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Segundo parcial Psicología Experimental 2018

1. John B. Watson
Pese a que el condicionamiento clásico nace gracias los experimentos del fisiólogo ruso Iván
Pávlov, que se interesó por los reflejos de salivación en perros, Watson lo introdujo en
Estados Unidos donde tuvo un gran impacto en el sistema educativo americano.
Fue un conductista radical, un antimentalista, y, como tal, criticó a Sigmund Freud y el
psicoanálisis, ya que afirmaba que el estudio de la conciencia y la introspección no tenían
cabida en la psicología como ciencia. La psicología según Watson, solo tenía sentido a través
de la conducta observable y medible, y por eso, sus experimentos se realizaban en el
laboratorio, donde podía manipular el entorno y controlar el comportamiento de sus
sujetos.
Watson aporta a la psicología implementado un paradigma de condicionamiento o
conductismo, que la enseñanza siempre será en base a la respuesta, descarta la
instrospeción debido a que los contenidos mentales no pueden ser observados y es el padre
del conductismo
El objetivo del conductismo es hacer de la psicología una ciencia natural, y por tanto, debe
tener unos métodos que permitan observar, medir y predecir variables. John B. Watson
siempre será recordado como la persona que acuñó y popularizó el conductismo gracias a
sus publicaciones y sus investigaciones.

a) Condicionamiento clásico
Las aportaciones de Watson al conductismo se deben a sus experimentos de
condicionamiento clásico, un tipo de aprendizaje que implica respuestas automáticas o
reflejas, y que se caracteriza por la creación de una conexión entre un estímulo nuevo y un
reflejo ya existente. Es decir, es un tipo de aprendizaje según el cual un estímulo neutro,
que no provoca una respuesta, llega a poder provocarla gracias a la conexión asociativa de
este estímulo con el estímulo que normalmente provoca dicha respuesta.
El Condicionamiento clásico también se denomina modelo estímulo-respuesta o
aprendizaje por asociaciones (E-R).
En el proceso, diseñó el esquema del Condicionamiento clásico a partir de sus
observaciones:
El Estímulo Incondicionado (EI) es un estímulo que de manera automática provoca una
respuesta del organismo.
La Respuesta Incondicionada (RI) es la respuesta que ocurre en el organismo de manera
automática cuando está presente un estímulo incondicionado. Para Pavlov sería la cantidad
de saliva que el perro segregaba cuando se le presentaba la comida.
El Estímulo neutro (EN) es un estímulo que cuando está presente en el medio no provoca
ningún tipo de respuesta en el organismo.
Cuando un estímulo neutro se ha asociado temporalmente con un estímulo incondicionado,
éste pasa a ser Estímulo Condicionado (EC), ya que es capaz por sí mismo de provocar una
respuesta parecida a la que provocaba el estímulo incondicionado.
La Respuesta Condicionada (RC) es la respuesta que aparece al presentarse sólo el estímulo
condicionado. Para Pavlov sería la cantidad de saliva que segregaban los perros cuando se
les presentaba sólo el estímulo auditivo o visual.
Generalmente la RC es más débil que la RI y tiene una mayor latencia, es decir, tarda más
en darse una vez que el estímulo está presente.

2. B. F. Skinner
Skinner admitía que el condicionamiento simple podía ser útil en ciertos casos, pero
descartaba la posibilidad de que la conducta pudiera ser explicada solo a través de este
mecanismo, entre otras cosas porque las condiciones para que se produzca raramente se
dan fuera de un laboratorio. Sin embargo, sí creía que nuestro comportamiento (y el de
muchas otras formas de vida) puede ser entendido como un proceso de adaptación a
experiencias agradables y desagradables, útiles y no útiles.
El cambio que supuso la teoría de B. F. Skinner fue en otro sentido: en vez de poner el foco
en el modo en el que se asocian entre sí los estímulos, se fijó en la manera en la que quedan
asociadas las acciones que se realizan y las consecuencias de estas acciones. Lo que nos
ocurre a causa de algo que hemos hecho es, en sí, un estímulo del cual tomoamos nota. Así,
Skinner tiene en cuenta el bucle percepción-acción-percepción.

a) Condicionamiento operante
Como hemos dicho, Skinner es considerado el padre del condicionamiento operante, pero
su trabajo está basado en la ley del efecto de Thorndike. Skinner introdujo un nuevo
término en la ley del efecto: el refuerzo. La conducta que es reforzada tiende a repetirse; la
conducta que no es reforzada tiende a extinguirse (se debilita).
El condicionamiento operante puede describirse como un proceso que intenta modificar el
comportamiento mediante el uso del refuerzo positivo y/o negativo.
Su objetivo es el moldeamiento de la conducta proceso que se obtiene en que las
recompensas guían la conducta natural del individuo hacia una conducta deseada.
Skinner estudió el condicionamiento operante conduciendo experimentos con animales,
que colocaba en una “caja de Skinner”, similar a la caja-puzzle de Thorndike.
Skinner acuñó el término “condicionamiento operante”, que implica cambiar una conducta
utilizando refuerzos dados después de la respuesta deseada. Skinner identificó tres tipos de
respuestas u operantes que pueden seguir al comportamiento:

 Operantes neutros. Son respuestas del ambiente que ni aumentan ni disminuyen la


probabilidad de que la conducta se repita.
 Estas respuestas aumentan la probabilidad de que la conducta se repita. Los
refuerzos pueden ser positivos o negativos.
 Son respuestas que disminuyen la probabilidad de que una conducta se repita; los
castigos debilitan la conducta en cuestión.

b) Tipos de refuerzos
Lo que es o no es un refuerzo durante el condicionamiento operante depende del individuo
y de las circunstancias en que se encuentra en ese momento. Por ejemplo, unas galletas
pueden suponer un refuerzo para un perro hambriento, pero no para uno que acaba de
comer carne.
Los refuerzos se pueden dividir en dos grandes grupos: los primarios o intrínsecos y los
secundarios o extrínsecos.
Se dice que un reforzador es primario o intrínseco es aquel que posee un valor reforzante
biológicamente determinado y no por aprendizaje, cuando la respuesta es reforzante por sí
misma, es decir, cuando la respuesta es en sí una fuente de sensaciones agradables y la
acción se fortalece automáticamente cada vez que ocurre. Existen varios tipos de conductas
que son intrínsecamente reforzantes. Por ejemplo, las respuestas que satisfacen
necesidades fisiológicas, como beber cuando se tiene sed o comer cuando se tiene hambre,
son intrínsecamente agradables para la mayoría de los organismos. Muchas actividades
sociales o que brindan estimulación sensorial o intelectual son también con frecuencia
intrínsecamente reforzantes, al igual que la sensación de progreso en una habilidad.
También pueden ser reforzantes por sí mismas todas las conductas que ayudan a un
organismo a evitar algún daño. Sin embargo, las actividades intrínsecamente gratificadoras
no siempre son reforzantes desde el principio; por ejemplo, se necesita cierta habilidad
antes de que una actividad que requiere competencia (como tocar un instrumento musical,
por ejemplo) se vuelva inherentemente satisfactoria.
Los refuerzos secundarios o extrínsecos son aprendidos, y en ellos el premio o gratificación
no es parte de la actividad misma, sino que obtienen su carácter de refuerzo por asociación
con los reforzadores primarios. Por ejemplo, las recompensas monetarias se convierten en
refuerzo porque permiten a su vez conseguir refuerzos primarios. Un tipo de reforzadores
extrínsecos especialmente importante, que pueden influir enormemente cuando se trata
de modificar la conducta humana, son los reforzadores sociales como el afecto, la atención
o la aprobación.
En la vida real, diversos reforzadores intrínsecos y extrínsecos se encuentran habitualmente
entremezclados en un mismo suceso reforzante.
c) Reforzadores positivos y negativos
Los estímulos condicionales o reforzadores tanto positivos como negativos, pueden
utilizarse con la finalidad de rectificar o cambiar la conducta de la persona. Estos son de
gran utilidad tanto en la terapia psicológica, como en el ámbito escolar, familiar o incluso
laboral.
Skinner diferenciaba entre dos tipos de reforzadores: los reforzadores positivos y los
reforzadores negativos.

Reforzadores positivos
Los reforzadores positivos son todas aquellas consecuencias que aparecen tras una
conducta y que la persona considera satisfactorias o beneficiosas. Mediante estos
reforzadores positivos o satisfactorios, se busca aumentar la tasa de respuesta de una
persona, es decir que aumente la probabilidad de realizar o repetir una acción.
Esto significa que los actos que son reforzados de manera positiva tendrán más
probabilidades de repetirse puesto que van seguidos gratificaciones, premios o
recompensas percibidas como positivas por la persona que realiza la acción.
Es muy importante destacar que para que esta asociación sea efectiva hay que asegurarse
que la persona considere el refuerzo positivo como tal. Es decir, que le resulte realmente
atractivo.
Lo que una persona puede considerar como un premio no tiene porqué serlo para otra. Por
ejemplo, un niño al que apenas le dan caramelos puede percibirlos como un premio más
importante que otro que acostumbrado a ellos. Por lo tanto, será necesario conocer las
particularidades y diferencias de la persona para así, poder concretar cuál será el estímulo
idóneo que sirva como reforzador positivo.
A su vez, estos reforzadores positivos pueden ser clasificados en las siguientes categorías:
Reforzadores primarios o intrínsecos: son conductas que por sí mismas generan
satisfacción. Por ejemplo comer si se tiene hambre.
Reforzadores secundarios: se dan mediante aprendizaje y son externos a la persona.
Pueden ser materiales, como el dinero o sociales, como el reconocimiento.

Reforzadores negativos
Al contrario de lo que popularmente se cree, los reforzadores negativos no consisten en
administrar castigos o estímulos aversivos a la persona; sino todo lo contrario. La utilización
de reforzadores negativos busca aumentar la tasa de respuesta de esta mediante la
eliminación de aquellas consecuencias que esta considere negativas.
Por ejemplo, un niño que estudia para cierto exámen y obtiene una buena calificación. En
este caso los padres le eximen de realizar alguna tarea doméstica o alguna actividad que le
resulte desagradable.
Como podemos observar, a diferencia del refuerzo positivo, en este caso se elimina la
aparición un estímulo negativo o aversivo para que aumente una conducta determinada.
No obstante, aquello sí tienen en común es los estímulos también tendrán que estar
adaptados a los gustos de la persona.
d) Fases del condicionamiento operante
Adquisición: La adquisición de la respuesta se refiere a la fase del aprendizaje en que la
respuesta es seguida por reforzadores. Durante la adquisición la respuesta se vuelve más
fuerte o más frecuente, debido a su relación con la consecuencia reforzante.
Generalización: Las respuestas fortalecidas mediante procedimientos operantes en un
conjunto de circunstancias tienden a extenderse o a generalizarse en situaciones similares,
al igual que ocurre en el condicionamiento clásico. Cuando más parecidos sean los
contextos, más probable es la generalización.
Discriminación: Los individuos desarrollan también discriminaciones al reforzarse las
respuestas en una situación, pero no en otra.
Extinción: Cuando se retira el reforzamiento para alguna respuesta particular, dicha
conducta disminuye su frecuencia gradualmente hasta que solo ocurre con la misma
frecuencia con que ocurría antes del reforzamiento. Sin embargo, es importante advertir
que en muchas ocasiones, después de que se retiren los reforzadores, se advierte
inicialmente un aumento de la cantidad de respuesta y de la frustración antes de que
empiece la disminución.
Recuperación espontánea: Al igual que en el condicionamiento clásico, las respuestas que
se han extinguido vuelven a aparecer algunas veces, es decir, se da una recuperación
espontánea después de un descanso

3. Thorndike
En 1889, EL Thorndike realizó la primera demostración experimental de condicionamiento
instrumental con animales. Este autor inició sus estudios con la intención de demostrar que
los animales no utilizaban el razonamiento para resolver determinadas situaciones (opinión
que no era compartida por investigadores de su época) sino que, de una manera más
sencilla, encontraban la solución gracias a un aprendizaje de respuestas. Thorndike
comenzó a estudiar el proceso de aprendizaje en animales utilizando polluelos que situaba
en laberintos construidos con libros, pero los estudios experimentales más sistemáticos los
llevó a cabo con la llamada caja-problema diseñadas por él mismo.
Estas eran cajas de madera en el interior de las cuales situaba, generalmente, un gato
hambriento (también utilizó perros) y el animal tenía que aprender qué respuesta era la
más adecuada para que se abriera la puerta de la caja y pudiera acceder al plato de comida
del exterior que tenía a su vista. En el interior de la caja, el animal se encontraba con
diferentes mecanismos como palancas, cuerdas o baldas que, al ser correctamente
accionados, permitían la apertura de la caja. Thorndike registraba la latencia, es decir, el
tiempo que tardaba el gato a hacer la respuesta correcta y volvía a cerrar al animal dentro
de la caja. Este investigador observó que la duración de la latencia disminuía gradualmente
a lo largo de los ensayos sucesivos; así, si en la primera ocasión que el animal se encontraba
en la caja tardaba casi diez minutos en poder abrir la puerta, en el ensayo cuarenta podía
resolver en menos de dos minutos.
 Ley de la preparación: Cuando una tendencia a la acción es activada mediante
ajustes, disposiciones y actitudes preparatorias, etc, el cumplimiento de la tendencia
a la acción resulta satisfactorio, y el incumplimiento, molesto. Preparación significa
entonces, prepararse para la acción: el organismo se ajusta para disponerse a
actuar, como por ejemplo el animal que se prepara para saltar sobre la presa.
 Ley del ejercicio: Las conexiones se fortalecen mediante la práctica (ley del uso) y se
debilitan u olvidan cuando la práctica se interrumpe (ley del desuso). La fortaleza de
un hábito o conexión se define entonces a partir de la probabilidad de su aparición.
 Ley del efecto: Que una conexión se fortalezca o debilite depende de sus
consecuencias. Una conexión se fortalece si va acompañada luego de un estado de
cosas satisfactorio. Si no, se debilita. Lo satisfactorio o no satisfactorio se mide a
partir de la conducta observable, o sea si el sujeto persiste en buscar ese estado de
cosas o no. Las recompensas fomentan el aprendizaje de conductas recompensadas,
y los castigos o molestias reducen la tendencia a repetir la conducta que llevó a ellos.

4. Edward Tolman
Tolman fue uno de los primeros autores en estudiar los procesos cognitivos desde el marco
del conductismo; aunque se basaba en la metodología conductista, quiso demostrar que los
animales podían aprender información sobre el mundo y utilizarla de forma flexible, y no
únicamente respuestas automáticas a estímulos ambientales determinados.
Tolman conceptualizó las cogniciones, expectativas y objetivos como variables
intervinientes que median entre el estímulo y la respuesta. El organismo no es entendido
como pasivo, a la manera del conductismo clásico, sino que maneja de forma activa la
información.
Este autor se interesó especialmente en la vertiente intencional de la conducta, es decir, en
el comportamiento orientado a metas; por ello sus propuestas se categorizan como
“conductismo propositivo”.
“Según Tolman no se aprende una conducta sino el camino hacia el objetivo.”
“Así, la secuencia del aprendizaje es signo-conducta-significado: la percepción de
un estímulo (signo) es seguido por una conducta y luego se llega a un objetivo (o
significado). Se aprende una relación medio-fin, de forma tal que cuando el
organismo (animal o humano) asiste a una repetición de la misma situación,
responde con una cierta expectativa: “qué conduce a qué””
a) Mapas cognitivos
Tolman propuso el concepto de los mapas cognitivos para explicar los resultados de sus
experimentos y de los de Blodgett. Según esta hipótesis, las ratas construían
representaciones mentales del laberinto durante las sesiones de entrenamiento sin
necesidad de refuerzo, y por tanto sabían cómo llegar a la meta cuando ello tuviera sentido.
Un mapa cognitivo es un tipo de representación mental que sirve a un individuo para
adquirir, codificar, almacenar, recordar y decodificar información sobre las ubicaciones y
los atributos relativos de los fenómenos en su entorno espacial cotidiano o metafórico.
Lo mismo sucedería con las personas durante la vida cotidiana: cuando repetimos una ruta
de forma frecuente aprendemos la localización de un gran número de edificios y lugares;
no obstante, sólo nos dirigiremos a estos en caso de que resulte necesario para alcanzar
una meta determinada.
Para demostrar la existencia de los mapas cognitivos Tolman hizo otro experimento similar
al anterior, pero en el que después de que las ratas aprendieran el recorrido del laberinto
éste se llenaba de agua. A pesar de ello los animales conseguían llegar al lugar donde sabían
que encontrarían comida.
De este modo confirmó que las ratas no aprendían a ejecutar una cadena de movimientos
musculares, como defendían los teóricos del paradigma E-R, sino que eran necesarias
variables cognitivas, o al menos no observables, para explicar el aprendizaje que habían
adquirido, y la respuesta utilizada para alcanzar el objetivo podía variar.

5. Hull
Hull planteó que el aprendizaje es un modo de adaptación a los retos del medio que
favorece la supervivencia de los seres vivos. Lo define como un proceso activo de formación
de hábitos que nos permiten reducir los impulsos, como el hambre, la diversión, la
relajación o la sexualidad. Estos pueden ser básicos o adquiridos por condicionamiento.
Según Hull, cuando nos encontramos en un “estado de necesidad” aumenta el impulso, o
la motivación, para llevar a cabo un comportamiento que sabemos por experiencia que la
satisface. Para que la conducta sea ejecutada es necesario que el hábito tenga una cierta
fuerza y que el refuerzo que se obtendrá por el comportamiento motive al sujeto.

Cuando la acción de un organismo es un requisito para incrementar la probabilidad de


supervivencia del individuo o de una especie en una determinada situación, se dice que esta
en un estado de necesidad. Dado que una necesidad, actual o potencial, usualmente
precede y acompaña a la acción del organismo, suele decirse que la necesidad motiva o
impulsa la actividad asociada.
A causa de esta propiedad motivacional de las necesidades, estas se consideran como
productores de impulsos- drives- animales primarios.
Es importante advertir a éste respecto que el concepto general de impulso procede
marcadamente a poseer el status sistemático de una variable o de una X nunca
directamente observable.
La necesidad actúa, púes como variable independiente suscitando el impulso. Este
integrado a su vez con otras variables intervinientes, contribuye a formar el potencial
evocador de respuesta del que la conducta es función.

CONDUCTA = F (SER) = F (D* K * SHR)

SER = Potencial evocador de respuesta

D = Drive o impulso
K = Motivación de incentivo o cantidad y calidad de la recompensa.
SHR = Fuerza del hábito.

La teoría de la reducción del impulso implica impulsos básicos, impulsos adquiridos y


reforzadores condicionados.
Impulsos Básicos: hambre, ser, alejamiento del dolor y sexo.

Impulsos Adquiridos: elicitados por los estímulos que se asocian a los impulsos básicos.
Reforzadores secundarios: estímulos asociados con los reforzadores (reductores del
impulso) primarios.
"El principal aporte de la teoría de la reducción, según Hull, corresponde en gran medida en
la eliminación y reducción de estos drives, que en algun momento dificultan la actividad de
las personas como tal, lo cual tambien implica un aumento en el potencial humano y en el
desenvolvimiento de éste en su medio laboral, ya que satisfaciendo todas las necesidades
que tiene el ser humano, se podrá mejorar el desempeño y asi tener un mayor éxito en su
vida."Que

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