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19/04/2011
551-2010
DOCTRINA
La cuestión prejudicial funciona en el sistema procesal penal guatemalteco, como un
obstáculo a la persecución penal que requiere el establecimiento previo de un asunto
vinculante y desconocido. Dicha figura no puede prosperar, cuando los hechos contenidos
en la acusación son suficientes y permiten percibir de manera autónoma, la posible
comisión de un hecho delictivo. Este es el caso, cuando un juez equivocadamente decide
no abrir a juicio, argumentando que es necesario establecer en la vía civil, la nulidad o no
de un instrumento público, mientras que los hechos de la acusación refieren la
introducción como prueba en un juicio sumario ya fenecido, de la copia legalizada que
contiene datos falsos y que corresponde a dicho instrumento matriz; documento con el
cual se obtuvo un pronunciamiento favorable al proponente de la prueba; hecho que por sí
comportaría un ilícito que no se encuentra condicionado al pronunciamiento sobre la
nulidad de la escritura original; por lo que resulta inexistente la cuestión prejudicial.
Se tiene a la vista para resolver el recurso de Casación por motivo de fondo, interpuesto
por el querellante adhesivo y actor civil Santiago Cortez Tuch, contra el auto de fecha
veintiséis de agosto de dos mil diez, dictado por la Sala Regional Mixta de la Corte de
Apelaciones de Antigua Guatemala, que confirma el emitido por el Juzgado de Primera
Instancia Penal, Narcoactividad y Delitos contra el Ambiente de Santiago Atitlán, Sololá,
que declaró con lugar el incidente de cuestión prejudicial solicitado la defensa del
encartado Juan González Chavajay, dentro del proceso penal que por los delitos de
Falsedad Material, Falsedad Ideológica y Uso de Documentos Falsificados se instruye en
su contra. Intervienen en el proceso, el abogado defensor Ricardo Efraín Mogollón
Mendoza, la abogada Evelyn Yolanda Zamora Aguilar quien patrocina al querellante
adhesivo y actor civil, así como el Ministerio Público, por medio de su agente fiscal Ana
Amarilis Rojas Castañeda.
I. ANTECEDENTES.
A) De los hechos contenidos en la denuncia interpuesta ante la Juez a quo, los relatados
en la acusación del Ministerio Público, la oposición de la defensa y la cuestión prejudicial
decretada. a) En su denuncia penal, relata Santiago Cortez Tuch que dentro del juicio
interdicto por él interpuesto contra Juan González Chavajay, de amparo de posesión o de
tenencia identificado con el número ciento veinte guión dos mil seis, ya finalizado, que se
encuentra firme y que fue tramitado ante ese mismo Juzgado (el cual por ser mixto tiene
competencia penal y civil); el demandado, con el fin de apoderarse de un bien que no le
pertenece, ofreció como prueba la fotocopia simple de una copia legalizada de la escritura
número cuarenta y cinco, autorizada por el notario Juan Carlos Saloj Tuiz el treinta y uno
de marzo de dos mil; pero que en dicha copia legalizada se habría alterado el contenido
de la escritura matriz, por medio de la consignación de datos que no corresponden con el
original, por lo que dicha copia es falsa; b) en la audiencia de apertura a juicio, el
Ministerio Público formuló acusación por los hechos anteriormente enunciados, los cuales
según su criterio encuadrarían en los delitos de Falsedad Material, Falsedad Ideológica y
Uso de Documentos Falsificados. Sin embargo, el abogado defensor del procesado
solicitó la declaratoria de cuestión prejudicial, invocando la existencia del juicio ordinario
de nulidad del negocio jurídico y plenario de posesión, identificado con el número ocho
guión dos mil diez de ese juzgado; el cual, al momento de la audiencia, se encontraba en
trámite, y versaba sobre los mismos hechos contenidos en el juicio interdicto ya finalizado.
B) De la resolución del Juzgado de Primera Instancia Penal, Narcoactividad y Delitos
contra el Ambiente de Santiago Atitlán, Sololá. En la audiencia ya referida el juzgado
verificó de oficio la existencia del juicio ordinario citado como fundamento del alegato de la
defensa, por lo que resolvió con lugar la cuestión prejudicial toda vez la pretensión del
señor Santiago Cortez Tuch dentro del juicio ordinario civil número ocho guión dos mil
diez de ese juzgado, es que se declare “… que el negocio jurídico contenido en la
escritura pública número cuarenta y cinco, autorizada en la ciudad de Sololá por el Notario
Juan Carlos Saloj Tuiz el treinta y uno de marzo del año dos mil, no surte efecto jurídico
alguno por simulación absoluta y por nulidad absoluta, por consiguiente se declare su
nulidad absoluta…”; agregando que el juzgamiento del hecho en un tribunal de sentencia
y la responsabilidad penal del ahora sindicado, dependen específicamente de la decisión
en materia civil que establezca si el negocio jurídico objeto de litis ha nacido o no a la vida
jurídica. C) De la sentencia del recurso de apelación. La Sala Regional Mixta de la Corte
de Apelaciones de Antigua Guatemala, en su resolución del veintiséis de agosto de dos
mil diez, afirmó que el auto apelado se encuentra ajustado a Derecho y a las constancias
procesales, por lo que declaró sin lugar el recurso de apelación interpuesto.
Santiago Cortez Tuch interpone recurso de casación por motivo de fondo, invocando
como caso de procedencia, el contenido en el numeral 5) del artículo 441 del Código
Procesal Penal. Denuncia infracción del artículo 291 del Código Procesal Penal y por
ende inexistencia de cuestión prejudicial en el caso subyacente, toda vez el hecho de
falsificar un documento y utilizarlo dentro de un juicio civil, es distinto del hecho que
actualmente se ventila en el juicio ordinario ya referido en el apartado de antecedentes del
presente fallo. Concretiza su argumento, en que el procesado, en la copia legalizada de la
escritura número cuarenta y cinco, autorizada por el notario Juan Carlos Saloj Tuiz el
treinta y uno de marzo de dos mil, consignó datos distintos de los comprendidos en el
original; argucia y mala fe con la que demostró su intención de apoderarse de un bien que
no le pertenece, y que esto es un hecho distinto del que se discute en la vía civil.
CONSIDERANDO
-I-
-II-
Las anteriores consideraciones permiten concluir que, tanto la Sala impugnada como el
Juez de Primera Instancia Penal, Narcoactividad y Delitos contra el Ambiente de Santiago
Atitlán, Sololá, han aplicado indebidamente el artículo 291 del Código Procesal Penal. Por
ello, resulta necesario declarar en el apartado que corresponde, la procedencia de la
presente casación de fondo, así como hacer las demás declaraciones pertinentes.
LEYES APLICABLES
Artículos citados y: 3º, 4º, 17, 46, 203 y 204 de la Constitución Política de la República de
Guatemala; 264 numeral 23 del Código Penal, Decreto 17-73 del Congreso de la
República de Guatemala y sus reformas; 5, 11 Bis, 291, 342 numeral 4), 437 numeral 4);
438, 439, 441 inciso 5), 442, 446 y 447 del Código Procesal Penal, Decreto 51-92 del
Congreso de la República de Guatemala y sus reformas; 57, 58 inciso a), 74, 79 inciso a),
141 inciso c), 143 y 149 de la Ley del Organismo Judicial, Decreto 2-89 del Congreso de
la República de Guatemala y sus reformas.
POR TANTO