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RESUMEN DE RESPUESTAS

ELABORADO A PARTIR DE LO CONVERSADO EN LA ÚLTIMA REUNIÓN DE PROFESORES.

2. A partir de la finalidad de la asignatura de Religión y las experiencias de las clases de Religión


¿Qué Programa de Religión Católica soñamos?

A la luz de lo recogido durante la última reunión de profesores y profesoras de religión de la diócesis,


se puede advertir la necesidad de un programa de Religión más pertinente, adecuado y cercano a
la experiencia general de estudiantes que, en su mayoría, no provienen ni de colegios confesionales
católicos ni de familias religiosas. Para nosotros es un desafío muy grande trabajar con jóvenes
adolescentes en que su fe no está fortalecida.Dada la experiencia de fe tan escasa y cuestionada en
muchos hogares somos los profesores quienes terminamos “enseñando valores”, no como único
elemento, sino como un servicio que no logran descubrir en otras instancias, por lo que solamente
dedicarnos a un programa “para personas que tienen o están en camino de fe” no sería la opción
más adecuada. En mi opinión debe ser un programa integral que contemple actividades también
para este tipo de jóvenes que les falta fortalecer su fe que diría son la gran mayoría de los
estudiantes con los cuales trabajamos y una realidad presente en el aula.

Requiere además una adecuada integración de nuevas tecnologías (TICS) a los contextos didácticos
y pedagógicos de las clases de religión, se deben incorporar sugerencias actualizadas, ya que los
estudiantes han variado mucho en su actual composición, y los profesores terminamos
desactualizados por un programa que no lo comprende.

Un programa fácil de entender con actividades factibles de realizar, comprensible.Además como


apoyo a este programa contar con una página web chilena que contemple apoyo para nosotros los
docentes con recursos actualizados canciones, películas para niños y adolescentes, videos, ppt,
material concreto , láminas , textos bíblicos con sus respectivas reflexiones etc.Mi sueño, o nuestro
sueño de los docentes que trabajamos en colegios municipalizados es contar además con textos de
estudio para cada uno de nuestros estudiantes, textos sencillos adecuados a la realidad del
estudiante , y a color.Un programa ubicado en la dimensión trascendente propia de toda vida, que
responda en el desarrollo de las habilidades a un ser capaz de mirar más allá, respondiendo a
grandes interrogantes pero conectando con el dato concreto, que responda al derecho humano de
la formación religiosa, pero que no parta del supuesto de la fe como condición para comprender y
comprenderse de forma absoluta, sino que prepare para el (posible) encuentro con lo divino.

Un programa de Religión que permita al hombre y la mujer pensar, soñar más allá de los límites del
sistema neoliberal, un programa que permita el encuentro con el otro (otro humano y otro divino).
Un programa que apunte a que finalmente los niños y jóvenes puedan descubrir su vocación,
esbozar y posteriormente elaborar su proyecto de vida realista al servicio del prójimo , de la
sociedad en donde se puedan realizar como personas poniendo en práctica los valores del evangelio
. Un programa que se diferencia claramente de la Catequesis y que pueda ser reconocido, en sus
paralelos y conexiones, con un programa del sistema escolar chileno y no como un añadido
“tolerado” en el currículum.
3. ¿Qué ideas, sugerencias y criterios deseamos que los profesores representantes de nuestra
diócesis aporten en la primera jornada nacional, sobre las orientaciones teológico-pastorales y
curriculares del nuevo Programa de Religión?

Como sugerencias se plantea que sea un programa que se identifique a sí mismo como la respuesta
pertinente al derecho de la formación religiosa y la dimensión trascendente del ser humano,
fundado no sólo en documentos magisteriales (que podrán ser nuestro sustento, pero no tienen por
qué ser el sustento de todos) sino claramente identificado con la documentación oficial del
Ministerio de Educación y las leyes relativas (ley General de Educación, Declaración de los Derechos
del Niño, Convenio 169 OIT). Plantear asimismo que el profesor y la profesora de religión es siempre
un modelo “valórico” y testimonial de una opción de vida y fe, de una forma de comprender el
mundo desde la figura de Jesús y que por lo mismo es capaz de mostrar a Jesús desde la enseñanza
de una cultura ético religiosa.Un modelo a seguir sin discriminación hacia las otras religiones. Una
persona que viva los valores y su testimonio de fe siempre presente, de buen trato y honesto con
sus semejantes.

Plantear también la necesidad de pasar de la competencia a la humanidad. Entender el programa


de religión como un aporte para cambiar la forma en que nos vamos instalando en el mundo y ser
una propuesta nueva, clara, realista, activa y desafiante de construcción de nueva civilización bajo
el paradigma del amor de Dios.

Ampliarse a la experiencia religiosa universar, no sólo desde lo católico como absoluto y perfección,
sino desde la revelación de Dios hacia todos con todas sus formas culturales. Reconocer que el ser
humano es un “animal religioso”, un ser que en su naturaleza busca, gusta y descubre a Dios sin que
necesariamente la expresión cultural ni el culto elevado sea el mismo para todos. Un programa que
cultive (sin imponer, pero con ejemplos potentes) el gusto por Dios.Que nos enseñe a descubrir y
amar a Dios nuestro padre.

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