Análisis del documental ‘Comprar, tirar, comprar’

Este documental comienza con Marcos que vive en Barcelona, este tiene una
impresora que tiene fallas técnicas y los vendedores a los que recurrió por una
posible reparación le sugieren comprar una nueva.
Aquí comienza el término de obsolescencia programada, es el deseo del
consumidor de poseer algo un poco más nuevo, un poco antes de lo necesario
este viene a ser el motor del consumismo.
La obsolescencia programada ha definido nuestras vidas desde los años 20, la
idea es acortar la vida de los productos para aumentar las ventas. Un ejemplo
claro es el iPod que se basó en la obsolescencia programada. Que tiene como
consecuencia la contaminación.
En 1972 en California se descubre que una bombilla del parque de bomberos
funcionaba desde 1901 (tiempo de duración 109 años). Las empresas de
bombillas crean un cartel llamado Phoebus su objetivo era intercambiar patentes,
controlar la producción de bombillas pero sobre todo controlar al consumidor con
el fin de que la gente comprara bombillas con más regularidad esto se logró
reduciendo la duración de las bombillas.
El problema de productos hechos para durar menos es un patrón que inicio con la
revolución industrial; de las nuevas máquinas salían mercancías mucho más
baratas, con producción en masas, los precios y muchos productos fueron más
asequibles.
Esto suponía problemas para la empresa Ford que producía un solo modelo de
carro y de mucha duración, en cambio, la competencia General Motors empezó la
producción de varios modelos con el fin de que el consumidor renovara su carro
cada 3 años y así las ventas de Ford cayeron.
En la época del crack del 29 el consumismo se frenó y llevo a los Estados Unidos
a una recesión económica; como consecuencia había desempleo en masas.
Así nació la idea de hacer obligatoria la obsolescencia programada propuesta por
Bernard London que planteo que todos los productos tengan una vida limitada.
Esta fecha de caducidad forzada reavivaría el consumo y la necesidad de producir
mercancías. Se intentaba equilibrar capital y trabajo así siempre habría mercado
para nuevos productos, siempre haría falta mano de obra pero esta idea nunca se
puso en práctica.
En 1950 la obsolescencia programada resurgió con Brook Stevens pero con u giro
crucial, ya no se trataba de obligar al consumidor, sino de seducirle con modelos
llamativos, que sean agradables a los ojos del consumidor.
La obsolescencia programada depende del consumidor, nadie obliga a ir a una
tienda y comprar un producto, van por su propia voluntad, es su elección. El estilo
de vida en los años 50 sentó las bases de la sociedad de consumo actual.
En la actualidad no es crecer para satisfacer las necesidades, sino crecer
infinitamente, con una producción sin límites y para justificarlo, el consumo debe
crecer sin límites.
Actualmente hay tres instrumentos fundamentales: la publicidad, la obsolescencia
programada y el crédito.
Actualmente se teme que no sea sostenible a largo plazo, un crecimiento ilimitado
no es compatible con un planeta limitado…
Al final de los 50 los consumidores empiezan a cuestionar la obsolescencia
programada, desde esa época se promulgo la garantía al consumidor 20 años
después.
En 1960 se hace el primer análisis académico de la obsolescencia programada; 20
años después de la caída del muro de Berlín el consumismo desenfrenado se da
en todo el mundo.
En la era del internet los consumidores luchan contra la obsolescencia
programada, el caso más conocido es sobre iPod de la empresa Apple, la
demanda que le hacen a Apple fue porque sus baterías solo duraban entre 8 a 12
meses.
La premisa en el desarrollo de iPod fue la obsolescencia programada, el caso
nunca llego a juicio, Apple creo un servicio de un recambio de baterías y prolongo
la garantía de dos años.
La obsolescencia programada afecta a países de tercer mundo como Ghana, se
practica un sistema que es de llevar los productos obsoletos de los países
desarrollados a países sub desarrollados, esto genera mucha contaminación
ambiental en estos países.
La economía del despilfarro está llegando a su fin porque ya no quedan lugares
donde pone los residuos, según Warner Philips, la obsolescencia programada se
ha desarrollado porque hay incentivos económicos; para una empresa es más
rentable fabricar que solo duren 3 años o 1000 horas porque así se vende más,
con el paso del tiempo nos hemos dado cuenta de que el planeta no puede
sostener esto para siempre, los recursos naturales y energéticos de los que
disponemos son limitados.
Warner Philips dice que no hay mundo ecológico y un mundo de negocios,
negocio y sostenibilidad van de la mano, es la mejor base para un negocio, la
única manera es considerar el costo real de los recursos utilizados, la energía que
se utiliza más el transporte, así el precio sería mucho más caro si su precio
incluyera todos los costos ocultos, esto quiere decir que no es contradictorio
fabricar productos de larga duración y dirigir un negocio rentable.
También se puede luchar contra la obsolescencia programada replanteando la
ingeniera y la producción de los productos, hacer que las maquinas funcione como
la naturaleza la obsolescencia programada quedaría obsoleta.
Braungart cree que la industria puede imitar el ciclo ficticio de la naturaleza y lo
hizo al rediseñar el proceso de producción de una fábrica textil; todo se puede
rediseñar desde cero y hacerlo útil, biológicamente o técnicamente.
En una sociedad del despilfarro, un producto de vida corta crea un problema de
necesidades, si una sociedad produce nutrientes, los productos de vida corta se
convierten en algo nuevo.
Hay ideas radicales contra la obsolescencia programada como el decrecimiento
que plantea que no solo basta con reformar los procesos productivos, quieren
replantear nuestra economía y nuestros valores.
Como conclusión es que el este documental habla sobre el desarrollo de la
obsolescencia programada a través del tiempo y las nuevas formas de combatir
este problema, con la transformación de productos de corta vida en algo nuevo y
así disminuir considerablemente el despilfarro y la contaminación en países sub
desarrollados