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Economía circular, comercio internacional y medio ambiente

Economía ambiental
Misael Vásquez Ramírez

Comercio internacional y medio ambiente

El cuidado del medio ambiente es importante y se trata de una cuestión fundamental


cuando hablamos de comercio internacional. No hay duda de que, existe cierta
relación entre la producción de productos o bienes y su impacto en el medio natural.
La actividad humana, permite que los diferentes recursos puedan ser compartidos
y disfrutados por una mayoría de la población, pero los diferentes regímenes
comerciales y su práctica, inciden sobre la naturaleza. A continuación, se presentan
algunas razones que justifican porque el comercio internacional es relativamente
positivo para el medio ambiente. Mejora el acceso a los diferentes recursos: Los
mercados internacionales necesitan recursos para responder a las demandas de
las personas. Según nuestra experiencia, el comercio internacional es positivo para
el medio ambiente porque permite fomentar el uso de la ecología, que, con ayuda
de la eficiencia aplicada a los recursos, hace posible el acceso a recursos de
mercados alejados. Gestión óptima medioambiental: El interés por parte de las
personas de consumir bienes y productos, supone un impacto favorable para el
mejor crecimiento económico de sus gentes. Así pues, se consigue contribuir
positivamente al bienestar de estas personas y que puedan desarrollarse en
mejores condiciones. Asimismo, el aumento de los ingresos por individuo crece,
pudiendo disfrutar de una mejor calidad de vida, necesitando menos recursos medio
ambientales. Reducción considerable de los niveles de contaminación: Es posible
gestionar mucho más eficazmente los recursos necesarios para controlar la
contaminación, explorar nuevas técnicas, e utilizar energías limpias menos
contaminantes. El control de los niveles de contaminación es una cuestión que
preocupa mucho en todo el mundo. Por suerte, cada vez más pequeñas empresas y
otras de menor tamaño, apuestan decididamente por reducir la contaminación, a la
vez que se mejora la salud de su entorno. Disponibilidad de mayores recursos para
invertir en tecnología: Comercio internacional, tecnología y medio ambiente son
conceptos íntimamente relacionados. La existencia de un mercado mucho más
amplio no solo favorece comerciar, también es una manera extraordinaria de
obtener inversiones superiores para la investigación de tecnologías que respeten y
cuiden el medio natural. Está comprobado que la integración de prácticamente
cualquier país en economías mundiales requiere también de cumplir con unos
requisitos mayores en cuanto a la protección ambiental.

Economía circular

Por definición, la economía circular es reparadora y regenerativa, y pretende


conseguir que los productos, componentes y recursos en general mantengan su
utilidad y valor en todo momento. Este concepto distingue entre ciclos técnicos y
biológicos. Tal como la imaginan sus creadores, la economía consiste en un ciclo
continuo de desarrollo positivo que conserva y mejora el capital natural, optimiza el
uso de los recursos y minimiza los riesgos del sistema al gestionar una cantidad
finita de existencias y unos flujos renovables. Tomando como ejemplo el modelo
cíclico de la naturaleza, la economía circular se presenta como un sistema de
aprovechamiento de recursos donde prima la reducción de los elementos: minimizar
la producción al mínimo indispensable, y cuando sea necesario hacer uso del
producto, apostar por la reutilización de los elementos que por sus propiedades no
pueden volver al medio ambiente. Es decir, la economía circular aboga por utilizar
la mayor parte de materiales biodegradables posibles en la fabricación de bienes de
consumo –nutrientes biológicos- para que éstos puedan volver a la naturaleza sin
causar daños medioambientales al agotar su vida útil. En los casos que no sea
posible utilizar materiales eco-friendly –nutrientes técnicos: componentes
electrónicos, metálicos, baterías…- el objetivo será facilitar un desacople sencillo
para darle una nueva vida reincorporándolos al ciclo de producción y componer una
nueva pieza. Cuando no sea posible, se reciclará de una manera respetuosa con el
medio ambiente.
Hay diez rasgos configuradores que definen cómo debe funcionar la economía
circular: El residuo se convierte en recurso: es la principal característica. Todo el
material biodegradable vuelve a la naturaleza y el que no es biodegradable se
reutiliza. El segundo uso: reintroducir en el circuito económico aquellos productos
que ya no corresponden a las necesidades iniciales de los consumidores. La
reutilización: reusar ciertos residuos o ciertas partes de los mismos, que todavía
pueden funcionar para la elaboración de nuevos productos. La reparación:
encontrar una segunda vida a los productos estropeados. El reciclaje: utilizar los
materiales que se encuentran en los residuos. La valorización: aprovechar
energéticamente los residuos que no se pueden reciclar. Economía de la
funcionalidad: la economía circular propone eliminar la venta de productos en
muchos casos para implantar un sistema de alquiler de bienes. Cuando el producto
termina su función principal, vuelve a la empresa, que lo desmontará para reutilizar
sus piezas válidas. Energía de fuentes renovables: eliminación de los combustibles
fósiles para producir el producto, reutilizar y reciclar. La eco-concepción: considera
los impactos medioambientales a lo largo del ciclo de vida de un producto y los
integra desde su concepción. La ecología industrial y territorial: establecimiento de
un modo de organización industrial en un mismo territorio caracterizado por una
gestión optimizada de los stocks y de los flujos de materiales, energía y servicios.

Tomado de:

https://internacionalmente.com/comercio-internacional-y-medio-ambiente/

https://www.sostenibilidad.com/desarrollo-sostenible/en-que-consiste-la-economia-
circular/
https://www.ellenmacarthurfoundation.org/es/economia-circular/concepto

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