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101.660

REVISIÓN

Hipertensión arterial, medicación


antihipertensiva y disfunción eréctil:
una perspectiva basada en la evidencia
In memoriam Professor Doutor Alexandre Moreira
M. Mas
Departamento de Fisiología y Centro de Estudios Sexológicos (CESEX). Facultad de Medicina. Universidad de La Laguna.
Santa Cruz de Tenerife. Canarias. España.

RESUMEN bloqueadores α1 que restringen su asocia-


ción.
Introducción: La disfunción eréctil (DE) es frecuente en la hiperten-
sión arterial (HTA) y se suele atribuir también al uso de la medicación Palabras clave: Hipertensión arterial. Me-
antihipertensiva, especialmente a los diuréticos y bloqueadores beta. dicación antihipertensiva. Disfunción
Ello puede afectar de manera negativa al cumplimiento terapéutico. eréctil. Inhibidores de la fosfodiesterada 5.
Objectivos: Analizar, mediante procedimientos de revisión sistemática,
ABSTRACT
las pruebas sobre: a) concurrencia de DE y HTA; b) frecuencia de DE
en sujetos hipertensos con o sin medicación, en comparación con la Hypertension, antihypertensive drugs, and erectile
de normotensos; c) incidencia de DE asociada con el uso de diferentes dysfunction: an evidence-based perspective
clases de antihipertensivos documentada por estudios controlados con Background: Erectile dysfunction (ED) is frequent
placebo; d) mecanismo patogénico de la DE del sujeto hipertenso, y in hypertensive men. Antihypertensive drugs, es-
e) efectividad de los inhibidores de la fosfodiesterasa tipo 5 (PDE5) pecially diuretics and β-blockers, have often been
en los sujetos hipertensos y sus posibles interacciones con la medica- reported to be ED inducers, which can lead to
ción antihipertensiva. non-compliance with medication.

Métodos: Revisión detallada de las publicaciones primarias con crite- Objectives: To perform a systematic review to
analyze the available evidence on (1) epidemiolo-
rios de búsqueda definidos mediante el uso PubMed, Cochrane Con-
gical data on the association between ED and
trolled Trials Register y las referencias de los artículos consultados. high blood pressure; (2) the prevalence of ED in
Evaluación crítica de la calidad de los datos. Normalización de los da- hypertensive men with or without antihypertensi-
tos para su comparación. ve medication compared with normotensive con-
trols; (3) the incidence of ED associated with the
Resultados y conclusiones: a) La HTA multiplica el riesgo de presen-
use of the major classes of antihypertensive drugs
tar DE de 1,5 a 3 veces; b) la principal diferencia en la prevalencia de found in placebo-controlled trials; (4) the patho-
DE se observa entre los normotensos y los hipertensos, reciban o no genetic mechanisms of ED in hypertensive men;
medicación; la diferencia entre estas 2 subpoblaciones de hipertensos (5) the efficacy and safety of phosphodiestrase-5
es menor; c) no se observa una asociación clara entre la toma de nin- (PDE5) inhibitors in hypertensive patients and
guna de las clases de antihipertensivos y la incidencia de DE; algunos their possible interactions with antihypertensive
de dichos fármacos (especialmente los antagonistas de los receptores medications.
de la angiotensina II) pueden tener efecto beneficiosos en ésta; d) la Methods: We performed a comprehensive review
HTA y la DE comparten mecanismos patogénicos, como la disfun- of primary publications using defined search crite-
ción endotelial y/o la desregulación del músculo liso vascular y caver- ria. The main sources were the databases of Pub-
noso, y e) los inhibidores de la PDE5 son efectivos y seguros en los Med and the Cochrane Controlled Trials Register
hipertensos y no interfieren con la mayoría de los tratamientos antihi- and the references listed in the articles examined.
pertensivos. Hay interacciones potencialmente problemáticas con los The quality of the evidence was assessed.
Results and conclusions: (1) High blood pressure
Correspondencia: Manuel Mas. multiplies the risk of ED by approximately 1.5 to
Departamento de Fisiología. Facultad de Medicina. Campus CC Salud. 3-fold; (2) the largest difference found in the pre-
Universidad de La Laguna. valence of ED was between normotensive and hy-
38071 Santa Cruz de Tenerife. Canarias. España.
pertensive men, regardless of whether they were
Correo electrónico: mmas@ull.es

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receiving antihypertensive medication or not; smaller differences cada vez más demandante de información sobre las
were found between the 2 subgroups of hypertensive subjects; (3)
cuestiones de salud que le atañen –y la del funciona-
there is no clear association between any class of antihypertensive
medication and the incidence of ED; some drug types (notably the miento sexual suele ser una preocupación importan-
angiotensin II receptor antagonists) might have protective effects te– se considera una razón común para evitar el trata-
against ED; (4) ED and high blood pressure share some pathoge- miento antihipertensivo o para abandonarlo8, o para
nic mechanisms, including endothelial dysfunction and/or arterial pedir de manera recurrente al clínico que cambie la
and cavernosal smooth muscle abnormalities, (5) PDE5 inhibitors
prescripción de un tratamiento que puede ser eficaz
are safe and effective in hypertensive patients and have no signifi-
cant interactions with most antihypertensive drugs. However, cau- para mantener controlados los valores de PA dentro
tion should be exercised in their use with β1-blockers, which is de los límites deseables.
contraindicated in some of them. Sin embargo, un examen un poco detallado de la
Key words: Hypertension. Antihypertensive drugs. Erectile dys- abundante bibliografía que relaciona la HTA, la me-
function. Phosphodiesterase-5 inhibitors. dicación antihipertensiva y la disfunción sexual revela
importantes limitaciones epistemológicas que cuestio-
nan su validez. Llama la atención que en su mayor
INTRODUCCIÓN parte está constituida por artículos de revisión y capí-
tulos que citan esencialmente a otras fuentes del mis-
La hipertensión arterial (HTA) es frecuente en las so- mo tipo. Con escasas excepciones9-12, hay en ella muy
ciedades industrializadas. En España, las estimaciones pocas referencias a las fuentes primarias, es decir, a los
acerca de su prevalencia entre la población general la estudios que han aportado los datos en que se susten-
sitúan en valores del 32-41%1,2, cifras similares a las tan tales afirmaciones, prácticamente ninguna descrip-
encontradas en otros países europeos3; asimismo, se ción de éstos y una virtual ausencia de valoración crí-
produce la preocupante circunstancia de que suele es- tica de la calidad de tales datos.
tar infradiagnosticada e infracontrolada3,4. La HTA El presente estudio pretende subsanar, en la medi-
representa un formidable reto para los sistemas de sa- da de lo posible, dichas insuficiencias. Se centra espe-
lud, al ser un importante factor de riesgo para el desa- cíficamente en el tema de la disfunción eréctil (DE),
rrollo de todas las manifestaciones clínicas de la ate- antes llamada impotencia, definida como la incapaci-
roesclerosis, en especial de lesiones isquémicas cardíacas, dad persistente o recurrente para desarrollar o mante-
cerebrales y renales. La magnitud de dichos riesgos se ner una erección del pene suficiente para llevar a cabo
modifica de manera considerable con las variaciones, un relación sexual satisfactoria. Se circunscribe a este
incluso relativamente pequeñas, de las cifras de pre- problema concreto para delimitar un campo complejo
sión arterial (PA), de ahí la importancia de su eficaz y facilitar su análisis, así como por las serias implica-
control. Para ello hay que recurrir en la mayoría de ciones que la aparición de DE puede tener en la cali-
los casos, además de a las insoslayables recomendacio- dad de vida del hipertenso y su cumplimiento tera-
nes higiénico-dietéticas tradicionales, a una medica- péutico y, en consecuencia, en el control de la PA.
ción antihipertensiva. El arsenal terapéutico de la Con este fin se analizan las publicaciones primarias
HTA ha tenido una evolución espectacular en las últi- más relevantes que aportan ese tipo de datos valién-
mas décadas, con la introducción continuada de nue- dose de criterios actualmente al uso para el examen de
vas clases de fármacos, y “generaciones” dentro de la bibliografía médica basado en la evidencia. Por otra
ellas, en las que se ha ido buscando una mayor efica- parte, los eficaces fármacos de reciente introducción
cia y la reducción de efectos adversos. Han sustituido para el tratamiento de la DE, especialmente los inhi-
a buena parte de los utilizados con anterioridad. Esto bidores de la fosfodiesterasa tipo 5 (PDE5), tienen
puede causar cierta desorientación en el clínico prácti- efectos hemodinámicos significativos y afectan de ma-
co a la hora decidir qué medicación resulta más idónea nera específica a las cifras de PA. Por ello, se incluye
para cada caso. Para ayudar a ello, diversas sociedades también una discusión acerca de sus efectos en el pa-
científicas dedicadas a este campo han elaborado guías ciente hipertenso, con especial atención a sus posibles
y recomendaciones sobre objetivos y pautas terapéu- interacciones con la medicación antihipertensiva.
ticas5-7.
Además de las lesiones de “órgano diana” clásicas
mencionadas con anterioridad, desde hace tiempo se ESTUDIOS EPIDEMIOLÓGICOS
reconoce que hay una importante asociación entre
HTA y dificultades en el funcionamiento sexual. Son ya numerosos los estudios poblacionales llevados a
También se suele atribuir un sustancial impacto nega- cabo en diversos países que demuestran que la HTA es
tivo en la función sexual a la medicación antihiperten- un factor de riesgo significativo para el desarrollo de
siva. La extensión de esa noción entre una población DE. En la tabla 113-21 se muestran las odds ratio (OR)

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ajustadas para la edad y sus intervalos de confianza aun mayores de prevalencia de HTA en sujetos con
(IC) del 95% comunicadas por varios estudios en la DE. Así, en una serie de 154 pacientes con DE había
población general que presentan dicha estimación. Se un 44% de hipertensos27. Igualmente, en el análisis de un
observa que la cifras son bastante coincidentes y en su registro de 272.325 sujetos con DE se encontró que
conjunto sugieren que, en los sujetos hipertensos, el un 41,2% de ellos padecía también HTA28.
riesgo de presentar DE a una determinada edad se Algunos trabajos documentan también una asocia-
multiplica de 1,5 a 3 veces, aproximadamente. ción significativa entre la gravedad de la HTA y la
Estos hallazgos en la población general se corres- DE. Así, en la evaluación basal de los 557 varones hi-
ponden con las observaciones en poblaciones clínicas pertensos que entraron en el ensayo clínico TOMHS
de pacientes que reciben atención por HTA o por (“Treatment of Mild Hypertension Study”, discutido
DE. Así, entre los pacientes atendidos por HTA en en detalle más adelante) se halló que la prevalencia
consultas de atención primaria o en unidades de hi- de DE era sustancialmente mayor (el doble) en los
pertensión, varios estudios han encontrado altos por- que tenían valores de presión arterial sistólica (PAS)
centajes de prevalencia de DE, como se resume en la > 150 mmHg29. Asimismo, en el estudio de Jensen et
tabla 222-25. al22, realizado en 101 varones hipertensos, se encon-
Recíprocamente, entre los pacientes que consultan tró que los pacientes que además presentaban DE te-
por DE se hallan porcentajes importantes de sujetos nían una PAS significativamente más alta. En dicho
con HTA. En el estudio de Guirao et al26, un 33,6% estudio también se encontró que la prevalencia de DE
de 125 pacientes de atención primaria que consulta- se asociaba con el grado de afección de los órganos
ban por DE tenía HTA. Además, se dio la circunstan- diana, siendo mayor en los pacientes en estadio III de
cia de que 15 de estos sujetos hipertensos (el 12% de la Organización Mundial de la Salud (OMS), con
los pacientes que consultaron por DE) desconocían claudicación intermitente o con cardiopatía isquémica.
tener dicho problema, lo que sugiere el posible valor En definitiva, parece bien establecida, tanto por los
de la DE como “síntoma centinela” de la HTA, al estudios en la población general como en poblaciones
igual que de otras enfermedades del sistema cardio- clínicas de pacientes afectados de HTA o DE, la im-
vascular. En Estados Unidos se han encontrado cifras portante asociación entre ambos trastornos. La HTA

TABLA 1. Riesgo de disfunción eréctil asociado con la hipertensión arterial determinado por estudios
sobre la epidemiología de este trastorno realizados en diversos países
Autor, año y referencia bibliográfica País Sujetos (n) Edad (años) Instrumento OR IC del 95%
13
Braun et al, 2000 Alemania 4.883 30-80 KEED 1,58 1,29-1,93
Cologne Male Survey
Martín Morales et al, 200114 España 2.476 25-70 IIEF-15 1,72 1,16-2,55
EDEM Pregunta simple 1,58 1,11-2,24
Marumo et al, 200115 Japón 1.040 40-79 IIEF-15 1,75 1,52-2,95
Moreira et al, 200116 Brasil 1.286 18-70 Pregunta simple 1,96 1,26-3,05
Safarinejad, 200317 Irán 2.444 20-70 Cuestionario 1,69 1,31-2,40
propio
Naya et al, 200318 Japón 640 30-59 IIEF-5 2,10 1,30-3,50
Ponholzer et al, 200519 Austria 2.869 20-80 IIEF-15 2,05 1,61-2,60
EDEM: estudio sobre Epidemiología de la Disfunción Eréctil Masculina en la población española; KEED: Kölner Erfassungsbogen der Erektilen Dysfunktion,
cuestionario validado de 18 preguntas; incluye 6 sobre función eréctil; IEEF-1520: versión completa (15 ítems) del Internacional Index of Erectile Function;
IEEF- 5 21: versión abreviada (5 ítems) del IEEF, también conocida como Sexual Health Inventory for Men (SHIM).
Valores comunicados de odds ratio (OR) e intervalo de confianza del 95% (IC del 95) para hipertensión arterial ajustados para la edad.

TABLA 2. Prevalencia de disfunción eréctil en pacientes con hipertensión arterial atendidos en atención primaria
o en unidades de hipertensión
Pacientes hipertensos Hipertensos con DE en la población
Autor y referencia bibliográfica País Edad (años)
(n) DE (%) control (%)
Jensen et al22 Dinamarca 101 40-79 27 4
Cuéllar et al23 España 507 Media 63 46,5 32,23a
Aranda et al24 España 2.130 Media 55,5 45,8 15,9a
De Boer et al25 Países Bajos 240 No especificada 29 15b
DE: disfunción eréctil.
a
Estimación de prevalencia de DE en la población general española según el estudio EDEM14 para el intervalo de edad que incluye la media de estos pacientes.
b
Porcentaje de casos con DE sobre una muestra de 1.863 sujetos normotensos descrito en el mismo estudio.

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aparece en casi todos ellos como un claro factor de pueden deber a la evolución del propio proceso hiper-
riesgo para la presentación de DE y refuerzan el valor tensivo, con sus lesiones vasculares concomitantes, a
de ésta como indicador del estado de salud26,30 y su las variaciones en la PA que produzcan los fármacos,
valor pronóstico para complicaciones cardiovasculares a posibles acciones específicas de éstos, o a la combi-
de la HTA31. nación de algunos de estos factores.
No menos importante es la posible influencia de la
percepción que tiene el paciente de presentar un tras-
EFECTOS DE LA MEDICACIÓN ANTIHIPERTENSIVA torno que compromete su salud de un modo poten-
cialmente grave, como es la HTA (“efecto de etique-
Con frecuencia, la presencia de DE es comunicada tado”). También puede ser muy relevante el impacto
por primera vez por un paciente hipertenso que está de la información más o menos veraz sobre posibles
tomando fármacos antihipertensivos. Ello ha llevado a efectos adversos de la medicación antihipertensiva, in-
la tradicional creencia, extendida entre pacientes y cluidos los relativos a la función sexual. Se trataría del
médicos, de que la disfunción sexual está causada por llamado “fenómeno nocebo”35, por el que la anticipa-
este tipo de medicación9. Dicha creencia se ha visto ción de una enfermedad (o, en este caso, efecto ad-
apoyada por una abundante bibliografía –como se ha verso de un tratamiento) y los estados afectivos que
apuntado en el apartado “Introducción”, constituida ello conlleva pueden tener consecuencias desfavo-
esencialmente por revisiones no demasiado riguro- rables.
sas–, en la que se mencionan de manera insistente los Para intentar dilucidar el grado de influencia de ta-
fármacos antihipertensivos como causantes de efectos les factores se analizará la información disponible acer-
sexuales adversos. Junto con los problemas allí co- ca de prevalencia de DE en relación con el tratamien-
mentados e incluidos en la mayoría de las revisiones to antihipertensivo, de varias formas: a) comparación
disponibles, una buena parte de las publicaciones pri- de hipertensos con y sin tratamiento farmacológico
marias en las que se describen consecuencias desfavo- con sujetos normotensos; b) estudios transversales
rables de los fármacos antihipertensivos en el funcio- sobre la frecuencia de DE en usuarios de distintas me-
namiento sexual tiene también un valor muy limitado. dicaciones; c) estudios prospectivos comparativos de
Las más antiguas se refieren a agentes farmacológicos distintos tratamientos con medición de cambios con
que hoy día están prácticamente en desuso por sus respecto a los valores basales, y d) ensayos clínicos
efectos adversos, como la reserpina o la guanetidina. controlados con placebo.
Abundan también las descripciones anecdóticas de ca-
sos aislados o de pequeñas series y de estudios insufi- Comparación de la frecuencia de disfunción eréctil
cientemente controlados. en hipertensos con y sin tratamiento farmacológico
Aunque prácticamente todos los fármacos antihi- con normotensos o la población general
pertensivos han sido de un modo u otro imputados
como inductores de disfunción sexual, algunos lo han En la tabla 314,23,36-38 se resume la información de este
sido más que otros. De los actualmente en uso, los tipo que se ha podido elaborar a partir de los datos
diuréticos, los bloqueadores beta, en especial los de publicados. Los grupos de referencia o control los
“primera generación” no cardioselectivos (como el constituyen sujetos normotensos incluidos en los co-
propanolol), y los vasodilatadores directos suelen ser rrespondientes estudios. Una excepción es la compa-
los más incriminados. A los bloqueadores de los cana- ración que se hace con los datos de Cuéllar et al23 so-
les de calcio (BCCa), los inhibidores de la enzima de bre prevalencia de DE en pacientes hipertensos, para
conversión de la angiotensina (IECA) y los antagonis- la que se ha extraído del estudio EDEM (Epidemio-
tas de los receptores de la angiotensina II (ARA-II) se logía de la Disfunción Eréctil Masculina)14 el porcen-
les considera menos peligrosos para la función eréctil. taje correspondiente al intervalo de edad de la pobla-
Incluso, diversos estudios les atribuyen efectos benefi- ción española que coincide con la media de edad de
ciosos en la función eréctil, como se discute más ade- dichos pacientes.
lante. También se han señalado como menos deleté- Puede apreciarse que, aunque haya discrepancia en-
reos, si no beneficiosos para ella, los bloqueadores alfa tre los distintos estudios en cuanto a la magnitud de
y algunos bloqueadores beta vasodilatadores de “ter- las diferencias entre los grupos, todos ellos muestran
cera generación”12,32-34. que la mayor diferencia entre las cifras de prevalencia
En todo caso, definir la posible influencia de la me- de DE se da, no entre los hipertensos tratados y los
dicación antihipertensiva en la función sexual consti- no tratados con fármacos, sino entre éstos y los suje-
tuye un problema complejo. Conlleva dilucidar en tos normotensos o, para los estudios españoles, el
qué grado los cambios que se produzcan en ésta se porcentaje correspondiente en la población general.

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Mas M. Hipertensión arterial, medicación antihipertensiva y disfunción eréctil: una perspectiva basada en la evidencia

TABLA 3. Prevalencia de disfunción eréctil en sujetos hipertensos con y sin tratamiento farmacológico y en controles normotensos
o en la población generala
Hipertensos
Autor y referencia bibliográfica Normotensos
% (n) Sin tratamiento Con tratamiento
% (n) % (n)
Bulpitt et al36 6,9 (78) 17,1 (99) 24,6 (477)
Bauer et al37 10 (134)a 20 (80)a1 19 (221),0
ANBPS
Feldman et al38 33a (914) 45a (176) 40a (200)1
MMAS
Cuéllar et al23 32b 50 (20)a1 46,4 (487)
DE: disfunción eréctil; ANBPS: Australian National Blood Pressure Study.
a
En el informe del estudio MMAS (Massachussets Male Aging Study)38 esta cifra indica la suma de la probabilidad ajustada por edad de presentar DE moderada
y completa.
b
Estimación de prevalencia en la población general española según el estudio EDEM14 para el intervalo de edad que incluye la media de los sujetos del estudio
de Cuéllar et al23.
Las cifras indican el porcentaje de sujetos con DE y, entre paréntesis, el tamaño de grupo del que se ha extraído.

Ello se ve aún más claro en la figura 1, en la que se Relación entre el uso de fármacos antihipertensivos
representan los mismos datos, expresados ahora de y la prevalencia o incidencia de disfunción eréctil
forma normalizada, como porcentaje de los sujetos
normotensos, o de control de cada estudio. La base de datos del estudio MMAS fue utilizada por
Todo ello apuntaría a que la propia hipertensión, Derby et al41 para analizar la relación entre diversas
posiblemente por el trastorno vascular que conlleva, terapias farmacológicas, no sólo antihipertensivos, y la
es un factor de riesgo más importante que la medica- prevalencia (entre 1.476 individuos) e incidencia de
ción. DE en un promedio de 8 años (922 sujetos). Los su-
A favor de esta idea está también la considerable di- jetos fueron clasificados como con DE si la presenta-
sociación temporal entre el inicio de la medicación ban en grado moderado o completo, o sin DE cuan-
antihipertensiva y la aparición de la DE descrita por
los trabajos que consideran este aspecto. Así, en el es-
tudio de Burchardt et al31 realizado en 104 hiperten-
sos, la duración media de la DE en los 72 pacientes
Controles normotensos
que la tenían era de 2,9 años, mientras que la del tra- o población generalb
tamiento con medicación antihipertensiva era de 17,9 Hipertensos sin tratamiento
años. En el informe de Jaffe et al39, 20 de 28 pacien- farmacológico
Hipertensos con tratamiento
tes (70%) con DE y HTA tratada descartaron toda farmacológico
posibilidad de que hubiera una asociación entre la
toma de la medicación y la aparición de los problemas
de erección, y sólo en 3 casos la relación cronológica
podía sugerir un efecto de los fármacos.
Por otra parte, en otros informes se describe una
mayor frecuencia de problemas sexuales en los hiper-
tensos tratados farmacológicamente que en los que 23
b
al
l 37

no lo estaban. Tal es el caso de los valores de base


al 36

et
ta

8
a3
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AS éll
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descritos en los estudios prospectivos de Croog et al40


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MM
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y en el TOMHS29. En el primero, el 23% de 163 pa-


Bu

cientes hipertensos que no tomaban medicación ma-


nifestaba tener DE, frente al 40,6% de 463 pacientes Figura 1. Prevalencia de disfunción eréctil en hipertensos con y sin
que sí la tomaban. Las cifras correspondientes en tratamientos farmacológicos.
el estudio TOMHS son: el 6,9% de 233 pacientes y el Se trata de los datos numéricos de la tabla 3 representados como
16% de 324, respectivamente, con una OR significati- porcentaje de la prevalencia encontrada en controles normotensos
va de 2,59. Es posible, sin embargo, que estas dife- de los mismos estudios.
a
Para comparar los datos de Cuellar et al23 sobre hipertensos trata-
rencias reflejen el hecho de que los pacientes sin me- dos y sin tratar se ha utilizado la cifra de prevalencia en la población
dicación tuvieran un grado más leve de hipertensión española de similar intervalo de edad estimada por el estudio
y/o un menor tiempo de evolución de ésta. EDEM14.

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Mas M. Hipertensión arterial, medicación antihipertensiva y disfunción eréctil: una perspectiva basada en la evidencia

do no la tenían o la presentaban sólo en grado leve. taban tomando bloqueadores alfa e IECA, neutra en
Los datos sin ajustar mostraron una mayor propor- los que tomaban bloqueadores beta y BCCa y signifi-
ción de toma de diuréticos, bloqueadores beta, IECA cativamente menor en los que tomaban diuréticos.
y BCCa en los sujetos con DE; no así la toma, bastan- Tal distribución es virtualmente la opuesta a la del
te menos frecuente, de simpaticolíticos y bloqueado- riesgo que las descripciones convencionales atribuyen
res alfa. Sin embargo, cuando se ajustaron para la a dichos fármacos. Ello ilustra bien la necesidad de in-
edad, el tabaquismo y el nivel de actividad física, sólo terpretar con cautela este tipo de datos.
la toma de diuréticos no tiazídicos (además de la de
benzodiazepinas) permaneció estadísticamente signifi- Estudios prospectivos comparativos sin placebo
cativa. Por otra parte, estos diuréticos no tiazídicos
(de asa y ahorradores de potasio) eran utilizados so- Suelen conllevar la asignación aleatoria de pacientes a
bre todo por los sujetos con enfermedad cardíaca, distintos grupos de tratamiento. Hacen comparacio-
más que por los hipertensos. nes de los efectos terapéuticos y adversos con respecto
Otros estudios realizados en series no tan amplias, a las medidas basales y/o, en su caso, entre distintos
pero sustanciales, tampoco han encontrado asociacio- fármacos que se hubiesen utilizado en el estudio. Son
nes significativas entre la toma de ninguna clase de numerosos los disponibles en la bibliografía y su cali-
antihipertensivos de uso actual y la prevalencia de DE. dad es muy diversa. Son abundantes los ensayos abier-
Ésta es la conclusión del estudio de Cuéllar et al23 rea- tos, en los que el paciente y el clínico que recoge los
lizado en 507 hipertensos (236 con DE) (aunque en datos saben el grupo al que ha sido asignado, con el
sus datos sin ajustar, los únicos fármacos que se aso- inherente riesgo de sesgos. Debido a las grandes dife-
ciaban con una mayor tasa de DE eran los IECA) y el rencias en cuanto a la metodología, la conceptualiza-
de Burchardt et al42 en 104 hipertensos (72 con DE). ción y la forma de presentar los resultados, su sistema-
Los datos anteriores, por tanto, no sustentan la tización es muy difícil. Aquí se reseñan algunos de los
presencia de una asociación estadística entre la toma mejor diseñados (aleatorizados, doble ciego) y con
de un determinado antihipertensivo y la incidencia de series más amplias como ejemplo de lo que pueden
DE y, por tanto, no permiten atribuir dicho efecto aportar, así como de sus limitaciones. Algunos otros
adverso a ninguno de ellos. Sin embargo, este tipo de estudios de ese tipo se comentarán en la siguiente sec-
análisis no excluye posibles sesgos en la prescripción ción, al discutir los resultados de los ensayos clínicos
que pueden confundir la interpretación de los resulta- controlados con placebo.
dos. Por ejemplo, si un paciente tenía síntomas de En un estudio de la Veteran Administration43 esta-
DE, o varios factores de riesgo para ella, pudo ocurrir dounidense, en el que se compararon los tratamientos
que le fuese prescrito un IECA o un ARA-II con pre- durante 12 meses con hidroclorotiazida (diurético,
ferencia a un diurético o un bloqueador beta si el 50-200 mg/día, 177 pacientes) o propanolol (blo-
clínico responsable participaba de la ampliamente ex- queador beta no selectivo, 80-640 mg/día, 145 pa-
tendida creencia de que los 2 últimos producen dis- cientes), la frecuencia de quejas por impotencia con
función sexual. Ello podría explicar que con posterio- cada uno de estos fármacos fue, respectivamente, del
ridad se encontrase una mayor frecuencia de casos 3 y del 2% de las consultas. El tratamiento con el diu-
que utilizaban IECA en los hipertensos con DE. rético controló la PA con más eficacia. Aunque la di-
Tal vez dicho fenómeno de “sesgo prescriptivo” sea ferencia entre los 2 tratamientos en cuanto a tasa de
el causante de los hallazgos aparentemente paradójicos impotencia alcanzó significación estadística, los auto-
(en relación con la creencia al uso sobre qué antihiper- res comentan su baja frecuencia con ambos.
tensivos producen DE) de un reciente estudio de este En un trabajo muy citado de Croog et al40 se com-
tipo realizado en diabéticos tipo 2 hipertensos, unos pararon los efectos de la monoterapia durante 6 me-
con DE (634 casos) y otros sin DE (2.536 contro- ses con captopril (IECA, 100 mg/día, 105 pacien-
les)42b. Los valores calculados de riesgo (y sus interva- tes), propanolol (160 mg/día, 111 pacientes) y
los de confiaza del 95%) de DE asociada con el consu- metildopa (simpaticolítico central, 1 g/día, 88 pa-
mo de los diversos fármacos tras su ajuste para la edad, cientes). Su función sexual se valoró mediante el cues-
la duración de la diabetes y el tabaquismo fueron los tionario Sexual Symptoms Distress Index (SSDI), que
siguientes: diuréticos 0,75 (IC del 95%, 0,54.0,99), incluye preguntas sobre la dificultad para lograr y
bloqueadores beta-1,05 (IC del 95%, 0,85-1,31), blo- mantener la erección. No hubo diferencias significati-
queadores alfa 1,54 (IC del 95%, 1,11-2,12), BCCa vas entre los 3 tratamientos en cuanto a incidencia de
1,14 (IC del 95%, 0,85-1,31), IECA 1,47 (IC del deterioro de la función eréctil, aunque los tratados
95%, 1,21-1,80). Es decir, la probabilidad de que tu- con propanolol puntuaron un grado de dificultad en
viesen DE era significativamente mayor en los que es- mantener la erección significativamente mayor con

18 Rev Int Androl. 2005;3(1):13-30 26


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Mas M. Hipertensión arterial, medicación antihipertensiva y disfunción eréctil: una perspectiva basada en la evidencia

respecto a su propia medida basal. A los pacientes a aleatoriamente a recibir 50 mg de sildenafilo o placebo
los que no se les logró controlar la PA con estas mo- en un ensayo cruzado. Se encontró que el sildenafilo y
noterapias se les añadió hidroclorotiazida (50 mg/ el placebo fueron igual de efectivos para revertir la DE
día), suplemento que recibieron 75 pacientes tratados en todos menos 1 de los sujetos tratados con atenolol.
con captopril, 49 con propranolol y 53 con metildo- Estos datos subrayan la importancia en este campo del
pa. La combinación del diurético aumentó las dificul- “fenómeno nocebo” comentado con anterioridad35.
tades para obtener y mantener la erección en los pa- Por todo ello, el control con placebo parece una
cientes tratados con propranolol y metildopa, pero no exigencia de calidad ineludible en cualquier intento
en los que tomaban captopril. Sin embargo, en este serio de analizar los posibles efectos sexuales adversos
estudio, la asignación de terapia con diuréticos no se de la medicación antihipertensiva.
hizo de forma aleatoria. Además, como todos los de Con este fin, para el presente estudio se ha llevado
este tipo, carece de un control fundamental, el de a cabo una búsqueda de publicaciones primarias sobre
grupo(s) tratado(s) con placebo paralelamente a los este tema siguiendo procedimientos de revisión siste-
tratamientos activos. mática. Los criterios de selección han sido los siguien-
tes: ensayos clínicos aleatorizados, controlados con
Estudios controlados con placebo. Aportación placebo durante todo el período de tratamiento y que
de una necesaria revisión sistemática describan explícitamente efectos de la medicación an-
tihipertensiva sobre la función eréctil. Debían incluir
En buena parte de la bibliografía, especialmente la más alguna de las clases de fármacos empleadas común-
antigua, se solía dar bastante peso al abandono del trata- mente en la actualidad en el tratamiento de la HTA
miento por la aparición de impotencia y otras perturba- (diuréticos, bloqueadores beta, bloqueadores alfa,
ciones de la función sexual, lo que se tomaba como una BCCa, IECA o ARA-II)46, y a un mínimo de 100 pa-
prueba de los efectos deletéreos de los fármacos corres- cientes en el conjunto del estudio; asimismo, la dura-
pondientes. Sin embargo, un estudio de la Veterans Ad- ción del tratamiento debía ser de al menos 3 meses.
ministration estadounidense realizado en pacientes hi- Las fuentes han sido MEDLINE, el Cochrane Con-
pertensos tratados con placebo (n = 187) o 6 fármacos trolled Trials Register y las listas de referencias en los
diferentes (hidroclorotiazida, atenolol, captopril, diltia- artículos primarios y en las revisiones consultadas.
zem, clonidina, prazosina; n = 1.105) durante 12 meses Se han identificado 8 estudios que cumplen dichos
mostró que la tasa de abandono por molestias diversas criterios, un número sorprendentemente bajo si se
(incluida, entre muchas otras, la impotencia) fue incluso considera la enorme cantidad de bibliografía que de
ligeramente mayor entre los tratados con placebo (13%) un modo u otro hace alusión a los efectos sexuales
que en los que recibieron los fármacos activos (12%)44. de los antihipertensivos. En ellos se informa de los da-
En cuanto al objetivo terapéutico (presión arterial dias- tos obtenidos de cerca de 4.500 pacientes tratados
tólica < 95 mmHg al cabo de 1 año), lo alcanzó el 30% con placebo o con alguno de los fármacos considera-
de los pacientes asignados a placebo y el 58% de los tra- dos (tabla 4)29,37,47-52. En esta tabla se agrupan los re-
tados con los fármacos. sultados según la clase de fármaco. Se presentan si-
Por otra parte, un reciente estudio de Silvestri et al45 guiendo el orden cronológico de su publicación, pues
pone de manifiesto la influencia del prejuicio sobre los refleja bien la evolución de las tendencias en el trata-
efectos adversos de la medicación en la función sexual. miento de la HTA, incluida la sucesiva introducción
En él, 96 pacientes recién diagnosticados de enferme- de los nuevos tipos de medicación, las sustituciones
dad cardiovascular (el 40% hipertensión y el 60% angi- dentro de una determinada clase (como la del blo-
na) en los que se inició tratamiento con el bloqueador queador beta no selectivo propanolol por otros
beta-1 atenolol fueron repartidos en 3 grupos del mis- bloqueadores beta-1, como atenolol y acebutol, éste
mo tamaño. En el primero se ocultaron el nombre y además con acción simpatomimética intrínseca, o con
las características del medicamento que se había pres- acción bloqueadora mixta alfa y beta, como carvedi-
crito, en el segundo se dijo cuál era el fármaco pero se lol) y las modificaciones en las dosis empleadas (re-
omitieron sus posibles efectos adversos sobre la fun- ducción de las dosis de diuréticos). En todos ellos, la
ción eréctil, y en el tercero se informó acerca de la na- incidencia de efectos sexuales se midió mediante cues-
turaleza del fármaco y de dichos efectos (en concreto: tionarios o, al menos, listas de síntomas50. Por desgra-
“…puede causar disfunción eréctil, pero es infrecuen- cia, la heterogeneidad de estos estudios en aspectos
te”). A los 3 meses de tratamiento, la incidencia de como la duración de los tratamientos y la forma en
DE medida mediante el IIEF fue, respectivamente, del que se comunican los resultados, probable reflejo de
3,1, 15,6 (p < 0,05) y 31,2% (p < 0,01). Seguidamen- su amplia dispersión temporal, impide combinar los
te, a los que comunicaron padecer DE se les asignó datos de todos ellos para la aplicación de las técnicas

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TABLA 4. Estudios controlados con placebo sobre incidencia de disfunción eréctil durante el tratamiento con fármacos antihipertensivos

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Fármacos estudiados, dosis diarias y efectos sexuales

Rev Int Androl. 2005;3(1):13-30


Estudio/País N Edad (años) Parámetros Tiempo
Bloqueadores Bloqueadores
Placebo Diuréticos BCCa IECA ARA-II Otros
beta alfa
ANBPS 197837 440 30-69 2 años Clorotiazida Propranolol Metildopa
Australia hasta 1 g hasta 320 mg hasta 2 g
Impotencia (%):
– Solos 11 20
– Combinados 14 20 23 27

MRC 198147 1.130 35-64 Bendrofluazida Propranolol


Reino Unido Impotencia (%): 10 mg hasta 320 mg
3 meses 8,9 16,2a 13,2
2 años 10,1 22,6a 13,8

TAIM 199148 390 21-65 Clortalidona Atenolol


Estados Unidos 6 meses 25 mg 50 mg
± modificaciones
en la dieta
% empeora erección:
– Todas las dietas 7 17a 11
– Dieta usual 3 29a 13a
– Dieta reducción peso 9 12 8
% mejora erección:
– Dieta usual 9 8 9
– Dieta reducción peso 15 23 16
Chang et al,
199149 2 meses Tramina Hidroclorotiazida
Estados Unidos 176 35-70 10 mg 50 mg (± K+ supl)
o clortalidona 50 mg
% disfunción sexual 5 14
comunicada al clínico
SSDI49 Mediana (percentiles 25 y 75):
– Dificultad para 0 (0-0,8) 1 (0-3)a
conseguir erección
– Dificultad para 0 (0-0,8) 1 (0-2)a
mantener erección

VA Cooperative Hidroclorotiazida Atenolol Diltiazem Captopril Clonidina


Study 199350 745 m = 59 > 1 año (12,5-50 mg) (25-100 mg) (120-360 mg) (25-100 mg) (0,2-0,6 mg)
Estados Unidos “Ninguno de los fármacos se asoció con un aumento significativo de impotencia” (p. 917)

TOMHS, 199729 557 45-69 Clortalidona Acebutolol Amlodipino Enalapril Doxazosina


Estados Unidos 15 mg 400 m 5 mg 5 mg 2 mg
% con DE
2 años 8,1 17,1a 9,2 8,3 9,7 5,6
4 años 16,7 18,3 11,8 15,0 14,1 11,1

(Continúa)
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DE: disfunción eréctil; m: media aritmética; BCCa: bloqueadores de los canales del calcio; IECA: inhibidores de la enzima de conversión de la angiotensina; ARA II: antagonistas de los receptores de la angiotensina II;
MRC: Medical Research Council Working Party on Mild to Moderate Hypertension; TAIM: Trial of Antihypertensive Interventions and Management; TOMHS: Treatment of Mild Hypertension Study; VA Coopera-
tive Study Group: Department of Veterans Affairs Cooperative Study Group on Antihypertensive Agents; SSDI: Sexual Symptoms Distress Index40 (0 = nada, 1 = un poco, 2 = moderadamente, 3 = bastante, 4 = extre-
cuantitativas propias del metaanálisis que permitirían
calcular los parámetros de medida globales, como
Otros

riesgo relativo, límites de confiaza, etc. Ello obligaría


a la exclusión de algunos de los que aportan mayor
TABLA 4. Estudios controlados con placebo sobre incidencia de disfunción eréctil durante el tratamiento con fármacos antihipertensivos (Continuación)

número de pacientes, como los estudios del MRC47 y


Bloqueadores

VA Cooperative Study Group50. Se discuten los ha-


alfa

llazgos referentes a la función eréctil para cada una de


2,6a

las clases de fármacos empleada.


Fármacos estudiados, dosis diarias y efectos sexuales

Diuréticos
ARA-II

Valsartán

En 6 de estos estudios se utilizaron diuréticos, en to-


80 mg
0,9

dos ellos del tipo tiacídico (saluréticos). En dos de


ellos, el Australian Nacional Blood Pressure Study
Enalapril

(ANBPS)37 y el del VA Cooperative Study Group50,


IECA

5 mg

que usaron, respectivamente, clorotiacida durante


Combinación: 1,4
0

2 años e hidroclorotiazida durante 1 año, no se en-


120-180 mg

contraron diferencias con el placebo o los otros fár-


Diltiazem

macos administrados durante los mismos períodos en


BCCa

0,8a
0,6

cuanto a las tasas de DE. En los demás se encontra-


ron algunas diferencias, por lo general bastante pe-
queñas y matizables, que se comentan a continuación.
Bloqueadores

En el estudio TOMHS29, el diurético utilizado


Carvedilol
beta

(clortalidona, 15 mg/día) fue el único fármaco que


50 mg
13,5a

en el seguimiento de 2 años se asoció con una tasa de


DE significativamente superior que la del placebo (el
17 frente al 8%), pero a los 4 años esta diferencia ha-
Diuréticos

bía desaparecido (por el aumento de la tasa de DE en


los tratados con placebo).
1,7

En el Trial of Antihypertensive Interventions and


Management (TAIM)48, el mismo diurético, aunque
en una dosis mayor (25 mg), se acompañó en 6 meses
Placebo

de tratamiento de una mayor tasa de empeoramien-


0,6

2,5

to de la función eréctil que el placebo, especialmente


Diferencia significativa (p < 0,05) respecto al grupo placebo; m = media aritmética.

si los pacientes mantenían su dieta usual (el 29 frente


Tiempo

al 3%). Sin embargo, esta diferencia no se observó en-


3 meses

4 meses

tre los pacientes que, además, siguieron una dieta de


reducción de peso (el 12 frente al 9%). También llama
N.o coitos/semana

la atención el hecho de que en los pacientes que si-


Parámetros

guieron tal dieta, los tratados con el diurético mostra-


% con DE

% con DE

ron una tasa más alta de mejora de la función eréctil


que los tratados con placebo (el 23 frente al 15%).
En el estudio de Chang et al49 se compararon varios
grupos de pacientes tratados con diversos diuréticos y
Edad (años)

suplementos de potasio y magnesio con un grupo pla-


m = 54

40-49

cebo. Uno de los grupos recibió clortalidona, tam-


bién en dosis más altas (50 mg/día, la dosis máxima
recomendada actualmente para el tratamiento de la
891

160
N

HTA) que en los estudios comentados con anteriori-


dad; los otros grupos recibieron hidroclorotiazida (en
Fogari et al, 200152

dosis también superior a las generalmente empleadas


Estados Unidos
Cushman et al,

en el estudio del VA Cooperative Study Group, en el


Estudio/País

madamente).
199851

que no encontraron efectos sexuales de este fármaco)


asociada o no con el diurético ahorrador de potasio
Italia

triamtereno, o suplementos de potasio o de magne-


a

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sio. Los efectos sobre la función sexual de los diversos que en ninguno de los dos se detectara una diferencia
tratamientos activos fueron similares, por lo que se significativa de la tasa de impotencia con respecto al pla-
agrupan para su comparación con el placebo. La tasa cebo, si bien en el estudio MRC se atribuyó al propano-
de disfunción sexual comunicada de manera espontá- lol una pequeña contribución a la tasa de abandono del
nea al clínico no fue estadísticamente distinta en el tratamiento (5,48 por 1.000 años-paciente).
conjunto de pacientes que tomó diuréticos que en El bloqueador beta-1 (cardioselectivo) atenolol se
el que recibió placebo; sin embargo, sí se detectaron utilizó en otros 2 estudios. En el VA Cooperative
diferencias en sus respuestas al cuestionario Sexual Study Group50 no se encontraron aumentos significati-
Symptoms Distress Index. Como se puede apreciar en vos de la tasa de impotencia con respecto al placebo.
la tabla 4, los índices de dificultad para lograr o man- En el estudio TAIM48, en el que su empleo se combinó
tener la erección fueron significativamente mayores con intervenciones dietéticas (dieta hiposódica o de re-
en los tratados con diuréticos, aunque dicho aumento ducción de peso), tampoco se encontraron diferencias
fue relativamente pequeño (el valor de las medianas con el placebo en cuanto a la proporción de pacientes
de los grupos tratados con diuréticos fue 1 frente a 0 cuya erección empeorara o mejorase, excepto en el
del grupo placebo, en una escala de dificultad de 0 a subgrupo de los que tomaban dieta usual, en el que
4). Hay que tener también en cuenta la corta dura- hubo un valor más alto que en grupo el placebo en la
ción de este estudio (2 meses) y el pequeño tamaño proporción de pacientes cuya erección empeoraba (el
del grupo placebo (23 pacientes). 13 frente al 3%). Un problema para la interpretación de
El estudio controlado con placebo que hasta ahora este dato es la cifra inusualmente baja del grupo place-
ha descrito un mayor impacto del tratamiento con bo con la que se compara, de 2 a 3 veces inferior a la
diuréticos sobre la función eréctil ha sido el británico mostrada por los grupos placebo con las otras dietas.
del Medical Research Council (MRC)47. En él se co- El bloqueador beta-1 con actividad simpaticomi-
munican tasas de impotencia del 16,2 y del 22,6% a mética intrínseca acebutolol se empleó en el estudio
los 3 y 24 meses, respectivamente, en los pacientes TOMHS29. No se encontraron diferencias significati-
que tomaban bendrofluazida, frente al 8,9 y al 10,1% vas con respecto al placebo en las tasas de DE regis-
en los que recibieron placebo. De hecho, se cita la tradas a los 2 y a los 4 años. Respecto a otro bloquea-
impotencia como la principal causa de abandono del dor beta simpaticomimético, el bisopropol, en un
tratamiento (aunque su tasa fue de 19,58 por 1.000 estudio doble ciego, cruzado y controlado con place-
años-paciente). La dosis del diurético empleada en di- bo realizado en un total de 26 pacientes (razón por la
cho estudio (10 mg/día) fue superior a su posología cual no ha sido incluido en la tabla 4) se encontró
habitual actual (2-5 mg/día)54. que no deterioraba ningún aspecto del funcionamien-
Por tanto, parece que, aunque los diuréticos hayan to sexual, incluida la función eréctil, la cual incluso
sido la clase de fármacos antihipertensivos más involu- mejoró en pacientes que previamente estaban toman-
crada como inductora de impotencia, la mayoría de do otros tipos de medicación53.
los estudios controlados muestra que, o bien no au- El bloqueador mixto α y β carvedilol se utilizó en
mentaron la tasa de DE con respecto al placebo o, si el estudio de Fogari et al52 en dosis de 50 mg/día,
lo hicieron, su efecto fue bastante pequeño, transito- más alta que las utilizadas habitualmente, al menos en
rio y subsanable con modificaciones en el estilo de España (12,5-25 mg)54. Su empleo durante 4 meses
vida, como la pérdida de peso. Además, los estudios se acompañó de una tasa de DE (13,5%) más alta que
que describieron mayores efectos negativos de este la del placebo. También se comunicó una disminu-
tipo de fármacos en la función eréctil fueron los que ción de la frecuencia de coitos en los pacientes que
emplearon dosis más altas, de hecho, generalmente tomaban dicho fármaco.
superiores a las empleadas de manera habitual en la En conclusión, aunque también se ha considerado
actualidad. Hay que precisar que esta conclusión se que los bloqueadores beta producían efectos sexuales
refiere a los diuréticos de tipo tiazídico (por otra par- adversos, la evidencia respecto a este hecho cuando se
te, los más utilizados en el tratamiento de la HTA), comparan con placebo es muy escasa, menor aún que
ya que representan el único tipo evaluado en los ensa- la relativa a los diuréticos discutida con anterioridad.
yos clínicos controlados con placebo que aquí se dis- Esto parece especialmente válido para el subgrupo de
cuten. esta clase más utilizado en la actualidad en el trata-
miento de la HTA, el de los bloqueadores beta-1.
Bloqueadores beta
En 6 de los ensayos clínicos analizados se emplearon fár- Bloqueadores de los canales de calcio
macos de esta clase. El bloqueador beta no selectivo pro- En 3 de los estudios analizados, con una duración de
panolol se utilizó en los estudios ANBPS37 y MRC47, sin los tratamientos que oscila entre 3 meses y 4 años, se

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emplearon amlodipino (estudio TOMHS)29 o diltia- terios de selección. Es el de Fogari et al52, resumido
zem (VA Cooperative Study Group50 y Cushman et en la tabla 4, que muestra que el tratamiento durante
al51, en este ultimo solo o combinado con enalapril). 4 meses de pacientes hipertensos con el ARA-II val-
En todos ellos, las tasas de incidencia de DE fueron sartán resultó en una tasa de DE inferior que la co-
prácticamente idénticas a las del placebo. municada tanto por el grupo placebo como por el
bloqueador mixto α y β carvedilol. El tratamiento
Inhibidores de la enzima de conversión de la angiotensina con valsartán también se asoció con un aumento de la
Se usaron también en los mismos 3 estudios que em- frecuencia de coitos.
plearon BCCa comentados con anterioridad. En el Dichos datos concuerdan con los de varios estudios
VA Cooperative Study Group50 se usó captopril y prospectivos no incluidos en la tabla 4 por falta de al-
en el TOMHS29 y el de Cushman et al51, enalapril guno de los requisitos especificados, esencialmente la
(en éste solo o combinado con diltiazem). Al igual ausencia de grupo control que recibiese placebo du-
que con los BBCa, ninguno de estos IECA mostró rante todo el período de tratamiento. No obstante,
diferencias en cuanto a incidencia de DE con respecto muestran también con bastante fiabilidad la ausencia
al placebo. de deterioro, cuando no una mejora de la función se-
En concordancia con estos datos, en un estudio xual, incluida la erección, que acompaña al tratamien-
multicéntrico y doble ciego realizado en 461 pacien- to con ARA-II en pacientes previamente tratados con
tes noruegos en el que se compararon los efectos de otros fármacos. Lo propio se ha comunicado con el
enalapril y el BCCa amlodipino administrados duran- mismo agente, valsartán, administrado como monote-
te 1 año no se encontraron efectos sexuales adversos rapia58-60 o asociado con el diurético hidroclorotia-
con ninguno de los 2 fármacos55. zida60. Llisterri et al61 han descrito efectos igualmente
beneficiosos para la función sexual y la erección con
Bloqueadores alfa-1 otro fármaco de esta clase, losartán.
Sólo en 1 de los estudios que cumplieron los criterios Una explicación plausible de dichos efectos facilita-
de inclusión (TOMHS)29 se incluyó un fármaco de dores de la función eréctil de los ARA-II la propor-
esta clase (doxazosina). En los pacientes que lo toma- ciona el descubrimiento de que hay una secreción
ron, las cifras de incidencia de DE tanto a los 2 años paracrina de angiotensina II (A-II) en el cuerpo ca-
como a los 4 años fueron incluso inferiores que las vernoso humano y de otras especies, probablemente
mostradas por el placebo, aunque esta diferencia no por las células endoteliales, que contrae su musculatu-
alcanzó significación estadística. ra lisa y promueve así la flacidez del pene62. Dicha se-
Este resultado es coherente con el obtenido en creción es inhibida por agentes erectogénicos, como
otros estudios abiertos, en los que se describe la au- la prostaglandina E1 o la papaverina62. Además, se ha
sencia de efectos deletéreos del tratamiento con blo- descrito un aumento de las concentraciones de A-II
queadores alfa-1 en la función sexual de los pacientes en la sangre del cuerpo cavernoso humano, siempre
hipertensos. Por ejemplo, en un análisis de varios mi- superiores a las encontrados en la vena cubital, cuan-
les de pacientes tratados con otro fármaco de esta cla- do se produce la detumescencia tras el cese de una
se, la terazosina, administrada sola o en combinación estimulación visual erótica63. Al parecer, hay una se-
con otros agentes antihipertensivos, se describió una creción tónica, vasoconstrictora, de A-II durante el
incidencia de impotencia del 0,2%56. estado de flacidez, puesto que la inyección intracaver-
Si tenemos en cuenta que las arteriolas y el músculo nosa de ARA-II en perros produce erección62. Es pro-
liso trabecular de los cuerpos cavernosos están bajo bable que en el hipertenso tratado con dichos fárma-
una bien reconocida influencia de señales vasocons- cos ocurra un fenómeno semejante.
trictoras (antieréctiles) mediadas por adrenoceptores
alfa-157, no resulta sorprendente el que su bloqueo Recapitulación: fármacos antihipertensivos
farmacológico no deteriore la respuesta eréctil, o in- y función eréctil
cluso que la facilite.
El conjunto de los estudios aquí analizados muestra
Antagonistas de los receptores de la angiotensina II tasas de incidencia de DE esencialmente similares en
En los últimos años han proliferado las publicaciones los pacientes tratados con placebo y los que recibie-
en las que se decriben los efectos beneficiosos de los ron la gran mayoría de los tratamientos activos. En
ARA-II en la función sexual, y en particular en la otras revisiones sistemáticas y metaanálisis de algunos
erección, tanto en estudios experimentales (se discu- de los fármacos aquí considerados se ha llegado a
ten más adelante) como clínicos. Entre estos últimos conclusiones semejantes64-66. Todo ello indica que la
sólo se ha encontrado 1 que cumpliese todos los cri- mayoría de los agentes antihipertensivos actualmente

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empleados tiene efectos adversos mínimos en la fun- normotensos, así como que ello se debe a una pro-
ción sexual. Incluso algunos datos sugieren que de- ducción disminuida de NO por el endotelio70. Dicho
terminadas clases de ellos puedan facilitar la erección. fenómeno se ha demostrado también al medir el au-
Éste sería el caso, más probable, de los ARA-II y posi- mento de flujo en respuesta al cizallamiento (shear
blemente también de los bloqueadores alfa-1 y los stress), que produce liberación de NO por el endote-
agonistas de los receptores de la imidazolina (I-1) de lio en condiciones normales en preparaciones micro-
acción central (como la moxonidina)67. Esto debería vasculares obtenidas mediante biopsia subcutánea de
servir para revisar unas ideas tradicionales acerca de la región glútea71.
los riesgos sexuales de la medicación antihipertensiva No se dispone de datos directamente comparables
no sustentadas en pruebas científicas, aunque reitera- sobre varones hipertensos que, además, tengan DE.
das en muchas publicaciones, que pueden dificultar al Sin embargo, en un reciente estudio de Kaiser et al72
clínico el ajuste del tratamiento antihipertensivo más realizado en 30 pacientes con DE y 27 controles nor-
eficaz o la adhesión del paciente a éste. males, todos ellos normotensos y sin otras manifesta-
ciones clínicas de enfermedad cardiovascular, se ob-
servó que la dilatación de la arteria braquial, tanto la
MECANISMO PATOGÉNICO DE LA CONEXIÓN ENTRE postoclusiva (dependiente del endotelio) como en
DISFUNCIÓN ERÉCTIL E HIPERTENSIÓN ARTERIAL respuesta a la nitroglicerina (donante de NO), estaba
disminuida en los pacientes con DE (los cuales, ade-
Tras descartar una contribución significativa de la me- más, mostraron una respuesta disminuida a la prosta-
dicación en la génesis de la DE, tan frecuente en el glandina E1 intracavernosa medida con Doppler). Ello
hipertenso, hay que atribuir ésta al propio proceso hi- indica que los pacientes con DE, aun cuando sean
pertensivo o a un mecanismo común subyacente. normotensos, tienen un defecto vascular periférico
Se ha sugerido que la HTA y la DE de tipo vascu- con déficit de su vasodilatación, tanto dependiente
logénico que a ella se asocia tienen un nexo común, del endotelio (postoclusiva) como independiente de
que podría ser la disfunción endotelial68,69. El concep- éste (posnitroglicerina). Por otra parte, la buena co-
to de ésta propone que el impacto sobre los endote- rrelación observada entre los aumentos de diámetro
lios del sistema vascular de diversos factores lesivos arterial en respuesta a la oclusión y a la nitroglicerina
(como dislipemia, tabaquismo, la propia hipertensión, en los pacientes con ED, pero no en los normales, su-
etc.) lleva a su mal funcionamiento. El endotelio dis- giere que el defecto predominante en aquéllos radica
funcional resultante realiza una secreción defectuosa más en el propio músculo liso vascular que en el en-
de los factores vasorrelajantes y antiagregantes que dotelio.
debe producir normalmente, en especial el óxido ní- Esta idea coincidiría con las conclusiones de varios
trico (NO). Su consecuencia es que falla la vasodilata- trabajos experimentales recientes. En estudios realiza-
ción mediada por el endotelio, con la consiguiente dos en ratas espontáneamente hipertensas (SHR) se
disregulación de las respuestas vasculares a las diversas ha mostrado que sus respuestas eréctiles son menores
demandas, así como de la agregación plaquetaria, de en todas las edades que las de las normotensas y que
lo que seguirían problemas isquémicos, eréctiles, etc. dicho déficit de función eréctil es apreciable antes de
La prueba más empleada en humanos para la eva- que se manifieste la HTA73. Ello sugiere la interesante
luación de la función endotelial es el estudio de la va- posibilidad, también apuntada por los datos del estu-
sodilatación reactiva que sigue a la oclusión temporal dio de Kaiser et al72 en humanos comentado con an-
de la arteria braquial con un torniquete. La respuesta terioridad, de que la DE podría ser un signo precoz
se puede cuantificar registrando el aumento de flujo de HTA. Al igual que en el mencionado estudio en
sanguíneo en el antebrazo por pletismografía, o me- humanos con DE (aunque no hipertensos, al menos
diante la medición ultrasónica del diámetro de la arte- todavía), en las ratas SHR la respuesta de relajación al
ria. La comparación de las respuestas cuando no se NO, endógeno o exógeno, se ha encontrado dismi-
producen otros estímulos y tras la administración lo- nuida73. Ello apunta también a la presencia de un pro-
cal de agentes como la acetilcolina (que debe aumen- blema funcional en el propio músculo liso cavernoso.
tar la producción de NO y, por tanto, la vasodilata- Por otra parte, la DE de las ratas SHR se acompaña
ción), los inhibidores de la síntesis de NO o los de cambios estructurales en las arterias del pene, simi-
donantes de NO exógeno se utiliza para dilucidar su lares a los que ocurren en otros lechos vasculares, con
posible dependencia de dicho mensajero intercelular engrosamiento de la media y la consiguiente reduc-
y, por tanto, del estado del endotelio que lo produce. ción del diámetro luminal, así como en el músculo
En sujetos con HTA esencial está bien documentada liso de las trabéculas cavernosas, la cantidad de colá-
la disminución de dicha respuesta con respecto a los geno tipo III en ellas y el grado de fibrosis75. Todos

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Mas M. Hipertensión arterial, medicación antihipertensiva y disfunción eréctil: una perspectiva basada en la evidencia

estos cambios estructurales suponen una importante OPCIONES FARMACOTERAPÉUTICAS PARA


reducción del diámetro luminal, lo que se traduciría EL PACIENTE HIPERTENSO CON DISFUNCIÓN ERÉCTIL
en un aumento sustancial de la resistencia al flujo de
sangre. Otras observaciones en este modelo, de gran Cambio de medicación
potencial terapéutico, son las de que dichos cambios
estructurales se pueden revertir con tratamientos an- En consonancia con cuanto se ha expuesto sobre la
tihipertensivos, especialmente los dirigidos al eje re- falta de pruebas de que los actuales fármacos antihi-
nina-angiotensina. Así, se ha descrito la reversión de pertensivos deterioren significativamente la función
dichos cambios estructurales por el tratamiento con eréctil está la virtual ausencia de datos que muestren
el IECA enalapril76 (lo que es congruente con la re- consistentemente que la suspensión de una medica-
versión observada del déficit de respuesta eréctil a la ción hipotensora, de la que se sospeche una acción
neuroestimulación por el tratamiento con captopril deletérea sobre la función sexual, lleve a la recupera-
en este tipo de animales77) y con los ARA-II losar- ción de ésta. Sólo se han encontrado en descripciones
tán78 y candesartán79,80. La especificidad del efecto se anecdóticas de casos aislados82-84 y, entre los estudios
sustenta por el hecho de que en estos estudios se ad- de series amplias, únicamente la afirmación en el anti-
ministraron en grupos paralelos otros fármacos an- guo informe del MRC48 de que “en la mayoría de los
tihipertensivos de diversas clases, como hidralacina afectados la impotencia revirtió en unas pocas sema-
(vasodilatador directo)77, amlodipino (BCCa)78 y nas tras interrumpir la bendrofluacida“. Sin embargo,
atenolol (bloqueador beta-1)80 que, aunque produje- no especifica cuántos fueron esos casos ni precisa más
ron reducciones de las cifras PA similares a las alcan- la relación temporal entre el inicio y el abandono del
zadas con los IECA y los ARA-II, su efecto sobre el tratamiento y la presentación o desaparición de la DE.
remodelado vascular del pene (y del corazón) fue Por añadidura, ni en dicho estudio ni en varios de los
bastante menor. informes de casos aislados se exploraron los efectos de
Estos datos sobre los efectos de remodelado de los la reexposición a los fármacos sospechosos (no hubie-
ARA-II en el sistema vascular de las ratas hipertensas se sido difícil de hacer, ya que se trata de un efecto
recuerdan los observados en humanos hipertensos, adverso que no conlleva riesgo significativo para la sa-
aunque no en el pene (no estudiado por ahora), sino lud), lo que hace que la adscripción de causalidad sea
en vasos de resistencia disecados de biopsias subcutá- bastante débil (con esos datos, en el algoritmno de
neas de la región glútea81. Tras 1 año de tratamiento Karch-Lasagna no se superaría la categoría de “posi-
con losartán o atenolol se encontró que, aunque am- ble”). Algunos de los estudios comentados con ante-
bos reducían la PA de modo similar, sólo el losartán rioridad sobre ARA-II59-61 o bloqueadores beta53
mejoró significativamente la estructura de las arterias mencionan mejoras en la función eréctil cuando se
(relación anchura de la media/diámetro del lumen) y introdujo el nuevo fármaco en sustitución de la medi-
su respuesta de vasodilatación dependiente del endo- cación anterior (generalmente no especificada); sin
telio (inducida por acetilcolina), aunque no afectó a la embargo, esto aclara poco cuál pudo ser el factor cau-
vasodilatación independiente de éste (inducida por un sante de dichas mejorías.
donante de NO)81. Por ello, no parecería muy juicioso por parte del
En definitiva, aunque todavía faltan muchas piezas clínico, y desde luego nada “basado en la eviden-
para completar el mosaico, la información disponible cia”, el andar cambiando por este motivo una pauta
apunta claramente hacia la presencia de mecanismos de medicación antihipertensiva que hubiese sido efi-
patogénicos comunes a la HTA y la DE. Es posible caz para el control de la PA y careciera de otros efec-
que para los trastornos de la erección tenga más re- tos adversos significativos. Sólo tendría sentido si se
levancia la intervención de un proceso “miopático” pudiese comprobar una relación temporal clara entre
del músculo liso arterial y cavernoso, con pérdida de la secuencia de introducción del fármaco, su retirada
su capacidad de relajación ante estímulos fisiológicos y reexposición y la manifestación de la DE. En tal
y/o proliferación anómala, que la disfunción endo- caso se podría plantear, si las circunstancias del pa-
telial. Dilucidar todo ello requiere, y vale la pena ha- ciente lo permiten (perfil clínico, consideraciones
cerlo, mucho esfuerzo de investigación. En cual- económicas, etc.) la sustitución del fármaco sospe-
quier caso, la interrelación entre las patogenias de la choso por uno de las clases que han mostrado mejo-
HTA esencial y la DE es manifiesta. Parafraseando a res resultados en lo que respecta a función eréctil,
Rajfer69, se podría decir que “la hipertensión esencial como los ARA-II. Sin embargo, para la mayoría de
puede considerarse una forma de disfunción eréctil los casos, probablemente sea una mejor alternativa el
del sistema vascular y la disfunción eréctil una forma recurso a los nuevos y eficaces fármacos erectogé-
de hipertensión esencial del pene”. nicos.

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Mas M. Hipertensión arterial, medicación antihipertensiva y disfunción eréctil: una perspectiva basada en la evidencia

Los inhibidores de la fosfodiesterasa tipo 5 (PDE5) como la doxazosina y la terazosina, también para el de
en el paciente hipertenso la HTA. En algunos casos se ha observado una interac-
ción con los inhibidores de la PDE5 que ha llevado
Este grupo de fármacos, introducido en 1998 con la a modificar las instrucciones de uso de éstos. En 2 de
aparición en el mercado de sildenafilo, ha demostrado 20 pacientes con hipertrofia prostática que tomaban
su alta eficacia y seguridad en el tratamiento de la ma- 4 mg de doxazosina, la administración de 50 mg de sil-
yoría de los pacientes con DE y diversas comorbilida- denafilo produjo una hipotensión sintomática (lo que
des asociadas, entre las que destaca por su frecuencia no ocurrió en ningún caso con 25 mg, ni incluso con
la HTA. Debido a la demostrada importante asocia- 100 mg, de sildenafilo). La recomendación que hace el
ción entre ambos trastornos, los hipertensos han esta- fabricante ahora es de precaución (no contraindicación)
do bien representados (de hecho, han supuesto alre- y que se evite tomar una dosis > 25 mg de sildenafilo en
dedor de un tercio del tamaño de los grupos) en los las 4 h posteriores a la toma del bloqueador alfa90.
ensayos clínicos en fases II y III sobre los 3 inhibido- En otro estudio realizado en voluntarios normales,
res de la PDE5 actualmente disponibles: sildenafilo, el inhibidor de la 5PDEI de larga duración tadalafilo
tadalafilo y vardenafilo85. Además, se han comunicado (20 mg) también aumentó el efecto hipotensor de
varios estudios clínicos y análisis post hoc específica- 8 mg de doxazosina (con una media de reducción má-
mente enfocados en pacientes hipertensos. Muestran xima de la PAS en bipedestación de 9,8 mmHg res-
altas tasas de eficacia y seguridad, similares a las en- pecto al placebo). En el 28% de los tratados con ta-
contradas en los no hipertensos, sin que la toma de la dalafilo frente al 6% de los que recibieron placebo se
medicación antihipertensiva usual parezca influir, en produjeron disminuciones de la PAS por debajo de
general, en ellas24,86-89. 85 mmHg (magnitud clínicamente relevante). Por el
contrario, cuando se combinaron dosis de tadalafilo,
Efectos hemodinámicos e interacciones de 10 mg o 20 mg, con 0,4 mg del bloqueador alfa-1a
con los antihipertensivos tamsulosina (“uroselectivo”, usado para tratar la hiper-
El hallazgo temprano de que el sildenafilo potenciaba trofia prostática pero no la HTA) no se produjo un
el efecto hipotensor de los nitratos orgánicos hasta efecto aditivo significativo97. Por ello se ha contraindi-
valores peligrosos espoleó la investigación sobre sus cado el uso combinado del tadalafilo con bloqueado-
posibles interacciones con los diversos fármacos an- res alfa que no sean uroselectivos (como la doxazosina
tihipertensivos. Tal evaluación se ha hecho también o la terazosina). Sin embargo, sí se podría administrar
con los demás inhibidores de la PDE5 que han apare- tadalafilo sin riesgo de problemas hemodinámicos en
cido con posterioridad90. pacientes con hipertrofia prostática que tomen tamsu-
Los inhibidores de la PDE5 son vasodilatadores losina u otro fármaco de similar especificidad (aunque
suaves, con un efecto hipotensor ligero. Cuando se se recomienda espaciar su toma en al menos 4 h).
administran solos se acompañan de reducciones máxi- El inhibidor de la PDE5 que ha mostrado hasta
mas de las cifras de PA de unos 10 mmHg (con fre- ahora una interacción más acusada con los bloquea-
cuencia inferiores). Ello se ha estudiado en distintas dores alfa-1 es el vardenafilo. En voluntarios sanos, la
posiciones y circunstancias: supina, sentada, erguida e administración simultánea tanto de 10 mg como de
incluso en pruebas de esfuerzo91-94. 20 mg de vardenafilo con 10 mg de terazosina produ-
Cuando se administran en pacientes que están to- jo descensos importantes de PA (PAS > 85 mmHg) en
mando medicación antihipertensiva, la incidencia de la mayoría de los sujetos. Incluso cuando la adminis-
efectos adversos relacionados con el control de la pre- tración de ambos fármacos se separó 6 h, en el 25%
sión arterial, como mareo o hipotensión, es muy baja de los sujetos se siguieron observando descensos de la
y similar a la encontrada en los que no toman este PA de la referida magnitud. Se ha encontrado una in-
tipo de medicamentos24,86-89. Igualmente, los estudios teracción similar, aunque menos intensa, con el blo-
en los que se han medido las variaciones de PA tras la queador alfa-1a (“uroselectivo”) tamsulosina. Ello ha
administración concomitante de inhibidores de PDE5 llevado a la contraindicación del uso de vardenafilo en
y la mayoría de los fármacos antihipertensivos confir- pacientes que estén tomando cualquier clase de blo-
man unos efectos hemodinámicos modestos, con des- queadores alfa-190.
censos de PA < 10 mmHg, poco o nada significativas
con respecto al tratamiento con placebo92,95-99. Recapitulación: seguridad de los inhibidores de la PDE5
en el hipertenso tratado
El caso especial de los bloqueadores alfa -1 A diferencia del potente sinergismo observado en su
Este tipo de fármacos se usa en el tratamiento de la efecto hipotensor entre los inhibidores de la PDE5 y
hipertrofia prostática benigna, y los no uroselectivos, los nitratos orgánicos (de ahí que se insista en la con-

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Mas M. Hipertensión arterial, medicación antihipertensiva y disfunción eréctil: una perspectiva basada en la evidencia

traindicación formal de su uso simultáneo), explicable ciación entre hipertensión arterial y DE. Parece claro
porque ambos actúan estimulando a distintos niveles que son 2 trastornos que con frecuencia concurren
la vía NO-GMPcíclico, la interacción de los inhibido- en el mismo sujeto, probablemente porque compar-
res de la PDE5 con la medicación antihipertensiva es ten mecanismos patogénicos, como la disfunción en-
de tipo aditivo, con reducciones de PA bastante me- dotelial y/o el daño de la musculatura lisa arterial de
nos acusadas, salvo el caso de los bloqueadores alfa-1 la circulación sistémica y del pene.
es clínicamente irrelevante. Ello refleja el hecho de En este estudio se ha examinado también la com-
que los mecanismos de acción de los fármacos antihi- pleja cuestión de si la DE está causada por la propia
pertensivos no implican de manera directa la vía del enfermedad hipertensiva o por la medicación emplea-
NO-GMPc. Una excepción podrían constituirla los da en su tratamiento. Los datos analizados muestran
nuevos bloqueadores beta vasodilatadores (de “terce- que la incidencia de DE parece estar más relacionada
ra generación”), como el celiprolol o el nebivolol, con la presencia y severidad de la HTA que con los
que parecen aumentar los valores de NO98. La posibi- tratamientos farmacológicos de ésta. Entre los fárma-
lidad de que tengan interacciones hemodinámicas sig- cos antihipertensivos comúnmente empleados en la
nificativas con los inhibidores de la PDE5 debería ser actualidad, los diuréticos y los bloqueadores beta han
por ello cuidadosamente investigada; mientras tanto, sido los imputados con más frecuencia como inducto-
y hasta que se disponga de más datos, habría que re- res de DE. Sin embargo, aquí se muestra que la ma-
comendar precaución en su uso combinado. yoría de los estudios bien controlados no corroboran
esa idea. De hecho, algunos fármacos antihipertensi-
Apomorfina sublingual vos incluso podrían tener efectos facilitadores de la
respuesta eréctil. Esto parece especialmente aplicable
La administración sublingual de apomorfina tam- a los ARA-II, como sugieren diversos estudios clíni-
bién ha sido eficaz para el tratamiento de la DE. cos y experimentales.
Aunque no tan efectiva como los inhibidores de la Para la prevención de las numerosas y serias com-
PDE5, representa una alternativa potencialmente plicaciones de la HTA, que limitan la expectativa y la
útil, por ejemplo, para los pacientes que tomen ni- calidad de vida, las directrices y recomendaciones de
tratos, con los que no tiene contraindicación. Para diversos comités de expertos5-7 insisten en la necesi-
estudiar sus posibles interacciones con la medica- dad de mantener las cifras de PA dentro de unos lími-
ción antihipertensiva se administraron 5 mg de apo- tes deseables que, por añadidura, han ido reduciendo
morfina sublingual (dosis superior a las recomenda- progresivamente. Cuando concurren determinadas
das) a grupos de pacientes con HTA que estaban circunstancias clínicas, como la diabetes, las cifras re-
tomando fármacos antihipertensivos de cada una de comendadas son aún menores. Su logro es objetivo
las 5 clases principales (21-26 pacientes por grupo). prioritario del tratamiento de la HTA.
Los mayores cambios en la PA observados, en con- Aunque la aparición de DE en el paciente hiperten-
diciones de estrés ortostático (cambio rápido de la so no debería sacar de foco dicha prioridad, hay que
posición supina a erguida), consistieron en la re- tener presente que puede ser causa de abandono del
ducción de la PAS en –10 y –8 mmHg respecto al tratamiento. Por ello, y por cuanto compromete a la
placebo en los pacientes que estaban tomando, res- calidad de vida del paciente, esta posibilidad debe ser
pectivamente, bloqueadores alfa y BCCa. Tales vigilada y, en su caso, adecuadamente tratada por su
cambios son clínicamente insignificantes; de hecho, médico. Parece fundamental documentar una historia
no se comunicaron efectos hemodinámicas adver- sexual del paciente hipertenso desde antes de iniciar la
sos, excepto 1 episodio de síncope en un paciente farmacoterapia. Una primera medida debería ser obte-
que tomaba bloqueadores beta. En resumen, no se ner un registro cuantitativo de la función sexual pre-
encontraron cambios tras la toma de esta dosis alta vio al inicio del tratamiento antihipertensivo (basal)
de apomorfina sublingual asociada con los 5 grupos con el que, repitiéndolo cuando proceda, poder con-
principales de fármacos antihipertensivos, ni tampo- trastar con mayor objetividad posibles cambios que se
co con nitratos de larga y corta acción también es- produjeran en el futuro. Un cuestionario sencillo
tudiados en el ensayo99. como el SHIM parece adecuado; estudios realizados
en España ilustran su utilidad para evaluar la prevalen-
cia de DE en pacientes hipertensos y su respuesta al
CONCLUSIÓN tratamiento con sildenafilo23-24,89. Ello permitiría me-
dir mejor los eventuales cambios y precisar si tienen
Los análisis bibliográficos aquí presentados confirman relación con la medicación. Si se llegan a obtener in-
y refuerzan la noción de que hay una importante aso- dicios claros de su asociación con la introducción de

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Mas M. Hipertensión arterial, medicación antihipertensiva y disfunción eréctil: una perspectiva basada en la evidencia

un determinado fármaco y las circunstancias del pa- 9. Bansal S. Sexual dysfunction in hypertensive men. A critical
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ciente lo aconsejan o permiten se puede intentar su 10. Rosen RC. Alcohol and drug effects on sexual response: hu-
sustitución por agentes a los que se atribuya una man experimental and clinical studies. Annu Rev Sex Res.
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mejor influencia sobre la función sexual, como los 11. Prisant LM, Carr AA, Borttini PB, Solursh DS, Solursh LP.
ARA-II. Sin embargo, hay pocas pruebas objetivas de Sexual dysfunction with hypertensive drugs. Arch Intern
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que los cambios de medicación o de dosis reviertan 12. Ferrario CM, Levy P. Sexual dysfunction in patients with hy-
las dificultades sexuales de los pacientes hipertensos. pertension: implications for therapy. J Clin Hypertens. 2002;
4:424-32.
Probablemente, en la mayoría de los casos lo más 13. Braun M, Wassmer G, Klotz T, Reifenrath B, Mathers M,
práctico sea recurrir al concurso de la medicación Engelmann U. Epidemiology of erectile dysfunction: results
of the Cologne Male Survey. Int J Impot Res. 2000;12:305-
aprobada en la actualidad para el tratamiento de la 11.
DE. Los inhibidores de la PDE5 consiguen altas tasas 14. Martín-Morales A, Sánchez-Cruz JJ, Saenz de Tejada I, Ro-
dríguez-Vela L, Jiménez-Cruz F, Burgos-Rodríguez R. Pre-
de eficacia y seguridad en los pacientes hipertensos, valence and independent risk factors for erectile dysfunction
similares a las encontradas en los normotensos. Ade- in Spain: results of the Epidemiologia de la Disfuncion Erec-
til Masculina study. J Urol. 2001;166:569-75.
más, con la salvedad de los bloqueadores alfa-1, no 15. Marumo K, Nakashima J, Murai M. Age-related prevalence
presentan interacciones con los fármacos antihiperten- of erectile dysfunction in Japan: Assessment by the Interna-
tional Index of Erectile Function. Int J Urol. 2001;8:53-9.
sivos que se traduzcan en efectos hemodinámicos clí- 16. Moreira Jr ED, Abdo CHN, Torres EB, Lobo CFL, Fittipal-
nicamente significativos. Dichas interacciones parecen di JAS. Prevalence and correlates of erectile dysfunction: re-
sults of the Brazilian Study of Sexual Behavior. Urology.
aun menores con apomorfina sublingual, que no está 2001;58:583-8.
contraindicada con ninguno de estos fármacos. 17. Safarinejad MR. Prevalence and risk factors for erectile dys-
function in a population-based study in Iran. Int J Imp Res.
Aunque el presente estudio se haya enfocado en la 2003;15:246-52.
DE por las razones expuestas en el apartado “Intro- 18. Naya Y, Mizutani Y, Ochiai A, Soh J, Kawauchi A, Fujito A,
ducción”, no pretende ignorar ni restar importancia a et al. Preliminary report of association of chronic diseases and
erectile dysfunction in middle-aged men in Japan. Urology.
otros problemas sexuales que también concurren en 2003;62:532-6.
los hipertensos, como los referentes al deseo en varo- 19. Ponholzer A, Temml C, Mock K, Marszalek M, Obermayr R,
Madersbachers S. Prevalence and risk factors for erectile dys-
nes y mujeres, y a la respuesta sexual femenina100. De- function in 2,869 men using a validated questionnaire. Eur
berían ser también objeto de análisis similares. Con- Urol. 2005;47:80-5.
20. Rosen RC, Riley A, Wagner G, Osterloch IH, Kirkpatrick J,
tribuirían a preservar o mejorar la calidad de vida de Mishra A. The International Index of Erectile Function
estos pacientes y a facilitar el cumplimiento terapéuti- (IIEF): a multidimensional scale for assessment of erectile
dysfunction. Urology. 1997;49:822-30.
co, ayudando así a lograr un mejor control de la hi- 21. Rosen RC, Cappelleri JC, Smith MD, Lipsky J, Peña BM.
pertensión arterial, tan necesario en nuestro medio4. Development and evaluation of the International Index of
Erectile Function (IIEF-5) as a diagnostic tool for erectile
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