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Trabajo Final.

El anhelo por lo religioso, una sacralización desesperada de la realidad

Por: José Manuel Arias Córdova.

Hablar en la actualidad sobre fenómenos religiosos de indefinida religión resulta absurda


para muchos, puesto que, el hombre en general aparta su mirada de ellos, y se sumerge en lo
que Heidegger llamaba Vorhandensein, sin embargo, quien no lo hace presenta un ansia
profunda de trascendencia.1

Esta existencia (Vorhandensein) tiene unas implicaciones fenomenológicas de acuerdo a su


época histórica, en la actualidad, especialmente, en nuestro contexto, México, la sociedad se
desarrolla en una interiorización que se encuentra fuertemente marcada por la tecnología, el
consumo y el capitalismo en general.

Sin retomar a los filósofos neomarxistas, podemos darnos cuenta que nuestro encuentro con
la realidad se determina por una mediación tecnológica que nos absorbe, de modo que nos
volvemos nada más que una parte más de la maquinaria superflua (la sociedad en general)
que se mueve con nosotros o sin nosotros.

En este breve contexto surge una necesidad que, si bien, no es vista por muchos, hay sujetos
insertos en la sociedad que anhelan esta necesidad, incluso hay quienes no la abandonan;
estadísticamente la población adulta mayor (older people2), es la que aún no abandona la
religión.

Esta secularización a nivel mundial tiene implicaciones metodológicas que en este ensayo se
van a analizar a partir de diversas entrevistas realizadas por el autor a diferentes personas con
académicos diversos.

La estructura versa, principalmente, por una estructura de entrevista semi abierta que sirvió
de guía para la información recabada. Al final del ensayo, pretendo anexarlas junto con los
participantes de las entrevistas.

Para no romper el hilo de conducción de un ensayo común, pretendo hacer una generalización
de las respuestas, acentuando las diferencias, de modo que continúe la redacción en prosa.

1
ADRIANO Alessi. Los caminos de lo sagrado. Ediciones Cristiandad. Madrid. 2004. Pág., 31.
2
http://www.pewforum.org/2018/06/13/the-age-gap-in-religion-around-the-world/
La necesidad de Dios

Es trágico ver como el abandono de la religión y específicamente de Dios, ha traído un


declive de la sociedad en el país. Dios (en el cristianismo), nos mantiene en un límite, una
estabilidad cuando nos da las reglas de vida a partir de los mandamientos entregados a
Moisés. Este principio nos anticipa hacia una moralidad, un actuar que nos determina como
personas. La evidencia de que Dios existe no parte de una visión epistemológica, sino a través
de su mensaje revelado, al cual nosotros le damos una validez ejerciendo el mandato divino.

Por otro lado, Dios es necesario como el modelo a seguir, no solamente es un Dios que se
encuentra lejos de nosotros y al cual se le ora siempre, es un modelo en cuanto adoptamos
como Pablo de Tarso ser fieles imitadores de Dios, lo cual se ve reflejado en el actuar de los
hombres. En la actualidad con lo comentado previamente vemos que los problemas sociales
en nuestro país tienen su fundamento en el declive de la religión, puesto que nos encontramos
en una especie de limbo en el que no tenemos una dirección fija y por el contrario nos
perdemos.

Sin embargo, hay quienes aun conservan un espíritu religioso que ansía cada vez más a la
trascendencia, incluso lo han experimentado. En situaciones límite3 vislumbramos una
manifestación divina cuando nos encontramos al borde de la muerte o una tragedia. En los
quirófanos, consultorios médicos, etc., es común encontrar una imagen de Cristo siendo el
guía de la mano del cirujano, y no está lejos de ser una realidad. La tasa de mortalidad, y de
enfermos a causa de crímenes ha aumentado drásticamente en los últimos años, incluso los
mismos médicos han sido objeto de amenazas por parte de las organizaciones criminales,
ante la desesperación del mundo en que vivimos encontramos un consuelo muy grande en
Dios, pues al igual que la imagen, Cristo guía nuestras vidas hacia un futuro mejor.

Ante diversas visiones podemos ver que la necesidad de Dios versa en el contexto social en
el que se desarrollan las personas, siendo éste un factor para analizar la necesidad y el interés
en una trascendencia.

3
SANDRA Baquedano Jer. Situación límite y suicidio en Jaspers. Universidad de Chile. Philosophia 73/1:
2013. pp. 45 a 60.
Conocimiento de Dios

En filosofía hay quienes afirman la existencia de Dios a partir de la metafísica y la teología


natural, otros por el contrario la niegan, esta visión opuesta del conocimiento racional de la
divinidad nos atrae en la búsqueda de la verdad.

Demostrar o negar son un análisis hermenéutico y epistemológico que, debido a su


consistencia tan grande, es imposible desarrollar aquí, sin embargo, el centro en este punto
no es ver si existe o no, sino, la forma en que influye el contexto social para determinar
nuestro acceso a la divinidad.

El conocimiento de Dios se manifiesta en la religión católica por la revelación de Dios padre


a los hombres, sin embargo, ante la secularización del mundo y la separación cismática de la
iglesia, desde la modernidad ha tomado mayor popularidad demostrar la existencia de Dios
desde un modelo científico, lo cual no es posible, debido a que, Dios no se subyuga a las
leyes de la naturaleza o del mundo, por eso la forma que hemos aprendido para demostrar a
los pragmáticos la existencia de Dios parte de las analogías expuestas por Santo Tomás de
este modo la metafísica ocupa el puesto de sostenedora de la religión ante los escépticos.

De modo diverso pero igual centrado hacia el conocimiento de Dios se da en la revelación y


en la experimentación sentimental de Dios, puesto que a Dios no se le puede entender como
un ser definible sino como una superioridad que nos rebasa y que a pedacitos podemos
conocer y sentir, no solamente se nos revela, ni nos releva su mensaje, sino que también nos
revela su amor, se manifiesta la emoción a través de la experiencia que tenemos con él en los
momentos sagrados como la misa, las horas santas, etc.

Dios por lo tanto tiene dos vertientes para su acceso, una es por el método racional –
metafísico, es decir un conocimiento estructurado científico de Dios que contiene verdades,
pero carente de la totalidad de ellas, querer abarcarlas es absurdo.

Por el otro lado nos encontramos con un sentimiento religioso que se manifiesta en rituales
y lugares que se consideran sagrados, este sentimiento tiene su verdad en la revelación de la
divinidad, revelación que es personal de encuentro intimo con la trascendencia e indefinible
racionalmente.
Lugares y objetos sagrados

Como mencionamos con anterioridad la comunicación de Dios con el hombre parte de la


revelación, de acuerdo a la medida del entendimiento humano a través de lugares y objetos
sagrados.

Los lugares y los objetos sagrados se manifiestan en las diferentes culturas y en la cultura
mexicana no es diferente; la delimitación entre lo que son lugares y objetos sagrados tienen
una frontera a la que la religión llama religiosidad popular, lo que está más allá de ese limite
resulta algo totalmente diferente a la divinidad.

En México tenemos muchos lazos que nos conectan a Dios, estos son lugares como los
templos y objetos como la Sagrada Eucaristía, y los símbolos y las imágenes. La tradición
mexicana religiosa en general tiene elementos que se adoptaron posterior a la conquista como
el día de todos los santos, popularizado como día de los muertos, desviando a Dios a objetos
esotéricos que difieren con el mensaje cristiano.

Un ejemplo clave es la llamada santa muerte como un objeto no sagrado, adoptamos lugares
y figuras de imágenes que difieren con el evangelio, a esta imagen se le construyen templos
y se celebran rituales en su honor deificando el objeto mismo de adoración. Pese a los
constantes llamados de atención a la sociedad de revelar el mensaje tras la adoración de esta
imagen, la gente se aferra a ella con un objetivo relacionado con la vida y la muerte, su uso,
además de ser contrario a Dios, se vicia por una voluntad autónoma que engendra crímenes
sociales4.

Los lugares sagrados son frecuentes en nuestra iglesia católica puesto que las revelaciones a
los santos nos llevan a la creación de nuevas iglesias que, en un sentido indirecto5 se vuelven
lugares con objetos sagrados.

En la actualidad divinizamos objetos que satisfacen nuestros placeres, objetos que nos dan
comodidades superfluas, incluso muchas personas experimentas sentimientos religiosos y
psicológicos ante estos objetos, principalmente con la tecnología que nos ha abarcado.

4
https://www.proceso.com.mx/310895/dan-6-anos-de-carcel-a-lider-de-la-iglesia-de-la-santa-muerte
5
Indirecto en un primer momento puesto que no necesariamente se manifiesta Dios en ese lugar, hasta que el
rito religioso se lleva a cabo hay un contacto directo con la divinidad.
Es común ver en redes sociales nuevos evangelizadores electrónicos que implementan
modelos pedagógicos cibernéticos para acercar a la juventud hacia Dios, sin embargo, con
mucho pesar, no todos tienen la apertura al diálogo con Dios, dejando de este modo una
posición contraria al mensaje electrónico de la divinidad.

La utilidad de la tecnología la viciamos cuando desviamos nuestra atención al placer y el


ocio, los malestares implicados en estos objetos son que nos apartan del descubrimiento del
mundo de la proximidad en la que nos desenvolvemos, incluso internet nos da la posibilidad
de viajar por todo el mundo en una pantalla, pero nos viciamos y absortos en esta realidad
virtual nos maquinizamos a nosotros mismos y en consecuencia nos volvemos dependiente
de estos objetos.

Sin embargo, estos objetos no son sagrados a pesar de que ofrezcan una felicidad pasajera,
un objeto sagrado tiene conexión directa con Dios y una utilidad que nos representa a la
divinidad, debido a esto, el objeto se resguarda como signo de que ese objeto tuvo contacto
con lo sagrado.

Lo objetos que deificamos son recursos que, en definitiva, nos pueden acercar a Dios, pero
no por esto tener una relación directa con él.

La persistencia de lo sagrado

El regreso del hombre hacia lo sagrado parte de la necesidad y las aspiraciones del hombre
hacia un más allá de la ciencia y el desarrollo económico, es decir, la ciencia y la economía
no responde a las cuestiones más primarias del deseo de conocer la verdad.

Nunca el hombre se encuentra completamente en paz, se debate entre la desesperación y la


náusea, entre la rebelión y el sometimiento, entre tentaciones de dominio prometeico y el
oscurecimiento de los valores. Experimenta una profunda ansia de trascendencia, una
necesidad no alcanzada de posterioridad, que le deja enteramente insatisfecho.

La modernidad ha cambiado la forma de vida del hombre, incluso su forma de religiosidad,


sin embargo, esta, como se llega a creer erróneamente no está extinta, sino que ha ido
evolucionando de igual forma que su forma de pensar.
La religión, marcada por la cultura, se encuentra en declive debido a que se vuelve obsoleta
en cuanto no responde a las necesidades de la cultura en la que se encuentra, es por esto que
la religión tiene necesidad de adaptarse a la nueva cultura contemporánea en la que se
encuentra.

El interés sigue vigente porque el hombre secularizado deriva históricamente del hombre
religioso, de quien hereda preocupaciones e instancias múltiples, o porque continúa llevando
inscritos existencialmente, en el fondo de su ser, interrogantes y anhelos que le sitúan, al
menos en momentos determinados, ante el significado radical de la dimensión religiosa.

La prevalencia entonces, del fenómeno religioso, sigue inscrita en el hombre de diversa


forma, ya que esta secularización tiene hacia el rechazo de una divinidad, pero ambiguamente
a la exaltación de algún objeto de exaltación.

Conclusión

Debemos afirmar que Dios no esta lejos de nosotros, se encuentra si se toma la iniciativa de
buscarlo, sin embargo, hay que tener en cuenta que lo que consideramos silencio de Dios, es
un modo de probar la fe que el hombre tiene.

Si es demostrable o no la existencia de Dios no interesa cuando se tiene una enfermedad


escéptica de conocer la verdad, si por el contrario tenemos una apertura al encuentro con la
divinidad, debemos estar seguros que la vamos a encontrar, mas no a comprender.

Bibliografía

ADRIANO Alessi. Los caminos de lo sagrado. Ediciones Cristiandad. Madrid. 2004.

SANDRA Baquedano Jer. Situación límite y suicidio en Jaspers. Universidad de Chile.


Philosophia 73/1: 2013. pp. 45 a 60.

Pew Research Center Religion & Public Life. The Age Gap in Religion Around the World.
Disponible en: http://www.pewforum.org/2018/06/13/the-age-gap-in-religion-around-the-
world/
Anexo

Guía base para la entrevista:

1. ¿Dios tiene cabida en esta realidad cuando parece innecesario? ¿De qué nos sirve que
exista Dios hoy?
2. ¿Se puede demostrar la existencia de Dios racionalmente? ¿Cómo?
3. ¿Todos podemos conocer a Dios?
4. Los lugares sagrados ¿son en sí mismos sagrados, es decir objetivamente sagrados o
por el contrario son subjetivamente sagrados, es decir, nosotros le otorgamos esa
sacralidad al objeto?
5. En la actualidad divinizamos muchos objetos que satisfacen nuestros placeres,
incluso muchos experimentan sensaciones religiosas con estos objetos; ¿son sagrados
estos objetos?
6. Ante nuestra realidad contemporánea ¿cuál es el motivo de que el hecho sagrado
persista?
7. ¿Alguna recomendación para los jóvenes que son quienes experimentan hoy estas
desviaciones religiosas?

Entrevistados

María Elvira Salgado V. Lic. En educación primaria, Lic. En educación media superior
Intercultural. Religiosa de la congregación religiosa Siervas de Jesús Sacramentado SJS.

Jesús Antonio Córdova de la Cruz. Lic. En educación media superior Intercultural. Mtro. En
educación media superior y superior.

José Manuel Arias Córdova. Médico general. Diplomado en Ultrasonografía.

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