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!fii~~ poJíüca delgobiefflO dé , W ~ .
ctecleñ~ subordinación al poder económico
. ¡l durari:te.,,., la."déclida. erdida"*
. . . . .]:>. ,. . . .
pr;,. Bictmlo ~.,,,. y Marl!r, ·Sc1torr•••
[••. ]mtoda.wckd.ad~tldmu.l#ácmgadomfa,xirdef.os~tasJSU1adlá- .
~ ho h a y ~ 11'11, las que los~, los stidlim metUa.s logmn, fK,r 1JWWJ de
m ef«:1.ivo ~ dtmocrátil!tl,. que a Estado 'l m ~ actú,n ,n ,l &ffltido de ,:o,
mgir o al mmos ,it.1111,m-w ~ tpM ~ l«,~; m "'"' soemtaus ocu-
~ qu,, mmp,cawado, rl dad9 OTJeCQ sawafavort4~, que n multado lieiw in,,
/J(Wtlmtes ~ 4Cl'm~. ·& la A,pntimi {••. Ju n a ~ ternbl6 de las
·~~qw~lllsVül«la,Mat'lfflG:deHar.,°"1H,~lJÚl~•da.-
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t,,<,r una fflllal ~ de clase. A pamr·de ~ ~Air.o falta f,,.J jugodt,t,i ~

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11ftlldlot·:,. .eatla'14 mb, m un tl4'> tipko-.ll/SIÍl8 ~ t a m b i é n ~ la.s/rac-
eiorw capilalulas ffk\Í$ dlbüa; y t.ánm pnsron. aÍgum1t i1", .m. wm«.11
,llo,pw;lifflmwlwra ~ro, dHOleátia. •mtis á:iufowr(O'Donnell, 2001), ··

I. Introducd.ón
'
En su primer mensaje como presidente de la Naci&'n, ~úl Alfonsfn presen-
tó un diagnóstko que planteaba Jas principales circunstancias. políticas, SQcia-
la.
les y económicas en .que asumía el ntll!VO gobierno ·~+o de las elecciones
del 30 octubre de 1983, Allí ie expresaba; ·· ; f . ' .
El estado en q1,1e Jas autoridades constitucionales recil;en eJ,ar, es deplorable
y, en algunos aspectos, catastr6fico, con 1a economía ~culada: y deforma-
da, con WltOI sectores de la población acosados por laa más
duraa manife.sta-
ciones del empobttdmiento,. con situaciones aociales que re&¡jan ctudamen-
.
,.. ·· te el impacto dé la miseria, con un endeµdamiento de insólito volumen y de
origen muchas veces inexplicable, que compromete gran parte de los recursos
nacionales para UD largo futuro, con una inflacl6n desQardada cuyos efectos

"Se agracl.ecen loa valiOIOl!I comentarios de Daniel Azplazu y de loa aurora de loa restantes ar•
tkuJm que forman parte de este Obro. Narun.1meQ1e, todos ellos adn eximidol de cualquier res-
ponaabllldad en cuanto 11. loe errores y~ onúsiones que pwlienm existir.
"'* ücendado m Sociología y ~ t e de la UBA.
*""
Licenciado en Socio1og{a. i,rivurigador
COMCET/FLAC:SO.y docente de 1a UBA.
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¡/:);,:,···.-~\;.'i.:<>-~<'J:::/\_. -:~.-' ·, . , ' ' ' '
292 ~~~S:;,:' .;'.);;;::f~~9PNPWÁ J'OL1TICA
-~,'~~.~::-•,.·¡.',,··\,.·,~,,•:.,_··,\;e','i'.:, .,'. '
DEL GOBIERNO DE ALFONSfN
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298··
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sO.!l uµa verdadera l!frema p;¡.raJ,os bomprei; qµe p~ducen y trabajan, con Ul'l . ., \10:mésticó) priorizanclo la recuperación 'de 1a economía nacional por sobre la
clima de arbitrariedad, atropello e incertidumbre creado por la absurda pre- .· · riégocli<:M"fi·é9n l0t acreedores·externos (niayoritariamente la banca interna-
tensión de gobernar por el ~iedo y la J>repotencia, con ¡~ cultura postergada cio!W) ylos:0:rgál:iismos multilaterales de crédito.
y perseguida en muchas de sus exptesiones, con la educaci6n y la salud relega- ne todos modos.las dificultades potíticái que enmarcaran la gestión Grins-
das a un segundo plano y consiguientemente convertidas en privilegio de los pun y fa~ propias inconsistencias de ese programa -as.ociadas a cie:rtó "error
menos, con una situación internacional agravada por decisiones irresponsables de diagn&tico" en las ~ que había introducido la dictadurá militar en
cuyas consecuencias se transfirieron imprudentemente a un futuro y que aho- lo que se vincula a la fisonomía y el desenvolvimiento .del capitalismo argenti-
ra vienen a depositarse en nuestras manos; con la carga afligente de todos esos no y, 'estrechamente asociado a ello, a las características y las formas de relacio-
males, cuya cuenta precisa y detj.llada puede ser excusada aquí por ser bien namiento entre las diferentes clases y fracciones de
~ conllevaron un in-
conocida, tendremos que enfrentarnos, a partir de hoy, no sólo a la tarea de cremento de la inflación, lo que sumado a la falta de ~oyo interno y externo
corregirlos y eliminarlos para siempre, sino a la de echar los cimientos de la provocó la renuncia del ministro de Economía. ·
Argentina libre, grande, próspera, fraterna y generosa que queremos. Y lo ha- El gobiemo "resolvió" la crisis estableciendo acuerdos con las fracciones so-
cemos, desde luego,juntos y unidos en esa decisión reparadora que todos com- ciales q~ habían emergido como las más e:x:itosas duran~ la dictad~ militar
partimos.1 -los grupos económicos nacionalei y algunos conglomerados extranjeros con
actividad en,elpaís, los por entonces denominados CApitanes de la Industria o
De esta forma, el primer presidente constitucional luego del régimen mili- "generales de la economía"-,2 lo que implicó el n;conocimiento por parte del
tar de 1976-1983 planteaba }Qs principales legados críticos que en el campo so- gobierno de una nuew. alian7.a "entre la d e m ~ yla producción", cómo la.
cioeconómico había dejado el período dictatorial, al tiempo que sintetizaba al- llamó oportunamente Alfonsín. Ello derivó también en un proceso de inver-
gunas de las mayores dificultades que debería enfrentar durante su gobierno: sión de las prioridades de la política económica.
la inflación, el déficit fiscal, la deuda externa, el estancamiento económico aso- En el marco del escaso éxito del "ajuste heterodoxo," aplicado, la fuDaci6n
ciado a una considerable y regresiva reestructuración del aparato industrial y y el déficit fiscal se identificaron como los granda~ a resolver, en una
la inequitativa distribución del ingreso. perspectiva en la· cual las variables que deteimiilaban'¾unbos fenómenos -en
Estos p~blemas serían abordados de diferente manera a lo iargo de la ad- especial, el carácter oligopólico de .Ja economía .arg¿ntiha, las exorbitantes
ministración radical. En efecto, la estrategia económica reconoce dos etapas transferencias de recursos públicos al capital concentrado ,itemo y el peso. de .
· bien diferenciadas: lá Inicial, a cargo de la gestión de Bernardo Grinspurt ~h~
ta enero de 1985) y la que se desarrolló desde entonces hasta el estallido hipe-
rinflacionario de 1989, que derivó en la asunción anticipada de Carlos Menem.
-~r
la deuda externa- fueron ~nmascaradas tras la fac:had4 ~el "gasto del l¡:stado•
y la "puja distributiva". y en la tua1 se identificaba como ncipales responsa-
bles al "Estado ineficiente" y a _la "presión salarial" de loa sipdicatos. Así, el pac-.
Los enfoques que guiaron las acciones durante 1984 procuraron reparar las
·to con el nuevo poder económico posdictatorial.y org.¡fhjzaciones represen-
. / '
las nefastas consecuencias de la política dictatorial sobre los salarios (que ha- t.ativas de sus intereses conllevó importantes aµn'bios en Ja orientación ylas
"

bían registrado una caída inédita), la ocupación (que había disminuido y se ha- prioridades de la política económica, redefini.6 lqs acuerdos y 106 enfrcntamicn-
bía precarizado en forma significativa, tendencias que fueron particularmente .t<J$ con otros.grupos sociopol(ticos, y senró las bases para que el ajuste de la eco'.
intensas en el ámbito fabril) y la distribución del ingreso (que había empeora- nomía recayera sóbre los sectores populares y las fracciones un& débiles de la ..
do notablemente). Para ello, se definió una política de ingresos que apuntó a burguesía;. todo ello, en el marco de una economía en crisis, principalmente
mejorar la situación de los trabajadores e impulsar el crecimiento del mercado en el ámbito de las actividades productivas. · .
En ese contexto, el propósito central de este articulo es él de analizar la evo-
lución de las principales wriables macroeconómicas intentando vincular dicho·
1 Discurso pronunciado ante el Honorable Congreso de la Nación el 10 de diciembre de 1983. coml)Ortam.ÍCnto a las estrategias políticas f las alianzas sociales que dieron SU&-
Los principales discursos de .Allensín durante los años en los que ejerció la presidencia del país se
pueden consultar en: <http://www.ucr.org.ar y http:/ /lanic.utexas.edu/project/arl/pm/sample2/ i
argentin/alfonsin/>. t Sobf'e estas cuestiones, comfutese Aipiazu, Bamaldo y Khaviue ~ ) y Osdguy (1990).
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.· · · ·.~ , ;J(~\;,,~~~d'f1.\ ¡,Qú¡;¡CA DEL COBieRNO DE All'ONslN Í9$

ten to a los diferentes p\anés econonücos diseñados e instrurnen~dos o.ura~t~ ,' .e: ] . ·• .·lb~bi~;~~ se disp~~ron increment(l$ en las tarifás de los servidos pú-
el gobierno' radical y .~3./1. cqn~ec:uencias que· estos. procésos tuvi~rop: sobre los·. :'.; ··. blicQS~ a1·tieI11:J>\> qúe se aplicaron controle$ sol:l~ lo.s precios industriales (Hey-
distintos actores soCioec<;>nóm.icQs.~ En ·~ste ~~nti~~, ~e éot).side~_.qu~ .~·a-a4~~µa-· ,--., :~an~t.1986)\ Mem~. ,el '.gt;tl,~Cm~' ñj6·,paU~ para áumen~s d~ los salarl~ las
ción de una política económica~. más apropiadamente, su .;éxito" o su "fra~ tarifas; los pri,cios. ind~trlales y el tipo de cambio p•ra enero de 1984, y redu~
caso"- debe definirse y evaluarse a partir de sus resultados estructurales y no jo la: tas.a dé fo:téfés regWáda; buscando así dar ciertas señales respecto dé los
exclusivamente por su (in)consistencia· macroeconómica. Es por ello que, a eje1 $Obre los cuaJ.eg se iba a orientar la política ec:onomica. . ·
nuestro juicio, las defidencias de los enfoques predominantes se basan en la Entonces, si se ordenan los· puntos problemáticós de la economía en ese
caracterización de una "déc,aq.a perdida", de "errores de política" o de una su- primer año de gestion, se puede observar que sigueri, en sus rasgos centrales,
cesión de "shocks exógenos!! q'Q.e condicionaron las políticas públicas y sacaron la siguiente lógica: ·
a la economía de su "sendero esperado"; perspectiva que no precisa cuáles son
las fracciones económico-sociales involucradas, beneficiadas y perjudicadas. Es 1)· &cuperar el niwl de los salarios: a fin de que no siguieran retrasándose res-
en esta última línea que se inscribe este trabajo: en la identificación de los ga- pecto de la inflación y de avanzar hacia un reparto más equitativo del
nadores .y los perdedores del primer gobierno de la recuperación de la democra- ingreso nacional. . . .
cia en la Argentina. 2) · Como consecuencia de la recuperación de la demanda asociada a la re-
comJ)C?5ición salatjal, T,ograr la ~ del ~J!JJ, de los niveks ~produo-
cüm industrial perdidos en los años anteriores. ·
II. L«)s diagnósticos -,.las prioridades de política económica 3) ~ l a ~ con los acrndum ~ (bancos.comerciales,.or-
ganismos internacionales y países miembro del aub de Para) para rees-
Los problemas económicos que el discurso precitado de Alfonsín identifi- tn.téturar los pagos de la deuda externa de m~ compatible con el mo-
ca permanecieron y, en su mayoría, se agravaron durante su mandato .. Sin em- delo económico que se procuraba establecer;
bargo, como consecuencia de la variación de los diagnósticos y los fundamen- 4) Como resultado de ia ejecución de lQs puntos ~!anteados previamente,
tos sobre los que se asentaron las políticas económicas aplicadas en su gestión, mantener m n i v e l e s ~ el difidtfiscal (t:a'be ~cordar que esta varia-
las prioridades entre ellos fueron cambiando. ble se había '"disparado" en los últimos años de la dictadúra, en buena
A lo largo de ~~ pri~er año de gobierno se intentó plantear alguhas pau- medida.como remltai;io de las diversas polt'ti~ 1e·"wvataje" al gran
tas de acción que implicaban un enfoque diferente respecto de lo que ~ había capital que se aplicaron en el marco de la c ~ tionómico-fina.nciera
propuesto durante la dictadura militar y de lo que se terminaría por instrumen- de comienzos los
de años ochenta). . .1 .
tar con posterioridad a la gestión de Grinspun en el Ministerio de Economía 5) Conlrola'I' a nivel de injf.tuüm acordando con los ~adores de precioa
(intentando replicar,-en alguna medida, ciertos aspectos de la corta y última r
(emprearlos y sindicatos) y su evolución nl'en$ull.'
t' ,. : '. •:~
gestión del radicalismo, la de Arturo Illia). ¡
Efectivamente, los lineamientos impulsados durante los primeros meses
¡ Sin embargo, diversos factores atentaron .contra Ía estrategia del.equipo·
¡ .~n6mia;,. Alguno.s de ellos se originaron en la naturaleza de los actores e.cti-
apuntaron a resolver algunas de las consecuencias que sobre la estructura eco- 1

nómico-social argentina había producido el gobierno de las Fuerzas Armadas f·


desde marzo de 1976 en adelante. Para ello, se buscó acelerar la recuperación
de la producción y los salarios reales y, al mismo tiempo, inducir un proceso de ·s NaM'almente, lo que 11e acaba de J)RRDtares una estilización de la rcaliad: a evidenté que··
desinflación gradual. Y asimismo, aumentar los ingresos tributarios -a través al momento de fi:mnulane un programa~ d ereciPuento, la inBación, lac;limibución del
in¡reso.d~exretno,el resultadofilc:al,etcétcra,IOD pena1oa •cm aimulwieo-.-unque ¡,o,..
de un mayor control de la evasión y de subas en los impuestos a los
ingresos y dndol ~ modo diferente ,¡egdn la orientación po1ític.o-kicol6gka del gobierno y las alhmzu so-
la riqueza- así como reorientar el gasto público, disminuyendo los rubros mi- ciales que le sin,m de IUSlenlD-,, y que una "ClZ puesm en pn1ctica' eltU variables operan las uoas
litares y de seguridad 1/1. favor de proyectos sociales. También se establecieron .obre las ou:u en torma permanenlie. El próp&ito de alie qjercicio analftko es el d e ~ lo lná
pautas de precios y salarios. En diciembre de 1983 fue otorgado un áumento adecuada y objetivamente poai6Je J- cuestiones priorimdu por la conducción económica duran-
salarial -por monto fijo, igual para todos los trabajadores- y para mantener te CIiia etapa o, en otros términotlla peculiar pun.dmM:i6n que se rcaliió de ellas.
296 RICARDO
. .. ....
ORTIZY MARTiN:scRORR.
'. ' .U ECO.NOMÍA POÚTIC:.A DEL GOBIERNO DE ALFONSÍN 297
nómicos predominante~ luego de la experien_cia militar, en el marco de un ca-
atentando.contra el normal desenvolvimiento de las actividades económicas y
pitalismo local que se sostenía sobre pilares muy distintos de los que habían sus-
· que no se podía esperar una recuperación significativa si primero no se contro-
tentado la sustitución de importaciones, y otros provinieron del propio seno
del gobierno. 4 Sobre los primeros, a lo largo de las siguientes secciones de e s-
la
laba inflación y la "brecha fiscal". En el discurso de presentación del Plan
Austral, Sourroui!le señalaba lo siguiente:
te ensayo se hará referencia a sus rasgos particulares, pero puede adelantarse
que la estructura económico-social resultante de la dictadura militar, al fortale-
La política de tratamiento drástico de la inflación, que el gobierno ha adoptado,
cer en forma significativa a las fracciones dominantes y, fundament.almente, al
prrn::ura actuar tanLo sobre los efectos de inercia como sobre los desequilibrios
hcterogeneizar -y, en consecuencia, debilitar sobremanera- a las fracciones
estrncturales que le dan lugar. [ ... J Se intentó más de una vez moderarla esca-
sociales subordinadas (Villarreai,..1985). complicó de modo ostensible las posi-
lada de precios y salarios apelando a políticas concertl!,das o al congelamiento de
bilidades de aplicar una política económica de sesgo progresista como la im-
precios y salarios. Estas experiencias terminaron en repetidas frustracione~ por-
pulsada por Grinspun y su equipo. En cuanto a las distintas estrategias que se
que descuidaron actuar al mismo tiempo sobre un componente principal de las
fueron delineando desde otras áreas del gobierno, debe recordarse que los
presiones inflacionarias como es el desequilibrio de las finanzas públicas.5
acuerdos políticos que dieron sustento social al Plan Austral, lanzado en junio
de 1985, se facilitaron debido a las reuniones que otros ministros del gabinete
De esta forma, se comenzó a priorizar dos cuestiones que no aparecían en
y el propio Alfonsín habían comenzado a mantener con los Capitanes de la In-
el centro de las preocupaciones de la gestión económica anterior: la inflación y
dustria a lo largo de 1984 (Ostiguy, 1990).
el déficit fiscal. El propio Alfonsín se encargó de remarcar la relevancia que ten-
Ambos procesos restringieron las posiblidades de ejercitar políticas redis-
dría desde ese momento y hasta el fin de su gobierno la lucha antiinflacionaria:
tribucionistas e independientes del nuevo podereccnómico. Así, las tasas de infla-
ción durante ese año fueron alejándose de lo pautado por el gobierno (funda-
El plan de reforma no es para salvat" un gobierno; es para salvar un estilo de vi-
mentalmente por el incremento del precio de los alimentos), con lo cual se
da; y también es para recuper.lr el orgullo y la ambición ~acional. [ ... J El ob-
verificaron discrepancias entre el comportamiento de los precios que estaban
jetivo prioritario de esta etapa primera del plan de ref?nna es la lucha contra
· bajo el control oficial y los que no. Se trató de indexar los salarios para evitar
la inflación. No hay producción posible, no hay inversior imaginable con este
su retraso,_pero esto impulsó a los c;mpresarios a aplicar nuevas subas de pre-
ritmo inflacionario. Pero hay algo aún más grave: la infl~ción se ha convertido
cios. Las dificultades para acordar el pago de la deuda directamente c~n los
en el origen de todas las incertidumbres sociales.6 1
bancos acreedores y el Oüb d e París -sumadas al fracaso del intento po'r con-

formar un pool de países deudores de América Latina- implicó tener que ne-
No obstante estos cambios en las prioridades de la po1jtica económica, en
gociar con el FMI, lo que a partir del cuarto trimestre de 1984 derivó en la apli~
esta gestión la cuestión de la deuda externa tambié!l asu \ni,ó un lugar impor-
cación de una política monetaria más restrictiva (con aumento de las tasas·de 1
tante. En forma coincidente con el diagnóstico de G~nspu n, Sourrouille reco-
interés), la devaluación de la moneda nacional y la elevación de las tarifas de
nocía que uno de los principales escollos a resolver era la "brecha externa" de-
los servicios públicos. Todo ello condujo a una caída de la actividad económi-
rivada en lo sustantivo del endeudamiento abultado del país con el exterior; sin
ca, al tiempo que no se contuvo la inflación ni se logró reducir de modo signi-
embargo, su superación no pasaba fundamentalmente por la renegociación de
ficativo el déficit fiscal. En este contexto, el propio FMI dio por caído el acuer-
la deuda externa, sino por el despliegue de un modelo económico que pivotea-
do en enero de 1985, y se pidió la renuncia del ministro Grinspun, que se
ra sobre las exportaciones y la inversión. Al respecto, en un trabajo realizado
concretó rápidamente.
poco tiempo antes de asumir la cartera económica, Sourrouille y su equipo d~
Con la llegada de Juan V. Sourrouille al Ministerio de Economía se planteó
tacaban:
una estrategia distinta: se pensaba que la inestabilidad de los precios estaba

• Las diferentes limitaciolfes econ6micu y políúcas que enfrentó el ministro Grinspun son tra-
tadas en detalle en Azpiazu (1991), Basualdo (2004), Damill y Fttnkcl ( 1993) , Portantiero ( 1987),
~ Discurso pronunciado por el 'ministro Sourrouille el 14 de junio de 1985.
Nun ( 1987) y en los arúculru de Mariana Hcrcdia y Julieta Pescc que integran este libro. 6 Dixurso pronunciado por el presidente Alfonsín el 14 de junio de 1985.

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1 -·
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~n la búsqueda de u.na solución al estártc~mjento crónico .de la ect>riorriía ~r~ · · : Sobie 1i,/basé de" es~ nuevo diagnóstico, la "solución" pasaba ahora· por
g~ntina yde la restricción impues~ por la detida externa sé llega ai ajuste ptr . . ·, ásUXÍ1i:t ronió váfü:Ío r propio el "tecetarlo" q~ desde hacía un tiempo venfan.
sitivo, como la única alternativa que
'• ._, compatibiliza
·. ·.
los 'pagos
.
de esa deuda con
'
. esgrbnieridólos órganismos multilaterales de crédito, múltiples thitik tanks
el crecimiento económie0. La clave del ajuste positivo es la expansíón simultá- · nealiberales (tanfu del ámbitodoni&tico como del internacional) y varios "ge-
nea de las exportaciones y de la inversión. La expansión de las exportaéiones, neralés de li economía": reestrucw.ración del Estado con tje en la privatiza-
al permitir el pago de los intereses de la deuda y el aumento de las importacio- ción de empresas de propiedad estatal y en la desregulación de una amplia
gama de merca.dos (incluido el laboral), y apertura de la.economía. nacional

•º
nes, crea las condiciones que posibilitan el crecimiento económico. La inver-
sión hace efectivo ese creciJ?lie.nto. La estrategia del ajuste positivo requiere el a los flujos mundiales de mercancías y cápitales. Según se afirmaba, 1a apli~
crecimiento del ahorro, no sólo.en términos absolutos, sino también como pro- caci6n de todas estas medidas garantizaría, a un tiempo, crecimiento
porción del ingreso. 7 económico, superación de las dificultades generruijs por el endeudamiento
externo y el déficit fiscal, y contención de la inflación, asociados a una dismi-
De modo que en muy poco tiempo se habían modificado los ejes de la ad- nución de la deuda externa y a una menor "interfe~ncia estatal", todo lo cual
ministración del radicalismo en lo que respecta a la orientación de la política conduciría el ingreso del país en un sendero sostem;dó de expansión .eccm.ó-
económica; en ese marco, la cuestión de la distribución del ingreso ( tan presen- mica que, luego de un lapso 17J%tinable, se ..derramaría" sobre amplias capas de
te durante la corta gestión de Grinspun) quedó relativamente relegada en la la sociedad.
agenda, y su lugar lo ~mpezaron a ocupar en forma creciente conceptos como En las postrimerías de lá administración Alfonsín~ se intentó in.fructuosa-
"ajuste", "estabilización", e~étera. Dadas las características y el sentido del vira- mente poner en práctica medidas con las características señaladas; no obst.an-
je mencionado, no resulta casual que el Plan Austral contara con el apoyo de los t.e, dada la creciente debilidad del gobierno -eseciada tanto a cuestiones eco-
organismos multilaterales de crédito y, en el frente interno, de los principales nómicas {enormes dificultades para controlar la crisis) como político-sociales .
grupos económicos.8 (bajo y decreciente. apoyo popular, fuertes cuestion~ientos desde· el frente
Hacia 1987-1988, en un contexto signado por la incapacidad gubernamen- sindical, debilidad parlamentaria, etcétera)-, ta Iml}'Ol'Íc!- de t:¡Íles intentos re-
tal para asegurar un crecimiento sostenido de la economía y para contener la sultó trunca. A modo de tjemplose destacan las ap~tas por privatizar vari,as
espiral inflacionaria y el desequilibrio de las cuentas públicas, y por la e~sten- compañías estatales (Aerolíneas .Aqentinas, ENTEL y Sonüsa, entre las más im-
cia de fue¡tes presiones por parte d~ los distintos factores de poder, el di~gnós- portantes), que fueron bloque~ en el ámbito · · tario por elPartido
tico acerca de las dificultades económicas que enfrentaba el país sufrió nue- un Justi.cl.alista. o la búsqueda por avanzar en ta apertura ~e : economía..
vo viraje. Al decir de Sourrouille, en la economía argentina: · En smna, las numerosas alteraciones que sufrió d - el gobierno de Afc
Ni las tendencias inflacionarias ni los obstáculos al crecimiento son resultados· fomín la lista de prioridades en materia de política eco ómica denotan una
de episodios o de fenomenos aislados y coyunturales. [ ... ] Lo que los argenti- ' suerte de "aprendizaje": del intento redistribuci~Ja. .· Grinspun ~·pasó ni-
nos experimentamos [ ... ] es la crisis de un modelo populista y facilista, de un pidamente a un pacto.con los grandes capitalli,itás Íocales y pÓco tiempo. c:le.'
modelo cerrado, en fin, de un modelo centralizado y estatista.9 pués se aceptó la ~ de las reformas estructurales impulsadas por el
.. aeoconservadurismo. ·
Es importante reflejar esta variación de los diagnósticos yla& eatra.tegias ecó-,
7 Véase Secretaria de Planificación de la Presidencia de la Nación (1985).
8 Del análisis de la estrategia desplegada por el gobierno en su relación con los Capitanes de
nómicas, porque de ella. se desprende cuáles fueron las :fracciones sociales que
la Industria se desprende que una de las apuestas de fondo del equipo dirigido por Sourrouille era el gobierno de la Uµión Cívica Radical definió como aliadas en diferentes co-
lograr que los principales actores económicos repatriaran parte de los fondos que habían fugado yunturas y cuáles las que quedaron relegadas (en inayor o menor medida); en
al exterior durante la dictadura militar. Ello, con vistas a reactivar la formación de. capital en los otras pa]abras, qué actores socioeconómicos se favorecieron/perjudicaron.con
sectores elaboradores de productos transables. La relación entre la administración Alfonsín y los las diferentes políticas económicas instrume~tadas. En ese marco, en las próxi-
Capitanes de la Industria está¡umamente documentada en Acuña (1995) y Ostiguy (1990). Para
mas secciones se realiza. un breve análisis de ta trayectoria que siguieron duran-
el apoyo externo al Plan Austral, véase Canitrot (1992).
9 Citado en Acuña y Golbert (1990). Sobre estas tuestiones, consúltese también Gálvez (2004)
te la gestión aJfonsinista las,distintas dimensiones planteadas en el diagnóstico,
.
y el artículo de Gastón Beltrán en este mismo volumen. siempre tratando de desentrañar el carácter sociopolídco de los procesos ec~
7

1 •
300 RICARDO ORTIZ Y MARTÍN SCHORR
• .,.. • ••• 4' . •
. -Í..A ECc;>NOMÍ... POLÍTl9A DEL GOBIERNO DE ALFONSÍN 301

nómicos. Se tra~, en última instancia, de captar los principales r~sultad..os· es-· .(controles de precios, regulaciones o concertación, de acuerdo con el contex-
tructurales de las mencionadas alterac,iones en los enfoques y la onentació_n 'de to general de la economía), pero las dificultades para encuadrar la evolución
las política,; públicas. de la.inflación señalan la existencia de trabas estructurales para lograrlo. Una
de ellas (en nuestra opinión, la más importante) es el grado de concentración
prevaleciente en las diferentes ramas industriales y el consecuente poder de
111. Inflación y concentración económica '• mercado que detentaban los actores líderes en éstas.
Respecto de esto último, la información que proporciona el Cuadro 2
El crecimiento de los precios internos minoristas y mayoristas se ubicó du- brinda interesantes e lementos de juicio: a comienzos del gobierno de Alfon-
rante casi todo el período bajo análisis en tasas de tres dígitos (Cuadro 1). En sín (1984), casi el 52% de la producción manufacturera local provenía de 94
el estudio de las causas de la infl,ción se han planteado diversas hipótesis. La ramas (sobre un total de 172) en las que prevalecían estructurds de mercado
de que fue originada por la demanda y por el déficit fiscal está entre las más altamente concentradas (aquéllas en las que más del 50% de 1a pro ducción
aceptadas. Pero poco hincapié se ha hecho sobre la estructura de la oferta, es lo generaban los ocho establecimientos más grandes) . En el polo opuesto, las
decir, sobre la configuración de las distintas actividades productivas y sobre los 20 ramas en las que se manifestaban formas "competitivas" de mercado (en
rasgos centrales de los sectores empr~ariales qu e se desenvuelven allí. las que la contribución productiva de los ocho establecimientos de mayor ta-
maño no superaba el 25%) explicaban alrededor del 18% de la producción
Cuadro 1:Aq¡ent ina. Tasas anuales de crecimiento de los precios global.
minoristas y mayoristas, 1980-1989 (variación diciembre/diciemb re de cada año)
Precios mino ristas Precios mayoristas C uadro 2:Argentina. Distribución de las ramas, los· establecimientos, la o cupación, la
prod ucción y el valor agregado industriales según estratos de co ncentración, 1973- 1984
1980 87.6 57,5
(valores absolutos y porcentajes)
1981 131 ,6 180,2
1982 209,7 311,3 Ramas Establecim. 0CtJpac16n ·. Producción V. agregado
1983 433,7 411 .3 1973 1984 1973 1984 1973 19~ 1973 1984 1973 1984
1984 688,I 625,9
1985
1986
385,'4
81,3
363,9
57,9
Alto concentrodón* 92
pocos establecímie.ntos 23
94
33 "·º
o.s
10,9
0,6
33,6 31,'4
8,4 7,5:
'47,2 5 1,8
2Ó,O 2'4,4
48.8 51,2
17,0 20,7
1987 174,8 123,0 muchos establecimientos 69 61 10,5 10,2 25,2 23,9' 2b 27,5 31,8 30,S
1988 387,7 413,0 Mediona concentradón** 55 58 26,4 31 ,8 30,4 34,4 3_2,2 30,0 27~ 3 1,2
1989 '4.923,6 3.433,0 Baja concentradón*'" 25 20 62,7 57,4 36,1 ~4,2 to.6 18,1 23,7 17,6
Total 172 172 100,0 100,0 100,0 100,0 l:ÓO,O 100,0 100,0 100,0
Fua,m: Elaboración propia sobre la bue de Damill, FartelN y Frenkel ( 1994).
* Los primeros ocho establecimientos concentran más del 50% de la producción global ("pocos estable-
cimientos"; menos de 40 unidades productiv.u;~muchos establecimientos":40 o más).
Es importante señalar ese aspecto, ya que la política de precios concerta- ** Los primeros ocho 1Utablecimlentos concentran entre el 25 y el SO% de la producción global.
dos con las diferentes cámaras y corporaciones empresarias fue uno de los ele- - Los primeros ocho establedmlentos concentnn lnerJ0$ del 25% de la producción global.
mentos centrales de los intentos por mantenerlos bajo control. 10 En este senti- Fuem: Elaboración propia sobre la base de Azpiazu ( 1998) y CEPAL ( 1988).
do, lós tres planes económicos aplicados durante la administración Alfonsín (el
de Grinspwi. el Austral y el Primavera) incorporaron diferentes mecanismos Se trata, sin duda, de grados mu y elevados de concentración industrial que
hacen abstracción de un fenómeno característico del funcionamiento del sec-
tor manufacturero doméstico luego de la interrupción del esquema sustitutivo
IO Como destacó quien fu<;¡iln alto funcionario del gobierno radical, la ftiac.ión de los salarios, a mediados de los años setenta: que una misma empresa puede ser propieLa.ria
de la tasa de cambio y de las tarifas públicas no era suficiente para hacer frente al problema de la de varios establecimientos p~ductivos en una rama determinada y, más impor-
"inercia inflacionaria"; también era necesario fijar los precios privado~ {Machinca, 1990). tante aún, que un mismo grupo económico puede ser propietario de varias fir-

---------"'-
7

::}'J\;,,,/<•1.XECONÓMÍA. POLÍTICA DEL GOBIERNO DEALFONSÍN 303

mas. (yestáblecimientos))1 I>e ello se deduce que i'fuera.posible ~~éalc~lá.ri~s· · · . nóriii~as',(agro, petróleo, industria, construcción, comercio, servicios, finan-
grados .de concéntración existentes.en,las dífere:o.tes·ram:as fabnles tomand.p za~; etcétera) .12 Eri efecto, después de incrementar su participación relativa en
como unidad de análisis a los propietarios de los establecinfümtos (empresas o el interior de la elite empresaria Jocal, 13 enla etapa 1976-1984, entre este últi-
grupos económicos}, seguramente,la concentración-económicú-productiva se- mo ~ño y 1989, estas dos tipologías se afianzaron como las de mayor significa-
ría muy superior y más difundida que l.a constatada. ció~ agregada luego de las compañías estatales (por lejos, las más grandes de
Independientemente de estas cuestiones, es indudable que semejantes ni- las líderes del país). Así, al final del período de referencia, las empresas con-
veles de oligopolización industrial les otorgan a los actores económicos líderes troladas por estos grandes capitales dieron cuenta, en conjunto, de aproxima-
de las ramas más importantes del entramado manufacturero doméstico, una damente un 43% de la facturación global de la cúpula. De todos modos, no
significativa capacidad para !i1e~~inar los precios de su sector y, por esa vía, puede soslayarse el hecho de que entre 1984 y 19891,os grupos económicos na-
incidir sobre los precios relatlvos del conjunto de la economía local. Ello se ve cionales aumentaron su gravitación en las ventas agregadas de la elite, mien-
potenciado por el hecho de que, como se mencionó, un número considerable tras que los conglomerados extranjeros la redujeron de manera significativa
de los principales establecimientos fabriles del país lo controlan grupos econó- (Cuadro 3). 14
micos que, por la inserción sectorial de sus firmas controladas y vinculadas, pre-
sentan un alto grado de diversificación y de integración vertical y horizontal en
la economía doméstica.
Al respecto, resuita interesante traer a colación un señalamiento realizado
por Azpiazu, Basualdo y Kh:visse (2004): 12 El afianzamiento de estos actores en la economía nacional entre 1976 y 1983 ha sido anali-

zado, entre otros, por Azpiazu, Basualdo y Khavisse (2004), Castellani (2004) y Schvarzer ( 1983).
En una situación estructural en la que existe un;i generalizada integración ho- 18 Se trata de las doscientas empresas de mayor facturación anual del país que se desenvuel-

rizontal entre la producción y la comercialización [ .•. ] una política que se cir- ven en los distintos sectores de actividad (con excepción del agropecuario y el financiero). Este ·
cunscriba a las grandes firmas industriales controlando el nivel de los precios universo de firmas fue clasificado-en función del cruce entre dos di~ensiones analíticas: a) la na-
cionalidad de los accionistas, y b) si la compañía forma parte .:...O no- de un grupo económico.
en la puerta de fábrica presenta serias falencias. La primera de ellas se deriva
Así, además de las empresas estatales se reconocen cinco tipos de firma: 1) las que pertenecen a
\
de suponer que todas las firmas industriales son independientes, y de no repa- '

un grupo económico nacional, 2) las que son propiedad de accionístas extranjeros y que en el ni-
rar en que tanto la firma producto.:a como la comercializadora pertenecen\, al vel local se integran a un conglomerado de empresas, 3) aquellas cuyos 4ueños son argentinos pe-
mismo propietario;·el cual recupera mediante el precio que fija en la segunda, ro que no constituyen un grupo económico, 4) aquellas que son coptrordas por capitales extran-
los márgenes perdidos por el control de precios en la primera. Lo mismo ocu- jeros pero que no forman un grupo económico en el país, y 5) aquell~luyo capital accionario lo
·controla una asociación entre las formas de propiedad antes mencionaiµs. Sobre la relevancia,de
rre con el análisis de costos que realiza el Estado para autorizar los aumentos,
este criterio metodológico, se recomienda consultar Basualdo (1984 ypoooa). Cabe destacar que
de precios. En este c~o, una determinada firma industrial puede requerir un · muchos de los dueños de las firmas integrantes de la cúpula empresaiia local en los años ochen.ta
aumento del precio controlado aduciendo un incremento en el precio de un tenían una importante presencia en la actividad agropecuaria·-kran propietarios de vastas exten"
insumo local o importado fijado por otra empresa del mismo [grupo econó- siones de tierra tanto en la región pampeana como en la extrapampeana-y en la financiera (ban-
mico]. cos, inversoras, etcétera). En cuanto a esto último, véaseAcevedo, Basualdo y Khavisse (1990) y Ba-
. sualdo (1996).
14 En este sentido, interesa destacar que entre esos años se produjo una caída considerable en•
¿Por qué plantear estas cuestiones? Porque durante el gobierno de Alfon-
el aporte a las ventas totales de las dos formas representativas del capital extranjero. Esto se _debe
sín se prodajo la consolidación estructural de varios conglomerados económi- básicamente a la repatriación de importantes inversiones foráneas que se registró en esta etapa y a
cos de origen nacional y extranjero que habían experimentado una notable la contracción experimentada por un conjunto de actividades productivas en las que estas firmas
\.
expansión en el transcurso de la última dictadura militar a favor del control tenían una presencia decisiva (tal el caso del complajo metalniecánico, en general, y del sector au-
de la propiedad de múltiples compañías en una diversidad de actividades eco- tomotor, en particular). Por otro lado, la expansión de las empresas nacionales no integradas á gru-
pos económicos se relaciona con el ingreso al panel de las doscientas más grandes del país, de gran-
des compañías del sector comercial, mientras que la mayor significación estructural de las
"' asociaciones se vincula, en lo sustaptivo, al ingreso en el m,ikmgde firmas con altos volúmenes de
11 Al respecto, consúltese Azpiazu, Basualdo y Khavisse (2004), Ryten (1996) y Schorr (2004). facturación (una terminal automóriz y una cadena de comercio minorista).

~--j-
304 · RICARDO ORTIZ Y MAIITfN S~ HORR . ECONOMÍA POLÍTICA DEL GOBIERNO DE ALFONSÍN 305
. ·' ..
L.¡\.

~u.adro 3:,Evoluci6n d e los distintos capitales ·¡n~egrarítes de la cúpula empresariá · Cuadro 4: Cantidad de empresas controladas y vinculadas a los principales grupos
argentina,* 1976-1989 (vafores absolutos y porcentajes) económicos n_a clonales y conglomerados extranjeros que actúan en la Argentina,
1976 1984 1985 1986 1987 1988 1989 1973; 1983, 1986-87 y 1990 (valores absolutos)
A) Cantidad de empresas 1973 1983 1986-87 1990
Estatal 24 21 17 19 16 18 18 Bunge & Born 60 63 87 92
GL 41 62 70 62 68 70 68 Pérez Companc 10 54 86 92
CE 2 34 30 33 31 32 35 Techlnt 30 46 53 S8
ELI 40 29 32 35 39 38 38 Bridas 4 43 S2 58
ET 61 49 48 47 41 34 34 Macri (ex Fiat) 7 47 51 60
Asoc. 2 5 3 4 5 8 7 Garovagllo y Zorraquín 12 4r 48 45
Total 200 200 200 200 200 200 200 Arcor 5 20 34 31
Soldati (ex brown boveri) IS 35 3,,4 SI
8) Participación porcentual en las ventas globo/es Corcemar 23 30 31 26
Estatal 38,4 31,S 33,6 31 ,3 28,4 29,2 32,0 lva-Wertheln 20 29 28 31
GL 18,0 22,9 23,6 24,1 25,0 27,5 25,9 Celulosa Argentina 14 23 23 12
CE 16,4 24,8 19,3 20,1 19,3 17,8 17.4 Astra 18 21 22 23
ELI
., 7,7 5,3 8,6 10,5 12,2 11 ,4 10,7 lnta-Deutsch 8 13 22 25
ET 19,1 14,8 14,3 13,3 12.4 10,4 10,9 Alpargatas 9 2'4 21 24
.... FV + Canteras Cerro Negro 4 19 19 17
Asoc. 0,3 0,8 0,6 0,7 2.7 3,7 3,1
Total 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 lilte-Aluar-Madanes 8 IS 18 18
Huancayo-Constantlni 2 18 18 19
• Las 200 empresu más grandes del pals ordenadas según sus respectivos YOlúmenes anuales de vent:a.s. Loma Negra 16 16 16 19
Estatal: Ertvesas propiedad del Estado argentino. Massuh 1 10 1
16 13
Asoc.: Emp~ propiedad de una asociación entre dos o m:is firmas.
Gl..: Empresas propiedad de un grupo económico local. Ledesma 1" IS\ 16 2'4
Nougués Hermanos 8 13 \.. 16 15
CE: Empre$U P!_'Opiedad de un conglomerado extranjero. ,.,;
EU: Empresas locales independientes (no Integran un grupo económico). lntermendoza-Taurales o 6 IS o
ET: Empn1$.1, tran$nadonales-(no integran un conglom«ado exu-anjero). \ Laboratorios Bagó 2 14 14 13
fu:NTE; Elaboración propia sobre la base de Información del Área de Economb yTecnologfa de la FLACSO. Bagtey 6 14 14 8
San Martln del Tabacal 4 14 14 13
Esto tuvo lugar en el marco de una cierta polarización del p o d e r económi- Bonafide 11 13 ,,
t
14 14
Agea-Clarln 1 li 13 16
co doméstico. Como su~e del Cuadro 4, entre 1983 y 1990 un conjunto redu-
BGH 6 14 13 17
cido de conglomerc1dos empresarios con fuerte presencia industrial -en mu- Grafex 8 14 12 12
chos casos, se trata d e actores predominantes en sus respectivas ramas d e lndupa (ex rhodia-richard) 1 9 11 16
actividad- y alta diversificación e integración d e sus actividades, incrementó Herman Zupan 3 9 11 13
de modo significativo la cantidad de sus empresas controladas y vinculadas. Es Aceros Bragado 3 9 11 9
el caso de Pérez Companc, Bu nge & Bom, So ldati, Bridas, Macri, Techint, Astilleros Alianza o 9 10 9
Canale 4 11 8 9
Deutsch, Arcor y Ledesma (en conjunto, las compañías relacionadas con estos
Noel y Cia. o 7 7 6
\. grupos econó micos pasaron entre los años mencionados de 336 a 491-) . En pa- o
Atanor 4 8 o
ralelo, las firmas controladas y vinculadas por Wl número reducid o de holdings Schcolník 3 8 o o
rela tivamente pequeños y poco integrados y diversificad os {Schco lník, Bag ley, Total 344 766 878 908
Intermendoza-Taurales ytorcemar ) y Celulosa Argentina (que a comienzos del
FuENTe: Elaboración propia sobre la _base de información deA«vedo, 8asualdo y Khavlsse ( 1990), y Memo-
período era uno de los principales grupos del país) pasaron d e 81 a 46. rias y 6olarKe$ ffll/>resarlos.
. LA ECONOM1A fOLITICA DEL GOBIERNO DE ALFONSIN 307
306 RiyARDO ORTIZ Y MARTI~. SCHORR " ~~ ·..

Así, las evidencias presentadas permiten concluir que durante el primer gO: _lo ácaecido en el primer semestre del año-, 17 por única vez durante el gobier-
bierno de la reconquista de la democrai;:ia ocurrió un proceso de afianzamierr- . no de Alfonsín la inflación cayó por debajo del 100% anual (Cuadro 1). Sin em-
to estructural de los grupos ccon6micos más concentrados, diversificados e in- bargo, los condicionamientos estructurales para lograr la estabilización con ti-
tegrados vertical y horizontalmente, los que pasaron a detentar. un control nuaron, p or lo que los niveles de precios volvieron a subir en 1987 y 1988. Al
determinante sobre núcleos decisivos de las diferentes cadenas productivas (o mismo tiempo, el gobierno intentaba lograr nuevos acuerdos con otras fraccio-
profundizaron el que ya tenían) y, derivado de ello, un ostensible poder sobre nes empresarias - por ejemplo, incorporando en algunas Secretarías del Mi-
la determinación de los precios domésticos. nisterio de Economía a representantes de la Unión Industrial Argentina-; pe-
En ese marco, a las dificultades para realizar un contxol efectivo de pre- ro esta misma estrategia limitaba la posibilidad d e aplicar controles sobre los
cios en mercados muy concentrados (máxime en escenarios de ostensible de- formadores de precios en mercados oligopólicos. 18
bilidad de los llamados "contrapesos sociales"), se agrega también. la propia El desenlace de esta historia es bien conocido. En 1989 el régimen de alta
decisión de hacer más laxo el seguimien to de los precios en determinados mo- inflación que había distinguido hasta entonces al gobierno radical derivó en un
mentos a lo largo de la administración de Alfonsín. A mediados de 1985 el go- estallido hiperinflacionario sin precedentes en la historia nacional. Ello, en el
bierno comenzó a instrumentar un programa "heterodoxo" de estabilización marco de una ''corrida" por parte de práéticamente la totalidad de los actores
que apuntaba a detener abruptamente la inflación. 15 Como se señaló, esta de- económicos; "corrida" en la que, vale destacarlo, no todos partieron de la mis-
c isión se basaba en el supuesto de que la gran inestabilidad de los precios es- ma posición ni, por supuesto, arribaron a "buen puerto". Si bien no es objeto
taba en torpeciendo el'comportamiento d e las actividades económicas y que de este trabaj o, basta con trastar la profunda caída cjue experimentaron los in-
no se podía esperar una recqperación significativa si primero no se controla- gresos asalariados en general, y los de los sectores populares en particular co-
ba la inflación. mo resultado de la hiperinflación, con las (en algunos casos cuantiosas) ganan-
En los meses anteriores al lanzamien Lo del Austral e l gobierno había acele- cias que lograron, entre otros, muchos fijadores oligopólicos de precios y varios
rado el aumento de la tasa de cambio y de las tarifas de las prestatarias de ser- propietarios de divisas (grandes exportadores, residentes locales propietarios ·
vicios públicos. En mayo y la primera mitad de junio estos precios crecieron de "moneda dura" en el exterior, bancos extranjeros con actividad en el país,
aún más rápidamente, en tanto las autoridades trataban de llegar al comienzo acreedores de la d euda). , '
del program~ con un set, de precios r<;lativos que produjera mayor ingreso fis- En suma, ~ás allá de las diferentes medidas apli~das, durante la adminis-
cal y asegurara un excedente comercial satisfactorio. Además, el gobierno ~ e n- tración de Alfonsín nunca se pudo poner fin al "flagelo inflacionario", en e l
tó un aumenLo en el preció de la carne -que había quedado rezagado eh re- año más "exitoso" en esta materia ( 1986) los precios 111inot istas crecieron "ape-
lación con sus 'Valores históricos- y a puró la autorización de aumentos en los nas" un 81 % y los mayoristas, un 58%. Esto no parece es~ disociado del pro-
precios industriales bajo control (Heymann, 1986). En síntesis, entre abril yju- ceso d e consolidación d e una estructura productiva cor/ elevada oligopoliza-
nio se hicieron más flexibles los controles de los precios industriales, eliminán- ción que se verificó en esta etapa, ni del hecho de q ue las (racciones empresarias
dose en muchos casos los mismos y permitiendo la formación de una su erte de predominantes afianzaron una inserción en la e,.eononiía doméstica de carác-
"colch ón" (Machi nea y Fanelli, 1992) .16 ter multisectorial con altos grados de diversificación y de integración v~rtical y
Los resultados fueron evidentes en 1986, cuando en pane debido al fue rte horizontal.
incremento de los precios registrados en 1985-deriv<1.dos, en lo sustantivo, d e

17 Según información del INDEC. entre enero y junio de 1985106 precios al consumidor au-
1~ Lasprincipales característiea3 del Plan Austral se pueden consultar. entte otros, en Azpiazu ~entaron en promedio un 223%, y los mayoristas, un 269%, miencras que entre julio y diciembre
(1991) , Canitrot (1992) , Da.mil! y Frenkel (1993), Fanelli y Frcnkel (1987), Heymann (1986) yMa- las alzas fueron, reipcc.tivamente, del 13% y el 5% (véase <http://www.indec.mecon.gov.ar/ >).
18 De acuerdo con Machinea (1990), en 1988 no fue posible avanzar con la apertura comer-
chinea y Fanelli ( 1992).
te Las fuentes disponibles indican que en muchos casos los "precios de.lista"~ decir, los in- cial - a ttavés de la cual se buscaba contener la inflación- por el acuerdo celebrado con la Unión
formados al gobiemo por los eutpre3arios- eran· más altos que los aplicados en las cransacciones. lndu..<trial Argentina {el secretario de Industria y Comercio era un empresario de esa entidad y r.,_
En los hechos, C$l0 generó un "colchón" que favoreció a algunos sectores empresariales que pu- trasó la aplicación de diversas medid;u en esa linea que debieron haberse tomado en el último cri-
IDC$tre de dicho año) .
dieron llegar a la fijación de precios dispuesta por el Plan Austral en una mejor situaci6n relativa.

i
....,¡¡ líí::
f.
t 308 RI~O OIUIZ Y.MARTÍN SCHORR ~ -ÉÓ9NOM!.,.\. POLÍTICA DEL GOBIERNO DE ALIONSÍN 309

Sin duda, éstos constin1yen dos de los prii;icipales factores que c.onspiraron . 1' . Gráfico 1:Argentina. Evolución del déficit fiscal. 1980- 1989
contra los distintos ensayos del gobierno de la Unión Cívica Radical para con- . :'~
(porcentajes del PBI)
trolar la inflación. Su identificación no apunta a negar qu"e pueden haber exis-
tido otros mecanismos de aceleración inflacionaria (como, a título ilustrativo, 12,0
el financiamiento del déficit fiscal con emisión monetaria o la evolución del J··,
., i 10,0
mercado cambiarlo) . De lo que se trata es de plantear algunos elementos ex-
plicativos que, a pesar de su innegable importancia, por lo general han sido
e.o
omitidos en los análisis de este período de la historia argentina reciente. Asi-
mismo, interesa destacar que gur~te la "d écada perdida" de los ochenta, hu- 6.0
bo un conjunto reducido de grandes capitalistas que registró un desempeño
exitoso -de allí su afianzamiento dentro del bloque de poder económico-, -4.0
que no guarda relación alguna con el sende.r o recorrido por el conjunto de la 3.5
2.0
economía nacional y por los restan tes actores socioeconómicos; y que precisa-
mente fue ese notable comportamiento una de las causas centrales de la "pér-
o
dida de una década" por parte de la Argentina. 1980 1981 1982 1983 1981 198S 1986 1987 1988 1989
. FVENT1:: Elaborac.lón propb sobre la ba,e de Damill, Fanelll y Frenkel ( 1994).
...
IV. Las raíces estructurales del déficit fiscal Ahora bien, esta estrategia no tardó en enfrentarse con ciertas condiciones
que habían permitido el fortalecimiento estructural de los grandes grupos eco-
Otro de los aspectos sobre los cuales corrientemente se trabaja en la litera- n ómicos de capital nacional y extranjero durante la dictadura militar, y que se ·
tura que analiza la economía de nuestro país durante los años ochenta es aquel mantendrían bajo el gobierno radical. Una de ellas es'que estos actores fueron
que se vincula al grado del desequilibrio fiscal y sus características. Se afirma, los principales .beneficiarios de los múltiples subsidi,os estatales al gran capital
por ejemplo, que altos niveles de déficit generan expectativas de alzas ínflacio-
' .
narias; 19 sin embargo, son escasos los estudios que avanzan en indagar su c~m-
. que se aplicaron en el transcurso del interregno alfonsinista. Así, a favor de, en-
tre otros "mecanismos promocionalesft, la estatización de la deuda externa pri-
posíción, lo que implica dejar de lado la consideración de las fracciones sdcia- vada, los regímenes de promoción industrial, los sub~idk}s a las exportaciones
Jes a las cuales se orientan los gastos estatales, es decir, a qué actores se beneficia fabriles, los programas de capitalización de la deuda exte{na y los abultadosso-
y a cuáles se relega en el reparto de los fondos públicos. brepreeios pagados por el Estado y las compañías públfo'a s a sus proveedores,
Para aproximarse a e,tas cuestiones, un primer elemento a mencionar es estos conglomerados empresarios pudieron incremenJr de modo considera-
que el gobierno de Alfonsín logró una reducción importante del elevadísimo ble su podeño económico en el ámbito domésti_.:o, ·
déficit fiscal heredado de la dictadura militar (Gráfico 1). Entre otr.is cosas, ello En este sentido, la información suministrada por el Cuadro 5 permite apro- ·
resultó posible gracias a, por un lado, una reducción en la compra de bienes y _ximarse ~ la problemática en cuestión y cuantificar las traslaciones de ingreso
servicios no personales (lo que se manifestó particularmente en una djsminu- que se registraron desde el Estado ha<;ia estas fracciones del capital. 20
ción de la inversión pública) y, por otro, a la aplicación de incrementos en las
tarifas de los servicios públicos y en ciertos impuestos indirectos (esto es, en
aquellos que tienen una mayor incidencia relativa sobre los sectores de meno- !O En esw transferencias se incluyen: los subsidios al sector financiero por la quiebra de clis-
~ res ingresos de la población). tintaS entidades; el costo fiscal de lo, diverso.s regímenes de promoción industrial; los subsidios a
las exponacion6 industriales; la licuación de la deuda interna que puso en marcha en 1982 Do-
mingo Cavallo, durante su gestión ai frente del Banco Central de la República Argentina; la cstati-
19 "El déficit fiscal es una va¡iable crucial para explicar el proceso ioflacionario de largo pla- :zación de la d euda externa privada med iante la instrumentación de los seguros de cambio, y los
zo de la Argentina" (Machinca, 1990). Un análisis pormenorizado de la evolución de la situación sul:mdios transferidos a través de1 los primeros regúnenes de capitalización de deuda ext.ema (Ba-
fw,al durante csl.ll etapa se puede con.sultar en Carciofi (1990) . sualdo, 2000b) . ·
"º· ..·. ' l,A'ECQtilOMÍA POÚTICA DEL GOBIE!WO DE ALFONSÍN
-·.:,,,·; '.
311

En cuanto-ala transferencia de ingresos hacia las fracciones dominantes en


el ámbito local~ no puede dajar de remarcarse que los montos consignados con-
forman una estimación de mínima; en tanto no contemplan uno de los principa-
Total Anual % del PB1·· les.mecanismos por medio de los cuales se canalizaron recursos públicos hacia
Producto bruto Interna 630,0 70,0 . ~ los sectores más concentrados del capital local durante todos estos años: los so-
breprecios en las compras del Estado y sus empresas. Dentro de las grandes em-
Intereses pagadas al exterior 34,7 3,8 5,4
presas beneficiadas por los cuantiosos sobreprecios pagados por el Estado y sus
Nuevo financiamiento externo
Transferenclu netas al exterior >~
7,8
26,9 º·'2,9 1,3
4,1
compañías al adquirir bienes y servicios, se encontraban principalmente las fir-
mas controladas por los grupos económicos nacionales más importan tes del país,
Ingresos de los asalariados como Astra, Macri, Pérez Companc, Soldáti y Lonia Negra, o aquellas relaciona-
* 1981-1989 190,0 21,1 30,2 das con algunos conglomerados extranjeros, como es <:l caso de Techint y Sie-
* 1971l-l975 269,0 29,9 <42,7 mens, miembros prominentes de lo que se denominó la "patria contratista".
*Variación da los Ingresos de los •arlados -19JJ -8,8 -12,S
La magnitud de las transferencias que se canalizaron por ese concepto se
Transferencias del ·Estado al capital CQncantrado lntemo67,S 6,8 9,7 puede estimar por una evaluación que realizaron para el mismo período dis-
Inversión neta tintos organismos públicos como el Banco Central, la Fiscalía Nacional de In-
"" vestigaciones Administrativas, la Procuración del Tesoro, etcétera. Este estudio,
* 1981-1989
* 1970-1980 ... 31.0
105,0
3,4
11,!
4,9
16.7 que nunca fue publicado, estimó que las transferencias totales del Estado al ca-
*Detarioro -74/J -8,3 -11.S pital concentrado alcanzaron a aproximadamente 105 mil millones de dólares
es decir, el equivalente al valor agregado generado. en un año y medio por 1~ .
Fueffl:Eabcndón propia sobre la base de Basualdo (1992, 1994 '/ 2000b).
economía argentina. Así, t~niendo en cuenta que el principal puntó de análi-
sis que agrega esta investigación consiste en los sobrbprecios pagados en las
Durante la etapa analizada se remitieron al exterior, en concepto de trans-
compras estatales, se puede estimar que alcanzaron'~ .alrededor de 35 mil mi-
ferencias n~ a los acreedores externo,, aproximadamente 27 mil millones de
llones de dólares durante la etapa considerada.
dólares -:monto que representa alrededor del 4% del PBI global del pe~o-
Ahora bien, sería. de esperarar que el incremento,, eni•¡ el ahorro del sector
do-,21 Dllentras que elcapifal concentrado interno -es decir, los principales . •
pnvado. que se desprende de estas cuantiosas traslacióne~ de ingresos hubiera
grupos económicos nacionales y extranjeros del paia- fue beneficiario de trans-
derivado en una mayor formación de capital en el áml)io interno (~ás aún
ferencias que superaron los 67 mil millones de dólares ~uivalentcs a casi el
cuando una de las principales apuestas del gobierno. radigtl pasaba precisamen-
10% del PBI total-: má,s del doble de lo obtenido por los acreedores. Todo ello1 ·
te por el incremento de la inversión, en particular en los'~ectores elaboradores
fue posible gracias a una drástica oontracd6n en la part.iclpa.d6n de los asala-
de bienes exportables). Sin embargo, los da:tos p~oporcionados por el. Cuadr¿
riados en el ingreso nacional: los trabajadores d~aron de pcraoir una cifra cer~
5 indican que dicho fenómeno no ocurrió y que, por el contrario, tuvo lugar
cana a los 80 mil millones de dólares, equivalente a aproximadamente un 13%
.... una pronunciada declinación en la inversión neta (esta variable pasó de repre-
del PBI de esos años. 22 ·· .
j sentar alrededor del 17% del PBI en el período 1970-1980 al'5% en 1981-1989).,
1 Las consideraciones que anteceden sugieren que el déficit fiscal elevado .
. ,'i
21 Ese llaldo neto es d resullado de pagas de inreream por pane dd Estado argauino que re- que _caracterizó -y condicionó sobremanera- al gobierno de Alfonsín estuvo
.t, pRIIIClltaron tnQ del 5% del PBI de todo el período (C39l S!i mil millones de dóJarreg) y et inpetO estrechamente ligado al proceso de consolidación estructural de las fracciones
de capitales uociado a nuevo finaneiamiento uterno eqUffalente a algo mú del I 'I(, dél PBI {al- empresarias predominantes durante esta etapa. En un contexto signado poi"
l'ededor de 8 mil millones de dólares).
abultadas transferencias de recursos públicos hacia el núcleo del poder econ6-
112 Esa dllminución en la ineiqsncia de los aaalariadm en el PBI turge de ·comparar la panici-
padón promedio de ate sector social en el ingreso nacional en el periodo 1970-1975 (en el m-den
mico de la Argentina posdictadura militar de !976-1983, el Estado se vio J<JTZ.a-
del 4Hi) con respecto a la de 198J.1989 (amededor del SO por ciento). do a recurrir a distintas mefiiclas tendientes a "morigerar" el desequilibrio fis-
cal: emisión de moneda, cólocación de títulos de deuda en la plaza financiera
'.' :,·'

~l~i:¾ttf ~ . . i . ~ , A D E L oo_,..; DEAUONSIN ~IS

local, reducción de partidas presupuestarias éonsiélera.das •"superlluas"' aumeti- -, . '. .,... e~ónónilcos locales_'(que en los.aiios previos se habían manifestado con espe,,
tos en los impuestos regresivos, etcétera; Así, en lugar de cortar de cuajo cori .la · · . · cial.bitensidad).26 ·
fuente principal del déficitfi:scal23 y de avanzar en una modificación tendiente En el marco
de estas limitaciones derivadas del cuadro internacional, la no- .
a revertida excesiva inequidad de la estructura impositiva, se apeló a una serie tabl~ redi.$b'.ibüci6n del ingreso a favor del capital concentrado interno que se
de acciones que profundizaron la crisis económica y su carácter desigual en lo deap•egó duranl,e la M&!!da perdida,. no dio lugar a una rcacüvaci6n de la in-
referente a sus impactos sobre las distintas clases sociales y fracciones de clase. vel'.Si6n; básicamente porque los recursos que perdieron los a$aÍariadosy.el Es-
Por esa vía se acentuó la debilidad estructural de las cuentas públicas, en tanto .ta.do se remitieron al exterior y se destinaron a efectuar colocaciones financie--
se encuentran estrechamente asociadas (en términos positivos) al nivel de la ras, en el ámbito doméstico.
actividad económica interna. 24.; Respecto de lo primero, como se desprende del Q:ráfico 2, la salida de ca-
Si bien resulta una obviedad: r:os parece importante destacar que todo es- pitales de residentes locales se expandió entre 19f;l,yJ989 a una tasa cercana
to evidencia una ostensible subordinación del funcionamiento del aparato es- al 9% anual acumulativo, y se ubicó hacia finales dél período en al~ededor de
tatal a la lógica de acumulación y reproducción ampliada del capital de los sec- 58 mil millones de dólares (equivalente a. algo más del 80% de la deuda ext,er..
tores dominantes de la Argentina durante el primer gobierno elegido na total).
democráticamente luego del último régimen dictatorial.
Gráfico 2;Argentina. Evoluch)n de la deuda exter~ total y fuga de capitales
(saldo acunwlado al final de cada periodo en ITlllones ,de dólares comentes)
V. Endeudamiento esta1'}. y poder económico
70.000
A comienzos del decenio de los ochenta, una sucesión de acontecimien-
tos -la suba en la tasa de interés internacional, la crisis de la deuda mexica-
65.000·
60.000
1: ~~::.total l ·~usa
65.2.57

na, la caída en los precios de los productos agrícolas, entre los más relevan-
55.000 Sl.801
tes-- trajo aparejadas importantes modificaciones en el contexto financiero
mundial. Ent<;>nces se abrió una etapa ::-<JUe duraría hasta comienzos de la dé- 50.000
cada siguiente- signada por una relativa escasez de capitales para los p~ses 45.000
de América Latina (particularmente importante, si se considera la abundan- 'I0.000
35 3'.641 40.+18
cia de los años previos). 25 Esta situación no tardó en manifestarse en una eco- 3S.OOO 38.332
nomía tan "deuda-dependiente" como la argentina posterior a la última dicta-
30.000
dura, generando restricciones no menores para los procesos de "valorización"
25.IXIO 27.177
e internacionalización financieras de, fundamentalmente, los grandes actores
W,00
1981 19fi 1983 l'JM l'MS

1986 .J987 198$ ,., ~

23 Esto es, los recursos cedidos a los acreedores externos y, con mayor intensidad, a los grupos fuaffl: Kulfas y.Schaff (2003).
económicos nacionales y extranjeros más importantes del país; todo ello posibilitado por una no-
table expropiación a los asalariados. Esto' inciica también que la fuga de capitales focales al exterior se registr6
24 En un contexto de fuerte y creciente desequilibrio fiscal (Gráfico 1), en mayo de 1988 el
en paralelo a un incremento en la deuda externa total: entre 1981 y 1989 esta
~. país ingresó de hecho en una moratoria parcial en el pago de la deuda externa (Bouzas y Keifman,
1990; Machinea y Sommer, 1990). De modo que, a pesar del nivel del déficit, se optó por mante- i variable creció a un ritmo promedio anual de cli$i el 8%, y llegó~ representar
ner buena parte de los subsidios estatales a los sectores locales más concenttados.
25 Los impactos más relevames de los cambios acontecidos en el escenario internacional so-

bre las economías latinoamericanas durante este período se pueden consultar en los siguientes tta- 18 Sobre el parri,cular; ~ Bamaldo (198'1, 2000by 2004), BumJdo y KuJms (!000), y

bajos: CEPAL (1996), Damill, Fanelli y Frenkel (1994y 1996) yKatz (2000). Kull'u }' Sdrotr'(2003). . 1 ·
i

i
1
~n
. ·_: .•. <·.·:·...:.. ·. ; . . .. ; '
314
i\}: 'PAiCóNOMÍA. POLÍTICA DEL GOBIERNO DE ALFONSÍN 315
en el últimd,año ·algo, más de 65•mil millones .dé dólares; Eit~ pioc~s~.,est~vo
Al tiempo c¡ue recurrentemente se incrementaron los impuestos regresivos y
asociado a un cambio en su composición: mientras en 1981 la déuda e:Kterna
. .las tarifa$ públicas como formas de paliar el déficit, nada se hizo .,...o, pudo ha-
del séd:or público representó algo más del 55% de la total, en 1984 significó ·
.. cers- respecto de las sobredimensionadas transferencias derivadas de los re-
alrededor de un 77% y en 1989 cerca de un 92%. Esta modificación se deriva
:gímenes de promoción industrial, a fos sobreprecios en las compras de .bienes
directamente del proceso por elcual las fracciones dominantes locales le trans-
y servicios del Estado, a los subsidios implícitos en los precios de servicios y de
firieron al Estado gran parte de sus pasivos externos mediante diversos meca-
provisión de insumos, etcétera, que, en todos los casos, tenían por receptores
nismos. 27
a los grupos empresarios que continuaron consolidándose como los actores
AJií, en el transcurso del período en análisis, el Estado argentino no sólo se
'Centrales del poder económico. Asimismo, esos mismos agentes que, en su mo-
hizo cargo de un monto signifi,cátivo de la deuda externa de las grandes firmas
mento, concentraban la mayor parte de la deuda ext,:rna estatizada, cuyos ser-
y grupos económicos, sino que'taínbién, a partir de su endeudamiento con el
vicios asumían un papel decisivo en la magnitud del cl'éficit fiscal, fueron tam-
exterior, aportó parte de las divisas que hicieron posible la fuga de capitales por
bién los principales beneficiados por los altísimos re~dimíentos financieros a
parte de las fracciones capitalistas líderes de la economía doméstica, acentuan-
los que se debió recurrir[ ... ] para colocar títulos de la deuda pública interna
do un proceso que se había iniciado hacia finales de la década de 1970.
que permitieran financiar el déficit presupuestario. Este '"círculo vicioso" de
En el Gráfico 2 se puede apreciar también cómo durante la administración
transferencia de recursos fiscales no sólo no pudo ser revertido sino que, inclu-
de Alfonsín se registró una desaceleración en el crecimiento del endeudamien-
so, se vio alentado por la propia gestión de g~bierno y su escaso poder de con-
to externo del país -y,-asociado a ello, de la fuga de capitales~; de allí que no
frontación frente a las corporaciones dominantes.
resulte casual ~ue uno de lo~¡ri.ncipales mecanism~s ~ue empleó este gobier-
no para financiar el deseqmhbno de las cuentas pubhcas haya sido la coloca-
No obstante su menor dinamismo vis-a-vis el período de la dictadura, la
ción de deuda interna, lo cual elevó la tasa de interés vigente en el mercado fi-
deuda externa se expandió tanto en términos absolutos como relativos respec-
nanciero local y alentó la especulación financiera. 28 De esta manera, debido a
to de otras variables importantes. En este sentido, a lo largo del período ana- ·
las características del escenario internacional, una parte considerable del ex-
lizado, en un contexto de estancamiento económico, ·~1 peso de la deuda ex-
cedente apropiado por las fracciones dominantes locales no culminó en su fu-
terna sobre el PJU se incrementó de manera sistemátjca, a punto tal que hacia
ga al exteric.>r, sino que se canalizó hacia colocaciones financieras internas, en
finales del gobierno de la Unión Cívica Radical llegó''a representar alrededor
una etapa en'la que la tasa de interés, debido al endeudamiento del sectot pú-
de un 60%, mientras que el cociente deuda/ exportaciopes superó el 500%
blico, superaba las rentabilidades exhibidas por las actividades económicl\S\res-
(Cuadro 6). i ¡
tantes. 29
Como destacaAzpiazu (1991): ·l
Cuadro 6:Argentlna. Principales indicadores del grado de encfiudamiento externo,
1980-1990 (porcentajes) , .
Deuda externa' como porcentaje de:
r, Estos temas son tratados en Azpiazu (1995}, Basualdo (1987} y Basualdo y Fuchs (1989}.
28 Sobre estas cuestiones, Lozano y Feletti ( 1991) señalan: ªDesde la reforma financiera en PBI Exportaciones
abril '85-previa al Plan Austral-, el grueso (alrededor del 70%} de la capacidad de préstamo del 1980-1981 17 302
segmento de intermediación de recursos en moneda local se aplicaba a financiar al Estado, tanto
1982-1983 43 480
directamente por la compra de títulos públicos por los bancos como indirectamente mediante la
1984-1986 48 527
·\. efectivización de depósitos (encajes remunerados) en el Banco Central". Véase también Bekerman
(1990}.
1987-1988 so 590
29 Las evidencias disponibles indican que en los años ochenta una proporción importante de 1989-1990 60 512
los activos de las.grandes emp19i1P eran de carácter financiero (el grueso d~ estas colocaciones es-
taba denominado en moneda nacional}. Sobre el particular, consúltese Basualdo (2004) y Damill fuENTE: Elaboración propia sobre la base de Damlll, Fanelll y Frenkel (1994).
y Fanelli (1989).
-,
316 RiéARDO ORT(Z y MARTfN SCHORR. .LA
' .ECQNOMÍA. POLÍTICA DEL GOBIERNO DE ALFONSÍN
.
317
l 1
En dt:finiúva, del rápido análisis realizado·surge que durante la gestión haoía transferido entre 1976 y 1983 en el marco de una sangrienta dictadura
gubernamental del radicalismo se continuó con el "esquema de valorización . militar. Sobre la base de estas constataciones, en lo que sigue se realizan al-
financiera~ impuesto por la última dictadura militar, aunque se verificaron al- gunas breves consideraciones referidas a los elementos que viabilizaron este
gunas modificaciones asociadas a los cambios en el escenario global: la "in-
.( proceso. El afianzamiento de los principales grupos económicos nacionales y
¡
ternacionalización" del ahorro privado característica del período dictatorial extranjeros con actividad en el país durante el gobierno de Alfonsín estuvo
fue complementada con una importante y creciente "financiarización" de és- asociado a la concurrencia de múltiples factores, entre los que interesa men-
te "fronteras adentro". Asimismo, replicando lo sucedido en la etapa an te- cionar cuatro.
rior, durante la administración de Alfonsín la deuda del Estado argentino En primer lugar, como se señaló en varias oportunidades, estas fracciones
-tanto la externa como la interna- siguió estando subordinada al proceso empresarias fueron las destinatarias privilegiadas de_la amplia y variada gama
de expansión y consolidación estructural de las fracciones empresarias pre- de subsidios estatales al gran capital que se instrumentaron durante esta etapa
dominantes. (los cuales superaron con creces los recursos transferidos al otro factor de po-
En ese marco, se generó una dinámica sumamente perniciosa para el con- der de la Argentina posdictadura, los acreedores externos). A los efectos de
junto de la sociedad, no así para los grandes grupos ecomómicos: las enormes aprehender con mayor detalle las características y las implicancias centrales d e
transferencias de recursos públicos hacia estos sectores fueron uno de los prin- estas medidas, cabe incorporar unos breves comentarios referidos a la promo-
cipales factores expli~tivos del d ¿ficit fiscal que caracterizó a la gestión radi- ción industrial y a los subsidios a las exportaciones manufactureras.
cal. Dada la escasez de fondos e n el mercado mundial, dicho desequilibrio se Las investigaciones disponibles indican que los fondos públicos involucra-
financió, en buena medida, con fondos aportados por esos mismos capitalistas dos en la primera de las políticas mencionadas financiaron prácticamente la to-
a casas de interés muy elevadas; una parte importante de las extraordinarias ga- talidad de la escasa formación de capital que se verificó en el transcurso de los
nancias obtenidas en ese proceso se reinvirtió erí la "bicicleta financiera" y otra años ochenta. En este sentido, basta con mencionar, por un lado, que a media-
parte se sustrajo del circuito económico doméstico (fuga de capitales); a su vez, dos de la d écada más del 90% de la inversión neta del sector privado corres- ·
las alt;IS rasas de interés locales alimentaron la especulación financiera, atenta- pondía a inversiones favorecidas con distintos tipos .de'íncentivos promociona-
ron contra las posibilidades de reactivar la econonúa y generaron severos pro- les -especialmente de tipo fiscal- y, por otro, qú~ de los 30 proyectos de
blemas de sustentación para las empresas d e menores dimensiones, todo lo cual inversión asociados a la apertura de nuevas plantas fabriles que se registraron
agravó aún más la crisis fiscal reforzando en consecuencia las necesidad~ de en el sexenio 1983-1988, 29 se efectivizaron al amparo de ?iferentes regímenes
financiamiento de parte del Estado. de promoción. 80 !
Las diversas evidencias con que se cuenta permiten ~tncluir que esta polí-
tica de Kincentivos" trajo aparejado un importante procrso de concentración
económica y centralización del capital en numerdsas l?Íma,; fabriles, en espe-
VI. La naturaleza desigual de la crisis económica
cial, en las productoras de bienes intermedios (celulosa y papel, cemento, p6'
troquímica y siderurgia). También, que esto les posibilitió a ~arios grupos eco-
VI. J. Los ganadores nómicos consolidar el poder de mercado que ya. tenían en tales actividades y
en los bloques productivos a los que éstas se integran; a otros, hacerse fuen~
A lo largo de las secciones anteriores en diferentes ocasiones se hizo alu-
sión al carácter regresivo de la "década perdida" de los años ochenta; una de
cuyas manifestaciones más relevantes proviene del hecho de que en. un con- !IO En un atudio rc:alrado por la Fundación de Investigaciona Económicas Latinoamerica-

texto agregado de estancamiento económico, muy elevados índices de infla- nas tendiente a evaluar el C06to fiscal derivado de los regímenes de promoción industrial :;e con-
cluye: "Por cada austral invertido por el sector privado el Estado contribuye con la misma suma a
ción, fuertes desequilibrios fiscales y en el sector externo, etcétera, un número
travél de menores impuestos. De esta forma, en los hechos, los contribuyentes aportan la totalidad
reducido de grandes act&-es económicos se expandió de manera significativa. de los fondo$ invertidos" (FIEL, 1988). Un análisis pormenorizado de las caractcrfaticas cene.rala
Y, a resultas de ello, logró consolidar bajo un régimen político democrático de la promoción industrial se puede encontrar en Azpiazu (1988 y 1993) y Azpiazu y Basualdo
el considerable poderío estructural que mediante mecanismos diversos se le (1989). Asimismo, véase el artkúlo de Ana Castellani en este libro.
318 RICARDO ORTIZ y MARTíN SCHORR 319
. . . •. . .

en sectores en los que hasta ese momento no tenían par9cipa.c ión o ella· era Eri cuanto a las medidas de wapoyo" y "fomento" apl icadas en estos años a
muy débil¡ y a otros incrementar notablemente ·e l grado diversificación: y de i~- · · las ex·p orta'c iones de productos fabriles, 33 vale mencionar que se tr<ltÓ, en esen-
tegración vertical y horizontal de sus actividades en el país. 51 cia, de subsidios tendiente·s a compensar la diferencia existente entre los pre-
A pesar de la ingente transferencia de recursos que supusieron estos meca- cios tnternacíonales de los bienes industriales elaboi-ados en el país (relativa-
nismos de subsidio al capital interno más concentrado, hacia el ocaso de la ad- mente reducidos, atento a la., características de tales manufacturas y el carácter
ministración de Alfonsín la inversión neta ftia fue negativa; es decir que las in- de "tomador de precios" en e l mercado mundial de la Argentina) y los vigen-
versiones realizadas no alcanzaron a cubrir las necesidades de reposición de la tes en el ámbito nacional (bastante elevados, dada la naturaleza inonopólica u
maquinaria y los equipos instalados o, en otras palabras, que se verificó un pro- oligopólica de los mercados involucrados y el oste nsible fracaso de la adminis-
ceso de descapitalización de la economía argentina (Basualdo, 1992). tración de Alfonsín para aplicar una efectiva política de control de precios) .' 4
La notable reducción de la inversión que se verificó en el transcurso del En gran medida como resultado del achicamiento del mercado interno por
decenio de los ochenta -de la realizada tanto por el sector público como, en efecto de la recesión económica y de las políticas de promoción industrial y de
menor medida, por el privado-32 constituye un fenómeno económico y so- subsidio a las ventas al exterior de bienes manufacturados, los destinatarios
cial de suma trascendencia por dos motivos básicos. Por un lado, esa acentua- d e ambas políticas -por lo general, se trató de los mismos actores- encontra-
da y prácticamente ininterrumpida disminución de la formación de capital ron en las exportaciones una importante y estratégica salida contracíclica (du-
fue decisiva para dete.¡minar el estancamiento y la aguda crisis e conómico-so- rante la década de 1980, uno de los pocos componentes dinámicos de la indus-
cial de esos años, así como, al reducir la demanda de mano de obra, fue cla- tria local fueron las exportaciones de algunos commodities). Ello trajo aparejados
ve en el aumento del desenfpleo, la caída de los salarios y, derivado de todo dos impactos estructurales de relevancia: por una parte, reforzó aún más el po-
ello, la consolidación de una matriz distributiva sumamente regresiva. Por der de mercado de muchos de los principales grupos económicos del país en
otro, no sólo se produjo una fuerte contracción de la inversión privada, sino buena parte de las actividades involucradas y, por otro, les permitió a éstos acre-
que también se verificó un cambio importante en el perfil inversor; proceso centar su control sobre un "bien " (las divisas) tan necesario para una economía
que estuvo asociado a una creciente concentración de la formación de capi- como la argentina --en especial, en un período en el cual los flujos internacio-
tal del pe ríodo, en unas pocas actividades con funciones de producción capi- nales de capitales hacia los países "emergentes" fueron muy reducidos--, refor-
tal-intensivas (con su consiguieme efecto negativo sobre la generación de zando en consecuencia su capacidad de veto sobre ta's políticas públicas.
puestos de trabajo) . . .. · El fortalecimiento estructural de los grupos económ icos nacionales y ex-
tranjeros es producto, en segundo lugar, del intenso pr.o ceto de destrucción de
capital que se registró como resultado de las caracterís'tic~ y la magnitud de la
31 Respecto de atos tem~. Azpiaro y Basualdo (1989) destacan: "El grupo Arcor es uno de los
crisis económica en general, y en particular d e la regist:rafl.a en numerosos ru-
ejemplos más notables, en tanto gran parte de las numerosas empresas que conforman el grupo
bros productivos, y que se materializó a través de las·quie~ras de firmas -sobre
en la actualidad fueron instaladas al amparo de los beneficios promocionales, tanw de aquellos vi- todo, aunque no exclusivamente, las de menores..dimensiones--, los cierres de
gentes en todo e l ámbito nacional como de los correspondientes a las cuatro provincias con regí- establecimientos, la repatriación de algunas importantes inversiones extranje-
menes especiales de promoción (Catamarca, La Rioja, SanJuan y San Luis). En el primer caso, la.s ras, etcéte.ra.
finnas promocionadas patrocinadas por Arcor son: Vitopel S.A. (films plásticos), Cartocor S.A. (car- En tercer lugar, y en estrecha relación con lo anterior, del proceso de in-
tón corrugado), Pancrek S.A. (galletitas) , la propia Arcor S.A. (golosinas), Misky S.A. (golosinas),
versión y expansión así como de la centralización del capital derivada de la com-
Millar S.A. (enzimas) [ ... ] Por su parte, en el segundo caso, los proyectos patrocinados por el gru-
po Arcor son los siguientes: Candy S.A. (golosinas depo.,ilada.s en algodón), Alica S.A. (gelatinas y pra y de la absorción de firmas o establecimientos instalados, con fuerte apoyo
\, helados en polvo), Flexiprin S.A. (laminado de películas, papeles y aluminio), Caclisa ~.A. (gal!~
titas, alfajores y budines), Frutos de Cuyo S.A. (conserv.l.'I y envases de hojalata), lndal Sanjuan S.A.
33 La iofonnaci6n con que 3C cuenta indica que en los años ochenta la oferta exportadora de
(embutidos, fiambres y chacinados), Dulciora S.A. (mennelada.s y dulces), Metalbox S.A. (envases
de hojalata), Pla.stivil S.A. (projuctos de PVC), Productos Naturales S.A. (product05 enlatados) , la indusuia manufacturera local 3C e ncontraba altamente concentrada en tomo de un número r~
Carbox S.A. (cartón corrugado), Converflex S.A. (films plásticos)". · ducido de empresas de grandes dimensiones propiedad, en su mayoría, de grandes grupos econó-
32 Al respecto, no puede dejar de enfafüarse que buena parte de la fonnación de capital rea- micos de capital nacional y extl'al,ljero (Basualdo y Khavi.~. 1986; Schorr, 2004).
lizada por e l sector privado fue posible gracias a la percepción de impor1anta recursos estatales. MVéase Azpiaw y KosacofI (1988), Bisaog (1990), y Bisangy Kosacoff (1995).
320 RICARDO ~RTIZ Y MARTÍN .SCHOAA· ) , ,. !A ECONOMÍA POÚTICA DEL GOBJERNO DE ALFONSÍN
¡·, 321
.~·. ~ .. .
estatal (facilidades para end~udarse en el exterior, avales del Te~oio Na~ional ·
.. grán.des capitalistas durante la administración de Alfonsín, el comportamiento
para la obtención de créditos, etcétera).,s
. registrado por las ~riables mencionadas y la creciente "radicalidad" de los su-
En cuarto lugar, de su inserción estructural en la economía doméstica,.Io
cesivqs planes económicos instrumentados -cada vez más en línea con los in-
que les p ermitió a estos actores exp~ndirse de manera significat~va en el mar-
tereses de esta fracción de clase-, son indicadores de su estratégico poder de
co de una aguda crisis económica. Ello, bajo muy diversos mecanismos entre
coacción sobre el sistema político en general, y sobre la orientación de las po-
los que sobresalen; la reaUzación de operaciones entre empresas integrantes
líticas económicas en particular.
del conglomerado relacionadas vertical y horizontalmente, la posibilidad de
participar en las pocas actividades clinámicas del período y de mayor tasa de ga-
nancia de transferir recursos desde las firmas del grupo en mejores condicio- V/.2. Los perdedores
nes ec~nómicas y financie~ hacia las que presentaban mayores dificultades,
La contracara de la exitosa performance de los actores locales del bloque de
de usufructuar su poder oligopólico -en muchos casos también oligopsóni-
poder económico durante el primer gobierno constitucional posterior a la dic-
co- y la facultad de aprovechar las distintas oportunidades que se generaron
tadura militar de 19'76-1983 es el sendero que debieron transitar los sectores
en materia de especulación financiera (como el "festival de bonos" con el que
populares, en general, y los asalariados, en particular. Al re!¡pecto, basta con
el radicalismo financió una parte considerable del défü.i t fiscal del periodo).
realizar un rápido análisis de la evolución de una serie de variables socioeconó-
Así, el creciente predominio de los grupos económicos sobre la economía
micas relevantes para aprehender las características de este proceso.
argentina durante el gobierno de Alfonsín no se puede entender exclusivamen-
te como un resultado de la arbitrariedad en el manejo estatal, sino también co- Grifico 3:Argentina. Evolucl6n de las tasas de desocupación y subocupaclón, 1980-1989
mo derivado de la funcional'rdad que tuvo la política económica -en especial, (en porcentajes)
a partir del Plan Austral- respecto de las condiciones estructurales que pre-
sentaban estos grandes capitales. ,a.o rr=======,---------------~
En este sentido, es indudable que durante la gestión de la Unión Cívica Ra- - (1) Deoocupadón
15,7
16.0 - - - (l) ~ d ó n
dical estas fracciones empresarias tuvieron una notable -y, vista en perspecti- -(l)+(l) 14,2 1'4.1
va histórica, sumamente efectiva- capacidad de veto sobre el partido de go- 1'4,0 13,0
bierno, asociada a diversos elementós. Primero, al hecho de que estos actores 12,0
eran importantes generadores y propietarios de divisa5 (tanto las que tenían en
10,0
el exterior como las provenientes de las exportaciones). Segundo, a su poder
en materia de fijación de precios, derivado de su control oligopólico sobre ,u n 8,0

número considerable de sectores de actividad económica (no sólo industria-


les) . Tercero, por ser destinatarios privilegiados de las abultadas transferencias
de recursos que se registraron en este periodo, a su papel deciviso en la expli- "·º
cación de la "brecha fiscal" que caracterizó a la etapa alfonsinista. Cuarto, por 2,0
2,5
asumir un rol protagónico en el financiamiento de dicho déficit.
o.o .1---.....---------=---:-:::---:'.=:--=:::---:::~~~
1980 1981 1982 1983 19&f· 1985 1986 1987 · 1988 1989
En consecuencia, se trata de actores cuyo poderío se debió a su influencia
determinante en la evolución de variables de ostensible significación económi-
ca y social: las cuencas externas, la formación de capital, la inflación, la situa- Fv8m: Elaboración propia sobre la base de Información del INDEC.
ción fiscal y el endeudamiento público. El afiam.arniento estructural de estos
Un primer indicador es la trayectoria experimentada por la desocupaciótf
~ En cuanto a I<» avales estatal~, <". abe destacar que, según se desprende de un infunne ofi- y la subocupación. Los datos proporcionados por el Gráfico 3 indican que en
cial, las principales compañías t:'cneficiarias de esta politica pública fueron aquellas que eran pro- el transcurso del gobierno de Alfonsín ambos indicadores se expandieron en
piedad d e los grupos económicos más importante$ del país (Secretaría de Hacienda, 1988).
forma considerable, a tal púnto que en el año 1989 los desempleados represen-
:· .

• .. ·• . . . .. • .. < . . C' ,>;;.:~~f.() 't:Ál!;c:::oNC>fv!:i,\ POLÍTICA OEL GOBIERNO OE ALFONSÍN 323


~'~ga::ip$ del ?%,d~.ia.:pbb,lai:íq~ ~non;ij~~n.~·~(.\l~· t,~
,s~'bem• ·
'pJ~j:19s{~~9:t.~e_J Q~ (~n~Jésift,té f\lero11:,.resp~~en,t~,; .l.\12 82 ~ se obrera.que son los desocupados, los c;uales mantienen obvias diferencias con
:que
un 46% :inh e.lev.ídQJ ai ~lcio de ~:~órü:a~licalJ,~. . .. . . • los áni:eriores, tanto como las que ambos ---desocupados y nuevo proletariado
.· Este ostc:n,ible detedort> .delmertad.o.4e trabajo•- reladopa-con <Uatintoa. · industrial~ mantienen co1;rlos trabajadores fabriles tradicionales. 87
factores c0:nc).m'entu. Entre i& más relevantes: fa propia~ e~qó~ica y sus .Como era de esperar, un "ejército de reserva" abultado y creciente, una ma-
impactos sob~ buena parte de las fra~ciones empresarias secundarias (en es- yor precarización y segmentación del mercado de trabajo y el régimen .de a~ta
pecial, sobre las firmas pequeñas y medianas), la naturaleza de la reconversión inflación que imperó durante la "década perdida" trajeron aparejado un pro-
económica en curso (desindmtrlalizaci6n y reestmcturaci6n regresiva del apa- fundo deterioro en el poder adquisitivo de los salarios y, asociado a ello, una
rato manufacturero local, creciente terciarlzacl6n y "financiariz.ación" de la redistribución regresiva deUngreso nacional de magnitudes considerables.
economía, etcétera), el pÍiffj! de la escasa formación de capital concretada du-
rante esta etapa y las caractc:risticas estructurales de las pocas actividades pro- Gráfico 4:Argentina. Evolución del PBI, del salario medio y de la participación
ductivas dinámicas del período (en la generalidad de los casos, generadoras de de los asalariados en el PBI, 1974-1989 (Indice 1974:=100 y porcentajes)
escasos encadenamientos de valor, con altos coeficientes capital/producto, et-
cétera). 130 so
1-PBI ....... Salarlo medio -o - Part,:~lados en el PBI 1
Por su vinculación a la situación delos trabajadorea, interesa destacar que, 120
110 45
109 107 %
en gran medida, como restJitado· de las formas asumidas por la crisis económi- 1 110
100
9 100 40
ca y la orientacióh de ciertas políticas públicas, durante el gobierno radical se 7 d
e
acentuó la tendencia h;¡pa una creciente heterogeneidad dentro de la clase 4 90
35 1
obrera argentina que se había iniciado durante la última dictadura militar. 80
1
o 30 p
Sobre el pardculai¡ la información diapcinible pennite concluir que los re- 70
o B
60 1
gúnenes de promoción industrial inst:rumentados prodajeron una doble frac. 25
tura en la clase trabajadora. Por un lado, por cuanto conllevaron un nuevo es- so
40 20
trato de obreros fabriles constituido por los operarios O(:Upados en las plantas 1974 1975 1976 1977 1978 1979 1980 1981 1982 1983 1984 198\1986 1987 1988 1989
manufáétureras radicadas en las r.egiones promocionadas ( l ~ . p.rácti-
camenteen )a totalidad de los
ca&O$, en el
interior del país). Éstos tienen un~ Fuente: Elaboración propia sobre la base de Información del Área de EcononÍla y Tecnologfa de FLACSO.
i
ducldo grado de siñdicalización-"/ muy escasa tradición sindical-y perciben, :¡
para: igual calificadón, salarios mucho más reduddoa que los trabajad.o~ de Al respecto, las evidencias aportadas por el Gráfico 4 rfsultan concluyentes
los centros industriales tradicionales. Por otra parte, dado que en buena inedi- y eximen de mayores comentarios: luego de registnlf unafierta recomposición
da las nuevas plantas fabriles fueron producto del traa1ado de los establecimien- durante el primer año del gobierno de Alfonsín, a ¡>¡irtirioe entonces el salario
tos que estaban radicados en las zonas tradicionales (Oran Buenos Aires, Rosa- medio declinó en términos reales en forma pro11rinciada (cerca de un 30% en~
rio o Córdoba), estas políticas •promocionales" tendieron a consolidar la tre 1984 y 1989). Se trató de una tendencia prácticamente ininterrumpida que
~pacl6n y la marginalidad social en los lugares de origen parque, si bien c-onllevó la profundización de un proceso cuya génesis histórica se remonta al
$e trasladaron las plantas industriales y parte de los procC$0$ productivos, no
período dictatorial (en 1989, el salario medio de la Argentina fue, en términos,
con
ocurrió lo mismo los trabajadores que hasta ese momento estaban ~ reales, casi un 50% más bajo que en los años anteriores al golpe de Estado de
dos en aquéllas. Por lo tanto, de ese proceso surge otro. estrato dentro de la da- marzo de 1976).ss Como resultado de esta trayectoria salarial tuvo lugar una

• I,.u evidendu disporuoletindican que este ~ , e W'rific6 t4rifl(Umu.oa creciente pre,


97 Para un tratamiento de estas cuestiones, véase Arcea y Schorr (2004) y Basualdo (2003).
carizacwn de lae condiciona mbondes, fen6meno que le manlfeit6, Q()fl .NI m4f y IUS. Rlfflot, CP
ll8El hecho de que durante casi toda la gestión gubernamental del radicalismo los salarios "co-
buena parte de los scc:tora dol,aividad (Coná, 1990), V-.e también Beaaria y L6pez (1996)y
rrieron detrás- de la inflación sugiere que los "desmedidos reclamos salariales• no parecen haber
Moma (1991).
sido la causa del régimen de alta ipílación de este período, tal como se suele afinnar desde diver-
sos sectores del espectro político-ideológico (no sólo desde los ámbitos más conservadores y retró-
324 .RICÁ.RDO ORTIZ Y ~ Í N SCHORR 'Í:A ECO~OM!A. POL[TICA DEL GOBIERNO DE ALFONSÍN 325

caída en esta participación de los asalariados en el ingreso nacional: a fines dél Gráfico 6: Evolución de la pobreza y la indlgel\cia
período bajo análisis la participación de los salarios en ef PBI global fue del or- en eJ Gran Buenos Aires, 1980-1989 (porcentajes)
den del 24%, un 17% menor q ue la del último año de la dictadura militar, y ~·
aproximadamente un 50% más reducida que la de mediados defos setenta, ·en ,t, so.o
los años que antecedieron a la interrupción del régimen democrático por par- ·."{
¡
1 1S,O
!• Pobr- 0 lndl¡oncla ! ,47,3

te de las Fuerzas Armadas.


Las características y la intensidad del proceso de distribución regresiva del '40,0
ingreso que distinguió al gobierno de la Unión Cívica Radical también quedan JS,O 32,J
de manifiesto en los Gráficos 5.)'. 6 (en ambos casos la información correspon-
30,0
de al conglomerado del Gran Buenos Aires) .
25,0
20,6
Grifico S: Evolución de la distribución del ingreso familfar per ápita 20,0 19,1
17,7
en el Gran Buenos Aires, 1974- 1988 (% del ingreso) 16,S
14,9
15,0 12.7
10,7
10,0
40,0 ¡
ja 1'74
:!!o
•1mj .! s.o
35,0 .,.. 33.7 o
1'80 1983 1'84 1985 1986 1'87 1988 1789
30,0
11,0 Fw,,n: EQboraclón propia sabre la base de datos del lNDEC.
2S.O
En un contexto de aguda crisis económica caracteiizada por fenomenales
20.0 transferencias de recursos estatales hacia los sectore\ más concentrados de la
.... IS,616,7
economía doméstica y, por otra parte, un profundo deterioro en la situación
IS,O
ll.3 IJ,O de los trabajadores (salarial y ocupacional), no resulta ~~al que en el año an-
10.2 9.S terior al estallido hiperinflacionario que marcó el fin de l~ administración de
10.0
8,67.7
Alfonsín, el 20% más rico de la población residente en e! fonglomerado urba-
5,0 no más importante del país se apropiara de más d~l 50~ de los ingresos tota-
les, mientras que el 20% más pobre se quedara con apenas algo menos del 5%.
ldecll ldecll 3clecl1 -4decll Sdecil i><M<R 7dedl 8cledl 9CM<ll IOdecU Ni tampoco que durante la primera gestión gu)?érriamental de la reconquista
de la democracia se verificara un incremento tan importante en las tasas de po-
breza y de indigencia (incluso con antelación a 1989).~9
Fuem: Ebboncl6n propia sobre la base de datos del INOEC. En definitiva, de estaS consideraciones se desprende que, a pesar de las de-.
damaciones .de la campaña electoral de la Unión Cívica Radical,"° gran parte
de las políticas económicas puestas en práctica por este partido cuando estuvo

grado3). Asimiamo, penniie identificar algunos de los factores estructurales que cst:in detrás d e la
'9 Un análisis detenido de la evolución de Jaa variabla vinculadas a la cuestión distributiva du-
\ fuerte oposición que tuvo el gdbierno de parte del movimiento obrero (sin duda, otro elemento
rante el período analizado se puede encontrar en Altimir y Bcccaria (1999) , Barbeiw y Lo Vuolo
decisivo fue el deterioro que experimentó el mercado laboral) . Sobre esto último, se recomienda
(1992), Beccaria (1992), Mumiis y Feldman (1992), y Torrado (199~) .
consultar Donaire y Lascano (2003) y el artículo de Eugenia Aruguete que imcgra es«: litxu.
\ 40
Se recuerda. la famosa frase de Alfonsín: "Con la democrada se come, se cura y se educa· .

1
326 RICARDO OR11Z Y MARTÍN SCÍ{ORR. LAJ!.CONOMÍA POLÍTICA DEL GOBIERNO DE ALFONSÍN 327

a u,rgo del gobi,,,FOO,i;1al:!ional.ei1t1T fr1cs de ]C!SS,:y.imediadot(ck 1%9 (011l11!- orientación de buena parte de las políticas económicas aplicadas, en el marco
jo a ae<ntuar 1mcicie'16~,prlñ~pi1ks lcg-ad,1s de lat'.Útiffiadicta.dura militar: un de un funcionamiento estatal crecientemente subordinado al nuevo j1odereconó-
·en
nol ;, r,Jc d1 ·t CtÍOlÚ lU l'.:OIKÚCl~H t CS r\," rcprndUCQÓn de fa cllls<c ll:1, inico. Todo ello, en un contexto en el que las apuestas iniciales del radicalismo
ell particnfar, y de los sectores popi:b:·cs. ,:ll gc,n~. por revertir, con carácter progresista, los tremendos legados de la dictadura mi-
Cor, imtqwndencla de si elln ~e d,,bic·, a qqe Alfonsín "no , "no pu litar en materia ecoriómico-social fueron paulatinamente desplazadas de la agen-
do·· o no quiso··. es indudable que durante su gestión, buena parte de la socie- da, y su lugar fue ocupado por posturas y políticas radicales que redistribuyeron
dad argentina transitó por un sendero sumamente crítico. Esto contra5ta con el ingreso nacional en forma considerable, pero desde abajo hacia arriba (es
el exitoso camino recorrido por un puñado de grandes grupos económicos de decir, con un sentido similar a lo acaecido entre 1976 y 1983).
capital nacional y extranjero --quienes captaron beneficios mstanciales y, a par- Ése es el principal "éxito" del gobierno elegido por el voto popular en oc-
tir de una estructura empresarial de tipo conglomera!, incrementaron sustan- tubre de 1983: consolidó el "modelo de valorización financiera" y el bloque de
cialmcn tc d control que ejercían sobre un;t amplia gama de mnc:,dn:s--y de- poder económico que habían emergido del último régimen militar y, por esa
no ¡a 1,, natu r:1 leza desigual yasimdríca - -v. por c¡ué no, clasista- de I a \:lécada vía, reforzó el proceso de disciplinamiento social inaugurado a sangre y fuegv el
perdida'· de los años o_chen_ta, To<lo cilc, invi ,.a a reftexíonar acen:a de si Ja g:cs- 24 de marzo de 1976. En otras palabras, se trató de un claro éxito para los sec-
tión c<:onómíca d,el:radiqili.smo foe c:.n fra<:av,. tal como se desuca en mnd,a tores dominantes de nuestro país, no así para ampHas capas de la sociedad ar-
de la li1crnw,a di.$ponible: En este semicto, sí la cvaluaciónsecent,a en d corn- gentina para las cuales la "pérdida de una década" fue una realidad ostensible.
ponami,,nto de ll macrocconon,fa dur,uHc· esta ·etapa, pocas dudas qunb11 Así, consideramos que la caracterización de "década perdida" minimiza sobre-
acerca de la validez de~ afirmación; sin embargo, creemos que no ocurre lo manera las implicancias reales de la profunda regresividad de la evolución eco-
mismo cuando se iudagan las principales resultantes estructurales de la mayo- nómica durante la década de los ochenta.
ría de las políticas económicas aplicadas, es decir, cuando se procura identifi- Detrás de los numerosos desequilibrios macroeconómicos que distinguieron
car a las fracciones sociales ganadorasy a las perdedoras. al gobierno radical (elevada inflación, dé6cit fiscal, aumento del endeudamien-
to público, muy pobre inversión, fuga de capitales locales al exterior, etcétera)
cabe reconocer un mismo denominador común: fl creciente fortalecimiento
VII. Reflexiones finales estructural de un núcleo muy pequeño de grandes actores económicos. Lo pa-
radójico de la etapa analizada es que para "resolver" esos males, en numerosas
Cna de las prlñcipales c.oncht~ioncs que snrge de este análbis es (jue cH d ocasiones y bajo diversos mecanismos -que casi nunca lograron los objetivos
transcurso del gobierno de Alfonsín se profundizaron muchas de las crüícas explícitamente perseguidos- se solicitó la "colaboración" de esos grandes ca,
herencias dictatoriales en el campo de la economía: achicamiento y reestruc- pitalistas, a cambio de lo cual se les otorgaron distintoJ tipos de concesiones
turación regresiva del aparalo productivo, alta inflación, desequilibrio fiscal, que afianzaron aún más su poderío económico y ~u ca~acidad de coacción so-
elevadfsimos grados de endeudamiento externo, «internacionalización" y "fi- bre el sistema político, al tiempo que agudizai:on los desequilibrios, configu-
nanciarización~ de parte importante del excedente nacional, bajísima acumu- rando un círculo vicioso que culminó en una profunda crisis estatal y en una
lación del capital en el ámbito local, deterioro labora.!, distribución inequitati- · fuerte polarización sociaL
va del ingreso, etcétera.· Así, por ejemplo, mientras que estos actores aparecieron «de un lado del
Sin embargo, en ese marco t,grcgado pnedcn identificarse ,, ..,,-,,,e,,..,.,, di- mostrador" dando cuenta de una proporción considerable del desequilibrio fi&-
ferc, ,ciaks - si 1,o antagónicas-- e nt1-e las distintas clases y fracciones de das e: cal del período, también estuvieron "del otro lado" financiando al Estado na-
mien11as qu,· gr,11·, parte de lasocie(bd vio deteriorane en forma pn,. cional a tasas "ruinosas". Asimismo, a cambio de que trajeran al país parte de
mu,ciad,1 ~u., condiciones de vída ¡nri JHit,u una aguda crlsis 11HcioL..-onó¡11ica, los cuantiosos recursos que habían fugado al exterior durante la última dicta-
los integrantes del bloque dominante posdict.adura -en especial, los grandes dura militar, para invertirlos en actividades productivas, recibieron numerosas
grupos económicos---,,.registraron un notable salto cuantitativo -en numero- prebendas estatales que, antes que alentar un incremento en la formación de
sos casos también cualit.1.tivo-- en sus respectivos ciclos de acumulación y re- capital en el ámbito local, terminaron canalizándose hacia otro tipo de activi-
producción ampliada del capital. En gran medida, esto fue posible debido a la dades (especulación finariciera, fuga de capitales, etcétera).
i

1
~~=~.,~~-~~,4t~ .e\· · · .,, '.ti:itc9NÓMÍA POÚTICA DEL GOBIERNO DE ALFONSÍN

. Referencl~ bibliográficas
S29

sín permitie~ lá continuidad ije.)á ;J~ea de actunulaci6n dél ~pital'coné~n-.


fiado interno~ Elfo condujo al fo{131.eclinientóaesµn . tipo debwwesía·muclio.
más preocupada por el ·lolmJ para ·obrener transferencias desde el Estado que
por la realización de inversiones productivas y el destino de la Nación (fo cual
ubica a esta fracción de clase en las antlpodas de lo que en teoría constituirla
una genuina burguesía µacional). La política económica se basó, de este mo- Acevedo, Manuel; Basualdo, EduardoyKhavisse, Miguel (1990): ¿Qy,iénesquién?Losdue-
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acreedores externos. Esta es la responsabilidad que le cabe a la primera admi- Acuña, Carlos y Golbert, Laura ( 1990): "Empresarios y política· (parte II). Los empresa-
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