESA). Ello se fundamenta en que en líneas generales se trata
de una partición correcta; en particular, no parece conveniente abrir en más etapas institucionales el
proceso de pre-inversión. Asimismo, se trata de una conceptualización asumida por el conjunto de la
administración, por lo que constituye un activo valuable.
Esto no impide, desde ya, que pueda avanzarse en la especificación según sector y tipología de
proyecto los alcances de cada caso. Asimismo, el alcance del diseño del TESA se encontrará
eventualmente supeditado a la modalidad de contratación de la obra (véase en el próximo capítulo
una observación acerca de esta temática).
Asimismo, se reiteran las recomendaciones vertidas en el informe “La Inversión Pública en Bolivia:
Aspectos Institucionales, Operativos y Financieros” (Banco Mundial, 2010, ap. 2.18 y 2.19 y ap.
9.12 a 9.17), en particular en lo referido a no restringir el tratamiento del TESA a una única
alternativa; la diferencia entre ambas etapas debe apuntar más a la profundidad de la evaluación (en
términos de metodología e información), antes que a las alternativas consideradas.
La distinción entre ambos tipos de proyectos reside en que los primeros reponen la misma capacidad
original de diseño, mientras que los segundos comportan alguna ampliación, mejoramiento, etc..
Ahora bien, aun cuando esta distinción es conceptualmente clara, es un hecho recurrente el que un
proyecto sobre una unidad productiva existente comparta ambas características; esto es, que reponga
capacidad vencida, pero que a la vez introduzca alguna modificación en el dimensionamiento
original.
Ejemplo: un caso muy frecuente – aunque no siempre reconocido como tal – donde se combinan
reposición y ampliación – es el de la rehabilitación de pavimentos de carreteras. Ello es así, porque
dado que normalmente los tránsitos crecen, el diseño de la reposición forzosamente debe atender un
tránsito mayor al que dio origen a la pavimentación (o a la anterior re-pavimentación).
Se recomienda para estos casos clasificar el proyecto de acuerdo a la importancia relativa que se
atribuya a ambas características, con cierto “sesgo” a favor de la reposición; esto es, deberían tratarse
dentro de esta conceptualización los proyectos que además de reponer capacidad atiendan a algún
crecimiento de tipo “vegetativo” de la demanda, que no implique un cambio importante en la
dimensión del activo productivo.
14
Un punto de decisión clave es si los gobiernos subnacionales que financian proyectos únicamente con fondos
propios deberían obligatoriamente aplicar todos los procesos del futuro SEIF-D, o se harían modificaciones o
hasta excepciones.
15
Ejemplo: volviendo al caso de la rehabilitación vial, si el diseño original del pavimento hubiera sido
para un tránsito de 1.000 vehículos diarios, y al cabo del año X, cuando corresponde encarar la
rehabilitación, el tránsito hubiera crecido un 25%, el diseño del pavimento deberá reflejar esta
variación, por lo que el mismo no repondrá estrictamente las condiciones originales. Sin embargo, en
la medida en que las características básicas de la carretera (geometría, cantidad de trochas, etc.) no se
vea modificada, el proyecto será catalogado como de reposición.
Se propone que los proyectos de reposición sean evaluados mediante abordajes de costo mínimo o
costo-efectividad (o costo-eficiencia), más sencillos que los abordajes costo-beneficio. Ello responde
al principio de que si no hay razones para discontinuar la actividad de una unidad productiva
determinada, su reposición total o parcial no requiere justificación en términos de costo-beneficio;
sólo se requiere asegurar que el nivel de costo de la reposición se encuentre justificado, en términos
de estándares usuales.
Esta recomendación vale solamente para proyectos replicables, en la medida en que los costos
puedan referenciarse a estándares usuales. Su implementación requerirá complementar la evaluación
por costo con una justificación – en términos cualitativos o cuantitativos – acerca de la justificación
de mantener la continuidad de la producción de bienes o prestación de servicios originadas en los
activos a reponer.
Ejemplo: supóngase que se requiere reconstruir un edificio escolar. Por un lado, deberá
determinarse si los costos por m2 construido o por alumno se ajustan a valores estándar (valores que
podrán surgir de otros proyectos anteriores). Asimismo, deberá indicarse si existe población
interesada en la continuidad de la prestación del servicio, y si no existen proyectos de concreción
inminente (como mínimo, con EI concluido) que impliquen el reemplazo de la unidad existente por
una unidad nueva.
Como se ha señalado, existen deficiencias significativas en las capacidades para ejecutar las tareas
de pre-inversión en los niveles subnacionales, en particular a nivel municipal.
Una opción que surge en forma inmediata es la de establecer metas diferenciadas en cuanto al
cumplimiento de las pautas de pre-inversión; este régimen podría encontrarse temporalmente
limitado, hasta tanto se construyan las capacidades y/o se definan vías permanentes para enfrentar
esta problemática. Esta vía es sin embargo desaconsejada; más allá de su razonabilidad de fondo, ella
presenta problemas importantes en cuanto a su implementación, por el mantenimiento de una suerte
de régimen doble, en cuanto al cumplimiento de las pautas de pre-inversión.
No resta sino el camino de reforzar capacidades y suplir deficiencias con apoyo técnico externo. Al
respecto, deben tenerse en cuenta las inevitables limitaciones de municipios pequeños, cuya
demanda de inversión no alcanza una masa crítica tal que justifique construir capacidad técnica para
16
la pre-inversión en diversos sectores15.
Se propone aquí constituir un Fondo para Pre-inversión (FP), que en principio estará gerenciado por
el VIPFE. El mismo asesorará técnicamente y financiará la pre-inversión a Municipios de una escala
inferior a un límite a determinar (tentativamente, 50.000 habitantes); se cubrirán tanto EIs como
TESAs. En caso de que se trate de asociaciones que combinen Municipios de escala menor y mayor
al límite mencionado, se financiará una parte de los estudios de pre-inversión, correspondiente al
porcentaje de población sobre el total de la asociación que corresponda a los Municipios elegibles.
Ejemplo: se produce una solicitud de financiamiento de pre-inversión para un proyecto que
promueven el Municipio A, con 30.000 habitantes y el Municipio B, con 60.000 habitantes. El FP
sólo financiará el 33% de la pre-inversión, en función de la importancia relativa de la población del
Municipio A; el saldo restante será financiado por el Municipio B en su integridad.
La administración del FP podrá asimismo brindar soporte técnico para las gestiones a realizar ante
los sectores o el VIPFE, para la concreción de los proyectos.
Una vez que la experiencia del FP se haya consolidado, será conveniente que la dirección del mismo
sea administrado por las oficinas desconcentradas del Ministerio de Planificación del Desarrollo, o
compartida con (o cedida) a los niveles departamentales, por su mayor proximidad al plano
municipal16. Este movimiento deberá acompañar los presentes esfuerzos dirigidos a la
descentralización, en curso, a partir del nuevo mandato constitucional.
Es útil establecer un límite al costo de pre-inversión determinado por la escala de inversión, a efectos
de evitar gastos excesivos de pre-inversión. Este principio general debe sin embargo ser sectorizado,
identificando metodologías diferenciadas, en particular en lo referido a proyectos replicables.
Al respecto, se reitera lo indicado en el citado informe sobre Inversión Pública elaborado por el
Banco Mundial en 2010 (ap. 9.13): “En cuanto al alcance de la formulación de los proyectos según
su talla y tipología, corresponde revisar la distinción entre proyectos que requieren EI y TESA. Se
sugiere al respecto considerar simultáneamente la talla del proyecto y el nivel de normalización
posible en su formulación. En particular, proyectos de talla reducida en general podrán tratarse en
forma expeditiva, al igual que proyectos replicables de talla media. Los proyectos de mayor entidad
deberán ser siempre tratados mediante abordajes extensos”.
15
En estos casos, por cierto, es prioritario en cambio incrementar las capacidades para encarar la etapa de
operación de los proyectos, a efectos de contribuir a su sostenibilidad.
16
Una alternativa que puede evaluarse es que los gobiernos departamentales intervengan en la administración
del FP desde el inicio.
17
En cuanto al límite que debe adoptarse para la aplicación de un abordaje simplificado, se sugiere
fijarlo en función de algún costeo estándar de los procesos de pre-inversión, en relación a las escalas
de los proyecto, a partir de las pautas metodológicas vigente para cada sector y tipología.
Para cada sector, y solamente para el caso de proyectos medianos y pequeños y replicables, se
propone el procedimiento siguiente, a efectos de establecer un valor de corte de la inversión, que
divide el universo de proyectos en términos de su tratamiento simplificado o comprensivo:
a) Fijar una proporción de referencia, por debajo de la cual se aplicarán metodologías
simplificadas; como regla tentativa, sujeta a revisión, Podrá estipularse que el costo de pre-
inversión no supere el 5% de la inversión prevista.
b) Valorizar los costos de pre-inversión de escalas diferentes. En aquellos casos donde existan
metodologías fuertemente normalizadas, alimentables mediante información razonablemente
accesible (por ejemplo, rehabilitación de pavimentos), la escala mínima para la aplicación de
metodologías completas serán más bajas que allí donde esto no ocurra (por ejemplo, proyectos
de riego).
c) Mediante el costeo, obtener por interpolación el límite de aplicación de la metodología completa.
Ejemplo: supóngase que para una tipología de proyecto determinada, los costos de la pre-
inversión “completa” sean de 10 y 16 unidades monetarias, para montos de inversión de 40 y
800 unidades monetarias. Para el caso del proyecto mayor, la relación entre pre-inversión e
inversión es de 2%, por lo que corresponde utilizar la metodología completa. Para el caso del
proyecto menor, el valor límite establecido es superado, porque la pre-inversión representa el
25% de la inversión. Un ejercicio de interpolación lineal permite establecer que el límite para la
aplicación de la metodología completa de pre-inversión es de 700 unidades monetarias17.
En función de los esquemas de evaluación disponibles en cada tipología de proyecto, este porcentaje
se traducirá en diferentes valores del límite para fijar el alcance de un tratamiento simplificado. En
aquellos casos donde existan metodologías fuertemente normalizadas, alimentables mediante
información razonablemente accesible (por ejemplo, rehabilitación de pavimentos), la escala mínima
para la aplicación de metodologías completas serán más bajas que allí donde esto no ocurra (por
ejemplo, proyectos de riego).
Tal como se ha hecho hasta el presente, esta definición metodológica deberá realizarse en conjunto
con los sectores.
Más allá de los avances que se realicen a nivel sectorial y de metodologías específicas, se deberá
fijar un marco general, para tratar el caso de proyectos no contemplados en aquéllas.
De las entrevistas realizadas con los sectores, surgieron algunas inquietudes y sugerencias, que hacen
a la agilización de los procesos de pre-inversión, sin que se refieran estrictamente a la aplicación de
metodologías simplificadas. Ellas son tratadas brevemente a continuación, formulándose algunas
recomendaciones.
17
A partir de los valores del ejemplo, la ecuación lineal que permite determinar el valor de inversión
correspondiente a la incidencia de 5% es la siguiente:
18
vii. Contratación conjunta EI-TESA
Puede sí sugerirse que se realice un único contrato para ambas etapas, siendo que lo referido al
TESA quedará ad-referéndum de la decisión de la MAE acerca del proyecto.
Se ha propuesto como opción la contratación “llave en mano”; que implica contratar la ejecución en
base a un diseño preliminar, el que será luego llevado a estado de diseño final por la empresa
contratista.
Esta opción tiene la ventaja de unificar responsabilidades, evitando la duplicación mencionada; pero
al mismo tiempo, el riesgo asumido por el contratista se refleja inevitablemente en un mayor
presupuesto de obra, en razón del mayor nivel de riesgo.
Se ha señalado por otra parte que la contratación “llave en mano” carece de un marco referencial
preciso, a nivel reglamentario.
Solucionar este dilema solo es posible si la empresa privada internaliza los costos de diseños de
proyectos inadecuados. En este sentido, se debería estudiar la posibilidad de que en el proceso de
convocatoria de contratos se establezca una etapa adicional previa a la adjudicación final, donde
empresas privadas proponen diseños de proyectos. Esto permitiría internalizar los riesgos de un
diseño inadecuado, además de captar y aprovechar adecuadamente las capacidades del sector
privado. Estos procedimientos son aplicados en diferentes países y apuntan a evitar la separación
muchas veces artificial entre sector publiico y privado. Estos son aspectos del proceso de compras
públicas que deberían ser tratados oportunamente en vista del marco legal en Bolivia.
19
ANEXO: SÍNTESIS DE LA SITUACIÓN EN LOS SECTORES
A.1. Antecedentes
Con la finalidad de recabar propuestas de los sectores, se ha realizado un análisis de los procesos
vigentes en el marco de la normas del Sistema de Inversión, con énfasis en la fase de la pre-
inversión. Se realizó un trabajo de campo por separado para los sectores de trasportes, energía,
educación, salud y caminos.
Para recabar esta información se visitaron los Ministerios de Obras Públicas, Hidrocarburos y
Energía, Servicios y Vivienda, Medio Ambiente y Agua, Educación, Salud y Deportes y la
Administradora Bolivia de Carreteras ABC, entidad descentralizada responsable de la planificación
y gestión de la Red Vial Fundamental.
A.2. Transportes
Continuamente, por el tiempo trascurrido desde el estudio TESA y el proceso de licitación, que
generalmente sobrepasa los cuatro meses18, existen reajustes a los costos; razón por la cual sugieren
incorporar en el ciclo de pre-inversión un diseño Básico de Ingeniería, antes de la contratación, para
posteriormente licitar bajo una modalidad similar al proceso de contratación “Llave en Mano”; con
la intención de optimizar los recursos con destino a al inversión.
Proponen elaborar un Plan Sectorial con la participación de todos los niveles de gobierno, que se
traduzcan en programas y proyectos, el mismo que puede ser periódicamente evaluado a través de un
comité previamente constituido, con la intervención de las entidades territoriales autónomas.
Es necesario realizar algunos estudios, con la intención de aplicar la metodología “Proyectos Tipo”
(Proyectos Modulares) en el sector; principalmente en lo relacionado a caminos vecinales y puentes.
Las unidades ejecutoras (principalmente municipios), no tienen la capacidad técnica para elaborar
los EI y los TESA, a manera de ejemplo, de 100 proyectos enviados al sector, 50 son sujetos de
revisión. Hay que generar capacidades institucionales.
Distinguir el tamaño del proyecto solamente por el monto, proyectos menores (menos de Bs.
1.000.000) y mayores (mas de Bs. 1.000.000) tiene dificultades en el sector, sugieren incorporar
otros factores, como el número de habitantes y la población beneficiada.
18
La Norma Básica del Sistema de Administración de Bienes y Servicios aprobada por DS 181 de
29/06/2009, establece que para convocar un proceso de contratación de obras, el Precio Referencial no deberá
tener una antigüedad mayor a cuatro (4) meses.
20
No se encuentran actualizados los reglamentos específicos del sector, de la misma manera las guías
de evaluación de los proyectos en base al SNIP; se están elaborando Diseños Tipo de proyectos. Se
tienen dificultades en la socialización de los instructivos que emite este órgano rector y limitada
capacitación de las normas emitidas.
La elaboración de las planillas parametrizadas elaboradas por el VIPFE, para efectuar la evaluación
financiera privada y la evaluación socioeconómica para proyectos menores, son un cuello de botella
para el sector.
Es necesario crear una instancia intermedia, entre las entidades territoriales autónomas y el sector
con el propósito de revisión de los proyectos; sugieren que el Servicio Nacional para la
Sostenibilidad de Servicios en Saneamiento Básico (SENASBA)19 asuma esta responsabilidad.
A.4. Educación
La definición de la inversión social como incremento del capital humano, tiene algunos problemas
en su aplicación; existen problemas en al selección del gasto corriente e inversión; es necesario
especificar que engloba este concepto.
No se cuenta actualizada las normas especificas del sector; de la misma manera las unidades
ejecutoras de proyectos en muchos casos desconocen las normas del SNIP.
La elaboración del EI y el TESA tiene problemas en el sector, principalmente en la evaluación
económica, de la misma manera se tienen dificultades en reportar el avance físico de los proyectos,
por su condición de inversión social; sugieren buscar mejores alternativas de evaluación como
indicadores multicriterio, donde el factor económico no sea el único factor a considerar en la
evaluación de las opciones, incorporando factores de naturaleza intangible.
El Sistema de Gestión de Proyectos (SGP), se adecua a proyectos en infraestructura escolar y/o a
sectores productivos y no a programas sociales, por los que recomiendan su revisión.
Sugieren crear carteras programática de Proyectos Modulares en la etapa de pre-inversión; el mejor
ejemplo proyectos de infraestructura municipal, para la atención de la educación inicial
escolarizada20.
A.5. Salud
El sector recibe proyectos de las unidades ejecutoras (principalmente municipios) que gestionan
nuevos financiamientos para la gestión correspondiente de los tres niveles de atención a través de los
cuales se realiza la prestación de servicios; desconoce aquellos proyectos que son financiados
totalmente con recursos propios de las entidades del sector público.Los proyectos presentados al
sector son incentivados por el financiamiento.
Los requisitos para la elaboración del EI y el TESA exigen la ficha ambiental en el primer caso y el
Estudio de Evaluación de Impacto Ambiental (EEIA) en el segundo caso. Como el objetivo es
identificar, prevenir e interpretar los impactos ambientales que producirá un proyecto en su entorno,
recomiendan su eliminación en el sector, ya que este tipo de estudios están orientados a proyectos
productivos.
Se tienen dificultades en la elaboración de los estudios de mercado, dentro el análisis del entorno
económico y social de las decisiones de inversión, que considera el análisis de oferta y demanda del
19
Institución Pública descentralizada bajo tuición de Ministerio de Medio Ambiente y Agua, tiene la misión de
coadyuvar a los procesos de fortalecimiento y sostenibilidad de las entidades operadoras y prestadoras de
servicios de agua potable y saneamiento básico
20 Modificada a partir de la nueva Ley de Educación 070 “Avelino Siñani – Elizardo Pérez de 20/12/2010, de
cinco años de duración.
21
servicio que el proyecto generará, precios y comercialización; de la misma manera con al
evaluación socioeconómica, por las características propias de proyectos de inversión social.
Sugieren crear instancias intermedias para la revisión de los proyectos, elaborados por los
municipios; recomiendan a los Servicios Departamentales de Salud (SEDES), para que estas
unidades en cada departamento evalúen previamente los proyectos, para su posterior remisión al
sector.
Existe vacíos legales en la definición de inversión social, a manera de ejemplo, el Bono Juana
Azurduy y los gastos que implica la residencia medica, están considerados como proyectos de
inversión y el fortalecimiento institucional como gasto corriente.
A.6. Caminos
En el sector de caminos se afirma que los EI es un prediseño con poca información, traducido en un
Diseño Final con información secundaria, que aproximadamente tarda su elaboración a seis meses;
como práctica del sector se elaboran conjuntamente para cada proyecto el EI y el TESA; lo que
puede ocasionar problemas cuando el EI concluya que un proyecto no es rentable.
Se ha enfrentado continuamente vacíos legales para considerar proyectos de inversión a la
Rehabilitación, Mantenimiento Rutinario, Mantenimiento Periódico, Supervisión y Fiscalización, los
mismos que ameritan una específica definición. En algunos casos forman parte del costo del
proyecto.
Se considera en las proyecciones de la vida útil del proyecto, traducidos en los Flujos de Caja gastos
operativos como supervisión, fiscalización y auditoria.
Los proyectos bajo el proceso “llave en mano” no están especificados en las normas del SNIP; esta
forma de contratación se aplica a proyectos que especifica las Normas Básicas del Sistema de
Administración de Bienes y Servicios.
Existen problemas en la elaboración de los Términos de Referencia, lo que ocasiona en algunos
casos incompatibilidad con los estudios de Pre-inversión; proponen generar capacidades
institucionales principalmente en las unidades ejecutoras.
A.7. Electricidad
Como en otros sectores, las normas específicas en el que se particularizan los procesos, establecidos
en las normas del SNIP y operativicen el funcionamiento del sistema, no se encuentran actualizados.
Todas las entidades del sector público, del nivel central del Estado (Empresa Nacional de
Electricidad ENDE) y las territoriales autónomas (municipios y gobernaciones), dentro de sus
competencias constitucionales, solicitan la revisión de sus proyectos al sector.
Por la magnitud de los proyectos y las características típicas de los sectores, sugieren que los límites
establecidos para distingue los proyectos menores y mayores sean definidos por cada sector.
22
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Banco Mundial - La Inversión Pública en Bolivia: Aspectos Institucionales, Operativos y
Financieros - 2010
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