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La energía solar es una fuente de energía renovable que se obtiene del sol y con la que se pueden
generar calor y electricidad. Existen varias maneras de recoger y aprovechar los rayos del sol para
generar energía que dan lugar a los distintos tipos de energía solar: la fotovoltaica (que transforma
los rayos en electricidad mediante el uso de paneles solares), la fototérmica (que aprovecha el calor
a través de los colectores solares) y termoeléctrica (transforma el calor en energía eléctrica de forma
indirecta).
La energía solar fotovoltaica se basa en el principio de que la energía contenida en las partículas de
luz (los fotones) puede ser convertida en electricidad. Esto se logra a través del denominado proceso
de conversión fotovoltaica.
El voltaje de salida de una célula fotovoltaica es bajo (0.6 V). Esta es la razón por la cual las células
se colocan en series eléctricas, luego se encapsulan entre una placa de vidrio en la parte delantera
y otro material a prueba de humedad en la parte posterior. Por lo tanto, forman un módulo
fotovoltaico (producto que está disponible comercialmente). De acuerdo con las tecnologías y el
tipo de uso que se hace de él, este módulo tiene un área de superficie de 0.1 m² (10 W) a 1 m² (100
W), valores indicativos promedio, y declina voltajes de 12 V, 24 V o 48 V dependiendo de la
aplicación.
A grandes rasgos podemos resumir que lo que ocurre es que, mediante la utilización de un
dispositivo especialmente diseñado a tal efecto, se obtiene electricidad gracias al efecto
fotoeléctrico de la luz solar. Generalmente estos dispositivos consisten en una lámina metálica
semiconductora que recibe el nombre de célula fotovoltaica. Otra variante es una deposición de
ciertos metales sobre un sustrato o capa fina. Recientemente ha habita también grandes avances
en la elaboración de dispositivos orgánicos.
Como resultado de este proceso de conversión fotovoltaica, se obtiene energía a bajas tensiones
(entre 380 y 800 V) y en corriente continua. Posteriormente se utiliza un inversor para se
transformarlo en corriente alterna.
COSTOS
El valor puede variar según la potencia determinada por watt-pico (Vatio-pico) de electricidad. Las
potencias más utilizadas en los sistemas solares fotovoltaicos son aproximadamente entre 200 Wp
a 330 Wp.
Cuando se planea invertir en paneles solares, es necesario contar no solo con los costos de los
paneles solares, también los de los equipos fotovoltaicos (micro inversores, inversores, baterías,
controladores, cableado, estructuras, protecciones eléctricas y demás), el diseño del sistema de
acuerdo a la necesidad, instalación, operación y mantenimiento. Hoy se ofrecen varios tipos de
paneles solares, para soluciones en empresas, hogares y proyectos rurales.
Existen en el mercado modelos económicos en los que la empresa prestadora del servicio corre con
los costos asociados a los equipos fotovoltaicos y el cliente se compromete con el pago de una tarifa
mensual durante un tiempo acordado. Este modelo de negocio, es un acuerdo de compra de energía
o PPA (Power Purchase Agreement).
El costo de una instalación solar fotovoltaica depende de su tamaño, es decir, de su potencia, ósea
del número de paneles, de la cantidad de inversores, de equipos y del material necesario para la
instalación.
Es normal que las personas pregunten: ¿Y cuánto vale un panel solar? pero la realidad es que un
panel solar solo no es lo que hace funcionar el sistema; este es un conjunto de paneles (pueden ser
10, 100, 1.000 o más unidades) + equipo de inversores + estructura de soporte + materiales de
instalación + diseño + ingeniería e instalación. Por tanto, cuando se habla de costos, la pregunta
adecuada es: ¿Cuánto es el costo total de una instalación solar fotovoltaica? Éste dependerá de las
necesidades de energía del usuario, es decir que cada proyecto es como “un traje hecho a la
medida”.
Ejemplo:
Energía solar fototérmica
La energía solar térmica consiste en el aprovechamiento de la energía procedente del Sol para
transferirla a un medio portador de calor, generalmente agua o aire.
Entre las distintas aplicaciones de la energía solar térmica existe la posibilidad de generar energía
eléctrica. La tecnología actual permite calentar agua con la radiación solar hasta producir vapor y
posteriormente obtener energía eléctrica.
Grandes centrales de energía solar térmica. En estas centrales se concentra el calor en un punto
para generar vapor, con el vapor se acciona una turbina para generar energía eléctrica. Una vez
generado el calor el funcionamiento de una central de energía solar térmica es muy similar al de
una central térmica o una central nuclear. La diferencia radica en que una central térmica el calor
para generar el vapor proviene de la combustión de combustibles fósiles, normalmente carbón, y
en una central nuclear, el calor se obtiene fisionando el núcleo de átomos de uranio.
Los colectores de energía solar térmica son los encargados de captar la energía térmica de la
radiación solar. Estos colectores solares se clasifican como colectores de baja, media y alta
temperatura dependiendo de su forma de trabajar.
El sistema de captación de radiación solar está formado por captadores solares conectados entre sí.
Su misión es captar la energía solar para transformarla en energía térmica, aumentando la
temperatura de fluido que circula por la instalación.
Existen una gran cantidad de sistemas de captación de la radiación solar. La elección de un sistema
u otro dependerá principalmente de si se trata de instalaciones térmicas solares de baja, media o
alta temperatura.
Captador solar plano. Se trata del captador solar más extendido, se pueden obtener
aumentos de temperatura de 60 °C a un coste reducido. Se utiliza en plantas solares
térmicas de baja temperatura.
Captadores solares térmicos no vidriados. Es frecuente, por ejemplo, para calentar el agua
de piscinas. El aumento de temperatura es bajo, en torno a 30 °C. Son más económicos que
los captadores solares planos.
Captadores solares de vacío. Consisten en tubos de metal que recubren el tubo metálico
que contiene el fluido de trabajo dejando entre ambos una cámara que actúa como aislante.
Tienen un rendimiento muy elevado, pero su costo también es elevado.
Captadores solares con sistemas de concentración de la radiación. Se utilizan para
instalaciones que requieren temperaturas más elevadas. Se utilizan paneles en formas
parabólicas o semi-cilíndricas.
Captadores solares térmicos con sistemas de seguimiento de la posición del Sol. Su posición
va variando al largo del día para mantener una posición perpendicular a la radiación solar
recibida.
El agua caliente almacenada se puede utilizar directamente, como es el caso del calentamiento del
agua de una piscina, en aplicaciones de agua caliente sanitaria o calefacción la demanda.
Debido a que el momento de necesidad de agua caliente no siempre coincide con el momento en
el que hay suficiente radiación será necesario aprovechar al máximo las horas de Sol para acumular
la energía térmica en forma de agua caliente.
El sistema de acumulación de energía térmica está formado por uno o más depósitos de agua
caliente. La dimensión de los depósitos de almacenamiento deberá ser proporcional al consumo
estimado y debe cubrir la demanda de agua caliente de uno o dos días.
Sistema de distribución de la energía solar térmica
Una vez que los captadores solares han calentado el medio portador de calor (agua o aire)
aumentando su energía térmica, podemos trasladar esta energía térmica a otras fuentes más frías.
En este sistema se engloban todos los elementos destinados a la distribución del medio portador de
calor y acondicionamiento a consumo: control, tuberías y conducciones, vasos de expansión,
bombas, purgadores, válvulas, etc. También forma parte de este sistema el sistema de apoyo basado
en energías convencionales (eléctricos, caldera de gas o gasóleo), necesarios para prevenir las
posibles faltas derivadas de la ausencia de radiación solar y hacer frente a los picos de demanda.
Aspecto económico y social de una instalación de energía solar térmica en una vivienda
La inversión inicial de un sistema de energía solar térmica será mayor frente a un sistema de
suministro energético convencional. Por otra parte, el su coste de funcionamiento durante los más
de 25 de años de vida de la instalación solar térmica será irrelevante comparado con el de la compra
de combustible o energía eléctrica, reparaciones, mantenimiento, etc. asociado al sistema
energético convencional.
Destacamos las principales ventajas que nos aporta un sistema solar térmico:
Bibliografía: