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UNIVERSIDAD PRIVADA ANTONIO GUILLERMO URRELO

Facultad de Derecho y Ciencia Política

Programa por Competencias Adquiridas

PCA

INTEGRANTES: RICARDO GUTIERREZ COLORADO.

ASIGNATURA: CONTRATOS TIPICOS.

TEMA: “CONTRATO DE RENTA VITALICIA”.

DOCENTE: MAGALY CASTAÑEDA SANCHEZ.

CICLO: X. CICLO.

Cajamarca, noviembre del 2018.


PRESENTACIÓN

Los alumnos de X ciclo, de Derecho y Ciencia Política tenemos el agrado de


presentar el trabajo encomendado: “Contrato de Renta Vitalicia”.

Se realizó una búsqueda exhaustiva de los puntos concernientes al tópico,


analizando e interpretando los distintos artículos contenidos en Código Civil
referente al tema de contrato de renta vitalicia. Además, se realizó un análisis de
los antecedentes, definición, caracteres jurídicos, elementos entre ellos a los
sujetos que son el constituyente o deudor y el beneficiario o rentista, renta
vitalicia en cabeza de un tercero, diferencias con otras figuras como donación,
compraventa y seguros; derechos y obligaciones de las partes, derecho de
acrecer y reajuste de la renta vitalicia y la extinción.

Esperamos que este informe sea de utilidad.

LOS AUTORES

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I. ANTECEDENTES

La doctrina considera que la evolución de este contrato ha tenido su origen en la


figura del censo. Esta institución surgió en la Edad Media, como alternativa al
préstamo con interés, entonces duramente condenado y calificado de usurario.

En efecto, el censo consistía básicamente en el gravamen impuesto sobre un


bien inmueble, que quedaba afecto al pago de una pensión o crédito, a cambio
de recibir un capital o dicho inmueble. Sin entrar a detallar las diversas
modalidades de censos que aún conservan legislaciones contemporáneas, es
fácil apreciar que esta figura jurídica guarda una gran semejanza con la renta
vitalicia a título oneroso: se recibe un capital (o un bien), a cambio del cual existe
el compromiso de pagar una renta, que a su vez grava el propio inmueble
recibido. La ventaja radica en que brinda al rentista la seguridad de contar con
una pensión y, por otra parte, proporciona un capital a quien carece de él.

II. DEFINICION

Carlos Cuadros Villena la define de esta manera: La renta vitalicia es un contrato


por el cual, una de las partes entrega a la otra una cantidad de dinero o bienes
fungibles para que anualmente, o mensualmente, o en otros períodos, pague
durante la vida de una persona, renta o pensión.

Ennecerus la define de este modo: Llámese obligación de renta vitalicia, a la


obligación con sustantividad propia de hacer a otro, por el tiempo de la vida de
un hombre, prestaciones determinadas periódicamente, de dinero u otras cosas
fungibles.

Blaz Pérez González y José Alguer definen por el texto del artículo 1802 del
Código Civil español de este modo:” El contrato aleatorio de renta vitalicia dice
el artículo 1802 de nuestro EC. Obliga al deudor a pagar una pensión o crédito
anual durante la vida a una o más personas determinadas, por un capital en
bienes muebles o inmuebles, cuyo dominio se le transfiere, desde luego con la
carga de pensión.

Cabanellas define la renta vitalicia: Contrato aleatorio en que una de las partes
entrega a la otra un capítulo o ciertos bienes con la obligación de pagar al
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cedente o a un tercero una pensión o renta durante su vida o la de aquel a cuyo
beneficio se impone la surja o cosa.1

El Código Peruano define a la renta vitalicia del siguiente modo: “Por la Renta
vitalicia se conviene la entrega de una suma de dinero u otro bien fungible para
que sean pagados en los periodos estipulados”2

III. CARÁCTERES JURIDICOS.

Podemos enumerar como caracteres jurídicos más saltantes de la renta vitalicia,


los siguientes:

 Su autonomía como contrato, al no ser dependiente de otro. No obstante,


nada impide que se le unan en ciertos casos contratos accesorios de
garantía.

Según Castán, son contratos principales o autónomos, “los que cumplen


por sí mismos un fin contractual propio o subsistente, sin relación
necesaria con ningún otro contrato…”3 Este carácter se contrapone al de
accesoriedad.

 Su duración temporal, establecida sobre la base de la vida de una o más


personas.

Es evidente que la renta vitalicia es un contrato de tracto sucesivo 4, cuya


ejecución es periódica, y cuya duración es indeterminada. Podría
sostenerse que la duración ha sido determinada, desde el momento en
que se ha fijado la vida de una persona como parámetro. El grupo
discrepamos de esta postura, pues a nuestro entender, lo que califica a
un contrato de duración indeterminada viene dado por la imposibilidad de

1
CABANELLAS, Guillermo. Diccionario Enciclopédico de Derecho Usual. Editorial Hestiasta, 1981. 16 ava
edición. Buenos Aires, Argentina. pp.1030.
2
Art 1923 del Código Civil Peruano de 1984.
3
CASTAN TOBEÑAS, José. Derecho Civil Español Común y Foral, Tomo II, pagina 592.
4 Definimos el tracto sucesivo como es el lapso o período de tiempo que se sucede entre dos
acontecimientos y al que el Derecho dota de efectos jurídicos, de tal manera que, si ese lapso es
interrumpido, el efecto jurídico correspondiente no se produce.

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que las partes conozcan de antemano cuándo concluirá la relación
obligatoria entre ellas.

Por ejemplo: Si “A” transfiere a “B” la propiedad de un automóvil, y a


cambio “B” se compromete a pagarle una renta mensual mientras viva a
favor de “A”, existen indudablemente dos prestaciones distintas: una, la
transferencia de la propiedad del vehículo, cuya ejecución es inmediata;
y otra, el pago de la renta, cuya ejecución de tracto sucesivo no tiene una
duración que las partes puedan conocer de antemano.

 Tiene efectos traslativos de dominio pues el deudor de la renta se


obliga a pagar una suma de dinero o entregar bienes consumibles, que
pasan a propiedad del rentista. si se constituye a título oneroso, la
contraprestación que asume el beneficiario de la renta consiste también,
generalmente, en la transferencia del dominio de un bien.

El contrato de renta vitalicia tiene como efecto transferir la propiedad, y no


simplemente el goce, uso o disfrute de un bien.

En efecto, el deudor se obliga a entregar dinero o bienes fungibles. Tanto


el dinero como los bienes fungibles son muebles, de ahí que su entrega
produzca la traslación de la propiedad. El rentista adquiere, en
consecuencia, la pensión o los bienes fungibles que periódicamente le
son entregados por el deudor de la renta. No existe, de su parte, una
obligación de restituir nada al deudor.

Esto se aplica tanto en el caso de la renta vitalicia constituida a título


gratuito, como a título oneroso. En esta última variante, generalmente la
obligación que asume el beneficiario de la renta es también traslativa de
dominio, pues lo usual es que se trate de la transferencia de un bien
(mueble o inmueble) a favor del deudor de la renta.

 Puede ser un contrato a título gratuito, o a título oneroso.

Será a título gratuito la renta vitalicia en la cual no media contraprestación


alguna de parte del beneficiario de la pensión. Por ejemplo, si “D” se
compromete frente a “X” a pagarle una renta de 5,000 nuevos soles

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mensuales mientras viva. No ha existido en “X” ningún desembolso, y
adquiere el derecho gratuitamente, por una liberalidad de “D”.

La renta vitalicia a título oneroso es aquella en la cual el beneficiario de la


pensión ha entregado algo a cambio, de manera que las dos partes han
satisfecho una prestación. Existe, en consecuencia, un sacrificio en cada
una de las partes contratantes, que se compensa con una ventaja.

En efecto, la renta vitalicia a titulo oneroso no se convierte por este último


carácter en un contrato conmutativo, puesto que no hay un equilibrio entre
las ventajas que cada parte obtiene con su celebración. Bien puede ocurrir
que la prestación de una de las partes resulte muy superior a la que a su
vez recibe de la otra, dado el elemento de riesgo que comporta fijar la
duración sobre la base de la vida de una persona.

 Puede tratarse de un contrato de prestaciones reciprocas, o de una


sola prestación, según el carácter oneroso o gratuito con que se
establezca.

La renta vitalicia puede dar lugar a una sola prestación, y en ese sentido
ser un contrato unilateral. De otro lado, el contrato será de prestaciones
recíprocas, siempre que exista una contraprestación a cargo del
beneficiario de la renta. Es el caso de la que se constituye a título oneroso.

 Es un contrato aleatorio, ya que las ventajas o desventajas que puede


brindar a cada una de las partes no son apreciables desde su inicio, al
depender su duración de un hecho incierto, como es la muerte.

Es uno de los caracteres mas saltantes del contrato de renta vitalicia. La


aleatoriedad se presenta como elemento particularmente cuando estamos
frente a la renta constituida a título oneroso. Respecto a la que se celebra
a título gratuito, algunos autores estiman que no puede hablarse de riesgo
o “alea” en contrato de una sola prestación, pero otros tratadistas como
LaCruz Berdejo, considera que la aleatoriedad puede también estar
presente en ellos. De hecho, es innegable que el constituyente de la renta
vitalicia, aun cuando no reciba nada a cambio, se arriesga a tener que

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pagarla durante un período mayor o menor de tiempo dependiendo de la
vida de aquel en cuya cabeza se establezca.

La aleatoriedad en la renta vitalicia se presenta por el hecho de que su


duración esté basada en la vida de una persona. Existe un hecho incierto,
como la muerte, que ninguna de las partes puede prever o anticipar con
exactitud. El que paga la renta se arriesga a tener que hacerlo durante un
plazo más o menos prolongado, y el que entrega algo a cambio se
arriesga a recibir rentas por un valor inferior.

En efecto, tratándose de un contrato aleatorio de ejecución periódica, las


reglas sobre excesiva onerosidad de la prestación le serán aplicables
siempre que el desequilibrio se produzca por causas ajenas al riesgo
propio del contrato.

Por ejemplo: “A” transfiere a “B” la propiedad de una embarcación


valorizada en 2 millones de soles. A cambio “B” se obliga a pagarle
durante toda su vida una renta anual expresada en el equivalente de 100
gramos de oro, al precio de mercado vigente en el momento de cada
pago.

Supongamos que, al celebrarse el contrato, el precio de 100 gramos de


oro era de 80,000 soles. Supongamos que, al cabo de tres años, y por
razones motivadas por el mercado internacional que nadie podía prever,
el precio de dichos 100 gramos de oro se vea aumentada a 500,000 soles.
Es evidente que la prestación a cargo de “B” se vería enormemente
aumentada, y no en razón de la duración del contrato (pues éste fue un
riesgo asumido), sino de un elemento totalmente imprevisible y
extraordinario, cual es el aumento de precio de oro en más de un 500 %
en solo tres años.

 Se trata de un contrato solemne, pues requiere la formalidad de la


escritura pública, bajo sanción de nulidad.

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IV. DURACION DE RENTA VITALICIA
Según el Código Civil en el artículo 1926: Para la duración de la renta
vitalicia debe señalarse la vida de una o varias personas.
En el contrato se determinará la vida en que concluya la renta cuando se
hubiere fijado en cabeza de varias personas.

V. ELEMENTOS
1. Sujetos:

La renta vitalicia es un contrato donde intervienen dos partes: el constituyente


(deudor de la renta), y el beneficiario o rentista (acreedor de la pensión). También
puede ocurrir que la renta se constituya sobre la base de la duración de la vida
de un tercero. Este último, no obstante, no es parte en el contrato, y el mismo
aún puede celebrarse sin su conocimiento.

Dado el diferente carácter con que intervienen ambas partes, en especial en la


renta vitalicia a título gratuito, la capacidad que deben reunir ambas tienen
exigencias distintas. Así:

 El constituyente

El deudor de la renta realiza siempre un acto de disposición patrimonial, y de ahí


que como regla general se le exija la capacidad plena que establece el artículo
42 del Código Civil. Los incapaces absolutos no podrán pues celebrar este
contrato como constituyentes; ni – en principio- los incapaces relativos.

Respecto a estos últimos, debemos tener presente la excepción que establece


el artículo 456 del Código Civil, que admite la posibilidad de que los menores de

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edad mayores de 16 años asuman obligaciones, siempre que sus representantes
legales autoricen o ratifiquen tales actos.

Lo que respecta a los representantes legales de incapaces, y la posibilidad de


que celebren este contrato en nombre de sus representados, como
constituyentes de la renta, habrá que distinguir si se trata de un contrato a título
gratuito o a título oneroso. En el primer caso, al no mediar contraprestación de
parte del beneficiario, existe la prohibición expresa del inc. 3 del art. 538,
tratándose de los tutores. Esta norma se aplica también a los curadores en virtud
del art. 568.

Respecto a los padres que ejercen la patria potestad, se tendrá en cuenta el


principio establecido en el numeral 447, relativo a la autorización judicial
preceptiva para todo acto de disposición patrimonial. Ello rige tanto para la renta
a título gratuito como par la que se establece con carácter oneroso.

 El beneficiario

La ley establece distintos requerimientos de capacidad para el beneficiario,


según se trate de una renta vitalicia a título gratuito o a titulo oneroso

En el supuesto de renta vitalicia a título gratuito, es evidente que las normas


relativas a la capacidad del beneficiario serán menos exigentes, pues su
intervención se limitara aceptar la pensión constituida a su favor. Sin embargo,
debemos tener presente que la renta vitalicia constituye un contrato y por ende
es un negocio jurídico. Entonces, incluso cuando se otorga a título gratuito.

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No podrán actuar como beneficiarios ni siquiera a título gratuito, quienes sean
absolutamente incapaces conforme al artículo 43 del Código Civil: los menores
de dieciséis años (con su debida excepción: ser casado, tener un título
profesional o ser emancipado), los privados de discernimiento y los sordomudos,
ciegosordos y ciegomudos que no puedan expresarse indubitablemente.

En el caso de menores de dieciséis años, cabe tener en cuenta que el numeral


455 del Código admite que contraten por sí mismos para aceptar donaciones,
legados y herencias, siempre que sean capaces de discernimiento. Esta norma
debe considerarse aplicable a la renta vitalicia a título gratuito, que en buena
cuenta no es más que una liberalidad estipulada a favor del beneficiario, y puede
por ello equipararse a la donación.

Los padres, tutores y curadores naturalmente podrán también aceptar rentas


vitalicias constituidas a título gratuito a favor de sus representados, dado que en
nada pueden perjudicarles. En el caso de los padres, nótese que el inciso 4 del
artículo 448 les obliga a recabar autorización del juez para renunciar donaciones,
precepto consideramos aplicable al contrato de renta vitalicia, cuando se
celebrar gratuitamente.

Asimismo, las personas capaces pueden celebrar contrato de renta vitalicia


mediante un representante. En principio no existe inconveniente para que
cualquiera de ellos pueda hacerlo. Habrá que tener en cuenta, sin embargo, que
tratándose del constituyente se requerirá que el poder sea otorgado conforme al
artículo 156 del Código Civil, pues aquel realiza un acto de disposición tanto en
la renta a título gratuito como oneroso. El encargo deberá ser específico y por
escritura pública, de lo contrario no tendrá plena validez.

VI. RENTA VITALICIA EN CABEZA DE UN TERCERO

Por lo general La renta vitalicia es un contrato donde intervienen dos partes: el


contribuyente y el rentista sin embargo puede ocurrir que la renta se constituya
sobre la cabeza de la duración de vida de un tercero no significando que este
ultimo sea parte en el contrato, pues no lo es, es mas el contrato en mención

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puede celebrarse sin su consentimiento y aun contra su voluntad, puesto que en
nada le afecta5.

En cuanto al tiempo de pago de la pensión, es conforme a la voluntad


contractual, que puede ser diario, mensual, semestral o anualmente. Asimismo,
es esencial el señalamiento de una persona cuya vida es contemplada
como plazo de duración de la obligación de pago, por eso el Código le dedica
algunas reglas tales como; Duración de la renta vitalicia; Nulidad de la renta
vitalicia; Muerte del acreedor en la renta constituida en cabeza de un tercero;
Muerte del deudor constituida en cabeza de tercero, ocupando nosotros de
estas dos últimas reglas.

 Muerte del Acreedor en la Renta constituida en cabeza de un


TERCERO.- Según el artículo 1928, contempla un caso de un derecho de
crédito trasmitido a los herederos, es decir, que los herederos del
acreedor fallecido tendrían el derecho de cobrar la renta vitalicia que está
obligado a pagar el constituyente de la misma es decir estamos ante el
caso de muerte del acreedor beneficiario de la renta vitalicia, frente a la
supervivencia de aquel(tercero) cuya vida determina la duración de dicha
renta6 . Por tanto, como bien nos lo hace notar Arias Schreiber, se trata
de un supuesto en el cual, la duración de la renta vitalicia se encuentra
determinada por la vida de un tercero.

Este precepto, como bien lo manifiesta Arias Schreiber, consagra el


carácter hereditario de la renta vitalicia, desde el punto de vista del
beneficiario de la misma. El referido autor nos explica que la naturaleza
peculiar del contrato de renta vitalicia determina que mientras viva la
persona en cuya cabeza se constituyó, el pago de la obligación subsiste
y se transmite a los herederos del acreedor, si este falleciera. En efecto,
si este último fallece, sus herederos continuarán percibiendo la pensión,

5
ARIAS SCHREIBER PEZET, Max. Exégesis del Código Civil Peruano de 1984.Tomo I. Gaceta Jurídica.
Primera Edición. Mayo del 2006.Perú, Lima. Pg. 913
6
ARIAS SCHREIBER PEZET, Max. 'Exégesis del Código Civil Peruano de 1984". Tomo 111. Gaceta Jurídica.

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hasta que se extinga el contrato por muerte de aquel en cuya cabeza se
fijó la duración de la renta.

 Muerte del Deudor constituida en cabeza de TERCERO.- Regulado en


el artículo 1928 del código civil , como bien lo manifiesta Arias Schreiber,
en este numeral encontramos nuevamente consagrado el carácter
hereditario de las obligaciones y derechos que emanan del contrato de
renta vitalicia, pero esta vez desde el punto de vista del constituyente de
la misma, vale decir, del deudor7, puesto que los derechos y obligaciones
pasan a los herederos en tanto subsista al contrato por sobrevivir la
persona en cuya cabeza se estableció la duración, lo cual constituye un
aporte significativo .
Arias Schreiber comenta que este numeral constituye una novedad
respecto al derogado Código Civil de 1936, que solo contenía una
disposición similar a la del ARTÍCULO 1928 en lo que se refiere a la
muerte de acreedor de la renta vitalicia, pero presentaba un vacío
normativo en lo relativo a las obligaciones a cargo del deudor de la renta,
vale decir, no regulaba lo relativo a lo que acontecía con la obligación del
deudor de la renta en caso de muerte de este.

VII. DERECHOS Y OBLIGACIONES DE LAS PARTES

OBLIGACIONES Y DERECHOS DEL CONSTITUYENTE

La obligación principal del deudor es pagar la renta en el momento y lugar


convenido en el contrato. Si el contrato no prevé la periodicidad de la renta, debe

7
ARIAS SCHREIBER PEZET. Max. "Exégesis del Código Civil peruano de 1984", Tomo 111. Gaceta Jurídica.
Lima. 2000, p. 354.

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entenderse que puede ser diario, quincenal, mensual, trimestral, semestral,
anual, etc. El Código le dedica algunas reglas:

1) Prueba de la supervivencia.- El artículo 1933 establece que, el acreedor no


puede pedir el pago de la renta si no justifica que vive la persona en cuya cabeza
se constituyo, a no ser que la vida del acreedor fue la señalada para la duración
del contrato. Si el contrato se constituye en cabeza del propio beneficiario, este
no tendría nada que justificar ya que su supervivencia se demuestra con el solo
ejercicio del derecho a reclamar la pensión, entonces, es evidente que la norma
se refiere a la renta constituida en cabeza de un tercero.

2) Falta de pago de las pensiones vencidas.- La falta de pago de las pensiones


vencidas da al acreedor el derecho a reclamar solo el pago de ellas y el
aseguramiento de las futuras. El artículo 1934 confiere solo la facultad de exigir
el pago de las pensiones adeudadas y el aseguramiento de las futuras, pero no
podrá aplicar a plenitud el artículo 1928 por ser un contrato de naturaleza
aleatoria incompatible con la resolución del contrato.

3) Resolución del contrato por falta de garantía.- Según el artículo 1935, el


beneficiario para quien se constituyo la renta vitalicia a titulo oneroso puede
solicitar la resolución del contrato si el que recibió el bien y se obligo a pagar la
pensión, no da las garantías estipuladas. Se aplica la norma solo cuando se trata
de contratos constituidos a titulo oneroso, siempre que se haya estipulado
garantías para el pago de la renta.

4) Pago por plazo adelantado.- El numeral 1936 prevé varias situaciones: a) Si


se pacto que el pago se haría por plazos adelantaos, se tiene por vencido el
transcurso desde la muerte de la persona sobre cuya vida se pacto la renta. b)
Si el acreedor muere mientras transcurre la próxima prestación a pagar, se
abonara la renta en proporción a los días en que ha vivido el sujeto en cuya
cabeza se pacto. c) Si la prestación se paga con anticipación, la renta es debida
en su integridad.

5) Extinción de la renta.- Por disposición del artículo 1937, si muere la persona


cuya vida se designo para el pago de la renta, se extingue esta sin que exista
obligación de devolver los bienes que sirvieron de contraprestación. El precepto
admite pacto en contrario, siempre que no se desnaturalice el contrato. De ese

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modo, podrá acordarse la restitución de los bienes, mas no la pensión se siga
pagándose después del fallecimiento de la persona en cuya vida se fijo para el
pago de la renta.

OBLIGACIONES Y DERECHOS DEL BENEFICIARIO

Tratándose de la constitución de renta vitalicia a titulo oneroso no existe en


nuestro ordenamiento jurídico una norma sobre las obligaciones y derechos del
beneficiario o acreedor de la renta, sin embargo la doctrina enseña que son las
siguientes:

1) Entrega del capital.- En el mismo momento de celebrar el contrato el acreedor


de la renta debe hacer la entrega del capital o bienes muebles o inmuebles, cuya
entrega constituye su obligación principal, a tal punto que es esencial su
cumplimiento, que el contrato no se reputa cumplido en tanto no haya tradición.

2) Obligaciones de garantía.- Por cierto con la entrega del capital no se agota las
obligaciones del acreedor de la renta o beneficiario, puesto que debe al
constituyente la garantía por vicios de evicción y por vicios redhibitorios de los
bienes entregados. En cambio, tratándose de la constitución de renta vitalicia a
título gratuito, el beneficiario no tiene obligaciones que cumplir, salvo derechos
de los cuales ya nos hemos ocupado.

VII. DERECHO DE ACRECER EN RENTA VITALICIA

El Artículo 1940 del Código Civil establece que: “En caso de establecerse la renta
en favor y en cabeza de dos o más personas o solo a favor de estas, excepto
entre cónyuges, la muerte de cualquiera de ellas no acrece la parte de quienes
sobrevivan, salvo pacto distinto.

Instituyéndose, como norma general, que ante la pluralidad de acreedores o


beneficiarios de la renta, no hay derecho de acrecer.

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Sin embargo, la norma sería de aplicación supletoria, si las partes estipulan en
el contrato algo distinto.

Un ejemplo puede ser de la utilidad: Ana se compromete a pagar a Betty y


Carmen , que son hermanos ,una pensión de 500.000 soles, mientras vivan
ambos hasta que muera el último de ellos .conforme al artículo 1931, se
entenderá que al renta se distribuirá por mitades entre ambos hermanos.
Transcurridos cinco años muere. Entonces en aplicación de la norma la porción
que corresponda a C no acrece la de B y, por tanto, este continuara cobrando
únicamente 250.000 soles anuales hasta su fallecimiento.

Un caso distinto seria en la pensión otorgada favor de los cónyuges: en esta


hipótesis el sobreviviente continuara recibiendo la pensión integra.

VIII. EXTINCIÓN

Si muere la persona cuya vida se designó para el pago de la renta, se


extingue esta sin que exista obligación de devolver los bienes que sirvieron
de contraprestación

Reitera el carácter aleatorio del contrato de renta vitalicia, que es un contrato


cuya duración está condicionada a la vida de la persona en cuya cabeza ha
quedado establecida. El fallecimiento de la misma produce, en consecuencia, su
extinción. La renta es vitalicia porque existe una vida que es contemplada para
determinar el contrato. Se entiende que admite pacto en contrario siempre y
cuando no desnaturalice el contrato de renta vitalicia. Por ejemplo, en tal
situación podría pactarse la devolución de los bienes dados en contraprestación,
en un supuesto de renta vitalicia onerosa, pero nunca que la pensión continúe
pagándose después del fallecimiento, pues este ultimo iría contra la esencia
misma de esta figura contractual.

Extinción de la renta por suicidio del obligado: Si se constituye la renta en


cabeza de quien la paga y este pierde la vida por suicidio, el acreedor tiene
derecho a que se devuelvan los bienes con sus frutos, deducidas las
cantidades que hubiese recibido por renta.
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Se produce la extinción por causas provocadas por una de las partes. Si quien
paga la renta se suicida, es decir, se quita la vida, evidentemente el beneficiario
de esta sufriría el perjuicio de dejar de cobrar la misma por causas ajenas al alea
y riesgo propio que tanto el beneficiario como el constituyente asumieron al
celebrar el contrato de renta vitalicia. Nuestro Código Civil sanciona los actos
que vayan en contra de la aleatoriedad natural propia de este contrato. Si
además, en un supuesto de renta vitalicia celebrada a titulo oneroso, el
beneficiario hubiese entregado una contraprestación a cambio, el perjuicio sería
aún mayor, ya que se entiende que en tal supuesto, el contrato de renta vitalicia
celebrado a titulo oneroso perdería el equilibrio y la equidad propia de todo
contrato con prestaciones reciprocas.

Caso de muerte causada intencionalmente por el obligado:

EL obligado a pagar la renta vitalicia que causa intencionalmente la muerte de la


persona cuya vida la constituyó, restituirá los bienes recibidos como
contraprestación de sus frutos, sin que pueda exigir la devolución de la renta que
antes hubiese satisfecho.

Contiene una sanción civil para el deudor de la renta vitalicia ante el acto e causar
la muerte de la persona cuya vida ha sido establecida para determinar la
duración de dicha renta. Es necesario que exista dolo en el deudor de la renta,
y no simple culpa o negligencia en el actuar del deudor de la renta. Se requiere
que la muerte haya sido causada con dolo, es decir con conciencia y voluntad
de realizar dicha conducta.

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IX. BIBLIOGRAFIA

 CUADROS VILLENA, Carlos Ferdinand. Derecho de Contratos. Editora


FECAT. Lima, 1997. pp. 428.

 CASTAN TOBEÑAS, José. Derecho Civil Español Común y Foral, Tomo


II, España. pp. 645.

 SCHREIBER PEZET, Max Arias. Exégesis del Código Civil Peruano de


1984. Tomo I. Gaceta Jurídica. Lima, Perú. 2006. pp.991.

 CABANELLAS, Guillermo. Diccionario Enciclopédico de Derecho Usual.


Editorial Hestiasta, 1981. 16 ava edición. Buenos Aires, Argentina. pp.
1224.

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