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UNIVERSIDAD AUTONOMA GABRIEL

RENE MORENO

“DAÑO CEREBRAL”
ESTUDIANTE : AUZA TARRAZONA KAREN SISSY

CAMACHO VACA NATALHIA RAFAELA

CHAMBI TEOLOGIDES GENESIS YANKARLA

QUINTEROS VIDES LAURA BERENICE

SANTOS MAMANI RESHUYCELA VIVIAN

SUAREZ BASUALDO NATHALY

LOPEZ CLAVEL DIENY BEKNI

DOCENTE : LIC. JULIO CESAR AGUILERA HURTADO

MATERIA : BIOPSICOLOGIA

CARRERA : PSICOLOGIA

GESTION : 2018

Santa Cruz – Bolivia


Introducción

El encéfalo, que junto con la médula espinal forma el Sistema Nervioso Central,
está protegido por el cráneo y comprende el cerebro, el cerebelo y el bulbo
raquídeo. El cerebro es la estructura más compleja del organismo humano y el
principal centro nervioso; sus diferentes áreas son las principales responsables del
movimiento, las sensaciones y percepciones, las emociones y la conducta en él,
se llevan a cabo las funciones mentales superiores: atención, memoria, lenguaje e
inteligencia.

Cualquier daño cerebral puede afectar poco o mucho a estas funciones. El daño
cerebral puede deberse a diferentes causas: tumores, lesiones vasculares,
enfermedades infecciosas, anoxia (si se produce durante el parto, se denomina
parálisis cerebral infantil), etc. Sin embargo, la causa más frecuente es la de
origen traumático y recibe el nombre de traumatismo craneoencefálico -TCE-. El
TCE es uno de los problemas de salud más importantes en los países
desarrollados, tanto por el elevado número de muertos que ocasiona, como por el
número de personas que, como consecuencia de las secuelas que implica,
desarrollan algún tipo de discapacidad, ya sea funcional, cognitiva o, en general,
de ambos tipos.

El daño que sufre el cerebro después de un traumatismo se debe, por una parte, a
la lesión primaria (contusión) directamente relacionada con el impacto sobre el
cráneo o con el movimiento rápido de aceleración/desaceleración, y por otra parte,
a la lesión secundaria (edema, hemorragia, aumento de la presión en el cráneo,
etc.) que se desarrolla a raíz de la lesión primaria durante los primeros días tras el
accidente y puede conllevar graves consecuencias en el pronóstico funcional.

La primera consecuencia de la lesión post-traumática suele ser una alteración de


la conciencia, el coma; cuya intensidad y duración será variable y, en algunos
casos, puede prolongarse durante meses, lo que conlleva importantes
consecuencias a largo plazo. Independientemente del origen del daño cerebral
(TCE o no traumático), la lesión implica la aparición de déficits en el plano físico y
en el plano cognitivo que dan lugar a una discapacidad que puede ser leve,
moderada o severa. Los déficits físicos pueden ser trastornos a nivel sensorial
(olfato, vista, audición, etc.), trastornos del movimiento y la marcha (tetraparesias
e hemiparesias), la sensibilidad, la deglución, la coordinación motora, el tono
muscular y la espasticidad, alteraciones en el control de los esfínteres, etc.

En el aspecto neuropsicológico (afectación de las funciones superiores), podemos


objetivar una gran variabilidad de déficits cognitivos y conductuales que, con
diferente intensidad, siempre aparecen como consecuencia del daño cerebral
moderado o grave. Las principales funciones cognitivas que pueden verse
alteradas son: la atención - la concentración, la memoria - el aprendizaje, el
razonamiento - la inteligencia, el lenguaje - el habla etc. Con respecto a la
conducta - emoción: impulsividad, desinhibición, falta de iniciativa, escasa
conciencia del trastorno, cambio de carácter, etc.

Estas alteraciones tienden a presentarse con diferentes frecuencias; sin embargo,


suelen alterar la capacidad del paciente para adquirir, almacenar y recuperar
nueva información, así como la capacidad para tomar decisiones correctas.

El resultado de la disfunción cognitiva es una pérdida de las relaciones sociales y


la aparición de angustia en la familia, a lo que se suma la dificultad para volver a la
situación educacional o laboral anterior al accidente. A pesar de los avances en el
campo de la neurología y la investigación de sustancias que puedan favorecer la
regeneración nerviosa, en la actualidad, la recuperación completa tras una lesión
es difícil. Sin embargo la neurorrehabilitación dispone de métodos para ayudar a la
persona afectada por un daño cerebral a optimizar la recuperación de sus
funciones, potenciar sus capacidades conservadas y ayudarla a adaptarse a sus
limitaciones, con la finalidad de conseguir la máxima autonomía posible.

El daño cerebral adquirido se considera a cualquier tipo de lesión o cambios que


sufre el cerebro por el que surgen alteraciones en el funcionamiento normal, bien
por un traumatismo craneal, una isquemia (también conocida por ictus, accidente
cerebro-vascular, infarto cerebral), tumores cerebrales, hidrocefalias, anoxias.
Desarrollo

La lesión cerebral traumática puede tener efectos físicos y psicológicos de amplio


espectro. Algunos signos o síntomas pueden aparecer de inmediato después del
suceso traumático, mientras que otros pueden aparecer días o semanas después.

Lesión cerebral traumática leve

Algunos signos y síntomas de la lesión cerebral traumática leve pueden ser los
siguientes:

Síntomas físicos

 Pérdida del conocimiento por algunos segundos o minutos

 Un estado de aturdimiento, confusión o desorientación, sin pérdida del


conocimiento

 Dolor de cabeza

 Náuseas o vómitos

 Fatiga o somnolencia

 Problemas del habla

 Dificultad para dormir

 Dormir más de lo habitual

 Mareos o pérdida del equilibrio

Síntomas sensoriales

 Problemas sensoriales, como visión borrosa, zumbido en los oídos, sabor


desagradable en la boca o cambios en el sentido del olfato

 Sensibilidad a la luz o al sonido

Síntomas cognitivos o mentales


 Problemas de memoria o de concentración

 Cambios o altibajos en el estado de ánimo

 Depresión o ansiedad

Lesiones cerebrales traumáticas moderadas a graves

Las lesiones cerebrales traumáticas moderadas a graves pueden comprender


cualquiera de los signos y síntomas de las lesiones leves, así como los siguientes
síntomas que pueden aparecer dentro de las primeras horas o días después de
sufrir una lesión en la cabeza:

Síntomas físicos

 Pérdida del conocimiento que puede durar de varios minutos a horas

 Dolor de cabeza constante o que empeora

 Vómitos reiterados o náuseas

 Convulsiones o ataques

 Dilatación de una o ambas pupilas

 Secreción de líquidos transparentes de la nariz o de los oídos

 Incapacidad para despertarse

 Debilidad o entumecimiento de los dedos de las manos y de los pies

 Pérdida de coordinación

Síntomas cognitivos o mentales

 Desorientación considerable

 Agitación, agresividad u otro comportamiento poco habitual

 Balbuceo
 Coma y otros trastornos del conocimiento

Síntomas en niños

Es posible que los lactantes y los niños pequeños con lesiones cerebrales no
tengan la capacidad de indicar que tienen dolores de cabeza, problemas
sensoriales, desorientación y síntomas similares. En un niño con una lesión
cerebral traumática, puedes notar lo siguiente:

 Cambio en los hábitos de alimentación y de amamantamiento

 Irritabilidad inusual o que se produce fácilmente

 Llanto constante e incapacidad para consolarse

 Cambio en la capacidad para prestar atención

 Cambio en los hábitos de sueño

 Convulsiones

 Tristeza o depresión

 Somnolencia

 Pérdida de interés en los juguetes o en las actividades favoritas

Cuándo consultar al médico

Siempre consulta con el médico si tú o tu hijo han recibido un golpe en la cabeza o


en el cuerpo que te preocupe o que genere cambios en el comportamiento. Busca
atención médica de urgencia si hay algún signo o síntoma de una lesión cerebral
traumática después de un golpe reciente u otra lesión traumática en la cabeza.

Los términos «leve», «moderado» y «grave» se usan para describir el efecto de la


lesión en la función cerebral. Una lesión leve del cerebro no deja de ser una lesión
importante que requiere atención inmediata y un diagnóstico preciso.
Causas

A menudo, un golpe u otra lesión traumática en la cabeza o el cuerpo pueden


provocar una lesión cerebral traumática. El grado del daño puede depender de
varios factores, entre ellos, la naturaleza de la lesión y la fuerza del impacto.

Los sucesos frecuentes que causan una lesión cerebral traumática son los
siguientes:

 Caídas. Caerse de la cama, de las escaleras, en el baño, y otras caídas,


son la causa más frecuente de las lesiones cerebrales traumáticas en
general, particularmente, en adultos mayores y niños pequeños.

 Colisiones relacionadas con vehículos. Las colisiones de automóviles,


motocicletas o bicicletas, y los peatones involucrados en tales accidentes,
son una causa frecuente de las lesiones cerebrales traumáticas.

 Violencia. Las heridas de bala, la violencia doméstica, el maltrato infantil y


otras agresiones físicas son causas frecuentes. El síndrome del bebé
sacudido es una lesión cerebral traumática provocada por la sacudida
violenta de un bebé.

 Lesiones deportivas. Los traumatismos craneoencefálicos pueden ser


provocados por lesiones que ocurren en diferentes deportes, como el fútbol,
el boxeo, el fútbol americano, el béisbol, el lacrosse, andar en patineta, el
hockey, y otros deportes de alto impacto o extremos. Estos suelen
producirse especialmente en los jóvenes.

 Estallidos de explosivos y otras lesiones sufridas en combates. Los


estallidos de explosivos son una causa frecuente de las lesiones cerebrales
traumáticas en el personal militar en actividad. Si bien aún no se conoce
exactamente cómo se produce el daño, muchos investigadores creen que la
onda de presión que atraviesa el cerebro altera significativamente la función
cerebral.
La lesión cerebral traumática también es causada por heridas penetrantes, golpes
fuertes en la cabeza con esquirlas o restos, y caídas o colisiones del cuerpo con
objetos impulsados por una explosión.

Factores de riesgo

Las personas con el mayor riesgo de sufrir una lesión cerebral traumática son:

 Niños, en especial entre el nacimiento y los 4 años

 Adultos jóvenes, en particular aquellos entre los 15 y los 24 años

 Adultos de 60 años o más

 Hombres de cualquier grupo etario

Complicaciones

Es posible que ocurran varias complicaciones inmediatamente o poco después de


una lesión cerebral traumática. Las lesiones graves aumentan el riesgo de sufrir
una mayor cantidad de complicaciones, y más graves.

Estado alterado de conciencia

La lesión cerebral traumática leve a grave puede causar cambios prolongados o


permanentes en el estado de conocimiento, conciencia o respuesta de una
persona. Los diferentes estados de conciencia son los siguientes:

 Coma. Una persona en coma está inconsciente, ajena de todo y es incapaz


de responder a cualquier estímulo. Esto se debe al daño generalizado a
todas las partes del cerebro. Luego de unos días a unas semanas, una
persona puede salir de un coma o pasar a un estado vegetativo.

 Estado vegetativo. El daño generalizado al cerebro puede producir un


estado vegetativo. Aunque la persona esté inconsciente del entorno, es
posible que abra los ojos, emita sonidos, responda a los reflejos o se
mueva.
Es posible que un estado vegetativo pueda convertirse en permanente, aunque,
por lo general, las personas evolucionan a un estado de mínima conciencia.

 Estado de mínima conciencia. Un «estado de mínima conciencia» es un


trastorno de conciencia muy alterada, aunque con algunos signos de
autoconsciencia o de conciencia del entorno de uno. Algunas veces, es un
estado de transición desde un coma o un estado vegetativo a una mayor
recuperación.

 Muerte cerebral. Cuando no hay una actividad mensurable en el cerebro y


en el tronco encefálico, esto se denomina «muerte cerebral». En una
persona a la que se declare con muerte cerebral, el retiro de los dispositivos
de respiración provocará la cesación de la respiración y una eventual
insuficiencia cardíaca. La muerte cerebral se considera irreversible.

Complicaciones físicas

 Convulsiones. Algunas personas con una lesión cerebral traumática


padecerán convulsiones. Las convulsiones pueden ocurrir solo en las
etapas tempranas o años después de la lesión. Las convulsiones
recurrentes se denominan «epilepsia postraumática».

 Acumulación de líquido en el cerebro (hidrocefalia). El líquido


cefalorraquídeo puede acumularse en los espacios del cerebro (ventrículos
cerebrales) de algunas personas que han sufrido lesiones cerebrales
traumáticas, lo cual causa una mayor presión e hinchazón en el cerebro.

 Infecciones. Las heridas penetrantes o las fracturas del cráneo pueden


romper las capas de los tejidos protectores (meninges) que rodean el
cerebro. Esto puede permitir que las bacterias ingresen al cerebro y causen
infecciones. Una infección de las meninges (meningitis) podría expandirse
al resto del sistema nervioso si no se trata.

 Daño a los vasos sanguíneos. Es posible que varios vasos sanguíneos


pequeños o grandes en el cerebro resulten dañados en una lesión cerebral
traumática. Este daño podría causar un accidente cerebrovascular,
coágulos sanguíneos u otros problemas.

 Dolores de cabeza. Los dolores de cabeza recurrentes son muy comunes


después de una lesión cerebral traumática. Pueden comenzar una semana
después de la lesión y podrían continuar durante varios meses.

 Vértigo. Muchas personas padecen vértigo, un trastorno caracterizado por


mareos, después de una lesión cerebral traumática.

En algunas ocasiones, uno o varios de estos síntomas podrían persistir durante


algunas semanas o meses después de la lesión cerebral traumática. Actualmente,
se los denomina «síntomas posconmocionales persistentes». Cuando una
combinación de estos síntomas continúa durante períodos prolongados,
generalmente, se denomina «síndrome posconmocional».

Las lesiones cerebrales traumáticas en la base del cráneo pueden causar lesiones
a los nervios que surgen directamente del cerebro (nervios craneales). La lesión a
los nervios craneales puede provocar lo siguiente:

 Parálisis de los músculos faciales o pérdida de la sensibilidad en el rostro

 Pérdida o alteración del sentido del olfato

 Pérdida o alteración del sentido del tacto

 Pérdida de la visión o visión doble

 Dificultad para tragar

 Mareos

 Zumbido en los oídos

 Pérdida de la audición
Problemas intelectuales

Muchas personas que han tenido una lesión cerebral significativa experimentarán
cambios en las habilidades de razonamiento (cognitivas). Es posible que a estas
personas les resulte más difícil concentrarse y que demoren más en procesar los
pensamientos. La lesión cerebral traumática puede causar problemas en muchas
aptitudes, entre ellas:

Problemas cognitivos

 Memoria

 Aprendizaje

 Razonamiento

 Capacidad de juicio

 Atención o concentración

Problemas para desenvolverse en la vida

 Resolución de problemas

 Capacidad de realizar múltiples tareas a la vez

 Organización

 Planificación

 Toma de decisiones

 Comenzar o finalizar tareas

Problemas de comunicación

Los problemas de comunicación o de lenguaje son frecuentes tras las lesiones


cerebrales traumáticas. Estos problemas pueden causar frustración, conflicto e
interpretación equivocada en las personas con lesión cerebral traumática, así
como en los familiares, los amigos y los proveedores de atención médica.
Los problemas de comunicación pueden ser los siguientes:

Problemas cognitivos

 Dificultad para comprender lo que se dice o se escribe

 Dificultad para hablar o escribir

 Incapacidad para organizar los pensamientos y las ideas

 Problemas para seguir el hilo de las conversaciones y participar en ellas

Problemas sociales

 Problemas para tomar turnos o elegir temas en las conversaciones

 Problemas con los cambios de entonación, tono o énfasis para expresar


emociones, actitudes o diferencias sutiles en significado

 Dificultad para comprender las señales no verbales

 Problemas para interpretar las señales de los oyentes

 Problemas para iniciar o terminar conversaciones

 Incapacidad de usar los músculos necesarios para formar palabras


(disartria)

Cambios en el comportamiento

A menudo, las personas que han experimentado una lesión cerebral experimentan
cambios de conducta. Estos pueden ser los siguientes:

 Dificultad con el autocontrol

 Falta de conciencia de las habilidades

 Comportamiento riesgoso

 Dificultad en situaciones sociales


 Arrebatos físicos o verbales

Cambios emocionales

Los cambios emocionales pueden comprender los siguientes:

 Depresión

 Ansiedad

 Cambios de humor

 Irritabilidad

 Carencia de empatía por otras personas

 Ira

 Insomnio

Problemas sensoriales

Los problemas que afectan los sentidos pueden ser los siguientes:

 Zumbido persistente en los oídos

 Dificultad para reconocer objetos

 Coordinación alterada entre manos y ojos

 Puntos ciegos o visión doble

 Sabor amargo, mal olor o dificultad para oler

 Picazón, dolor u hormigueo en la piel

 Dificultad para mantener el equilibrio o mareos

Enfermedades cerebrales degenerativas

Las investigaciones sugieren que las lesiones cerebrales traumáticas graves o


repetidas podrían aumentar el riesgo de padecer enfermedades cerebrales
degenerativas. Sin embargo, no se puede predecir este riesgo para una persona, y
los investigadores aún están estudiando si las lesiones cerebrales traumáticas
podrían estar relacionadas con las enfermedades cerebrales degenerativas, así
como por qué y cómo.

Un trastorno cerebral degenerativo puede causar la pérdida gradual de las


funciones cerebrales, incluidas las siguientes:

 La enfermedad de Alzheimer, que causa principalmente la pérdida


progresiva de la memoria y otras habilidades de razonamiento

 La enfermedad de Parkinson, un trastorno progresivo que causa problemas


de movimiento, como temblores, rigidez y movimientos lentos

 Demencia pugilística —la mayoría de las veces asociada con golpes


repetitivos en la cabeza en profesionales del boxeo— que causa síntomas
de demencia y problemas de movimiento

Prevención

Sigue los siguientes consejos para reducir el riesgo de lesión cerebral:

 Cinturones de seguridad y airbags. Usa siempre cinturón de seguridad


en el automóvil. Los niños pequeños siempre deben sentarse en el asiento
trasero del automóvil e ir asegurados en un asiento de seguridad para niños
o un asiento de seguridad elevado que sea adecuado para el tamaño y el
peso.

 Consumo de alcohol y drogas. No manejes bajo la influencia de las


drogas o el alcohol, incluso medicamentos recetados que puedan alterar la
capacidad de manejar.

 Cascos. Usa un casco mientras andas en bicicleta, patineta, motocicleta,


moto de nieve o cuatriciclo. Además, usa una protección adecuada para la
cabeza al jugar béisbol o deportes de contacto, esquiar, patinar, practicar
snowboard o montar un caballo.
Prevención de caídas

Los siguientes consejos pueden ayudar a los adultos mayores a prevenir caídas
alrededor de la casa:

 Instala pasamanos en los baños

 Coloca una alfombrilla antideslizante en la bañera o en la ducha

 Retira las alfombras

 Instala pasamanos a ambos lados de las escaleras

 Mejora la iluminación en la casa

 Mantén las escaleras y los pisos despejados

 Realiza inspecciones visuales de forma regular

 Haz ejercicio regularmente

Prevención de lesiones en la cabeza en niños

Los siguientes consejos pueden ayudar a que los niños no sufran lesiones en la
cabeza:

 Instala puertas de seguridad en la parte superior de la escalera

 Mantén las escaleras despejadas

 Instala protección en las ventanas para evitar caídas

 Coloca una alfombrilla antideslizante en la bañera o en la ducha

 Procura áreas recreativas que tengan materiales amortiguadores en el


suelo

 Asegúrate de que las áreas con alfombras sean seguras

 No permitas que los niños jueguen en las escaleras de incendios ni en los


balcones
ALTERACIONES QUE PUEDEN SURGUIR TRAS UN DAÑO CEREBRAL

Las alteraciones en el funcionamiento normal debido a daño cerebral adquirido


pueden aparecer en:

 Alteraciones del lenguaje:


 Trastornos de la voz como disfonías,
 Trastornos del habla como disartrias, y/o
 Trastornos del lenguaje, como afasias.

Alteraciones físicas, con dificultades en la movilidad, el equilibrio, la coordinación.

Alteraciones cognitivas, emocional y comportamentales, con desorientación,


pérdida de memoria, lentitud de pensamiento, fatiga, irritabilidad, dificultades para
tomar decisiones.

Alteraciones en diversas actividades de la vida diaria con dependencia funcional.

Estas alteraciones son susceptibles de tratamiento, obteniendo los mejores


resultados en la dirección de un equipo multidisciplinar que conlleve a una mayor
autonomía funcional.

Servicio de daño cerebral

El Servicio de Daño Cerebral abre sus puertas para dar respuesta a una
necesidad asistencial en Asturias, proporcionando un tratamiento integral (que va
más allá de la mera suma de tratamientos), particular e individualizado a cada
caso y llevado a cabo por un equipo interdisciplinar.
Valoración y Rehabilitación Neuropsicológica

La Neuropsicología es una ciencia interdisciplinar que, recogiendo las


aportaciones de la Neurología y de la Psicología, estudia la base neurológica de
los procesos psíquicos, centrándose en la descripción, evaluación, control,
tratamiento, rehabilitación y prevención de pacientes humanos con lesiones
encefálicas que afectan a los substratos neuroanatómicos y fisiopatológicos de la
conducta.

La Neuropsicología clínica es extremadamente útil para completar el diagnóstico


neurológico, para la evaluación de los efectos de un tratamiento médico o
quirúrgico y para la readaptación funcional del enfermo con un síndrome orgánico
cerebral.

La Valoracíon Neuropsicológica se distingue de la exploración neurológica clásica


de las "funciones superiores" en que aporta un conocimiento en profundidad de los
procesos cognitivos (orientación, atención, percepción, praxis, lenguaje, memoria,
aprendizaje, funciones ejecutivas, capacidad intelectual,...), afectivos (trastornos
mentales funcionales u orgánicos, neurosis, psicosis, alteraciones de la
personalidad, síndrome orgánico de personalidad,...) y comportamentales
(agresividad, desinhibición, impulsividad,...) del sujeto y de las repercusiones
conductuales de la patología cerebral (actividades de la vida diaria básicas e
instrumentales, actividades laborales y/o académicas, capacidad para la
conducción,...) teniendo en cuenta el nivel premórbido, el tipo de actividad laboral
o académica previa y los déficits físicos y sensoriales presentes.

Esta valoración será llevada a cabo para fines clínicos (como base para el inicio
del proceso rehabilitador), y para fines médico-legales (como complemento de
informes médicos y exploraciones practicadas) con la asistencia a juicios en
calidad de peritos, y siguiendo las pautas de los Equipos de Valoración de
Incapacidades (EVI) y los baremos recogidos en la ley 30/95.

La Rehabilitación Neuropsicológica es un proceso activo en el cual la persona


afectada por una lesión cerebral o enfermedad neurológica, trabaja con el
profesional, la familia y la sociedad para alcanzar un grado óptimo de
funcionamiento cognitivo y funcional.

La Rehabilitación Neuropsicológica se lleva a cabo mediante programas


específicos que incidan sobre la recuperación paulatina de las secuelas cognitivas
y emocionales, programas diseñados individualmente y basados en teorías
actuales del funcionamiento cognitivo.

A su vez, la familia, el entorno y el resto del equipo perteneciente al Servicio de


Daño Cerebral, funcionarán como coterapeutas incidiendo en el manejo de los
déficits dentro de su contexto.

Asistencia Psicológica

La Asistencia Psicológica comprende terapias individuales o grupales basadas en:

* Modificación de conducta, a realizar por el neuropsicólogo y el psicólogo,


teniendo como principales áreas de intervención:

-Falta de conciencia de las limitaciones (anosognosia).

-Incumplimiento de actividades(desmotivación).
-Agresividad (esporádica o contínua)

-Conducta sexual inapropiada (desinhibición sexual).

-Déficit en habilidades sociales (conducta asertiva, defensa de derechos y respeto


a los demás, saber responder a las críticas, solucionar problemas,...)

-Impulsividad

-Irritabilidad

-Falta de iniciativa (toma de decisiones).

Que permiten cubrir cuatro grandes objetivos:

Adquirir destrezas de las que no se dispone en el actual repertorio conductual (por


ejemplo, habilidades de autocuidado),

Eliminar o reducir comportamientos poco adaptados (por ejemplo, irritabilidad o


agresión),

Perfeccionar o adecuar las conductas a las exigencias del contexto (por ejemplo,
entrenamiento en habilidades sociales) y

El trabajo en áreas sociales alteradas (pérdida de amistades, dificultades en la


realización de hobbies o actividades de ocio, déficits que afectan a su situación de
actividad previa laboral, escolar,..).

Intervención con familias, con las siguientes áreas de intervención:

-Información (evitar creencias inapropiadas)

-Orientación (disminuir la tensión en el ámbito familiar, aceptación de la situación


actual, alternativas presentes y futuras)
-Ayuda como coterapeutas (aprender técnicas adecuadas y modos de actuar para
el control del comportamiento alterado)

Que conlleve a disminuir el impacto del daño cerebral en la familia reduciendo la


existencia de falsas creencias y el estrés que surge en las familias, y la
instauración de actividades realizadas por la familia que conlleven a reforzar las
terapias realizadas en el Servicio de Daño Cerebral..

* Orientación laboral, se llevará a cabo una valoración pormenorizada del puesto


de trabajo que el paciente realizaba hasta el accidente y la posible reincorporación
al mismo teniendo en cuenta tanto la situación laboral como las secuelas del
accidente.

La adaptación y readaptación profesional se llevará a cabo durante la consecución


de los tratamientos, estudiando individualmente a cada paciente para obtener su
perfil humano-profesional, darle la orientación profesional correspondiente y
realizar un estudio pormenorizado de las actividades laborales realizadas.

Para ello se llevará a cabo:

a) Una valoración de capacidades: destrezas, capacidad intelectual, aptitudes,


circunstancias familiares y posibilidades de reincorporarse al empleo previo con
adaptaciones o las posibilidades de empleo en la zona donde el accidentado
reside.

b) Un entrenamiento en habilidades técnicas: poner a prueba las capacidades


mediante tareas con contenido laboral.
c) Un entrenamiento en habilidades sociales para el empleo: toma de decisiones,
resolución de problemas.

ICTUS (ACV): Se define como la patología aguda de manifestación súbita


ocasionada por una afectación de los vasos sanguíneos que suministran la sangre
al cerebro.

Ictus isquémico: Se define como la obstrucción, por la presencia de un coágulo de


sangre, de una de las principales arterias cerebrales (media, posterior y anterior,
en este orden) o de sus ramas perforantes más pequeñas dirigidas a las partes
más profundas del cerebro.

Ictus hemorrágico: Se produce cuando un vaso sanguíneo (vena o arteria) se


rompe, dando lugar a una extravasación de sangre en el parénquima cerebral.

Accidente isquémico transitorio: (AIT) Se define como una alteración transitoria


donde las manifestaciones clínicas no suelen durar más de 24 horas.

TRAUMATISMO CRANEOENCEFÁLICO (TCE): Alteración de la función


neurológica debido a un traumatismo producido sobre los componentes craneales,
encefálicos o meníngeos, originando déficits de diferente gravedad según la
localización y extensión de la lesión.

Traumatismo leve: Suelen ser asintomáticos, con presencia de mareo, cefalea


ligera y/o herida/hematoma en el cuero cabelludo. En estos casos, la persona
suele permanecer en observación durante unas horas para detectar posibles
alteraciones del nivel de conciencia o signos neurológicos susceptibles de indicar
complicación del cuadro clínico. Pasado este periodo, es dado de alta y remitido a
domicilio bajo vigilancia familiar.

Traumatismo moderado: Son casos que implican algún tipo de alteración de


conciencia, pérdida de memoria, antecedentes de traumatismo múltiple, signos
vagales, cefalea intensa, etc. Se valora la realización de un TAC para descartar
alteración neurológica y su resultado puede dictaminar si la persona está bien o
estamos en presencia de un potencial riesgo de complicación a nivel de funciones
cerebrales debidas al TCE.

Traumatismo grave: Suele existir fractura de cráneo e implica una alteración del
nivel de conciencia importante asociado a signos neurológicos claros (alteración
pupilar, vómitos, etc.). Las pruebas diagnósticas marcarán la localización y
alcance de la lesión y la presencia de déficits neurológicos asociados deberán ser
detectados y tenidos en cuenta de cara a la evolución clínica y tratamiento del
lesionado.

ANOXIA: Ausencia o disminución del aporte de oxígeno al cerebro debido a una


reducción en el flujo cerebral o de la presión arterial, provocando la muerte
neuronal de parte del tejido cerebral, conllevando daños de muy diverso tipo,
como déficits motores, sensitivos, cognitivos…

Es la causa más frecuente de encefalopatía anóxica e incluye entre otros el ictus,


las hemorragias cerebrales y buena parte de los casos de parálisis cerebral.

TUMOR CEREBRAL: Crecimiento de células anormales en el tejido encefálico.


Los tumores pueden ser benignos o malignos (cancerígenos) y su abordaje
siempre es delicado, con aparición de déficits debidos a la alteración que produce
el tumor sobre el mismo tejido cerebral o a las posibles secuelas neurológicas
postquirúrgicas.

– Gliomas: Representan el tipo más frecuente de tumor cerebral en los adultos, y


se subclasifican en función de los tipos celulares a los que afectan:

– Astrocitomas, Oligodendrogliomas, Ependimomas

– Meningiomas: Estos tumores afectan a las meninges, y en su gran mayoría son


benignos. Pueden ser tratados mediante cirugía si producen algún tipo de
sintomatología, o se pueden monitorizar vigilando su evolución.

– Neurinoma del acústico/schwannomas: Se originan en el VIII par craneal,


responsable de la audición. Los síntomas incluyen zumbidos en los oídos, pérdida
de audición unilateral y problemas de equilibrio.

– Meduloblastoma: Se trata de un tumor de origen cerebeloso, que se asocia a


problemas en la coordinación y el equilibrio. Este tipo de tumor es el más
frecuente en niños.

Las dificultades asociadas que imposibilitan un desarrollo motor normalizado en el


caso de daño cerebral son:
Alteración del tono muscular

Reacciones asociada

Pérdida o alteración de la sensibilidad. Los pacientes pueden perder su habilidad


de sentir cuando los tocan, o de sentir el dolor, la temperatura, o la posición. La
falta de sensibilidad también puede entorpecer la habilidad de los pacientes de
reconocer los objetos que sostienen y puede ser tan severa que hace que el
paciente no reconozca su propia extremidad. Algunos pacientes sienten dolor,
entumecimiento o sensaciones raras de hormigueo o picazón en las extremidades
paralizadas o debilitadas, lo que se conoce como parestesia.

Perdida de movimiento selectivo

Perdida de reacciones de equilibrio

Comunicación. La afasia es un trastorno causado por lesiones en las partes del


cerebro que controlan el lenguaje. Puede dificultar la lectura, la escritura y el
habla. Existen cuatro tipos principales:

Afasia expresiva: el paciente sabe lo que quiere decir, pero tiene dificultad para
decirlo o escribirlo.

Afasia receptiva: se escucha la voz o puede leer un impreso, pero no le encuentra


sentido a lo que lee o escucha.

Afasia anómica: tiene dificultad para usar las palabras correctas a la hora de
describir objetos, lugares o eventos.

Afasia global: el paciente no puede hablar, entender lo que se le dice, leer o


escribir.

Alteraciones de la vista.

El nistagmo es un movimiento involuntario e incontrolable de los ojos. El


movimiento puede ser horizontal, vertical, rotatorio, oblicuo o una combinación de
estos.
Diplopía: término utilizado para la visión doble, la percepción de dos imágenes de
un único objeto. La imagen puede ser horizontal, vertical o diagonal.

Alteraciones cognitivas. Dos déficits bastante comunes que resultan:

Anosognosia: una inhabilidad para aceptar la realidad de los deterioros físicos que
resultan de la hemiplejia.

Heminegligencia: la pérdida de la habilidad para responder a objetos o


estimulación sensorial en el lado afecto.

Diagnóstico

Por lo general, las lesiones cerebrales traumáticas constituyen emergencias, y las


consecuencias pueden empeorar rápidamente si no se brinda tratamiento. Los
médicos, normalmente, deben evaluar la situación con rapidez.

Escala de coma de Glasgow

Esta prueba de 15 puntos le permite al médico o a otros miembros del personal


médico de urgencia evaluar la gravedad inicial de una lesión cerebral al comprobar
la capacidad de la persona de seguir instrucciones, y de mover los ojos y las
extremidades. La coherencia del habla también brinda indicios importantes.

En la escala de coma de Glasgow, las capacidades se califican con un número


que va de 3 a 15. Las calificaciones altas significan lesiones menos graves.

Información sobre la lesión y los síntomas

Si viste que alguien se lesionó o llegaste inmediatamente después de que se haya


lesionado, puedes brindarle al personal médico información útil para evaluar el
estado de la persona lesionada.
Las respuestas a las siguientes preguntas pueden servir para determinar la
gravedad de la lesión:

¿Cómo ocurrió la lesión?

¿La persona perdió el conocimiento?

¿Cuánto tiempo estuvo inconsciente?

¿Viste algún otro cambio en el estado de alerta, el habla o la coordinación, u otros


signos de la lesión?

¿En dónde se golpeó la cabeza u otras partes del cuerpo?

¿Puedes brindar información sobre la fuerza de la lesión? Por ejemplo, ¿qué le


golpeó la cabeza?, ¿cuán lejos se cayó?, ¿la persona salió despedida de un
vehículo?

¿Su cuerpo recibió golpes o se sacudió mucho?

Pruebas de diagnóstico por imágenes

Exploración por tomografía computarizada (TC). Esta suele ser la primera prueba
que se realiza en la sala de urgencias cuando hay sospechas de una lesión
cerebral traumática. En una exploración por tomografía computarizada, se usa una
serie de radiografías para crear una vista detallada del cerebro. En una
exploración por tomografía computarizada, rápidamente se pueden visualizar
fracturas y descubrir evidencias de sangrado en el cerebro (hemorragia), coágulos
sanguíneos (hematomas), tejido cerebral con hematomas (contusiones) e
hinchazón del tejido cerebral.

Resonancia magnética (RM). Una RM usa poderosas ondas de radio e imanes


para crear una vista detallada del cerebro. Esta prueba se puede usar una vez que
el trastorno de la persona se haya estabilizado o si los síntomas no mejoran poco
después de la lesión.

Control de la presión intracraneal

La hinchazón del tejido por una lesión cerebral traumática puede aumentar la
presión dentro del cráneo y provocarle más daños al cerebro. Los médicos pueden
insertar una sonda a través del cráneo para controlar esta presión.

Tratamiento

El tratamiento depende de la gravedad de la lesión.

Lesión leve

A menudo, el único tratamiento que requieren los traumatismos craneoencefálicos


leves es hacer reposo y tomar analgésicos de venta libre para tratar el dolor de
cabeza. Sin embargo, una persona con traumatismo craneoencefálico leve, por lo
general, tiene que ser controlada detenidamente en el hogar para detectar
cualquier síntoma persistente, nuevo o que empeore. Es posible que también deba
asistir a consultas de seguimiento con el médico.

El médico indicará el momento adecuado para regresar al trabajo, la escuela o las


actividades recreativas. Lo mejor es evitar realizar actividades físicas y de
razonamiento (cognitivas) que empeoran las cosas hasta que el médico indique lo
contrario. La mayoría de las personas vuelven a su rutina normal de manera
gradual.

Atención de urgencia inmediata


La atención de urgencia para los traumatismos craneoencefálicos de moderados a
graves se centra en garantizar que la persona cuente con un suministro suficiente
de oxígeno y un suministro adecuado de sangre, mantener la presión arterial y
evitar cualquier lesión adicional en la cabeza o el cuello.

Las personas que presentan lesiones graves pueden tener otras lesiones que
deben abordarse. Los tratamientos adicionales en la sala de urgencias o en la
unidad de cuidados intensivos de un hospital se centrarán en minimizar el daño
secundario causado por la inflamación, el sangrado o el suministro reducido de
oxígeno al cerebro.

Medicamentos

Los medicamentos para limitar el daño secundario al cerebro inmediatamente


después de una lesión pueden comprender los siguientes:

Diuréticos. Estos medicamentos reducen la cantidad de líquido en los tejidos y


aumentan la producción de orina. Los diuréticos, administrados por vía
intravenosa a las personas que padecen un traumatismo craneoencefálico,
ayudan a reducir la presión dentro del cerebro.

Medicamentos anticonvulsivos. Las personas que han sufrido un traumatismo


craneoencefálico de moderado a grave corren el riesgo de tener convulsiones
durante la primera semana luego de la lesión.

Es posible que se administre un medicamento anticonvulsivo durante la primera


semana a fin de evitar cualquier daño cerebral adicional que pueda ser causado
por una convulsión. Los tratamientos anticonvulsivos continuos se usan solo si se
producen convulsiones.

Medicamentos para inducir el coma. A veces, los médicos usan medicamentos


para poner a las personas en un coma temporario debido a que el cerebro en
estado de coma necesita menos oxígeno para funcionar. Esto es especialmente
útil si los vasos sanguíneos, comprimidos por el aumento de presión en el cerebro,
no pueden suministrar la cantidad normal de nutrientes y oxígeno a las células del
cerebro.

Cirugía

Puede que sea necesario hacer una cirugía de emergencia para minimizar el daño
adicional en los tejidos del cerebro. La cirugía puede usarse para tratar los
siguientes problemas:

Extraer la sangre coagulada (hematomas). El sangrado fuera o dentro del cerebro


puede producir una acumulación de sangre coagulada (hematoma) que agrega
presión al cerebro y daña el tejido cerebral.

Reparar las fracturas de cráneo. La cirugía puede ser necesaria para reparar las
fracturas graves del cráneo o para retirar trozos de cráneo del cerebro.

Detener un sangrado en el cerebro. Las lesiones en la cabeza que ocasionan


sangrado en el cerebro pueden requerir una cirugía para detener el sangrado.

Realizar una abertura en el cráneo. Es posible que se recurra a la cirugía para


aliviar la presión dentro del cráneo drenando el líquido cefalorraquídeo acumulado
o haciendo una abertura en el cráneo para proporcionar más lugar a los tejidos
hinchados.

Rehabilitación
Muchas de las personas que han tenido una lesión cerebral significativa tendrán
que hacer rehabilitación. Es posible que tengan que aprender nuevamente las
habilidades básicas, como caminar o hablar. El objetivo es mejorar las habilidades
para realizar las actividades diarias.

Por lo general, la terapia comienza en el hospital y continúa en la unidad de


rehabilitación para pacientes hospitalizados, un centro de tratamiento residencial o
a través de los servicios para pacientes ambulatorios. El tipo y la duración de la
rehabilitación son diferentes según la persona, la gravedad de la lesión cerebral y
qué parte del cerebro se dañó.

Los especialistas en rehabilitación pueden comprender los siguientes:

Fisiatra, un médico especialista en medicina física y rehabilitación, que supervisa


el proceso completo de rehabilitación, controla los problemas médicos de la
rehabilitación y receta medicamentos según sea necesario

Terapeuta ocupacional, que ayuda a que la persona aprenda, vuelva a aprender o


mejore las habilidades para realizar actividades diarias

Fisioterapeuta, que ayuda con la movilidad y el nuevo aprendizaje de la caminata,


el equilibrio y los patrones de movimientos

Patólogo del habla y del lenguaje, que ayuda a la persona a mejorar las
habilidades de comunicación y a usar dispositivos de asistencia para la
comunicación en caso de ser necesario

Neuropsicólogo, que evalúa el desempeño y el deterioro cognitivo, ayuda a que la


persona controle sus comportamientos o aprenda estrategias de afrontamiento y
proporciona psicoterapia según sea necesario para el bienestar psicológico y
emocional

Asistente social o encargado del caso, que facilita el acceso a las oficinas de
servicios, asiste con las decisiones de atención y planificación, y facilita la
comunicación entre los múltiples profesionales, los proveedores de atención
médica y los miembros de la familia

Personal de enfermería de rehabilitación, que proporciona servicios y atención de


rehabilitación continua y que ayuda con la planificación del alta del hospital o el
centro de rehabilitación

Especialista en enfermería en materia de traumatismo craneoencefálico, que


ayuda a coordinar la atención y educa a la familia acerca de la lesión y el proceso
de recuperación

Terapeuta recreativo, que asiste con la administración del tiempo y las actividades
recreativas

Asesor vocacional, que evalúa la capacidad de regresar al trabajo y las


oportunidades vocacionales adecuadas y que proporciona recursos para abordar
los desafíos frecuentes en el lugar de trabajo

Fisioterapia

El fisioterapeuta es el profesional que ayudará al paciente a mejorar entre otras


funciones físicas, su movilidad, equilibrio y coordinación.

El objetivo de la fisioterapia es conseguir el mayor grado de autonomía física del


paciente y para ello se desarrollan programas individualizados que incluyen las
siguientes técnicas:

1.- Técnicas de progresión en las adquisiciones posturales mediante trabajo


activo, estático y en desplazamiento.
2.- Técnicas de coordinación y equilibrio.

3.- Técnicas de potenciación muscular.

4.- Técnicas para el desarrollo de la bipedestación y la marcha.

5.- Técnicas para el tratamiento de las alteraciones del tono muscular, la


espasticidad y la rigidez articular.

mediante métodos de facilitación neuromuscular propioceptiva (terapia Bobath,


terapia Kabat,...) y terapias diversas según las secuelas físicas y la etiología de
dichas secuelas (neurológica, inflamatoria, postraumática: fracturas, luxaciones,
esguinces,).

Los objetivos en esta área y las técnicas utilizadas son compartidos con los
familiares, con entrenamiento a las familias de transferencia cama-silla, equilibrio
postural, subir y bajar escaleras o rampas,.... De esta manera la rehabilitación
física no se reduce a las sesiones de fisioterapia sino que está presente en
diversos momentos y situaciones de la vida diaria del paciente.
Conclusión

Daño cerebral tiene como un tratamiento particular la logopedia que tiene como
objetivo ayudar al paciente a mejorar sus habilidades comunicativas y otros
problemas como las dificultades de alimentación y deglución.

La rehabilitación de las diferentes alteraciones de la comunicación va dirigida a


dotar al paciente de recursos adecuados para la comunicación, en un primer
momento, y de la recuperación de dichas alteraciones comunicativas, en segundo
lugar, con el fin de obtener una mayor autonomía comunicativa. Es decir, desde el
inicio del tratamiento logopédico se propondrán los medios adecuados para que la
autonomía sea lo más amplia posible.

A través de sesiones individuales y de técnicas tradicionales y/o programas


informáticos especializados, se trabaja en la línea de restituir la función afectada o
de sustituirla.

1.- Trastornos de la Voz (disfonías: intensidad, tono y/o timbre). En su


rehabilitación se utilizan las técnicas de respiración abdominal-diafragmática, de
aducción forzada de los pliegues vocales, los ejercicios tonales, etc.

2.- Trastornos del Habla (disartria, disglosia, disprosodia). Las pautas de


regulación del ritmo del habla, la ejecución de praxias buco-fonatorias, el trabajo
de aquellos fonemas omitidos y/o distorsionados, el uso de programas
informáticos específicos, etc.; son los procedimientos rehabilitadores utilizados.
3.- Trastornos del Lenguaje (afasia, alexia, agrafia). En función de cada alteración,
y en relación con aquellos aspectos que influyen indirectamente en la
comunicación y el resto de secuelas cognitivas, se diseñan programas en los que
se incorporan tareas específicas de rehabilitación de los procesos de codificación
y decodificación.

4.- Sistemas Alternativos de Comunicación.

Terapia ocupacional

El terapeuta ocupacional facilitará las recuperaciones de las actividades de la vida


diaria, tanto básicas como instrumentales, en consonancia con las alteraciones
presentes en cada periodo concreto de rehabilitación, tanto físicas como
cognitivas y emocionales.

Las áreas de intervención en rehabilitación funcional trabajarán tanto aquellos


aspectos propios de la independencia personal (como puede ser la higiene y el
vestido, el control de esfínteres, la alimentación, uso del dinero, ...) como aquellos
aspectos propios de las actividades de ocio o actividades necesarias para su
independencia general, teniéndose en cuenta los gustos y preferencias y las
actividades realizadas previamente.

Son estos programas los que directamente se relacionan con el incremento en la


autonomía y calidad de vida del paciente y su entorno.
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ANEXOS
SINDROME DE BURNOUT

SINDROME DE DOWN
SINDROME DE DOWN

NIÑOS CON CAPACIDADES ESPECIALES

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