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En los últimos meses parece haber habido una cantidad inusual de alboroto en cuanto al
fin del mundo. Pero aquí hay 7 cosas que todavía necesitan suceder antes de la
Segunda Venida.
Sólo semanas antes de su muerte, el Presidente Lee habló con los estudiantes en el
Ricks College (ahora Brigham Young University-Idaho) y dijo:
“Los hombres pueden fallar en este país, los terremotos pueden venir. . . y la dificultad,
pero esta nación, fundada en los principios establecidos por los hombres que Dios
levantó, nunca fallará. . . . Este es el lugar de la Nueva Jerusalén. . . Este es el lugar . . .
donde el Salvador vendrá a Su templo. Esta es la tierra favorecida en todo el mundo. Sí,
repito, los hombres pueden fracasar, pero esta nación no fallará. “El presidente Lee
entonces le hizo un gesto: “Les ruego que no prediquen el pesimismo. Prediquen que
este es el país más grande del mundo. Esta es la tierra favorecida. Esta es la tierra de
nuestros antepasados. Es el lugar que se mantendrá a pesar de las pruebas o las crisis
que puedan atravesar”(Ye are the Light of the World, Deseret Book, 1974, 350-51).
Este sigue siendo un consejo bastante sabio. Por alguna extraña razón, sin embargo,
muchos de nosotros, con demasiada frecuencia y facilidad volteamos nuestras cabezas
y volvemos nuestra atención al sensacionalismo. De la misma manera que nuestra
sociedad tiende a acudir a películas u otras formas de entretenimiento que son ruidosas
o violentas o que se aprovechan de los instintos más bajos de la naturaleza humana,
también hay Santos de los Últimos Días que siempre están corriendo en preparación
para algún un nuevo trauma en la sociedad- algunos temen la tragedia que está a punto
de golpear la tierra.
¿Por qué caemos en esas cosas cuando en realidad tenemos profetas y
apóstoles que han sido encargados para dirigir el destino de la Iglesia
de Jesucristo en estos Últimos Días?
Fue el profeta Amós quien declaró que el Señor no haría nada que Él no diera a conocer
a través de Sus siervos los profetas (Amós 3: 7).
Fue a un pequeño grupo de hombres que serían llamados al primer Cuórum de los Doce
Apóstoles en esta dispensación, que esta significativa palabra llegó:
“Y a vosotros os será permitido conocer las señales de los tiempos, y las señales de la
venida del Hijo del Hombre” (DyC 68:11; énfasis añadido).
Mi punto es este: si el Señor Jesucristo vendrá en poco tiempo, ¿no se les dará a sus
siervos ungidos alguna dirección divina para ayudar a preparar a los miembros de la
familia de la fe para ese grande y terrible día? Que los Hermanos rara vez hablen hoy
sobre este tema es una poderosa afirmación de que no necesitamos sentir pánico acerca
de alguna fatalidad latente o estar demasiado entusiasmados con el inminente regreso
del Salvador.
Hay muchas, muchas cosas que deben ocurrir antes de que Jesucristo regrese a la tierra
para reinar como Rey de Reyes y Señor de Señores. ¡La Segunda Venida no tendrá
lugar la próxima semana o el próximo mes!
“Si avanzamos sin perder la visión de nuestra meta, sin hablar mal de nadie, viviendo
los grandes principios que sabemos que son verdaderos, la causa del Evangelio
avanzará en majestad y poder para llenar la tierra. Se abrirán las puertas que hoy
están cerradas para la prédica del Evangelio. El Todopoderoso, si es necesario, hará
estremecer a las naciones para humillarlas y hacerlas escuchar a los siervos del Dios
viviente. Lo que sea necesario se llevará a cabo“ (Conference Report, octubre de 1997,
pág. 92).
“Vemos al Señor derribar las barreras para que el mundo del Islam y el mundo del
comunismo puedan escuchar el mensaje de la restauración; y nos gloriamos en el
hecho de que Ismael, así como Isaac y Esaú, así como Jacob, tendrán una herencia en
el reino eterno”(Conference Report, abril 1980, 98).
Es decir, primero deben escuchar y aceptar el mensaje, ser bautizados por la debida
autoridad, recibir el don del Espíritu Santo y unirse a las congregaciones locales de los
Santos de los Últimos Días. Al hablar de los judíos, Jacob, hermano de Nefi, recordó a
su pueblo que Jehová había hablado a los judíos “por boca de sus santos profetas, aún
desde el principio, de generación en generación, hasta que llegue la época en que sean
restaurados a la verdadera iglesia y redil de Dios “(2 Nefi 9: 2, énfasis añadido)
Esta profecía antigua, repetida en la revelación moderna (DyC 36: 8; 42:36; 133: 2), se
refiere a una de las apariciones preliminares del Salvador, una llegada a su templo en la
Independence, Missouri, que tiene lugar antes de su venida gloriosa. El élder Orson
Pratt señaló que el Salvador “vendrá de repente a su Templo y purificará a los hijos de
Moisés y de Aarón, hasta que estén dispuestos a ofrecer en ese Templo una ofrenda que
sea aceptable a los ojos del Señor”. Ver Malaquías 3: 3; DyC 13; 84:31] (Journal of
Discourses 15: 365-66).
Esta es otra aparición preliminar del Salvador, un gran concejo del sacerdocio, ocasión
para una gran reunión sacramental, un tiempo en que el Hijo del Hombre tomará de
nuevo del fruto de la vid con sus amigos terrenales. ¿Y quién estará presente? Las
revelaciones especifican a Moroni, Elías, Juan el Bautista, Elías, Abraham, Isaac, Jacob,
José, Adán, Pedro, Santiago, Juan “, y también, el Salvador aclara “y también con todos
aquellos que mi Padre me ha dado de entre el mundo“(DyC 27: 5-14), multitudes de
Santos fieles desde el principio de los tiempos hasta el fin. Será una reunión de
liderazgo, un tiempo de rendir informe, una explicación sobre las mayordomías del
sacerdocio.
“Esto. . . será uno de los mayores eventos que esta tierra turbulenta haya visto jamás.
En esta conferencia, o concejo, todos los que han tenido las llaves de las
dispensaciones rendirán un informe de su mayordomía. . . . No sabemos cuánto tiempo
durará esta reunión, ni cuántas sesiones se celebrarán en este gran concilio. Basta con
saber que es una reunión del Sacerdocio de Dios desde el principio de esta tierra hasta
el presente, en la cual se harán informes y todos los que han recibido dispensaciones
(talentos) declararán sus llaves y ministerio y harán informe de su mayordomía” (El
Progreso del Hombre [Salt Lake City: Deseret Book, 1964], 481-82, comparar
McConkie, The Millennial Messiah, 582-84).
“Mas he aquí, os digo que antes que llegue este gran día, el sol se obscurecerá y la
luna se tornará en sangre; las estrellas caerán del cielo y habrá señales mayores arriba
en el cielo y abajo en la tierra“(D. y C. 29:14, véase también 34: 9, 45:42).
Podríamos seguir y seguir, enumerando las señales de los tiempos y los acontecimientos
proféticos que aún no han llegado a pasar o se han cumplido. Aunque ciertamente
estamos más cerca de la Segunda Venida de lo que estuvimos hace un año, y aunque
muchas de las señales de los tiempos se han cumplido, todavía hay mucho que el Señor
puede hacer en esta tierra antes de que Sión sea redimida, los santos han sido
santificados, la obra de la Iglesia restaurada ha sido llevada a buen término, y las
comunidades de Sión establecidas en cada nación, tribu, lengua y pueblo.
Por cierto, tenemos trabajo que hacer para prepararnos para el fin del mundo, la
destrucción de los impíos en el momento de la Segunda Venida del Señor en gloria
(José Smith-Mateo 1: 4, 31).
Este artículo fue escrito originalmente por Robert L. Millet y fue publicado en
ldsliving.com, con el título 7 Things That Still Need to Happen Before the World Ends
Español © 2017 LDS Living, A Division of Deseret Book Company | English © 2017
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