Kant no duda que el conocimiento científico, universal y necesario, es
posible; la física de Newton lo prueba. Y sabe que un conocimiento de este tipo no puede tener su fundamento en la mera costumbre. De ahí que no se pregunta por la posibilidad sino por las "condiciones de posibilidad". Su teoría le permite encontrar el suelo firme para la Ciencia no en el noúmeno —en la realidad, en la cosa en sí— sino en el propio sujeto, portador de formas universales que obtienen de la experiencia la materia indispensable para construir su objeto de conocimiento, el fenómeno.
Kant pretende establecer cuáles son los límites y las posibilidades de
nuestro conocimiento, único medio por el que el hombre podrá alcanzar su mayoría de edad, librándose de todas las tutelas, oscurantismos y supersticiones. El criticismo kantiano supone un intento de conciliación y superación de ambas posturas, el racionalismo y el empirismo: aunque todo conocimiento ha de provenir de la experiencia, sin embargo no todo conocimiento se agota en ella, ya que si no, no obtendríamos nunca certezas con carácter universal y necesario. • Kant pondrá el acento en el sujeto que conoce. El sujeto no encuentra al objeto como algo dado sino que lo construye.
• A priori: independiente de la experiencia y condición de
posibilidad de toda experiencia.
• Noúmeno: la cosa en sí, la realidad tal como es en sí misma.
(Permanece incognoscible.)
• Caos de impresiones: las impresiones constituyen la materia del
conocimiento. Sin ellas el intelecto no conocería nada. Pero irrumpen en el intelecto en forma caótica y es éste quien las ordena con sus formas a priori construyendo el fenómeno. Kant dice que las impresiones sin las formas y las categorías que aporta el intelecto serían "ciegas". Entonces, si bien les reconoce a los empiristas que todo conocimiento comienza con la experiencia, no admite que todo conocimiento provenga de la experiencia pues el mismo sería imposible sin el aporte que hace el sujeto de sus formas a priori.
• Formas y categorías a priori: las formas y categorías a priori
construyen el fenómeno a partir del caos de impresiones. Kant sostiene que, sin las impresiones, las formas y categorías permanecerían "vacías".
• Objeto de conocimiento: el intelecto, con sus formas a priori de la
sensibilidad y sus categorías del entendimiento, construye, tomando como materia las impresiones caóticas, el objeto de conocimiento, el fenómeno, que es intramental. El intelecto no conoce las cosas tal como son en sí mismas (noúmeno) sino tal como él mismo las construye (fenómeno).
• Ideas de la razón pura: las ideas de Dios, de alma y de mundo
permanecen vacías. Son las impresiones las que dotan de contenido a las formas vacías del intelecto, pero de las ideas de la razón no tenemos impresión alguna. Estas ideas proyectan la tendencia de la razón a realizar una síntesis cada vez más abarcativo, hasta un plano en el que este objetivo ya no puede ser logrado
BIOGRAFIA
Immanuel Kant (Königsberg, Reino de Prusia, 22 de abril /1724 -
ibídem, 12 de febrero /1804)
Fue un filósofo alemán. Es el primero y más importante representante del
idealismo alemán y es considerado como uno de los pensadores más influyentes de la Europa moderna, del último período de la Ilustración y de la filosofía universal. Una sostenida meditación sobre los diversos fenómenos del obrar humano nos remite necesariamente a Kant, que junto con Platón y Aristóteles constituye, el hilo conductor de los grandes aportes al conocimiento humano. INDICE
• Contexto histórico y cultural de la época. (ilustración)
• Biografía de Kant
• ¿Cuál es la Teoría del conocimiento de Kant?
• ¿Cual es la importancia, crítica y vigencia de Kant?
CONTEXTO HISTORICO: LA ILUSTRACION
¿Qué es la ilustración? - Según Kant
«La Ilustración significa el movimiento del hombre al salir de una
puerilidad mental de la que él mismo es culpable. Puerilidad es la incapacidad de usar la propia razón sin la guía de otra persona. Esta puerilidad es culpable cuando su causa no es la falta de inteligencia, sino la falta de decisión o de valor para pensar sin ayuda ajena. “Sapere Aude” «atrévete a saber», «ten el valor de usar tu propia razón». es, por consiguiente, el lema de la Ilustración.»
SIGLO XVIII: EL INICIO DE LAS REVOLUCIONES
El siglo XVIII constituye, una época de progreso de los conocimientos
racionales y de perfeccionamiento de las técnicas de la ciencia. Fue un período de enriquecimiento que potenció a la nueva burguesía, si bien se mantuvieron los derechos tradicionales de los órdenes privilegiados dentro del sistema monárquico absolutista. Sin embargo, la historia del siglo XVIII consta de dos etapas diferenciadas: la primera supone una continuidad del Antiguo Régimen (hasta la década de 1770), y la segunda, de cambios profundos, culmina con la Revolución Estadounidense, la Revolución francesa y Revolución industrial en Inglaterra.
Esta corriente abogaba por la razón como la forma de establecer un
sistema autoritario ético. Que pretendía recoger el pensamiento ilustrado. Querían educar a la sociedad, porque una sociedad culta que piensa por sí misma era la mejor manera de asegurar el fin del Antiguo Régimen (el absolutismo y las dictaduras se basan en la ignorancia del pueblo para dominarlo). En su redacción colaboraron otros pensadores ilustrados como Montesquieu, Rousseau y Voltaire.
Los líderes intelectuales de este movimiento se consideraban a sí mismos
como la élite de la sociedad, cuyo principal propósito era liderar al mundo hacia el progreso, sacándolo del largo periodo de tradiciones, superstición, irracionalidad y tiranía (periodo que ellos creían iniciado durante la llamada Edad Oscura). Este movimiento trajo consigo el marco intelectual en el que se producirían las revoluciones Guerra de la Independencia de los Estados Unidos y Revolución francesa, así como el auge del capitalismo y el nacimiento del socialismo.
Otro destacado movimiento filosófico del siglo XVIII, íntimamente
relacionado con la Ilustración, se caracterizaba por centrar su interés en la fe y la piedad. Sus partidarios trataban de usar el racionalismo como vía para demostrar la existencia de un ser supremo. En este periodo, la fe y la piedad eran parte integral en la exploración de la filosofía natural y la ética, además de las teorías políticas del momento. Sin embargo, prominentes filósofos ilustrados como Voltaire y Jean-Jacques Rousseau cuestionaron y criticaron la misma existencia de instituciones como la Iglesia y el Estado.
El siglo XVIII vio también el continuo auge de las ideas empíricas en la
filosofía, ideas que eran aplicadas a la política económica, al gobierno y a ciencias como la física, la química y la biología. En la historia nada es casual, un hecho es la consecuencia inevitable de otros que lo precedieron. La Revolución francesa, si bien tuvo otras causas, no hubiera sido posible sin la presencia del iluminismo que, poniendo luz sobre el oscurantismo de la Edad Media, época en que se impedía pensar libremente, se alejó de los dogmas religiosos para explicar el mundo y sus acontecimientos, para hacerlos a la luz de la razón.
El iluminismo tampoco hubiera existido de no haberlo precedido un
debilitamiento del poder de la Iglesia a causa de la reforma protestante, que dividió al mundo cristiano; y del humanismo, movimiento filosófico que centró en el hombre el objeto de las preocupaciones terrenales, quitando a la religión ese privilegio y desechando el teocentrismo.
El Idealismo alemán es una escuela filosófica que se desarrolló en
Alemania a finales del siglo XVIII y comienzos del siglo XIX. Surgió a partir de la obra de Immanuel Kant en los años 1780 y 1790, vinculado estrechamente con el Romanticismo, la Ilustración y el contexto histórico de la Revolución francesa y las posteriores Guerras Napoleónicas. Los principales pensadores del movimiento fueron, además del propio Kant, Fichte, Schelling y Hegel. También pertenecen a la escuela filósofos de talla menor, como Jacobi, Schulze, Reinhold y Schleiermacher.
IMPORTANCIA Y VIGENCIA DE KANT
Sin duda alguna, Kant es uno de los más grandes pensadores de
Occidente y ha influido, quizá como ningún otro, en la filosofía de hoy. La obra del pensador prusiano no representa sólo un hito intelectual sino también una reforma de la Ilustración en virtud de su fuerte acento autocrítico, el cual le permite evitar los excesos representados como “dialéctica de la Ilustración” y que recientemente han dado lugar a la corriente “posmoderna”. En efecto, es enorme el número de conceptos y problemas actuales que tienen su fuente en Kant y nociones claves de su filosofía son palabras decisivas en nuestra época. Las más variadas orientaciones del pensamiento han visto a Kant como un punto de referencia obligado e incluso el detractor de la filosofía kantiana tiene que reconocer que Kant modificó radical e irreversiblemente el escenario filosófico.
Kant es quizá el filósofo que más ha insistido en la importancia de la
capacidad crítica como elemento crucial de la labor educativa y ha descrito cuidadosamente en qué consiste la tarea crítica de la filosofía, cómo ésta es indispensable en nuestra formación y cómo puede ser enseñada la actividad filosófica entendida como tarea crítica. El pensador de Königsberg considera que el enfoque crítico es la característica suprema de la actividad filosófica, lo cual, desde luego, no excluye otras funciones características de la filosofía y señala que las tesis filosóficas han de ser consideradas, fundamentalmente, por su capacidad para ser discutidas con instrumentos racionales y por resistir tal discusión crítica. El desarrollo de la actividad filosófica depende, esencialmente, del papel de los argumentos racionales en la crítica de las pretensiones de solución de un problema.
Influencias recibidas:
• El racionalismo alemán, cuya figura fundamental es Wolff, el cual
pretende un conocimiento racional de todo lo existente.
• El empirismo: tras la lectura de Hume, Kant se da cuenta del
dogmatismo, del racionalismo por su confianza ciega en la razón, lo que les hace caer en paralogismos y antinomias. Del empirismo toma la idea de los límites de la razón que están en la experiencia. Pero el empirismo cayó en el escepticismo, que cree imposible el conocimiento de cualquier realidad metafísica.
• Kant parte de la base de que el hombre es el único animal que ha
de ser educado, para lo cual son necesarias tanto la disciplina como la instrucción, dos elementos de un binomio que hace posible que el ser humano sea tal: "El que no es ilustrado es necio, quien no es disciplinado es salvaje".