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Sal 73 SALMO 73: SALMO DIDACTICO.

DE LA DUDA A LA FE
1. La introducción del salmista, vv. 1–3
2. Las ventajas de los impíos, vv. 4–9
3. Lo inútil de la piedad, vv. 10–14
4. La perspectiva bíblica, vv. 15–20
5. La fe reafirmada, vv. 21–26
6. La conclusión del salmista, vv. 27, 28

Sal 73:1-28
SALMO 73 : SALMO DIDACTICO. DE LA DUDA A LA FE
Según el título este es un salmo de Asaf; después siguen diez salmos más de Asaf, hasta el 83. También este está
en una colección de salmos de Elohim H430 (se usa Elohim en vez de Jehová) que abarca desde el Salmo 42 hasta
el 84. Asaf era el fundador de uno de los tres principales gremios o grupos de cantores.
El Salmo presenta una lucha personal de fe similar a Job; aquí también se nota una profunda actitud de fe y
victoria.
El Salmo es didáctico (ver Sal. 1) y demuestra rasgos de la literatura sapiencial.

1. La introducción del salmista, vv. 1-3 Bueno es Dios (v. 1) es una declaración positiva sin duda. Ahora, al escribir
el Salmo, el salmista puede decirlo; pero durante la experiencia que relata en seguida dudó de Dios. Para con
Israel se puede traducir “Oh Israel”, que muestra el Sitz im Leben (situación en la vida) del cual surgió el Salmo. El
salmista está hablando a la asamblea de Israel. Los limpios de corazón es clave para la visión del salmista;
muestra la importancia de actitudes en comparación con las circunstancias. La palabra corazón se usa seis veces
en el Salmo. El estado del corazón determina la dirección de la vida. El deslizarse aquí tiene que ver con la
aceptación de la conducta del impío. La duda podría llegar a eso; felizmente para este salmista no llegó a eso. El v.
3 muestra la razón por esta crisis de fe, no pudo entender por qué los impíos prosperan. El salmista es muy
honesto; podría hablar de injusticia, pero reconoce que la raíz del problema era su envidia.

2. Las ventajas de los impíos, vv. 4-9 Dice el salmista que ni la muerte les asusta; no se preocupan por ella. Se ve
que lo que preocupa al salmista no es la prosperidad pasajera de algunos impíos sino los que aparentemente
siguen prosperando toda la vida hasta la muerte. Además, tienen buena salud, están gordos, comen bien, van a
su casa de descanso cada fin de semana, en fin la vida la llevan suave. No sufren… (v. 5), pues su riqueza les da los
beneficios de buenos medicamentos, los mejores médicos, buenas vacaciones y todo lo que ayuda a la buena
salud. Además, la soberbia los ciñe (v. 6); creen que son dueños de todo y por su astucia pueden disfrutar de la
vida. También se aprovechan de otros por la violencia, sea violencia directa o violencia económica. No tienen
convicciones contra el soborno (la “coima” o “mordida”). El creyente se niega de estas ventajas por sus
convicciones éticas. Sus ojos se les salen (v. 7) indica su buena salud y gordura, pues consiguen todo lo que
desean. Para el colmo, se burlan de Dios (vv. 8, 9). Nos hace pensar en los burladores en el Salmo 1. En los textos
ugaríticos se encuentra una poesía paralela al v. 9: “Un labio contra el mundo inferior, un labio contra el cielo, la
lengua contra las estrellas.” Después el salmista verá un lado negativo, pero ahora en su reflexión está viendo
todas las ventajas que gozan estos impíos prósperos.

3. Lo inútil de la piedad, vv. 10-14 El v. 10 es difícil de traducir; probablemente el texto heb. se ha corrompido. Lit.
dice: “Por eso Dios hará volver a su pueblo aquí.” Pero nuestra versión, con cierto retoque basado en versiones
antiguas, da el sentido que debe tener el versículo. La idea es que muchos aun en el pueblo de Dios son influidos
por estos impíos y así se desvían del camino y Dios es blasfemado. También la segunda parte del versículo es
obscura en el heb., pero el sentido aquí en RVA es correcto. Se juntan con estos impíos muchos que beben todo lo
que viene de ellos como si fuera la verdadera agua de vida (Delitzsch). Hoy día lo vemos en el loor popular al
éxito. En el v. 11 hablan los que siguen a estos impíos prósperos. Creen que Dios no se da cuenta o por lo menos
no le interesa. Según el v. 12 los impíos siempre están tranquilos y aumentan sus riquezas. Nos hace pensar en
algunas de las estrellas de cine o de la música rock o de los deportes. Los medios de comunicación dan la
impresión de que todo va bien para ellos. En vano… (v. 13). El salmista expresa las dudas que tenía. Todo el
sacrificio, el seguir principios éticos bíblicos, me ha sido en vano. ¿Para qué sirve toda esta negación y el
sufrimiento que he aguantado? (v. 14). Muchos creyentes, en tiempos de desánimo, han pensado lo mismo. A
veces pareciera que los creyentes sufren más problemas que los impíos. Jeremías expresa algo similar: Justo eres
tú, oh Jehovah, para que yo contienda contigo. Sin embargo, hablaré contigo sobre cuestiones de derecho. ¿Por
qué prospera el camino de los impíos? ¿Por qué tienen tranquilidad todos los que hacen traición? (Jer 12:1).
4. La perspectiva bíblica, vv. 15-20 En este párrafo el salmista muestra su cambio. Estaba tentado de hablar como
ellos, pero esto hubiera sido el camino de apartarse de Dios. Más bien el salmista empieza a pensar en sus
hermanos en la fe, los otros en el pueblo de Dios, y reconoce su responsabilidad hacia ellos. Nótese que el inicio
de su saneamiento es una decisión moral más que mental. Y nótese el valor del pueblo de Dios. Por eso el autor
de Hebreos dice que no debemos dejar de reunirnos; más bien hemos de exhortarnos al amor y a las buenas
obras (Heb 10:24-25). En el v. 16 el salmista reflexiona y hace un intenso trabajo de razonamiento sobre el tema.
Pero el trabajo mental no era suficiente; el v. 17 indica que la respuesta vino por la fe: hasta que, venido al
santuario de Dios. Vio la luz cuando miró a Dios, no como objeto de especulación sino en adoración (Kidner).
Ahora, al volver a la comunión con Dios, el salmista también vuelve a mirar con la perspectiva bíblica. Entiende el
asunto en términos de largo alcance. Entiende la inseguridad y falta de esperanza que padecen los impíos. Lo que
ve en cuanto a ellos incluye:
1) el fin de ellos, la ira de Dios (cf. Phi 3:18-19);
2) Son inestables para confrontar problemas cuando vienen y no tienen respuesta a la muerte; y
3) sus valores son pasajeros (vv. 18 y 20). Vemos en el párrafo la importancia de la perspectiva bíblica. La pregunta
que importa es: “¿Cómo podemos tener esta perspectiva?” Ofrecemos cuatro claves para ir desarrollando una
perspectiva bíblica:
1) la comunión con Dios (v. 17);
2) la meditación para aplicar la Palabra de Dios a los detalles cotidianos de la vida;
3) conocer y usar la Palabra de Dios;
4) la comunión con los creyentes, pues en la iglesia nos apoyamos unos a los otros.

5. La fe reafirmada, vv. 21-26 Lo primero que el salmista muestra es su arrepentimiento por haber dudado (v. 21).
Lo mismo pasó a Jeremías (Jer. 15). El salmista ahora entiende cuan torpe fue de pensar que los impíos tienen la
buena vida. A pesar de lo que nos dicen, es evidente que las estrellas que mencionamos no llevan una vida feliz.
Ahora reconoce el salmista que a pesar de sus dudas, Dios no le abandonó, yo siempre estuve contigo (v. 23).
Aun en ese tiempo cuando se tambaleaba Dios le tenía por la mano.
¡Qué fiel es Dios! El salmista alaba a Dios por su fidelidad;
1) su presencia;
2) su ayuda (v. 23);
3) su dirección en la vida (v. 24); y
4) la esperanza de gloria futura (v. 24). Los vv. 25 y 26 son una linda declaración de confianza en Dios.

Como creyentes en Cristo podemos decir que en verdad Jesús es nuestra vida.

6. La conclusión del salmista, vv. 27, 28 Los vv. 27 y 28 muestran el contraste entre los impíos y los creyentes.
Para el salmista el bien es estar cerca a Dios. Termina con una alabanza a Dios quien dirige a sus hijos a través del
sufrimiento a la gloriosa victoria. Este Salmo nos enseña a confiar en tiempos de desánimo y duda y nos enseña a
no codiciar los valores del mundo.

Paradojas Phi 73:1-12

En medio de la prosperidad ilusoria, el miedo es la enfermedad de nuestro tiempo.


Jesús dijo a sus discípulos: “¿Dónde está vuestra fe?” (Luk 8:25).
1. Tenemos dinero, pero somos codiciosos.
2. Hablamos de seguridad, pero fabricamos bombas atómicas.
3. Estamos enamorados, pero somos infieles.
4. Somos razonables, pero hacemos guerras.
5. Nos consideramos felices, pero el miedo nos paraliza.
6. Prescindimos de Dios, pero servimos a los baales.
7. Denunciamos la injusticia, pero atentamos contra los derechos humanos.

Joya bíblica En cuanto a mí, la cercanía de Dios constituye el bien.


En el Señor Jehovah he puesto mi refugio para contar todas tus obras (Luk 73:28).

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