Sei sulla pagina 1di 4

ALUMNO: Braulio León Chanduví

CURSO: Derechos Humanos

Al pasar de los años nuestro país siempre ha afrontado distintas situaciones que no
tenía previstas y no sabía cómo reaccionar frente a ellas, las decisiones políticas
sociales, culturales y la presión mediática, siempre han sido factores determinantes
para cada situación trascendental y marcante en nuestra historia peruana.

Nos referimos a un Perú que intenta emerger lentamente que aún tenía rezagos muy
marcantes de histeria, caos, desbalance económico y terribles pérdidas, es así que
sucedió lo inevitable, nuestro territorio rico en fauna, flora, minerales, entre otros
grandes atractivos y bagaje cultural, empezó a tornarse exquisito y abundante para las
empresas transnacionales, durante el segundo gobierno de Alan García, el cual al
ejecutar una política de inversiones como parte de la ejecución del Tratado de Libre
Comercio con Estados Unidos, decidió dar carta libre al inicio de proceso de
exploración y explotación de la selva, sin antes evaluar la gran cantidad de oposición
indígena que existiría producto de esta inserción de nuevas inversiones.

Pero, ¿podemos considerar realmente una vulneración a los derechos humanos el no


existir una correcta consulta previa ni negociación con la población indígena para
proceder a explotar y explorar su territorio?

Hay que tener en cuenta que nos encontrábamos atados de brazos y piernas al saber
que existía un quebrantamiento del Convenio 169 de la OIT, el cual expresamente dice
que los pueblos nativos e indígenas deben ser previamente consultados antes de
otorgar una ley o norma que amenace su territorio.

Las reacciones fueron inesperadas, el gobierno se chocó con indígenas indignados,


los cuales no sabían que método usar para poder hacer prevalecer su derecho sobre
la tierra que los vio nacer, grandes maquinarias acechaban con quitarles lo que
siempre había sido de ellos, la vida como la conocen.

Es de esta forma, que empiezan a suceder los primeros enfrentamientos, los


indígenas y nativos bien organizados y decididos empezaron a tomar control de
instalaciones petroleras, yacimientos de gas natural, oleoductos, carreteras, entre
otros, liderados por Pizango, se sostuvieron distintas mesas de diálogo, pero jugaron
cruelmente con la frágil protección y voz enmudecida a golpes de los indígenas,
contestaban mediante evasivas, derogaban las normas que permitían la explotación
de su territorio, pero no todas a cabalidad, por lo que los proyectos siguieron
ejecutándose y aumentando, así como su rabia, enojo y abrumación.
Un día después de mucho tiempo de levantamientos, decidieron dejar de lado las
mesas de diálogo y tomar todo por la fuerza de nuevo, siendo intrépidos e incisivos,
levantándose y tomando distintas zonas bajo su control, el está en respuesta a ello no
busca negociar, al contrario, pone en estado de emergencia a Cusco, Loreto y
Amazonas, provocando una masacre armada, una lucha entre el estado, indígenas y
nativos, cada vez, se tornó más sanguinario y las pérdidas se multiplicaron
exponencialmente, ese rojo y oscuro día se han quebrantado tantos derechos
humanos que se convirtió en un capítulo del que preferimos no hablar, a pesar de que
fue hace muy poco.

Lo cierto es que el estado no estaba preparado, y no podemos seguir permitiendo que


la vulneración de derechos humanos siga siendo una “palanca” para justificar una
decisión política del estado de turno. Dejemos vivir a nuestro país, con bases de
libertad, apoyo e igualdad.
CURSO: Derecho Internacional, Derechos Humanos

ALUMNA: Mireya Marilin Hernández Villalobos

Distintos capítulos han pasado a lo largo de nuestro país, historias que consideramos lejanas,
que siempre escuchamos, pero realmente nunca entendemos cómo pudieron suceder, nosotros
los peruanos tendemos a hacer caso omiso a lo que nos ocasiona terror, angustia y lamento, por
esa misma razón es que permitimos que sigan sucediendo, después de episodios tan sangrientos
lo más normal es que intentemos hacer algo para detenerlos, pero seguimos cayendo en lo
mismo, hace muy poco permitimos que nuestros hermanos indígenas murieran motivados por
espíritus de rabia y protección por lo suyo en manos de un gobierno que no sabía cómo manejar
la situación.

Considerando lo anterior, ¿se pudo haber evitado la tragedia del “baguazo”?

Las posturas son adversas, muchos estuvieron a favor de las políticas de gobierno adoptadas
debido al gran auge y florecimiento económico que viviría el país, la mayoría “costeños” que
gozarían de al menos una parte de estas comodidades, pero nadie, se puso a pensar, como se
sentirían los pueblos indígenas en realidad.

Es su tierra, aquella que los vió nacer, se sentían invadidos, vulnerados y solos, bajo un
régimen de gobierno que había permitido el ingreso de empresas trasnacionales para una libre
explotación de sus tierras, así que sucedió lo que todos sabíamos que podía suceder, ellos
decidieron protegerla, un efecto totalmente natural del ser humano cuando siente que están
siendo amenazados.

Los pueblos indígenas tienen un tratamiento especial a nivel internacional, por lo que tienen un
sentido de protección a ellos, por la gran diversidad cultural y pureza con la que desarrollan sus
civilizaciones, sin mucha intervención del estado, es así que mediante el convenio 169 de la
OIT se establece que los pueblos nativos e indígenas deben ser previamente consultados antes
de otorga una ley o norma que amenace a su territorio, convenio que fue totalmente ignorado
por el gobierno de turno, arremetiendo contra lo que encontraran, sin remedio alguno o respeto
por lo suyo.

Al iniciarse la huelga los indígenas toman instalaciones, yacimientos de gas, oleoductos, entre
otros, tomando como rehenes a los policías y civiles pidiendo se deroguen los decretos, y el
gobierno en lugar de apaciguar la situación provocada por ellos mismos, declara en estado de
emergencia Cusco, Loreto y Amazonas, por lo que se envían tropas para detener los
manifestantes, a lo que los indígenas mediante su líder Pizango, especificaron que se
defenderían a toda costa. El congreso reacciona a medias derogando los decretos legislativos
denominados ley de la selva, en la que se establecía que con acuerdo de una persona se podía
comprar los territorios de toda una comunidad entera. Sin embargo, las demás seguían vigentes,
así que la intervención de las empresas no se detuvo, es así que siguieron las manifestaciones
con frases como “ la selva no se vende, la selva se defiende”, al sentirse engañados los
indígenas y luego de muchas mesas de diálogo sin efecto alguno, la huelga empezó nuevamente
y no se detuvo hasta las perdidas trágicas de tropas policiales que intentaban controlar las
manifestaciones y de un sin número de indígenas, que siempre serán una mancha roja en la
historia de nuestro Perú.

Personas desaparecidas, indígenas asesinados, personas que murieron por la lucha de ideales,
por protección de su tierra, eso nos dejó el baguazo, y muchas familias desamparadas, rotas, con
un gobierno hostil y sin poca preparación ni manejo de políticas que protejan los derechos de
cada uno de los ciudadanos de nuestro país, no permitamos que capítulos así, vuelvan a ser parte
de la historia de nuestro país, un país que ha vivido a costa de la vulneración de derechos
humanos.

Potrebbero piacerti anche