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14/8/2018 Fuentes de la historicidad de Jesús - Wikipedia, la enciclopedia libre

Fuentes de la historicidad de Jesús


Las fuentes de la historicidad de Jesús son fuentes principalmente
cristianas, pero hay menciones en fuentes no cristianas que también son
relevantes.

Las fuentes cristianas, como los libros del Nuevo Testamento en la Biblia
cristiana, incluyen historias detalladas acerca de Jesús, pero los estudiosos
difieren sobre la historicidad de episodios específicos descritos en los
relatos bíblicos de Jesús.1 Los únicos dos eventos sujetos al
«reconocimiento casi universal» son que Jesús fue bautizado por Juan el
Bautista y fue crucificado por orden del prefecto romano Poncio La Piedra de Pilato, de Cesarea
Pilato.2 3 4 5 6 7 8 9 Marítima, ahora en el Museo de
Israel.
Las fuentes no cristianas que se utilizan para estudiar y establecer la
historicidad de Jesús incluyen las fuentes judías como Josefo, y las fuentes
romanas, como Tácito. Estas fuentes se comparan con las fuentes cristianas, como las cartas paulinas y los evangelios
sinópticos. Estas fuentes suelen ser independientes entre sí (por ejemplo, las fuentes judías no recurren a fuentes
romanas), y las similitudes y diferencias entre ellas se utilizan en el proceso de autenticación.10 11

En una revisión del estado de la investigación Amy-Jill Levine afirmó que «no hay una sola imagen de Jesús que haya
convencido a todos, o siquiera la mayoría, de los estudiosos» y que todos los retratos de Jesús son objeto de críticas
por parte de algún grupo de estudiosos.2

Índice
Fuentes no cristianas
Fuentes principales
Josefo
Tácito
Fuentes relevantes
Mara bar-Serapión
Suetonio
El Talmud
Otras fuentes
Osuario de Jacobo

Fuentes cristianas
Epístolas paulinas
Generalidades
Referencias específicas
Credos pre-paulinos
Evangelios
Padres de la Iglesia primitiva
Textos apócrifos y gnósticos
Referencias
Bibliografía

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Fuentes no cristianas

Fuentes principales

Josefo
Véase también: Testimonio flaviano
Los escritos del historiador-pensador romano-judío del siglo I Flavio Josefo
incluyen referencias a Jesús y los orígenes del cristianismo.12 13 Las Antigüedades
judías de Josefo, escritas alrededor de 93 a 94 d. C., incluye dos referencias a Jesús
en los libros 18 y 20.12 14 De los dos pasajes, el pasaje sobre Jacobo en el libro 20
es utilizado por los estudiosos para apoyar la existencia de Jesús; el Testimonium
Flavianum en el libro 18, para su crucifixión.10 El pasaje sobre Jacobo de Josefo da
fe de la existencia de Jesús como una persona histórica y que algunos de sus
contemporáneos lo consideraban el Mesías.10 15 Según Bart Ehrman, el pasaje de
Josefo acerca de Jesús fue alterado por un escriba cristiano, incluyendo la
referencia a Jesús como el Mesías.16

Un argumento textual en contra de la autenticidad del pasaje sobre Jacobo es que el


Una página de una copia
uso del término «Christos» parece inusual para Josefo.17 Un argumento basado en de 1466 de Antigüedades
el flujo del texto en el documento es que, dado que la mención de Jesús aparece en judías.
las Antigüedades antes que la de Juan el Bautista, un interpolador cristiano puede
haberla insertado para colocar a Jesús en el texto antes que Juan.17 Otro
argumento en contra de la autenticidad del pasaje de Jacobo es que se habría leído bien, incluso sin una referencia a
Jesús.17

El pasaje se refiere a la muerte de «Jacobo, el hermano de Jesús» en Jerusalén. Considerando que las obras de Josefo
se refieren a al menos veinte personas diferentes con el nombre de Jesús, este pasaje especifica que este Jesús era el
único «que fue llamado el Cristo».18 19 Louis Feldman afirma que este pasaje, por encima de los demás, indica que
Josefo dijo algo acerca de Jesús.20

En la actualidad la mayoría de los estudiosos del tema reconoce la autenticidad de la referencia en el libro 20, capítulo
9, 1 de las Antigüedades de «el hermano de Jesús, quien fue llamado Cristo, cuyo nombre era Jacobo»,21 y considera
que tiene el más alto nivel de autenticidad entre las referencias de Josefo al cristianismo.12 13 22 23 24 25

El Testimonium Flavianum (es decir, el testimonio de Flavio [Josefo]) es el nombre dado al pasaje encontrado en el
libro 18, capítulo 3, 3 de las Antigüedades en el que Josefo describe la condena y crucifixión de Jesús a manos de las
autoridades romanas.26 27 Los estudiosos tienen opiniones diferentes sobre la autenticidad total o parcial de la
referencia en el pasaje de la ejecución de Jesús por Poncio Pilato.12 27 El punto de vista académico general es que
mientras que el Testimonium Flavianum es más probable no auténtico en su totalidad, se acuerda ampliamente en
que originalmente consistía en un núcleo auténtico con una referencia a la ejecución de Jesús por Pilato que después
fue objeto de una interpolación cristiana.15 27 28 29 30 Aunque la naturaleza exacta y el alcance de la redacción
cristiana siguen siendo poco claros,31 existe un amplio consenso en cuanto a lo que el texto original del Testimonium
de Josefo habría sido parecido.30

Las referencias que se encuentran en las Antigüedades no tienen textos paralelos en los otros trabajos por Josefo
como La guerra de los judíos, escrita veinte años antes, pero algunos estudiosos han dado explicaciones de su
ausencia, como que las Antigüedades cubren un período de tiempo más largo y que durante la brecha de veinte años
entre la escritura de La guerra de los judíos (c. 70 d. C.) y Antigüedades (después de 90 d. C.) los cristianos se habían
vuelto más importantes en Roma y fueron, por tanto, objeto de atención en las Antigüedades.32

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Un número de variaciones existen entre las declaraciones de Josefo con respecto a las muertes de Jacobo y los relatos
del Nuevo Testamento.33 Los estudiosos suelen considerar estas variaciones como indicios de que los pasajes de
Josefo no son interpolaciones, ya que un interpolador cristiano habría sido más propenso a haberlos hecho
corresponder a las tradiciones cristianas.18 33 Robert Eisenman ofrece numerosas fuentes cristianas primitivas que
confirman el testimonio de Josefo, que Jacobo era el hermano de Jesús.34

Tácito
El historiador y senador romano Tácito y se refiere a Cristo, su ejecución por Poncio
Pilato y la existencia de los primeros cristianos en Roma en su obra final, Anales
(escrito c. 116), libro 15, capítulo 44.35 36 37 El pasaje pertinente dice así: «[...]
llamados cristianos por el pueblo. Christus, de quien el nombre tuvo su origen,
sufrió la pena máxima durante el reinado de Tiberio a manos de uno de nuestros
procuradores, Poncio Pilato [...]».

Los eruditos generalmente consideran la referencia de Tácito a la ejecución de


Jesús por Poncio Pilato a ser tanto auténtico como de valor histórico como fuente
romana independiente sobre el cristianismo primitivo, estando al unísono con otros
registros históricos.38 39 40 41 42 William L. Portier ha señalado que la
consistencia en las referencias de Tácito, Josefo y las cartas al emperador Trajano
de Plinio el Joven reafirman la validez de los tres registros.42

Tácito fue un senador romano patriótico y sus escritos no muestran simpatía alguna Portada de la edición de
hacia los cristianos.39 43 44 45 Andreas Köstenberger y, por separado, Robert E. 1598 de las obras de
Van Voorst señalan que el tono del pasaje hacia los cristianos es demasiado Tácito, conservada en
negativo para haber sido escrito por un escriba cristiano, una conclusión Empoli, Italia.
compartida por John P. Meier.38 46 47 Robert E. Van Voorst afirma que «de todos
los escritores romanos, Tácito nos da la información más precisa acerca de
Cristo».38

John Dominic Crossan considera el pasaje importante para establecer que Jesús existió y fue crucificado, y afirma:
«Que él [Jesús] fue crucificado es tan seguro como cualquier otra cosa histórica jamás puede ser, ya que tanto Josefo y
Tácito [...] están de acuerdo con los relatos cristianos por lo menos ese hecho básico».48 Bart Ehrman afirma: «El
reporte de Tácito confirma lo que sabemos por otras fuentes: que Jesús fue ejecutado por orden del gobernador
romano de Judea, Poncio Pilato, en algún momento durante el reinado de Tiberio».49 Eddy y Boyd afirman que
actualmente está «firmemente establecido» que Tácito proporciona una confirmación no cristiana de la crucifixión de
Jesús.50

Si bien la mayoría de los expertos consideran que es genuino, unos pocos estudiosos cuestionan la autenticidad del
pasaje dado que Tácito nació 25 años después de la muerte de Jesús.38

Algunos estudiosos han debatido sobre el valor histórico del pasaje dado que Tácito no revela la fuente de su
información.51 Gerd Theissen y Annette Merz argumentan que Tácito en ocasiones se habría basado en las obras
históricas anteriores ahora perdidas para nosotros, y que puede haber utilizado fuentes oficiales desde un archivo
romano en este caso; sin embargo, si Tácito hubiera sido copiado de una fuente oficial, algunos estudiosos esperan que
hubiera etiquetado a Pilato correctamente como un prefecto en lugar de un procurador.52 Theissen y Merz afirman
que Tácito nos da una descripción de los prejuicios generalizados sobre los cristianos y algunos detalles precisos sobre
«Christus» y el cristianismo, cuya fuente aún no está clara.52 Sin embargo, Paul R. Eddy ha señalado que, dado su
cargo como senador, Tácito también tuvo la posibilidad de haber tenido acceso a los documentos oficiales de la época
romana y no necesitaba de otras fuentes.53

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Michael Martin señala que la autenticidad de este pasaje de los Anales también ha sido disputada debido a que Tácito
no habría utilizado la palabra «mesías» en un documento romano auténtico.54 A su vez, Weaver declara que Tácito
habló de la persecución de los cristianos, pero ningún otro autor cristiano escribió de esta persecución durante cien
años.55 Hotema afirma que este pasaje no fue citado por cualquier padre de la Iglesia hasta el siglo XV, aunque el
pasaje habría sido muy útil para ellos en su obra;56 y que el pasaje se refiere a los cristianos en Roma siendo una
multitud, mientras que en ese momento la congregación cristiana en Roma en realidad habría sido muy pequeña.56

Los estudiosos también han debatido la cuestión de los rumores en la referencia por Tácito. Charles Guignebert
argumentó que «En tanto que exista esa posibilidad [de que Tácito se limitara a hacer eco de lo que los cristianos
mismos decían], el pasaje sigue siendo bastante inútil».57 R.T. France afirma que el pasaje de Tácito es, como mucho,
el autor simplemente repitiendo lo que había escuchado a través de los cristianos.58 Sin embargo, Paul R. Eddy ha
señalado que como historiador preeminente de Roma, Tácito es generalmente conocido por el control de sus fuentes y
no tenía la costumbre de informar rumores.53 Tácito fue miembro de los Quindecimviri sacris faciundis, un consejo
de sacerdotes cuyo deber era supervisar los cultos religiosos extranjeros en Roma, que como Van Voorst señala, hace
que sea razonable suponer que él habría tenido conocimiento de los orígenes cristianos a través de su trabajo con ese
órgano.59 Cabe señalar, sin embargo, que algunos estudiosos consideran que la línea «Cristo, el autor de este nombre,
fue ejecutado por el procurador Poncio Pilato en el reinado de Tiberio» es una interpolación cristiana, y que Tácito
escribió sobre los Chrestianos, no cristianos.60 61

Fuentes relevantes

Mara bar-Serapión
Mara (hijo de Serapión) fue un filósofo estoico de la provincia romana de Siria.62 63 En algún momento entre el 73 d.
C. y el siglo III, Mara escribió una carta a su hijo (también llamado Serapión) que puede contener una temprana
referencia no cristiana de la crucifixión de Jesús.62 64

La carta se refiere al trato injusto de los «tres hombres sabios»: el asesinato de Sócrates, la quema de Pitágoras, y la
ejecución de «el rey sabio» de los judíos.62 63 El autor explica que en los tres casos el delito resultó en el castigo
futuro de los responsables por Dios, y que cuando los sabios están oprimidos, no solamente triunfan en la sabiduría al
final, sino que Dios castiga a sus opresores.64

La carta no incluye temas cristianos y se supone que el autor es un pagano.63 65 Algunos estudiosos ven la referencia
a la ejecución del «rey sabio» de los judíos como una temprana referencia no cristiana a Jesús.62 63 65 Los criterios
que apoyan el origen no cristiano de la carta incluyen la observación de que «rey de los judíos» no era un título
cristiano, y que la premisa de la carta que Jesús sigue vivo a través de las enseñanzas que él promulgó está en
contraste con la concepción cristiana de que Jesús sigue viviendo a través de su resurrección.65 64

Estudiosos como Robert Van Voorst ven pocas dudas de que la referencia a la ejecución del «rey de los judíos» se trata
de la muerte de Jesús.64 Otros, como Craig A. Evans, ven menos valor en la carta, dada su fecha incierta, y la posible
ambigüedad en la referencia.66

Suetonio
El historiador romano Suetonio hizo mención de los primeros cristianos y su líder en su obra Vidas de los Doce
Césares.62 67 68 69 Las referencias aparecen en Claudio 25 y Nerón 16, que describen la vida de los emperadores
romanos Claudio y Nerón.67 El pasaje Nerón 16 se refiere a los abusos cometidos por Nerón y menciona cómo se
infligieron castigos a los cristianos, lo que por lo general se fecha a alrededor del año 64.70 Este pasaje muestra el
claro desprecio de Suetonio para los cristianos, el mismo desprecio expresado por Tácito y Plinio el Joven en sus
escritos, pero no se refiere a Jesús mismo.68

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El pasaje anterior de Claudio puede incluir una referencia a Jesús, pero es objeto de
debate entre los estudiosos.69 En Claudio 25, Suetonio se refiere a la expulsión de los
judíos por Claudio y afirma:67

Dado que los judíos constantemente hicieron disturbios por instigación de


Cresto, él los expulsó de Roma.

La referencia en Claudio 25 implica las agitaciones de la comunidad judía que llevó a la


expulsión de algunos judíos de Roma por Claudio, y es muy probablemente el mismo
evento mencionado en los Hechos de los Apóstoles (18:2).62 La mayoría de los
historiadores fechan esta expulsión a alrededor del año 49-50.62 71 Suetonio refiere al
líder de los cristianos como Cresto, un término que puede también haber sido utilizado
por Tácito y también era común en la época, en particular para los esclavos, y Copia de 1540 de Vidas
significaba «bueno» o «útil».72 Sin embargo, Suetonio se confunde en el pasaje y de los Doce Césares de
Suetonio.
supone que Cresto estaba vivo en el momento de la perturbación y agitaba a los judíos
en Roma.30 62 La confusión de Suetonio debilita el valor histórico de su referencia en
su totalidad, y no existe un acuerdo general entre los eruditos sobre su valor como una referencia a Jesús.30 69 Sin
embargo, la confusión de Suetonio también apunta a la falta de interpolación cristiana, pues un escriba cristiano no
habría confundido a los judíos con los cristianos.30 69 La mayoría de los estudiosos suponen que en la referencia
describe a Jesús y que las perturbaciones mencionadas se debieron a la difusión del cristianismo en Roma.69 73 74 Sin
embargo, los estudiosos están divididos sobre el valor de la cita de Suetonio. Algunos estudiosos, como Craig A. Evans,
John Meier y Craig S. Keener la consideran una referencia probable a Jesús.75 76 Otros, como Stephen Benko y H.
Dixon Slingerland, la ven como teniendo poco o ningún valor histórico.69 Por su parte, Menahem Stern afirma sin
duda que Suetonio se refería a Jesús; porque habría añadido las palabras «un cierto» a Cresto si él hubiera querido
referirse a algún agitador desconocido.77

El Talmud
Véase también: Ieshú
El Talmud de Babilonia en algunos casos incluye posibles referencias a Jesús
utilizando los términos «Ieshú», «Ieshú ha-Notzri», «ben Stada» y «ben
Panthera». Algunas de estas referencias probablemente se remontan al período
tanaítico (70-200 d. C.).78 79 En algunos casos, no está claro si las referencias son
a Jesús u otras personas, y los eruditos siguen debatiendo su valor histórico, y
exactamente qué referencias, en su caso, puede ser sobre Jesús.80 81 82

Robert Van Voorst afirma que la escasez de referencias judíos a Jesús no es de


extrañar, teniendo en cuenta que Jesús no era un tema importante para los judíos
durante el primer siglo, y después de la devastación causada por el asedio de
Jerusalén en el año 70, los eruditos judíos estaban centrándose en preservar el
judaísmo en sí, en lugar de prestar mucha atención a la cristiandad.83 Una página del tratado
Sanedrín en el códice del
Robert Eisenman argumenta que la derivación de Jesús de Nazaret desde «ha- Talmud Codex Reuchlin
(siglo XII).
Notzrí» es imposible por razones etimológicas, ya que sugiere más bien «Natzirita»
en lugar de «Nazareno».84

Van Voorst afirma que si bien la cuestión de quién se hace referencia en varios puntos en el Talmud sigue siendo
objeto de debate entre los estudiosos, en el caso de Sanedrín 43a (generalmente se considera la referencia más
importante para Jesús en la literatura rabínica), Jesús puede ser confirmado como el tema del pasaje, no sólo de la

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propia referencia, sino también por el contexto que lo rodea, y no hay duda de que se refiere a la muerte de Jesús de
Nazaret.85 86 Christopher M. Tuckett establece que si se acepta que la narrativa de muerte de Sanedrín 43a se refiere
a Jesús de Nazaret, entonces proporciona evidencia de la existencia de Jesús, y de su ejecución.87

Andreas Köstenberger establece que el pasaje es una referencia tanaítica al juicio y muerte de Jesús en la Pascua y es
muy probablemente más antigua que otras referencias a Jesús en el Talmud.79 El pasaje refleja la hostilidad hacia
Jesús entre los rabinos e incluye este texto:78 79

Se enseña: En la víspera de la Pascua colgaron a Ieshú. El pregonero salió cuarenta días declarando
que: «[Ieshú] va a ser apedreado por practicar la brujería, por atraer y conducir a Israel por mal
camino. Cualquiera que sepa algo que lo justifique, debe presentarse y exculparlo». Pero nadie se
presentó a justificarle, y se le colgó la víspera de Pascua.88

Peter Schäfer establece que no puede haber ninguna duda de que la narrativa de la ejecución de Jesús en el Talmud se
refiere a Jesús de Nazaret, pero afirma que la literatura rabínica en cuestión no es tanaítica sino del período amoraico
posterior y podría haber dibujado sobre los evangelios cristianos, y puede haber sido escrito como respuesta a ellos.89
Bart Ehrman y, por separado, Mark Allan Powell afirman que dado que las referencias del Talmud son muy tardías, no
pueden dar ninguna información histórica fiable sobre las enseñanzas y acciones de Jesús durante su vida.90 91

Otra referencia en la literatura rabínica de principios del siglo II (Tosefta Hullin II, 22) se refiere a Rabí Eleazar ben
Dama que fue mordido por una serpiente, pero se le negó la curación en el nombre de Jesús por otro rabino porque
era contrario a la ley, y así murió.92 Este pasaje refleja la actitud de los primeros oponentes judíos de Jesús, es decir,
que sus milagros estaban basadas en los poderes del mal.92 93

Eddy y Boyd, quienes cuestionan el valor de varias de las referencias talmúdicas, afirman que la importancia del
Talmud a la investigación histórica de Jesús es que nunca niega su existencia, pero lo acusa de brujería, lo que
confirma indirectamente su existencia.80 R.T. France y, por separado, Edgar V. McKnight exponen que la divergencia
de las declaraciones del Talmud con las narrativas cristianas y su naturaleza negativa indica que son de una persona
que existió.94 95 Craig Blomberg señala que la negación de la existencia de Jesús nunca fue parte de la tradición judía,
que en su lugar lo acusó de ser un brujo y mago, como también se refleja en otras fuentes, como Celso.78 Andreas
Köstenberger señala que la conclusión general que se puede extraer de las referencias en el Talmud es que Jesús fue
un personaje histórico cuya existencia nunca fue negada por la tradición judía, que en su lugar se centró en
desacreditarlo.79

Otras fuentes
Plinio el Joven (c. 61–c. 112) el gobernador de la provincia del Ponto y Bitinia, escribió al emperador Trajano (c. 112)
en relación con cómo hacer frente a los cristianos, que se negaban a adorar al emperador, y en su lugar adoraban a
«Christo». Charles Guignebert, que no duda de que el Jesús de los Evangelios vivió en Galilea en el siglo I, sin
embargo, descarta esta carta como evidencia aceptable para un Jesús histórico.96

Luciano de Samosata (nacido c. 115) un escritor satírico y conferencista viajero griego conocido escribió
burlonamente sobre los seguidores de Jesús por su ignorancia y credulidad.97 98 Teniendo en cuenta que la
comprensión de Luciano de las tradiciones cristianas tiene lagunas y errores significativos, es improbable que sus
escritos hayan sido influenciados por los mismos cristianos, y puede proporcionar una declaración independiente
sobre la crucifixión de Jesús.98 Sin embargo, dada la naturaleza del texto como sátira, Luciano pudo haber
embellecido las historias que escuchó y su narrativa no puede tener un alto grado de confiabilidad histórica.97

Thallus, del cual se sabe muy poco y que ninguno de sus escritos sobrevivió, escribió una Historia a mediados o
finales del siglo I, a la que se refiere Eusebio. Sexto Julio Africano, escribiendo c. 221, vincula una referencia en el
tercer libro de la Historia para el período de la oscuridad que se describe en los relatos de la crucifixión en tres de los

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Evangelios.98 99 No se sabe si Thallus hizo mención alguna de los relatos de la crucifixión; si lo hizo, sería la
referencia no canónica más antigua a un episodio del evangelio, pero su utilidad en la determinación de la historicidad
de Jesús es incierta.98

Celso, escribiendo a finales del siglo II, produjo el primer ataque a gran escala sobre el cristianismo.98 100 El
documento de Celso no ha sobrevivido, pero en el siglo III Orígenes lo contestó, gracias a lo cual se conoce el escrito de
Celso a través de sus respuestas.98 Según Orígenes, Celso acusó a Jesús de ser un mago y hechicero. Si bien las
declaraciones de Celso pueden ser vistas como una confirmación de los milagros de Jesús, tienen poco valor histórico,
dado que la redacción de los escritos originales no puede ser examinada.100

Los rollos del Mar Muerto son escritos del siglo I (o más antiguos) que muestran el idioma y las costumbres de
algunos judíos de la época de Jesús.101 Estudiosos como Henry Chadwick ven los usos similares de idiomas y puntos
de vista registrados en el Nuevo Testamento y los rollos del Mar Muerto como valiosos, pues demuestran que el Nuevo
Testamento retrata el período del siglo I que se informa y no es producto de un período posterior.102 103 Sin embargo,
la relación entre los rollos del Mar Muerto y la historicidad de Jesús ha sido objeto de teorías muy controvertidas, y
aunque nuevas teorías siguen apareciendo, no hay acuerdo académico general acerca de su impacto sobre la
historicidad de Jesús, a pesar de la utilidad de los rollos en el esclarecimiento de las tradiciones judías del siglo
I.104 105

Osuario de Jacobo
Véase también: Jacobo el Justo#La controversia del osario
Existe una caja de sepultura de piedra caliza del siglo I, conocida como el osario de Jacobo, con la inscripción en
arameo «Jacobo, hijo de José, hermano de Jesús». La autenticidad de la inscripción fue cuestionada por la Autoridad
de Antigüedades de Israel, que presentó una denuncia ante la policía israelí. En 2012, el propietario del osario fue
declarado no culpable, la sentencia del juez indicó que la autenticidad de la inscripción del osario no se había
demostrado en ambos sentidos.106 Un estudio de 2014 reportó evidencia de que la inscripción es auténtica,107 en
contraste con un estudio anterior que había sugerido que era una falsificación.108

Fuentes cristianas
Varios libros, memorias y relatos fueron escritos acerca de Jesús por los primeros cristianos. Los más famosos son los
evangelios de Mateo, Marcos, Lucas y Juan. Se cree que todos, excepto uno, fueron escritos dentro de 50 a 70 años
desde la muerte de Jesús; considerándose al Evangelio de Marcos como el más antiguo, y al Evangelio de Juan como el
último en ser escrito.109 110 Blainey escribe que el registro más antiguo sobreviviente escrito por un cristiano
primitivo es una breve carta de Pablo: la Primera Epístola a los Tesalonicenses, que apareció unos 25 años después de
la muerte de Jesús.111 Esta carta, aunque importante en la descripción de los problemas para el desarrollo del
cristianismo gentil, tiene poca relevancia para la comprensión de la vida del Jesús histórico.112

Bart Ehrman, Robert Eisenman y otros críticos de los puntos de vista tradicionales cristianos, en la evaluación de los
problemas involucrados en la realización de la investigación histórica de Jesús, dicen los Evangelios están llenos de
discrepancias, fueron escritos décadas después de la muerte de Jesús, por autores que no habían sido testigos de
eventos de su vida. Pasan a decir que no fueron escritos por testigos oculares que fueron contemporáneos con los
acontecimientos que se narran. Fueron escritos por personas que no lo conocieron o vieron algo que hizo o no
escucharon nada de lo que enseñó, personas que hablaban una lengua diferente a Jesús. Los relatos que produjeron no
son desinteresados; son narraciones producidas por los cristianos que realmente creían en Jesús, y no eran inmunes a
las historias inclinadas a la luz de sus prejuicios. De los textos mismos, Ehrman señala que son ampliamente
inconsistentes, llenos de discrepancias y contradicciones en ambos detalles y mayores retratos de quién era
Jesús.113 114

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Epístolas paulinas

Generalidades
En el contexto de las fuentes cristianas, incluso si son ignorados todos los otros textos,
las epístolas paulinas pueden proporcionar alguna información acerca de Jesús.7 115
Esta información no incluye una narración de la vida de Jesús, y se refiere a su
existencia como persona, pero añade algunos elementos específicos, aparte de su
muerte por crucifixión.116 Esta información proviene de las cartas de Pablo, cuya
autenticidad no se discute.115 Pablo no era un compañero de Jesús y afirma que su
información proviene del Espíritu Santo adquirido después de su muerte.117 De los
trece cartas que llevan el nombre de Pablo, siete son consideradas auténticos por casi
todos los estudiosos, y las demás en general se consideran
pseudoepigráficas.118 119 120 121 122 Los 7 cartas indiscutibles (y sus fechas
aproximadas) son las siguientes: 1 Tesalonicenses (c. 51 d. C.), Filipenses (c. 52-54 d.
Una página de 2
C.), Filemón (c. 52-54 d. C.), 1 Corintios (c. 53-54 d. C.), Gálatas (c. 55 d. C.), 2
Corintios en el Papiro
Corintios (c. 55-56 d. C.) y Romanos (c. 55-58 d. C.).119 121 122 La autenticidad de estas
46, c. 200.
cartas es aceptada por casi todos los estudiosos, y han sido referenciadas e
interpretadas por autores primitivos como Orígenes y Eusebio.120 123

Puesto que las epístolas paulinas son generalmente fechadas entre 50 y 60 d. C., son los primeros textos cristianos
sobrevivientes que incluyen información acerca de Jesús.122 Estas cartas fueron escritas aproximadamente veinte a
treinta años después del período de tiempo generalmente aceptado de la muerte de Jesús, alrededor del año 30-36.122
Las cartas fueron escritas durante un tiempo cuando Pablo registró encuentros con los discípulos de Jesús; por
ejemplo, Gálatas 1:18 (http://www.biblegateway.com/passage/?search=G%C3%A1latas+1%3A18&version=DHH)
afirma que varios años después de su conversión Pablo fue a Jerusalén y se quedó con el apóstol Pedro durante quince
días.122 Durante este tiempo, Pablo discute la naturaleza del mensaje de Jesús con su hermano Jacobo, sobre la
importancia de adherirse a las restricciones de alimentos kosher y la circuncisión, características importantes de la
determinación de la identidad judía.112 114

Las cartas paulinas no tenían la intención de ofrecer una narración de la vida de Jesús, sino que fueron escritas como
exposiciones de las enseñanzas cristianas.122 124 En opinión de Pablo, la vida terrenal de Jesús era de una
importancia menor que la teología de su muerte y resurrección, un tema que impregna los escritos paulinos.125 Sin
embargo, las cartas paulinas indican claramente que, para Pablo, Jesús era una persona real (nacido de una mujer,
como en Gálatas 4:4 (http://www.biblegateway.com/passage/?search=G%C3%A1latas+4%3A4&version=DHH)) que
tenía discípulos (1 Corintios 15:5 (http://www.biblegateway.com/passage/?search=1+Corintios+15%3A5&version=DH
H)), que fue crucificado (como en 1 Corintios 2:2 (http://www.biblegateway.com/passage/?search=1+Corintios+2%3
A2&version=DHH) y Gálatas 3:1 (http://www.biblegateway.com/passage/?search=G%C3%A1latas+3%3A1&version=
DHH)), y que resucitó de los muertos (1 Corintios 15:20 (http://www.biblegateway.com/passage/?search=1+Corintios
+15%3A20&version=DHH), Romanos 1:4, 6:5 (http://www.biblegateway.com/passage/?search=Romanos+1%3A4%2
C+6%3A5&version=DHH), Filipenses 3:10-11 (http://www.biblegateway.com/passage/?search=Filipenses+3%3A10-1
1&version=DHH)).7 115 122 125 Y las cartas reflejan el concepto general dentro de la Iglesia cristiana primitiva gentil:
que Jesús existió, fue crucificado y resucitó de entre los muertos.7 122

Las referencias de Pablo a Jesús en sí mismas no prueban la existencia de Jesús, pero establecen que su existencia fue
la norma aceptada dentro de los primeros cristianos (incluyendo a la comunidad cristiana de Jerusalén, dadas las
referencias a las colecciones de allí) de veinte a treinta años después de la muerte de Cristo, en momentos en que los
que podrían haberse familiarizado con él podrían seguir con vida.126 127

Referencias específicas

https://es.wikipedia.org/wiki/Fuentes_de_la_historicidad_de_Jes%C3%BAs 8/18
14/8/2018 Fuentes de la historicidad de Jesús - Wikipedia, la enciclopedia libre

Las siete epístolas paulinas que son ampliamente consideradas como auténticas incluyen la siguiente información que,
junto con otros elementos históricos, se utilizan para estudiar la historicidad de Jesús:7 115

Existencia de Jesús: Que para Pablo Jesús existió y fue un judío se basa en Gálatas 4:4
(http://www.biblegateway.com/passage/?search=G%C3%A1latas+4%3A4&version=DH
H), donde declara que fue «nacido de mujer» y «nacido bajo la ley»; y en Romanos 1:3
(http://www.biblegateway.com/passage/?search=Romanos+1%3A3&version=DHH),
donde escribe que era «del linaje de David según la carne».7 115 128 Algunos
estudiosos, como Paul Barnett, sostienen que esto indica que Pablo tenía cierta
familiaridad con las circunstancias del nacimiento de Jesús, pero esto no es compartido
generalmente entre los estudiosos.124 129 Sin embargo, la declaración no indica que
Pablo tenía algún interés y conocimiento de la vida de Jesús antes de su crucifixión.124

Discípulos y hermanos: 1 Corintios 15:5 (http://www.biblegateway.com/passage/?search


=1+Corintios+15%3A5&version=DHH) declara que Pablo sabía que Jesús tenía 12
discípulos, y considera a Pedro como uno de ellos.7 128 130 1 Corintios 1:12 (http://www.
biblegateway.com/passage/?search=1+Corintios+1%3A12&version=DHH) indica
además que Pedro era conocido en Corinto antes de la escritura de esta carta, porque
asume que estaban familiarizados con Cefas/Pedro.131 132 La declaración en 1
Corintios 15:5 (http://www.biblegateway.com/passage/?search=1+Corintios+15%3A5&ve
rsion=DHH) indica que «los Doce», como una referencia a los doce apóstoles, era una
noción de conocimiento general dentro de la Iglesia primitiva cristiana en Corinto y no
requería mayor explicación de Pablo.133 Gálatas 1:18 (http://www.biblegateway.com/pas
sage/?search=G%C3%A1latas+1%3A18&version=DHH) además señala que Pablo Una copia
conocía personalmente a Pedro y se quedó con él en Jerusalén por quince días, unos
primitiva del siglo
tres años después de su conversión.134 También implica que Pedro ya era conocido por
II de la Epístola
los gálatas y no requería presentación.135 1 Corintios 9:5 (http://www.biblegateway.com/
passage/?search=1+Corintios+9%3A5&version=DHH) y Gálatas 1:19 (http://www.biblega de Romanos del
teway.com/passage/?search=G%C3%A1latas+1%3A19&version=DHH) afirman que Papiro 27.
Jesús tuvo hermanos, uno de los cuales se llamaba Jacobo, a quien Pablo conoció o
«vio».7 116 128 Jacobo fue reivindicado por los primeros escritores cristianos, como
Orígenes y Eusebio, como el líder de los seguidores de Jesús, después de la muerte de su hermano, y como el
primer obispo, o el Obispo de Obispos, en Jerusalén.

Traición y rituales: Que Jesús fue traicionado y estableció algunas tradiciones, como la Cena del Señor, se
derivan de 1 Corintios 11:23-25 (http://www.biblegateway.com/passage/?search=1+Corintios+11%3A23-25&versi
on=DHH) que dice: «Que el Señor Jesús, la noche que fue entregado, tomó pan; y habiendo dado gracias, lo
partió, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo que por vosotros es partido; haced esto en memoria de
mí».7 128

Crucifixión: Las cartas paulinas incluyen varias referencias a la crucifixión de Jesús; por ejemplo, 1 Corintios
11:23 (http://www.biblegateway.com/passage/?search=1+Corintios+11%3A23&version=DHH), 1 Corintios 2:2 (htt
p://www.biblegateway.com/passage/?search=1+Corintios+2%3A2&version=DHH) y Gálatas 3:1 (http://www.bible
gateway.com/passage/?search=G%C3%A1latas+3%3A1&version=DHH), entre otros.7 128 La muerte de Jesús
constituye un elemento central de las cartas paulinas.125 1 Tesalonicenses 2:15 (http://www.biblegateway.com/p
assage/?search=1+Tesalonicenses+2%3A15&version=DHH) atribuye la responsabilidad de la muerte de Jesús
en algunos judíos.7 128 Por otra parte, la declaración en 1 Tesalonicenses 2:14-16 (http://www.biblegateway.com/
passage/?search=1+Tesalonicenses+2%3A14-16&version=DHH) acerca de los judíos que «mataron al Señor
Jesús» y «a nosotros nos expulsaron» indica que la muerte de Jesús estaba dentro del mismo marco de tiempo
que la persecución de Pablo.136

Entierro: 1 Corintios 15:4 (http://www.biblegateway.com/passage/?search=1+Corintios+15%3A4&version=DHH) y


Romanos 6:4 (http://www.biblegateway.com/passage/?search=Romanos+6%3A4&version=DHH) afirman que,
tras su muerte, Jesús fue enterrado (pero no mencionan una tumba).128 Esta referencia es utilizada por Pablo
para basarse en la teología de la resurrección, pero refleja la creencia común en el momento en que Jesús fue
enterrado después de su muerte.137 138
La existencia de solamente estas referencias a Jesús en las epístolas paulinas ha dado lugar a la crítica de ellas por
parte de G. A. Wells, quien está generalmente aceptado como un líder del movimiento de negar la historicidad de
Jesús.139 140 Cuando Wells seguía negando la existencia de Jesús, criticó las epístolas paulinas por no mencionar
elementos como Juan el Bautista o Judas o el juicio de Jesús y utiliza ese argumento para concluir que Jesús no era
una figura histórica.139 140 141

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James D.G. Dunn abordó la declaración de Wells y señaló que no sabía de ningún otro estudioso que compartiera ese
punto de vista, y la mayoría de los estudiosos tenían otras y más plausibles explicaciones para el hecho de que Pablo
no incluyó una narración de la vida de Jesús en sus cartas, los cuales fueron escritas principalmente como documentos
religiosos en lugar de crónicas históricas en un momento en la historia de la vida de Jesús podría haber sido bien
conocida dentro de la Iglesia primitiva.141 Dunn afirma que a pesar de los argumentos de Wells, las teorías de la no
existencia de Jesús son «tesis completamente muertas».125

Mientras que Wells ya no niega la existencia de Jesús, él ha respondido a Dunn, afirmando que sus argumentos de
silencio no sólo se aplican a Pablo, sino que a todos los autores cristianos primitivos, y que él todavía tiene una mala
opinión de los textos cristianos tempranos, manteniendo que, para Pablo, Jesús pudo haber existido un buen número
de décadas antes.139

Credos pre-paulinos
Véase también: 1 Corintios 15
Las cartas paulinas se refieren a veces a credos o confesiones de fe, que son anteriores a sus escritos.142 143 144 Por
ejemplo, 1 Corintios 15:3-4 (http://www.biblegateway.com/passage/?search=1+Corintios+15%3A3-4&version=DHH)
lee: «Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme
a las Escrituras; y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras».142 Romanos 1:3-4 (htt
p://www.biblegateway.com/passage/?search=Romanos+1%3A3-4&version=DHH) se refiere a Romanos 1:2 (http://w
ww.biblegateway.com/passage/?search=Romanos+1%3A2&version=DHH), poco antes de que se mencione un
evangelio existente, y en efecto puede ser tratando como un credo anterior.142 143

Una de las claves para la identificación de una tradición pre-paulina se da en 1 Corintios 15:11 (http://www.biblegatew
ay.com/passage/?search=1+Corintios+15%3A11&version=DHH):144

Porque o sea yo o sean ellos, así predicamos, y así habéis creído.

Aquí Pablo se refiere a otros antes que él que predicaban el credo.144 James Dunn afirma que 1 Corintios 15:3 (http://
www.biblegateway.com/passage/?search=1+Corintios+15%3A3&version=DHH) indica que en los años 30 (siglo I)
Pablo enseñó acerca de la muerte de Jesús algunos años atrás.145

Así, las cartas paulinas contienen elementos de un credo cristiano de origen pre-paulino.146 La antigüedad del credo
ha sido localizada por muchos estudiosos de la Biblia a menos de una década después de la muerte de Jesús,
proveniente de la comunidad apostólica de Jerusalén.147 En cuanto a este credo, Campenhausen escribió: «Este relato
reúne todas las exigencias de fiabilidad histórica que podrían hacerse de tal texto»,148 mientras que A.M. Hunter dijo:
«El pasaje, por lo tanto, conserva únicamente principios y testimonios verificables. Se reúne cada demanda razonable
de fiabilidad histórica».149

Estos credos datan dentro de unos pocos años de la muerte de Jesús, y se desarrollan dentro de la comunidad cristiana
de Jerusalén.150 Aunque incrustado dentro de los textos del Nuevo Testamento, estos credos son una fuente distinta
para el cristianismo primitivo.143 Esto indica que la existencia y la muerte de Jesús era parte de la creencia cristiana
pocos años después de su muerte y más de una década antes de la redacción de las epístolas paulinas.150

Evangelios
Véanse también: Jesús de Nazaret, Jesús histórico, Cronología de Jesús y Problema sinóptico.
Los cuatro evangelios canónicos, Mateo, Marcos, Lucas y Juan, son las principales fuentes para la biografía de la vida
de Jesús, las enseñanzas y las acciones que se le atribuyen.151 152 153 Tres de ellos, a saber, Mateo, Marcos y Lucas son
conocidos como los Evangelios sinópticos, del griego σύν (sin, «juntos») y ὄψις (opsis, «visión»), dado que muestran
un alto grado de similitud en el contenido, la disposición narrativa, el lenguaje y la estructura de párrafos.154 155 La

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14/8/2018 Fuentes de la historicidad de Jesús - Wikipedia, la enciclopedia libre

presentación en el cuarto evangelio canónico, es decir, Juan, se diferencia de estos


tres en que tiene más de un carácter temático en lugar de un formato
narrativo.156 Los estudiosos en general están de acuerdo que no es posible
encontrar ninguna relación literaria directa entre los evangelios sinópticos y el
Evangelio de Juan.156

Los autores del Nuevo Testamento, en general, mostraron poco interés en una
cronología absoluta de Jesús o en la sincronización de los episodios de su vida con
la historia secular de la época.157 Los evangelios fueron escritos principalmente
como documentos teológicos en el contexto del cristianismo primitivo, con los
plazos cronológicos como una consideración secundaria.158 Una manifestación
de los evangelios como documentos teológicos en lugar de crónicas históricas es
que dedican aproximadamente una tercera parte de su texto a tan sólo siete días,
es decir, a la última semana de la vida de Jesús en Jerusalén.159 Aunque los
Evangelios no proporcionan detalles suficientes para satisfacer las demandas de
P52, un fragmento de papiro
los historiadores modernos respecto a las fechas exactas, los estudiosos los han
de un códice (c. 90–160),
utilizado para reconstruir una serie de retratos de Jesús.157 158 160 Sin embargo, uno de los más antiguos
como se afirma en Juan 21:25 (http://www.biblegateway.com/passage/?search=J manuscritos conocidos del
uan+21%3A25&version=DHH), los evangelios no pretende ofrecer una lista Nuevo Testamennto.
exhaustiva de los acontecimientos en la vida de Jesús.161

Los estudiosos tienen diferentes grados de certeza acerca de la fiabilidad histórica de los relatos de los evangelios, y los
únicos dos eventos cuya historicidad es objeto de un acuerdo casi universal entre los especialistas son el bautismo y la
crucifixión de Jesús.3 Estudiosos como E.P. Sanders y, por separado, Craig A. Evans van más allá y asumen que los
otros dos eventos en los Evangelios son históricamente ciertos, a saber, que Jesús llamó a sus discípulos, y causó una
controversia en el Templo.9

Desde la hipótesis agustiniana, los eruditos siguen debatiendo el orden en que se escribieron los evangelios, y la forma
en que pueden haber influido en los demás, y varias hipótesis existen en ese sentido, por ejemplo, la hipótesis de la
prioridad de Marcos sostiene que el Evangelio de Marcos fue escrito primero, c. 70 d. C.162 163 En este enfoque, se
cree que Mateo fue escrito en algún momento después de esta fecha y Lucas, entre los años 70 y 100.164 Sin embargo,
de acuerdo con otra y más popular hipótesis, los evangelios no fueron escritos de manera independiente, sino que se
derivan de una fuente común llamada Q.165 166 La hipótesis de las dos fuentes, a continuación, propone que los
autores de Mateo y Lucas se basaron en el Evangelio de Marcos, así como en Q.167

Los evangelios se pueden ver como teniendo tres líneas separadas: una línea literaria que lo mira desde una
perspectiva textual; una línea histórica que observa cómo el cristianismo comenzó como un movimiento de renovación
dentro del judaísmo y con el tiempo se separó del mismo; y finalmente, una línea teológica que analiza las enseñanzas
cristianas.168 Dentro de la perspectiva histórica, los evangelios no se utilizan simplemente para establecer la
existencia de Jesús como fuente de pleno derecho por sí solos, pero su contenido es comparado y contrastado con el de
las fuentes no cristianas, y el contexto histórico, para sacar conclusiones acerca de la historicidad de Jesús.7 15 169

Padres de la Iglesia primitiva


Dos posibles fuentes patrísticas que pueden referirse a encuentros de testigos oculares con Jesús son las primeras
referencias de Papías y Cuadrado, informadas por Eusebio de Cesarea en el siglo IV.170 171

Las obras de Papías no han sobrevivido, pero Eusebio lo cita diciendo:170

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14/8/2018 Fuentes de la historicidad de Jesús - Wikipedia, la enciclopedia libre

Y si se daba el caso de venir alguno de los que habían seguido a los ancianos,
yo trataba de discernir los discursos de los ancianos: qué había dicho
Andrés, qué Pedro, qué Felipe, qué Tomás o Santiago, o qué Juan o Mateo o
cualquier otro de los discípulos del Señor; igualmente, lo que dice Aristión y
el anciano Juan, discípulos del Señor.

Richard Bauckham afirma que, mientras Papías estaba recolectando su información (c.
90), Aristón y Juan el Anciano (quienes habían sido discípulos de Jesús) estaban aún
con vida y enseñando en Asia menor, Papías reunió la información de las personas que
los habían conocido.170 Sin embargo, la identidad exacta de «el anciano Juan»
Eusebio de Cesarea.
terminó en el debate sobre la autoría del Evangelio de Juan, y los estudiosos tienen
opiniones diferentes sobre eso, por ejemplo, Jack Finegan afirma que Eusebio pudo
haber entendido mal lo que escribió Papías, y el anciano Juan puede ser una persona diferente del autor del cuarto
evangelio, sin embargo, siendo todavía discípulo de Jesús.172 Gary Burge, por el contrario, considera una confusión
por parte de Eusebio, y considera al anciano Juan como una persona diferente al apóstol Juan.173

La carta de Cuadrado (posiblemente el primer apologista cristiano) al emperador Adriano (que reinó entre 117-138)
probablemente tenga una fecha próxima y es informada por Eusebio en su Historia Eclesiástica 4.3.2 como
diciendo:174

Pero los hechos de nuestro Salvador se hallaban siempre presentes porque eran verdaderos, los que
habían sido sanados y los que se levantaron de los muertos no solamente fueron vistos al ser sanados
o resucitados, sino que algunos sobrevivieron, durante los días de nuestro Salvador, y una vez que Él
había partido permanecieron el tiempo suficiente, de modo que algunos de ellos incluso han llegado
hasta nuestros días.175

Por «nuestro Salvador» Cuadrado se refiere a Jesús, y su carta fue muy probablemente escrita antes del año 124.171
Bauckham señala que con «nuestros días» puede referirse a sus primeros años, en lugar de cuando escribió (117-124),
lo que sería una referencia contemporánea con Papías.176 Bauckham señala también que la importancia de la
declaración atribuida a Cuadrado es que enfatiza el carácter de «testigo ocular» de los testimonios a la interacción con
Jesús.175 Estas «declaraciones de testigo ocular» abundan en ciertos escritos cristianos tempranos, en particular en
evangelios y cartas apócrifos, que utilizaban la seudoepigrafía con el fin de darles credibilidad.

Textos apócrifos y gnósticos


Véase también: Evangelios apócrifos
Una serie de textos cristianos posteriores, que por lo general datan del siglo II o posteriormente, existen como
apócrifos del Nuevo Testamento, entre los que los evangelios gnósticos han sido de reciente e importante interés entre
los estudiosos.177 El descubrimiento de la biblioteca de Nag Hammadi en 1945 creó una cantidad significativa de
interés académico y muchos eruditos modernos han estudiado los evangelios gnósticos y escrito sobre ellos.178 Sin
embargo, la tendencia entre los estudiosos del siglo XXI ha sido aceptar que, si bien los evangelios gnósticos pueden
arrojar luz sobre la evolución de las creencias cristianas primitivas, ofrecen muy poco para contribuir al estudio de la
historicidad de Jesús, ya que fueron escritos muy tardíamente, por lo general consisten en dichos (en lugar de
narrativas, similares a los documentos hipotéticos Q), su autenticidad y autoría siguen siendo cuestionables, y varias
partes de ellos dependen de los componentes del Nuevo Testamento.178 179 El foco de la investigación moderna del
Jesús histórico ha estado ausente de los escritos gnósticos y dirigiéndose hacia la comparación de las fuentes judías,
grecorromanas y cristianas canónicas.178 179

A modo de ejemplo, Bart Ehrman afirma que los escritos gnósticos del Evangelio de Tomás (parte de la biblioteca de
Nag Hammadi) tienen muy poco valor en la investigación histórica de Jesús, porque el autor de ese evangelio no da
ninguna importancia a las experiencias físicas de Jesús (por ejemplo, su crucifixión) o la existencia física de los
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creyentes, y sólo está interesado en las enseñanzas secretas de Jesús en lugar de los eventos físicos.179 Del mismo
modo, el Apócrifo de Juan (también parte de la biblioteca de Nag Hammadi) ha sido útil en el estudio de las actitudes
imperantes en el siglo II, y las cuestiones de autoría en relación con el Libro de la Revelación, dado que se refiere a
Apocalipsis 1:19 (http://www.biblegateway.com/passage/?search=Apocalipsis+1%3A19&version=DHH), pero trata
principalmente sobre las enseñanzas posteriores de la ascensión de Jesús en una visión, no una narrativa de su
vida.180 Algunos estudiosos, como Eduardo Arnal, sostienen que el Evangelio de Tomás sigue siendo útil para la
comprensión de cómo fueron transmitidas las enseñanzas de Jesús entre los primeros cristianos, y arroja luz sobre el
desarrollo del cristianismo primitivo.181

Hay coincidencia entre los dichos de Jesús en los textos apócrifos y escritos cristianos canónicos, y los que no están
presentes en los textos canónicos son llamados Ágrafa. Hay por lo menos 225 ágrafa pero la mayoría de los estudiosos
que los han estudiado han llegado a conclusiones negativas sobre la autenticidad de la mayoría de ellos y ven poco
valor en su uso para la investigación histórica de Jesús.182 Robert Van Voorst señala que la gran mayoría de la ágrafa
son sin duda no auténticos.182 Los eruditos difieren en el número de auténticos ágrafa, alguna estiman que tan solo 7
son auténticos, otros tantos como 18 e inclusive más de 200, haciéndolos de poca utilidad por completo.182 Mientras
que la investigación sobre los textos apócrifos continúa, la opinión científica general sostiene que tienen poco que
ofrecer al estudio de la historicidad de Jesús, dado que a menudo son de origen incierto, y casi siempre documentos
tardíos de valor inferior.177

Referencias
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