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Es una especie de
autobiografía y también el testamento vital de la autora. Inicia con su primera
infancia, en Suiza su país natal, y sigue narrando su juventud, la determinación de
estudiar medicina y los hechos que a ello la condujeron, su viaje a Polonia
después de la Segunda Guerra Mundial, su matrimonio con un estadounidense y
el traslado a los EE.UU., su labor con enfermos mentales y su posterior entrada en
el mundo de la tanatología -disciplina y estudio que ella misma contribuyó a
edificar. Así pues, este libro viene a trazar una especie de arco que abarca la vida
entera de esta fascinante figura.
Por lo demás, este no es un libro que trate sólo de tanatología. Con su fascinante
lectura nos adentramos a las meditaciones de la autora con respecto a la práctica
médica, comparando su labor como médica rural en su juventud con lo impersonal
que es en la actualidad, con todo el automatismo y parte comercial que la rodea;
en su labor como psiquiatra, logró más avances tratando a los enfermos como
seres humanos y escuchándolos.
Pero como el vivir y el morir son hechos inseparables, este libro también es una
investigación sobre el fenómeno de la vida: la importancia de vivir plenamente;
sobre la búsqueda del significado de la existencia individual, sobre el peligro de
dar demasiado poder a los maestros espirituales. Sobre el vivir sinceramente para
morir plenamente.
Antes de partir hay varias tareas que necesitamos aprender como: superar la
negación y el miedo, para así sentirnos liberados, algunos nos aferran a la vida
sólo porque aún nos quedaba una tarea que concluir, pero es importante que
todos expresen sus sentimientos y el amor incondicional.
Este texto me enseño que hay que tener una buena vida para tener una buena
muerte y que para dejar este mundo en paz tenemos que aprender lo que
necesitamos, a aceptar nuestra eminente partida a perdonar y otorgar perdón vivir
el hoy como si fuera el último día de mi vida, decirle las personas cercanas lo
mucho que las quiero y lo orgullosa que estoy de ellas, luchar por lo que creo
justo, no rendirme nunca y perseverar para lograr mis sueños.
Antes de partir hay varias tareas que necesitamos aprender como: superar la
negación y el miedo, para así sentirnos liberados, algunos nos aferran a la vida
sólo porque aún nos quedaba una tarea que concluir, pero es importante que
todos expresen sus sentimientos y el amor incondicional.
Este texto me enseño que hay que tener una buena vida para tener una buena
muerte y que para dejar este mundo en paz tenemos que aprender lo que
necesitamos, a aceptar nuestra eminente partida a perdonar y otorgar perdón vivir
el hoy como si fuera el último día de mi vida, decirle las personas cercanas lo
mucho que las quiero y lo orgullosa que estoy de ellas, luchar por lo que creo
justo, no rendirme nunca y perseverar para lograr mis sueños.
Antes de partir hay varias tareas que necesitamos aprender como: superar la
negación y el miedo, para así sentirnos liberados, algunos nos aferran a la vida
sólo porque aún nos quedaba una tarea que concluir, pero es importante que
todos expresen sus sentimientos y el amor incondicional.
Este texto me enseño que hay que tener una buena vida para tener una buena
muerte y que para dejar este mundo en paz tenemos que aprender lo que
necesitamos, a aceptar nuestra eminente partida a perdonar y otorgar perdón vivir
el hoy como si fuera el último día de mi vida, decirle las personas cercanas lo
mucho que las quiero y lo orgullosa que estoy de ellas, luchar por lo que creo
justo, no rendirme nunca y perseverar para lograr mis sueños.
Antes de partir hay varias tareas que necesitamos aprender como: superar la
negación y el miedo, para así sentirnos liberados, algunos nos aferran a la vida
sólo porque aún nos quedaba una tarea que concluir, pero es importante que
todos expresen sus sentimientos y el amor incondicional.
Este texto me enseño que hay que tener una buena vida para tener una buena
muerte y que para dejar este mundo en paz tenemos que aprender lo que
necesitamos, a aceptar nuestra eminente partida a perdonar y otorgar perdón vivir
el hoy como si fuera el último día de mi vida, decirle las personas cercanas lo
mucho que las quiero y lo orgullosa que estoy de ellas, luchar por lo que creo
justo, no rendirme nunca y perseverar para lograr mis sueños.
Antes de partir hay varias tareas que necesitamos aprender como: superar la
negación y el miedo, para así sentirnos liberados, algunos nos aferran a la vida
sólo porque aún nos quedaba una tarea que concluir, pero es importante que
todos expresen sus sentimientos y el amor incondicional.
Este texto me enseño que hay que tener una buena vida para tener una buena
muerte y que para dejar este mundo en paz tenemos que aprender lo que
necesitamos, a aceptar nuestra eminente partida a perdonar y otorgar perdón vivir
el hoy como si fuera el último día de mi vida, decirle las personas cercanas lo
mucho que las quiero y lo orgullosa que estoy de ellas, luchar por lo que creo
justo, no rendirme nunca y perseverar para lograr mis sueños.
Antes de partir hay varias tareas que necesitamos aprender como: superar la
negación y el miedo, para así sentirnos liberados, algunos nos aferran a la vida
sólo porque aún nos quedaba una tarea que concluir, pero es importante que
todos expresen sus sentimientos y el amor incondicional.
Este texto me enseño que hay que tener una buena vida para tener una buena
muerte y que para dejar este mundo en paz tenemos que aprender lo que
necesitamos, a aceptar nuestra eminente partida a perdonar y otorgar perdón vivir
el hoy como si fuera el último día de mi vida, decirle las personas cercanas lo
mucho que las quiero y lo orgullosa que estoy de ellas, luchar por lo que creo
justo, no rendirme nunca y perseverar para lograr mis sueños.
Antes de partir hay varias tareas que necesitamos aprender como: superar la
negación y el miedo, para así sentirnos liberados, algunos nos aferran a la vida
sólo porque aún nos quedaba una tarea que concluir, pero es importante que
todos expresen sus sentimientos y el amor incondicional.
Este texto me enseño que hay que tener una buena vida para tener una buena
muerte y que para dejar este mundo en paz tenemos que aprender lo que
necesitamos, a aceptar nuestra eminente partida a perdonar y otorgar perdón vivir
el hoy como si fuera el último día de mi vida, decirle las personas cercanas lo
mucho que las quiero y lo orgullosa que estoy de ellas, luchar por lo que creo
justo, no rendirme nunca y perseverar para lograr mis sueños.
Antes de partir hay varias tareas que necesitamos aprender como: superar la
negación y el miedo, para así sentirnos liberados, algunos nos aferran a la vida
sólo porque aún nos quedaba una tarea que concluir, pero es importante que
todos expresen sus sentimientos y el amor incondicional.
Este texto me enseño que hay que tener una buena vida para tener una buena
muerte y que para dejar este mundo en paz tenemos que aprender lo que
necesitamos, a aceptar nuestra eminente partida a perdonar y otorgar perdón vivir
el hoy como si fuera el último día de mi vida, decirle las personas cercanas lo
mucho que las quiero y lo orgullosa que estoy de ellas, luchar por lo que creo
justo, no rendirme nunca y perseverar para lograr mis sueños.
Elisabeth Kübler-Ross supo desde muy joven que su misión era la de aliviar el
sufrimiento humano y ese compromiso la llevó al cuidado de enfermos terminales.
Mucho fue 10 que aprendió de esta experiencia: vio que los niños dejaban este
mundo confiados y serenos; observó que algunos adultos partían, después de
superar la negación y el miedo, sintiéndose liberados, mientras que otros se
aferraban a la vida sólo porque aún les quedaba una tarea que concluir, pero
todos hallaban consuelo en la expresión de sus sentimientos y en el amor
incondicional de quien les prestaba oído. A Elisabeth no le quedaron dudas: morir
es tan natural como nacer y crecer, pero el materialismo de nuestra cultura ha
convertido este último acto de desarrollo en algo aterrador. Ahora, sintiéndose
cercana a su propia muerte tras setenta y dos años de vida dura e intensa, la
autora ha decidido escribir estas memorias para recordar junto a los lectores los
pasos importantes que han marcado su trayectoria personal y profesional, desde
su infancia en Suiza hasta las cátedras de las mejores universidades americanas.
El magnífico resultado de este esfuerzo es La rueda de la vida, un libro tan
singular como la misma Elisabeth Küb1er-Ross,