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El origen de la filosofía griega

El origen de la filosofía ha sido una cuestión


controvertida a lo largo de la historia del pensamiento. Por lo general los filósofos griegos han
considerado que la filosofía nace con Tales de Mileto allá por el siglo VII a. c., pero no se
consideraba necesario explicar cómo se había producido ese surgimiento de una nueva forma
de pensamiento. Sí parecía haber un común acuerdo en considerar la filosofía como la forma de
pensamiento racional por excelencia, es decir, una forma de pensamiento que no recurre a la
acción de elementos sobrenaturales para explicar la realidad y que rechaza el uso de una lógica
ambivalente o contradictoria. Es a partir de la polémica que suscitan los filósofos alejandrinos
durante el período helenístico cuando el origen de la filosofía comienza a convertirse en un
problema. Y será a lo largo del siglo XX cuando se comiencen a encontrar respuestas explicativas
de la aparición del fenómeno filosófico. Para nuestro objetivo nos bastará considerar las dos
hipótesis más difundidas acerca del origen de la filosofía: aquella que sostiene el origen a partir
de la filosofía oriental, y aquella que hace de la filosofía una creación original de los griegos, y
que estudiaremos a continuación.

A) La hipótesis del origen oriental.

Los defensores de esta hipótesis mantienen que los griegos habrían copiado la filosofía oriental,
por lo que la filosofía no podría considerarse una creación original del pueblo griego. Los primeros
filósofos, sostiene esta hipótesis, habrían viajado a Egipto y Babilonia en donde habrían adquirido
sus conocimientos matemáticos y astronómicos; lejos de ser los creadores de la filosofía habría
sido unos meros transmisores del saber oriental que, en contacto con la civilización griega habría
alcanzado un desarrollo superior al logrado en sus lugares de origen. Esta hipótesis la
mantuvieron:
-Los filósofos alejandrinos. En polémica con las escuelas filosóficas griegas, y con el ánimo de
desacreditarlas, los filósofos alejandrinos ponen en circulación la tesis del origen oriental de la
filosofía.
-Los padres apologistas cristianos. Con intención polémica similar a la de los filósofos
alejandrinos, los primeros padres apologistas del cristianismo, airean la hipótesis del origen
oriental de la filosofía, hipótesis que posteriormente no será mantenida por la filosofía cristiana
occidental.

1.
La cuestión que se debate es si existe esa supuesta filosofía oriental. Si asimilamos la filosofía a
un discurso racional entendido como la imposibilidad de recurrir a lo sobrenatural para explicar
los fenómenos naturales, y al rechazo de la contradicción, resulta difícilmente sostenible la
existencia de una filosofía oriental. La cuestión que se plantea, pues, es la de determinar si esa
astronomía y esas matemáticas orientales eran o no eran filosofía. Los estudios sobre el tema
parecen indicarnos que no, que la astronomía babilónica tendía a degenerar en astrología, es
decir, en arte adivinatoria; y que las matemáticas egipcias, lejos de alcanzar el grado de
abstracción necesario para considerarse ciencia, no superaron nunca el estadio de unas
matemáticas o de un saber práctico, generado al amparo de las necesidades de medición de los
terrenos luego de cada una de las inundaciones periódicas del Nilo.
2.
¿Qué hace que sea en Grecia donde se desarrolle la filosofía y no en cualquier otra zona de
oriente? ¿Cómo explicar que, en una civilización concreta, se genere una forma de pensamiento
nueva, en contraposición con las anteriores formas de pensamiento? ¿Cuáles son sus
características? ¿Y cuáles eran las características del pensamiento anterior? Tanto los orientales
como los griegos disponían de una mitología y de unas creencias religiosas similares. Y la
estructura explicativa de las mismas es también similar. Un mito es un relato acerca de los
orígenes, una narración, no una solución a un problema; puede referirse al origen del mundo, o
al origen de un objeto particular, o de una clase específica de animales, etc. Al mismo tiempo
que narra, sitúa al hombre en la realidad, le asigna un papel, una función, un sentido, por lo que
adquiere también una función social: hacer inteligible el orden social.

La existencia de esta forma de pensamiento está


atestiguada en todas las civilizaciones, y también, por supuesto, en la griega. De especial
importancia para la comprensión de la aparición de la filosofía pueden ser los mitos de Hesíodo
que encontramos especialmente en la teogonía. En todo caso, esas explicaciones míticas acerca
del origen, comunes a todas las civilizaciones, poseen unas características también comunes
que contrastan con las características del pensamiento filosófico: el recurso a entidades
sobrenaturales para explicar ese origen, y el recurso a una lógica ambivalente, permitiendo que
el mismo elemento o la misma entidad se comporte ya sea como un dios, ya sea como un
elemento natural, estarían entre las más significativas. El rechazo de estas características, será
propio de la filosofía. Y tal rechazo no parece producirse en la llamada filosofía oriental.

B) La hipótesis del origen griego.

Según esta hipótesis la filosofía sería una creación original del pueblo griego. Nos vamos a
centrar en las explicaciones de historiadores del siglo XX, de las que destacamos

a)-
La explicación de J. Burnet. Es la llamada tesis del "milagro griego". Según esta hipótesis la
filosofía habría aparecido en Grecia de una manera abrupta y radical como fruto de la genialidad
del pueblo griego. Esta hipótesis prescinde de los elementos históricos, socioculturales y
políticos, por lo que termina por no explicar nada, cayendo en un círculo vicioso: Los griegos
crean la filosofía porque son geniales, y son geniales porque crean la filosofía. La mantiene en
su obra "La Aurora de la filosofía griega", (1915).

b)-
La explicación de F. M. Cornford. Defiende la tesis del desarrollo del pensamiento filosófico a
partir del pensamiento mítico y religioso. Según esta hipótesis la filosofía sería el resultado de la
evolución de las formas primitivas del pensamiento mítico de la Grecia del siglo VII antes de
Cristo. Para Cornford existe "una continuidad real entre la primera especulación racional y las
representaciones religiosas que entrañaba" de tal modo que "las maneras de pensar que, en
filosofía, logran definiciones claras y afirmaciones explícitas ya estaban implícitas en las
irracionales intuiciones de lo mitológico". En su obra "De la religión a la filosofía", (1912), Cornford
explica cómo la estructura de los mitos de Hesíodo en la "Teogonía" se mantiene en las teorías
de los primeros filósofos, rechazando éstos solamente el recurso a lo sobrenatural y la aceptación
de la contradicción. Destaca la influencia educativa de Homero y Hesíodo en la constitución y
posterior desarrollo de la civilización griega, y analiza también cómo algunos de los conceptos
que serán fundamentales posteriormente en la filosofía, [ moira (hado, destino), diké, (justicia),
physis, (naturaleza), ley, dios, alma, etc.] proceden directamente del pensamiento mítico-
religioso griego.

c)-
La explicación de J. P. Vernant, en su obra "Mito y pensamiento en la Grecia antigua", (1965),
añade importantes elementos derivados del contexto sociocultural, político y económico de la
época para explicar cómo este paso del mito a la racionalidad fue posible, y por qué se produjo
en Grecia en lugar de en otra civilización de la época. La inexistencia de una casta sacerdotal,
la figura del sabio, el predominio de la ciudad, la transmisión pública del saber, la libertad
individual y el desarrollo de la escritura, hacen posible la puesta en entredicho de las
explicaciones cosmológicas y su sustitución por una forma de pensamiento que no entrañe la
creencia y la superstición propias de los pensamientos mítico y religioso.

La estructura del mito hesiódico


(en la "Teogonía") sirve de modelo según Vernant a toda la física Jonia, siguiendo a Cornford.
En este mito, en efecto, la realidad se genera a partir de un estado inicial de indistinción, por
segregación de parejas de contrarios que interactúan hasta acabar configurando toda la realidad
conocida. Existen pues tres momentos fundamentales en el discurrir de la narración:
1) Se parte de un estado de indistinción del elemento originario.
2) De él brotan, por segregación, parejas de contrarios.
3) Conforme a un ciclo siempre renovado se produce una continua interacción de contrarios.

C) Conclusiones

Ahora bien, esta misma estructura la encontramos en las explicaciones de los primeros filósofos
jonios, pero en ellos ha tomado ya la forma de un problema: en la filosofía el mito esta
racionalizado. El mito es animista, mágico, recurre a lo invisible como fundamento de lo visible,
acepta lo sobrenatural y lo extraordinario. La cosmología de los primeros filósofos modifica su
lenguaje y cambia de contenido: en lugar de narrar los acontecimientos sucesivos, define los
primeros principios constitutivos del ser; en lugar de presentarnos una lucha de dioses nos ofrece
un intercambio mecánico de procesos o fenómenos naturales. ¿Cuáles son las condiciones bajo
las que se produce este cambio?

Para Vernant, el nacimiento de la filosofía es


explicable aduciendo causas históricas y sociales. La inexistencia de una casta sacerdotal en
Grecia, dadas las características especiales de la religión griega, elimina la posibilidad de
instaurar un dogma religioso, así como la posibilidad de hacer de lo religioso un discurso cerrado,
accesible sólo a los que pertenecen a la casta sacerdotal; no hay, pues, secretos que ocultar. El
sabio, que es a la vez adivino, poeta, profeta, músico, médico, purificador, curandero, pero
distinto del sacerdote o chamán de las religiones orientales, y que tiene el poder de ver y hacer
ver lo invisible, divulga sus conocimientos: la enseñanza se opone aquí a la iniciación esotérica
en una doctrina. Los conocimientos se divulgan, desembarazándose así de la figura del mago.
La expansión de la ciudad, correlativamente al auge económico derivado del comercio
fundamentalmente, supone el advenimiento del ciudadano, circunstancia paralela al nacimiento
y desarrollo de la filosofía. La importancia del linaje deja paso a la prioridad de la polis, de la
comunidad, lo que suele ir acompañado de una organización política que reclama la publicidad.
El saber es trasladado a la plaza, en plena ágora, siendo objeto de un debate público donde la
argumentación dialéctica terminará por predominar sobre la iluminación sobrenatural.

La filosofía, pues, si bien enraizada en el mito, parece ser una creación original del pueblo griego.
Su rechazo de lo sobrenatural, de lo mágico, de la ambivalencia, son signos de una racionalidad
que difícilmente podemos encontrar en otras formas de pensamiento anterior.

Comentrario criutico:

El comentario crítico de textos

El comentario crítico de textos es un ejercicio de análisis de las ideas y la organización de un texto que
nos permite contrastar las opiniones ajenas con las propias; por lo tanto, se trata de una actividad de gran
utilidad para formarte tanto intelectual como personalmente. De este modo, podrás tener una visión más
objetiva, rigurosa, y, por tanto, madura, del mundo que te rodea. Todos sabemos criticar y estamos
acostumbrados a ello, pero no conocemos habitualmente las técnicas para hacerlo correctamente. Un
buen comentario crítico debe seguir una serie de fases preestablecidas:

a) Fase previa: Lectura, subrayado y esquema

- Antes de comenzar también debemos solucionar las dudas léxicas.

- A continuación, es bueno subrayar y esquematizar las ideas fundamentales del texto.

- También resulta muy útil emplear los márgenes del texto para hacer anotaciones y apuntar todo aquello
que nos vaya sugiriendo el texto: temas tratados, razonamientos que nos agraden, que nos molesten, que
nos emocionen...

b) Resumen del contenido del texto

-Un buen resumen consiste en saber captar de forma objetiva las ideas fundamentales del texto que
comentamos. Para ello, es necesario eliminar los ejemplos y anécdotas y quedarnos con lo fundamental.

-No es el momento de incluir tus opiniones; da cuenta solo de lo que dice el autor.

- Procura que tu redacción posea un estilo propio; en ningún caso copies o repitas frases textuales. No se
trata de “cortar y pegar”.
c) Delimitación del tema

- En este punto, debes indicar cuál es la idea principal o tema del texto, expresada de forma breve pero
suficientemente clara. Ten en cuenta que el tema principal suele ir acompañado de otros secundarios que
lo apoyan, lo desarrollan o lo complementan. Explica cuáles son esos temas o motivos secundarios.

d) Estructura y caracterización

- Las ideas de un texto aparecen con una determinada ordenación. Es conveniente que expliques cómo ha
procedido el autor y cómo ha jerarquizado esas ideas, cómo las ha enlazado (partiendo de lo concreto
para acabar en lo general o viceversa; girando siempre en torno a una idea principal, etc). Es lo que se
denomina tipo de estructura. Las más frecuentes son:

· Deductiva, de lo general a lo particular.

· Inductiva, de lo particular a lo general

· Encuadrada: comienza por una idea principal y, tras mostrar otras ideas secundarias, finaliza volviendo
de nuevo a la idea principal.

· Paralela: todas las ideas son igual de importantes y se desarrollan al mismo tiempo.

- A continuación, debemos saber deducir y explicar cuál es la tipología del texto que analizamos: narrativa,
expositiva, argumentativa…

- No está de más señalar quién es el autor del texto, en qué ámbito ha aparecido (periodístico, literario,
científico) y cuáles son sus destinatarios.

e) Comentario crítico

-Un adecuado comentario crítico implica partir de las ideas expresadas por el autor en el texto para
desarrollar el propio punto de vista sobre los temas planteados. Para ello debemos seguir una serie de
pasos:

- Interpretación de las ideas del texto. ¿Qué ha querido decir el autor? ¿Estamos de acuerdo? ¿Por
qué?

-Análisis de los argumentos empleados. ¿De qué manera ha intentado convencernos el autor? ¿Lo ha
conseguido? ¿Qué otros argumentos podría haber empleado? ¿Qué contraargumentos podemos aportar
nosotros?

- En cualquier caso, los juicios de valor o tus opiniones han de fundamentarse en argumentos
convincentes. No digas las cosas porque sí.
-Es bueno abrir la mente y no cerrarse a una sola opinión. Procura adoptar diversas perspectivas y trata
de relacionar las ideas expuestas con otros elementos de la realidad (lecturas, películas, acontecimientos
históricos…)

f) Conclusión

- Consiste en la recapitulación de los más significativo. Conviene concluir el análisis con una valoración
personal de todo lo expuesto.

Pautas para la redacción del comentario

En el momento de la redacción del comentario, tendremos presentes las siguientes recomendaciones:

- La redacción ha de ser clara y precisa, pero sin renunciar a cierto grado de originalidad. Huye de
palabras que desconozcas o te planteen dudas ortográficas, emplea un léxico amplio, y construye
oraciones y párrafos cuidando la organización sintáctica y textual.

- Cuando desees evitar alusiones directas, puedes emplear el plural de modestia, las preguntas retóricas
(¿No es acaso cierto que...?) o las oraciones impersonales y pasivas (Se suele comentar…; Se considera
que...).

- Evita el empleo de frases hechas, muletillas, expresiones coloquiales, etcétera.

OTROS:

EL CONCEPTO DE FILOSOFÍA SEGÚN LOS FILÓSOFOS


Escribe: Dr. Eudoro Terrones Negrete

Entre los filósofos y estudiosos de la filosofía que dieron a conocer sus conceptos sobre
filosofía y que se incluyen en esta obra, podemos mencionar a los siguientes: Pitágoras,
Epicuro, Platón, Sócrates, Aristóteles, San Agustín, Plotino, Boecio, Santo Tomás de Aquino,
Duns Escoto, Suárez, Bacon, Hobbes, Descartes, Gracián, Locke, Wolf, Berkeley, Hume,
D´Alembert, Kant y Fichte.
También a Hegel, Schelling, Krause, Schopenhauer, Cousin, Comte, Gioberti, Cournot,
Emerson, Feuerbach, Proudhon, Balmes, Bernard, Lotze, Marx, Spencer, Amiel, Ueberweg,
Wundt, Dilthey, Avenarius, Eucken, Mercier, Royce, Alexander, Dewey, Husserl, Blondel,
Unamuno, Russell, Maritain, Jaspers y Ortega y Gasset.

Finalmente, a García Morente, Heidegger, Wittgenstein, Roustan, Zubiri, Gaos, García Bacca,
Vasallo, Politzer, Sartre, Ferrater Mora, Sciacca, Boye, Hessen Iversen, Savater, Risieri
Frondizi, Miró Quesada, Selsam, Terrones Negrete, E. Rabossi, Stephan, Bernhard Bolzano,
Deleuze y Guattari y Edith Stein, entre otros.

Pitágoras de Samos (582-500 a.C.): “La filosofía es un afán de saber libre y desinteresado”.

Sócrates (469-399 a. C.): “La filosofía es un afán que siente el hombre por saber de sí mismo”
(“Conócete a ti mismo”). “La filosofía es el amor permanente a la sabiduría y la búsqueda de
la verdad de las cosas; pues la sabiduría misma es patrimonio de los dioses”. “Filosofía es la
búsqueda de la verdad como medida de lo que el hombre debe hacer y como norma para su
conducta”.

Platón (427-347 a. C.): “La filosofía es la ciencia de la razón de las cosas”. “La filosofía es la
más alta ascensión de la personalidad y la sociedad humana por medio de la sabiduría”.

Aristóteles (384-322 a.C.): “Todo lo que sobre este punto nos proponemos decir ahora, es
que la ciencia que se llama Filosofía es, según la idea que generalmente se tiene de ella, el
estudio de las primeras causas y de los principios. La filosofía es la ciencia del ser en tanto
que ser”.

“De todo lo que acabamos de decir sobre la ciencia misma, resulta la definición de la filosofía
que buscamos. Es imprescindible que sea la ciencia teórica de los primeros principios y de las
primeras causas, porque una de las causas es el bien, la razón final. Y que no es una ciencia
práctica, lo prueba el ejemplo de los primeros que han filosofado. Lo que en un principio
movió a los hombres a hacer las primeras indagaciones filosóficas fue como lo es hoy la
admiración. Entre los objetos que admiraban y no podían darse razón, se aplicaron primero a
los que estaban a su alcance; después, avanzando paso a paso, quisieron explicar los más
grandes fenómenos; por ejemplo, las diversas fases de la luna, el curso del sol y de los astros,
y, por último, la formación del universo”.

“Así como llamamos hombre libre al que pertenece a sí mismo y no tiene dueño, en igual
forma esta ciencia es la única entre todas las ciencias que puede llevar el nombre de libre.
Sólo ella efectivamente depende de sí misma”.

“Por último; no hay ciencia más digna de estimación que esta; porque debe estimarse más la
divina, y esta lo es en un doble concepto. En efecto, una ciencia que es principalmente
patrimonio de Dios, y que trata de las cosas divinas, es divina entre todas las ciencias. Pues
bien, sólo la filosofía tiene ese doble carácter. Dios pasa por ser la causa y el principio de
todas las cosas, y Dios sólo, o principalmente al menos, puede poseer una ciencia semejante.
Todas las demás ciencias tienen, es cierto, más relación con nuestras necesidades que la
filosofía, pero ninguna la supera”.
San Agustín (354-430): “La filosofía es un afán de Dios”.

Epicuro (341-270 a. C.): “La filosofía es una actividad que procura con discursos y
razonamientos la vida feliz”.

Séneca, Lucio Aneo (4-65 d.C.): “La filosofía es la teoría y el arte de la conducta recta de la
vida”. “La filosofía es la sabiduría de la perfección del alma humana. La filosofía es el amor y
la investigación de la sabiduría”.

Cicerón, Marco Tulio (106-43): “La filosofía es el conocimiento de las cosas divinas y
humanas y de sus causas y principios en que todas ellas se contienen”. “La filosofía es la
maestra de la vida, la inventora de las leyes y la guía de la virtud”.

San Clemente de Alejandría (150-215): “Por filosofía no entiendo la estoica, la epicúrea o la


aristotélica, sino a lo que estas escuelas hayan enseñado que sea conforme a la verdad, a la
justicia, a la piedad, a esto llamo yo selecta filosofía”.

Plotino (205-270 d.C.): “Así, pues, de entre las partes de la filosofía la dialéctica es la de más
valor… De igual manera, la filosofía estudia las cuestiones morales partiendo de la dialéctica
y pone ella de su parte los hábitos y los ejercicios de los que los mismos hábitos provienen.
Por lo demás, los hábitos racionales obtienen su sello característico de su origen dialéctico,
que conservan en gran parte a pesar de estar sumergidos en la materia”.

Boecio, Anicio Manlio Torcuato Severino (480-526): “La filosofía es el alimento espiritual de
todos los hombres y la que nos protege de todo; es la capacidad que tiene el hombre, por
naturaleza, para alumbrar el pensamiento”.

San Isidoro (560-636): “Filosofía es el conocimiento de las cosas humanas y divinas junto con
el deseo de una vida honesta”.

Santo Tomás de Aquino (1225-1274): “La filosofía es el conocimiento de las cosas por sus
razones más elevadas”. “La filosofía es la sierva de la teología”.

Duns Escoto, Juan (1265-1308): “La filosofía es la consideración del ser en cuanto ser, esto
es, de las cosas en su equidad”.

Suárez, Francisco (1548-1617): “La filosofía es el estudio de la sabiduría”.

Bacon, Francisco (1561-1626): “La filosofía es el conjunto de los axiomas comunes a todas las
ciencias”.

Hobbes, Tomás (1588-1670): “La filosofía es el conocimiento de las cosas por sus causas y
fundamentos y la utilización de este conocimiento a beneficio del hombre”.

Descartes, Renato (1596-1650): “Esta palabra filosofía, significa el estudio de la sabiduría, y


por sabiduría se entiende no sólo la prudencia en la acción, sino también un conocimiento
perfecto de todas las cosas que el hombre puede conocer, tanto para orientar la conducta de
su vida y conservar su salud como para la invención de todas las artes”.
Gracián, Baltasar (1601-1658): “La misma filosofía no es otra que la meditación de la muerte,
que es menester meditarla muchas veces antes, para acertar a hacer bien una sola después”.

Locke, John (1632-1704): “La filosofía es el estudio del origen, la certeza y el alcance del
conocimiento humano”.

Wolff, Christian (1679-1754): “La filosofía es la ciencia de todas las cosas posibles, que
muestra por qué y cómo son posibles”.

Berkeley, George (1685-1753): “La filosofía no es más que el cultivo de la sabiduría y la


búsqueda o investigación de la verdad, de ahí que pueda esperarse con razón que aquellos
que le han dedicado mucho tiempo y fatigas gocen de una mayor calma y serenidad del
espíritu, de una mayor claridad y evidencia del conocimiento y están menos perturbados por
dudas y dificultades que los otros hombres…”.

Hume, David (1711-1776): “La filosofía no es otra cosa que la ciencia del hombre, en orden al
problema del conocimiento”.

D´Alembert, Jean Le Rond (1717-1783): “La filosofía no es otra cosa que la aplicación de la
razón a los diferentes objetos sobre los cuales puede ejercitarse”.

Kant, Manuel (1724-1804): “La filosofía es la ciencia de los fines últimos de la razón
humana”. “La filosofía es la legislación de la razón humana”. “La filosofía es la idea de la
perfecta sabiduría, que muestra únicamente los últimos fines de la razón humana”. “La
filosofía es la ciencia de los principios y las leyes según las cuales se desenvuelve el
conocimiento”. “La filosofía es el sistema de conocimientos filosóficos o de conocimientos
racionales por medio de conceptos”.

Saint-Simon, Claude-Henri De (1760-1825): “Sólo puede atribuirse el nombre de filosofía al


pensamiento que abarca todos los modos de la actividad humana y da la solución de todos los
problemas sociales e individuales”.

Fichte, Johann (1762-1814): “La filosofía es la ciencia de las ciencias” o “La filosofía es la
cognición de la cognición total”. “La filosofía no es más que la ciencia del yo puro en cuanto
se pone y afirma por medio de la tesis, de la antítesis y de la síntesis, es decir, en cuanto se
conoce y se pone a sí mismo como yo, como no-yo, y como identidad del yo y del no-yo”.

Hegel, George W. Friedrich (1770-1831): “La filosofía puede definirse ante todo, de una
manera general, diciendo que es la investigación de las cosas por el pensamiento. Ciencia de
la Idea que se piensa a sí misma”. “Solamente la filosofía es el pensar libre, puro, ilimitado”.

“La filosofía es la idea que se piensa a sí misma, la verdad que se sabe a sí misma. El espíritu
está ya de retorno en sí mismo. Se ha logrado el fin de la naturaleza y de la historia. La
historia ya ha entrado en el "concepto". Y esta historia, así "conceptualizada", es «el recuerdo
de su trono, sin el cual el espíritu sería un solitario sin vida. Ahora se piensa a sí mismo el
espíritu en toda su pureza».

“El fin de la filosofía consiste en comprender lo que es. Porque lo que es, es la razón. Por lo
que respecta al individuo, cada cual es, sin más, un hijo de su tiempo. Así también la
filosofía, que comprende el pensamiento de su tiempo”.

Fries, Jacob Friedrich (1773-1843): “El saber filosófico está escondido en el saber común, y
el arte filosófico consiste en sacarlo de él; toda filosofía es una observación interior de
nosotros mismos”.

Schelling, Friedrich Wilhelm Joseph von (1775-1854): “La filosofía es la ciencia de lo


absoluto, en su doble manifestación, la naturaleza y el espíritu”.

Krause, Karl Kristian Friedrich (1781-1832): “La filosofía es la visión integral del ser y de la
vida alcanzada en su más alto principio por medio de la razón”.

Schopenhauer, Arturo (1788-1860): “la filosofía es el conocimiento incondicional de la


esencia del mundo”. “La filosofía es la explicación in abstracto de la esencia del mundo
entero, del todo como de las partes. Mas para no perderse en una cadena sin fin de juicios
particulares, se tiene que servir de la abstracción y pensar todo lo particular en forma
universal, incluso las diferencias, por lo que su tarea será en parte unir y en parte separar,
para poder transmitir al saber todo lo varío del mundo, sintetizarlo en unos cuantos
conceptos conforme a su esencia”.

Cousin, Víctor (1792-1861): “La filosofía es la reflexión en grande”, “La filosofía es el culto
de las ideas”. “La filosofía es la evolución de los elementos contenidos en la espontaneidad
de las facultades del yo, por medio de la reflexión libre e independiente de toda autoridad”.

Comte, Augusto (1798-1857): “La filosofía es el sistema general de las concepciones


humanas”. “La verdadera filosofía se propone sistematizar, en la medida de lo posible, toda
la experiencia humana, individual y sobre todo colectiva, contemplada a un tiempo en los
tres órdenes de fenómenos que la caracteriza, pensamientos, sentimientos y actos”.

Gioberti, Vincenzo (1801-1852): “La filosofía es la ciencia del acto creativo en sí mismo y en
relación con sus efectos”.

Cournot, Antoine Augustin (1801-1877): “La filosofía es estudio crítico, reflexivo. Diserta
sobre el origen de nuestros conocimientos, sobre los principios de la certeza, y trata de
penetrar en la razón de los hechos en que se apoya el edificio de las ciencias positivas”.

Emerson, Ralph Waldo (1803-1882): “La filosofía es la explicación que el espíritu humano se
da a sí mismo de la constitución del mundo”.

Feuerbach, Ludwig (1804-1872): “La filosofía es el conocimiento de lo que es. Pensar las
cosas y los seres, de manera que reconozcamos como son, es la ley suprema y el más elevado
cometido de la filosofía”. “La filosofía es el conocimiento de lo que es. La ley suprema de la
filosofía, su más alta misión, consiste en pensar y conocer las cosas y seres (wesen) tal y
como ellos son. Lo que es tal como es, por tanto, lo verdadero expresado verdaderamente,
parece superficial; lo que tal como no es, por tanto, lo verdadero expresado no
verdaderamente e invertidamente, parece ser profundo”.

Proudhon, Pierre-Joseph (1809-1865): “La filosofía, según la significación etimológica de la


palabra, la práctica constante de los pensadores, el resultado más real de sus trabajos, y las
definiciones más acreditadas es la “investigación”, y tanto como puede hacerse, el
“descubrimiento de la razón de las cosas”.

Balmes, Jaime Luciano (1810-1848): “La filosofía es la razón examinando; la diferencia está
en el mas y en el menos, en la extensión y en la forma, pero el fondo es el mismo; donde hay
examen, sea cual fuere su especie, allí hay filosofía…”

Bernard, Claudio (1813-1878): “Por filosofía se entiende ante todo un ejercicio del
pensamiento humano, que trata de conocer el conjunto del universo y de resolver los más
altos problemas de la razón, sobre estos grandes objetos, la naturaleza, el hombre y Dios. La
filosofía es eso en efecto”.

Lotze, Rudolph Hermann (1817-1881): “La filosofía es una cierta inteligencia de sí mismo y
del universo que anima de continuo la acción del hombre adulto”.

Marx, Carlos (1818-1883): “La filosofía es la quintaesencia espiritual de su tiempo”.

Spencer, Herbert (1820-1903): “La filosofía es el saber totalmente unificado”.

Amiel, Henri Frederic (1821-1881): “La filosofía es la libertad del espíritu, y, por
consiguiente, la independencia de todo prejuicio religioso, político o social… La filosofía es,
en primer término, la duda, y luego la conciencia de la ciencia, la conciencia de la
incertidumbre y de la ignorancia, la conciencia de los límites, de los matices, de los grados,
de los posibles…”.

Üeberweg, Friedrich (1826-1871): “La filosofía es la ciencia de los principios”.

Wundt, Wilhelm Max (1832-1920): “El esfuerzo para “alcanzar una intuición universal del
mundo y de la vida, que satisfaga las exigencias de nuestra razón y las necesidades de nuestro
sentimiento”.

Dilthey, Wilhelm (1833-1911): “La filosofía es la ciencia que engendra un saber válido”.

Avenarius, Richard (1843-1896): “… El esfuerzo por pensar la totalidad de los objetos con el
máximo ahorro de energía, esto es, bajo un solo concepto general, y hacer así posible el
comprender de todas las cosas particulares, es la filosofía”.

Nietzsche, Federico (1844-1900), “La filosofía se concibe como la forma más general de la
historia, como tentativa de describir de alguna manera el devenir y sintetizarlo en signos”.

Eucken, Rudolf (1846-1926): “Es necesario que haya una ciencia aparte, que trate el objeto
como un todo, que despeje sobre todo el hecho fundamental con una claridad plena y procure
establecer el contenido de ese hecho así como la situación de éste por lo que toca al mundo
que nos rodea; esta ciencia es la filosofía”.

Mercier, Cardenal Desiderio (1851-1926): “La filosofía es la ciencia de la universalidad de los


entes o cosas, por sus razone más simples y generales” o “La filosofía es la ciencia en su más
alto grado de generalización, porque estudia a los seres en sus aspectos más generales y
elementales”.
Royce, Josiah (1855-1916): “Se hace filosofía cuando se reflexiona críticamente sobre lo que
se hace en nuestro mundo. Y lo que uno en primer lugar hace es, naturalmente vivir. Y vivir
implica pasiones, fe, dudas y coraje. La investigación crítica de lo que significan e implican
estas cosas, es la filosofía”.

Alexander, Samuel (1859-1938): “La filosofía es simplemente el estudio de aquellos temas


que a nadie, excepto a un filósofo, se le ocurriría estudiar”. “La filosofía es el hábito de ver
las cosas juntas”. “La filosofía puede ser descrita como el estudio experimental o empírico, y
de las relaciones que se derivan de lo empírico con lo a priori”.

Korn, Alejandro (1860-1936): “La filosofía –así en singular- no existe. Esta palabra no
significa más que amor al saber. Expresa una actitud, un anhelo, un estado de ánimo: el
deseo de llevar nuestro conocimiento hasta sus últimos límites. No es, pues, un saber
concreto y transmisible sino una actitud espiritual: en ocasiones ésta se puede sugerir y aún
encaminar, cuando preexiste una disposición espontánea. Se adquiere así el hábito de dar al
pensamiento una dirección determinada, a vincular el caso particular a conceptos generales,
a ver en el hecho más común un problema, a empeñar el esfuerzo de la mente en una
contienda con lo desconocido, a superar la limitación individual. Y esta tensión espiritual,
este afán de saber, es el mejor provecho de los estudios filosóficos. La mera erudición es un
peso muerto, como la carga de la acémila”.

Dewey, John (1859-1952): “La filosofía es la crítica de los valores, crítica de las creencias,
instituciones, costumbres y usos bajo el punto de vista de su repercusión sobre el bien”.

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