Se considera Documento Mercantil aquél título, efecto, recibo, factura, nota de
débito y crédito, albaranes, etc., el cual sirva para legitimar el ejercicio de las transacciones, así como poder documentar las operaciones de tipo mercantil en los justificantes de la contabilidad. USOS Y TIPOS.
Podemos destacar que la pretensión del Documento Mercantil no es otra que la de
dejar constancia escrita de una determinada transacción comercial, en aras de certificar los Registros realizados en la Contabilidad, así como probar un hecho desde el punto de vista jurídico, por lo que podemos manifestar que los Libros Contables no son más que un mero medio de prueba.
Tomaremos como criterio para clasificar los Documentos Mercantiles según su
importancia, esto es, según si son Documentos de tipo Negociable o No Negociable: Documentos Negociables: tendrán dicha consideración todos aquellos documentos que se pueden negociar a través de endoso o de descuento en una entidad financiera antes de su vencimiento. Documentos No Negociables: son todos aquellos documentos que sirven como base para los registros en los Libros de Contabilidad y, a la vez, pueden formar pruebas desde un punto de vista jurídico.
Ejemplos de Documentos Mercantiles Negociables son la Letra de Cambio,
los Pagarés y los Cheques mientras que supuestos de No Negociables son los Recibos, Facturas, Vales, Notas de Débito y Crédito, así como los Albaranes.
A continuación, empezaremos a analizar las No Negociables:
FACTURAS RECTIFICATIVAS.
Anteriormente denominadas Notas de Abono. Las Facturas Rectificativas son un
tipo de documentos que se emiten cuando se pretende corregir una factura original. Será obligatoria su emisión en los supuestos en que la factura originaria no cumpla con los requisitos establecidos en la normativa existente al efecto, así como cuando se haya producido un error al consignar cantidades en la misma. También debe tenerse en cuenta que únicamente se podrán utilizar si la factura errónea pertenezca a otro trimestre, es decir, en el caso de que ya se hubiera liquidado el Impuesto sobre el Valor Añadido. A través de la emisión de esta factura, la Agencia Tributaria efectuará la devolución del IVA que se haya pagado o cobrado por la factura. En el supuesto de que no se hubiera liquidado el Impuesto, no se podría emitir este tipo de documento, sino que se puede efectuar una Nota de Crédito.
Este tipo de documentos siempre deberá llevar una numeración especial, distinta del resto de facturas.