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Ubal Sánchez
Uruguay posee una extensa experiencia relacionada con la recreación. Diversas instituciones
públicas y privadas, así como actores individuales, han contribuido a desarrollar una trayectoria con
altibajos y a construir una rica historia en este campo laboral; especialmente en su faceta de acción
social, cultural y educativa, aportando así a caracterizar nuestra identidad nacional.
La recreación como acción organizada surge en el marco del desarrollo de la educación física. Sin
embargo, en el Uruguay de hoy, la recreación ha tomado un camino distinto, constituyéndose en un
área con peso propio en el universo de la Educación.
Pensando en el desarrollo de la Recreación en nuestro país pueden identificarse diversas
instituciones que fueron decisivas en la construcción de un campo de intervención social. Merece
ser destacado el rol fundacional de la YMCA a principios del siglo XX en la instalación de la
recreación en nuestra sociedad en coincidencia con el desarrollo del Uruguay moderno y su
industrialización (lema, 2009).
En una somera relación de experiencias en Recreación en Uruguay podemos mencionar: las plazas
de deportes de la CNEF desde comienzos del siglo XX, actividades de animación y voluntariados
juveniles por parte de diferentes parroquias e iglesias clubes deportivos y culturales nacionales y
locales, acciones de organizaciones civiles como cooperativas, sindicatos, partidos políticos
(Pioneros de Marzo).
Algunas instituciones de educación formal comprendieron desde muy temprano la necesidad de
abrirse a propuestas educativas que trascendieran al rígido currículum escolar, especialmente a
partir de la década del '70 con la dictadura militar. Así se comenzaron a desarrollar en muchos
colegios, generalmente de inspiración religiosa, diversos programas recreativos (campamentos,
actividades lúdicas, deportes) que buscaban ampliar el alcance educativo de dichos centros. Estas
experiencias se basaron en la trayectoria de algunas instituciones en el campo de la Recreación y el
Tiempo Libre, como la Asociación Cristiana de Jóvenes y el Movimiento Scout.
Durante todo este período los únicos actores reconocidos social y profesionalmente como idóneos
en la materia fueron los profesores de Educación Física puesto que su formación los vinculaba
directa o indirectamente con este área del conocimiento.
En ausencia de un estudio histórico-cronológico riguroso puede plantearse la hipótesis de un
cambio conceptual paradigmático en la Recreación y, principalmente, un enorme cambio en la
sistematización y aplicación de la práctica en las “actividades recreativas” instauradas a partir de las
décadas de los ‘60 y ‘70 y que se fueron consolidando acompañando las transformaciones histórico-
sociales.
Las instituciones privadas y de la sociedad civil fueron haciéndose cargo de la Formación de
recursos humanos en el campo de la Recreación, asumiendo la ausencia de una propuesta formal del
sistema educativo nacional público.
La excepción fue la del ISEF, que no tenía una propuesta de especialización pero realizaba aportes
generales a la formación de los egresados.
El proceso de desarrollo de un modelo recreativo aplicado sistemáticamente y con intencionalidad
de intervención ciudadana continuó, dejando de lado las formas recreativas informales e instaladas
culturalmente en la sociedad con el significado de esparcimiento, descanso y diversión.
Acompañando este proceso se perfilaron enfoques y abordajes diversos en lo metodológico y
didáctico, así como con diferencias ideológicas, éticas y políticas.
Puede ubicarse en la década de los ‘80 la formalización de propuestas que abordan el tema de la
Recreación y su significación en la construcción de ciudadanía, con un alcance ético-político para
incidir en las prácticas sociales, aportando diferenciales y deviniendo en propuestas de formación
para difundir experiencias y aprendizajes.
Historia de la Recreación
Ubal Sánchez