Naiara Rojo Espino.

Nacida en Vitoria en 1982. Cursó sus estudios en el Conservatorio de danza José Uruñuela. A
los 18 años se trasladó a Madrid, donde se graduó en danza clásica por el Conservatorio
Profesional de danza María de Ávila. En estos años en Madrid amplió su formación en danza
contemporánea y teatro con maestros como Julia Estévez, Víctor Ullate, Irena Milovan,
Antonio Almenara, Tony Fabre, Christine Tanguay o Francesc Bravo.

En el año 2003, inicia su carrera profesional de la mano de Carmen Roche y a los pocos meses
Pedro Berdälles, codirector y coreógrafo de la compañía 10&10 danza, le ofrece intervenir en la
obra ‘Contrastes’. En 10&10 también trabajo bajo la dirección de Mónica Runde en la
producción de ‘Hebras de mujer’.

Este período, influyó fuertemente en su trayectoria y su vida ya que a partir de este momento
Arte y Espiritualidad se unen y se manifiestan como principios de su inquietud artística.

Tras esta experiencia, regresa a Vitoria para poner en marcha un proyecto multidisciplinar
junto a su hermana Dorleta, La Danzatería (2007), lugar donde se inicia en la enseñanza de la
danza y en la creación artística para teatro de calle (‘ En un instante vivo’ Luna KREA 2009 y ‘
Encuentros en el silencio’ Luna KREA 2010).

Sus inquietudes en diversos campos le llevan durante estos años a ampliar su formación en
Terapias alternativas tales como Ayurveda, Kinesiología o cocina energética.

En el año 2011, viaja a la ciudad de Nueva York para el desarrollo de un proyecto sobre
abstracción, pintura y movimiento. Por tres meses recibe clases con diferentes maestros en la
Art Students League, entre ellos David Black, quien le abre a la creación en conjunto,
participando en el taller ‘Tunisian Collavorative proyect’.

A partir de este momento, danza y pintura se unen creando un lenguaje de abstracción.

Reconociendo en el Arte la libertad y el amor que envuelven el misterio de la Creación.
Bach-Rhetorik.

Un encuentro a través de Bach,

Llamada del alma que emerge envuelta por el misterio

…la voz, la luz, el movimiento.

Sincronía desde el primer momento,

embriagados por el aroma del Maestro,

nuestro corazón expresó en alto el amor de su creación

y la alegría de aquel instante nos hizo ver el Sentido de éste, nuestro encuentro.

Gracias Carlos por compartir tu amor por Bach y en su obra hacernos uno.