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Introducción
La confesión es la declaración del acusado en sentido genérico, por la cual narra o
reconoce ser el autor de unos hechos que la ley penal describe como delito. Es el
reconocimiento del imputado, formulado libre y voluntariamente ante la autoridad judicial,
acerca de su participación en el hecho en que se funda la pretensión represiva ya deducida
en su contra.
La confesión en la legislación nacional, como medio probatorio se encuentra en el libro
segundo de Actividad Procesal, sección segunda: La Prueba; Título II: Los Medios de Prueba;
Capítulo I: La Confesión. Está regulada en el Nuevo Código Procesal en su Artículos 160°:
La confesión, para ser considerada como tal: debe consistir en la admisión de los cargos o
imputación formulada en su contra por el imputado. Sólo tendrá valor probatorio cuando esté
debidamente corroborada por otro u otros elementos de convicción, sea prestada libremente
y en estado normal de las facultades Psíquicas; y que esta sea prestada ante el Juez o el
Fiscal en presencia de su abogado. Donde se determina que la confesión, se delimita a partir
del reconocimiento o admisión de las imputaciones a una persona que se halla sumido en un
proceso penal.
La sola autoincriminación del imputado, art. 160.2.a del Código Procesal Penal, sin prueba
que lo corrobore, no puede servir de base para emitir una sentencia condenatoria. La
confesión impone la actuación probatoria de carácter indispensable a la confirmación de los
hechos incriminatorios antes reconocidos, esto es, de aquellos medios probatorios dirigidos
concretamente a corroborar los datos relevantes de la información proporcionada por el
imputado, en conexión con las proposiciones fácticas de la teoría del caso acusatoria. La
confesión debe probarse por otros medios, es indispensable probar la prueba: cuando ocurrió,
en qué lugar, ante quiénes, de qué manera: por eso se dice que es una probatio probandi,
prueba por probar.
Por lo que el artículo 161°: Si la confesión, adicionalmente es sincera y espontánea salvo
los supuestos de flagrancia y de irrelevancia de la admisión de los cargos en atención a los
elementos probatorios incorporados en el proceso, el Juez especificando los motivos que la
hacen necesaria, podrá disminuir prudencialmente la pena hasta en una tercera parte por
debajo del mínimo legal.
Entonces, la confesión sincera está en que, el autor del delito aporte todas las pruebas
que confirmen su autoría y/o participación, así como su arrepentimiento. Consecuentemente
su sentencia sería en breve plazo con una reducción significativa de la pena.
En la actualidad este instrumento legal ha venido desnaturalizándose en el tiempo,
sirviendo como mecanismo evasor del efecto de la pena. Respecto al Nuevo Proyecto
presentado por el Poder Judicial de Eliminar los Beneficios de la Confesión Sincera en ciertos
delitos, es necesario, pero también debe extenderse a los delitos de homicidio calificado,
secuestro, robo agravado, el derecho a la vida es inalienable, de esta manera se evitaría que
sus condenas sean benévolas y los autores de este tipo de delito cumplirían con el máximo
de la pena. El incremento de la pena en ciertos delitos no ha servido para reducir el índice
delincuencial en nuestro país, pero es de acotar que la pena acumulativa nos ha dado
resultados en otros países, no siendo lejano pensar que tal vez sería la solución a la
problemática delincuencial en el Perú.
1. Problemática
El día martes 28 de agosto del año 2018, se ha publicado la modificatoria de los artículos
161 y 471 del Código Procesal Penal, promulgado por el Decreto Legislativo N° 957, los
artículos 161 y 471 del Código Procesal Penal, en donde mencionaba la beneficencia para
el imputado, para la reducción de su pena, a excepción de que el imputado sea reincidente
o habitual, de conformidad con los artículos 46-B y 46-c, del Código Penal. Pero ahora con
esta modificación se les excluye de este beneficio, aquellos que cometen delitos de
feminicidio y contra la libertad sexual. Además que se eliminan los efectos de la terminación
anticipada en el delito de feminicidio. La razón por la cual se ha modificado estos artículos es
porque tienen por objetivo la aplicación de una ley proporcional en relación con la afectación
hacia las mujeres, niñas, niños y adolescentes de tales formas de violencia y sancionar los
delitos de forma efectiva, en concordancia con la gravedad de la vulneración de sus derechos.
En el año 2014, Perú era considerado el 3er país en el mundo, donde se realizan más delitos
contra la libertad sexual. En el año 2017, el Perú obtiene el segundo país de Latinoamérica
con mayor delitos contra la libertad sexual. Y actualmente el Perú ha ido en incremento de
los delitos antes mencionados, según lo informa DiarioCorreo (2018) sostiene que: “Un
estudio realizado por el Programa de Investigaciones Criminológicas y Análisis Prospectivo
del Ministerio Publico en donde el 76% de las víctimas de violación sexual está conformado
por menores de edad” (p.01). Entonces, se debía realizar una solución; en donde estos delitos
no queden impune, o con una pena muy poco satisfactoria. Antes de la modificación de los
artículos antes mencionados; se dio el caso del joven Carlos Hualpa que prendió fuego a Eivy
Ágreda dentro de un bus en Miraflores; y la razón fue porque se sentía utilizado por la joven.
Después su abogado le aconsejo que mejor, se le condene con una pena menor, gracias al
beneficio que le brinda el artículo 161, donde la pena puede disminuir hasta una tercera parte
por debajo del mínimo legal. Entonces, como es posible que un atentado contra la vida del
afectado, quede en tan solo una pena mínima. Es por esta razón que se decidió modificar
estos artículos para que esta afectación de los derechos no queden impune y se realicen
efectivamente y proporcional a la pena prescrita en el Código Penal.
3. Marco Teórico
La confesión sincera es una institución procesal, citada en el artículo 161 del Código de
Procedimientos Penales, donde nos dice que la confesión sincera es la declaración voluntaria
del imputado en la que reconoce ser autor o partícipe de un delito o falta, prestada
espontánea, veraz y de modo coherente, ante una autoridad competente y con la formalidad
y garantías correspondientes.
La confesión en el procedimiento penal es un acto procesal que consiste en la declaración
necesariamente personal, libre, consciente, sincera, verosímil y circunstanciada que hace el
procesado, ya sea durante a investigación o en el juzgamiento, aceptando total o parcialmente
su real autoría o participación en la perpetración del delito que se le imputa. (Mass, 2004, p.21)
Los efectos en el orden a la admisión de cargos tienen que ver con el procedimiento
y con la sanción penal.
a) Aspectos de procedimiento
3.7 Aplicación
Las falsas confesiones provienen de diversos motivos. Dejando aparte los supuestos
de constreñimiento físico o moral y de autoacusación patológica, se encuentran confesiones
por interés (real o supuesto), por abnegación, desesperación, jactancia, etc.
También existen confesiones penitenciarias, con el fin de trasladar de prisión, de
emigrantes y hasta de vagabundos.
Se encuentra regulada en el Titulo II, Capítulo I, artículo 160, donde se establece que
para que se considere confesión, deberá consistir en la admisión de los cargos o imputación
creada en su contra por el inculpado.
El último párrafo del artículo 136 del Código de Procedimientos Penales indica que la
confesión sincera debidamente comprobada puede ser considerada para rebajar la pena del
confeso a limites inferiores al mínimo legal, a excepción de los delitos de secuestro y
extorsión, en cuyo caso no opera la reducción. Ante esta perspectiva, a continuación se
indicaran las tres consecuencias:
a) Confesión Sincera como mejoramiento moral del ciudadano
A pesar que el articulo 136° del Código de procedimientos penales brinde beneficios,
este carece de sentido proceder a fijar límites temporales a la confesión sincera.
Por lo tanto la confesión sincera, puede realizarse en cualquier momento previo a la
definición del órgano jurisdiccional a favor de la responsabilidad penal del imputado; esto,
evidentemente, con pleno respecto al principio de preclusión procesal, lo que se trata de decir
es que la confesión puede emitirse hasta antes de la emisión de la acusación fiscal, en el
proceso penal sumario y hasta antes de la lectura de sentencia en el proceso penal ordinario.
c) La No reducción de la pena en casos de flagrancia
La confesión se tiene que realizar con la condición de carácter formal que tenga libertad
en la declaración, ya que este no puede ser forzada ni obligada o bajo exigencia de juramento.
Esta confesión tiene que darse en completo estado de tranquilidad. Esta confesión queda
totalmente nula si está sujeta a amenazas, torturas, dádivas o promesas.
Por consiguiente, es de rechazar la confesión violentada (ejercicio de violencia física o moral
contra el imputado) y la confesión comprada, otorgada por dádivas o promesas. Resulta
igualmente inaceptable, la confesión fraudulenta, arrancada mediante una celada o con
artificios o disimulo que lo llamó a engaño tendido por la propia autoridad. (San Martin, 2014,
p.736)
Estas son consideradas como las tres formas ilegitimas de confesión, en puridad, estas
se encuentran en el marco de condiciones subjetivas de validez de la confesión.
En estas condiciones subjetivas, indica que el confesante tiene que estar en perfecto uso
de sus facultades mentales, concretamente intelectivas y volitivas, ya que, si la persona
confesante no tiene el discernimiento de sus actos, entonces no se podría poner como válida
esta confesión. San Martin (2014) sostiene que: “Se exige que el relato que expone el
declarante debe ser adecuado a la realidad y, por tanto, ha de haber sido prestado en base,
lo que el ha presenciado con sus sentidos, sin que puedan admitirse deducciones o
presunciones”. (p.737)
También tenemos la perspectiva objetiva de la confesión, pues este debe tratarse de un
hecho aceptable y creíble para el común de las personas. Lo referido por el confesante debe
ser coherente y lógica.
b) Corroboración por otros medios probatorios
La confesión no es una prueba autónoma, por lo tanto, por sí sola no puede cumplir la
función de mostrarlo como prueba el hecho delictuoso. Esta confesión debe ser corroborada
por testimonios, pericias, documentos. Entonces se puede deducir que la simple confesión
del inculpado, como una prueba fehaciente y única del delito, no es lo suficientemente sólida
para condenarlo.
La Corte Suprema, se pronuncia e indica que la confesión solo tiene un valor relativo
contra quien lo presta y, además no constituye una prueba suficiente en contra de sus
coacusados.
Además, se indica que la confesión sincera no es un elemento suficiente para poder
fundar una sentencia condenatoria una declaración auto inculpatoria, sin elemento factico que
la corrobore, ni alguna prueba de cargo que la avale.
Esta confesión del imputado, necesita la practica de todas las diligencias necesarias a fin
de adquirir el convencimiento de la verdad de su contenido, esto justificaría la necesidad de
que el sumario, no quede concluida, sino que continua a pesar que el imputado ha confesado
y que el debate oral no concluya con la mera admisión de cargos del imputado, solo si es que
no se ha constado de alguna existencia del cuerpo del delito.
c) Autoridad competente y legalidad de su actuación
Es aquella autoridad que deberá recibir la confesión, lo cual se presentara como acto de
prueba que es ante el juez del juicio. No se puede constituir como acto de prueba la admisión
de cargos realizados en sede policial, fiscal o del Juez Instructor. Este se debe dar ante la
presencia del abogado defensor y la previa información de los derechos del reo, los cuales
son requisitos esenciales que se encuentran en el derecho de defensa.