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Es posible que los recuerdos invadan tu mente y pienses en que todo pudo
haber sido diferente, si tan solo hubieras actuado de una manera distinta. Lo
cierto del caso es que no hay vuelta atrás. Sé que esta es una situación difícil
de enfrentar, pero una relación es de dos y cuando uno no quiere continuar,
lo único que queda por hacer es aceptarlo y seguir adelante.
Por esta razón lo ideal es restablecer nuevas rutinas, haz ejercicios, busca
alguna nueva actividad en la que te puedas desenvolver de manera cómoda.
Esto te permitirá tener la mente ocupada en otras cosas algo que te alejará
de los recuerdos del pasado.
▪ Desahógate
No es bueno que te cierres ante sus sentimientos y ocultes todo lo que sientes
con el fin de mentir a los demás o engañarte a ti mismo. Créeme, desahogarse
es necesario.
Contrario a lo que casi todo el mundo dice para los hombres también es válido
llorar. Es bueno que llores y te despojes de todo aquello que te pesa. Busca a
un amigo, cuéntale lo que sientes en tu interior; tal vez decirlo en voz alta te
ayude a liberarte.
El desahogo es medio excelente para dejar ir los rencores y expresar tus
emociones, ayudando a aliviarte y a sentirte tranquilo. Ya verás que tu estado
de ánimo va a mejorar en gran medida.
A veces es necesario que pasar por situaciones fuertes para así aprender de
esas experiencias y enfrentar la vida con mayor fuerza y madurez.
Analiza las causas que llevaron a la ruptura y piensa en cómo poder mejorar.
Trabaja en lograr un cambio interno, para que cuando llegue el tiempo
indicado que conozcas a otra persona con la que quizás puedas compartir tu
vida, no cometas los mismos errores del pasado.