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Meritocracia

La meritocracia (proveniente del latín merĭtum ‘debida recompensa’, a su vez


de mereri ‘ganar, merecer’; y el sufijo -cracia del griego krátos, o κράτος en griego, ‘poder,
fuerza’) es una forma de gobierno basada en el mérito (los mejores), y en términos más
generales, se refiere a la "supuesta discriminación" positiva por méritos. Las
posiciones jerárquicas son conquistadas con base en el mérito, y hay un predominio de
valores asociados a la capacidad individual o al espíritu competitivo.
La tesis Davis-Moore implica que una sociedad productiva es una meritocracia, un sistema
de estratificación social basado en el mérito personal. Tales sociedades ofrecen recompensas
para desarrollar los talentos y estimulan los esfuerzos de cada uno.

La sociedad meritocrática suele integrar el concepto de talento con esfuerzo. Como tal, es un
concepto relacionado a la prevalencia proporcionada entre la capacidad intelectual que posee
el individuo con el conjunto de actividades enlazadas al puesto de trabajo.

El término es muy utilizado especialmente en el área de administración, específicamente en


administración pública, e inclusive se originó los concursos públicos, con el objetivo
de combatir la sucesión de cargos y el nepotismo, prevaleciendo las competencias sin estar
relacionadas con los enchufes o favores, relaciones sanguíneas, entre otras causas.

En relación a lo anterior, también la meritocracia es utilizada en organizaciones privadas, lo


que llevo a las mismas adoptar criterios de valorización para sus empleados, y así poder
desempeñar las funciones de acuerdo a sus capacidades y habilidades.
La meritocracia permite crear una sociedad justa, ya que todo lo logrado por los individuos
es por sus esfuerzos y méritos a lo largo de su vida, y no por otras causas como su apellido,
riqueza, sexo, religión, política, entre otras.

En referencia a este punto, existen opiniones de sociólogos e investigadores que indican que
la meritocracia es una ideología que sirve para justificar a los que ocupan posiciones de
privilegios, y responsabilizar aquellos que no realizaron el esfuerzo necesario para poseer los
conocimientos para ganar.
Meritocracia

El término meritocracia es de origen latín merĭtum que significa "debida recompensa", a su


vez de mereri que expresa "ganar", "merecer"; el sufijo -cracia del griego krátos,
o κράτος que simboliza “poder", "fuerza”, y el sufijo -ia de "cualidad".

El término apareció por primera vez en el libro Rise of the meritocracy, del sociólogo
Michael Young, siendo desarrollado en sentido negativo ya que establece que la clase social
dominante viene desarrollada por la fórmula: "Coeficiente Intelectual + Esfuerzo = Mérito".

La meritocracia es un sistema basado en el mérito. Esto es, las posiciones jerarquizadas son
conquistadas con base al merecimiento, en virtud, del talento, educación, competencia o
aptitud específica para un determinado puesto de trabajo.

La sociedad meritocrática suele integrar el concepto de talento con esfuerzo. Como tal, es un
concepto relacionado a la prevalencia proporcionada entre la capacidad intelectual que posee
el individuo con el conjunto de actividades enlazadas al puesto de trabajo.

El término es muy utilizado especialmente en el área de administración, específicamente en


administración pública, e inclusive se originó los concursos públicos, con el objetivo
de combatir la sucesión de cargos y el nepotismo, prevaleciendo las competencias sin estar
relacionadas con los enchufes o favores, relaciones sanguíneas, entre otras causas.

En relación a lo anterior, también la meritocracia es utilizada en organizaciones privadas, lo


que llevo a las mismas adoptar criterios de valorización para sus empleados, y así poder
desempeñar las funciones de acuerdo a sus capacidades y habilidades.
La meritocracia permite crear una sociedad justa, ya que todo lo logrado por los individuos
es por sus esfuerzos y méritos a lo largo de su vida, y no por otras causas como su apellido,
riqueza, sexo, religión, política, entre otras.

En referencia a este punto, existen opiniones de sociólogos e investigadores que indican que
la meritocracia es una ideología que sirve para justificar a los que ocupan posiciones de
privilegios, y responsabilizar aquellos que no realizaron el esfuerzo necesario para poseer los
conocimientos para ganar.
Existen según el área en que desenvuelve diferentes tipos de meritocracias. Por ejemplo,
la meritocracia educativa es aquella que valora los esfuerzos y la trayectoria de un docente;
la meritocracia laborales aquella que valora a los empleados que han conseguido cumplir
constantemente con los objetivos fijados; la meritocracia en una empresa puede ser
considerada laboral pero privilegia la trayectoria de un empleado en la posición que ejerce.
A pesar de lo anterior, se puede deducir que la meritocracia no es tal como se presenta. Por
ejemplo, para obtener una matrícula en las mejores universidades de un país, se necesita
mucha capacidad intelectual lo cual los individuos con un gran poder adquisitivo se prepara
con excelentes profesores particulares, que en ocasiones ya posee conocimientos de cómo
serán las evaluaciones, evidenciándose una diferencia con quienes no poseen poder
económico para prepararse de tal manera. Tomando en consideración, a todos aquellos que
sin poder económico, y por sus propios méritos logran el objetivo.

Por otro lado, meritocracia ha sido usada en sentido peyorativo para indicar que los puestos
principales son ocupados por los individuos que pertenecen a una clase dominante o
privilegiada. No obstante, la práctica antimeritocrática, conlleva a que el sistema,
específicamente las instituciones públicas y privadas reduzcan sus resultados y efectividad.

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