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El

de
espíritu
Capablanca
GM Miguel Illescas

“A la memoria de mi padre, que abandonó este extraordinario


tablero que es el mundo, el pasado uno de marzo de 2011,
a la edad de setenta y cuatro años”

Este artículo apareció en la Tras pedir disculpas a tu confun- tu derecha, como debe ser. Y la
Revista “Sport Life” en 2012. El dido rival, y limpiar concienzuda- ubicación de las piezas: “Las
gran maestro Miguel Illescas ha mente la pieza con el inmaculado torres en las esquinas, los caba-
querido también, de este modo, pañuelo blanco que tu madre llos son sus amiguitos y se
rendir un homenaje a la figura ponía siempre en tu bolsillo, ponen a su lado, luego los alfiles,
del campeón cubano, con oca- devolviste lentamente la dama a y en el centro, la reina en su
sión del 70 aniversario de su su lugar, y tras pensar unos color y el rey a su lado, con los
fallecimiento. segundos, moviste la torre. Tu valientes peones delante”, resue-
rival lo permitió, y gracias a esa nan en tu memoria las palabras

H A PASADO mucho tiem-


po desde la última vez
que te sentaste a jugar
treta, acabaste ganando la partida
y el torneo. Desde luego, no es
para estar orgulloso, pero la ver-
de tu padre, pronunciadas hace
tanto tiempo y nunca olvidadas.

una partida de ajedrez. ¡Qué dad, eras condenadamente listo rSnlWqkVlnTr


recuerdos! Aquellas competicio- de pequeño. ZppZppZppZpp
nes infantiles, los nervios, el llan-
to tras la derrota, y la alegría
-?-?-?-?
inmensa por la victoria. Tu padre, COLOCACIÓN INICIAL ?-?-?-?-
que fue tu primer maestro, pare- Ahora, tras más de treinta años, -?-?-?-?
cía tan orgulloso… quien sabe porque, has decidido
volver a jugar, y te has apuntado a
?-?-?-?-
un torneo abierto, uno de los PZPPZPPZPPZP
PIEZA TOCADA, PIEZA MOVIDA
cientos que se celebran cada vera- TRNVLQMKLSNR
Tantas anécdotas, y algunas tan no. En la sala abarrotada, los ami-
divertidas… Como aquella vez gos que se reencuentran se salu- Todo listo para empezar. Llega tu
que, en una partida decisiva, cogis- dan efusivamente. Tú no conoces rival y se sienta al frente del ejér-
te la dama para rematar una posi- a nadie, y si te tropezaras con cito negro, conforme al empareja-
ción ganada, y de pronto, compren- alguno de los antiguos rivales con miento previamente realizado. El
diste que moverla era un terrible los que te enfrentaste de niño, a árbitro principal da orden de
error. Ya entonces conocías la regla buen seguro no podríais recono- poner en marcha los relojes, y en
sagrada: “pieza tocada, pieza ceros después de tanto tiempo. la bulliciosa sala se hace de pron-
movida” así que, en una fracción to un silencio sepulcral.
de segundo, metiste la dama en la Así que, sin prisa, te diriges a la
taza del "colacao" y empezaste a mesa que te ha sido asignada, y Envuelto en esa quietud, ahora te
remover distraídamente… mientras esperas la llegada de tu sientes inmensamente solo.
—“¿Dónde está mi cucharilla?” rival, revisas la colocación del Recuerdas con cariño a tu padre,
tablero: el cuadro blanco, abajo a y echas de menos sus consejos, y
El espítitu de Capablanca
2

1...E5 3...¤F6
El rival responde mecánicamente Tu rival opta por esta jugada
y ocupa su parte del centro, de natural, que da lugar a la defensa
modo simétrico. Los peones cen- de los tres caballos. Se abre ahora
trales han quedado bloqueados, un importante abanico de posibi-
pero eso no te preocupa. Nadie lidades. Tu cuarta jugada va a
amenaza tu peón, de momento. Y marcar el carácter que ha de
de hecho, serás tú el primero en tomar la partida, por lo que te
crear amenazas. tomas unos minutos en contestar.

2.¤F3 4.D3
Nada nuevo bajo el sol, defiendes
el peón de la amenaza del caballo
DESARROLLO RÁPIDO DE PIEZAS
rival, a la vez que refuerzas el
Si tu rival fuera un absoluto prin- control del centro. Al mismo
cipiante podrías atreverte a tiempo, este movimiento de peón
intentar el Mate Pastor, pero permitirá la salida del alfil de
sabes perfectamente que frente a dama.
un jugador de torneo no funcio-
sus bromas. Por ello, decides que naría una táctica tan elemental. Por supuesto, podías haber juga-
no vas a jugar esta partida sólo, y No quieres que tu posición quede do de modo más agresivo, un
así, por arte de magia, el gran comprometida con un ataque gambito escocés, por ejemplo,
Capablanca aparece sentado a tu prematuro y por ello, optas por el entregando el peón central a cam-
lado. José Raúl Capablanca, el natural desarrollo del caballo bio de un rápido desarrollo. O las
genial cubano que fuera campeón de rey. Capablanca ni siquiera ha violentas líneas del ataque
mundial en los años veinte, que pestañeado, es una buena señal, Fegatello, para poner a prueba
pasó siete años sin perder ni una para él estas jugadas iniciales son desde buen principio los nervios
sola partida, recuerdas. Tu juga- rutinarias. de tu rival… y los tuyos.
dor favorito, sin duda, cuyo libro
“Fundamentos del ajedrez” leías a 2...¤C6 La serena mirada de Capablanca
escondidas en clase. Con el gran parecía sugerir un ritmo más
maestro Capablanca de tu parte, sosegado y es cierto, después de
ATENCIÓN AL ATAQUE-DEFENSA
la cosa cambia, recuperas el tanto tiempo sin jugar, resulta
ánimo y entonces, de acuerdo con Tu rival responde de modo natu- más prudente ir poco a poco, con
las tradicionales normas de eti- ral, desarrollando una pieza y lo un juego tranquilo.
queta, estrechas la mano del rival que es más importante, defen-
y da inicio la contienda. diendo su peón central, que r?lWqkVl-Tr
había quedado atacado por tu ZppZpp?pZpp
1.E4 anterior movimiento. La partida
sigue su curso.
-?n?-Sn-?
?-?-Zp-?-
DOMINAR EL CENTRO
3.¥C4 -?L?P?-?
Seguro de ti mismo, avanzas dos
pasos el peón de rey. El gran
Con este movimiento queda plan-
teada la Apertura Italiana.
?-?P?N?-
maestro hace un gesto de aproba- Seguramente “Capa” habría pre- PZPP?-ZPPZP
ción. Tú recuerdas con claridad ferido su favorita Española, pero TRNVLQMK-?R
que en las primeras jugadas es hoy no estás de humor para
fundamental ocupar con los meterte en las complicadas 4...¥B4+?
peones el centro del tablero, ya variantes teóricas que se dan en
que desde ahí se domina todo el esa apertura. Por el contrario, la
campo de batalla. Italiana lleva a posiciones fáciles
de jugar.
ción excelente y posibilidades de
atacar a tus piezas en el centro.
Con el oportuno enroque has
puesto tu rey a salvo y la torre
rey queda lista para entrar en
juego.

6...0–0 7.¥G5
Estás muy satisfecho de tu posi-
ción tras hacer esta jugada.
Recuerdas de tu experiencia, que
la clavada sobre el caballo negro –
que no puede mover por tener
detrás su dama –resultará muy
incómoda para tu rival. Siguen
un par de jugadas naturales,
hasta que tu rival decide amena-
zar tu alfil.

r?lWq-Trk?
ZppZpp?pZpp
Miguel Illescas, autor del artículo, ocho veces campeón de España. -?n?-Sn-?
Vl-?-Zp-VL-
NO PERDER TIEMPOS PENSAR ANTES DE JUGAR
-?L?P?-?
Tu rival parecía nervioso, incó- Tú has visto enseguida la jugada
?-ZPP?N?-
modo, lo cierto es que ha movido que te gusta, y tu mano vuela al PZP-?-ZPPZP
a toda velocidad y tras un breve flanco de dama dispuesto a hacer- TRN?Q?RMK-
intercambio de palabras con el la, cuando el GM (Gran Maestro)
árbitro ha salido zumbando de la te sujeta por el brazo: “El ajedrez 7...D6 8.¤BD2 H6
sala. ¿Olvidó ir al baño? ¿Aparcó se juega con la cabeza, no con las Aquí te surge una ligera duda.
mal el coche? ¡Qué importa! Su manos”, te recuerda. La regla de Querrías retirar tu alfil mante-
jugada parece floja, y nada más oro, que decía tu padre: pensar niendo la presión, pero ¿qué
verla, el gran “Capa” ha hecho antes de jugar. Capablanca insis- pasará si el rival se expande en el
una mueca de desaprobación. Sí, te, muy serio: “Recuérdalo siem- flanco de rey agresivamente?
lo que en apariencia es un fla- pre: un solo fallo de concentración Capablanca susurra: “No te com-
mante jaque, resulta ser un movi- y se acabó”. Retiras la mano y pliques la vida, haz las jugadas
miento inofensivo, y puedes vuelves a pensar. que te parezcan naturales. Confía
rechazar fácilmente la amenaza en tu intuición”. Retiras tu alfil y
avanzando tu peón. Con ello, tu oponente se sume en una pro-
ENROCAR RÁPIDAMENTE
ganas todavía mayor control del funda reflexión.
centro, y las negras se verán obli-
gadas a mover de nuevo su alfil – 6.0–0! 9.¥H4 G5?!
si no quieren perderlo – con lo El enroque es mucho mejor que Por fin, el conductor de las negras
que en realidad habrán malgas- tu idea original 6.b4?! ¥b6 7.b5 se decide a efectuar este audaz
tado un valioso tiempo en la ¤a5 8.¤xe5. avance, que abre peligrosamente
carrera por el desarrollo y la las defensas de su rey.
lucha por el centro. Es cierto que en esta variante
ganas un peón, pero retrasas el Ahora, te corresponde tomar una
5.C3 ¥A5 desarrollo y después de 8...0–0 las difícil decisión. Valoras acertada-
negras tendrían una compensa- mente que retirar el alfil es la
El espítitu de Capablanca
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opción más sensata, ya tendrás Tu rival sigue pensando, pero tú


MANTENER LA OBJETIVIDAD
tiempo más adelante de explotar estás seguro que encontrará la
las debilidades de su enroque. Sin Has apartado tu rey al instante, y buena. Te hundes en tu asiento,
embargo, te percatas de que la verdad es que ya te ves gana- desmoralizado. Ni siquiera estás
Capablanca está profundamente dor. Con la emoción de las últi- seguro de que puedas salvar el
concentrado en la posición, visi- mas jugadas, habías olvidado la empate. Entonces, Capablanca te
blemente tenso. presencia a tu lado de Capa- mira gravemente y te pide que te
blanca. Le miras esperanzado y, al levantes.
Naturalmente, el maestro analiza mismo tiempo, orgulloso de ti
el sacrificio de pieza. ¿Merece la mismo, confiando en encontrar la — ¿En medio de la partida?
pena? Veamos, se obtienen dos aprobación en su semblante. — Sí, levántate, date un paseo, sal
peones y un fuerte ataque, no a tomar el aire, estira las piernas,
pinta mal. La cuestión es si las Pero “Capa” aparece como ido, haz lo que quieras. Pero cuando
negras llegarán a tiempo de orga- absorto en la posición. Por fin, te vuelvas hazlo pensando que la
nizar la defensa. Tras calcular mira fijamente a los ojos. —¡Has partida empieza de nuevo. Olvida
unos diez minutos, lo tienes omitido algo! Te sacudes el opti- lo que ha sucedido. Vas a recupe-
claro: ¡al ataque! mismo que hace un instante te rarte de este error. Recuerda lo
nublaba el juicio y miras el table- que decía Einstein: "hay una fuer-
10.¤XG5! HXG5 11.¥XG5 ¢G7 ro con toda la objetividad de que za motriz más poderosa que el
12.F4! eres capaz. vapor, la electricidad y la energía
Esta jugada es clave. Cuando la atómica: la voluntad". Y tú quie-
viste en los análisis previos, com- Tras un par de minutos, com- res ganar esta partida.
prendiste su enorme fuerza. La prendes la preocupación del
apertura de la columna alfil rey maestro. Las negras disponen de Te levantas y sales al patio, respi-
permitirá la participación de tu una excelente oportunidad de ras hondo y permites que la brisa
torre en el ataque, con efectos pasar al contraataque, llevando y los tenues rayos de sol relajen tu
devastadores. su torre a la columna abierta ánimo. “Sólo es una partida de
frente a tu propio rey. Un rápido ajedrez”, te dices. Y quizá no esté
Tu rival, visiblemente afectado, cálculo confirma el diagnóstico todo perdido, no voy a dejarme
apoya la cabeza entre las manos. inicial: todo está en el aire. ¿Qué dominar por el pánico. Regresas
Parece derrotado, y por fin, sin ha sucedido? ¿Qué has hecho mal? al tablero, resuelto a seguir
mucha fe, da un jaque rutinario luchando.
que tú ya habías previsto. Claramente, tu rey está mal situa-
do en "h1", ¿acaso no debiste 13...¦H8!
12...¥B6+ 13.¢H1 moverlo allí? Parecía una jugada Tu rival ha pensado mucho rato,
evidente, pero… ¿qué habría pero por fin se decide por la juga-
r?lWq-Tr-? pasado si hubieras parado el da que más temías. Pero interna-
ZppZp-?pMk- jaque avanzando el peón? ¡Eso es! mente, ya habías descontado el
-VlnZp-Sn-? ¡Esa jugada ganaba! Se desarrolla
en tu mente la variante: 13.d4!
golpe, como las bolsas que caen
antes de que se produzcan las
?-?-Zp-VL- exd4 14.e5! dxc3+ 15.¢h1 dxe5 malas noticias, para luego subir, y
-?L?PZP-? 16.fxe5 y las negras no pueden llevarse por delante a los incau-
?-ZPP?-?- evitar la pérdida de la dama. tos. Limpiar a los “pichones”, que
se diría en el argot ajedrecístico.
PZP-SN-?PZP Pero tú no eres un pichón.
TR-?Q?R?K CONTROLAR LAS EMOCIONES
Recuerdas la frase del mítico
¡Qué pena! Has desperdiciado Bobby Fischer, cuando era un
una gran oportunidad, podías prometedor joven dispuesto a
haber ganado la partida en pocas comerse el mundo: “hay dos tipos
jugadas y en lugar de eso, ahora de jugadores: los tipos duros y los
es un cara o cruz, puedes incluso buenos chicos; yo soy un tipo
perder. duro”. Vamos a jugar duro ahora.
ANALIZAR JAQUES Y CAPTURAS

Calculas variantes largas y compli-


cadas, te cansas, miras el reloj, el
tiempo pasa tan deprisa… tienes
que tomar una decisión. Entonces,
te acuerdas de lo aprendido con tu
padre: “revisa siempre jaques y
capturas”. Es obvio que tomar en
g4 no funciona, ya lo hemos visto
en la variante anterior, pero ¿y el
jaque en f6? Analizas, parece inte-
José Raúl Capablanca, en una sesión de simultáneas en 1921. resante, está claro que corres
algún riesgo, pues sigues con
pieza de menos, pero mantienes
Quién sabe. Ahora, tienes varias una gran compensación, evitas las
CONFÍA EN TUS POSIBILIDADES
opciones, pero la entrada de la tablas y podrías presionar a tu
torre con jaque parece evidente, y rival. —“¡Qué demonios! No hemos
14.FXE5 muy fuerte. Pero esta vez, antes llegado hasta aquí para confor-
Has descartado la natural 14.h3 de actuar impulsivamente, vuel- marnos con un empate” Allá
por temor al sacrificio 14...¥xh3. ves la vista hacia el maestro. vamos, y que sea lo que Dios quie-
Capablanca asiente; sabes que “Capa” te hace un gesto con las ra. Se suceden las jugadas en
has cogido el toro por los cuernos manos abiertas, las palmas hacia medio de una tensión creciente.
y lo que tenga que ser será, ya no abajo, y casi puedes leer sus
hay marcha atrás. Nos jugamos el labios “Tranquilo, tranquilo”. 15.¥F6+! ¤XF6 16.EXF6+ ¢F8 17.D4
todo por el todo en los próximos ¤XD4?! 18.CXD4 ¥XD4 19.¤F3 ¥XF6
movimientos. Inevitablemente, recuerdas las
palabras del premiado director y r?lWq-Mk-Tr
r?lWq-?-Tr apasionado ajedrecista Stanley ZppZp-?p?-
ZppZp-?pMk- Kubrick, cuando decía que el aje- -?-Zp-Vl-?
-VlnZp-Sn-? drez no es solo inteligencia, sino
autocontrol y dominio de las ?-?-?-?-
?-?-ZP-VL- emociones: “Te sientas frente al -?L?P?-?
-?L?P?-? tablero y repentinamente tu cora- ?-?-?N?-
?-ZPP?-?- zón brinca. Tu mano tiembla al
tomar una pieza y moverla. Pero PZP-?-?PZP
PZP-SN-?PZP lo que el ajedrez te enseña es que TR-?Q?R?K
TR-?Q?R?K tu deber es permanecer ahí, con
calma, y pensar si realmente es Tu jugada quince obligó a tu rival
14...¤G4 una buena idea o si hay otras a ponerse a la defensiva, y ahora,
Esta jugada te ha pillado por sor- mejores”. ha optado por devolver el mate-
presa. ¡Qué tipo! ¡Te quiere dar rial para traer su alfil a la defensa.
mate en una! Esperabas el sacrifi- Así lo haces, y con disciplina, te A primera vista, parece un error:
cio de torre 14...¦xh2+! que tras obligas a explorar las diferentes el material se iguala, pero es evi-
15.¢xh2 £h8+ 16.¢g3 ¤h5+ per- opciones. Pronto descubres que la dente que tu ataque sigue con
mitía a tu rival montar un fuerte captura con torre solo lleva a una fuerza. Tu oponente no ha aguan-
ataque. posición igualada: 15.¦xf7+ ¢g6 tado la tensión y se abren nuevas
16.£xg4 ¥xg4 17.¥xd8 ¦axd8 oportunidades para las blancas.
Quizá pudieras salvar medio 18.d4 dxe5 19.¦af1 exd4 20.¦7f6+ Capablanca parece entusiasmado,
punto, pero qué duda cabe que ¢g7 21.¦f7+ ¢g6 y tablas. y tú también comienzas a sentirte
daba miedo. ¿No lo ha visto? ¿O optimista. Pero comprendes que
pensó que su jugada era mejor? hace falta un juego enérgico, y
por ello decides abrir líneas con-
tra el rey enemigo.
El espítitu de Capablanca
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22...¢G7 23.£XF7+ ¢H6 24.¥D3! Y de pronto, oyes un susurro


ABRIR LÍNEAS CON LOS PEONES
£G8 “Habla con tus piezas”. Tu dama
y tu alfil están dando lo mejor de
20.E5! ¥E7 si mismos, pero la torre del flanco
MANTENER LA INICIATIVA
Tu rival ha valorado correcta- de dama está pidiendo a gritos
mente que tras 20...dxe5 Llega el momento culminante: el participar en la lucha. Su rápida
21.£xd8+ ¥xd8 22.¤xe5 el ata- rival ha sido capaz de defenderse aparición en el flanco de rey
que blanco sería decisivo, aun hasta ahora, pero está al límite de puede resultar concluyente.
después de haber cambiado las sus fuerzas, y lo sabes. Ahora
damas. debes evitar el cambio de damas, r?l?-?qTr
que liquidaría tu ataque, pero ZppZp-?-?-
LLEVAR LA DAMA AL ATAQUE
una retirada permitiría a las
negras movilizar los refuerzos del
-?-Zp-WQ-?
Ahora, debes hallar el modo de flanco de dama. Recuerdas lo ?-?-ZP-?k
continuar con el ataque, de lo importante que es ser coherente -?-?-?-?
contrario perderás la iniciativa.
Antes de ponerte de nuevo a cal-
en ajedrez: quien dijo A debe
decir B, y por ello, habiendo ya
?-?L?-?-
cular, te fijas que la partida de al sacrificado un alfil, buscas el PZP-?-?PZP
lado ha terminado, han recogido modo de mantener viva la llama TR-?-?-?K
las piezas y han abandonado sus del ataque.
asientos. 27.¦F1! ¥G4
r?l?-?qTr Tu rival reacciona lo mejor que
“Capa” se ha puesto cómodo en la ZppZp-?Q?- puede y trae refuerzos a su vez.
mesa de al lado, y ha tomado en
sus manos una de las piezas, con
-?-Zp-?-Mk Antes forzaste el cambio de una
torre por el alfil enemigo. Estás
la que juega relajadamente, mien- ?-?-ZP-Vl- inspirado y se te ocurre que ahora
tras piensa acerca de nuestra -?-?-?-? puedes entregar la otra. Cuando
posición. —¿Qué pieza tiene en
las manos? La dama blanca. ¡La
?-?L?-?- alguien sacrifica las dos torres en
la misma partida se habla de que
dama!, la pieza más poderosa del PZP-?-?PZP ha hecho “la inmortal”, en honor
ajedrez… ¿Me está dando una TR-?-?R?K a aquella famosa partida de
pista? Las palabras conectan en tu Anderssen del siglo XIX… ¿puede
mente: ataque – dama – ataque – 25.¦F6+!! ¥XF6 26.£XF6+ ¢H5 funcionar? ¿puedes jugar hoy tu
dama… ¡Debes llevar tu dama al El sacrificio de torre ha servido partida inmortal?
ataque! La posición pide dar para eliminar uno de los defenso-
rienda suelta a la imaginación y res del rey enemigo, y alejarle
ATACA CON TODAS TUS PIEZAS
casi das un brinco cuando se te todavía más de la cobertura de su
ocurre una brillante continua- ejército. Hemos ganado un tiem-
ción. po para el ataque y sabes que eso 28.¦F5+!
puede ser determinante. Por suerte, advertiste a tiempo
21.¤G5! ¥XG5 22.£D5! que la jugada que parecía ganar
La entrada de la dama al ataque no es tan fuerte. Tras 28.g3? £d5+
HABLA CON TUS PIEZAS
es inevitable, y debería tener efec- 29.¢g1 £c5+! y las negras recu-
tos decisivos. El rey negro trata Analizas ahora los jaques y los peran la esperanza. Con el sacrifi-
de huir a la banda, pero las ame- movimientos con tu dama, pero cio de la segunda torre, hecho en
nazas de mate se suceden. La par- no encuentras el remate. Tras cal- la partida, se elimina el nuevo
tida cobra un ritmo vibrante y cular decenas de variantes te defensor del rey negro.
hasta el propio Capablanca, de incorporas en tu asiento, a tomar
costumbre tranquilo, aparece aliento. Te molesta admitirlo, Ambos bandos están exhaustos,
ansioso, como si quisiera ser él pero la ayuda de Capa ahora te al límite de su respectiva capaci-
mismo quien se sentara ante el vendría de perlas… dad de ataque y defensa.
tablero a rematar la faena.
El espítitu de Capablanca
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Y con un desequilibrio material Ahora sí, todo ha terminado. Te


tan grande – solo tienes un alfil relajas ligeramente y permites
por las dos torres negras – necesi- que el nivel de tensión vaya dis-
tas actuar con total determina- minuyendo. Quedan pocos
ción. Pero ahora, aunque fatiga- segundos del tiempo inicial que
do, tras haber sacrificado la te fue asignado, pero sobran y
mitad de tu ejército, te sientes bastan para dar el mate en dos.
lleno de confianza respecto al Por fin, tu rival acepta su destino
desenlace final. y ejecuta las últimas jugadas.

28...¥XF5 29.£XF5+ £G5 33...¢G5 34.£F5+ ¢H6 35.£G6


Tu rival ha comprendido que no MATE
tiene posibilidades tras 29...¢h6
30.£f6+ ¢h5 31.¥e2+ pues per- r?-?-?-Tr
dería la dama limpia. Por ello ZppZp-?-?-
tapa el jaque con la dama. ¡Pero
tú habías calculado esto! ¡Es mate
-?-Zp-?QMk
forzado! ?-?-ZP-?-
-?-?-?-Wq Rebuscando en tus sentimientos,
En el reloj se consumen rápida-
mente los últimos minutos, mien-
?-?L?-?- recuerdas por un instante el
amargo sabor de la derrota. La
tras verificas el mate… Sí, ¡es PZP-?-?-ZP derrota es dura de asimilar, y solo
mate en seis! Miras a Capa, y ves ?-?-?-?K encuentras consuelo cuando
que está increíblemente tranquilo logras aprender algo de ella. Ya
y sonríe de oreja a oreja. Verificas Como sucede a veces en ajedrez, decía Capablanca, “se aprende
una segunda vez y todo está claro el espíritu ha triunfado sobre la más de una derrota que de cien
en tu mente. Sigue una variante materia, y te felicitas, pues sabes victorias”.
forzada, las jugadas del negro son que la mayor parte de las veces es
únicas. al revés, y es la materia quien se Por cierto, ¿dónde está el bueno
impone. Son muchas las jugadas de “Capa”? Ya no está aquí, se ha
r?-?-?-Tr que quisieron ser brillantes y aca- ido, ha regresado al mundo de los
ZppZp-?-?- baron olvidadas en el limbo de lo espíritus. La magia ha terminado,
-?-Zp-?-? que pudo ser y no fue, o de lo
bello que pudo haber sido; for-
y regresas definitivamente al
mundo real. Miras tu reloj de
?-?-ZPQWqk mas subjuntivas que aplastan muñeca: las ocho. Si te das prisa,
-?-?-?-? cruelmente y demasiado a menu- llegarás a casa a tiempo de dar la
?-?L?-?- do la belleza de los nobles ideales
del ser humano…
cena a los niños.

PZP-?-?PZP Acerca del autor


?-?-?-?K Por fin, vuelves a la realidad, Miguel Illescas ha sido ocho veces
cuando te das cuenta de que tu campeón de España, y fue asesor
30.£H3+! £H4 31.G4+! ¢G5 rival te mira, con su mano exten- de la máquina de IBM Deep Blue
32.£E3+ ¢XG4 33.£E4+ dida. Se la estrechas con una son- y entrenador durante ocho años
Tu rival se detiene, te mira como risa compasiva y él, tras declinar del campeón mundial Vladimir
ausente, regresa la vista al tablero amablemente la posibilidad de Krámnik.
y queda pensativo. No hay defen- analizar juntos la partida, aban-
sa. El mate es inevitable. “Capa” dona la mesa y sale a toda prisa Actualmente, es director de la
ladea la cabeza, se ilumina su ros- de la sala, casi tropezando con escuela que lleva su nombre, edi-
tro con su sonrisa franca, y se uno de los árbitros. tor de la revista Peón de Rey, y
lleva la mano a un lado de la fren- actúa como conferenciante acer-
te, saludándote con un sombrero cando el ajedrez al mundo de la
imaginario. El maestro te felicita. empresa.

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