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Tener siempre en cuenta la voluntad de Dios

Santiago 4:13-17

Esta epístola fue escrita entre el año 45-50 d. C., para exhortar
a los creyentes a que tuvieran un procedimiento que fuera
coherente con la fe que ellos profesaban en Dios. Fe y obras
Una de las primicias que revelan las escrituras es que Dios es
soberano, y que Él gobierna Su creación conforme Sus decretos
eternos, de manera que lo que prevalece siempre es Su
voluntad. Los planes de Dios no pueden ser frustrados. Jó 42:2
Si Dios quiere las cosas se dan, y si Dios no quiere las cosas no
se dan.
Y en la vida de fe, los que creemos verdaderamente en Dios no
podemos pensar, ni actuar diferente de esta primicia.
Yo tengo que creer que la voluntad de Dios es lo que prevalece,
y yo tengo que vivir en la dependencia y en la búsqueda de
conformarme en todo a la voluntad de Dios.
Pero el texto apunta para un problema común y corriente a
los hombres…
El orgullo o la arrogancia del hombre es tal, que él hace planes
y ordena las cosas en su vida como si Dios no existiera.
Ahora eso no es un problema solo de incrédulos…
Aquellos hermanos que estaban en la dispersión habían
descubierto que el comercio itinerante era una muy buena
oportunidad para obtener recursos para el mantenimiento de
ellos y de su familia (hasta ahí ningún problema). Pero… ellos
pasan a conducirse de una manera arrogante al planificar sus
vidas, desconsiderando que ellos NO dominan el tiempo, ellos
no dominan la existencia de ellos mismos, ni dominan los
resultados o los frutos del trabajo.
Se les exhorta que deben someter sus vidas y sus planes al
Dios soberano que en Su providencia guía todas las cosas.
El texto nos advierte como creyentes que tenemos las
mismas inclinaciones, tendencias.
No son pocas las veces que: hacen planes, trabajan, estudian,
pasean, viven sus vidas como si Dios no existiera. Manejan sus
vidas y actividades como si Dios solo estuviera relacionado
con lo que hacemos en nuestra vida religiosa.
Hay decisiones que pensamos que debemos llevarlas delante
de Dios, pero hay muchas otras que en la práctica excluimos
a Dios cuando tomamos nuestras decisiones, no llevamos
en cuenta su revelación escrita, y peor algunas de ellas son
contrarias a Su voluntad revelada.
Es común que tomemos decisiones y después comunicamos a
Dios. ¿Nunca te ha pasado? = Mira Señor me olvide de decirte,
pero es que he tomado una decisión y bueno espero contar con
tu ayuda.
Hay momentos que creyentes viven como ateos, toman sus
decisiones, hacen sus planes como si Dios no existiera y como
sí Él no gobernara soberanamente el mundo.
Preguntas:
¿Con que frecuencia haces tus planes comenzando con una
oración a Dios?
¿Qué cosas en tu vida pensas que deben estar conformadas a
la voluntad de Dios? (todas las cosas…)
¿Cuántos de tus planes son elaborados en conformidad con la
voluntad revelada de Dios?
¿Cuál es tu actitud cuando las cosas salen completamente
diferentes de lo que esperaba o haya planificado?
¿Cuánto dependes de Dios y cuanto dependes de vos mismo, o
de los recursos que tenes, o de las habilidades que posees?
El texto quiere enseñarnos que:
No podemos vivir nuestras vidas sin considerar la soberanía de
Dios.
No podemos planear nuestras vidas sin considerar nuestra
limitación, sabiendo que solo llegaremos a alcanzar nuestras
metas con la ayuda de Dios y cuando sean conformes a la
voluntad de Dios.
No podemos planificar sin antes preguntarnos frente la palabra
de Dios, si está de acuerdo con Su voluntad
No podemos dejar de hacer lo que Dios nos dice que debemos
hacer en Su palabra.
Hay algunas lecciones que nos enseña el texto sobre el
procedimiento del creyente en relación con el futuro. La fe x
con relación a como llevamos nuestras vidas.

1. El creyente no puede ser presuntuoso – 13-14


El texto comienza con una expresión: Oíd ahora – que busca
llamar la atención de los oyentes para algo que no estaba
bien, se repite en 5:1
Había algo que ellos estaban diciendo, pero que se reflejaba en
la manera como ellos hacían las cosas. Nuestras palabras
revelan nuestro corazón. Nuestras acciones revelan nuestra fe.
Lo que reprocha el texto aquí no es que aquellos hermanos
tuvieran planes para el futuro, sino la manera como ellos
hacían sus planes. Ellos hacían planes sin considerar la
soberanía y la voluntad de Dios. (empezar un negocio, empezar
una carrera, cambiar de trabajo, empezar una relación…)
La actitud de ellos era que cuando planificaban no llevaban
en cuenta la voluntad de Dios, sino más bien vivían como si
el éxito de sus planificaciones estuviera en sus manos.
El tono presente en las afirmaciones de ellos revelan la
arrogancia y la presunción que será confrontada en el v. 14…
Miren los verbos, iremos, pasaremos, haremos, tendremos… yo
La progresión del texto revela que ellos actuaban como si todo
estuviera bajo el control de ellos, como si tuvieran todo en sus
manos, y Dios es completamente ignorado. Vs. que siguen…
¿Cómo se atreven a planificar el día de mañana, el año que
viene sin llevar en cuenta la voluntad de Dios?
Planificar forma parte de la esencia de una persona
responsable. La planificación conecta el día de hoy con el
futuro. Tener un plan, una meta, orienta, inspira, y direcciona
los pasos. No es malo, es bueno.
Pero el texto quiere enseñarnos que el sentido de
responsabilidad en planificar siempre debe ser acompañado
del sentido de dependencia. Nunca debemos actuar
independiente de Dios, o sin llevar en consideración Su
voluntad. Eso es presunción y arrogancia, y la fe no comparte.
¿por qué no debemos actuar así? V. 14, porque somos
ignorantes y débiles frente el futuro. (2 motivos)
¿Qué sabéis de vuestra vida mañana? Año que viene
La ignorancia sobre el futuro y la transitoriedad de la vida
humana deben generar sobriedad en los cristianos cuando
hacen planes y llevarlos a depender absolutamente de Aquel
que tiene en sus manos tanto el futuro como la vida humana.
Saber = significa estar seguro al tanto al punto de poder
afirmar con certeza que tal cosa pasará. NO SABEIS…
El día de mañana es desconocido de los hombres, Dios no ha
dado al hombre la capacidad de saber el día de mañana.
No tenemos la seguridad de que estaremos viviendo el día
mañana, la semana que viene o el año que viene.
Además de la ignorancia del futuro, somos transitorios o
nuestra vida en este mundo es breve.
El texto nos dice que somos como vapor. Para hablar de la
brevedad de nuestras vidas hace uso de figuras, lo que ya
había mencionado en 1:10-11 haciendo uso de la flor de la
hierba, que frente el sol se seca y se marchita.
Aquí nos dice que nuestra vida es como vapor, que es la
niebla que se forma por la condensación del frio de la noche,
pero que desvanece luego en la mañana con el salir del sol.
Te das cuenta de tu fragilidad, ¿cómo sois tan presuntuoso de
hacer planes sin considerar a Dios y buscar Su voluntad?
Juan Calvino dice que el texto revela la estupidez de aquellos
que ignoraron la providencia de Dios y reclamaron para sí
mismos un año entero, aunque no tuvieron un solo momento
en su propio poder; la ganancia que estaba lejos, ellos se
prometieron a sí mismos, aunque no tenían posesión de lo que
estaba delante de sus pies.
Cuando Dios no ocupa la primacía y la centralidad en nuestros
planes somos torpes, necios, porque confiamos en alguien que
no puede garantizar que las cosas sean, y peor cuando Dios no
ocupa la primacía y la centralidad no es conforme Su voluntad
ni para Su gloria, sino que es conforme la voluntad del que
hace y para su gloria personal.

2. El creyente busca siempre la voluntad de Dios para su


vida - 15
El v. 15 hace contraste con el 13-14, ustedes que dicen y hacen
de esta manera, pero no pueden sostenerse un solo día por su
fragilidad, por eso deben cambiar la manera de decir y hacer
las cosas.
Santiago llama sus oyentes a arrepentirse de sus conductas y
a volverse a Dios. Tengan una actitud que es coherente con la
fe. La fe verdadera no es presuntuosa, sino que es dependiente
y sometida a Dios.
Ellos deberían abandonar la arrogancia de palabras, pues la
arrogancia de palabras era manifestada en las acciones
arrogantes.
En lugar de la independencia debe haber dependencia.
El v.15 = Uno debe buscar hacer y conformar su vida y planes
a la voluntad de Dios.
No es lo que me gusta, ni lo que me conviene.
Nosotros tenemos la mala costumbre de decir que uno tiene
que hacer lo que le gusta. Creamos a nuestros hijos diciéndoles
que ellos tienen que hacer lo que les gusta, porque así les irá
bien en la vida. Eso es comportamiento mundano confrontado
por Santiago en los primeros vs. del cap. 4. El mundano es que
busca satisfacerse a sí mismo.
Debemos vivir teniendo como prioridad la voluntad de Dios en
nuestras vidas, debemos enseñar a nuestros hijos que la
tendencia de ellos es querer hacer lo que les gusta, pero que
ellos deben someter su voluntad a la voluntad de Dios, de lo
contrario van a tener sería dificultades en andar de manera que
agrada a Dios.
El texto NO está instituyendo un dicho que se dice por decir,
sino que es un decir que acompaña una manera de vivir.
Lo que enseña el v. 15 es que la voluntad de Dios es el factor
dominante en la historia, en las circunstancias, y debemos
entender que también es en nuestras vidas.
1. Porque nuestra vida depende de Él = Si él quiere
viviremos. Es Dios quien sostiene nuestras vidas en sus
manos, es Él quien da aliento de vida, es Él quien quita
la vida. Para poder hacer las cosas que planificamos
necesitamos estar vivos, y si no podemos estar vivos por
nosotros mismos, entonces no podemos jactarnos de
que haremos lo que hemos planificado. Pero si Dios nos
da vida podemos hacer aquello que planificamos de
acuerdo con Su voluntad revelada.
2. Porque si Él Señor quiere haremos esto o aquello –
nuestras realizaciones sean pequeñas o grande, deben
ser consideradas y pesadas frente a la palabra de Dios.
Ej. en las escrituras: Pablo a los hermanos de Éfeso - Volveré
a vosotros otra vez, si Dios quiere. Y zarpó de Éfeso. (Hech.
18:21 LBA)
Problema en Corinto - Pero iré a vosotros pronto, si el Señor
quiere, y conoceré, no las palabras de los arrogantes sino su
poder. (1Co 4:19 LBA)
Muchos son los planes en el corazón del hombre, más el
consejo del SEÑOR permanecerá. (Pro 19:21 LBA)
Dios es soberano y gobierna al mundo para que Sus planes
eternos se cumplan y como creyentes debemos vivir en la
dependencia de Dios (viviremos), y en conformidad con la
voluntad de Dios revelada en Su palabra (haremos), pues es
eso que le agrada y trae gloria a Su nombre.
No hay una sola área de nuestras que no esté debajo del
dominio de Dios, por eso debemos someter a Él en oración, en
búsqueda de Su palabra cada aspecto de nuestras vidas. Es así
como se comporta un creyente verdadero.

3. El creyente se complace en hacer lo bueno – 16-17


Para concluir sus enseñanzas hasta aquí, Santiago revela cual
debe ser la actitud de los creyentes.
Hay cosas que abandonar, que hay que dejar de hacer, y hay
cosas que hay que hacer.
Ustedes están haciendo eso… jactarse, pero lo que deberían
estar haciendo es esto v. 15…
Calvino nos dice que: "Podemos aprender de estas palabras
que Santiago está condenando más que simplemente un
discurso equivocado. Ellos se gloriaban en sus vanas
pretensiones. No sólo robaban a Dios el derecho de gobernar,
como también se gloriaban de esto como si fueran superiores
a Dios."
Estaban no solamente inflados de autoconfianza en ellos
mismos, sino que estaban embriagados de vanidad al punto de
no tener Dios en cuenta.
Toda actitud semejante es maligna, es pecaminosa y por eso
debe ser abandonada.
¿Y qué es lo que se debe hacer? ¿Qué es hacer lo bueno?
Hacer lo bueno pudiera ser aplicado a todo lo que el viene
enseñando en la epístola: Aprender en medio de las pruebas
con el gozo del Señor. No ser solo oyente sino hacedor de la
palabra. No hacer acepción de personas sino cumplir la ley real,
amar al prójimo como a ti mismo, cuidar nuestra manera de
hablar, pues de nuestra boca no puede salir bendición y
maldición a la vez…
Esta afirmación se puede aplicar ampliamente a la palabra de
Dios, pero considerando nuestro contexto debemos considerar
primariamente lo que está enfatizando el texto. El creyente
debe considerar a Dios en todos sus caminos, y no debe andar
apoyado en su propio entendimiento. Hacer lo bueno es eso,
poner a Dios en primero lugar en nuestros planes y descansar
en Su voluntad soberana.
El que sabe que debe buscar la voluntad de Dios sobre todas
las demás cosas y no lo hace, en esto peca.
Es interesante que nuestro concepto de pecado en la
mayoría de las veces está relacionado a NO hacer cosas malas.
Por eso la gente dice yo no hago eso, aquello…
Pero el texto nos introduce otro entendimiento del pecado, que
es el dejar de hacer lo bueno o dejar de hacer lo que se espera
del creyente.
La fe verdadera no solo nos conduce a NO hacer lo malo, sino
que ella nos guía a hacer lo bueno.

Conclusión:
La presunción y la arrogancia nos conduce a la independencia
y a la exclusión de Dios, de nuestras vidas y planes.
La presunción y la arrogancia nos conduce a pensar de manera
equivocada de nosotros mismos. No sabéis…
¿Cuándo hacemos planes o tomamos decisión quien es la
persona a quien consultamos primero?
¿Cuándo hacemos planes o tomamos decisiones a quien
buscamos complacer, a mí mismo, a mi familia, a mis
hermanos, o a Dios?
¿Cuándo hacemos planes qué lugar ocupa Dios y las cosas de
Dios en mi vida?
Todo lo que precede a Dios y las cosas de Dios en mi vida, se
convierte en un ídolo.
Que Dios nos guarde y nos ayude…

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