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II Corintios 3.5-6
LECCION 4
II. La humanidad pecó y ha llevado las muchas consecuencias de ese pecado hasta el día de hoy. Romanos 5:12
D. Socialmente
-el hombre (transfiriendo la culpa; “La mujer que me diste... me dio, y yo comí.” Génesis 3:12
descontento con el matrimonio)
-la mujer (transfiriendo la culpa;
tratando de justificar el pecado) “La serpiente me engañó, y comí.” Génesis 3:13
E. Ambientalmente (sufre el reino “maldita será la tierra por tu causa; Génesis 3:17-1 9
natural)
(La exhortación y “Si bien hicieras, ¿no serás enaltecido? si no Génesis 4:7
solución de Dios hicieras bien, el pecado está a la puerta; con
para la depresión) todo esto, a ti será su deseo, y tu te enseñorearás
de el.”
III. La necesidad más importante del hombre es la de ser justificado (declarado justo) por Dios y reconciliado por la
fe en el Señor Jesucristo (Romanos capítulo 5).
IV. Una persona regenerada es llamada a la santidad (pureza, sin culpa) y santificación (apartada para Dios) (1
Corintios 6:9-20; 1 Tesalonicenses 4:7, 5:23; Tito 2:11-14; 1 Pedro 1:16, 2:9).
La sabiduría de este mundo enseña engañosamente que creer que uno mismo es intrínsecamente bueno, es fundamental para
vivir una vida realizada. Sin embargo, este punto de vista equivocado pasa por alto los resultados devastadores del fracaso de
Adán y Eva al no obedecer a Dios. La Escritura enseña que una vida abundante no depende de tener una “buena autoimagen”
o “más autoestima”. En cambio, la satisfacción en la vida depende de nuestra relación con Dios y en una respuesta bíblica al
problema del “yo” (basado en Proverbios 14:12; Mateo 10:38-39; Lucas 9:23-24; Romanos 5:6-21, 7:15-25, 14:7-8; 1
Corintios 1 :26-31; II Corintios 10:17-18; Efesios 2:1-9; Tito 3:3-7; Santiago 4:14-17).
A. Adán y Eva:
1. Fueron creados a la imagen de Dios (Génesis 1:27, 5:1),
2. Vivieron en un mundo sin pecado (Romanos 5:12),
3. Fueron bendecidos por Dios (Génesis 1:28),
4. Fueron una sola carne (Génesis 2:22-25),
5. Tenían que gobernar la tierra (Génesis 1:2 8), y
6. Estaban en comunicación personal con Dios, su Creador (Génesis 1 :28-30, 2:16-17).
B. Dios puso una sola restricción sobre Adán y Eva, que requería la simple obediencia a Sus órdenes
sin importar los deseos o sentimientos de ellos (Génesis 3:3). Ellos perdieron su lugar de privilegio
con Dios cuando cayeron en la tentación al fijarse en sí mismos (es decir, codiciando, llenándose
de orgullo en su sabiduría y satisfaciendo los deseos de la carne que es todo lo que el mundo ofrece
—1 Juan 2:16). Ellos entonces, desobedecieron el claro mandato de Dios al decidir comer del fruto
prohibido (Génesis 3:1-7). Cuando decidieron enfocarse en sí mismos, pecaron, trayendo las
consecuencias del pecado sobre ellos mismos (Génesis 3:16-24) y sobre cada generación
subsiguiente (Romanos 5:12-21).
A. Ya que nada ni nadie en este mundo se puede comparar con Dios (Exodo 15:11; II Crónicas
6:14; Salmos 40:5, 89:6-8; Jeremías 10:6-7), y solo Él ha de ser exaltado (Salmos 5 7:11, 9 7:9),
en ninguna manera has de exaltarte a ti mismo (Proverbios 30:32). En comparación con Dios el
Creador, el hombre natural es:
1. Como el polvo (Salmos 90:3, 1 03:14);
2. Como un mero aliento y una sombra que pasa, con un período de vida que no es nada a la
vista del Señor (Salmos 39:4-5, 62:9, 144:4);
3. Como hierba (Isaías 40:6-8, 51:12; 1 Pedro 1:24);
4. Como una flor en el campo que florece y luego pasa (Salmo 1 03:15-16; Isaías
40:6-8; 1 Pedro 1:24);
5. Como un vapor que aparece por un momento y luego se desvanece (Santiago 4:14);
6. Insensato y sin conocimiento (Jeremías 51:17a);
7. Como nada y sin importancia (Isaías 40:17; Daniel 4:35); y
8. Como un gusano y no un hombre (Job 25:6; Salino 22:6).
B. Si rechazas responder bíblicamente al plan de salvación de Dios, revelado solamente a través del
Señor Jesucristo, a los ojos de Dios:
1. Estás sin esperanza (depravado, no aprobado), eres detestable (Jeremías 13:10; Tito 1:16),
rechazado en cuanto a la fe (II Timoteo 3:1-8) y mereces la muerte (Romanos 1:28-32, 6:2
3);
2. Eres corrupto, injusto e inútil (Salmos 14:1-3, 53:1-3, 143:2; Eclesiastes 7:20; Romanos
3:10-18); y
3. Estás muerto en tus pecados (Efesios 2:1, 5; Colosenses 2:13).
4. Tu sabiduría natural es inadecuada para dirigir tus pasos (Salmo 94:11; Proverbios 14:12; Jeremías
10:23).
III. La imagen de Dios en cada persona se echó a perder por el pecado (efectos de la caída de la humanidad)
B. No se puede ver la imagen de Dios en ti, en su perfección absoluta, como se podía ver en Adán, ya que tú llevas
la imagen de Adán después de su caída (Génesis 5:3; 1 Corintios 15:47-50).
C. El Señor te formó maravillosamente y de un modo digno de admiración en el vientre de tu madre (Salmo 139:13-
15; Isaías 44:24). Antes de tu nacimiento, Dios ordenó el número de los días de tu vida (Salmo 139:16) con el
fin de que respondieras a la verdad como está revelada en el Señor Jesucristo (1 Timoteo 2:3-6; II Pedro 3:9).
IV. Solamente Dios puede hacer que una persona vuelva a tener la imagen perfecta de Él (restauración después de
la caída de la humanidad)
A. El Señor Jesucristo es totalmente divino (Juan 1:1, 18; Tito 2:13) y vino a la tierra siendo la imagen del Dios
invisible (II Corintios 4:4; Colosenses 1:15). Coronado con la gloria y honor de Dios por Su muerte y
resurrección (Hebreos 2:9; 1 Pedro 1:20-21), Él es el resplandor de la gloria de Dios y la representación idéntica
de la naturaleza de Dios (Juan 12:45, 14:9; Hebreos 1:3).
B. A través de tu nuevo nacimiento espiritual (Juan 3:3; 1 Pedro 1:3-5), participas de la naturaleza divina (II Pedro
1:4) y eres una nueva creación en Cristo (II Corintios 5:17). Tu cuerno llega a ser un templo del Espfritu Santo
(1 Corintios 3:16, 6:19), quien mora en ti (Juan 14:16-1 7; Romanos 8:9; Gálatas 4:6; II Timoteo 1:14).
1. Corno una nueva creación en Cri~to, el viejo honibre, éorrupto, ha sido crucificado con Él (Romanos 6:6)
y despojado (Efesios 4:22). Se ha revestido con el nuevo yo, el cual ha sido creado en justicia y santidad
de la verdad (Efesios 4:2 4). Ahora puedes ser transformado a la imagen de Jesucristo (Romanos 8:2 9; II
Corintios 3:18; Colosenses 3:10).
2. Como una nueva creación en Cristo (II Corintios 5:17; Gálatas 2:2 0), tienes que dejar de hacer las
prácticas del viejo hombre (Romanos 6:12-13; Colosenses 3:3-9) y revestir al nuevo hombre con
características como las de Cristo (Romanos 6:17-18; Colosenses 3:10-24; II Pedro 1:5-10), mientras
estás siendo renovado en el espíritu de tu mente (Romanos 12:2; Efesios 4:23; Colosenses 3:10).
3. Para seguir a Jesús tienes que negarte a ti mismo (Lucas 9:23-24). Debes:
a. Llegar a ser un siervo como el Señor Jesucristo (Mateo 20:26-28, 23:11-12; Juan 13:12-1 7;
Romanos 15:1-3; Filipenses 2:3-8),
b. Agradar a Dios en todo, caminando de una manera digna de Él (11 Corintios 5:9; Colosenses 1:10),
y
c. Dar gloria a Dios en todo lo que haces (Mateo 5:16; Juan 15:8; 1 Corintios 6:20, 10:31; IPedro
2:12, 4:10-11), como lo hizo Jesús (Juan 17:4).
V. Puedes ser más que un vencedor en Cristo al morir a ti mismo (viviendo victoriosamente después de la caída de
la humanidad)
A. Dios te ha provisto gratuitamente para que puedas darle, a Él, la gloria y exaltación, y no a ti mismo (Salmo
115:1; Romanos 1:19-21; 5:1-2, 6-11; Efesios 2:8-9). Jesús, quien no buscó su propia gloria, es tu
ejemplo para dar la gloria a Dios y para no glorificarte a ti mismo (Juan 7:17-18; 8:50, 54; Hebreos 5:5); más
bien, Jesús vivió para hacer la voluntad del Padre (Juan 4:34, 5:30, 6:38) como siervo que aprendió la obediencia
por las cosas que sufrió (Hebreos 5:8), permaneciendo obediente aún hasta la muerte (Mateo 20:26-28;
Filipenses 2:5-8).
Aunque eres de más valor que los otros seres de la creación de Dios (Mateo 6:26, 10:29-31, 12:12; Lucas
12:7, 24) y Dios te conoce íntimamente (1 Samuel 16:7; Salmo 13 9:13-16; Mateo 10:30; Lucas 16:15),
aun mereces la muerte por tu pecaminosidad inherente (Romanos 1 :18-32, 5:12, 6:23).
El ser adoptado en la familia de Dios, debe provocar que le alabes y le agradezcas por la gloria de Su
gracia (Efesios 1:5-6). Es erróneo pensar que eres digno en alguna manera de recibir Su inmerecido favor
(Romanos 5:8; 1 Corintios 1 :26-31).
2. El error del camino del hombre con relación a la “seguridad en sí mismo
— Hasta los hijos de Dios pueden pensar equivocadamente que ellos son la mente de bendiciones
materiales, las cuales, en realidad, son provistas solamente por Dios (Deuteronomio 8:11-18). El orgullo
(el depender de ti mismo o de tus “posesiones” en vez de depender de Dios) te llevará a una caída
(Proverbios 11:28, 16:18; 1 Corintios 10:12); ya que no puedes hacer nada fructífero separado de Jesús
(Juan 15:5), debes vivir en total dependencia de Él, quien es el poder y la sabiduría de Dios (Proverbios
3:5-6; 1 Corintios 1:2 4; Gálatas 2:20; Filipenses 4:13). -
3. El error del camino del hombre en cuanto a “amarse a si mismo Debes amar a Dios (Deuteronomio 6:5;
—
Mateo 22:37-38), pero en ninguna parte de la Escritura se te dice que debes amarte a ti mismo. Un mandato
para amarte a ti mismo es innecesario ya que ya lo haces; de hecho, se te ordena amar a los demás en la
misma manera en que ya te amas (Mateo 22:39; Gálatas 5:14; Efesios 5:28-29). Nota que una de las
características de aquellos que rechazan la fe en los últimos días, es “amarse a sí mismos” (II Timoteo 3:1-
2).
4. El error del camino del hombre en su afán de “reivindicarse a sí mismo
— A través de Jesucristo, eres más que un vencedor en cualquier situación de la vida (Romanos 8:35-39),
y el Señor no te ha dado un espíritu de timidez (temor) sino de poder, amor y disciplina (11 Timoteo 1:7).
Sin embargo, la Escritura nunca dice que insistas en reivindicarte a ti mismo; en vez de esto se te manda
a confiar completamente en el plan de Dios para tu vida (Mateo 6:33-34; Romanos 8:28-29; Filipenses
4:19) mientras ministras a los demás como un siervo (Mateo 20:26-2 8), estimándolos como más
importantes que a ti mismo (Filipenses 2:3-4).
5. El error del camino del hombre tocante a la “confianza en sí mismo” No debes confiar en ti mismo, sino
—
solamente en el Señor (Salmos 60:11-12, 73:2 6; Proverbios 3:5-7; Jeremías 9:23-24, 17:5-8; 1 Corintios
1 :26-31). El Señor es tu confianza (Proverbios 3:2 6), y no debes confiar en tu carne (Filipenses 3:3). No
eres competente por ti mismo como para pensar algo como de ti mismo, sino que tu competencia proviene
de Dios (II Corintios 3:5). Como ministro del nuevo pacto (II Corintios 3:6), puedes ser un vencedor solo
a través de tu fe en Cristo Jesús (Filipenses 4:13; 1 Juan 5:4-5) y no debido a tu propia fuerza (Juan 15:5;
Romanos 7:14-8:8).
6. El error del camino del hombre con relación a la “autoestima” Separado de Jesucristo, no tienes ningún
—
14:2-3; Eclesiastés 7:20; Romanos 3:10-12, 7:18), y es imposible para ti ganar una posición de justicia
ante Dios (Lucas 18:9-14; Tito 3:5). Lo mejor que podrías hacer en tus propias fuerzas o mérito es
considerado como un trapo de inmundicia a los ojos de Dios (Isaías 64:6) y no tiene valor cuando se
compara con la fe en Cristo Jesús (Filipenses 3:7-11, especialmente el versículo 9). Tu justicia verdadera
se basa únicamente en el Señor Jesucristo (Romanos 10:8-10; II Corintios 5:2 1) y es un regalo gratuito
de la gracia de Dios (Romanos 5:17).
8. El error del camino del hombre con respecto a la “exaltación de sí mismo”
— Alabarte a ti mismo no tiene ningún valor (II Corintios 10:18) y demuestra tu falta de entendimiento
bíblico (II Corintios 10:12). Enaltecerse a sí mismo, es característico de una persona rebelde (Salmo 66:7)
o de una que realmente no conoce al Señor (Salmos 10:4, 83:2, 94:4). Aquellos que se ensalzan a sí mismos
serán humillados (Mateo 23:12; Lucas 18:9-14, especialmente el versículo 14). La persona centrada en sí
misma, que se caracteriza por la autoexaltación, es rechazada en cuanto a la fe en los tiempos difíciles de
los postreros días (II Timoteo 3:1-9, especial mente versículos 2 y 8).
Exaltar el yo en cualquier dimensión, es olvidar o negar que tu alabanza debe ser para gloria de la gracia
de Dios (Efesios 1:5-6). Sólo el Señor ha de ser enaltecido (Salmo 148:13). Gloríate: -
Si te exaltas a ti mismo, serás humillado; sin embargo, si te humillas a ti mismo, bajo la mano poderosa
de Dios, Él te exaltará a su debido tiempo (Mateo 23:12; IPedro 5:6).
VI. Conclusión
A. Desde los tiempos de Adán y Eva hasta el día de hoy, la humanidad pecaminosamente ha exaltado al yo. Morir
al yo solamente puede ocurrir a través de Jesucristo (Romanos 5:12-21). Al no acatar el camino de Dios, el
hombre en forma habitual regresa a su propia sabiduría inadecuada para tratar con los problemas (Proverbios
14:12; Isaías 55:8-9) y desarrolla soluciones no bíblicas que se enfocan en el yo en vez de enfocarse en Dios.
B. Ya que las filosofías del hombre rechazan la solución redentora de Dios, éstas colocan al hombre en el trono.
Establecen un enfoque autoorientado, como el fundamento y la solución a los fracasos y éxitos de la vida. Ya que
ésta es la esencia del humanismo materialista, la inte~ración del camino del hombre y el camino de Dios es
imposible
C. La solución de Dios al problema del “yo” es una transformación (Romanos 6:3-6, 12:2; II Corintios 5:17; Efesios
4:22-24), que te permite morir al. yo y vivir para Jesucristo (Mateo 10:38-39; Lucas 9:23-24; Gálatas 2:20).
D. Aun los llamados problemas “difíciles” de la vida (p. ej.: depresión crónica, el abuso infantil, violencia conyugal,
abuso de alcohol o drogas, homosexualidad) se resuelven efectivamente sólo desde la perspectiva bíblica de
agradar a Dios (Colosenses 1:10) y confiando en la Palabra de Dios (Salmo 19:7-11; II Timoteo 3:16-17; II Pedro
1:3-4) en vez de agradar al yo (Lucas 9:23-24; II Corintios 5:15; Gálatas 5:16-1 7) y confiar en la sabiduría
humana (Proverbios 16:9, 25; 1 Corintios 3:18-20). Recuerda que Dios te ha equipado completamente para
enfrentar y tratar los problemas a Su manera.
E. Jesús, en El Sermón del Monte: Las Bienaventuranzas (Mateo 5:3-12), le da el tiro de gracia a las filosofias de
la autoexaltación o autodependencia.
EJEMPLOS DEL CAMINO DEL HOMBRE COMPARADO
CON EL CAMINO DE DIOS
DIOS DICE: “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová.
Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos
más que vuestros pensamientos.” (Isaías 55:8-9).
Tratamos de justificar nuestras acciones y de dar Ir hacia él, pedir perdón, y reconciliarse
Herí a alguien excusas por nuestro comportamiento. Algunos (Mateo 5:23-24; Romanos 12:18;
hasta gozan hiriendo a los demás. Santiago 5:16).
Decimos que nuestro enemigo lo merece cuando Ama a tus enemigos y llena sus
se mete en difictiltades. Mostramos poca necesidades (Mateo 5:43-48; Lucas 6:35).
Mi enemigo paciencia hacia la incompetencia y queremos De hecho, ve más allá de lo que se espera
necesita ayuda decir: “Deshagámonos de esa gente”. (Mateo 5:38-42).