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se rer 3 Lavida narrada
e803 5 Memoria, subjetividad
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Cre, voces -eipetenaas~ que Vazanuna caroaa
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Fado clos y conomparanes, até anda
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‘emu. Unateats coro rl paneer
(euadore ene cuss ioquenat revel roo
‘sagan cia y pon
exc WM la ;apitulo 11. Narrativas de la memoria:
Ja vor, laescritura, la mirada"
1 woe, la exciture, la mirada, el recwerdo sibito o la introspec
‘cn, lo que emerge de pronto para ser olvidado, lo que queda a
fente para un no decir. en ese devenirincierto se despliegan las
narratives de la nemora, que, como le biograi, evan -¥ re
quieren la figura sensible dela delicadeza?
‘Und primera disincin se impone ent plural y singular “na
rrativa, que aude a todo lo que pu
historia, crénica periodic, estados de mundo y del alma, y na
rrativa en singular, como perspectiva tdvico-metodogica ~ue
"lgunoslamaran epsteraolgca-relevante pars la nvestigaeion
social también para ls estudoslterarios Est es el ereno ge
a de gut a tora, el pensamiento
critic ~y también la poesia~ son una ayuda invalorable ante la
flaquera del andar, incluso ali donde parece que todo est p
ido. Una perspective que permite por cierto abor
fis, cualquiera sea su geneo o u especie y sabre todo aq
stravesadas por la experiencia taumética de guerras,volencla,
dictadurss
rari nternectcal Naralbvus dea Memoria, qo laren a Fculd Je
‘Ger Soils del oad de Chee dese 2016.
"Un er is a fia bthein “an nap enter
ai cnndercn, ors tas veda rent de
‘ier amorce po jong each Fat, oe habe des dla GeLa narrative
Podriamas comenar diciendo quelainvestgacion desde l nr:
‘va requlete ante todo de una pasicidn de escuchaatents: no slo
€ qut sino tambien el ebm del deci, no séo el "contenido" de
{tua historia sino los modas desu enuncaci6n, no slo el contoeno
Ge una imagen sino su profundiad, su ford, aquello que ocuta
tanto como muestra. Una escucha ~en el sentido fuerte que eda-
mos, siguiendo a Derrida (2987)- come tein, lsposiién hacia
fled. que supone tanto la apertura afectv, la percepcién de los
detalles, come una fundade curiosidad analtca
‘Nos un camino definido de antemano sino mis bien un andar
que artcula divers enfogues en el intento de pensar la comple-
Gad de nussto tiempo y ss desafios. Desde dénde partir en ese
jtineraro? En mi caso, desde una perspctiva transdisiplinala
‘donde conflayenteorias de! lengua y del discuso lator pli
tia, el prcoandlss,y donde a dimension simbdlica se interpone
ant toda usin de capturar el "hecho" 0" cosa ens record
dlonos que nuestra perenenci al mando est modelada por ella.
Enesta perspectiva cobra relevanca los modos de a enunciacion,
los sujetosy sus interacciones, las tramas del disclirso social as
ideologias, ls pequeos rato, la memoria, las identidades os
afectos, a velacién entre lo personal ylocoletvo. Me centraré en
tonces en lo que considero esencial para abordar las narratives de
J memoria: una interzogacion en tarno del lengua, e sujto el
espacio biogrificay las "identdadesnarrativas, omando el ca
cepto de Ricoeur (1983/84/85).
En torno del lenguaje
Lainterrogacia sobre ellenguaje es un paso necesiio en toda in
vestigacinnarrativa, En su dimensiGn femal como sistesa, en st
polencialida semitica, en su varsci sntitica, en su enorme
a discursiva, El lengusje como abjeto de I osetia, como
‘constructor del mundo, como configurativo de la subjeidad
imprime un gto peclia a reflexion, ateauendo la fantasia de
prehension dal hecho “puro” o ela de aleanzr la plenitad del
sentido, Cuando creemos hablar de los hechos, nos advert lin
alls francés Oswald Ducrot (1980), en verdad estamos siempre
~ hablando de palabras sobre los hechos.¥la palabra, mis ali desu
(obliga) pretensén de exactitud xté marcada porla dupicidad,
Ja fla, el desvo, el desvaro.. La primacis de a dimension sim
Délica como distancia crtca de toda airmacin es dude eta dp
tea inberente «tad indsgacinen el campo cultura
Este énfasisen toro del lenguaje no supene dejar de lado el
cuerpo, a corporalidady ls innirmera formas dela accién hum
na sino, por el conratio, establecer una relacionindisociabe con
clos. En esta perspective acontecimiento habia el lengusje lo
hace en una nocidn de dscurso que no se deslinda de dieu
50 no slo como palaba sino también cuerpo, get, secib, for
ima de vida, sein la medfora de Wittgenstein (1988). Una noclén
{que no supone una equivalencia entre ambos pero gue nos ex
ze de la vieja dstncion entre “dscursiv" y “extradacursvo” a
como también entre “sujete”y "mud como dos entidades que
‘se enfventarfan desde una mutua exerordad,Sujetoen el mundo
yymundo en el sueto, podria ser una manera de enuncar el prin
‘pio dalgico de MijallBatin (1982); ese vaivén que ace dela
razén-y dela afectivdaé- una consruccin socal al tiempo que
una creadorapotencia individual
Es precisament Ia alectviad lo que aleja al engusje del es
teecha concepcién de un "edi Lenguae como txoro de a ex:
pesencia de ls humanidad, donde los sents y Jos signifiados
han sido amasedos con la vida misma de las generaciones. Len-
susje -lenguas pariculares- en cuya puesta en juego puede en
‘contrat, segin nos ensefara Emile Benveniste (1983), tanto el
fundamento de la subjetividad y la persona -"YoTa"~ como la
fuente del iempo en su presente “ahora junto a un “aq tian:
‘gulaci6n que delimita ls espacoftemporaidad de la enunclacén,
haciendo de ela un acomtecimiento En esa dfinicén de “la sub-
jjtividad en ellenguse” -que es en verdad una intersubjetvided-,