Sei sulla pagina 1di 18

SER MUJER HOY.

¿Somos realmente la nueva generación menos machista?

Aunque ha habido un avance, la mujer sigue formando parte de una sociedad que por
cultura de la forma de entender el género, se la ha puesto desde siempre en una situación
de desigualdad.

Pero para entender el tema hay que empezar desde el principio, entonces ¿qué es el
género? ¿Cuál es la diferencia con el sexo?

Según la OMS (Organización Mundial de la Salud) nacemos con características biológicas y


fisiológicas que determinan nuestro sexo, por lo tanto “macho” y “hembra” son categorías
sexuales.

Pero al género se lo refiere a roles socialmente construidos, es decir, comportamientos,


actividades y atributos que una sociedad considera apropiados para cada uno entonces
“masculino” y “femenino” son categorías de género. Esto implica formas diferenciadas de
vida para hombres y mujeres, las cuales se han naturalizado aunque en realidad no lo son
ya que muchas sociedades se han construido de manera jerárquica y basadas en las
creencias sobre la superioridad de un sexo y la inferioridad del otro, sociedades donde las
relaciones de poder son sumamente desiguales y donde los hombres la mayor parte de las
veces han ocupado una posición dominante lo que ha causado que las mujeres ocupen un
papel de subordinación, desvalorización y opresión.

Las construcciones socioculturales sobre género penetran todas las esferas de la vida
humana generando diversas desigualdades. Es necesario medirlas y proponer alternativas
de solución o modificación de políticas que las atiendan aunque en ningún país del mundo
se puede afirmar que exista igualdad entre géneros, aún cuando en algunos es menos
evidente que en otros. El camino hacia la igualdad de género es un proceso político.
Requiere un nuevo modo de pensar, en el cual los estereotipos sobre mujeres y varones
dejen lugar a una nueva filosofía que reconozca a todas las personas, independientemente
de su sexo, como agentes imprescindibles para el cambio.

¿Dónde se ven estas inequidades?

Algunos ejemplos son:

 Mayor apoyo a hombres con relación a carreras más importantes.


 La mujer es la mayor responsable de las labores domésticas.
 La mujer es más propensa a sufrir violencia intrafamiliar.
 La mujer está más a cargo de los hijos
 Menos oferta laboral, cargos o puestos importantes.
 Ideologías erradas de que la mujer debe estar al servicio del hombre.
 Las mujeres son vistas como objetos sexuales.

La desigualdad de género en cifras.

 Las mujeres solo ocupan el 22% de los cargos políticos a nivel mundial.
 El salario de las mujeres es un 24% inferior al de los hombres.
 153 países tienen leyes que discriminan económicamente a las mujeres. En 18 los
maridos pueden impedir legalmente que sus esposas trabajen.

La desigualdad de género en Argentina.

Según encuestas:

 El 60,7% coincide en que el rol más importante de la mujer es cuidar de su hogar y


cocinar para su familia.
 La mayoría de los hombres (56,9%) cree que para ser un verdadero hombre hay
que saber imponerse. El 31,2% de las mujeres también lo cree.
 El 52% percibe un entorno cultural machista. El porcentaje es más alto entre
jóvenes de 16 a 35 años con un 62,2%.
 Cada 30 horas muere un mujer por violencia de género.

Estas situaciones de discriminación y violencia de las que han sido objeto las mujeres han
originado el surgimiento de movimientos alrededor del mundo que han buscado y todavía
buscan otorgarles igualdad de derechos en relación a los hombres. Esta lucha ha sido muy
extensa, sin embargo, se han logrado avances a nivel mundial en el reconocimiento de los
derechos de las mujeres. Cabe aclarar que hoy en día las mujeres no buscan la igualarse a
los hombres en su totalidad, sino quitar lo a el otro le sobra para el que le falta.

Leyes a favor de las mujeres en Argentina.

Ley 11.357 (1926):Igualdad jurídica con el varón mientras fuera viuda o soltera.
Ley 13.010 (1947): Artículo 1°. Las mujeres argentinas tendrán los mismos derechos
políticos y estarán sujetas a las mismas obligaciones que les acuerdan o imponen las leyes
a los varones argentinos.

Artículo 3°. Para la mujer regirá la misma ley electoral que para el hombre, debiéndosele
dar su libreta cívica correspondiente como documento de identidad indispensable para
todos los actos cívicos y electorales.

Artículo 4°. El Poder Ejecutivo, dentro de los dieciocho meses de la promulgación de la


presente ley, procederá a empadronar, confeccionar e imprimir el padrón electoral
femenino de la Nación en la misma forma en que se ha hecho el padrón de varones. El
Poder Ejecutivo podrá ampliar este plazo en seis meses más.

Artículo 5°. No se aplicarán a las mujeres las disposiciones ni sanciones de carácter militar
contenidas en la ley 11.386. La mujer que no cumpla con la obligación de enrolarse en los
plazos establecidos estará sujeta a una multa de cincuenta pesos moneda nacional o a la
pena de quince días de arresto en su domicilio, sin perjuicio de su inscripción en el
respectivo registro.

Ley 20.744 (1956 y 1976): Artículo 172° - Capacidad. Prohibición de trato discriminatorio.

La mujer podrá celebrar toda clase de contrato de trabajo, no pudiendo consagrarse


por las convenciones colectivas de trabajo, o reglamentaciones autorizadas, ningún tipo
de discriminación en su empleo fundada en el sexo o estado civil de la misma, aunque
este último se altere en el curso de la relación laboral.En las convenciones colectivas o
tarifas de salarios que se elaboren se garantizará la plena observancia del principio de
igualdad de retribución por trabajo de igual valor.

Artículo 174° - Descanso al mediodía.


Las mujeres que trabajen en horas de la mañana y de la tarde dispondrán de un descanso
de dos (2) horas al mediodía, salvo que por la extensión de la jornada a que estuviese
sometida la trabajadora, las características de las tareas que realice, los perjuicios que la
interrupción del trabajo pudiese ocasionar a las propias beneficiarias o al interés general,
se autorizare la adopción de horarios continuos, con supresión o reducción de dicho
período de descanso.

Artículo 175° - Trabajo a domicilio. Prohibición.


Queda prohibido encargar la ejecución de trabajos a domicilio a mujeres ocupadas en
algún local u otra dependencia en la empresa.

Artículo 176° - Tareas penosas, peligrosas o insalubres. Prohibición.


Queda prohibido ocupar a mujeres en trabajos que revistan carácter penoso, peligroso o
insalubre. La reglamentación determinará las industrias comprendidas en esta
prohibición. Regirá con respecto al empleo de mujeres lo dispuesto en el artículo 195.

Ley 23.264 (1985): Las mujeres casadas compartían la patria potestad con el marido y
podían administrar los bienes. Y a las mujeres separadas y con hijos se les otorgaba una
pensión.

Ley 23.179 (1985): Artículo 1°- Apruébase la Convención sobre eliminación de todas las
formas de discriminación contra la mujer, aprobada por resolución 34/80 de la Asamblea
General de las Naciones Unidas el 18 de diciembre de 1979, y suscripta por la República
Argentina el 17 de julio de 1980, cuyo texto forma parte de la presente ley.

Ley 23.515 (1987):La mujer casada pasó a tener casi los mismos derechos que el varón
respecto al divorcio.

Ley 24.013 (1991): Se estableció el cupo del 30% para ocupar cargos electivos.

Ley 24.417 (1994): Artículo 1° — Toda persona que sufriese lesiones o maltrato físico o
psíquico por parte de alguno de los integrantes del grupo familiar podrá denunciar estos
hechos en forma verbal o escrita ante el juez con competencia en asuntos de familia y
solicitar medidas cautelares conexas. A los efectos de esta ley se entiende por grupo
familiar el originado en el matrimonio o en las uniones de hecho.

Ley 24.632 (1996-2009):Prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la mujer.


El haber logrado estos avances es el resultado del trabajo de mujeres que trabajaron a
nivel institucional, de las integrantes de la Asamblea Constituyente, de las representantes
de los partidos políticos y de la sociedad, que lograron alcanzar los objetivos.

Pero ,¿es suficiente?

La violencia representa una de las formas más extremas de desigualdad de género y una
de las principales barreras para el desarrollo personal y social, el despliegue de las
capacidades y el ejercicio de derechos, además de constituir una clara violación a los
derechos humanos. La violencia, principalmente contra las mujeres, se ha caracterizado
como un factor grave de salud pública. Puede encontrarse en todas las clases sociales,
edades y niveles educativos, por lo que puede afectarlas indistintamente de su condición
económica, étnica, educativa o social.

En una sociedad patriarcal, donde el hombre suele disfrutar más de la vida, tanto de la
pública como de la privada, mientras que la mujer se ve limitada al ámbito privado o
doméstico. La consecuencia más inmediata es la consideración de la mujer como un
objeto propiedad del hombre.

Como hemos dicho, estos valores patriarcales nos han transmitido que las mujeres y los
hombres tenemos diferentes características y, por tanto, diferentes papeles en la
sociedad; en el momento en el que la mujer intenta romper con esta situación
preestablecida, el hombre responde con la violencia para seguir manteniendo su estatus y
su sentido de la propiedad hacia la mujer. En ese momento se produce la violencia contra
las mujeres.

Tipos de violencia.

Violencia física.

Incluye cualquier acto de fuerza contra el cuerpo de la mujer, con resultado o riesgo de
producir lesión física o daño; violación, penetración de objetos, tocamientos y contactos
no deseados, mutilación genital, empujones, tirones de pelo, bofetadas, golpes, patadas,
quemaduras, mordeduras, estrangulamiento, puñaladas, tortura, asesinato.

Violencia psicológica.

Incluye toda conducta, verbal o no verbal, que produzca en la mujer desvalorización o


sufrimiento; amenazas, humillaciones o vejaciones, exigencia de obediencia o sumisión,
coerción, insultos, aislamiento, culpabilización o limitaciones de su ámbito de libertad.

Violencia económica.
Incluye la privación intencionada, y no justificada legalmente, de recursos para el
bienestar físico o psicológico de la mujer y de sus hijas e hijos o la discriminación en la
disposición de los recursos compartidos en el ámbito de la pareja.

En Argentina, cada 30 horas asesinan a una mujer sólo por ser mujer. En ocho años 2
suman 2.094 femicidios. Sólo en 2015 fueron asesinadas 286 mujeres por odio de género.
De ellas, 23 tenían entre 13 y 18 años; 92, entre 31 y 50. 74 murieron en sus casas y 69 en
viviendas compartidas. 21 estaban embarazadas, 39 habían denunciado malos tratos,
cuatro habían obtenido orden de exclusión del hogar o de restricción de acercamiento
para su agresor. Ocho de cada 10 conocía a su agresor, en el 34 por ciento de los casos era
su esposo, pareja o novio; en el 22 por ciento era su ex. De los homicidas registrados, 10
pertenecían o eran exmiembros de fuerzas de seguridad. 200 chicos quedaron sin mamá,
330 si se cuenta a los hijos que no son menores de edad.

En las últimas décadas se ha ido reconociendo cada vez más en el ámbito internacional
que la violencia de género es un grave problema, no sólo para las mujeres sino también
para el logro de la igualdad, el desarrollo y la paz. Asimismo, el tema emergió como una
prioridad de las organizaciones de mujeres de la región y de la reflexión feminista en los
últimos años.

Ni una menos.
Ni Una Menos es un grito colectivo contra la violencia machista. Surgió de la necesidad de
decir “basta de femicidios”, porque en Argentina cada 30 horas asesinan a una mujer sólo
por ser mujer. La convocatoria nació de un grupo de periodistas, activistas, artistas, pero
creció cuando la sociedad la hizo suya y la convirtió en una campaña colectiva.

A Ni Una Menos se sumaron a miles de personas, cientos de organizaciones en todo el


país, escuelas, militantes de todos los partidos políticos. Porque el pedido es urgente y el
cambio es posible, Ni Una Menos se instaló en la agenda pública y política. Una multitud
de voces, identidades y banderas demostraron que Ni Una Menos no es el fin de nada sino
el comienzo de un camino nuevo.

Feminismo y movimientos.

¿Qué es?

El feminismo es mucho más que una doctrina social; es un movimiento social y político, es
también una ideología y una teoría, que parte de la toma de conciencia de las mujeres
como colectivo humano subordinado, discriminado y oprimido por el colectivo de
hombres en el patriarcado, para luchar por la liberación de nuestro sexo y nuestro género.
Las olas feministas.

 La primera ola – el feminismo ilustrado – surge en el contexto del Siglo de las


Luces, desde el barroco hasta la Revolución Francesa. El feminismo nace como
una manera de reivindicar la inclusión de las mujeres en los principios
universalistas que tanto propagaban los ilustrados: la universalidad de la razón, la
emancipación de los prejuicios, la aplicación del principio de igualdad y la idea de
progreso.
 La segunda ola del feminismo – liberal sufragista – está inserta en el período desde
el manifiesto de Seneca (1848) hasta el fin de la Segunda Guerra Mundial. Pero lo
que de hecho impulsó la conquista del sufragio femenino fue el legado de las dos
grandes guerras mundiales, momento en que el rol de la mujer fue protagónico y
quedo clara la capacidad que tenían de mantener en marcha un país.
Fundamental en esta etapa es el liderazgo del movimiento sufragista, al demandar
y lograr el reconocimiento de derechos políticos específicos, como
el reconocimiento de la ciudadanía de las mujeres reflejado en el derecho al voto,
además de los derechos educativos y mejores posiciones laborales.
 En la década de los sesenta surgirá la tercera ola – feminismo contemporáneo –
que se extenderá hasta hoy. La discusión actual y los objetivos de esta fase giran
en torno a nuevos temas de debate, nuevos valores sociales y una nueva forma de
autopercepción de las mujeres. Hace hincapié en las contradicciones de un
sistema social que tiene su legitimación en la universalidad de sus principios pero
que, en realidad, es sexista, racista, clasista e imperialista. Aunque hubieran
adquirido derechos educacionales y políticos, las mujeres no habían alcanzado una
situación paritaria en cuanto a la de los varones. Fuertemente presente en las
sociedades democráticas de hoy, las acciones afirmativas permiten conceder un
punto de partida en igualdad de condiciones, garantizando la presencia y mejor
trato de las mujeres discriminadas.

Al revisar la evolución de las olas del feminismo, se puede comprender lo lenta que fue la
obtención de los derechos de ciudadanía para las mujeres y todas las dificultades que
debieron enfrentar en el camino a ella. Esto no es una moda ni mucho menos algo nuevo.

Sor Juana, una de las primeras feministas.

Mientras los hombres creían que en ellos residía la única verdad y la última voluntad en
las artes durante el Siglo de Oro español; existieron damas e ilustres heroínas que
enriquecerían la cultura a veces en silencio y otras enfrentándolos.
Sor Juana Inés de la Cruz, escritora mexicana, la mayor figura de las letras
hispanoamericanas de siglo XVII con una producción lírica y dramática, que por tener un
espíritu inquieto y un afán de saber la llevaron a enfrentarse con los convencialismos de
su tiempo que no veía con buenos ojos que una mujer manifestara curiosidad intelectual e
independencia de pensamiento, sería entonces la responsable de desatar aquel nudo,
aquel que impedía que las artes se regeneraran a través de la interacción femenina. De
esta manera, a través de la óptica femenina se pudieron generar nuevos horizontes que
permitieron, aunque lentos, grandes avances para la mujer.

Para adquirir más conocimiento, quería ir a la universidad pero esta era exclusiva a los
hombres. Por ello quiso hasta travestirse para poder estudiar pero su madre se opuso
rotundamente. Sor Juana prefirió el convento al matrimonio para seguir gozando de sus
aficiones intelectuales “vivir sola…no tener ocupación alguna obligatoria que embarazase
la libertad de mi estudio, ni rumor de comunidad que impidiese el sosegado silencio de mis
libros” escribió.

Aunque alguna vez le dedicó algunos párrafos a los temas sacramentales, se dedicó
mucho más al feminismo prematuro, defendió a través de la escritura de una sociedad
que marginaba, dejando un mensaje de rebeldía que no es extraño que haya hecho eco en
nuestros días.

La obra literaria de sor Juana está hoy plenamente reconocida y su nombre figura al lado
de los más grandes poetas del barroco.

En la Respuesta dejó sor Juana constancia de su vocación intelectual, sentida desde la


infancia. En este famoso texto aparecen claros los motivos de su ingreso en un convento:
se trata de una decisión personal muy meditada, de la elección de un tipo de vida que le
permita dedicarse al estudio. Aunque su decisión de ser monja no se debió a una vocación
religiosa sino a la necesidad de escoger estado en una sociedad que no ofrecía muchas
posibilidades (lógicamente, no lo expresa de manera tan directa). Las quejas del obispo,
que le acusaba de falta de devoción, podrían haber sido lógicas en aquellos inicios de su
vida religiosa, pero a sor Juana debió parecerle injustificado que se le hicieran tantos años
después, en 1690, cuando había demostrado ser una religiosa cumplidora de sus deberes
de comunidad.

La crítica de Santa Cruz era un gran elogio de Sor Juana: su recomendación de que
abandonase las letras humanas en favor de las divinas era un reconocimiento de que,
como mujer sabia, se igualaba a los varones sabios y podía competir con ellos en asuntos
teológicos, campo vedado tradicionalmente a la mujer. De hecho, la mejor prueba del
lugar que se le reservaba a Sor Juana en una sociedad hecha a medida del varón.
Contra esa marginación de la mujer, sor Juana escribe su larga Respuesta, aunque era
sumamente difícil que la sociedad cambiase su forma de pensar. La subordinación de la
mujer al varón era algo tan asumido que, por ejemplo, cuando Feijóo escribe sobre sor
Juana en su Teatro Crítico Universal (1728), al compararla con Vieyra, señala: “¿Y qué
mucho que fuese una mujer inferior a aquel hombre, a quien en pensar con devoción,
discurrir con agudeza y explicarse con claridad no igualó hasta ahora predicador alguno?”.
Sor Juana ya había respondido a esa pregunta en su Crisis de un sermón o Carta
Atenagórica, atreviéndose a competir con el famoso jesuíta y burlándose de su orgullo:
“Que cuando yo no haya conseguido más que atreverme a hacerlo, fuera bastante
mortificación para un varón tan de todas maneras insigne; que no es ligero castigo a quien
creyó que no habría hombre que se atreviese a responderle, ver que se atreve una mujer
ignorante, en quien es tan ajeno este género de estudio, y tan distante de su sexo”

La observación de la realidad desde la óptica masculina ha sido común a todas las culturas
y es la causa directa de la marginación de la mujer. En su época, Sor Juana tuvo que
soportar la presión de los que desde la animadversión, como Núñez, o desde la amistad,
como Santa Cruz, consideraban natural guiar intelectualmente a la mujer. Las
consideraciones de Fray Luis de León en La perfecta casada (1583) seguían, en el fondo,
teniendo vigencia: “la Naturaleza (...) hizo a las mujeres para que encerra-das guardasen
la casa (...) no las hizo para el estudio de las ciencias, (...) así las limitó el entendimiento”.
No había mala voluntad en Fray Luis, solamente el eco de una larga tradición, tan
naturalmente y que dignificaba a la mujer. Tradición que, con más crudeza, se reflejaba
también en el Examen de Ingenios de Huarte de San Juan: “Las hembras, por razón de la
frialdad y humidad de su sexo, no pueden alcanzar ingenio profundo. Sólo vemos que
hablan con alguna apariencia de habilidad en materias livianas y fáciles, con términos
comunes y muy estudiados; pero metidas en letras, no pueden aprender más que un poco
de latín, y esto por ser obra de la memoria.”

Frente a la misoginia explícita de su época Sor Juana mostró el esplendor de su


inteligencia, y por ello fue celebrada entre sus contemporáneos. No fue un camino fácil el
que tuvo que recorrer, tal como reflejan la Respuesta y la Carta a Núñez. Estos dos textos
serían suficientes para confirmar un feminismo que se sustenta en la igualdad intelectual
de las personas al margen de su sexo.

El machismo es mucho peor aún en otros países.

Cada vez son más las personas que luchan contra la violencia de género, la comunidad
internacional sigue sin tomar medidas concretas para paliar este problema global.
Según ha criticado la ONU, este ámbito sigue sin ser prioritario en la agenda internacional
y las organizaciones que luchan contra la violencia de género sufren una grave falta de
financiación. "Cuando las mujeres y las niñas sufren violencia, se atropellan sus derechos;
ellas viven con miedo y dolor, y en el peor de los casos, lo pagan con su vida. Sin embargo,
todavía en muchos países, las leyes y los servicios son inadecuados, o no están disponibles,
y el sistema de justicia penal es inalcanzable, oneroso y sesgado en favor de los agresores
de género masculino", ha explicado la directora ejecutiva de ONU Mujeres.

Pero ¿dónde se dan las mejores y las peores situaciones?

México

El asunto de la igualdad para la mujer mexicana, ha tenido un largo camino; se han


planteado cada vez nuevas metas aún cuando la primera pese a los discursos políticos e
instrumentos legales, sigue siendo la tarea pendiente.

En México seis de cada diez mujeres son víctimas de algún tipo de violencia en el ámbito
laboral, escolar, comunitario o familiar. Además, la última encuesta realizada arrojó que
66.1 por ciento de las mujeres han padecido por lo menos un hecho de violencia en sus
vidas, la mayoría entre los 20 y 24 años (70.8%). La razón es que en México, según el
mismo estudio, 29 por ciento de las mujeres víctimas de la violencia no denuncia “porque
creen que ser víctimas es algo insignificante, que no es digno de atención”.
Además, 18 por ciento de las mujeres violentadas en su intimidad, no denuncian “por
preocupación a que sus hijos sufran”, 14 por ciento no lo hacen “por vergüenza” y otro 14
por ciento se abstienen de denunciar la violencia de que fueron víctimas “por temor a
represalias de sus parejas”.

Se cometieron 28 mil 710 asesinatos contra las mujeres, lo que representa un aproximado
de cinco a diario. La directora ejecutiva de Amnistía Internacional México, Tania Reneaum,
apuntó que dichos indicadores dan señas de números rojos lo cual es alarmante. Enfatizó
que México es, sin duda, “un país machista y sumamente violento con las mujeres” y que
se manifiesta de diversas maneras.

El diagnóstico del Programa Nacional para la Igualdad de Oportunidades y no


discriminación contra las Mujeres 2013-2018 del gobierno federal mexicano muestra
hasta dónde las cosas no funcionan para la mujer en México:

-A 42.4 por ciento de las mujeres mexicanas mayores de 15 años se les ha humillado,
encerrado, amenazado con echarlas de casa, quitarles a sus hijos o matarlas (violencia
emocional).
-A 24.5 por ciento les han prohibido trabajar o estudiar, o les han quitado dinero o bienes
(violencia económica).
-Cerca de 13.5 por ciento han sido golpeadas, amarradas, pateada, o agredidas con
alguna arma por su pareja (violencia física).
-A 7.3 por ciento de las mujeres se les ha obligado a tener relaciones sexuales sin que ellas
quieran.

Lo característico del caso de México es que el macho y el machismo fue considerado de


carácter exclusivamente nacional, pues representa el producto de una invención cultural
nacionalista: uno se da cuenta de que algo (el machismo) existe y en el proceso, ayuda a
fomentar su existencia.
Siria.

Una mujer siria necesita aún el permiso de su tutor varón para trabajar, viajar, casarse o
pedir un préstamo. Al igual que se le prohíbe contraer matrimonio con un hombre de otra
religión y se le ponen infinitas trabas de para divorciarse.

“Crimen de honor”

Es el asesinato de una persona (generalmente mujer) por parte de uno o varios miembros
de su familia, debido a la creencia de que la víctima, quien es vista como propiedad de sus
familiares y no como una persona libre, habría causado desprestigio a su familia a causa
de su comportamiento. Para los perpetradores, la acción realizada por ella, real o
supuestamente, ha traído deshonor a la familia o habría violado los principios de su
religión y en base a sus creencias justifican sus crímenes.

Numerosos son los casos de maltrato doméstico. Y es que las mujeres sufren
discriminación en la ley y en la práctica. “En Siria siguen en vigor leyes que asignan a la
mujer una condición inferior a la de los hombres basándose en la Ley de la Condición
Personal que regula el matrimonio y su disolución, la herencia y otros asuntos” afirman
desde Amnistía Internacional. Y añaden: “Las mujeres y las niñas no estaban protegidas
adecuadamente frente a la violencia intrafamiliar. El Código Penal prescribía penas más
leves de lo normal por asesinato y otros delitos violentos cometidos contra mujeres si se
consideraba circunstancia atenuante la defensa del “honor” de la familia”.

La violencia sexual contra las mujeres también es en Siria un arma de guerra. La situación
humanitaria es catastrófica. La violencia sexual durante las detenciones es una de las
armas más horribles del Ejército sirio y las fuerzas de seguridad del gobierno que la
emplean regularmente para humillar y degradar a las detenidas con total impunidad.

Existen muchas organizaciones y mujeres que luchan por la paz y por su país desde la no
violencia, pero la información es poco accesible y su papel no es conocido más allá de las
fronteras sirias.La falta de fondos de muchas organizaciones hace que sus actividades en
muchas ocasiones no puedan llevarse a cabo. Estas organizaciones no están registradas
oficialmente o no satisfacen los intereses y requisitos de las agencias internacionales y
donantes, por lo que la falta de fondos se convierte en otro obstáculo a superar.
Afganistán.

Los derechos y libertades de las mujeres en Afganistán cuentan con muchos enemigos,
con oponentes en casi todas las esferas de la sociedad afgana. Desde el Mulá con
afiliaciones extremistas que predica que la mujer existe para servir al hombre, pasando
por la inacción y las diversas leyes machistas aprobadas por el gobierno afgano, hasta la
violencia doméstica ante la que la mujer prácticamente no puede hacer nada.

La tradición patriarcal y la vida tribal son un factor clave. La tradición afgana familiar
implica que la familia es la célula fundamental de la sociedad afgana. Y en todas las
familias, la autoridad reposa en los hombres. Las mujeres deben obedecer a los maridos,
al padre y a los hermanos, quiénes les pueden obligar a trabajar o a no ir a la escuela. Y
pueden imponerles un matrimonio forzoso, independientemente de la edad.

Por ello, en Afganistán incluso la violación es un crimen en el que la mujer es culpable.


Sirva como ejemplo el caso de la joven Gulnaz, una mujer que en 2011 fue violada por su
primo, Asadullah Sher Mohammad, y que tras denunciarlo a la policía fue detenida y
sentenciada a 12 años de prisión acusada de haber cometido un "crimen moral".

Asimismo, el divorcio aunque legal muy pocas veces es una opción viable puesto que las
mujeres no tienen protección legal independiente, dependen económicamente de sus
maridos y están subyugadas a factores culturales y familiares muy relacionados con los
lazos tribales afganos en los que no se acepta esa opción legal. Por ello, la mayoría de
mujeres que sufren la lacra de la violencia doméstica renuncian a divorciarse.

Sin embargo, lograr la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres es un


proceso que requiere esfuerzos multidimensionales, incluyendo la lucha contra las normas
sociales y las prácticas culturales que contribuyen a la desigualdad. En Afganistán, los
jóvenes y los líderes religiosos se han asociado con voluntarios de la ONU y han formado
caravanas nacionales de voluntarios para difundir mensajes de igualdad de género y
derechos de las mujeres en las comunidades rurales.

Mil soles esplendidos.

Aunque algo han avanzado claro es el ejemplo de la vida que llevan las mujeres afganas y
a lo que están sometidas en el libro escrito por Khaled Hosseini, donde cuenta la historia
de dos mujeres que sufren violencia y desigualdades cada día.

El libro narra en forma paralela la historia de dos mujeres de crianzas muy diferentes. La
primera Mariam, es una harami, una bastarda, ya que su padre- que ya tenía a su haber 3
esposas-, se mete con una de sus amas de llaves, y luego la instala en una choza en medio
del campo, donde la niña se cría despreciada incluso por su propia madre, generando una
adoración por el padre que sólo le dio migajas y que a los 15 años la casó con un zapatero
tosco de 45, que se encargaría de terminar de joderle la vida a la pobre.
En tanto, Laila, es una joven 17 años menor que Mariam, bella y llena de ilusiones. Con un
padre educado y que espera que ella salga adelante, gracias a las libertades- para las
mujeres- que otorgaba el regimen comunista. Laila estaba destinada a hacer grandes
cosas. Enamorada desde pequeña de su amigo Tariq, su vida, en medio de la guerra, aún
estaba llena de alegrías. Hasta que terminan por morir todos los que ella ama. Sola,
embarazada y rescatada por Mariam y su marido, que evidentemente la pretendía, Laila
debe tomar una decisión de madre, y casarse con este viejo de ahora unos 60 años para
proteger a su bebé.

Desde entonces Laila y Mariam comienzan una extraña relación desde el dolor y el
sometimiento que viven. Aprenden a hacerse fuertes, y entre ambas volver a soñar en un
futuro mejor. A pesar de las palizas, los desprecios, las violaciones, las humillaciones, la
guerra, las privaciones a educación, salud, son como madre e hija.

Conclusión.

¿somos realmente la nueva generación menos machista?


Si es posible que lo seamos, pero el machismo no ha dejado de existir y es necesario dejar
de naturalizarlo y seguir luchando por un mundo con menos desigualdad. No es cualquier
cosa ver todos los días en los noticiero como mueren o son violadas mujeres por violencia
de género, tenemos que reaccionar como sociedad ante una problemática grave que
vivimos todos los días.

A la hora de explicar quienes ejercen y quienes sufren la violencia machista se usan


habitualmente etiquetas que distorsionan la realidad. Son habituales argumentos del tipo:
“La violencia machista se produce en circunstancias excepcionales” o “le ocurre solo a
determinados colectivos (de clase social baja, minorías culturales...)”. Estos mitos niegan
que la violencia hacia las mujeres es un problema social y universal relacionado con una
desigualdad estructural entre hombres y mujeres y la convierten en algo marginal que le
ocurre a “los otros” y a “las otras”.

La mejor forma de combatir las violencias machistas es prevenirlas. En nuestros barrios,


en nuestras casas, en las instituciones, en las escuelas, en medios de comunicación y redes
sociales, en las plazas... En cada ámbito que nos imaginemos podemos construir
relaciones libres de violencias machistas aunque sea en el mínimo detalle.

Fuentes.

-El “machismo latinoamericano” y sus derivas en la educación internacional: reflexiones de


estudiantes estadounidenses en Buenos Aires:
http://www.redalyc.org/pdf/2810/281049122002.pdf

- “Machismo y cultura” Jorge Gissi Bustos:


https://repositorio.uc.cl/bitstream/handle/11534/6423/000381947.pdf?sequence=1

- “Los Derechos de la Mujer en la Constitución Reformada”:


https://www.argentina.gob.ar/sites/default/files/derechos_mujer_en_constitucion_refor
mada.pdf

- Teoría feminista, ilustración y modernidad: Notas para un debate:


https://dialnet.unirioja.es/articulo/5810214.pdf

-“El movimiento feminista” Elvira Lopez

-“El machismo es universal aunque en cada país tiene una cara diferente”:
http://www.getxo.eus/DocsPublic/inmigracion/SENSIBILIZACION/ANTIRUMORES/EMEKI_
Noviembre_2013_Pag8-9.pdf
-“Feminismo e intelectualidad en Sor Juana”:
http://www.cervantesvirtual.com/obra/feminismo-e-intelectualidad-en-sor-juana/

-“De la desigualdad a la diversidad”: http://www.vocesenelfenix.com/content/de-la-


desigualdad-la-diversidad

-“Mitos de la violencia machista”:


https://www.madrid.es/UnidadesDescentralizadas/IgualdadDeOportunidades/Publicacion
es/Publicaciones%202018/Gu%C3%ADa_ExpoMitos.pdf

-“Masculinidades en Latinoamérica, mas allá de los estereotipos”:


http://www.flacso.edu.ec/docs/i14_guttman.pdf

-“Género, feminismo y masculinidad en América Latina”:


https://mx.boell.org/es/2001/10/01/no-13-genero-feminismo-y-masculinidad-en-america-
latina

-“¿Puede rastrearse el origen del machismo?”:


https://www.usfq.edu.ec/publicaciones/para_el_aula/Documents/para_el_aula_18/pea_
018_0017.pdf

-“¿Qué es el feminismo?” Owen Fiss: http://www.cervantesvirtual.com/descargaPdf/qu-


es-el-feminismo-0/

-“Poner fin a la violencia machista”:


http://www.un.org/womenwatch/daw/public/VAW_Study/VAW-Spanish.pdf

-“Mil soles esplendidos, un libro que me dejó sin aliento”:


https://www.nuevamujer.com/diversion/2011/05/29/mil-soles-esplendidos-un-libro-que-
me-dejo-sin-aliento.html

Potrebbero piacerti anche