Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
Dentro del paradigma cognitivo-conductual son múltiples los tratamientos, terapias y técnicas
que pueden utilizarse de cara a producir una mejoría al paciente. Muchas de ellas son técnicas
surgidas del conductismo a las cuales se les han añadido elementos cognitivos.
1. Técnicas de exposición
Este tipo de técnicas son empleadas especialmente en los casos de fobias y trastornos de
ansiedad y control de los impulsos. Se basan en confrontar al paciente al estímulo temido o
generador de ansiedad hasta que ésta se reduzca, de manera que pueda aprender a gestionar su
conducta ante él a la vez que a nivel cognitivo reestructura los procesos de pensamiento que le
hacen sentir malestar ante dicho estímulo o situación.
Las técnicas de exposición pueden aplicarse de muy diversa manera, tanto en vivo como en
imaginación.
2. Desensibilización sistemática
Procedimiento de aplicación
Entrenamiento en imaginación
Una vez se cuenta con el entrenamiento en relajación, la jerarquía de ansiedad y con capacidad
imaginativa, se puede comenzar las sesiones de desensibilización. Antes de la señal se acuerda
una señal para indicar relajación o ansiedad.
Un nivel de ansiedad mayor que 25 USAS (0-100 Unidades subjetivas de ansiedad) equivale a
ansiedad. El procedimiento consiste en presentar un ítem, esperar 15-20”, si la ansiedad es
superior a 25 se vuelve a la relajación (40”) y se vuelve a presentar el ítem y se repite el ciclo, si
es menor de 25 se pasa a relajación y se presenta de nuevo el ítem 25-30”, hasta una tercera vez
de 35-50” y si no hay ansiedad se presenta el segundo ítem y se repite el ciclo.
El ítem manejado debe producir una ansiedad leve y manejable. Si se experimenta excesiva
ansiedad, se debe volver al ítem anterior o generar uno nuevo. La DS requiere que los niveles de
ansiedad experimentada sean manejables. No se puede pasar de ítem hasta que éste deje de
generar ansiedad o sea muy leve.
Variaciones de la técnica.
Incorpora algún tipo de estimulación física que enriquezca la escena ansiógena imaginada
(mayor realismo). Util para problemas de concentración, dificultad de exposición en vivo o
cuando las imágenes no suscitan ansiedad.
3. Reestructuración cognitiva
Se modifican creencias, actitudes y puntos de vista, todo ello con el objetivo de hacer que la
persona pase a interpretar las cosas de otro modo, por un lado, y se plantee diferentes objetivos y
expectativas, por el otro. Estas modificaciones tendrían el poder de hacer que apareciesen nuevos
hábitos y desapareciesen esas rutinas que son poco útiles o generadoras de malestar.
Esta técnica se basa en el modelo A-B-C, donde A son las experiencias que tenemos, B son las
cogniciones o pensamientos acerca de estas experiencias y C es cómo reaccionamos y cómo nos
sentimos con respecto a estas. Por tanto, dependiendo de cómo sea B, las cogniciones, tendremos
mejores o peores reacciones. Estas cogniciones son modificables.
Los autores de la reestructuración cognitiva. Según Beck los trastornos emocionales y/o
conductuales son resultado de una alteración en el procesamiento de la información debido a la
activación de modos de pensar disfuncionales que nos llevan a procesar la información de una
forma sesgada.
La terapia de Beck es una terapia estructurada, con límite de tiempo y orientada al problema que
pretende aliviar el malestar psicológico. Su enfoque es psicoeducativo y colaborativo de
“descubrimiento guiado”.
Según Beck son las experiencias tempranas (como la crítica o el rechazo de los padres lo que
crea las creencias disfuncionales (no valgo para nada si no soy querido). A partir de ahí,
cualquier estresor, como una pérdida activa esa creencia disfuncional y se generan pensamientos
automáticos negativos, que son las versiones simplificadas de estas creencias. Estos
pensamientos conducen muy a menudo a trastornos como la depresión o la ansiedad.
Nos inmovilizan
Distorsionan la realidad
Los que reflejan demandas y obligaciones no reales sobre uno mismo o los demás. Los
pensamientos de debe ser, tiene que…, etc.
Las creencias o pensamientos sobre lo que se necesita para ser feliz o sobrevivir.
Mediante el debate socrático o persuasión verbal, se van haciendo una serie de preguntas para
analizar la evidencia empírica de el pensamiento irracional. Se evalúan las consecuencias de ese
pensamiento y la utilidad de éste.
Los pensamientos irracionales o distorsiones cognitivas, son pensamientos que no tienen ninguna
base racional.
1. Personalización: Tomarse las cosas como si fueran algo personal, cuando no es así. Ver los
acontecimientos como consecuencias de nuestros actos.
2. Lectura de mente: Adivinar lo que otros están pensando, cuando realmente nadie tiene ese
poder y no tener ninguna evidencia de que estén pensando lo que creemos.
4. Subestimar la propia capacidad: Pensar que tenemos menos capacidad de la que tenemos
para hacer frente a ciertas situaciones.
7. Recuerdo sesgado hacia experiencias negativas y obviar las positivas: Pensar en lo mal
que lo has pasado pero no en los momentos buenos.
8. Los “debería” y “tengo que”: Son demandas o exigencias internas sobre las capacidades
propias o de los demás sin pensar si son razonables en el contexto o situación
9. Pensamiento dicotómico. El todo o nada: Si no lo hago todo perfecto, mejor no hacer nada.
10. Creer en un mundo justo: Las personas que son desgraciadas es porque se lo merecen
11. Creer que los demás tienen que saber nuestras necesidades: Es decir, creer que los demás
pueden leernos la mente.
12. Esperar o pretender que los demás actúen como creemos que es correcto: No pensar que
cada uno es de una manera, y ha vivido sus experiencias, y no debemos pretender que los demás
piensen como nosotros porque es estamos abocados al fracaso.
13. Basar nuestro valor personal en las opiniones de los demás: Es decir, creerse todo lo que
los demás dicen de nosotros.
16. Magnificación: Hacer lo negativo mucho peor de lo que es. Hacer una montaña de un grano
de arena.
4. Técnicas de modelado
Estos son los diferentes pasos para llevar a cabo esta técnica.
1. Exposición: Estar en presencia junto al modelo real o simbólico que hayas escogido.
2. La observación
Atención: tienes que ser capaz de percibir cuales son los aspectos más relevantes de la
conducta del modelo, no basta observar sin más, es importante este matiz discriminativo.
Retención: una vez que has atendido a la conducta que deseas adquirir tienes que
retenerla para cuando se tercie llevarla a cabo sin la presencia del modelo. Puedes retener
la información mediante imágenes, premisas verbales que te das a ti mismo o cualquier
otra estrategia o truco que te sirva para recordar.
3. La ejecución
Puede ser:
Para llevar a cabo una nueva conducta es muy importante el papel que juega la motivación o
incentivo.
Aunque puedas observar, retener y ejecutar la conducta puede que nunca la lleves a cabo; esto
tiene que ver con si realmente percibes más los beneficios y no tanto los costes de adquirir esta
nueva conducta; es más, si el beneficio que obtienes lo percibes de forma inmediata aumenta
exponencialmente las posibilidades de adquirir y además reproducir esta nueva conducta.
5. Inoculación de estrés
Esta técnica se basa en la preparación del sujeto de cara a hacer frente a posibles situaciones de
estrés. En ella se pretende en primer lugar ayudar al paciente a entender cómo le puede afectar el
estrés y cómo puede hacerle frente, para posteriormente enseñarle diferentes técnicas cognitivas
y conductuales como las otras aquí reflejadas y finalmente hacer que las practique en situaciones
controladas que permitan su generalización a la vida cotidiana.
El objetivo no es eliminar el estrés, sino considerar las situaciones estresantes como problemas
que se pueden resolver. En este sentido se ha de proponer un modelo comprensible que permita a
la persona reconocer sus elementos en la situación problema, así como interpretar de forma
adecuada las relaciones entre ellos.
Se trata de adquirir las habilidades y destrezas necesarias para el manejo de las respuestas
fisiológicas y cognitivas problemáticas así como de asegurarse de que la persona es capaz de
ponerlas en práctica. Estos dos objetivos dan lugar a las fases de adquisición y ensayo.
Las estrategias a entrenar pueden agruparse en cuatro grandes categorías: habilidades cognitivas,
de control de la activación emocional, conductuales y de afrontamiento paliativo.
Habilidades cognitivas.
Habilidades conductuales.
Habilidades paliativas
Durante esta fase la persona debe poner en práctica lo aprendido en situaciones reales. Para
conseguirlo se le somete a niveles moderados y controlables de estrés (inoculación) a modo de
“vacunas” conductuales. Con este procedimiento se pretende activar las estrategias aprendidas
así como comprobar hasta qué punto son eficaces y si existen problemas en su puesta en
práctica.
Ensayo conductual.
6. Entrenamiento en autoinstrucciones
Determinadas problemáticas tales como una baja autoestima o percepción de autoeficacia pueden
producir que la conducta se vea perjudicada y no pueda realizarse con éxito e incluso evitarse.
Con esta técnica se pretende ayudar al individuo a que sea capaz de generar autoverbalizaciones
internas correctas, realistas y que le permitan llevar a cabo las acciones que desea realizar.
Esta técnica puede emplearse por sí misma, si bien es frecuente que se incorpore como parte de
otras terapias dedicadas al tratamiento de diferentes trastornos como la depresión o la ansiedad.
En este tipo de técnica se trabajan aspectos como la orientación hacia el problema en cuestión, la
formulación del problema, la generación de posibles alternativas para solucionarlo, la toma de
una decisión respecto a la más apropiada y la verificación de sus resultados.
Hay que tener en cuenta el papel de las emociones en la solución de problemas sociales, pues las
respuestas emocionales pueden facilitar o inhibir la ejecución de la solución de problemas. Por
tanto, el conocimiento y control de las respuestas emocionales es importante para una eficiente y
efectiva ejecución de las soluciones
Entre las aplicaciones de las técnicas de resolución de problemas se encuentran las crisis
maritales o las crisis vitales, la depresión, el estrés, la ansiedad, la agorafobia, el control de la ira
o el trastorno obsesivo-compulsivo. El procedimiento básico a seguir para la solución de
problemas está basado en 5 etapas:
Lo primero que debe reconocer es que los problemas existen, que están ahí y de nada sirve
escapar de los mismos. Hay que enfrentarse a ellos, pero de un modo efectivo y sin que causen
mayores preocupaciones.
Debe determinar quién, qué, dónde, cuándo, por qué y cómo de cada problema. Debe identificar
los factores y las circunstancias que hacen de una situación un problema, sus metas principales y
específicas relacionadas con el problema, subproblemas derivados del problema principal
Una vez que tiene claramente definido el problema y las metas relacionadas con el mismo, pase a
generar el mayor número posible de soluciones alternativas al problema.
- El valor de la alternativa: ¿consigo mi meta con ella?, ¿puedo ejecutar esa solución de modo
óptimo?
Una vez se ha decidido por una solución debe plantearse estas cuestiones: ¿puede cambiar la
situación problemática?, ¿Necesito más información antes de pasar a ponerla en práctica? ¿Qué
solución o combinación de soluciones debo elegir para poner la solución en práctica?
Una vez decidida la mejor solución tiene que ponerla en práctica y verificar si en la vida real es
efectivamente la más adecuada. Puede empezar por ponerla en práctica simbólicamente,
imaginándose que la está llevando a cabo. Una vez realizada adecuadamente, pase a ponerla en
práctica en la situación real donde se da el problema. Una vez hecho esto haga lo siguiente:
8. Técnicas de autocontrol
Las técnicas de autocontrol son utilizadas para facilitar el aprendizaje de patrones de conducta en
las que la impulsividad se vea aplacada por la consideración de las consecuencias futuras que
ciertas acciones pueden acarrear.
4. Aplicación de las técnicas en contexto real: Una vez que se ha llevado a cabo el
entrenamiento en la consulta, se pone en práctica lo aprendido en la vida diaria.
La relajación son un conjunto de técnicas psicológicas que tienen como objetivo reducir el
nivel de activación.
Respiración diafragmática
La técnica de respiración es una de las técnicas más conocidas de relajación. Como su nombre
indica, en esta técnica se va a trabajar mediante la respiración profunda o diafragmática para
disminuir nuestro nivel de activación. Es una técnica que muestra grandes resultados y que
permite una rápida reducción de la actividad fisiológica, además de la posibilidad de aplicación
en diferentes contextos.
Esta técnica emplea el uso de la imaginación como herramienta para disminuir la activación de la
persona. A través de la evocación de escenas relajantes, la persona se recreará en las
sensaciones que le provoque esta imagen, trayendo estas sensaciones al momento actual. De esta
forma se consigue que la persona se relaje y además, pueda evocar otras emociones agradables.
Mindfulness