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LIBRO DEL ECLESIASTÉS

Identificar palabras claves

● DIOS
● Vanidad
● Sabiduría
● Necedad
● Dolor
● Juzgar

Definir palabras claves:

● DIOS: Da sabiduría. Juzga a sabios y necios


● Vanidad: Riquezas, abundancia, agasajar al cuerpo con vino, deleites
● Sabiduría: DIOS se la ha dado a los hombres.
● Necedad: Tinieblas en los ojos de los hombres
● Dolor: Lo producen las mezquindades, el sufrimiento, la fatiga del dia a dia, afliccion
de espiritu.
● Juzgar: DIOS juzga a todos por igual

Relacionar pala​​bras claves

Todo es vanidad en la vida, pues el trabajo, las riquezas, la abundancia, la necedad, la


maldad, y aun la misma sabiduría son vanas, pues traen sufrimiento y angustia por igual.
DIOS nos regala sabiduría pero también juzga la necedad y la vanidad de las riquezas y
demás. Por lo tanto, tanto ricos como pobres, sabios como necios, buenos y malos serán
juzgados de igual forma por DIOS y al final todos van a parar al mismo sitio para ser
juzgados según sus actos.

Ideograma
Síntesis

Todo en esta vida es vanidad, menos el servirle a DIOS en lo que Él haya destinado. Todo
lo que está debajo del sol es vanidad y aflicción de espíritu, tanto el trabajo como el
conocimiento, puesto que quien trabaja sufre y quien añade conocimiento también añade
dolor. Las riquezas y los bienes son un don de Dios, y a no ser que el alma del hombre esté
llena del bien, sus riquezas, bienes, honor y prosperidad son vanidad y aflicción para el
espíritu. La sabiduría sobrepuja a la necedad, puesto que DIOS es quien da al hombre
sabiduría, conocimiento y gozo, así pues la sabiduría da vida a los que la poseen. La
sabiduría es mejor que la fuerza; las palabras de la boca del sabio están llenas de gracia.
Así mismo, todo tiene su tiempo. El tiempo de DIOS es perfecto y todo lo que ÉL hace será
perpetuo; por tanto, Dios juzgará tanto al justo y al malvado.

La opresión y las obras malas son vanidad. La voz del necio se conoce por la multitud de
sus palabras. Una pequeña locura destruye la reputación del sabio y honorable. La fuerza
de dos es mejor que la de uno pues uno complementa al otro. Así mismo, es mejor el
muchacho pobre y sabio que el rey viejo y necio.

DIOS está en el cielo y debemos guardar y cumplir las promesas hechas a ÉL. Por más
sabio que se sea, también se es pecador. DIOS ha hecho recto al hombre, pero todos los
hombres son pecadores. DIOS juzga a sabios, necios y pecadores. Nadie tiene el poder de
evitar la muerte; pero no le irá bien al malvado pues se vuelve al placer y no halla sabiduría.
Un pecador destruye mucho bien

La providencia de Dios gobierna sobre todo. Así pues, tiempo y ocasión acontecen a todos
por igual. Lo importante es hacer el bien y dar a los necesitados, pues Dios traerá a juicio a
todos los hombres

Conclusiones

● Al hombre que le agrada, Dios le da sabiduría, y conocimiento y gozo; pero al


pecador le da el trabajo de recoger y amontonar para darlo al que a agrada a Dios,
también esto es vanidad y aflicción de espíritu
● DIOS nos prueba constantemente para que veamos que somos también bestias.
● Toda obra bien hecha despierta la a envidia del hombre contra su prójimo.
● Los justos y los sabios, y sus obras, están en la mano de Dios. Las palabras de los
sabios son como aguijones.
● Lo mismo ocurre al justo y al malvado; al bueno, y al puro y al impuro; al que
sacrifica y al que no sacrifica; como al bueno, así al que peca; al que jura, como al
que  teme jurar
● Al morir, el espíritu vuelve a Dios, pues ÉL es quien lo dio
● Todo el deber del hombre es temer a Dios y guardar sus mandamientos, porque
Dios traerá toda obra a juicio, junto con toda cosa oculta, buena o mala.
● Todo ha sido dispuesto por la sabia Providencia divina
Aporte personal

Dios hizo recto al hombre, pero los hombres buscaron muchas artimañas

Nuestro principal deber y querer es temer a DIOS por encima de todas las cosas. Como
jóven y tal como reza El Eclesiastés, debo en los días de mi juventud acordarme de DIOS,
antes de que los días malos vengan y lleguen los años donde no habrá felicidad ni consuelo
más que recordar las obras buenas hechas en nombre de DIOS

Nada de lo que genera satisfacción “humana” o corporal puede satisfacer plenamente al


corazón humano. El amor, los placeres, las riquezas y la gloria no dejan más que vacío y
desencanto. La misma sabiduría está acompañada de aflicción.

Sabios y necios mueren por igual, son juzgados por igual y caen de igual forma en el olvido.

Lo único que vale la pena es gozar moderadamente de las alegrías y de los pocos bienes
que Dios pone a nuestro alcance y vivir para alabarlo a ÉL por todo lo que nos da día a día,
porque al fin y al cabo si no es por DIOS ninguno de nosotros, ni sabios, ni necios, ni ricos,
ni pobres, ni jóvenes ni ancianos estaríamos en esta tierra.

Los tiempos de DIOS son perfectos y sólo ÉL sabe que ha de acontecer a cada uno de los
habitantes de esta tierra; por ello nuestra mayor tarea es hacer las cosas como DIOS
quiere, es decir de una manera correcta, honesta, agradable a sus ojos, pues todos vamos
a ser juzgados si no en la tierra en el lugar que DIOS tenga destinado para ello.

CREDO PERSONAL

Es un poco difícil cuando te piden que escribas en qué crees. He meditado mucho acerca
de en qué/quien verdaderamente creo y qué me motiva a seguir adelante. A pesar de que
últimamente no he orado mucho ni hablado con DIOS, yo sé que ÉL existe; y no lo sé
porque mi familia o la sociedad o mis amigos me hayan dicho. Creo en DIOS porque
cuando miro la infinidad de estrellas del cielo, cuando veo la perfección de los sistemas de
la tierra, cuando veo la inmensa complejidad de nuestro propio cuerpo, me doy cuenta que
ni este mundo, los animales, plantas y ni el mismo ser humano se crearon solos, ni por
cuenta de una simple explosión. Algunos días me pregunto y me digo a mi misma: Si DIOS
no existiese simplemente nada existiese: El agua, los alimentos, el aire, y demás no son
sacados al azar de una caja ni mucho menos aparecieron de la noche a la mañana por arte
de magia. De alguna u otra forma hay un ser infinitamente superior que vive en algún lugar
de este universo infinito que de alguna manera creo todo lo que existe.

Además de ello, creo en DIOS porque ÉL me ha regalado a mi y a mi familia muchas


bendiciones, aunque muchas veces las personas piensen que son simples coincidencias,
para mí no; puesto que muchas veces un callejón sin salida se ha convertido en todo lo
contrario. DIOS nos ha protegido de muchas cosas y personas malas; como también nos ha
puesto muchas pruebas en el camino. Con todo lo anterior además sé y tengo certeza que
cuando me concentro verdaderamente y habló de una manera profunda con DIOS, siento
una paz, tranquilidad y sosiego que no puedo lograr con nadie o nada más.

Para muchos creer en DIOS se basa en un simple juego de hacer o no hacer cosas para no
ser castigado o algo por el estilo. Para mí, trato de actuar de manera correcta no por miedo
al castigo, aunque en varios casos si actúo mal no pienso que DIOS me da un castigo, sino
como enseñanza. Así pues, trato de ser una buena persona pues creo y aspiro algún día
poder estar en la presencia de DIOS en el cielo (aunque creo que no soy digna de estar en
el mismo lugar que un ser tan perfecto), o por lo menos cuando muera poder vivir con mi
familia en lo que llaman “paraíso”, que para mí más que un lugar físico, es un lugar
espiritual, lleno de paz, felicidad y bondad donde las personas buenas de este mundo.

Hablar sobre mis creencias es extraño, pero verdaderamente creo en DIOS. Normalmente
no le llamo a DIOS por ningún nombre, pero sé que ÉL es infinitamente poderoso y
bondadoso, lleno de majestad y sabiduría.

Aunque muchas personas en el mundo crean que DIOS no existe por el mero hecho de que
no hay pruebas físicas o históricas, o que si DIOS verdaderamente existiera no pasarían
tantas injusticias en el mundo, tengo que decirles que creer en DIOS no es cuestión de
pruebas, ciencia o historia; creer en DIOS es cuestión de tener fé y esperanza en alguien
que no se puede ver pero si puedes sentir su presencia cuando verdaderamente lo buscas
de una manera sincera. Así mismo, aunque no soy una lectora constante de la Biblia, puedo
citar el libro de Job, donde se dice que el pobre intelecto del ser humano no le permite
entender el por qué los inocentes sufren; y eso creo que es lo que ha pasado y pasa en el
mundo. Finalmente creo que esos seres inocentes que sufren van al cielo con DIOS, pues
este mundo no era merecedor de tenerlos en la Tierra.

Aunque últimamente no soy una lectora frecuente de la Biblia, creo lo que la Biblia dice, y
en este caso no sólo por fe, sino también por sentido común y razón, pues algunos estudios
que he hecho me han llevado a la conclusión que todo lo que se narra en la Biblia es cierto;
desde la creación, los patriarcas, la historia de Israel como el pueblo de DIOS, hasta
Jesucristo.

Resumiendo, pienso y siento que el único ser en quien verdaderamente creo con fervor es
en DIOS, puesto que es al único que siempre le encomiendo todas mis actividades, le pido
sabiduría y pongo mi confianza en ÉL. Tengo que ser sincera, aunque creo en nuestro
Señor Jesucristo como Hijo de DIOS y cómo ÉL nos salvó del pecado sacrificándose a sí
mismo por voluntad del Padre Celestial; siento que no hablo con ÉL con frecuencia, y no
porque crea menos, sino porque concentro la mayoría de mis oraciones en DIOS.
Considero que la mejor forma de agradar a Jesús más que hablándole es actuando según
nos enseñó: Con bondad, rectitud de corazón, amor al prójimo, pues de esa manera le
agradamos a ÉL y por consiguiente le agradamos a DIOS. Así mismo, si creo en Jesús,
también creo en la Virgen pues el Hijo de DIOS para mí, tuvo que nacer de una mujer santa
y sin tacha, como lo es la Virgen María. Tambien creo en el Espíritu Santo como guía de
nuestro camino, porque siento que siempre hay un ser, una voz que me sigue y me hace
reflexionar sobre hacer, pensar o no hacer o no pensar algo y que cuando hago o dejo de
hacer o pensar algo, siento algo extraño que me habla, me aconseja o de alguna manera
me recrimina muchas veces sin darme cuenta, y no es la voz de mi conciencia sino algo
externo.

Estas son mis verdaderas creencias, fruto de mi pensamiento, de mis sentimientos y de mis
experiencias, y ahora mismo escribiendo este párrafo me ha inundado un sentimiento, una
nostalgia extraña, puesto que hace mucho que no reflexionaba acerca de DIOS y mi
relación con ÉL

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