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INTRODUCCIÓN
Santo Tomás de Aquino, para hablar del conocimiento sensorial del hombre, se basa en
Aristóteles y nos habla sobre la clasificación de las almas:
1- “Alma vegetativa”, la cual poseen también las plantas, porque tiene como función la
nutrición (sustentar el cuerpo), el crecimiento (procurar el tamaño adecuado del cuerpo) y la
generación (reproduce el cuerpo)
2- “Alma sensitiva”, la cual poseen también los animales. Esta tiene 3 características
fundamentales:
Los “sentidos externos” las cuáles conocemos como los cinco sentidos: tacto (sentir), gusto
(saborear), olfato (oler), oído (escuchar) y vista (ver).
Los “sentidos internos” en los que se encuentra el sentido común (integra los sentidos
externos en una imagen coherente), la estimativa (intuye el daño o provecho de los objetos,
que en el caso del hombre sería cogitativa, es decir voluntaria), la memoria (conserva las
imágenes de los objetos) y la imaginación (percibe objetos ausentes).
El “apetito sensitivo” (busca placer y evita el dolor), el cual tiene dos aspectos: Concupiscible,
que busca o evita los objetos percibidos sensorialmente e Irascible, que combate los
obstáculos hacia las metas.
3- “Alma racional”, la cual <<solo>> la posee el “hombre”, y que lo distingue de los demás seres.
Aquí se dan dos aspectos que son la cognición (conocimiento de los universales) y el apetito
intelectual (busca el bien universal). Es por eso que este último nos habla de que poseemos
el conocimiento intelectual, a parte del conocimiento sensitivo.
Pero volviendo a la cuestión anterior, ¿cómo se da este proceso cognoscitivo?, pues bien, en
primer lugar, explicaré el conocimiento sensorial.
Se origina por la <<sensación>>, es decir que el objeto, se presenta a una de nuestras facultades
(olfato, gusto, tacto, oído, vista) para ser captada. Por eso, esta cosa necesariamente es un “ser
existente”, para que se pueda dar este tipo de conocimiento intuitivo. Con ello, accedemos a la
forma, con lo cual desarrollamos imágenes de la(s) cosa(s) que se guardan en nuestra memoria.
Pero, ¿se acaba aquí?, ¡no!, ya que, para llegar a conocer no basta solo con captar las
características concretas de los entes individuales, pues nos es necesario desarrollar conceptos
que nos ayuden y faciliten a conocer el objeto.
APREHENSIÓN CONCEPTUAL O ABSTRACCIÓN
Por ejemplo: de las matemáticas, la geometría usa formas como el triángulo, el trapezoide,
el rombo, entre otros; que no existen como figuras “en sí” como objetos reales, es decir
que no se presenta a nuestras facultades sensitivas como tales, pero, que pueden verse en
la experiencia sensitiva por los volúmenes de las cosas, como las pirámides de Egipto u otras
cosas similares.
Es por esto que surge la pregunta, ¿y cómo o que proceso usamos para pasar de los datos
particulares que nos brindan los sentidos, a los datos universales que se da en el intelecto?
Pues este paso que se da para mostrar la unidad y distinción de nuestra dimensión espiritual con
la corporal, es realizado por la primera operación de nuestro intelecto denominada “simple
aprehensión o abstracción”.
Todo esto lo resumimos en dos puntos: la primera que alguna de nuestras ideas no existe en la
realidad como tales, pero se pueden aplicar a ella o experimentarse en ella, y la segunda que no
hay que confundir “imagen” (representación mental de algo percibido) con “concepto”
(representación mental de lo esencial de un grupo de objetos. Un concepto es universal).
Origen y creación de los conceptos: Hablemos acerca del concepto. El filósofo Suárez dice que
la cosa u objeto fecunda a la mente virgen y esta concibe una representación intelectual. Por lo
tanto, el concepto, viene a ser un parto de la mente.
El término “conceptum” es el participio pasivo del verbo “concipio” y significa: “lo que ha sido
concebido o engendrado”.
Podemos dar algunas definiciones acerca del término concepto: Este término es la forma de la
cosa en cuanto conocida, esto se refiere a una y a la misma forma de la cosa y no a una
representación, copia o semejanza, así se puede llamar concepto a la forma conocida por la
inteligencia.
Concepto como el conocimiento de los indivisos. El concepto se presenta como una unidad no
dividida en acto.
El entendimiento es en cierto modo, una facultad infinita e imperfecta, puesto que su acción
alcanza tanto lo espiritual como lo material. Además, es una potencia activa porque es el
principio próximo vital de la intelección o acto de entender, ¿por qué?, porque incluye el
entendimiento agente, el cual es la fuerza y actividad necesarias para transformar las
representaciones sensibles, abstrayendo y elaborando. Por ello, cuando se estudia los actos de
inteligencia, resultan inseparables tres puntos:
“El entendimiento es una forma no sometida a la materia […], por ser una capacidad
intelectual que, sin ser un acto de algún órgano concreto está unida al cuerpo”
Y así, afirma que nuestra inteligencia es en cierto modo infinita y que actúa con una cierta
influencia de la “verdad primera” (Dios), pues participa en la luz increada en la que se contienen
las razones eternas.
En primer momento, el intelecto paciente (intellectus possibilis) registra las imágenes de los
objetos concretos percibidos por los sentidos (species sensibilis).
En el cuarto momento se dice que, a partir de ahí, el proceso se puede repetir, creándose
conceptos más generales partiendo de otros conceptos, mejorando los ya existentes…
3-) Distinción entre Intelecto paciente e intelecto agente. - Ahora que conocemos el proceso
de creación de un concepto, explicaré la distinción existente entre el intelecto agente (intellectus
possibilis) y el intelecto paciente (intellectus agens).
1- El intelecto paciente, es aquel que recibe las formas de los objetos y conceptos conocidos
que no tienen forma propia, contiene el conocimiento que vamos adquiriendo y con el que
podemos realizar “juicios”.
2- El intelecto agente, es aquel que a partir de los conocimientos del intelecto paciente abstrae
nuevos conceptos, es decir, que convierte en acto en el intelecto paciente nuevos conceptos
a partir de lo ya conocido.
Conclusión
Habiendo hablado acerca de los dos intelectos, tanto del paciente como el agente, llegamos a
unas conclusiones:
c) Un concepto puede llegar a ser de tres maneras: Se dice que es “claro” cuando permite
comprender su significado, “vago” cuando no permite identificar claramente lo que significa,
y por último “falso” si se incluye notas o características que no se dan en la realidad.
Conceptos y realidad (“Los Universales”): Para comenzar este punto, sería bueno preguntarnos
lo siguiente: ¿Qué relación existe entre los conceptos y la realidad, teniendo en cuenta que un
concepto no se corresponde a una imagen concreta? Sin duda esta pregunta daría lugar a lo que
llamaríamos el “problema de los universales”.
Entendemos por “universal” aquello que es una esencia capaz de existir en muchos individuos.
Santo Tomás dice en su libro de Metafísica:
“El universal como tal no existe en sí, sino solamente en el espíritu, porque la universalidad
de una esencia deriva de su estado de abstracción, y la abstracción es un acto de
inteligencia. Pero la esencia que el espíritu concibe en forma universal existe en sí de forma
singular en las cosas, de modo que el universal tiene fundamento real en las cosas”.
Además, también nos dice que los conceptos universales como animal u hombre significan la
substancia de las cosas, de tal manera que les son atribuidos para definir lo que son.
Dentro del “problema de los universales”, se ha dado varias respuestas que han querido conciliar
al universal con la capacidad de abstracción del hombre. Entre estas respuestas destacan estas
respuestas: Realismo exagerado, el nominalismo y el realismo moderado.
a) Realismo exagerado o absoluto (Platón): dice que las esencias “existen en sí”, o subsisten,
tal como las pensamos. Esta doctrina es sostenida principalmente por el discípulo de
Sócrates, y luego reaparece en la edad media. Como vemos, la filosofía platónica separa los
inteligibles del mundo concreto haciéndolos absolutos e idealizados, como si fueran
existencias separadas.
b) Nominalismo (dado desde Guillermo de Ockham): afirma que no existe una auténtica
universalidad conceptual. Según esta doctrina las palabras adquieren diversos significados
según los diversos contextos, con lo cual, la realidad se resuelve en infinitas diferencias. Esto
traería como consecuencia la imposibilidad de poder comunicar algo y si no se puede
comunicar entonces, cada uno tendría sus propios puntos de vista y también sus propias
ideas.
c) Realismo moderado (Sto. Tomás de Aquino): es aquella doctrina en la que afirma que las
esencias no existen en sí de forma universal, pero que tienen un fundamento en la realidad.
Según Santo Tomás el universal significa una esencia o propiedad real, pero añade un modo
de significar lógico, que es exclusivo de la “mente humana”. Sin duda, el concepto es un
contenido abstracto referible a algo esencial existente en los individuos y la individuación es
un modo lógico de decir que una forma, que es pensada en lo abstracto, es capaz de existir
en un individuo de modo concreto.
Conceptos de ente de razón: Un ente de razón es aquel de cuya referencia objetiva resulta difícil
determinar, porque a primera vista carecen de referencia real. Existen, en realidad, varios tipos
de entes de razón tales como: de negación, de relación de razón y de quiddidad paradójica; los
cuáles explicaré a continuación.
- Entes de negación. - Pueden ser de dos maneras: por mera negación y por privación. Por
negación se refiere a que se puede negar un sujeto determinado; las negaciones sin un sujeto
no existen. Por privación supone la negación de toda forma de ser, ya sea accidental o
sustancial.
- Entes con relación de razón. – Se dividen entre: las que no tienen fundamentos reales y las
que sí la tienen. Las que no tienen fundamento real, tratan de algo real, pero captado
conceptualmente como si fueran dos, por ejemplo, decir “José es José·”. Las que tienen
fundamento real tiene también de dos maneras, las primeras que son tomadas en su ser, y
la segunda es las que son tomadas en su situación de ser conocida intelectualmente.
- Quiddidad paradójica. - Son aquellas que se muestran como sin sentido y sin referente. Son
realmente denominados pseudoconceptos. Por ejemplo, una cosa que sea cuadrada y
redonda a la vez, que se llame cuadrando.
Intención y extensión. –
Por intención se entiende que es el objeto de un concepto que se da como una única esencia en
sí, un objeto se le presenta al entendimiento de dos maneras: de primera intención (el sujeto
con su forma) y de segunda intención (la forma sin sujeto).
Por extensión se puede hablar de conceptos universales son las que se aplican a la totalidad de
individuos, en cambio, los conceptos particulares, sólo se aplican a una parte de los individuos.
Predicables. -
Los “predicables” son las diversas maneras de atribuir un concepto a un sujeto con relación a
alguna característica suya. Es decir, que estos son diversas formas en que el predicado puede
atribuirse al sujeto. Existen 5 predicables que se distinguen en dos modos: esenciales y
accidentales.
1- Predicables esenciales. – Indican o la esencia del sujeto o una parte de ella. Éstas vienen a
ser: la especie, el género y la diferencia específica.
- Especie: es el predicable que significa la esencia completa del individuo, incluyendo así
la totalidad de sus rasgos definitorios (por tanto, es un predicable básico).
Ej: “león” es una predicación quid complete, es decir, según la esencia y completamente.
- Género: es el predicable que indica una parte de la esencia común a otras especies.
Ej: “Pedro es un viviente” es una predicación in quid incomplete, ya que no solo se ha
obtenido por abstracción de muchos individuos, sino también de muchas especies que
tienen algo en común.
Juicio: El término juicio tiene una doble acepción: por un lado, se refiere a la segunda operación
del entendimiento por la que se realiza la unión o separación de los conceptos (noesis), por otro
lado, se refiere en cuanto designa el resultado de dicha operación (noema). El juicio consiste en
reunir al menos dos conceptos para expresar la posesión efectiva de una propiedad por parte
de un sujeto. El juicio no solo permite afirmar la conveniencia de un predicado a un sujeto, sino
también la existencia de determinados sujetos con determinadas propiedades. El juicio a
diferencia del concepto hace presente el esse de la cosa (en el caso del concepto hace presente
la quidditas).
Cabe decir que todo juicio presenta una estructura: sujeto – ser – predicado, el sujeto vendría a
ser el personaje u objeto del que se afirma o se niega algo, el ser es el verbo y la acción, el
predicado es lo que se predica del sujeto.
a) El juicio y la proposición. -
Todo juicio va unido a una proposición, en efecto una proposición es la expresión lingüística que
un juicio, es decir, que un juicio llega a ser una proposición cuando esta se expresa, se dice, o se
habla; ya que al hablar se está emitiendo y comunicando algo.
Aristóteles acerca del juicio decía lo siguiente: “un juicio es aquel pensamiento susceptible de
ser verdadero o falso”. Sin duda un juicio será verdadero cuando afirma lo que “es” y lo que “no
es”. Por ejemplo, el decir que todo hombre es mortal es un juicio verdadero ya que en verdad
cada hombre es mortal y no hay ninguno que no lo fuera.
b) La verdad y el juicio. –
Por ende, se fundamenta en el principio de no contradicción: “es imposible que algo sea y no
sea a la vez, bajo el mismo aspecto y sentido”.
La verdad de los juicios, bajo la acepción lógica, consiste en la “adaequatio rei et intellectus”
(adecuación o conformidad del intelecto con las cosas); a la vez que se le atribuye un
predicado a un sujeto, se está afirmando la verdad de algo.
El juicio es el culmen de la actividad cognoscitiva: esto es así porque es la operación del
intelecto que no solo identifica la esencia (a través de los conceptos), sino, que se compromete
con la existencia de entes a los que convienen ciertas perfecciones y es capaz de relacionar
diferentes conceptos.
Es bueno precisar acerca de los “primeros principios”. Primero nos ponemos a preguntar ¿Qué
es un primer principio? Decimos que un primer principio es aquel juicio que es evidente por sí
misma, es decir que no necesita de alguna demostración, es a priori y por lo tanto es
indemostrable.
El primer principio es objeto de una intuición intelectual, directa e inmediata, pero requieren de
la experiencia previa para ser captados. Los primeros principios son leyes del ser y no lo son del
intelecto, por lo tanto, son leyes del conocimiento que, aunque sean abstractos se aplican a todo
lo real.
b) Principio de no contradicción. - “Es imposible que una misma cosa sea y no sea a la vez”,
“es imposible afirmar y negar a la vez”.
c) Principio del tercio excluido o de bivalencia. - “Un juicio es verdadero o es falso, no hay
otras opciones”.
d) Principio de razón suficiente. – “Nada sucede sin razón suficiente” (Leibniz). Mejor es
formularlo analíticamente. “Todo lo que existe o existe por sí mismo o no existe por sí
mismo” (aplicación del tercio excluido).
e) Principio de causalidad. - “Lo que no existe por sí, existe por otro que lo causa”, “todo
efecto depende de una causa preexistente a él”, “todo ser contingente tiene una causa”.
f) Principio de totalidad. – “El bien de todo es mayor que el de la parte. El todo es mayor
que la parte” (en un ser, en su bien y en su verdad). Importante para lógica de
predicados. Expresa la correcta relación entre lo universal y lo particular en su función
veritativa y existencial.
c) Consecuente: Enlace que existe entre las verdades conocidas y la verdad desconocida que
se deduce.