Sei sulla pagina 1di 8

MATERIA: TEORIA DE LAS

OBLIGACIONES

ACTIVIDAD 9: GARANTIAS DEL


DERECHO DE CREDITO

PROFESOR: JOSE ALBERTO GARCIA


GARZA

ALUMNO: RICARDO TAMEZ


BARBOSA

FECHA: 31-07-2018

MONTERREY NL
Concepto de responsabilidad patrimonial universal

Al analizar los elementos que integran la obligación, se ha dicho que esta presenta
dos elementos fundamentales: el débito y la responsabilidad. En el Código Civil el
concepto del débito aparece recogido en el artículo 1.088: «Toda obligación
consiste en dar, hacer o no hacer alguna cosa», mientras que el principio de la
garantía o responsabilidad patrimonial, por el cual el patrimonio del deudor
constituye la garantía del derecho de crédito, está recogido en el artículo 1.911 :
«Del cumplimiento de las obligaciones responde el deudor con todos sus bienes,
presentes y futuros» (Castán, 1992)

La responsabilidad universal no solo actúa de modo directo cuando se produce un


incumplimiento, sino que también indirectamente constituye una garantía (en
sentido impropio), ya que la existencia de bienes en el patrimonio del deudor da
cobertura y seguridad al crédito (Montés Penadés, 1994).

Primero. PATRIMONIALIDAD.—La responsabilidad del deudor es patrimonial, no


personal. Históricamente, respondía el deudor con su persona; era la prisión por
deudas que se mantuvo hasta bien entrado el siglo pasado.
Alcanza al patrimonio del deudor, es decir, al conjunto de relaciones jurídicas
patrimoniales cuya titularidad corresponde al mismo: por tanto, no se incluyen los
derechos que no tienen valor patrimonial.
Segundo. UNIVERSALIDAD. —La responsabilidad del deudor es universal:
… todos sus bienes, presentes y futuros,

Derechos Accesorios de Garantía

Concepto de garantía La garantía general, representada por la responsabilidad


patrimonial universal, no basta para tutelar debidamente el cumplimiento de la
obligación, pues son muchas las contingencias que pueden obstaculizar la
satisfacción del derecho de crédito (Castán, 1992). Entre otras circunstancias
están la pasividad del deudor, la enajenación fraudulenta de sus bienes, la
generación de nuevas deudas.

En cuanto a las clases y conceptos diferenciales de los derechos reales de


garantía
• resultan de una evolución histórica compleja: Así, en la época de la
CODIFICACIÓN, las garantías reales se definieron según la naturaleza de los
bienes afectados. Por ello el Código regula:
→ La prenda, como el derecho real que recae sobre bienes muebles, perdiendo el
deudor su posesión, que se desplaza al acreedor
→ La hipoteca, como el derecho real que recae sobre bienes inmuebles y no lleva
consigo desplazamiento de su posesión
→ Y la anticresis, que siendo similar a la prenda, recae, no obstante, sobre
inmuebles, otorgando al acreedor la facultad de percibir sus frutos para imputarlos
a los intereses.
Medidas conservativas

Se denominan medidas conservativas a las que permiten al acreedor impedir que


el patrimonio del deudor disminuya, y procuran conservar íntegros los derechos y
bienes de tal patrimonio. La razón de ser estas medidas se encuentra en que el
deudor puede burlar el derecho de garantía legal que el art. 1.911 del Código
reconoce a sus acreedores sobre todos los bienes, presentes y futuros, ya por
simple omisión, dejando de cobrar sus créditos (dejando de ejercitar derechos y
acciones), o ya por acción, transmitiendo fraudulentamente sus bienes a otras
personas para así disminuir su patrimonio Medidas ejecutivas Se denominan así
aquellas medidas en cuya virtud el acreedor puede conseguir la realización de
crédito.2 Las vías ejecutivas tienden a hacer efectiva la responsabilidad del
deudor, bien sea obligándole a cumplir su obligación en especie, bien
compulsándole a pagar daños y perjuicios
.
Las medidas ejecutivas, según Borda (1993), son:

1. individuales, como la acción intentada por cada acreedor por separado en


defensa de sus intereses (arts. 1.101 y 1.124 cc); y

2. colectivas, como el «concurso» de acreedores.

CLÁUSULA PENAL

Concepto

La cláusula penal puede definirse como la «obligación accesoria que las partes
agregan a una obligación principal, al objeto de asegurar el cumplimiento de esta,
imponiendo a cargo del deudor una prestación especial (generalmente consiste en
pagar una suma de dinero) para el caso de que incumpla su obligación o no la
cumpla de modo adecuado» (Castán, 1992).
La cláusula penal puede sancionar todas las clases de incumplimiento: el total, el
parcial, el defectuoso o el moroso (Pérez Álvarez, 2000). La denominación
cláusula penal presupone que esta consiste en una estipulación que forma parte
de un contrato principal
Es un tipo de garantía personal. Servir de evaluación anticipada y convencional de
los perjuicios. Desde el momento en que las partes convienen una cláusula Penal,
estipulan una multa para el caso de contravenirse por el deudor la obligación
principal, esta multa cumple una función de constituir una evaluación anticipada y
convencional de los perjuicios y desde este punto de vista esta cláusula presenta
la utilidad para el acreedor de no tener que acreditar los perjuicios frente a una
acción destinada a obtener su reparación, es más, el acreedor podría solicitar
la indemnización de perjuicios a través del cobro de esta multa sin que sea
necesario ni requisito que haya sufrido efectivamente perjuicio alguno.

Ejemplo
Desde que las partes estipulan una multa de 100 a título de pena, dentro de la
primera función de la cláusula Penal, estos 100 constituyen una evaluación
anticipada y convencional de los perjuicios, si no se cumple obligación principal, se
debe pagar los 100.
Considerada así la cláusula penal, presenta dos utilidades:

 Desde el momento que el acreedor, frente al incumplimiento del deudor,


solicita el pago de la multa, consecuencia de la cláusula penal, en lugar de
cobrar los perjuicios, pero no a través de la acción de indemnización de
perjuicios de acuerdo a la regla general, sino a través del cobro de la multa y
esto significa que están cobrando los perjuicios sin tener que acreditarlos, si
deberá hacerlo si intenta una acción indemnizatoria ordinaria.

 La cláusula penal de carácter sustitutorio, actúa de forma automática,


independiente de que acreedor haya sufrido o no perjuicios o los ha sufrido en
menor o mayor medida que la multa establecida en cláusula penal, tiene
derecho a cobrarla. También puede suceder que no haya sufrido perjuicios y
podrá igualmente cobrar la multa.

EL DERECHO DE RETENCIÓN

Concepto

El derecho de retención es una garantía concedida por la Ley a ciertos acreedores


que le otorga la facultad de conservar la cosa del deudor de la que ya se
encuentran en posesión, hasta que sean satisfechos de ciertos créditos
relacionados con la cosa retenida (Castán, 1992). La retención es una garantía
especial, puesto que constriñe al deudor a cumplir si quiere recuperar la cosa
(Díez-Picazo y Gullón, 2001).
Derecho de retención
[DCiv] Facultad que el ordenamiento jurídico otorga en cierto tipo de relaciones
jurídicas a los acreedores para retener una cosa que tiene en su poder en virtud
de la obligación que le une con el deudor hasta que éste cumpla la prestación que
le corresponde o pague lo debido con relación a la cosa. Ej.: el mandatario puede
retener la cosa comprada en nombre del mandante hasta que éste le pague el
precio acordado. iSS CC, art. 1.730.

(Derecho Civil) Derecho del acreedor que tiene la posesión de un bien


perteneciente al deudor, en virtud del cual puede negarse a desprenderse de él
mientras no se le pague.

Es la facultad legalmente concedida al acreedor de una prestación, para retener


una cosa del deudor que aquél tiene en su poder legítimamente, y mientras
el deudor no le pague lo debido por razón de la cosa misma. Aunque es esencial
que la prestación debida por el deudor se fundamente en el
mismo vínculo jurídico que justifica la tenencia de la cosa por el acreedor, no ha
de haber bilateralidad o reciprocidad entre ambas prestaciones. Y es que si la
hubiera, bastaría la excepción de contrato no cumplido para evitar incurrir en
mora. En cambio, para que un acreedor pueda retener la cosa del deudor es
necesario que rehusé devolverla alegando que ejerce el derecho de retención,
pues de lo contrario incurriría en mora. Así, ejerce el derecho de
retención el mandatario que, debiendo entregar a su mandante una cosa obtenida
por la gestión encargada, la retiene hasta que el mandante le pague los gastos
derivados de la gestión. El derecho de retención ha de invocarse siempre en
apoyo de un crédito vencido. La buena fe exige que haya cierta equivalencia entre
el valor de la cosa retenida y el del crédito pendiente de cobro.

Código civil, artículo 1.730.

Originado en Roma, a través de la exceptio doli mali, que concedía el pretor para
proteger al tenedor que había hecho gastos en la cosa, paso al
antiguo derecho francés y al código Napoleón.

Se lo define como "la facultad que corresponde al tenedor de una cosa ajena, para
conservar la posesión de ella hasta el pago de lo que le es debido por razón de
esa misma cosa".

El derecho de retención no es un derecho sustancial sino una excepción procesal.


El retenedor no tiene un jus in rem que lo autorice a gozar de la cosa, bajo cierto
aspecto; tampoco tiene un jus ad rem que le permita acceder a un titulosobre la
cosa. Su prerrogativa equivale a un excepción dilatoria, por la cual se resiste a ser
desapoderado de la cosa que se le reclama hasta ser desinteresado.

El derecho de retención presenta los siguientes caracteres:


A) es accesorio de un crédito para cuya seguridad se confiere. B) es indivisible:
la retención se ejerce inseparablemente sobre
todas las cosas en poder del acreedor, quien no está precisado a
devolverlas parcialmente en proporción a la parte de la deuda que se le pague.

C) es una excepción procesal que opone el retenedor a quien le reclama la


entrega de la cosa, y que dilata dicha entrega hasta ser aquel desinteresado.
Derecho de retención
Derecho Civil

Recibe este nombre una medida especial de garantía concedida por la ley a
ciertos acreedores que consiste en la facultad de conservar la cosa del deudor de
que se encuentran en posesión hasta que se les satisfaga ciertos créditos
relacionados con la cosa misma.

Aparece limitado en nuestro Derecho a los casos del poseedor de buena fe para
asegurar el reintegro de los gastos útiles y necesarios hechos en la cosa (art. 453
C.C.), al usufructuario para asegurarle el cobro de los desembolsos que deben
serle reintegrados por el nudo propietario al extinguirse el usufructo (art. 522 C.C.),
al mandatario, sobre las cosas objeto de mandato, para asegurar el pago de lo
que se le adeude (art. 1.730 C.C.), al que hizo una obra en cosa mueble, sobre
ella, hasta que se le pague (art. 1.600 C.C.), al depositario, hasta que le sean
pagadas las cantidades que le reconoce la ley (art. 1.780 C.C.) y
al acreedor pignoraticio, sobre la cosa dada en prenda, si hay otro crédito a su
favor, aunque éste no esté asegurado con la prenda (art. 1.866 C.C.).

Algunos autores han considerado el derecho de retención como un


verdadero derecho de prenda, pero opinan CASTÁN, COSSÍO y otros, que no es
propiamente un derecho real, pues no confiere
al acreedor facultades de persecución ni de preferencia, sino un simple
medio lícito y voluntario para forzar al deudor a la realización del pago, habiendo
seguido este criterio el T.S. en S. de 24 de junio de 1941.

Revocatoria y Subrogatoria

Recogida en el artículo 1.111 del Código Civil, la acción subrogatoria permite al al


acreedor, tras haber perseguido los bienes del deudor para cobrar su crédito sin
ver éste satisfecho, puede ejercitar todos los derechos y acciones del deudor para
cobrar su crédito exceptuando los derechos que sean inherentes a la persona del
deudor.

Para que el acreedor pueda subrogarse en la posición del deudor y ejercitar los
derechos de que éste es titular, la Ley establece como requisitos que el crédito
sea exigible y que el derecho del deudor esté descuidado, en el sentido de que el
deudor no lo haya reclamado o reivindicado. De darse estas circunstancias, el
acreedor podrá ejercitar esos derechos, aunque la deuda del tercero sea de una
cuantía mayor en su derecho de crédito, o aunque la cosa valga mucho más de lo
que deba el deudor, ya que el excedente se lo pertenece al deudor.

La ley también exige como requisitos que la falta de ejercicio de los derechos y
acciones del deudor o su ejercicio inadecuado perjudiquen al acreedor, y ese
perjuicio significa que el deudor ya no tiene ningún otro bien que sea suficiente
para poder cobrar el crédito; y que el ejercicio por el acreedor de esos derechos y
acciones sirvan para aportar medios para satisfacer su crédito.

En cuanto a los derechos que pueden ejercitarse mediante la acción subrogatoria,


en principio todos los derechos y acciones del deudor son ejercitables, con la
excepción de los derechos inherentes a la persona del deudor.

Acción directa

La acción directa supone la posibilidad de que el acreedor se dirija directamente


contra el deudor de su deudor, consiguiendo así el pago directamente de su
crédito con lo debido a su deudor. La Ley reconoce expresamente esta acción en
los artículos 1.552 and 1.597 del Código Civil, pudiendo, en el primer caso, el
acreedor arrendador dirigirse contra el subarrendatario para cobrarse por el
importe del precio que se debe del subarriendo, y, en el segundo caso, dirigirse el
que pone el trabajo y los materiales en una obra contra el dueño de dicha obra
hasta la cantidad que el dueño adeuda al contratista.

El Código Civil también recoge esta acción en el contrato de mandato, contra el


mandatario, así como en el ámbito de la ley de Responsabilidad Civil y del Seguro
en la Circulación de Vehículos a Motor en su artículo 6, que concede la acción
directa a la persona que ha sufrido unos daños ocasionados por un vehículo
contra el asegurador de ese vehículo.

Acción revocatoria o pauliana

La acción revocatoria, contenida en el inciso segundo del artículo 1.111 y en el


artículo 1.291 del Código Civil, permite al acreedor, después de haber intentado
satisfacer su crédito con los bienes del deudor sin éxito, impugnar los actos que el
deudor haya realizado en fraude de acreedores. A través de esta acción se busca
la ineficacia del acto impugnado, consiguiendo con ello que los bienes que
abandonaron el patrimonio del deudor a consecuencia del acto cometido en
fraude vuelvan a integrarlo, pudiendo así el deudor cobrarse de dichos bienes.
El límite al ejercicio de esta acción se sitúa en el caso de que el acto por el cual se
ha trasmitido el bien sea un acto oneroso y realizado de buena fe por el
adquirente.

Para poder ejercitar este derecho, la Ley establece como requisitos que el crédito
sea exigible y que el acto que realiza el deudor reúna dos características: En
primer lugar, que ese acto produzca un perjuicio al acreedor, porque provoca en el
patrimonio del deudor una disminución que hace que sea insuficiente el patrimonio
para poder satisfacer el crédito, y el acreedor no tenga ningún otro medio para
poder cobrar su crédito; y que el acto se haya realizado en fraude de acreedores.

Se considera que el acto se ha llevado a cabo en fraude de acreedores cuando la


enajenación del bien se realiza a título oneroso, realizándola el deudor teniendo
consciencia de perjudicar al acreedor o debiendo tenerla, o siendo el adquirente
consciente o debiendo serlo del perjuicio que se causa con esa adquisición.
También se considera fraudulenta dicha enajenación cuando el deudor enajena
bienes a título gratuito en perjuicio de sus acreedores.

Cualquier acto será atacable siempre que cumpla los requisitos exigidos de
perjuicio y fraude, y siempre que sea un acto posterior al derecho que se defrauda,
excepto si fuera un acto anterior que preparaba el fraude.

Si la acción prospera, el acto de enajenación se declara ineficaz y los bienes se


reintegran en el patrimonio del deudor. En caso de que los bienes no pudieran ser
sometidos a dicha acción, como en el caso de que dichos bienes se encuentren en
poder de terceros que los hayan adquirido a título oneroso y con buena fe, el
adquirente de mala fe deberá indemnizar al acreedor los perjuicios causados. Este
es el caso, por ejemplo, de la persona que ha adquirido el bien mediante un acto
fraudulento, lo vende a una tercera persona que ignora todo lo relativo al fraude.

Bibliografía

 https://libros-revistas-derecho.vlex.es/vid/tema-derechos-reales-garantia-
72732892
 Derecho Civil 2; Obligaciones y contratos; Federico Amau Moya
 https://es.wikipedia.org/wiki/Cl%C3%A1usula_penal
 https://iuranovitadvocatus.wordpress.com/2016/01/25/acciones-civiles-
subrogatoria-directa-y-revocatoria/

Potrebbero piacerti anche