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UNIVERSIDAD POPULAR

AUTONOMA
DE VERACRUZ

MATERIA: ETICA Y VALORES

PROFESOR: ALONSO CHIÑAS VELAZQUEZ

ALUMNA: KARKEMIS ITURRALDE HERRERA

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UNIVERSIDAD POPULAR AUTONOMA DE VERACRUZ
ASIGNATURA: ETICA Y VALORES
INTRODUCCION A LA ETICA Y LOS VALORES.

Etimológicamente la palabra ética se deriva de la palabra griega “ethĭcus” que significa: costumbre,
modo de proceder. Se le confunde impropiamente con la moral (del latín “mores”, costumbre). También
se le ha llamado “Filosofía moral.” Se le considera una ciencia normativa, ya que se ocupa de las normas
de conducta humana.

El campo de estudio de la ética es la moral. La ética se propone estudiar los problemas fundamentales
de la moral. Estos se llaman problemas éticos y son el objeto formal de la ética.

Su objeto de estudio lo constituye un tipo de actos humanos: los actos conscientes y voluntarios de los
individuos que afectan a sí mismo y a los demás, a grupos o a la sociedad en general.

La ética trata de dar explicación en forma objetiva a la conducta moral, se ve en la necesidad de recurrir
a otros campos del saber, es decir la moral no se explica por sí misma: requiere del auxilio de otras
disciplinas del conocimiento a fin de que sus explicaciones tengan cierta importancia, como productos
de investigaciones y reflexiones interdisciplinarias. Todo tipo de conocimiento científico- social que
aspire a tal, debe tener una metodología de investigación, abierta al conjunto multidisciplinario,
dialógico, inclusive, polémico que requiere la ética. Por ello mencionamos a la ética y su relación con
otros campos del conocimiento.

La ética y sociedad. La conducta moral, siempre es un hecho de la vida social: familiar, cultural, política,
etc. Así, se puede afirmar que los individuos no inventan ni la sociedad ni su moralidad. El propio
comportamiento individual, es determinado por la vida del hombre en sociedad; cultura, creencias,
odios, amores, tienen su origen en el complejo de las diferentes prácticas sociales. Un individuo fuera de
la sociedad y de la historia, no se podría decir que actúa moral o inmoralmente.

La ética estudia qué es lo moral, cómo se justifica racionalmente un sistema moral, y cómo se ha de
aplicar posteriormente a los distintos ámbitos de la vida personal y social. En la vida cotidiana constituye
una reflexión sobre el hecho moral, busca las razones que justifican la utilización de un sistema moral u
otro.

Algunos han caracterizado a la ética como el estudio del arte de vivir bien, lo cual no parece exacto,
puesto que si se reuniesen todas las reglas de buena conducta, sin acompañarlas de examen, formarían
un arte, más no una ciencia.

La ética es una de las principales ramas de la filosofía, en tanto requiere de la reflexión y de la


argumentación, este campo es el conjunto de valoraciones generales de los seres humanos que viven
en sociedad.

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El estudio de la ética se remonta a los orígenes mismos de la filosofía en la Antigua Grecia, y su
desarrollo histórico ha sido amplio y variado. Una doctrina ética elabora y verifica afirmaciones o juicios
determinados. Una sentencia ética, juicio moral o declaración normativa es una afirmación que
contendrá términos tales como "bueno", "malo", "correcto", "incorrecto", "obligatorio", "permitido",
etc., referidos a una acción, una decisión o incluso también las intenciones de quien actúa o decide algo.
Cuando se emplean sentencias éticas se está valorando moralmente a personas, situaciones, cosas o
acciones. Se establecen juicios morales cuando, por ejemplo, se dice: "ese político es corrupto", "ese
hombre es impresentable", "su presencia es loable", etc. En estas declaraciones aparecen los términos
"corrupto", "impresentable" y "loable" que implican valoraciones de tipo moral.

Definición y objeto

Según una corriente “clásica”, la ética tiene como objeto los actos que el ser humano realiza de modo
consciente y libre (es decir, aquellos actos sobre los que ejerce de algún modo un control racional). No se
limita sólo a ver cómo se realizan esos actos, sino que busca emitir un juicio sobre estos, que permite
determinar si un acto ha sido éticamente bueno o éticamente malo.

Ello implica establecer una distinción entre lo que sea bueno y lo que sea malo desde el punto de vista
ético, y si el bien y el mal éticos coinciden o no con lo que serían el bien y el mal en sí.

Límites con disciplinas adyacentes

La ética se relaciona con la antropología, el derecho, con la ley, y con ciencias empíricas que estudian el
comportamiento humano, como la sociología y la psicología. ¿Qué es ética?

Una enciclopedia define ética del siguiente modo: “Ética (del griego ethika, de ethos, ‘comportamiento’,
‘costumbre’), principios o pautas de la conducta humana, a menudo y de forma impropia llamada moral
(del latín mores, ‘costumbre’) y por extensión, el estudio de esos principios a veces son llamados filosofía
moral.” Seguidamente añade:

La ética, como una rama de la filosofía, está considerada como una ciencia normativa, porque se ocupa
de las normas de la conducta humana, y para distinguirse de las ciencias formales, como las matemáticas
y la lógica, y de las ciencias empíricas, como la química y la física. Las ciencias empíricas sociales, sin
embargo, incluyendo la psicología, chocan en algunos puntos con los intereses de la ética ya que ambas
estudian la conducta social. Por ejemplo, las ciencias sociales a menudo procuran determinar la relación
entre principios éticos particulares y la conducta social, e investigar las condiciones culturales que
contribuyen a la formación de esos principios.

El problema del ser y el deber ser

La ética teleológica es generalmente una ética orientada hacia fines, hacia un "télos" (en griego, fin u
objetivo que perfecciona a quien lo alcanza).

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Hume ha planteado la objeción de que la transición de ser no-debe "para ser legítimo (" Ley de Hume ").
Bajo la falacia de la partida "naturalista" de George Edward Moore ha planteado las cuestiones
estrechamente relacionadas, pero que no son estrictamente los mismos.

Como se destaca más adelante, los positivistas, deben estar epistemológicamente entre las tasas y
tarifas de destino, y se diferencian por su relación diferente a los sentidos. La distinción epistemológica
entre es y debe se basa en la ciencia empírica moderna. Quien no acepta esta distinción, o bien debe
postular a un ser que no es directamente o indirectamente detectable, o se debe considerar lo que debe
ser perceptible.

Las normas éticas se derivan de supuestas declaraciones sobre los seres, con frecuencia pasan
inadvertidos por el uso de la ambigüedad normativa y empírica de términos como "esencia",
"Naturaleza", "determinación", "función", "final", "sentido" u " Objetivo alcanzado". Así, la palabra
"objetivo" es incluso lo que en realidad busca una persona (Su meta es graduarse). La palabra objetivo
puede referirse también a lo que debe perseguir un hombre (por ejemplo, cuando se dice de alguien que
perdió el objetivo o la meta de su existencia humana).

La ambigüedad inadvertida empírico-normativa de ciertos términos conduce a falacias lógicas tales


como: "La esencia de la sexualidad es la procreación. Por lo tanto, la anticoncepción no está permitida,
porque no refleja la naturaleza de la sexualidad".

Tomando nota de que esto supone que se ha deducido lógicamente que el ser es una justificación de las
normas aún no desesperada. Porque, además de las declaraciones normativas y de los registros, hay
voluntades. La expresión de la voluntad de una persona: "No quiero ser molestado en la siguiente hora
por cualquier persona" incluye el deseo de que la norma "Nadie me moleste en la hora siguiente" sea
capaz de ser acogida y respetada por otros. El punto central será saber si la expresión de la voluntad de
esa persona sea o no sea éticamente correcta, o sea simplemente un acto arbitrario que no exige un
respeto absoluto por parte de otros.

Siglo XXI.

Crisis, riesgos, esperanzas:

En la actualidad, se habla como nunca de valores y de ética. Parece que el ensalzamiento de la ciencia y
de la tecnología en las décadas anteriores —que desplazó el sentido ético, humano de nuestra sociedad
— decae. El trabajo científico y técnico es herramienta indispensable para el desarrollo, pero no basta.
Los problemas sociales que nos afectan requieren también del concurso de otras disciplinas que hagan
de sus procesos, instrumentos valiosos para disminuir el deterioro humano, ambiental y planetario.

Podría considerarse que, a partir de los noventa, surge una preocupación por recuperar la importancia
de educar en ética y valores. El libro de Latapí (1999), La moral regresa a la escuela: una reflexión sobre
la ética laica en la educación mexicana, evidencia tal situación. Y si bien los planes y programas de
educación contienen tópicos ético-axiológicos, la práctica de valores aún está muy distante.

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La crisis estructural que se confronta en todos sus aspectos (personal, económico, social, político,
cultural, ambiental, etcétera) demuestra que nuestra sociedad y nuestro planeta se van deteriorando
aceleradamente.

1.2 Aproximaciones Conceptuales Al Mundo De Los Valores:

El Humanismo

El Humanismo es el movimiento intelectual que se extendió por Europa a partir del siglo XV. Viene de la
palabra latina homo (hombre). La nueva forma de pensar confiaba en el ser humano, en su razón y en su
capacidad para cultivar todas las ramas de la sabiduría.

Si en la Edad Media los ideales de perfección fueron el guerrero o el monje, ahora será el cortesano, el
caballero renacentista; sabedor de las lenguas clásicas, griego y latín, de la poesía y de la historia; capaz
de escribir en prosa y en verso; conocedor y practicante de la música, el dibujo y la pintura; hábil en el
manejo del caballo, en torneos, competiciones y juegos; además, gentil y galante. La dama debía ser
honesta, tener conocimientos de las letras, de pintura y de música, y saber danzar, para alegrar las
fiestas cortesanas.

Como ves, lo que se pretendía era un formación integral, esto es, saber de todo; tal vez lo contrario que
ahora, que se tiende más a la especialización, a saber mucho de una materia, aunque se desconozca lo
elemental de otras muchas. Claro está, eso era el ideal. La realidad luego sería otra. Lo cierto es que
algunos personajes de la época sí que se aproximaron.

Los humanistas se reunían para cambiar impresiones y experiencias. Lo hacían en la corte, en los
palacios de los mecenas, sus protectores, o en academias. Escribían sus obras en la lengua de su país y
no en latín, que era la lengua culta de la época anterior, un gesto más de romper con lo medieval; por
ello, cobraron gran importancia las literaturas nacionales.

Solían viajar mucho a otros países, para entrevistarse con sus colegas y estar al corriente de sus
actividades. Las ciudades donde más se desarrolló el Humanismo fueron: Florencia, Venecia, Bolonia y
Padua (en Italia); París (Francia); Oxford (Inglaterra); Alcalá de Henares y Salamanca (España). ITALIA
Castiglione propone las cualidades que ha de reunir el hombre de la época, en su obra El cortesano.

1.3 La dimensión ético-axiológica: configuradora de sujetos sociales:

En este trabajo, producto de la línea de investigación en educación y valores, se pretende fundamentar


por qué la dimensión ético-axiológica es configuradora de sujetos sociales. Con tal propósito, previa
precisión de las palabras clave, se abordan tres tópicos profundamente interrelacionados:

1. Siglo XXI. Crisis, riesgos, esperanzas.

Se aborda la crisis estructural que se confronta y que incluso podría ocasionar riesgos. Y en los sistemas
educativos, pese a las reformas y al incremento en las inversiones, aún no se logra superar los

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problemas, especialmente los de inequidad. Se asume que toda esta crisis económica, social y ambiental
es fundamentalmente de carácter moral, por lo que es imprescindible enfatizar y fortalecer la formación
ética.

2. El ser humano. Potencialidad axiológica.

Este tópico sustenta, a través de las categorías: reflexividad-reciprocidad, alteridad, complejidad,


eticidad, la potencialidad axiológica del ser humano y, por ende, el carácter ético-moral de todo proceso
educativo.

3. Exigencias epistemológico-teóricas.

En concordancia con los tópicos anteriores, se destaca la importancia de esta formación, que a su vez es
profundamente ética, como instrumento vital para el desarrollo moral. En este marco, son elementos y
procesos nodales la reflexión, la apertura, la problematización, la autocrítica.

a) La reflexividad y reciprocidad son condiciones humanas constitutivas. Es la fuente de aptitudes y


posibilidades para su despliegue mental, afectivo, social, cultural, ético. Por lo mismo, el ser humano
puede pensar, examinar, apreciar, preferir, optar, decidir y actuar. Es el ser de la racionalidad, de la
valoración. Y valorar es deliberar, evaluar, priorizar, jerarquizar.

El ser humano siempre estará decidiendo y actuando. La indiferencia, la pasividad, el conformismo son
manifestaciones de crisis de la condición humana.

b) La eticidad es característica ontológica del ser humano “por la cual éste es moral en su ser mismo y
existe siempre moralmente, sea cual sea la moral particular que le rija, incluso en la inmoralidad, pues
no existe propiamente, en lo humano, una literal a-moralidad”

(González J., 1997). Al respecto, señala Cortina (2000, p. 18): “no hay ningún ser humano que pueda
situarse más allá del bien y el mal morales, sino que todos somos inevitablemente morales

En este marco, también todo proceso educativo está signado por la necesaria eticidad humana de la cual
no puede evadirse educando alguno.

Podrá transgredirla —riesgo permanente—, pero no podrá eludirla.

Reencuentro

c) Por su compleja condición ontológica de ser “yo” y “alter”, el ser humano es sí mismo y es apertura.
Consecuentemente, la determinación indeterminación lo signan. Es permanente y cambiante a la vez;
“producto-producente”, “ser no ser” en interacción dialéctica. Es el espacio de la educabilidad, de la
proyección humana, del sentido educativo, de los horizontes de formación.

Es el hontanar nutriente de toda construcción ética, axiológica.

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d) La complejidad implica contradicciones, polaridad, conflictos. Fuerzas biológicas, psicológicas,
cognitivas, sociales, culturales, interjuegan en el ser humano: “ser racional e irracional, capaz de mesura
y desmesura; sujeto de un afecto intenso e inestable; él sonríe, ríe, llora, pero sabe también conocer
objetivamente; es un ser serio y calculador, pero también ansioso, angustiado, gozador, ebrio, estático;
es un ser de violencia y de ternura, de amor y de odio; es un ser invadido por lo imaginario y que puede
reconocer lo real, que sabe de la muerte pero que no puede creer en ella, que segrega el mito y la
magia, pero también la ciencia y la filosofía; que está poseído por los Dioses y por las ideas, pero que
duda de los Dioses y critica las ideas; se alimenta de conocimientos comprobados, pero también de
ilusiones y de quimera. Y cuando en la ruptura de los controles racionales, culturales, materiales hay
confusión entre lo objetivo y lo subjetivo, entre lo real y lo imaginario, cuando hay hegemonía de
ilusiones, desmesura desencadenada, entonces el homo demens somete al homo sapiens y subordina la
inteligencia racional al servicio de sus monstruos”

(Morin, 1999, p. 29). Para Freud (1973; 1975), el ser humano está dotado de fuerzas constructivas y
negativas. El thánatos lo inclina al odio, a la agresión, a la destrucción, a la muerte. No sólo atenta contra
los otros, genera autodestrucción. El Eros es la fuerza del amor, de la vida. Es fuente de valores, de
ascesis. Ambas pulsiones generan la polaridad que es constitutiva en los seres humanos, quienes
siempre estarán en conflicto, en lucha, en sus procesos de valoración, de elección, de decisión.

Y muchas veces fracasará el Eros, predominará el Thánatos manifiesto especialmente en procesos de


dominación, de represiones, de opresión, de destructividad.

De ahí la importancia de reforzar, de fortalecer el Eros que ennoblece la condición humana, cimienta los
pilares axiológicos, construye bases para un comportamiento eminentemente humano.

Hemos esbozado algunas condiciones ontológicas del ser humano: reflexividad, reciprocidad, eticidad,
alteridad, apertura, complejidad, contradicción, polaridad, que lo constituyen en potencialidad
axiológica. Por tanto, corresponde a los procesos educativos dinamizar esa potencialidad.

Si es posible construir principios éticos, valores que orienten el comportamiento humano porque el ser
humano es fuente de los mismos, ¿cómo podría contribuirse para fortalecer la formación de sujetos
sociales?, ¿para propiciar la práctica de valores desde la perspectiva del Eros, del amor, de la vida, del
bienestar?

Todo proceso educativo implica el ejercicio de los diversos aspectos del ser humano (mental, afectivo,
social, físico, ético). Lo asumimos como un complejo proceso uno y diverso a la vez. Uno, en tanto
proceso total, global que impacta la educabilidad toda de todo el ser humano. Diverso, porque si bien
implica al educando todo, enfatiza una determinada dimensión. En tal sentido, pensamos que se hace
necesario fortalecer —entre otras— la formación epistemológico-teórica (profundamente entretejida
con lo ético y axiológico) la única que se abordará en esta ponencia, por razones de espacio, para
favorecer el desarrollo del pensamiento crítico, instrumento vital para el desarrollo moral.

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Exigencias

epistemológico-teóricas

Es importante destacar que toda actividad gnoseológica también es ética e implica riesgos. Se puede
acertar, también errar.

¿Para qué conocer? ¿Para qué formarse en destrezas, en capacidades, en estrategias intelectuales? ¿Al
servicio de qué o de quién ponerlas? ¿Cuál es el sentido de la formación mental? ¿Qué sentido y
direccionalidad asume el pensamiento? ¿Qué valores lo orientan, lo nutren? Interrogantes desafiantes
que conllevan la necesidad de fortalecer la conciencia crítica, cuyos elementos constitutivos son:
reflexión, apertura mental, problematización y autocrítica.

La falacia naturalista

George Edward Moore, en su obra Principia Ethica, acusa al naturalismo de cometer un error cuando
infiere que algo tiene una propiedad moral a partir de que ese algo tiene tal o cual propiedad natural.
Por ejemplo, asumiendo que el placer es una propiedad natural, un naturalista podría sostener que las
relaciones sexuales son buenas porque son placenteras. Sin embargo, Moore señala que para afirmar
esto, primero se necesita mostrar que todo lo placentero es bueno, y esto requiere de un argumento que
parece difícil de proveer. Pese al nombre de la falacia, la misma parece poder extenderse más allá del
naturalismo. Así, el desafío propuesto por Moore parece ser mostrar cómo es posible concluir
legítimamente que una propiedad no moral puede identificarse o tener la misma extensión que una
propiedad moral.

Ética normativa

El dilema del tranvía es un experimento mental que puede servir para ilustrar y poner a prueba
distintas teorías éticas.

Las teorías de la filosofía ética o moral se pueden distinguir de acuerdo a los criterios de sus bases para
la determinación del bien moral. El bien moral puede ser determinado por:

Las consecuencias (ética teleológica) consecuencialismo;

Disposiciones de comportamiento, rasgos de carácter y virtudes (ética de la virtud);

La intención del actor (ética disposición);

Objetivos hacia hechos morales, como objetivo de las evaluaciones morales sobre la propiedad o la
acción (ética deontológica);

Optimización de los intereses o de las partes interesadas (de preferencia), la ética utilitarista, de la
felicidad (eudaimonía), o del bienestar.

Consecuencialismo

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Jeremy Bentham, uno de los padres del utilitarismo.

El consecuencialismo sostiene que la moralidad de una acción depende sólo de sus consecuencias (el fin
justifica los medios).5 6 El consecuencialismo no se aplica sólo a las acciones, pero éstas son el ejemplo
más prominente.5 Creer que la moralidad se trata sólo de generar la mayor cantidad de felicidad
posible, o de aumentar la libertad lo más posible, o de promover la supervivencia de nuestra especie,
es sostener una postura consecuencialista, porque aunque todas estas creencias difieren en cuanto a las
consecuencias que importan, están de acuerdo en que lo que importa son las consecuencias.6

Una manera de clasificar a los distintos tipos de consecuencialismos es a partir de los agentes que se
deben tener en cuenta cuando se consideran las consecuencias de las acciones. 7 Esto da lugar a tres
tipos de consecuencialismo:7

El utilitarismo es la teoría según la cual la mejor acción es aquella que produce las mejores
consecuencias para la mayor cantidad de personas.7 8

El altruismo moral sostiene que la mejor acción es aquella que produce las mejores consecuencias
para todos menos para el agente.7

El egoísmo moral sostiene que la mejor acción es aquella que produce las mejores consecuencias para
el agente.7 9

Immanuel Kant, uno de los principales pensadores de la deontología.

Deontología

Artículo principal: Deontología.

La deontología es la teoría normativa según la cual existen ciertas acciones que deben ser realizadas, y
otras que no deben ser realizadas, más allá de las consecuencias positivas o negativas que puedan traer.
Es decir, hay ciertos deberes, u obligaciones, que deben ser cumplidos más allá de sus consecuencias.

Ética de virtudes

La ética de virtudes es una teoría relativamente reciente según la cual una acción es moral si hacerla
fuera propio de una persona virtuosa. Por ejemplo, si para el utilitarismo hay que ayudar a los
necesitados porque eso aumenta el bienestar general, y para la deontología hay que hacerlo porque es
nuestro deber, para la ética de virtudes, hay que ayudar a los necesitados porque hacerlo sería
caritativo y benevolente.11

Ética aplicada

La ética aplicada es la parte de la ética que se ocupa de estudiar cuestiones morales concretas y
controversiales. Por ejemplo, algunos objetos de estudio de la ética aplicada son el aborto inducido, la
eutanasia y los derechos de los animales.7 Algunas de estas cuestiones se agrupan por similitudes y
son estudiadas por subdisciplinas:7
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La bioética estudia las controversias morales que son producto de los avances en la biología y la
medicina.13

La deontología profesional se ocupa tanto de buscar justificación para valores morales que deberían
guiar a los profesionales, como de estudiar los valores que de hecho guían a los profesionales.14 En el
primer sentido la deontología profesional es una disciplina normativa y filosófica. En el segundo sentido,
se trata más bien de una disciplina descriptiva y por lo tanto científica.14 La deontología profesional
también cuenta con subdisciplinas como la ética médica, la ética de negocios y la ética de la
ingeniería.15

La ética ambiental se ocupa de la relación ética entre los seres humanos y el medio ambiente.16
Quizás las dos preguntas fundamentales de esta disciplina sean: ¿qué deberes tienen los seres humanos
hacia el medio ambiente, y por qué? 16 En general, la respuesta a la primera pregunta es una
consecuencia de la respuesta a la segunda. 16 Distintas respuestas o aproximaciones a respuestas han
dado lugar a distintas éticas ambientales.16

Ética militar

La ética económica se ocupa de las relaciones éticas que deberían guiar las relaciones económicas entre
los seres humanos y el efecto que tales normas tendrían sobre la economía de nuestras sociedades. De
hecho gran parte de los economistas que desarrollaron la teoría moderna de la economía partieron de
bases éticas. El ejemplo más cercano es el utilitarismo desarrollado primero como doctrina moral y
luego usado para la teoría del valor neoclásica.17 18

Historia de la ética

Antigua Grecia

Desde el inicio de la reflexión filosófica ha estado presente la consideración sobre la ética. Platón
afronta la temática ética en diversos lugares y desde contextos diferentes. Así, por ejemplo, en el
Gorgias busca superar el hedonismo y la ley del más fuerte. En el Fedón evidencia la importancia de lo
que exista tras la muerte para regular el propio comportamiento. En La República aborda juntamente
la ética individual (desde la perspectiva de una justicia dentro del alma) y la ética pública, con una
compleja teoría del Estado, que encuentra complementos y puntos de vista diferentes en otras dos
obras, el Político y las Leyes.

La Ética nicomáquea, seguramente el más importante tratado de ética de Aristóteles, se basa en la


premisa de que todo ser humano busca la felicidad (ética eudemónica). Para Aristóteles todos los seres
naturales tienden a cumplir la función que les es propia y están orientados a realizar completamente sus
potencialidades. El bien, que es lo mismo que la perfección de un ser o la realización de las capacidades
es cumplir su función propia, aquello a que solo él puede realizar. También los seres humanos están
orientados a la realización plena de la función que les es propia. El problema que se suscita, entonces, es
cuál es la función propia del hombre. Y si acaso hay más de un bien propio del hombre, ¿cuál es el bien
más alto y más perfecto de los que puede alcanzar el ser humano?
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Como en otras de sus obras, Aristóteles releva las opiniones de sus contemporáneos al respecto y
comprueba que todas parecen estar de acuerdo en que el objetivo supremo del hombre es vivir bien y
ser feliz, aunque hay muchos desacuerdos respecto de en qué consiste la felicidad y el buen vivir. Para
Aristóteles la vida feliz (plena) es la que permite realizar la actividad superior (contemplación), con una
suficiente autonomía (bienes materiales, salud), y en compañía de un número suficiente de amigos (cf.
Ética Nico maquea I).

Sólo son morales las acciones en las que se puede elegir y decidir qué hacer. En cambio, no son morales
ni inmorales las acciones padecidas, compulsivas o forzosas. Lo que es moral es la acción que depende
de la voluntad, si se actúa de modo correcto. ¿Cuándo se actúa correctamente? La forma correcta de
actuar depende del ámbito de acción (dianoético o intelectual, ético o moral) y en parte está pautada
por las costumbres de la comunidad a la que se pertenece (si la comunidad es éticamente sana, algo que
supone Aristóteles para el mundo griego quizá de modo acrítico) y se aprende con la educación. Cuando
se actúa de acuerdo con estas pautas, se vive bien y se es virtuoso.

Por otra parte, los filósofos estoicos y epicúreos propusieron teorías morales basadas en principios
opuestos: la virtud y la vida con moderación (estoicismo), y la búsqueda del placer (epicureísmo).

Edad Media

Es un momento en el que la ética asume elementos de las doctrinas clásicas de la felicidad (el fin del
actuar humano consiste en obtener el bien que nos hace felices) y los une a la doctrina cristiana (vista
como Revelación divina), especialmente según la normativa que recogen los mandamientos. El fin último
del actuar humano es la caridad, que se consigue al vivir desde el Evangelio, y que permite al hombre
acceder a la visión de Dios (en el cielo), donde el ser humano alcanza su máxima plenitud y el bien
supremo.

Diversos autores hablan de ética y según perspectivas diferentes. Es oportuno recordar dos grandes
nombres, san Agustín de Hipona y santo Tomás de Aquino (especialmente en la segunda parte de la
Suma de teología, en la que se recogen numerosos elementos de la ética de Aristóteles). 19

Posteriormente, y tras las huellas de las ideas de Tomás de Aquino, se desarrolla en el ámbito católico lo
que luego será conocido como principio de doble efecto.

Edad Moderna

Los filósofos éticos modernos trabajan con la mirada puesta, sobre todo, en el mundo antiguo (estoicos,
epicúreos, Platón, Aristóteles), si bien con algunos elementos heredados de la Escolástica medieval.
Descartes tiene algunos elementos de ética en su famoso Discurso del método. Dentro del
racionalismo, es Baruch Spinoza quien elaboró de modo más amplio y sistemático una propuesta
ética. En el ámbito del empirismo, David Hume trabajó en diversos momentos para comprender los
motivos profundos de las acciones humanas. La gran revolución ética moderna se realiza a través de
Immanuel Kant, que rechaza una fundamentación de la ética en otra cosa que no sea imperativo

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moral mismo (deontologismo formal), pues si la moral se orienta a buscar la felicidad no podría dar
ninguna norma categórica ni universal. Los filósofos idealistas desarrollaron esta moral del imperativo
categórico. Hacen frente así al utilitarismo, al afirmar que el principio de utilidad no es el único
criterio de corrección de las acciones.

Edad Contemporánea

La ética del siglo XX ha conocido aportes importantísimos por parte de numerosos autores: los vitalistas
y existencialistas desarrollan el sentido de la opción y de la responsabilidad, Max Scheler elabora una
fenomenología de los valores. Autores como Alain Badiou han intentado demostrar que esta principal
tendencia (en las opiniones y en las instituciones), la cuestión de "la ética" en el siglo XX, es en realidad
un "verdadero nihilismo" y "una amenazante denegación de todo pensamiento". 20 Recientemente, y
desarrollando un análisis en profundidad de los orígenes y fundamentos de la ética, han aparecido
diversos estudios sobre el papel de las emociones en el desarrollo de un pensamiento ético anti
fundacionalista, como ha indicado Richard Rorty. En las últimas dos décadas, el filósofo escocés
MacIntyre establece nuevas herramientas de análisis histórico-filosófico de distintas versiones rivales
de la ética.

UNIDAD II. ÉTICA Y CIENCIA


2.1 ÉTICA, CIENCIA Y AMBIENTE. REFLEXIONES TEÓRICAS:

Las relaciones entre ciencia, ética y ecologismo no están exentas de paradojas y de contradicciones, cuando no de
virulentas polémicas y enfrentamientos. Abordaremos inicialmente está contradicciones por pares en primer lugar la
relación entre ciencia y ética. Originalmente la tríada medieval compuesta por el bonun , el pulchrum y el verum ( bondad/
etica, belleza/ estética y verdad/ciencia) , constituían una unidad indisoluble ( nulla aetica sine aestetica, nulla aesteticasine
aetica). La irrupción del nominalismo de Occam , del racionalismo de Locke y del escepticismo de Hume destruyeron tal
unidad. El racionalismo cartesiano y la cultura analítica y atomista del mecanicismo consagró tal divorcio sobre la base de
los principios de separación analítica. La distinción kantiana entre razón práctica y razón teórica acabo edificó una
arquitectónica del saber centrada en esta división entre el conocimiento científico exento ya de todo valor moral y de toda
dimensión estética y ética ( valores en sí mismo positivos, auto justificación trascendental, subjetivismo.

En el pensamiento moderno está prohibido transgredir estas fronteras y especialmente la que divide la valoración ética de
la descripción científica. De esta forma hemos obtenido una "ciencia sin conciencia ( parafraseando al contrario de la
expresión usada por Morin) y una "conciencia sin ciencia " (sin apoyatura ontológica solo sicológica o jurídica. Todo lo
demás es o "falacia naturalista" ( deducir leyes morales de leyes científicas) o teología (deducir leyes científicas de leyes
morales. La relación pues entre ciencia y ética ha sido, y en gran medida sigue siendo, de divorcio y de incomunicación. Hay
entre la lógica moral y la lógica científica una relación de inconmensurabilidad que hace teóricamente imposible cualquier
reducción ( o traducción) de enunciados de una a otra o el encuentro en cualquier territorio común de diálogo y debata. No
es que la ciencia sea inmoral y la ética falsa o anticientífica: son amorales y acientíficas respectivamente ( en todo esto
ayudó mucho la doctrina fideista admitida incluso por la propia iglesia católica en última instancia. ¿Pero esta situación de

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aislamiento es realmente insuperable?¿Está la división en la "naturaleza de las cosas?"¿ Es posible que ese vastísimo campo
de creencias, argumentaciones, actos y prácticas que es la ciencia funcione sin ningún tipo de valores morales y sin ningún
sustento ético?¿ Y por el contrario puede entenderse que la ética carece de cualquier anclaje en la racionalidad o en la
"naturaleza de las cosas y de los hombres?" ¿ Es posible en fin una ontología sin axiología o una axiología sin ontología?
Sobre ello volveremos más adelante, de momento dejemos anotado la situación y sus interrogantes. Veamos el otro par, el
compuesto por ciencia y ecologismo. Aquí tenemos que detallar, en primer lugar, la existencia de una situación paradójica
por la cual por un lado todo el discurso ecologista proviene de datos obtenidos y respaldados científicamente ( los
ecologistas perciben la crisis ecológica con ojos científicos), incluso la denominación de origen está tomada prestad de una
ciencia la "ecología". Por vez primera una ideología política y social reciben su denominación de una ciencia

Por otro lado el discurso ecologista se distancia y se enfrentan a la ciencia a la hora de establecer las responsabilidades y las
culpas de la crisis ecológica (el cientifismo, el racionalismo, el mecanicismo, la racionalidad científico-técnica) y en muchos
casos ignora, cuando no desprecia, el papel de la ciencia a la hora de configurar alternativas a esta misma crisis. Podemos
decir que hay una percepción racional de la crisis ecológica pero una alternativa irracional o acientífica a la misma. Tal
paradoja ha sido interiorizada por el ecologismo hasta el grado que muchos discursos ecologistas utilizan las nociones
entresacadas de la meteorología, la botánica, la geología, la zoología o la química para denunciar y demostrar los efectos
catastróficos de la cultura científica y racionalista a la que impugnan por falsa ( la vida no es así) y por dañina ( sus efectos
son destructivos. Esta interiorización ha llevado a abrazar las explicaciones más inusitadas bajo los paraguas de un supuesto
y malentendido holismo, del esoterismo orientalistas, del energetismo ilusorio o de las imposibles experiencias
extrasensoriales ( sí hay experiencia hay algún tipo de sensibilidad, si no hay ninguna sensibilidad entonces no hay
experiencia; Podrá haber, a lo sumo, experiencia paranormal, fuera de las normas cognitivas admitidas. El budismo , la el
chamanismo, la intuiciones místicas o el hinduismo no son instrumentos más ciertos y más buenos, como parece creer la
ecología profunda, que la geología, la botánica o la química orgánica para construir un sistema y una cultura sostenible y
ecológica. Bien es cierto que esto no ocurre en todo el discurso ecologistas, ni se da con igual magnitud en todo los
discursos. Pero también es cierto que de una manera u otra esta paradoja atraviesa, en un grado mayor o menor, todo
discurso alternativo sobre la crisis ecológica que pueda ser identificado con el ecologismo social y político. Por tanto, tiene
por un lado una relación inexistente entre ética y ciencia, y por otro lado, una comunicación confusa y contradictoria entre
ecologismo y ciencia. ¿Es esto realmente así? Me propongo demostrar aquí dos cuestiones a este respecto: una, que el
supuesto divorcio entre ciencia y moral es falso y que lo que sí existe es un muro de separación ( descontrol) de la ciencia
con respeto a una ética pública y democrática. Y dos, que no hay ninguna contradicción fundamental entre ecologismo y
ciencia sino una confusión, lo que provoca la contradicción fenomenológica, entre una versión ideológica ( paradigma
científico) el mecanicismo y un uso determinado la tecnociencia y el ecologismo. Pero la ciencia no es solo mecanicista y no
es solo tecnociencia. La alianza entre la ciencia y la ecología es tan evidente como necesaria, pero tal alianza no depende
solo de afinidades epistemológicas u ontológicas sino de opciones éticas que deben gobernar la investigación científica y la
aplicación técnica. Como se podrá ver las líneas de disolución del divorcio ética-ciencia y de las contradicciones entre ciencia
y ecología son complementarias en el proyecto de un mejor diseño de las utilidades sociales y ambientales de la ciencia.
¿ Por qué hay valores en la ciencia y por que hay ciencia en los valores? Toda actividad humana consciente y social, medida
por alguna forma de leguaje natural o artificial, es gobernada por ideas y reglas sobre lo justo, lo bueno, lo deseable, lo
legítimo. La actividad científica esta cargada de estos componentes de tipo inter-subjetivo o social ,que sirven para motivar
la acción, organizar la percepción, seleccionar los datos relevantes de la realidad externa, impulsar programas, definir metas

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y resultados, bendecir objetivos, etc. Incluso la misma ciencia cuenta con reglas epistemológicas que le diferencian de la
brujería o la religión. La definición de lo verdadero o de lo correcto remite genealógicamente a ideas morales. Los mismo
sentimientos son siempre sentimientos morales. Todo esto sin recurrir a la historia empírica de los conceptos y los métodos
científicos cargados de influencias externas de tipo social y moral como muy bien nos detalla la historia social de la ciencia.

LA CIENCIA Y LOS VALORES: ¿ MONISMO O PLURALISMO? .

La ciencia pues esta atravesada de valores, es más, resulta, como hemos visto, que es imposible hacer ciencia sin valores,
pues la ciencia consiste en gran medida en la racionalización de un conjunto de procedimientos basados en unos
determinados tipos de valores.

Pero esos valores permanecen oculto bajo falacias naturalistas, objetivistas o fisicalistas. ¿Cómo se produce esa ocultación
de los valores? ¿ Son todos los valores a los que nos referimos valores éticos o morales?. La ocultación viene de la mano del
reduccionismo monistas:"La ciencia sola busca la verdad", " o la tecnociencia busca la eficacia y la utilidad". En la ciencia y
en la tecnociencia conviven valores de categorías diversas y plurales, la negación de esa pluralidad (en la que también
puede incurrir un exceso de constructivismo sociologista al afirmar solo la existencia de valore sociales o éticos, negando el
resto. La primera cuestión pues para deshacer la separación entre ciencia y ética y entre ciencia y ecologismo es reconocer
que tanto en la ciencia como en la tecnociencia subsiste un conjunto plural de valores o de categorías de valoración.
¿Cuáles pueden ser esas categorías valorativas?, simplificando podemos distinguir cuatro tipos de categorías valorativas:

Epistemológicas. Pragmáticas. Sociales Y Éticas.

EPISTEMOLÓGICA

Precisión. ( formalización y / o cuantificación)Coherencia / consistencia. Adecuación ( a los hechos) experimentación


universalidad replicabilidad Publicidad. simplicidad ( elegancia, belleza)economía (la navaja de OCAM)Falsabilidad.
Previsibilidad. comprensión del mundo ( dar sentido).explicación de la realidad ( orientar la acción, dar significado)Prognosis
Racionalidad ( reglas conforme la lógica clásica o alguna otra lógica consistente o para consistentes)Explicativa
( causalidad)Comprensión ( Von Wright )Todos estos valores epistemológicos no se dan en cada una de las prácticas
científicas , ni siquiera se dan en igual grado y frecuencia en toda y cada una de las ciencias y disciplinas o encada una de las
escuelas. Es más el debate sobre la unida epistemológica del método científico es un viejo debate de la filosofía de la ciencia
y un viejo sueño, nunca alcanzado, desde neopositivismo lógico de la Escuela de Viena de Neurath o Carnap. Pero lo cierto
es que todos esto valores forman parte del meta relato o discurso de justificación y legitimación de la ciencia. También es
cierto que un cierto grado de combinación de esto valores forman parte mayoritaria de los valores epistemológicos de todo
acto o teoría científica, al menos desde la aparición de la ciencia moderna con Galileo, Bacón, etc. Hay meta teorías como la
del "cierre categorial" de Gustavo Bueno o la teoría de los juegos de leguaje de Wittgenstein que restringen la unidad
epistemología a cada disciplina científica ( la química inorgánica, la biología molecular) o a cada corriente de pensamiento
( mecanicismo, evolucionismo. Ciertamente diferencias epistemológicas entre disciplinas y entre escuelas y corrientes pero
eso no significa que entre geología y química no haya ninguna comunidad epistemológicas o que ambas no contienen un
cierto "aire de familia". Ni tampoco puede suponer que no podamos distinguir entre una discurso científico y otro que no
lo es, o que no hay una identidad o unidad básica mínima epistemológica entre todas las disciplinas y corrientes que
podemos describir como formando parte del sistema de la ciencia: significa que esa identidad y esa unidad son difusas. Es

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decir, que hemos que comprender que la forma de pertenencia al conjunto de los valores epistemológicos científicos es
una pertenencia difusa según la lógica difusa de L. Zadeh. Alguno de estos valores epistemológicos ( como los conceptos de
la filosofía aristotélica) proviene del discurso jurídico y forense. Por ejemplo la falsación ( principio de
contradictoriedad),racionalidad (razonamiento del fallo), experimentación ( teoría de la prueba), publicidad (audiencia
pública y oralidad del juicio), explicación ( causalismo procesal e imputacional),axiomática ( dogmática) prognosis ( fictio
iuris), replicabilidad ( reconstrucción de los hechos),economía cognitiva ( economía procesal y principio de interpretación
del legislador económico),universalidad ( universalidad de la norma. Esta relación entre derecho y ciencia esta bien
estudiada en la Grecia clásica por Jean-Pierre Vernant ante la crisis del imperio micénico. Allí se demuestra la afinidad entre
los valores epistemológicos del derecho y la ciencia y la emergencia de la democracia. Es decir, derecho, ciencia, política y
democracia tienen una misma cuna y comparten unos mismos valores no y amorales si no epistemológicos:

El origen de la racionalidad es político; y el origen de la política es evolutivo. El origen de esto valores epistemológicos esta
unido a cambios sociales y a la emergencia de otros valores morales ( virtudes públicas que entierran la moral heroica) y la
democracia. El mismo término "investigación", procede, como demuestra Foucault de la construcción de la unidad
administrativa del Estado protomoderno allá por el siglo XIII y XIV.¿ Que significa esta identidad de valores epistemológicos
entre fenómenos sociales convencionales ( lo que para Searle sería una hecho social construido o convenido) con la
axiología científica?. Significa que esas identidades nos remontan al origen y a la base de todo discurso y de todo valor las
estructuras evolutivas del conocimiento de la especie humana:

Hay una unidad básica elemental de la estructura cognitiva de la especie humana. Y esa unidad elemental es evolutiva: es
el producto de la evolución ( interacción continua con el ambiente y la herencia) y está en continua evolución ( sigue en
interacción con diferencial de complejidad con el medio) y, por tanto, sometida a cambios.. Esa unidad elemental
determina la forma de representación del mundo y la forma de acción y transformación de este. Como podemos ver la
axiología epistemológica de la ciencia no es monista ni pacífica ( hay contradicciones) ni cerrada ( es difusa), ni excepcional
( comparte valores con otros campos de la acción y el conocimiento humano.

PRAGMATICO

Eficacia. Eficiencia Equilibrio Utilidad. Rentabilidad. Economía de costes Productividad Capacidad de transformación del
medio Fuerza Precisión Exactitud Complejidad Seguridad Velocidad No cabe duda que al igual que la axiología
epistemológica esta dominada por la intuición de la verdad y de la demostración; la axiología pragmática esta gobernada
por la utilidad ( efectos) y la eficacia; es decir, por el establecimiento de medios que obtengan más y mejor y con
mayor seguridad unos fines determinados.

Los valores pragmáticos son los valores típicos de la tecnociencia y no son para nada despreciable siempre y cuando se
sitúen en el lugar subordinado propio de los valores instrumentales y no en el cuadro de mando de las decisiones políticas o
científicas.

SOCIALES

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Empleo renta social seguridad salud Evitación de tareas penosas. Incremento en la producción de bienes Aumento de la
autonomía del medio La axiología social esta unida a satisfacción de necesidades, deseos, demandas y a la producción de
bienes y a la consecución de objetivos colectivos. En este caso se trata de un conjunto de valores que deben desde un
criterio de valorización ética jugar un papel de principios rectores, evaluativos y orientadores del desarrollo científico. El uso
de este tipo de valores nos adentra en las complicaciones conceptuales y éticas sobre las necesidades básicas, los deseos, la
jerarquización de las satisfacciones de preferencias, etc. Las paradojas en la toma de decisiones colectivas son abundantes
como nos indico en su teorema de incompatibilidad K. Arrow. Esto supone que la axiología social requiere también de una
autovalorización interna.

ETICA

Justicia. Igualdad. Equidad. Libertades. Derechos fundamentales. Bienes básicos. Verdad (no mentir) Piedad. Precaución.
Beneficencia. Normal eficiencia Irreversibilidad. Responsabilidad Como se puede ver no todos los valores que intervienen
en la valorización posible del sistema científico son exclusivamente valores éticos pero si son valores que tienen algún tipo
de conexión mutua. El reconocimiento de la determinación y la pluralidad axiológica de la ciencia es básico para poder
reconstruir la relación entre ciencia y ética y entre ciencia y ecologismo. Ahora bien esto es solo un paso estructural que por
sí sólo no es suficiente, es necesario dotarlo de un nuevo contenido. Una nueva axiología pluralista que sea capaz de
articular una sistema de valorización pluralista capaz de conciliar los objetivos y valores éticos y ambiéntales con el quehacer
científico y tecnocientífico.El objetivo aquí es seleccionar valores en las cuatro dimensiones de esta axiología pluralista
(eficiencia sobre eficacia), (seguridad sobre velocidad) (equilibrio sobre productividad); con una reelaboración de estos
mismos conceptos seleccionados.

1. UNA CULTURA CIENTÍFICA DEMOCRATICA.. La democracia entendida como democracia radical o integral ( también
denominada forma de vida) ha de presidir todo este nuevo proceso de valorización pluralista de la ciencia. Sin una cultura
científica democrática no cual comporta que la ciencia tenga afinidades interiores y axiológica con los valores democráticos
pero también que la cultura democrática ciudadana tenga conocimientos y cultura científica, es imposible esta el
pluralismo axiológico y la emancipación dela tecnocracia. Para ello os propongo un breve decálogo de reflexión y
propuestas. La alianza epistemológica entre ciencia y democracia ( isomorfismo epistemológico)No hay democracia sin
cultura científica popular. Es necesario una opinión publica informada y crítica. Son necesario instrumentos normativos e
institucionales Son una ética ambiental y una bioética vigorosa. Códigos profesionales deontológico. Son necesarias normas
(mejor hipe regulación que desregulación) Sistemas de valorización pública y eliminación del secretismo. Programas de
formación científica popular no reglada y medios de comunicación con secciones y espacios sobre ciencia. Comités de
bioética, sistemas de auditorias y tribunales de tecnología. En definitiva proponemos reconsiderar a la ciencia como un
complejo hecho social. Complejo en cuya evaluación y dirección interviene un abigarrado pluralismo axiológico. El objetivo
es reconducir la ordenación, peso y composición de los valores de tal modo que sea compatible con un uso sostenible de la
tecnociencia y con una cultura y una visión del mundo ecológica. Estos objetivos comportan el abandono de cualquier
imperialismo epistemológico y la convivencia de la ciencia con otros discursos del saber que sean compatible con una ética
pública y la justicia ambiental. La ciencia, y la tecnociencia, no son la única forma universal y absoluta de conocer la realidad.
Tal definición presupone deberá ser democráticamente ponderada por la sociedad desde criterios de sostenibilidad y
solidaridad intergeneracional e inter específica

2.2 CIENCIA Y SOCIEDAD. UNA MIRADA DESDE LA ETICA

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Ciencia y técnica no son saberes neutrales. No es raro encontrar en los dibujos animados y en las películas de aventuras la
imagen del científico chiflado, unas veces al servido de una buena causa, y otras, en cambio, a las órdenes de ciertos
personajes malvados empeñados en dominar el mundo entero según su capricho. Hasta cierto punto, esa imagen es una
burda caricatura de lo que realmente hacen los hombres y mujeres que cultivan la ciencia, pero en el fondo refleja algunos
elementos que sí se corresponden con la realidad. Por ejemplo:

La ciencia y la tecnología poseen un enorme potencial que puede ser utilizado para fines muy diferentes, desde la
producción de alimentos y la curación de enfermedades hasta la fabricación de sustancias altamente contaminantes y de
armas de destrucción masiva. Las personas que se dedican a la investigación científica y técnica se ven obligadas a ofrecer
su servicios a las grandes empresas multinacionales (poder económico) y a los estados (poder político). De este modo, la
utilización que finalmente se haga de sus descubrimientos se les escapa de las manos la mayor parte de las veces. La
investigación científica requiere una gran especialización y un vocabulario propio, de modo que puede darse cierto
distanciamiento entre la sociedad y los profesionales de la ciencia. En resumen, la actividad científica no está por encima del
bien y del mal, sino que, como cualquier otra actividad humana, tiene una dimensión ética indudable, tanto en lo que se
refiere a sus posibles aplicaciones industriales y bélicas como en lo referido a la propia mentalidad social.

La ciencia en la sociedad y en la historia2.1.La ciencia y la ética desde la Antigüedad La relación mantenida entre la ciencia y
la ética ha cambiado. A nuestra mirada, ambas aparecen como unidas en los orígenes del pensamiento racional griego; y
hoy resulta todavía difícil distinguir lo propiamente ético o filosófico de lo estrictamente científico (con independencia de su
validez actual) en las obras de pensadores como Aristóteles.

Para aquellos primeros pensadores, sin embargo, tal distinción resultaba improcedente, puesto que vieron en la ciencia una
actividad secundaria respecto de la filosofía, la cual venía a ser una especia de ³ciencia de las ciencias´, es decir, un saber
totalizador que abarcaba el ámbito entero de lo inteligible. Al menos, de lo inteligible en el orden de lo temporal, puesto
que, en el Occidente cristianizado, la teología reinó sobre el conjunto de todos los saberes. Con todo, dicha independencia
no deja de ser también relativa. El hecho mismo de la existencia y desarrollo de las ciencias plantea problemas de índole
filosófica, tales como el de la posibilidad del conocimiento científico; o el de la adecuación entre las teorías
científicas.

La ciencia como búsqueda ilimitada de la verdad. En la Antigüedad clásica y en la Edad Media se concebía la ciencia como
un conocimiento absolutamente indudable, demostrable a partir de unos principios supremos, razonando
sistemáticamente y enseñable; se contraponía al saber vulgar (mera colección de experiencias) ya la simple opinión (saber
todavía inseguro, falto de una demostración suficiente).Sin embargo, a partir del siglo XVI se abrió paso un nuevo concepto
de ciencia, según el cual todos los conocimientos pasan a ser considerados como ³hipótesis´, esto es, como explicaciones
más o menos verosímiles que han de ser comprobadas mediante experimentos, pero que quedan sometidas en todo
momento a la posibilidad de revisión y modificación. La ciencia moderna ya no se entiende como un conjunto de verdades
absolutas, sino más bien como un conjunto de afirmaciones provisionalmente aceptables que forman parte de un proceso
ilimitado de búsqueda de la verdad que se lleva a cabo a muy largo plazo, dando cabida a todas las personas que deseen
participar en él.2.3.¿A quiénes deberían beneficiar la ciencia y la técnica? Dado que los conocimientos científicos
son el producto de un largo proceso en el que han participado miles de personas a lo largo de la historia, parece
justo que los beneficios que se derivan de dichos conocimientos sean disfrutados por toda la humanidad. Sin embargo, la
investigación científica es una actividad muy costosa. Se necesitan investigadores bien formados y los medios materiales

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(como laboratorios, aparatos o bibliotecas)son complejos y caros. Por esta razón, tanto los países como las empresas que
invierten en investigación se fijan unas metas muy claras y concretas, intentando rentabilizar al máximo esta actividad. En
consecuencia, el fin último que se persigue al poner en marcha un determinado proyecto de investigación no siempre es el
bien de todos, sino a menudo defender los intereses políticos y económicos de los gobiernos o de las empresas que lo
financian.2.4.La nueva colonización tecnológica Es muy frecuente, y cada vez más, que muchos descubrimientos e inventos
permanezcan en secreto por razones militares o de rivalidad entre grandes compañías comerciales. Este secretismo
perjudica especialmente a los países menos desarrollados, puesto que suelen ser ellos los únicos que no tienen ninguna
posibilidad de acceder a esas investigaciones. Pero lo más escandaloso es que en ocasiones los países ricos realizan sus
experimentos más peligrosos y contaminantes en los países pobres e instalan en ellos las industrias de mayor riesgo para la
salud, mientras que se reservan los beneficios posteriores para su disfrute en exclusiva, o hacen pagar un alto precio a esos
países a cambio de la licencia de uso de las nuevas tecnologías. En consecuencia, el diferente potencial científico e
investigador de los países ricos y los países pobres ahonda aún más las diferencias económicas entre ambos. Así se produce
una situación de dependencia tecnológica de los países pobres respecto a los ricos, lo que equivale a un nuevo tipo de
colonización:

la colonización científico-técnica. Unos pocos países o unas pocas empresas transnacionales (o, mejor dicho, los
gobernantes de esos países y los directivos de esas empresas) tienen muchas veces en sus manos las posibilidades de
desarrollo de países enteros.

Los valores que orientan la tarea investigadora 3.1.Ni prejuicios, ni dogmatismos, ni censura Tanto en la concepción antigua
de la ciencia como en la moderna, se supone que el objetivo último de la ciencia es la investigación y la enseñanza de la
verdad objetiva, sin dejarse arrastrar por prejuicios ni por dogmatismos de ningún tipo, y sin someterse a ningún tipo de
censura política ni religiosa. Los prejuicios son errores de comprensión que pueden proceder de distintas fuentes: fallos en
el razonamiento, excesivo apego a la costumbre, etc. El dogmatismo consiste en mantener a toda costa una opinión sin
permitir que pueda ser criticada. Por el contrario, la actitud propia de la ciencia es la de argumentar con rigor las
afirmaciones que se hacen y no convertirlas en dogma. Para que esta crítica constante sea posible, es necesario que los
investigadores puedan publicar libremente los resultados de sus investigaciones, de modo que puedan ser contrastados
por los demás investigadores de su misma especialidad. Además, el auténtico investigador es muy modesto porque sabe
que sus conocimientos son limitados yrevisables.3.2.La fuerza de los argumentos Por estas razones, la ciencia es el producto
de la comunidad de investigadores que se ha ido formando a lo largo de los siglos y de la que hoy forman parte millones de
personas de todos los países del mundo. En esa comunidad no se concede a nadie el privilegio de poseer la verdad
absoluta, sino que en ella se pretende mantener el diálogo y la argumentación como el único medio adecuado por el que
las teorías o los descubrimientos pueden ser aceptables.

Hacia un control ético del uso de las tecnologías4.1.Autocontrol ético de los profesionales de la ciencia En la actualidad, son
cada vez más los científicos que ven la necesidad de introducir principios éticos -como el del respeto a la vida y a la libertad
de las personas, o el de la preservación del medio ambiente natural- entre los criterios de lo que se debe considerar una
buena investigación. De este modo han comenzado a elaborar sus propios códigos de ética profesional de modo similar
a como ya lo venían haciendo los médicos desde hace tiempo. El hombre del siglo XXI se enorgullece de pertenecer a una
cultura que privilegia el conocimiento y la innovación. Sin embargo, durante su larga historia y no obstante su inteligencia, el
hombre ±arrastrado por su soberbia no siempre ha sido capaz de percibir con humildad las limitaciones de sus

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capacidades, lo que ha causado duros golpes no sólo a su ego sino también graves detenciones y retrocesos a la especie
humana. Para Freud, las grandes conmociones que ha sufrido la humanidad han sido:

-Dejar de ser la tierra el centro del Universo (Copérnico); - Dejar de ser la especie humana la coronación del mundo
animado (Darwin); - Dejar de ser los hombres, amos de sus propios impulsos (psicoanálisis), a lo cual debemos agregar
desde el siglo XX:

Dejar de ser los hombres amos de sus técnicas1. Estas conmociones ilustran dos aspectos de la especie humana que son
contradictorios:

El contraste entre su inteligencia y la profundidad de sus errores conceptuales que sentaron las bases para concepciones
teóricas sustentadas largo tiempo y de tal arraigo, que incluso lo impulsaron, en determinadas épocas, a dar muerte en
calidad de sacrílegos, a los que visionariamente pretendieron modificar el es-quema de pensamiento vigente. Pero, ¿ha
aprendido el hombre algo de humildad? Hasta principios del siglo XX, el conocimiento se basaba en la transmisión directa
de experiencia, lo que era muy notorio en Medicina. El juicio personal sumado a experiencias ajenas semejantes, contribuía
a resolver el problema que se enfrentaba con un elemento de subjetividad enorme. Posteriormente, el conocimiento fue el
resultado de la interpretación de los hechos observados mediante el uso del método científico. En el ambiente actual la
investigación va más allá de las fronteras y le cabe abrir caminos con libertad e independencia de las aplicaciones que
puedan dársele a sus descubrimientos, mientras que a la Innovación le corresponde desarrollar las potencialidades de
éstos, aplicando en la práctica determinados aspectos derivados de ellos, lo que a su vez provoca la introducción de
novedades adicionales. Así, es creativa en el sentido de crear necesidades .De esta manera como consecuencia de una
potenciación técnica y capacitación intelectual nunca antes logradas, la inventiva del hombre ha alcanzado niveles
insospechados lo que le permite escudriñar el mundo y a la especie humana hasta sus partículas esenciales, dando rienda
suelta al gozo de descubrir y entender, sin imaginar que, por desgracia, las aplicaciones que se darán en algunos casos a
estos nuevos conocimientos pueden convertirse en fines en sí mismos que siguen ³perfeccionándose´ con independencia
de sus creadores. Así pues, la actual es una Sociedad que contrasta sueños y patentes, tratando de conciliar sus mutuos
intereses:

Comprensión de un problema y aplicación práctica, utilitaria, de la novedad y sus derivaciones, con la mayor rapidez y
difusión posible. Dejan de ser los hombres, amos de sus técnicas. El impacto de la aplicación del conocimiento científico y
tecnológico en el bienestar de la humanidad es evidente: por ejemplo, los sistemas de transporte y de comunicación, de
tan incorporados, ya no se aprecian en lo que han significado para la modificación de nuestros hábitos. Esta misma
situación de ³aceptaciónpor uso´ sobre otros puntos nos inquietan sobremanera, por ejemplo, hasta donde puede llevar el
desarrollo de la biología molecular y sus implicancias éticas a modificar los conceptos tradicionales de vida, muerte y
apreciación de nosotros mismos como seres humanos. En otra mirada de este tema, Richard Lewinton plantea una visión
futurista al relacionar conocimiento científico y democracia4. Sostiene que, en una sociedad dominada por la ciencia y
la tecnología, el verdadero poder está en aquellos pocos que tienen este conocimiento y que para adoptar decisiones, la
opinión de la mayoría pierde todo valor. Hasta ahora, evidentemente es la sociedad quien ha influido en la ciencia de
manera profunda, guiando o desvirtuando su investigación sea por razones económicas, políticas o ideológicas. Ejemplos
de esto lo apreciamos todos los días y en la historia reciente: la legitimidad de la clonación reproductiva, los experimentos
raciales en los campos de concentración, la limitación económica a la investigación pura o al apoyo de la formación de
capital humano especializado5.En salud, la Innovación (entendiendo por talla aplicación de un conocimiento o una

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metodología)tiene un componente ético importante. Se abren una serie de preguntas ante la aplicación de una
determinada técnica o de un procedimiento, que van más allá de la técnica misma y se dirigen más bien a las implicancias
que tiene su aplicación. ¿Cuándo se hace indispensable un procedimiento? ¿De quién depende su aplicación? ¿A quiénes
beneficia? ¿Cómo podría modificar nuestros conceptos de lo que es lícito o no?¿Cuáles modificaciones en la docencia de
los profesionales de la salud acarrea su uso? ¿Cuáles son los costos y beneficios económicos que significan para la ³industria
de la salud? En Medicina, hemos vivido una revolución especialmente en los campos de la genética y de la inmunología
que han hecho posibles cosas impensadas hace pocos decenios: trasplantes de órganos, solución de problemas de
fertilidad, mantención artificial de la vida. Junto a los aspectos positivos han surgido las infinitas pero también temibles
posibilidades que estas mismas técnicas pueden eventualmente desarrollar, hasta llegar a la creación de vida, alterándolo
que por siglos se ha considerado conceptos normales sobre la procreación y de las características de la especie. La discusión
sobre el comercio genético ha llegado hasta el punto que Stewart Newman, distinguido biólogo celular, junto a un grupo
connotado de personalidades, intentaron obtener una patente en la Oficina de Patentes norteamericana para treinta
posibilidades que abarcan un espectro de quimeras animales humanas, en busca de una ³protección genética´ que prohíba
cualquier investigación con células embrionarias que atraviese las fronteras entre humanos y animales durante20 años y
permita en ese lapso una reflexión sobre el tema6.Las expectativas del público respecto a la práctica médica y a la
investigación clínica han cambiado en los últimos 30 años:

hay un grado mayor de información, desgraciadamente no bien procesada (el llamado analfabetismo científico)7, que ha
conducido, entre otras cosas, a una relación médico-paciente en un plano aparentemente igualitario, pero llevado a cabo
en términos casi exclusivamente técnicos, lo que ha contribuido a deteriorar dicha relación en su valioso componente
espiritual. En relación a la investigación aplicada es necesario aclarar inquietudes que nos surgen como profesionales, por
ejemplo:

III.EDUCACION DE LA MORAL.
3.1 EDUCACION Y VALORES

El ser humano tiene una naturaleza indeterminada. Las personas no están programadas sino que se ven obligadas a decidir
continuamente sobre cómo y hacia dónde quieren dirigir su vida. El origen de lo moral esta en la necesidad de decidir cómo
se quiere vivir, a pesar de presiones sociales y los condicionamientos biológicos y culturales. Desde este convencimiento
nuestro grupo de trabajo ha concebido la necesidad de indagar, analizar y presentar la siguiente monografía. El tema
escogido es de palpitante actualidad, pues parte de la crisis que cómo país tercermundista padecemos es, precisamente, la
falta de una práctica de valores, cuyas características de universalidad y homogeneidad persistente, redunden en una
mejora en nuestra calidad de vida. La escuela, en ese sentido, juega un rol fundamental pues como agente reproductor y
socializador de los valores presentes en la sociedad, se convierte en el espacio donde se puede empezar el cambio que
tantas veces se ha pregonado pero que aún permanece como una utopía:

Donde se produzca el tránsito de una sociedad autocrática, intolerante y dogmática a una sociedad democrática, tolerante
y crítica. Desde este punto de vista la misión de la educación en valores debería consistir en la superación de la socialización
de los mismos para fijarse objetivos próximos a la capacidad crítica, autonomía y racionalidad de la persona en situaciones
de conflicto ético.

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¿QUÉ SON LOS VALORES?

El valor es tanto un bien que responde a necesidades humanas como un criterio que permite evaluar la bondad de
nuestras acciones. Cuando hablamos de valor, generalmente nos referimos a las cosas materiales, espirituales,
instituciones, profesiones, derechos civiles, etc., que permiten al hombre realizarse de alguna manera. El valor es, entonces,
una propiedad de las cosas o de las personas. Todo lo que es, por el simple hecho de existir, vale. Un mismo objeto
(persona o cosa) puede poseer varios tipos de valores, por ejemplo, un coche puede ser útil además de bello. El valor es
pues captado como un bien, ya que se le identifica con lo bueno, con lo perfecto o con lo valioso. El mal es, entonces, la
carencia o la ausencia de bien. Se llama mal al vacío, es decir, a lo que no existe. Por ejemplo, el agujero en el pantalón, es la
falta o ausencia de tela. Existen dos tipos de bienes; los útiles y los no útiles:

Un bien útil se busca porque proporciona otro bien, es el medio para llegar a un fin. Por ejemplo, si voy a comprar un coche
para poder ir al trabajo ( utilidad) busco un coche de buena marca, de buen precio, que me sirva para mi fin, ir al trabajo. Un
bien no útil, por el contrario, es el que se busca por sí mismo. Por ejemplo, las personas son bienes no útiles, porque valen
por sí mismas, por el hecho de existir como seres humanos, tienen dignidad y no pueden ser usadas por los demás .Los
valores valen por sí mismos, se les conozca o no. Van más allá de las personas, es decir, trascienden, por lo que son y no por
lo que se opine de ellos. Todos los valores se refieren a las necesidades o aspiraciones humanas. Las personas buscamos
satisfacer dichas necesidades. Los valores físicos, como el afecto y la salud, así como los valores económicos, el poseer una
existencia con un mínimo de confort, satisfacen en gran medida estas necesidades básicas.1.2.- IMPORTANCIA.-
Pensamos que debemos partir de nuestra propia realidad, una de las conclusiones del Informe General de la Comisión
Nacional de Seguridad Ciudadana (Ver Anexo:

Unidad de Defensa Nacional PLAN DE CAPACITACIÓN), enuncia y señala de manera terminante la parte de responsabilidad
que le correspondería al sistema educativo del país, respecto del estado de violencia y el clima de inseguridad que
afecta a la ciudadanía nacional. Se expresa textualmente:

"Fracaso de la política de prevención y di fusión de valores en la escuela pública. El riesgo más próximo
para las grandes ciudades peruanas es el establecimiento de una cultura juvenil violenta" .

Una de las manifestaciones preocupantes en el comportamiento de la juventud y otros segmentos de la población


peruana, se configura en el imaginario colectivo como una aguda crisis de valores. Corrupción desenfrenada en las altas
esferas políticas (con esto se hace especial alusión a lo ocurrido en la última década del siglo XX), ascenso de la criminalidad,
violencia juvenil, las barras bravas, terrorismo, narcotráfico y drogadicción, protestas violentas con atropello de los derechos
ciudadanos, proclividad a la anarquía, impunidad, etc. La crisis de valores es un fenómeno cuyas causas no son
directamente imputables sólo al sistema educativo del país, por muy deteriorado que se le encuentre a la calidad de la
educación que imparte, particularmente en las instituciones públicas. Las causas del fenómeno en mención tienen una
raigambre social muy compleja. Para hablar con propiedad sobre este asunto sería conveniente y necesario realizar una
investigación rigurosa en un segmento representativo de la población. Definitivamente la sociedad peruana en los últimos
tiempos ha experimentado cambios vertiginosos, la "globalización", la revolución tecnológica (Internet, cable, celular, etc.) la
libre competencia, hace que nuestra calidad de vida sea cómoda y podamos elegir lo que nos conviene de acuerdo a
nuestros intereses. Pero cabría reflexionar, será de manera uniforme para todas las personas, ¿Es acertada la política
democrática ± neoliberal en nuestro país?, y ¿Qué hay de la situación "moral"? Por ejemplo, frente a la ausencia de una

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buena calidad de vida, hace que muchas personas, intenten valerse de cualquier medio para cubrir su necesidad o fin
trazado, interfiriendo en la vida de las personas, cometiendo delitos, ¿Quién es responsable? ¿Es tarea de la escuela o de la
sociedad? Nos parece que ambas convergen y se nutren recíprocamente una de la otra. Porque el desarrollo de la
personalidad en el individuo, el proceso de socialización, aparece obviamente desde los primeros años de vida y en casa,
pero esto se consolidará en el día en que ingrese a la escuela donde reforzará, aprenderá o modificará lo aprendido. El
asunto en realidad es complejo, en nuestros niños y jóvenes parte de su aprendizaje se da a través de la imitación, durante
los últimos diez años hemos sido testigos de la corrupción en las más altas esferas gubernamentales, violación de derechos
humanos, inestabilidad laboral, pobreza extrema, insensibilidad de la población, violencia a través de la prensa escrita y
hablada. Parece que aún nuestro país no tiene la brújula, que nos oriente a buscar nuestros objetivos para alcanzar el
desarrollo nacional, en todos sus aspectos.

CLASES.-Se entiende por valor moral todo aquello que lleve al hombre a defender y crecer en su dignidad de persona. El
valor moral conduce al bien moral. Recordemos que bien es aquello que mejora, perfecciona, completa El valor moral
perfecciona al hombre en cuanto a ser hombre, en su voluntad, en su libertad, en su razón. Se puede tener buena o mala
salud, más o menos cultura, por ejemplo, pero esto no afecta directamente al ser hombre. Sin embargo vivir en la mentira,
el hacer uso de la violencia o el cometer un fraude, degradan a la persona, empeoran al ser humano, lo deshumanizan. Por
el contrario las acciones buenas, vivir la verdad, actuar con honestidad, el buscar la justicia, le perfeccionan. El valor moral te
lleva a construirte como hombre, a hacerte más humano. Depende exclusivamente de la elección libre, el sujeto decide
alcanzar dichos valores y esto sólo será posible basándose en esfuerzo y perseverancia. El hombre actúa como sujeto activo
y no pasivo ante los valores morales, ya que se obtienen basándose en mérito. Estos valores perfeccionan al hombre de tal
manera que lo hacen más humano, por ejemplo, la justicia hace al hombre más noble, de mayor calidad como persona.
Para lograr comprender plenamente los valores morales debemos analizar la relación que éstos guardan con otro tipo de
valores. Siendo el ser humano el punto de referencia para los valores, cabe ordenarlos de acuerdo con su capacidad para
perfeccionar al hombre. Un valor cobrará mayor importancia en cuanto logre perfeccionar al hombre en un aspecto más
íntimamente humano:

Valores infrahumanos

.- Son aquellos que sí perfeccionan al hombre, pero en aspectos más inferiores, en aspectos que comparte con otros seres,
con los animales, por ejemplo. Aquí se encuentran valores como el placer, la fuerza, la agilidad, la salud.

Valores humanos infra morales

.- Son aquellos valores que son exclusivos del hombre, ya no los alcanzan los animales, únicamente el hombre. Aquí
encontramos valores como los económicos, la riqueza, el éxito, por ejemplo. La inteligencia y el conocimiento, el arte, el
buen gusto. Y socialmente hablando, la prosperidad, el prestigio, la autoridad, etc.

Valores Instrumentales

.- Son comportamientos alternativos mediante los cuales conseguimos los fines deseados.

Valores Terminales

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.- Son estados finales o metas en la vida que al individuo le gustaría conseguir a lo largo de su vida.1.4.- CARACTERISTICAS.-
Cuando hemos referido líneas arriba cuando hablamos de valor, generalmente nos referimos alas cosas materiales,
espirituales, que permiten al hombre realizarse de alguna manera. Se dice también, que la finalidad del hombre en el
mundo es alcanzar la felicidad. Para ello una de las cosas que debe hacer la persona, es la valoración de su vida y establecer
jerarquías de importancia. Así se dará cuenta que algunos valores serán sacrificados por otros de mayor grado. Entonces se
convertirá en la carta de presentación "moral" del individuo. Por otro lado, se refiere también a las necesidades (satisfacción
de las mismas) o aspiraciones humanas y su clasificación se da de la siguiente forma:

Necesidades primarias

.- Son las necesidades fisiológicas que todo ser humano tiene que satisfacer, por ejemplo:

el alimento, el vestido, la vivienda, la educación, etc.

Valores económicos

.- El hombre siempre busca su comodidad, a través de una estabilidad laboral por ejemplo, precisamente para cubrir sus
necesidades básicas.

Necesidades de seguridad

.- Se refiere al temor de pasar desapercibido, relegado por los demás, todos nosotros en el fondo buscamos aceptación del
grupo social.

Necesidades sociales

.- Es cuando un núcleo familiar no es suficiente para el desarrollo de la persona, por lo que tendemos a formar nuevos
grupos de pertenencia ( proceso de socialización a través del colegio, de la universidad, instituto, trabajo, etc.)

Necesidades de autorrealización

.- Se refiere de encontrar un sentido a la vida, luchar por ideal. Estas pueden satisfacerse por medio del cultivo de la ciencia,
el arte, la moral y la religión. Dentro de las características principales que poseen los valores, encontramos las siguientes:

Independientes e inmutables

.- Son lo que son (originales) y no cambian. Ejemplo:

la justicia, la belleza, el amor, entre otros.

Absolutos

.- Son aquellos que no están condicionados a ningún hecho social, histórico, biológico o individual. Por ejemplo:

la verdad o la bondad.

Inagotables

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.- No existe ninguna persona que no agote la nobleza, la bondad, el amor, la sinceridad.

Objeti vos

.- Los valores se les da tanto a las cosas como a las personas, independientemente de que se las conozca o no. Para los
hombres es necesario descubrirlos para que vaya formando su personalidad, para la sobrevivencia de su propia vida.

Subjetivos

.- Tiene importancia para la persona en específico de acuerdo a sus intereses

3.2 PEDAGOGIA DE LA ÉTICA. LA ALTERIDAD.

PEDAGOGÍA DE LA ÉTICA: DE LA RESPONSABILIDAD A LA ALTERIDAD

Hablar de ética en la sociedad actual y el momento histórico en el que nos encontramos debiera ser una necesidad, sino
casi un imperativo existencial, debido a las crisis a las que nos enfrentamos como comunidad y como especie, gracias al
desarrollo incontrolado de la tecnociencia, la deformación de la noción de progreso (para unos pocos y en detrimento de
los demás y de nuestro planeta), la confusión intencionada muchas veces de la cuestión de los fines y los medios (µ¿se
debe hacer todo lo que se puede hacer? es una cuestión clave en ética), la conflictividad entre la globalización y la pluralidad
(fundamental para la convivencia en un mundo como el nuestro donde sólo desde perspectivas interculturales se alcanza
un mínimo equilibrio), etc. En este contexto nos movemos y a partir de aquí vamos a intentar delimitar un poco qué
entendemos por ética y qué por moral, para a partir de ahí ofrecer una panorámica de lo que se ha llamado ética filosófica
desde una postura definida que nos ayude a encontrar preguntas y respuestas (tan importantes son las unas como las
otras, o quizás más incluso las primeras a veces) a los desafíos que tenemos frente a nosotros en cuanto que miembros de
una comunidad, de diferentes culturas y ciudadanos y ciudadanas responsables y solidarios, así como en nuestro papel de
educadoras y educadores comprometidos con el cambio social y la lucha contra las injusticias y desigualdades. No en vano,
parafraseando a Wittgenstein podemos decir que la ética no trata del mundo, sino que ha de ser una condición del
mundo. En una primera aproximación podemos comentar que, desde el punto de vista etimológico, si consultamos un
diccionario de griego clásico nos encontramos con dos términos muy parecidos al buscar la palabra µ Ética:

êthos, disposiciones morales, y éthos, costumbre. Parece, a primera vista, que el primero alude a los valores con respecto a
los cuales el segundo plasma las costumbres. El latín no nos aporta mucho más: mores significa a la vez costumbres y
principios. Hasta recurriendo a Aristóteles, en su Magna moralia, éste nos señala la relación entre ética y moral, pero no su
coincidencia. No obstante, y aunque aquí vamos a diferenciar ambos términos, hay que advertir que en muchos escritos no
se hace o se utilizan indistintamente, lo cual debe ser tenido en cuenta a la hora de indagar en esta temática. No obstante,
prosiguiendo con la evolución de la ética filosófica hay que decir que ésta no se ha mantenido al margen del denominado
giro lingüístico, hermenéutico y pragmático de la filosofía contemporánea, mediante el cual se trasciende la idea de que la
teoría del conocimiento se dé únicamente bajo la relación subjeto-objeto y se introducen los procedimientos de
entendimiento intersubjetivo y la formación de consenso desde la comunicación, puesto que el lenguaje lo utilizamos para
comunicar algo al otro o la otra. Así, de acuerdo con De Zan (2002), podemos decir que casi todas las teorías éticas
contemporáneas se presentan vinculadas a algún tipo de análisis o reflexión sobre el lenguaje, ya se trate del análisis

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metaético del lenguaje de la moral, de la reconstrucción de la moral del lenguaje como condición de posibilidad de la
comunicación y del entendimiento intersubjetivo, o de la hermenéutica del µethos en el lenguaje de la tradición. De todas
formas, y siguiendo con las palabras de este autor :

Lo que interesa destacar aquí es que esta transformación pragmática y hermenéutica de la filosofía conlleva la comprensión
del reconocimiento recíproco como una presuposición moral necesaria de la validez epistémica del saber objetivo y de la
racionalidad en general. (...) la constitución del sentido intersubjetivo por medio del uso comunicativo del lenguaje y la
resolución de las pretensiones de validez por medio del discurso argumentativo presuponen como condición necesaria el
reconocimiento y el respeto de principio normativos de orden moral, sin los cuales no podría existir ninguna comunidad
intersubjetiva. Lo cual equivale a decir también que no hay racionalidad posible sin moralidad y que es necesario investigar,
por lo tanto, los presupuestos éticos de la racionalidad en cuanto tal En este punto, consideramos necesario continuar
entonces aclarando aspectos, y para ello nos servimos de Maturana (1994) cuando afirma que la preocupación ética, como
preocupación por las consecuencias que nuestras acciones tienen sobre los demás, es un fenómeno que tiene que ver con
la aceptación de la otra persona como legítima desde su propio ser.

Las preocupaciones éticas no tienen ±digo yo- de todas estas reflexiones una fundamentación racional, sino que tienen una
fundamentación emocional. Y la preocupación ética surge en el momento en que a uno le importa lo que le pasa al otro
con las cosas que uno hace, o con las cosas que se están haciendo en la comunidad a la cual uno pertenece. Pero para que
me importe lo que le pasa al otro tengo que verlo, y para verlo tengo que amarlo. Siguiendo esta línea de pensamiento, se
insiste en considerar que el carácter social, dependiente de las emociones, es el que define a la ética desde un dominio
social concretado por la aceptación recíproca del otro o de la otra desde su alteridad. Pero claro, en esto tendríamos a su
vez que diferenciar dos dimensiones: la de la reflexión teórica y la de la aplicación cotidiana de dicha reflexión, lo cual
supone, como estamos avanzando, una de las más claras diferenciaciones entre ética y moral. En este sentido, afirma
Haber mas que Las orientaciones de valor, incluyendo las auto comprensiones de personas o grupos orientadas por
valores, las juzgamos desde el punto de vista ético; los deberes, las normas y los mandamientos los juzgamos desde el
punto de vista moral . Por otro lado, continuando con la exposición de los principios de la ética filosófica desde la postura
que estamos intentando desarrollar sucintamente, de la mano de Etxeberría (2002)podemos decir que en lo moral
reflexionado por la ética hay como dos caras o núcleos temáticos clave: el teleológico (referente a aquello que estimamos
bueno, la felicidad, el deseo y el sentido de lo que consideremos una vida plena) y el deontológico (normativo, universal,
relacionado con la constricción y el deber). La armonización de ambas posiciones es compleja y delicada (aunque ha habido
intentos muy loables, a destacar últimamente el posicionamiento de Paul Ricoeur, desde una perspectiva narrativo-
argumentativa), por eso históricamente esta distinción ha sido válida para aplicarla a las posiciones éticas más desarrolladas.
De esta manera, en la posición teleológica podemos situar, a pesar de las diferencias entre ellas, al aristotelismo, el
epicureísmo y el utilitarismo, siendo muy interesante desde su propia idiosincracia la aportación más reciente de
Wittgenstein. Comenta este autor en suµ Conferencia sobre ética:

En lugar de decir que la ética es la investigación sobre lo bueno, podría haber dicho que la ética es la investigación sobre lo
valioso o lo que realmente importa, o podría haber dicho que la ética es la investigación sobre el significado de la vida, o de
aquello que hace que la vida merezca vivirse, o de la manera correcta de vivir. Por otro lado, la génesis de lo deontológico se
puede encontrar en los estoicos entre otros, si bien alcanza su plenitud con la obra de Kant, y su realidad actual más
desarrollada (aunque con matices) en la ética discursiva de Haber mas y Apel. En todo caso, lo que no podemos olvidar

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nunca es el carácter social y práxico de la ética, no técnico-científico, y su inclinación por tanto por un tipo de racionalidad no
instrumental sino más dialógica. Esa vertiente social que estamos otorgándole a la ética y esa realidad individual de la moral
nos puede recordar también lo que anticipara Vigotsky (2000) al comentar cómo llegamos al conocimiento primero desde
una dimensión inter psicológica, para después pasar eso a una dimensión intrapsicológica. Pero, además, este principio
vigotskiano nos servirá para disertar sobre el tema de los fines y los medios. Partiendo de la concepción maturaniana,
entiendo que toda práctica social (y, por consiguiente, toda práctica educativa) debe tener presente en todo momento las
consecuencias de su acción, tanto en el planteamiento que le da origen como en la necesaria reflexión continua que el
proceso de concreción de ese planteamiento debe poseer como inherente al mismo. Si no tenemos presente estas
cuestiones corremos el riesgo de caer en un reduccionismo legitimador de situaciones discriminatorias. El mismo Hegel ya
advertía de este planteamiento ético al afirmar que si llamo criminal a alguien que ha cometido un delito, lo reduzco a ese
acto y olvido todos los demás aspectos de su persona y su vida. Es por esto, entre otras razones, que no podemos creer en
una ética de máximos, o sea, en una ética determinada y determinista, cerrada a lo histórico, a lo contingente y dinámico
como elementos constitutivos del ser humano y la cultura. La apuesta en todo caso, más si cabe en nuestra sociedad plural
y compleja, debería partir de una ética de mínimos comunes, procedimentales, consensuados y en permanente
(re)creación. En la sociedad pluralista una ética común como la que se busca no puede reposar sobre principios
imponderables o que no fueran conjugables con otras formas posibles de conducta. (...) En otras palabras, un sustrato ético
común para una sociedad pluralista sólo es viable a través de principios cerrados, la compatibilidad de lo que para todos
debe ser entendido y aceptado como bueno o correcto y lo que para cada uno sea su propia idea y realización de lo bueno.
En el pluralismo una ética común excluye cualquier µética de máximos¶, por más incuestionables o atractivos que nos
parezcan sus principios. A pesar de ello, permanecerán cerrados a la pluralidad. La alternativa consiste en una ética del
mínimo común moral, que es la basada en pautas comunicables y al mismo tiempo compatible con todas aquellas que no
están en abierta contradicción con ellas. (Bilbeny, 1997: 169-170) Evidentemente, el referente más claro a la hora de hablar
de esta ética de mínimos se encontraría reflejado en los derechos humanos, fundamentales desde su significación
configuradora de principios consensuados que nos permitan ir dando respuesta a una cuestión que se encuentra detrás de
todas estas reflexiones, y es que la situación del ser humano es en sí una cuestión ética fundamental para el propio ser
humano. Como decíamos anteriormente, no hay que olvidar que la ética surge de nuestra preocupación por las
consecuencias de nuestras acciones sobre los demás dentro de un marco intercultural (ya que la educación debe ser, por
definición, intercultural) donde las propias culturas deben ser vistas como redes de conversaciones, por lo que el ser cultural
implica el vivir en tal red de conversaciones (Maturana, 1994). Pues bien, esas redes, precisamente por su naturaleza social,
están impregnadas de valores que deberán ser configurados intersubjetivamente y aceptados de manera universal por los
actores sociales para ser legítimos, en función de su interés por el bien común, sin ningún tipo de exclusiones Esta
concepción de la ética recuerda también a lo desarrollado por otros filósofos como Hans Jonas (aunque este autor, más
que al discurso de la Modernidad, se encontraba próximo a un giro aristotélico en sus planteamientos), a través sobre todo
de su µprincipio responsabilidad¶, que él mismo definía desde la necesidad de actuar de tal modo que las consecuencias
de nuestras acciones sean compatibles con la permanencia de la vida. Como recuerda a la hermenéutica de Paul Ricoeur y
su intento de armonización narrativa de las perspectivas teleológica y deontológica, otorgándole un papel central al
concepto de justicia y lo que conlleva. O también podríamos hacer referencia a Emmanuel Levinas y su ética de la alteridad,
en la cual el encuentro ético con el otro es fundamental, siempre desde una justicia entendida como igualdad para todos
desde el reconocimiento de nuestras diferencias. Desde aquí vamos a profundizar brevemente en dos conceptos que
parecen fundamentales cuando hablamos de ética dentro de esta concepción, y que constituyen desde ahí los núcleos

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centrales que una pedagogía de la ética debe desarrollar, puesto que hablar de las consecuencias de nuestras acciones y del
valor ético de las mismas alude a la responsabilidad y la corresponsabilidad en el ejercicio de dichas acciones y a la alteridad
como referencia, inexcusable educativamente; a que las mismas cobran sentido desde la presencia y solicitud del otro y la
otra en el marco de la convivencia.

3.3 LA EDUCACION EN LA RESPONSABILIDAD

Sáez (2001) sostiene que la responsabilidad social es la capacidad y obligación de responder ante la sociedad como un todo,
por acciones u omisiones y que se ejerce, cuando corresponde, desde alguna persona hacia todas las otras. La capacidad
de responder está dada por los recursos con que cuenta la persona, ya sean de índole personal, recibidos por la herencia,
adquiridos por la educación, por el propio esfuerzo o puestos a su disposición por terceros; la obligación de responder está
dada por convenios, pactos, contratos, convicciones políticas, morales o religiosas. Según la capacidad de acción, la
responsabilidad social es mayor o menor. Así, cuando los efectos de las acciones u omisiones alcanzan a muchas personas,
se dice que la responsabilidad social es alta. En un plano más concreto, Urzúa (2001) define la responsabilidad social como
la orientación de las actividades individuales y colectivas en un sentido que permita a todos igualdad de oportunidades
para desarrollar sus capacidades suprimiendo y apoyando la eliminación de los obstáculos estructurales de carácter
económico y social, así como los culturales y políticos que afectan o impiden ese desarrollo.

Desde la perspectiva de la psicología individual, en 1997 Berman (cit en Arón y Milicic,1999) la define como el compromiso
personal de cada persona con las demás e incluye tres dimensiones necesarias para comprometerse con otros: entender
que cada persona pertenece a una red social más amplia que tiene influencia decisiva en la construcción de la propia
identidad; relaciones interpersonales basadas en consideraciones éticas de justicia y de preocupación por los otros y;
actuar con integridad; consistentemente con los propios valores. La responsabilidad social es una abstracción, un valor y,
por tanto, una persona no es socialmente responsable si sólo conoce intelectualmente el concepto; la responsabilidad
social se ejerce y concreta a través de una conducta moral (Navarro, 2002 a). Siguiendo a Aristóteles, se puede sostener que
una persona no es moral si únicamente conoce intelectualmente el bien; para serlo es preciso que mantenga una línea de
conducta virtuosa: que realice actos virtuosos y que los realice habitualmente, es decir, actos que apunten en dirección al
bien, a la supervivencia y a la felicidad del hombre y de la especie humana. Estos actos virtuosos son también llamados
conductas constructivas y son aquellas que contribuyen a satisfacer las propias necesidades deautoprotección y desarrollo
y, a la vez, cooperar en la satisfacción de las necesidades de los demás, para una plena y sana supervivencia.

Conducta moral

La conducta moral es expresión del desarrollo bio-psico-social alcanzado e incluye conducta prosocial y altruista; conducta
solidaria, de cooperación y participación y, autocontrol o inhibición de actos prohibidos, tales como la evitación de actos
que hieran a otros y la capacidad para respetar normas sociales en ausencia de control externo. Es entendida como la
acción o comportamiento voluntario ejecutado por un ser humano, luego de una decisión en la que intervienen todos los
componentes de la moralidad:la habilidad de razonamiento general, el juicio o razonamiento moral, la toma de perspectiva
social y, los factores afectivos como la empatía y laculpa (Vigneaux, 1990).

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1.El comportamiento prosocial es un comportamiento altruista, justo, compartido o generalmente empático (Eisenberg y
Fabes, 1998, cit en Woolfolk, 2000). Según Spacapan yOskamp (1992, cit en Woolfolk, 2000), incluye acciones que
benefician a los demás, sin proporcionar necesariamente un beneficio directo a la persona que la realiza. Cuando busca
ayudar a otra persona en la satisfacción de sus necesidades sin esperar recompensa, se trata deun comportamiento
altruista.2.La cooperación es obrar juntamente con otro u otros, para un mismo fin; es el acto de conjugar, voluntariamente
o no, la conducta propia con la de otros, para alcanzar un determinado fin (Pedrals, 2002). Consiste en trabajar juntos para
alcanzar objetivos comunes, procurando obtener resultados que son beneficiosos para si mismos y para otras personas
(Johnson y cols,1999) .La conducta cooperativa puede darse para lograr una meta común, alcanzando una recompensa
mayor que la que cada uno hubiera logrado por separado, donde junto con beneficiar a otros se espera un beneficio
personal. También puede haber conducta cooperativa con otros, para beneficiar a personas o grupos distintos de quienes
intervienen en ella y sin esperar recompensa externa. En este caso, se habla de altruismo (Macaulay y Berkowitz, 1970 cita
en Papalia y otros, 2001).3.La conducta participativa está formada por todas aquellas acciones tendientes a la asociación
con otras personas en situaciones y procesos y en relación a objetivos finales claros y conscientes o resultados no
conscientes para ella, pero significativos para el sistema social. La participación activa incluye todas aquellas conductas
tendientes a tomar parte en actividades y decisiones destinadas a la colaboración espontánea para el bien común; supone
autoconocimiento de necesidades y capacidad de satisfacerla a partir de la articulación con otros; conocimiento de las
necesidades de los demás y recursos personales para comprometerse con ellos; es una manera de construir comunidad
(Corvalán y Fernández, 1998). Giddens (2000), la describe como un medio y un fin para la emancipación y transformación
de las relaciones sociales que generan las desigualdades, las relaciones de explotación y dominación social .Lima (1988)
plantea que la participación es acción y compromiso y, en el plano político, conduce a adoptar decisiones políticas
racionales, a que todas las personas tengan una efectiva participación en el poder y, a la búsqueda de la igualdad social y
emancipación de los hombres.

Inteligencia y conducta moral

Todas las conductas antes descritas requieren de y son una expresión de la inteligencia emocional, concepto acuñado a
principios de los años noventa por los psicólogos americanos Peter Salovey y John Mayer (cit en Roca, 2003) para definir el
uso excelente de la inteligencia interpersonal e intrapersonal planteadas por Gardner (1993), en su teoría de las
inteligenciasmúltiples.1.Gardner (1993) define como inteligencia intrapersonal a la capacidad para conocer los aspectos
internos de si mismo; el acceso a la propia vida emocional y sentimientos; la capacidad de discriminar entre estas
emociones, ponerles un nombre y recurrir a ellas para interpretar y orientar la propia conducta. El Autoconocimiento es, en
términos generales, reconocer los propios sentimientos, emociones, preferencias, habilidades, recursos e intuiciones, es
saber en que estado se encuentra la persona en cada situación que afronta, estando conscientes de lo que es, sus
reacciones y los efectos que causa sobre el entorno. Constituye una de las aptitudes básicas de la excelencia (Briano, 2003).
Se encuentra estrechamente relacionado con el concepto de autoestima y por lo tanto con los de autoconcepto,
autoevaluación, autoaceptación, y autorespeto.b)La inteligencia interpersonal es aquella que se construye a partir de una
capacidad nuclear para sentir distinciones en los demás: en particular, contrastes en el estado de ánimo, temperamento,
motivaciones e intenciones (Gardner, 1993, cit en Gardner, 1995). Es la capacidad de comprender en los demás cuáles son

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las cosas que más les motivan, cómo trabajan y la mejor forma de cooperar con ellos. En formas más avanzadas, esta
inteligencia permite a un adulto hábil leer las intenciones y deseos de los demás, aunque se hayan ocultado. Las
investigaciones de Gardner (1995) sugieren que los lóbulos frontales del cerebro desempeñan un papel importante en el
conocimiento interpersonal. Goleman (1995), interpreta y resume estas dos capacidades la inteligencia interpersonal y la
intrapersonal, propuestas por Gardner, como la capacidad de discernir y responder apropiadamente a los estados de
ánimo, temperamentos, motivaciones y deseos de las demás personas en referencia a la inteligencia interpersonal, y en
cuanto a la inteligencia intrapersonal como la capacidad de establecer contacto con los propios sentimientos, discernir
entre ellos y aprovechar este conocimiento para orientar nuestra conducta. Sostiene que, además de ser meta habilidades,
estas inteligencias pueden ser categorizadas en competencias o dimensiones, tales como: el conocimiento y capacidad
para controlar las propias emociones; el reconocimiento de las emociones ajenas; la capacidad de motivarse a sí mismo y;
el control delas relaciones interpersonales. Dos componentes claves de la inteligencia interpersonal, son la empatía y la
habilidad pararelacionarse con los demás, apreciando sus perspectivas y siendo sensitivos a sus motivos personales e
intenciones (Carreras, Guil y Mestre, 2003). La inteligencia proporciona el potencial; también es muy importante practicar la
habilidad para tener buenas relaciones con la familia, amistades y con la gente en general y tomar el liderazgo entre otras
personas, para resolver problemas, influenciar decisiones y velar por las relaciones grupales (De Jesús, 2002).-La empatía es
el conjunto de capacidades que permiten reconocer y entender las emociones de los demás, sus motivaciones y las
razones que explican su comportamiento. Fuedefinida por Rogers, en la década de los 80, como el estado que consiste en
darse cuenta con precisión del cuadro de referencias interno de otra persona, juntamente con los componentes
emocionales y los significados a ella pertenecientes, como si fuese la otra persona. Supone poder ponerse en el lugar del
otro, pero sin mimetizarse con él; distinguir las señales sutiles que los demás emiten, en función del estado emocional en el
que se encuentran, lo que permite comprender mejor lo que desean o necesitan y hacérselo ver con respeto. La otra
persona se sentirá comprendida y ese entendimiento mejorará de forma notable la relación. El control de las relaciones
interpersonales es un verdadero arte que está basado, en gran medida, en comportarse en la forma adecuada al estado
emocional que se percibe en los demás. Estahabilidad es clave para el liderazgo y la influencia personal. Las personas que
sobresalen en este tipo de competencia suelen tener gran éxito social y profesional (Roca, 2003). La empatía se construye
sobre la conciencia de si mismo; cuanto más abierto se está a las propias emociones, más habilidad se desarrolla para
interpretar los sentimientos propios y ajenos.

La inteligencia interpersonal está a la base de las habilidades sociales. Estas son comportamientos o conductas verbales y/o
no verbales, que son aprendidas, para interactuar con los demás de manera efectiva y facilitan la convivencia, bienestar
personal y social (Cieza, 1997).La acción de la persona se determina en una o varias conductas interpersonales relacionadas
entre sí, siendo la conducta empleada un medio para alcanzar una meta que intenta resolver el conflicto entre el yo y las
circunstancias o viceversa. La habilidad social debe considerarse dentro de un marco determinado, pues existen sistemas
de comunicación distintivos que tipifican la cultura de cada país y están influenciados por las situaciones contextuales. Las
habilidades sociales son conductas comunicativas y constituyen un requisito indispensable para la convivencia entre los
seres humanos (Martínez, 2003).Umbert (2003, cit en Martínez, 2003) plantea que las personas se expresan a través de
tres tipos de conductas o formas de comportamiento:

-conducta asertiva o socialmente hábil, que es la expresión directa de los propios sentimientos, deseos, derechos legítimos
y opiniones, sin amenazar o castigar a los demás y sin violar los derechos de esas personas. Implica respeto hacia si mismo
al expresar necesidades propias y defender los propios derechos y, respeto hacia los derechos y necesidades de las otras

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personas. No tiene siempre como resultado la ausencia de conflicto entre dos personas, pero su objetivo es la potenciación
de las consecuencias favorables y la minimización de las desfavorables.-conducta pasiva, implica la transgresión de los
propios derechos al no ser capaz de expresar abiertamente sentimientos, pensamientos y opiniones o al expresarlos de
una manera autoderrotista, con disculpas, con falta de confianza, de tal modo que los demás puedan no hacerle caso. La
probabilidad de que la persona no asertiva satisfaga sus necesidades o sean entendidas sus opiniones se encuentra
sustancialmente reducida debido a la comunicación indirecta o mensaje incompleto. Puede sentirse a menudo
incomprendida no tomada en cuenta y manipulada.-conducta agresiva: es una conducta directa o indirecta, verbal y/o no
verbal, que corresponde a la defensa de los derechos personales y expresión de los pensamientos, sentimientos y
opiniones de una manera inapropiada e impositiva, que transgrede los derechos de las oras personas. Su objetivo es la
dominación del otro y se alcanza a través de la humillación o degradación, se trata, en último término, de que los demás se
hagan más débiles y menos capaces de expresar y defender sus derechos y necesidades. Generalmente refleja una
conducta ambiciosa, que intenta conseguir los objetivos a cualquier precio, incluso si ello implica transgredir las normas
éticas y vulnerar los derechos de los demás Descubrimientos recientes en neurolinguística e inteligencia emocional han
estudiado los factores que influyen en el desarrollo de habilidades comunicacionales y han logrado técnicas de resultados
sorprendentes, que pueden ayudar a una persona a convertirse en un excelente comunicador y orador (Umbert, cit en
Martínez 2003; González, 2001, Huebner, 1990). Al respecto, Montaño (2003) sostiene que la inteligencia emocional ayuda
a potenciar las capacidades de comunicación y de relación con los demás, a través de la comunicación efectiva donde
hablante y oyente se entienden mutuamente. Plantea que esto se puede lograr por medio de la claridad y la sinceridad,
transmitiendo seguridad, escuchando dinámicamente y siendo constructivos, lo que permite un acercamiento de
posiciones. En cuanto a la relación con losdemás, para descubrir y satisfacer las necesidades, se debe crear un clima de
confianza y respeto mutuo, a través de la buena educación, opiniones, ideas y principalmente sentimientos.

Desde la perspectiva de Kohlberg (1970), el máximo nivel de desarrollo del juicio moral se alcanza cuando se logra la
autonomía moral, es decir, cuando se descubre y escoge los principios éticos universales de justicia y cuando se cree que lo
bueno es aquello que está de acuerdo con estos principios: la igualdad de los derechos humanos y el respeto de la
dignidad de la persona. La persona con autonomía moral hace el bien porque cree en la validez de los principios morales
universales y tiene un compromiso personal con ellos, es conciente dev alores y derechos antes que de acuerdos sociales y
contratos. Según Puig Rovira (1996), la autonomía moral es el reconocimiento personal de la necesidad de las normas
morales de la sociedad, es decir, el paso de lo exterior al interior de la experiencia individual. Implica asumir la
responsabilidad personal sin esperar de los de más soluciones a sus conflictos de valores. Así, un mismo comportamiento
puede tener diferentes intenciones, (que reflejan actitudes yorientaciones valóricas) de tal manera que no siempre sea un
comportamiento socialmenteresponsable. Las intenciones pueden ser :

-Orientación Hacia sí Mismo. El sujeto desde una visión egocéntrica, sólo tiene en cuenta supropia gratificación personal, y
no los intereses de los otros.

-Orientación Hacia PersonasCercanas a suContexto y a laColectividad . El individuo se guía por el grupo y por
sus normas.

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-Orientación del Individuo Según sus Principios Éticos. La persona actúa orientada por estosprincipios, que han
surgido de su experiencia interpersonal.

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