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DRAMATURGIAS DE LA IMAGEN

José A. Sánchez

3 edición corregida
U

Ediciones de laUniversidad
de Castilla-La Mancha
Cuenca, 2002
Í NDICE

pago
SÁN CHEZ MARTíNEZ, José Antonio
Dramaturgias de la imagen I José A. Sánchez. - 3' ed. corr.- Cuenca : Ediciones
de la Universidad de Castilla-La Mancha, 2002
240 p. ; 24 cm. - (Monografías ; 16)
Nota a la tercera edición ...................................................................... 9
ISBN 84-8427- 203-6
1. Teatro - S.XX 1. Sánchez Martinez, José Antonio 11. Universidad de Castilia-La
Mancha, ed. 11 1. Título IV. Serie
Nota a la segunda edición 11
792 "19"

l . Introduc ción 13

2. Bajo el signo de la totalidad 25

3. Partitura s 39

4. Artefactos 61

Esta edición es propiedad de EDICIONES DE LA UNI VERSID A D DE CASTI LLA-L A


M ANCHA Y no se puede copiar, fotocopiar, reproducir , traducir o converti r a cualquier
5. Perspectivas de la ebriedad 85
medio impreso, electrónico o legible por máquina, enteramente o en parte, sin su previo
consentimiento. 6. Ejercicios de silencio 103

7. Reinvenciones de la tragedia 123


© del texto e ilustraciones: susautores.
© de la edición:Universidadde Castilla-La Mancha.
8. Memorias de la imagen 149
Edita: Servicio de Publicaciones de la Universidad de Castilla-LaMancha.
Director: Pedro C. Cerrillo.
Colección: MONOGRAFIAS n" 16. 9. Dramaturgias de la complejidad : estrategias contaminantes 169
2~ ed. corroy aum., octubre de 1999. Tirada: 500 ejemplares
3'" ed. corr.. mayo de 2002. Tirada: 500 ejemplares

Diseño de la colección: García Jiménez.


Cronología ........................................................................................... 197
Diseño de la cubierta: C.I.D.1.(Universidad de Castilla-La Mancha). Bibliografía 211
Ilustración de la cubierta: Extrarradios . Arenateatro. 1989.
Fotografía: Paco Salinas, 199 1. Índice de nombre s ............................................................................... 227
Fotocomposición, Impresión y Encuadernación:
Gráficas Cuenca, S.A.

¡.s.B .N .: 84·8427-203·6
D.L. CU - 144 - 2002

Impreso en España - Prínted in Spain,


N ota a la tercera edición
Diez años despu és de ser escrito , es te libro sig ue siendo dema ndado,
incluso cada vez más, por estudiantes y jóvenes interesados en la creación escé -
nica . Supongo que ellos comparten la necesidad que yo entonces sentía de recu-
perar la memoria de un siglo de creac ión co n el fin de situarme críticamen te en
el presente. Pero no se debe olvidar que Dramaturgias de la imagen es un texto
que pertenece ya igualmente al pasado .
De esc ribir ahora el libro , habr ía optado qui zá por un posicionamiento
teórico menos atento a lo formal y a lo estético y más atento a lo político y lo
com unicativo . Habría relajado igualmente la idea de lo artístico, y habría presta-
do muc ha más atenc ión a la dime ns ión hu mana y socia l de lo que aú n con
muchas caut elas podemos segu ir llamado creación. Pero sobre todo , habría tra-
tado de combatir en la medida de lo posible el fuerte europeís mo y americanis-
mo de estas páginas y habría tratado de aprox imarme, al menos, a la rica y muy
viva creac ión escénica latinoamericana.
Con ello no pretendo amortig uar el j uicio crítico del lector, ni tampoco
anular, cla ró está, el valor de uso de este texto como introducción a las artes
escén icas del siglo XX, sino simplemente subrayar la historicidad de l mismo .
Dramaturgias de la imagen es un minú sculo punto de la red , en continuo proce-
so de transform ación , de la historia; por ello en esta tercera ed ición he preferido
no introd ucir modificaciones importantes (só lo se ha corregido la cro nología) .
Los nuevos discursos reclaman nuevas obras y probablemente nuevos autores .
A ellos, a quiene s desde la práctica y la teoría insisten en elaborarlos, quiero
dedicar esta tercera edición.

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Nota a la segunda edición
Este libro fue esc rito en 1992, en un momento en que diversos creado res
escénicos practicaban en España un modo de hacer teatro y danza que .l2.2!::.-QTi-
mera vez se inscribía sin com plejos en el contexto del teatro contempor áneo.
\
internacion al. Se trataba de un texto cómplice con esos trab ajos, med iante el
cual se pretendía la recuperación de la herencia acumulada a lo largo de un siglo
de arte escé nico autónomo como medio de apoya r histórica y teórica mente una
acción práctica, Desgraciadamente , el sueño duró poco: el giro conservador del
la cultura española en los últimos años ha barrido de la escena cas i todo lo que
de interesa nte se producía en nuestro país, retrocediendo al provincianismo y a
los modos arcaicos de hacer teatro , y la cob ardía de los programadores, la corte-
dad de miras de los responsables políticos o la presión del sector conserva dor de
la profesión teatral, muchos creadores se han visto forzados a la marginalidad o
al ex ilio.
A pesa r de ello, algunos-as no sólo resisten, sino que incluso co nsiguen
abrirse paso utilizando nuevas vías de penetración en los espacios de la socie dad
y la cultura. De ellos-as es otra vez cómplice este texto renovado . Esta compli-
cidad nueva habría exig ido tal vez un cambio más profundo en la perspecti va
teórica , tan profundo que habría dado lugar a un texto diferent e en much os
aspec tos y que el autor ha renunciado a acomete r. Eso sí, se han correg ido las
numerosas erratas, se ha ampliado la cronolog ía y la bibliografía, se ha añadido
un índice de nombres, se ha cambiado alguna ilustración y en el texto se han
introducido pasajes nuevos, ampliando el espac io dedicad o a diversos autores o
temas e incluyendo la aportación de otros artistas inj ustamente omitidos en la
primera edic ión (sin que ello suponga que en ésta se incluyan todos). En el pri-,
mer capítulo se podrán encontrar entradas nuevas sobre Georg Fuch s, Isado ra!
Duncan y Gordon Cra ig. En el seg undo, sobre Loie Fuller , Isadora Duncan y
Jaques-Dalcroze. En el tercero , sobre Jacques Copeau y el Car tel, el teatro espa-
ñol de los años veinte, Tairov, Vajtangov, Leopold Jessner y el teatro expresio-
nista. En el cua rto, sobre los autores vinculados al dadaísmo (Schwitters , Ball),
el teatro de vanguardia parisino , especia lmente en lo relativo a la co laboración
de los ballets rusos y suecos (Lége r, Apollinaire, Cocteau), la Fábrica de l Acto r
Excéntrico y el teatro de masas soviético, y Niko lai Ojlopkov. En el qui nto,

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sobre el teatro de Louis Barrau lt. En el sexto , sobre el happening y la danza
pos tmo de rna (S imo ne Fo rt i, Yvonne Rainer, Steve Pax to n, Tri sha Bro wn ,
Lucinda Ch ilds , Mer edith Mon k) . En el sé ptimo so bre Pete r Brook , Ellen
Stewa rl y el Cafe La Mama Etc. En el octavo se ha amp liado ligeramente el
comentario sobre Pina Bausch. La seg unda parte del cap ítulo noveno ha sido en
buena parte reelaborada , incl uyendo una expos ición más siste mática sobre la
incidencia del arte de acció n en el teatro y la danza conte mporánea y comentan- 1. Introducción
do brevemente el trabajo de diversos autores de estos tres med ios, entre ellos
Karen Finl ey, Joh n Kell y, Reza Abdoh y algunos creadores espa ñoles, como
Albert Vida l, Marcel.li Ant únez , Sara Moli na, Óscar Gómez , La Ribot , OIga La experiencia co ntemporánea del arte escénico está marcada por la fija -
Mesa y Món ica Valenciano . ció n cultural de ciertas formas del teatro burgués de mediados del XIX que se
Si en la primera edic ión de esta obra dejé constancia de mi agradecimien- resisten a dejar esca par de sí el concepto mismo de teatro. El aislamiento soc ial
to a Joaqu ín Medi na, Paco VaIcarce, Luis Muñoz y Enrique Martínez, quisiera del arte escénico se debe en gra n parte a esa fijación del co ncepto, que implica,
ahora hacer extensivo este agradec imie nto a todas aquellas personas que han obv iamente, una fijación de las formas de enseñanza (escuelas de arte dramáti-
cont ribu ido al enriqueci miento y/o la difusión de este libro, entre e ll~s : José co), de las formas de transmisión (teatros públicos a la italiana) y de la falsa res-
Sanchí s Sin isterra, Francisco Torres Monreal , José Anto nio Sedeño, M" Angeles ponsabilidad de los profesionales (autores, actores, directores y críticos) en la
Grande, Mercé Saum ell , Carmen Ru iz , Elena Besan illa, Maris Bustamante , defe nsa de vagas ideas de cultura y diversión. El problema de la herencia no
Anto nio Pr ieto , Irión Nolasco , Elena Sagaseta, Bea triz Tra sto y, Adria na da l asumida se convierte en el principal obstáculo a encarar por parte del cread or
Forno, Inés Marocco , Nair O' Agos tini y Beth Escudé . escénico contemporá neo , que se ve obligado a j ustificar su propuesta frente a la
des info rmac ión de públi co y cr íticos o a resignar se a la incomprensión y al
rechazo de unos procedim ientos que en algunos casos están fuertemente ancla-
dos en una desco noc ida tradición de más de cien años.
En el ámbito de la teoría, lo escé nico sigue siendo compartimentado como
teatro, danza, mimo , acció n, concierto, instalación... y el teatro abordado desde el
privilegio de la literatura dramática. Pero ni siquiera en el campo de la crítica lite-
raria, donde habitualme nte suelen instalarse quienes se ocupan del fenómeno tea-
tra l, se ha sido lo suficie ntemente rápido para elaborar modelos capaces de
comprender las nuevas escrituras escénicas. La pervivencia de conceptos dialécti-
cos de drama, unida al conse rvadurismo intrínseco a las instituciones teatrales ha
provocado que, en muchos casos, se siga favoreciendo y valorando obras que lite-
rariamente responden a las neces idades de un arte escénico de otras épocas, al
tiempo que desde las universidades, la administración cultural y la crítica se conti-
núa obstaculizando la recepción de la herencia y el necesario encontrarse de la
creación contemporánea con la sociedad a la que responde.
Tampoco el ejercicio dramatúrgico se salv a de l es tancamie nto . En el
ám bito hisp ano la term inología ha pesado tanto sobre la func ión que no es
extraño encontrar a poe tas y novelistas firmando como dramaturgos las prod uc-
ciones instit ucionales . Pero también en el ám bito germánico, do nde es muy
clara la distinción entre autor dramático y dramat urgo , hay una tendenci a a aso-

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una serie de desviaciones en los conceptos básicos sobre los que se apoya su bilidad de transplantar el concepto de mimesis a otras artes que no impliquen el
discurso, que han condicio nado la evoluc ión de la teoría del drama hasta nues- ponerse uno físicamente en el puesto de otro". Se puede entonces aplicar el con-
tros días . cepto de mimesis a la imitación de la naturaleza en general, al modo de construir
Aristóteles hace arrancar la tragedia de la improvisación y de la lírica: en la _n~tural eza . Un artesano - según el concepto de Demócrito- imita el modo de
con creto del ditiramb o . La tragedi a habrí a surg ido del desarrollo del mismo producir de la naturaleza al elaborar sus obras. En este caso la mimesis es la imita-
hacia una forma adec uada a la representación de los ca racte res heroicos. Se ción de un hacer. Sócrates sugiere que también la pintura y la escultura resultan de
entie nde su evo luc ión en términos dialécticos: victoria del discur so frente al un proceso de mimesis. Platón lo aplica ya a la poesía (en cuanto en la poesía el
cant o (coro)", Es el triunfo del ' lagos' frente a la ' mimesis' . Por mimesis hay poeta habla por los héroes) y finalmente lo extiende a la pintura y a la escultura.
que entender una forma de canto-danza , derivada de la que practicaran los ofi- El conce pto de mimesis aristotélico con stitu ye funda mentalmente una
ciant es del rito religioso. No hay que olvidar que la tragedia sigue siendo un adaptación de la mimesis democríte a, trasvasada de las artes manuales al arte
gé nero musical , que la poesía antes de Aristóteles es indiscernible del canto y la poétic a. Mimesis sería el proceso de imitación, el proceso de construcción de la
música; que, por tanto , no se está hablando de una evolución literaria, ni de l sur- fábula. En este sentido, el poeta trágico no sería el imitador de la acción hero ica
bs ir de un bz énero literari o . Al prescindir del contexto soc iológico , Aristóteles preexistente , sino el co nstrpc tor de una trama nueva para un viejo contenido
realiza una reco nstrucció n artific ial e intencionada del nacim iento de la trage- ~í!~_o . Según Yebra , Aristóteles parece estar urgiendo a los poetas a olvidarse
dia, eliminando por co mpleto el elemento ritual, festivo , orgiástico . de los tema s histórico-m íticos y a inventar sus propios tema s. Esto iba en contra
Rodr ígue z Adrados ha discutid o la teoría aristotélica del orige n de la tra- del modo en que procedían los poetas trágico s, Pero a Aristóteles le interesaba
gedia y mostrado su no-historicidad y su dependencia de la teoría de la entele- menos lo efectivo que el desarrollo hacia lo que él consideraba adecuad o. De
quía'. Result a imposible derivar la tragedia de un género lírico . Su desarrollo ahí que , por otra parte, eliminara todo resto del significado original de mimesis,
habría sido más co mplejo , y en él se habrían entrecruzado diver sos géneros. presente aún en el espectáculo trágico . En cuanto el autor de la tragedia es el
Pero, ante todo, es imprescindible la referencia al origen mítico, a la fiesta agra- constructor de latrama, la composición de la traged ia se convierte en una con s-
ria, a la danza ritu al. Según Adrad os, la tragedia habría sido result ado de una truc¿¡ón intelectual, El poeta trágico no necesita ría de la acción miméti ca, es
progresiva autono mía de la forma ritual respecto al contenido mítico que se . decir , de un ponerse físicamente en el lugar del héroe . El poeta no tiene por qué
represent a'. El proceso de autonomía coincide con el proceso de estructuración co incidi r con el actor, no tiene por qué tener que ver con la realización física de
y codificación de la representación que es, ante todo , mimética, y en la mimesis la tragedia, ni tener en cuenta el espectác ulo.
son indisociables la poesía, la música , la danza y el canto . La separación practi- . Esta intelectualización del concepto de mime sis explica la definición del
cada por Tespis del actor frente al coro en ningún caso implicaba la imposición concepto de ' fábula' o ' trama' . Aristóteles lo elabora sobre un modelo científi-
del discur so sobre la mimesis, tal como Aristóteles , dominado por su intención co-arquitectónico . La idea de necesidad lógica prima sobre el principio miméti-
teóric a , sostenía. co , La trama ha de constar detres partes (peripec ia, agnición, lance patético),
Otra transformación intencionada tiene lugar en el concepto de mimesis, que .deben sucederse de modo necesario. La lógica de la acción determina la
Este aparece asocia do en la Antigüedad al rito durante el cual un individuo se inclusión de cualquier elemento. Lo ilógico debe ser desterrado . De ahí que'
conv ierte en otro (animal, héroe o dios) por medio de la danza. Tatarkiewicz Aristóteles no tome en co nsideración las parte s cantad as y ju stifiqu e la interve n-
~ig-iere que en un principio ni siquiera implicaba imitación , sino meramente la ción del coro sólo en tanto contribu ya al desarro llo de la acción . El resto, según
expresión o exterIorización por gestos y sonidos' . En cualquier caso, pervivió . Aristóteles, son intermedios innecesariamente sos tenidos por la tradición de l
com o form a de imitación musical , entendiendo imitación como el poners e uno " espectáculo trágico y que habrá que eliminar, si se quiere que la acción trágica
en puesto de otro . Sólo cuando el rito se seculariza y desa parece la suges tión sea bella' .
que permit ía la identi ficación del ce lebrante (del mimo) con el dios o animal y La superposición de lo arquitectónico a lo mimético tiene una consecuen-
se descubre su naturaleza de actor, surge la idea de teatro, pero tamb ién la posi- cia directa: la co mpos ición de la fábula (y los principi os de e xtensión, unidad y

'Aristóteles . Poética . ed . de V. Gurc ía Yebra, Greda s. Madrid. 1988. pp . 140- 142 (l4-19a 10- 30 ). 'v. Bozal. Mimesis: las inuigenesy las cosas, Visor. Madrid , 1987. pp . 70- 74 Y86-95 .
'F. Rodrígue z Adrados . Fiesta . comedia ." tragedia . Alianza . Madrid . 1983, pp. 21-56 . , Ar istóteles , o . cit., p. 152-155 (1 450 b22 - 145 Ia2-15). La ' belleza ' -de acuerdo a las catego rías aristotélicas-
' Ídem . p. 552 ss. depende de la ex tensión (q ue deb e ser adecuada a la capac idad recep tiva de l espectador ) y el orden (como
'w. Tatark icw icz, Historia de seis ideas. Tecno s, Madrid . 1976. pp . 301-3 05. necesidad interna) .

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I verosimilitud) tien en prior idad sob re los personajes. Poco importa la fidelidad cuestionable incluso que esa minoría experimentara en la imagin ación intelecti- !
histórica al mito si la trama es tá bien cons truida y se rige por la idea de causali- va lo mismo que la masa en la ce lebraci ón orgi ástica.
dad . Una vez más Aris tóteles contradice la práctica hab itual de los poetas trági- En defi nitiva , los co nceptos de mimes is y ca tarsis han sido robados a la i
cos , que partían del hér oe en su composición, de la mimesis (aunque fuera música y tran splantados a la literatur a. Esto es completamente lícito . ¿Por qué
imagi na r ia) de l hé ro e. Pero A ristó te les qu e r ía des trui r esa refere ncia . no un buen drama literario puede ser cap az de provocar por sí sólo (a nivel inte-
Co nsidera ba la tragedia com o fenóme no liter ario y teorizaba en abs tracto . De lect ual) una experiencia, aunque no idéntica , tan valiosa co mo la música y la
hec ho , la estructura de la tragedia literaria estaba condic ionada por la arquitec- dan za ? Lo qu e resu lta ilícito es hacer depender e l espect áculo es cénico del
tura del espectáculo trág ico . Y ésta no responde a una lógica interna, sino a una drama construido co n independenc ia de su reali zación física . La estructura de la
necesidad , en much os cas os no j ustificable racio nalmen te, de produ cir determi- trama propuesta por Aristóteles se rá válida si no se impone como estructura del
nados efec tos de placer y tem or sobre el público. La eliminación de las partes espectácu lo, es dec ir, só lo si el drama autónomamente cons truido puede enc ajar
no necesarias desde el punto de vist a de la fábula (en el sentido aristotélico) como parte en la estructura general de l espectácu lo será lícit a una estructura
impediría la creac ión del ambiente emocional (me dia nte la música y la danza) autó nom a para el mismo . En ningún caso lo' será si la pre tensión e s que la
que posibil itarí an, en defini tiva , la consecución de l efecto catá rtico . est ruc tura de la fábula dramática sirva de estruct ura al espe ctácu lo y se elimine
Originariamente la idea de catarsis va asociada a una descarga de emo - ento nces el canto , la dan za y el resto de elementos escénicos . En ese ca so habr á
ciones , provocada por la música y la poesía , artes cap ace s de estimular sen sa- que volver a losorfge nes para desvelar el engaño .
cio nes ex tra ñas y viol entas que co nduce n a un es tado emocional e imag inativo Esto es prec isame nte lo que hace Craig en 1905 cua ndo en el primer diá-
que escapa a la razón. Este tipo de ca tarsis res ulta mucho más creíble imagi- logo sob re El "" del teatro.,,el dire ctor ~x~lica al desconcertado espectador que 'l
nando la participación física en los espectáculo s trágicos , tal como los des cribe tal arte ha surgido de la aCCIOn, del movimiento, de la dan za , y no del discur so. :
en La República o en Las Leyes Platón (mucho más atento a la d imensión sen- como él suponía , por lo que el padre de l teat ro no es el poeta, sino el bai larín .
sible del mism o , a pesar de su co ndena ge nera l de las artes)", qu e im aginand o Forzosamente tenía que atraer un ho mb re co n ta les ideas a una bail ari na
la recepción intelectual del poema trágico de sprovisto de canto, da nza e inclu- Isadora Duncan que no tenía ningún rep aro en presen tar al públi co su cuerpo
so espectác ulo, tal como sugiere Aristó teles . En la versión tradic ional , la emo- de snudo en movimiento como expresión más pura de la coincidencia de la natu-
c ión dañina para la ac ción práctica se descarga medi ante una acción violenta raleza y el arte sobre la escena . Para ella la da nza hab ía alcanzado su máxima
provocada por e l choq ue emocional pro ducido por la música y la dan za. En la perfección en el coro griego y, al igual que Wagner y Nietzsche, a quienes hab ía
versión ari stotélica , la emoción se des carga mediante la vive ncia intelectual de l estudiado entusiastame nte, veía en la recuperación de la tragedi a music al origi-
lance patético . nal una de las vías más fruc tíferas para el desarrollo de la dan za y de l teatro del
Ésta es la última de las des viac iones aristoté licas . Un co nce pto que apare- futuro'. Co inc idía n en ello con Adolphe Appia, con Emile Jaques-D alcroze , co n
cía asociado a la música (Platón hab ía con dena do la poesía precisamente por su Adriá Gu al , con Peter. Behre ns o con el ya citado Georg Fuch s, quie n en contra
efecto catártico, es dec ir, por su capac idad de provocar la acc ión emocional e del teatro aristotélico escribía: " Para nosotros lo esencial es el orgiasmo , el est a-
irracional) , Aristóteles lo intelec tualiza y lo aplica a una poesía inde pendizada do de embriaguez de la multitud de espectadores, po rq ue sólo de é l sale la
de la música, co n lo que altera drásticamente su sen tido . La acc ión liberadora de act uació n, por él es elev ada hasta convertirse en arte , en tanto el nivel cultural
la poesía/música derivaba de pasar mo men táneamente por ese estado de no- de los reunidos ya no permite otra clase de expresi ón?" .
razó n. La catars is aristotélica evita ese paso y pretende una liberaci ón intelec-
tu al de la pas ió n . Pero re sulta in vero símil la ex istenc ia re al de un efecto Raramente se ha dado en la historia de l teatro una tragedia tal como la dis-
catártico sin una iden tificación mimét ica del espectador con el héroe , ayudada puesta por Aristóteles . Resulta difícil imaginar una representación del drama lite-
por el espec tácu lo - según Aristóteles innecesario- que env uelve a la acción trá- rario sin espectáculo ca paz de produ cir la catarsis. No siguieron a Aristó teles en
gica . Su red ucción a la literatu ra implica una intelectual ización tan excesiva de ese punto ni los teatro s medievales, ni los barro cos, ni siquiera los neoclásicos .
la experiencia estética que la haría privativa de una minoría . Aho ra bien , resulta

"Isado ra Du ncan , "The dance in relation lo tragedy" , en The an 01 dance , (ed ited with an introduction by
"Plat ón. La Rep ública X (599a-608a) y Las Leyes VII (800e-e). en Obras Completas, Aguilar, Madrid . 1979 . Sheldo n Chcncy) , Nueva York. Thcatre Arts Books, 1963. p. 84 .
pp. 829-835 Y 1396 . "Georg Fuchs, o. cir.. p. 1l .

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Sí, en cambio, se fue aceptando, progresivamente, la dependencia de lo escénico
respecto de lo literario. Fue la defensa ilustrada de la ra~ón y su concepción del transmisión más eficaz para el drama (incluso, sociológicamente más rentable) sea
teatro como púlpito para la educación del pueblo, en pnmer lugar, y la ~ la~ ora­ el teatro. Frente a la agonía pública del drama, la vida se revela -según Lukács-
ción de esta idea, en segundo lugar, por el romanticismo, con su descubrimiento cada vez más susceptible de ser transmitida en forma épica". Implícitamente, está
de la figura del artista, con su proclamación de la autonomía d~l arte, con su proponiendo Lukács aquello que Brecht intentara realizar. El problema radica en
encumbramiento de la poesía, lo que propició el desarrollo de un tipo de produc- que cuando Brecht narrativiro la escena el cine estaba llegando ya un nivel de
ciones que cada vez se acercaban más a las aristotélicas y que empezaron a pro- madurez que le hacía capaz de asumir con ventajas esa tarea.
ducirse al mismo tiempo que el teatro fue siendo capaz de esconder los recursos Lo que recoge el estudio de Peter Szondi Teoría del drama moderno
(1880-1950) es precisamente la evolución histórica de la concepción dramática
técnicos de la vista del público y de presentar acciones cada vez más verosímiles,
cada vez menos artificiales. En el tránsito del romanticismo al naturalismo, apa- en ese período comprendido entre la crisis naturalista y la definitiva rendición
reció la figura del director de escena, que acabó con las velei~ades de act.ores y del drama burgués ante la narración cinematográfica (y entiendo que la rendi-
escenógrafos, y volcó la balanza hacia la puesta en escena ngurosa y fiel del ción del drama burgués no supone la desaparición del drama redefinido en otros
texto. En cierto modo, el teatro naturalista fue el primero en ofrecer puestas en términos). Hay que subrayar, en primer lugar, que Szondi asume plenamente la
escena de los textos dramáticos con un respeto absoluto al espíritu de la letra y separación entre 'drama' (poesía dramática) y 'teatro', y que su libro es una
con una reducción a sus mínimos del elementoespectacular autónomo. reconstrucción histórica a partir del conceptode 'drama' definido por la estética
No es coincidencia que la obra de Nietzsche apareciera en el mis.mo de Hegel (lo cual excluye formas dramáticas tales como la medieval, la shakes-
momento en que por primera vez en la historia parecían empezar a cumplirse pereana o la barroca). Así, 'drama' aparece definido mediante los siguientes
las propuestas intelectualistas de Aristóteles. Como s ~e m p r~ que se rompe un atributos: dialógico, absoluto (no necesita del autor ni del espectador, lo cual se
equilibrio, aparecen las consecuencias trágicas: al mismo tiempo que el. tea- concreta en la forma de la escena italiana y la cuarta pared), primario (se tiene a
tro conseguía representar limp iamente los textos de los poeta~ , el lenguaje de sí mismo como único referente, lo que implica su incompatibilidad con lo histó-
éstos comenzaba a chocar contra el silencio. Por otra parte, mientras el drama rico: su tiempo es el presente y su espacio único) y justificado (la acción
romántico pudo conservar aún ciertos elementos populares , en la época natu- encuentra en el interior del drama todas sus determinaciones)".
ralista el gran público disfrutaba en las operetas, los melodramas, los espec- Lo más interesante del libro de Szondi es, sin duda, su análisis del drama
táculos de efec tos , o bien en las pequeñas salas donde se representaban farsas natural ista . Se ocupa Szondi de cinco autores : Ibsen , Chejov, Strindberg,
y comedias clá sicas, en los cafés o en los 'rnu sic-hall s", abandonando el Maeterlinck y Hauptmann. Respecto al primero, un estudio de la técnica analítica
nuevo drama a la soledad de las salas minoritarias...". en diversas obras muestra cómo el objeto de representación deja de ser la acción
Georg Luká cs puso de reliev e la distan cia creciente entre drama presente para convertirse en la rememoración misma del pasado. Comparando
moderno y teatro en el sentido habitual del término . Lukács argumentaba Jo/m Gabriel Borkman (1896) con Edipo, Szondi muestra la distinta reapropiación
desde la sociología: un drama que se construía a sí mismo como drama bur- dramática del pasado: lo que en Edipo es una acción dramática que culmina en la
gués, que abandonaba a las masas, se condenaba a su desaparición com? tea- anagnorisis (es decir, en un reconocimiento de la verdad objetiva por parte del per-
tro (en el sentido en que el drama había sido teatro en sus formas a n tJ ~ ua s , sonaje), en Borkman es una reconstrucción intelectual que conduce a una verdad
isabelina y barroc a) . Observa Lukács que el proceso de aburgu esami ento subjetiva. Szondi sugiere que el ejercicio de Ibsen consistió en camuflar bajo una
radical del drama moderno coincide con la aparición del drama en forma de forma dramática perfecta un contenido claramente narrativo. La clave está en que
libro, algo insólito hasta el XIX. Y añade una explicación: frente al dr~m a de ese contenido es una narración de la interioridad y por ello puede ser dramatizada.
los arandes individuos, dirigido a las masas, el drama moderno/burgues es el Pero, al pretender el desvelamiento de lo íntimo, de la vida oculta, "al querer lle-
drama del individualismo; ya no se trata de mostrar el conflicto del individuo varlo a cabo por medio de los propios 'drarnatis personae' , la destruye?" .
con los poderes superiores a los que se enfrenta, sino de .m~s trar los c~nfl~c­ Los autores estudiados a continuación por Szondi se enfrentan a problemas
tos internos del individuo. El drama moderno se vuelve Intimo; el auditorio, similares: la formulación dramática de aquello que quieren transmitir destruye la
consecuentemente, se reduce; se pone en cuestión entonces que la forma de
" CL G. Lukács . "Sociología del drama moderno" , en Sociología de la literatura , Península , Barcelona, 1989,
pp. 25 1-282 .
11 CL E. Weber, Francia. fin de siglo. Debate , Madrid . 1989. pp. 209-230 .
'''Peter Szondi, Thcorie des modernen Dramas (/880-/ 950). Suhrka mp , Frankfurt am Mai n, 1963, pp. 14-19 .
" Ídem, p. 3 1.

20
21
Damasco (1893-97). Esta fórmula implica el abandono de la idea de acción inter-
subj etiva presente por la de desvelamiento de una acción subjetiva, la del persona-
je central , que actúa como eje de articulación de la obra (y que reemplaza la
justificación causa l del drama absoluto). Al adoptar una posición subjetiva, el diá-
logo pierde interés y, en muchos casos, as ume func io nes exp lícitamente
narrativas". Ese desinterés por el diálogo da lugar en obras posteriores a la adop-
ción de perspecti vas épicas respecto a sus pe rsonaj es por parte del autor
(Ensoñación, La sonata de los espectros), que llega a hacer declarar a uno de
ellos: "Porque no tienen nada que decirse el uno al otro, porque el uno no se cree
lo que el otro dice. Mi padre lo ha formulado así: ¡Qué objeto tiene ya hablar, si
de todas formas no podemos engañarnos !':" .
Maeterlinck, para poder hacer hablar a sus personajes, tiene que cegarlos.
Éste es el recurso empleado en Los ciegos, donde el diálogo , por otra parte, se
disuelve más bien en una forma coral: la división en réplicas no tiene un sentido
dialéctico. La configuración dramática de la experiencia humana se resuelve cada
vez más trágicamente como exhibición de sujetos mudos, que sólo artificialmente
hacen uso de la palabra, la cual en ningún caso sirve de soporte a la acción. Si la
palabra no encierra acción , ya no será posible hablar de drama. No sólo se ha
abierto una brecha sociológica entre drama y escena, es que , además, la propia
La hija de Elisa, de E. Goncourt. Teatro Libre, París, 1890.
evolución del drama burgués ha llevado a éste al callejón sin salida de la inacción
intención expresiva . Lo prime ro en resentirse es el medio dramá tico por exce- y del mutismo.
lencia: el diá logo. Hauptmann, para construir el drama social, se ve en la obliga- A partir de este diag nóstico de la crisis naturalista, Szondi plantea un
ción de most rar las fuer zas supra indivi dua les , qu e co ndicio nan la acción recorrido sobre las sucesivas propuestas de la literatura dramática del XX, con-
individ ual, mediante la fórmula dialógica, intersu bjetiva; es deci r, se enfrenta a cebidas como intentos de superación (propuestas alterna tivas) o solución (pro-
una con tradicc ión, que no tiene más salida que la violencia sobre el diálogo, puestas restauradoras). Hay que señalar, por una parte, que Szondi se mantiene
convertido en relato , informació n de un extraño, descripción... Problemas simi- entre el concep to de ' drama' definido arriba y las diferentes formulacio nes épi-
lares afec tan al diá logo impresionista. En Tres hermanas, de Chejov, los diálo- cas (del expresio nismo a Brecht), y que, por otra, Szondi en ningún caso atiende
gos son desve lados por Szondi como "monólogos disfrazados como réplicas" . a las realizac iones escénicas de los dramas reconstruidos o resta urados . Así
No podía ser de otro modo: la obra de Chejov parte de "una negació n temática como tampoco (excepto en su referencia a Piscator) a la escritura escé nica no
de la vida en favor del recuerdo y la nostalgia" , lo cual es incom patible con la generada como drama literario. De ahí que le resulte difícil/imposible localizar
noción de ' drama' como acción intersubje tiva presente, e impone el camufl aje . el drama moderno vivo. De ahí también que en la historia de la dra maturgia que
Además, los monólogos nada tienen que ver con los del drama shakespereano o a continuación se propone se opte por un camino absolutamente diverso , que
español, internamente justificados; los de Chejov son monólogos temáticos, con sólo coincide con el de Szondi en dos puntos (Piscator y Brecht) y que ni siquie-
una intención cas i lírica: la comun icación de la soledad, la comunicación de la ra se enc ue ntr a con aqué l en las escasas referenc ias a autores lit er ari os
imposibilidad de la comunicación ... (Maiakovski , Schreyer, Stramm, Becke tt...) . En cualquier caso, lo que de útil
El ais la miento del sujeto dramático apa rece de fo rma ev ide nte en tiene el estudio de Szondi es el mostrar de forma palpable que la reconstrucción
Strindberg, iniciador de la dramática del yo, que parte del convencimiento de que de la historia del dram a burgués no sólo no es paralela a la del teatro y a la de la
es imposible conocer la experiencia de otro, y que por tanto lo único que puede dramaturgia, sino divergente .
ser representado es la experiencia de la vida misma. Casi consecuencia directa de
esta idea resulta el experimento monológico en un acto La más f uerte. Pero la " Ídem. p. 35.
forma más propia la alcanza Strindberg en el "drama en estaciones", Camino de "S trindberg, La sonata de los espectros . cit. en Szondi, o. eit., p. 55 .

22 , 23
La transformación de las formas artísticas no es un proceso autónomo. Las
exigencias estéticas están en función de las transformaciones sociales. Un arte que
se aferra a las viejas formas es un arte aliado de la muerte. A veces, incluso, no
basta un cambio de las formas , sino una profunda transformación de los medios.
En la reconstrucción que propongo vaya optar por un seguimiento de la línea que
conduce del romanticismo a Wagner, de Wagneral simbolismo, y del simbolismo
a las sucesivas contaminaciones practicadas por las vanguardias del XX en
Europa y en Estados Unidos, dejando de lado la tradición realista, en tanto en su
2. Bajo el signo de la totalidad
interior surge un drama que recuperaen gran parte estructuras y estrategias aristo-
télicas (la dramaturgia épica brechtiana no puede ser identificada, tal como su
autor pretendía, como no-aristotélica). Las formas surgidas de este modelo son sin Cualquier intento de establecer una génesis de la hibridación de lo escénico
duda mucho más efectivas sobre soporte cinematográfico que sobre soporte escé- conduce inevitablemente a Wagner. Hijo natural de un tal Geyer, actor, escritor y
nico. Y es que el cine es mucho más eficaz en la producción de la ficción verosí- pintor, formado en el seno de una familia dedicada al canto y a la escena, Wagner
mil (naturalismo) o en la articulación de estructuras narrativas (realismo épico) se encontraba biográficamente predispuesto para llevar a cabo ese proyecto, tími-
que el más dotado de los escenarios contemporáneos. Prefiero hacer, pues, un damente esbozado por el romanticismo, de apresar en una obra en la que intervi-
seguimiento de las propuestas híbridas-totalizantes, que relativizan o profanan la nieran los diversos lenguajes artísticos el flujo inagotable de lo real, el movimiento
clausura dramática y preparan así el camino a los experimentos dramatúrgicos del infinito del espíritu.
XX. Al mismo tiempo, intentaré mostrar cómo esa hibridación no es algo gratuito, El romanticismo había pretendido arrasar los límites impuestos por el clasi-
sino que responde a una profunda tensión unificadora que arranca de lo más ínti- cismo. Frente a la claridad, se acude a la noche; las reglas son abolidas; el modelo
mo de la ideología que acompaña al romanticismo, a la que, sin embargo, el arte escultórico, atento al juego de volúmenes, es sustituido por un modelo orgánico,
contemporáneo ha intentado repetidamente sustraerse. atento al movimiento de los fluidos... Este desplazamiento de lo limitado a lo infi-
nito, de la pureza a la mezcla, de lo bello a lo sublime... era consecuencia de las
sucesivas conmociones que a nivel ideológicoy político habían socavado la fe en
lo trascendente y, en cualquier caso, la infalibilidad de la ordenación establecida
por los poderes político y religioso. Rota la mediación de la iglesia y el monarca,
el hombre romántico necesitaba otras vías para acceder a la naturaleza y a lo tras-
cendente. Y necesitaba, al mismo tiempo,nuevas justificaciones del ordenamiento
social que superaran el puro mecanicismo de los contratos. La naturaleza, que se
presentaba, liberada de las viejas categorías , como un infinito en movimiento, se
convertíaen nuevo valor. Y la vida, manifestación superior de lo natural, en valor
absoluto. A consecuencia de ello, el modelo orgánico se impondría en los distintos
niveles de la experiencia,y de forma muy especial en el estético.
El artista, privado de su lugar en la cadena teológica, se encontraba ahora
al servicio de una burguesía con la que no le enlazaban vínculos de sangre y a la
que no siempre estaba dispuesto a dar la razón. Sentía inevitablemente el impe-
rativo de buscar una nueva conexión con la cadena natural no mediada por los
poderes terrenos y de abordar el empeño de situarse como vehículo entre lo
consciente y lo inconsciente, entre la naturalezay Dios, como prolongador de la
obra de éste, entre el pueblo y el Espíritu, como guía de las masas hacia el
nuevo orden.

24 25
Tal empeño, que no es otro que el de asumir las funciones que en el antiguo arte que sea exte nsión de lo natural y elaborada segú n un modelo orgánico, en el
orden estaban reservadas a la religión, se concreta en la utopía romántica de crear cua l toda regla es flexible y toda división permeable. Y aunque Hugo se mantu -
una 'n ueva mitología' , definida por Schlegel como la "expresió n jeroglífica de la vo, como todos los romá nticos, en la mezcla , sus reflexiones apuntan ya a la
naturaleza circundante en esa glorificación de fantasía y amor?", La fantasía es el realización de una obra de arte total: "E l arte tiene , como el infinito, un Porque
órgano privilegiado por los románticos para el logro de una nueva unidad. "Las sí superior a todos los Porqués" , del mismo modo que "el poeta no tiene más
más bellas obras de las artes -diría Delacroix- son las que expresan la pura fanta- límite que su objetivo; no considera más que el pensamiento a realizar, no reco-
sía". Porque sólo la fantasía es capaz de un conocimiento de lo natural no coarta- noce otra soberanía y otras necesidades que la idea [...] pues [...] el arte emana
do por los conceptos del entendimiento. Sólo ella es capaz de seguir los vínculos de lo abso luto" . En cuanto la idea es el objetivo, la técnica y el lenguaje utiliza-
de aquello que la racionalidad nunca podría concebir unido. Y esa capacidad para dos para su manifes tació n pueden ser intercambiables, traducibles, por qué no,
encontrar los caminos de armonía entre lo diverso, la convertiría en instrumento solidarios.
para la elaboración de un nuevo lenguaje, fruto de la unidad de los otros. En 1830, el romanticismo había recuperado aquella conce pción redentora
La idea de 'Gesamtkunstwerk' (obra de arte total) ya circulaba en el primer del artista que forjaran los primeros románticos alemanes . Y el arte , como el
romanticismo bajo la figura de lo que Schlegel denominó "poesía progresiva uni- propio Hugo proclamaba , volvía a ser el lugar privilegiado para una armo nía de
versal?". En el momento en que lo natural aparece no como sistema, sino como lo socia l y lo particular, de lo político y lo privado. Es decir, volvía a creerse su
infinito, lo arquitectónico cede su puesto a lo progresivo. Las formas de la naturale- papel de sustituto de la religión y a otorgar a la fantasía la virtud que el ente ndi-
za son momentos de una progresión. Lo mismo las del arte. La continuidad de las miento y la fe habían perdido . Pero la entronización de la fantasía encerra ba un
formas del arte permite pensar una poesía compuesta por aquello que es común a grave peligro: que la fe en lo soñado llevara a una ruptura con lo efectivo . Y tal
todas las artes, pues entre ellas no existen límites, sino diferencias de progresión. Y peligro no tardó muc ho en materializarse . La imposibilidad de transportar la
de aquí surgen las ideas de unidad de las artes y de obra de arte total. armonía y la unidad soñadas al tiempo de la vigilia, co ndujo a la estetizació n del
Pero el romanticismo no se aplicó a la elaboració n de dicha obra . La idea proyecto romántico de unidad . El fracaso de las revoluciones románticas forzó a
de infinitud quedó plasmada mediante el recurso a la polisemia, al simbolismo, a los artistas a otro tipo de revoluciones, en el planteamiento de las cuales, si bien
la sinestesia, a la mezcla ... Nunca se abordó directamente aquel ideal, proyectado la alianza con la clase burguesa se consideraba inaceptable , nunca se tomó parti-
como utópico, y el romanticismo maduro se dedicó, en cambio, a la práctica de do por la clase proletaria , y se defendió así un comunismo cada vez más alejado
los géneros híbridos . A nivel escénico nos enfrentamos con el progres ivo ascenso de las necesidades socia les, y más autónomamente entendido como estético .
del género operístico, pero, ante todo, con el gran éxito del melodrama. A nivel De comunismo fa ntás tico cabría calificar al de Wagner, a quien hacia
dramático, con la reivindicación de la suciedad de Shakespeare frente a la pureza 1848 se podía ver pasear en compañía de Bakun in por las calles de Dresde ,
de Racine, defendida ya por el jo ven Goethe y sus compañeros del Sturm und donde desempeñaba el cargo de ' Kapellmeister ' en la corte. Al mismo tiempo
Drang, así como por sus sucesores románticos (especialmente Büchner), y enarbo- que cobraba su salar io del príncipe, Wagner escribía artíc ulos muy críticos en la
lada como bandera en la batalla del Hernani de 1830 en París. prensa en defe nsa de los principios revolucionarios . Cua ndo la revolución llegó
En el Prólogo a Cromwell, Victor Hugo considera el Drama como la más a Dresde en 1849 , Wagner participó activamente en la misma, se comprometió a
adecuada expres ión de lo moderno, ente ndiendo Drama de acuerdo al modelo fondo con el gobierno provisional y luchó en las barricadas, sin que su ayuda
shakespeariano, que "fu nde en un mismo aliento lo grotesco y lo sublime , lo sirviera de mucho para evitar el fracaso . En esos mismos meses, Wagner redac tó
terrible y lo bufo, la tragedia y la comedia?" . Al proponer la mezcla de lo gro - dos breves textos: "La Revolución" y "El arte del futuro . Por el principio del
tesco y lo sublime , de lo bello y lo feo, al negar toda regla y defe nder como úni- comunismo" .
cas las " leyes gene ra les de la nat ural eza" , Hu go se adhiere a esa misma En el primero de ellos, Wagner nos ofrece una imagen personificada de la
tendencia expansionista de la obra de arte contenida en la poesía universal pro- revo lución: la presenta como a una diosa, que es al mismo tiempo ejec utora de
gresiva. La disipación de los límites coincide con el propósito de una obra de la "ley eterna de la naturaleza" , según la cual lo muerto debe perecer para dejar
paso al nuevo orden de Jo vivo. "La vida es en sí misma una ley" , y de ahí se
" Friedrich Schlegel, "Alocuc ión sobre la mitología" (1800), en Javier Arnaldo (ed.) , Fra gmentos para /lila
teoría romántica del arte , Tecnos, Madrid , 1987.
ded uce la destrucción de los sistemas sociopolíticos alema nes, anclados en el
" Simón Marchán, La estética en la cultura moderna . Alianza , Madrid, 1987, p. 100. feudalismo medieval , pero también la destrucción de los códigos morales y de
" V. Hugo , "Prólogo a Cromwell" , en Manifiesto rom ántico , Península, Barcelona, 1989. p. 43.

26 27
Schopenhauer, creaba desde la inconsciencia respecto a lo esencia l, actuando
la forma artística misma; las formas ce rradas deben abrirse para permiti r la
como mediador para su manifestació n. De ahí que la música, por su abstracció n,
irrupción de la fuerza creadora, el bien más alto del hombre" .
por su carencia de referentes, fuera el arte privilegiado en la manifestación de lo
En "El arte del futuro" , def ine Wagner el comunismo en términos éticos,
e~e n~ ia l. Esto no podía ser aceptad? por Wagner. y arrebató a la música su pri-
como anulación del egoísmo, siendo el arte el mejor instrumento para llegar a
vilegio, para devolverlo al drama. El no quería sólo dar una forma abstrac ta a lo
él. La experiencia artística, escribe, es la única que propicia el conocimiento de
esencial, quería apresar ese movimiento secreto del mundo en una forma arqui-
lo esencial. Frente al art e, manifestación de la libertad y de la vida, el Estado se
tectónica en la que intervinieran todas las artes . No se trataba de manifestar, se
configura como ocultador de la esencia, principio de inmovilismo y de muerte .
trataba de dominar. Y para ello había que construir una obra de arte total, en la
De ahí que la revolución sea una lucha del Arte contra el Estado y que el artista
cual el drama actuara como eleme nto estructural y la música como elemento de
(el ' Dichter ' ) sea conce bido, en términos rom ántic os , co mo un a figura de
mediación y enlace. La música garantizaba la fusión de los elementos, actuaba
mediación , como la voz consciente del pueblo" .
como fluido orgánico , dotando a la estructura de vida" .
Se trataba de recuperar, según Wagner, el modelo griego como modelo de
La concepció n de la obra de arte total se enco ntra ba íntimamen te unida
mediación entre el artista y el pueblo. En el arte grieg o , y en .la tragedia , su
al proyecto de de volver al arte a la esfera de la vida . Proyecto paralelo al del
máxima realización/ veía el compositor la expresión de la conciencia más pro-
' comunismo orgá nico ', soñado por Wagner como alterna tiva al Estado, sím-
funda del pueblo. Este no sufría discriminaciones económi cas o sociales en el
bolo de muerte. El arte debía crecer desde la natura leza, desde la vida . Por
mome nto de la contemp lación artística. Todo el pueblo era testigo y partícipe de
ello sus orígenes debían estar en la sensi bilidad , en el ámbito más inmediato.
un auténtico acto colectivo . Y en ese colectivismo advertía Wagner el anuncio
La música y la plástica servirían de punto de partida y de ellas crece ría el
del comunismo . Pero no sólo en lo que respecta a la recepción , tamb ién en la
Drama . Un drama sin música e image n es una estructura muert a , y lo muerto
composición misma del espec táculo. Habría sido precisamente el olvido de la
no puede ser mani festación de la co nsciencia. Una co mposició n sin drama es
tragedia griega (pre-aristotélica) el que habría provocado la compartimentación
un movimiento que resta en el ámbito de la pura sensi bilidad y que carece de
del teatro en retórica, escultura, pintura, ópera, etc., el que cada parte siguiera su
co ntenido .
camino de manera autónoma y egoísta, análogamente a lo ocurrido en el ámbito
. Resultaba, pues , inimaginable para Wagner una dramaturgia con preten-
de lo social. Ahora que había constatado la unidad sustancial de la lucha estética
sienes de verdad que no surgiera de la íntima unión de la música, la palabra y,
y la lucha política contra el egoísmo y contra el Estado , Wagner, huido tras el
subsidiariamente , la imagen. Frente al absolutismo de la palabra poética del
fracaso de la revolución del 49, continuó a nivel mítico insistiendo en la instau-
romanticismo , Wagner da un giro importante en la ela boració n de una nueva
ración del comunismo.
dramaturgia que sirve de nexo hacia el experimentalismo del XX . Si bien el
La idea de co m un ismo es té tic o se co nc re ta e n e l pr oy ect o de l
drama verbal sigue siendo el elemento final de la com posición, ha dejado de
' Gesamtkunstwerk ' . Hay un origen político de la idea, que se entrelaza con una
funcio nar como elemento esencial. Ya no sólo resulta inconcebible un drama
j ustificación estrictamente esté tica . En los años posteriores a la revolución,
leído, sino que la propia escritura del drama deja de ser un hecho literario puro.
Wagn er leyó ate ntam ent e El mundo como voluntad y repr esen tación , de
Wagner prohíbe la autonomía del libreto y exige que sólo se co nsidere como
Schopenhauer. Sus intuiciones sobre la capacidad del arte para el conocimiento
codificación del drama aquella partitura donde la escritura musical conviva con
de lo esencial quedaron confirmadas por aquellas páginas, en las que la música
la escritura poética y las indicaciones para su escenific ación. Aun así, de la lec-
era caracterizada como una objetivación de la Voluntad tan inmediat a como el
tura de dicha partitura no se obtendría el efecto estético deseado , pues éste sólo
propio mundo fenomé nico e incluso co mo las Ideas mismas" . Además, la des-
puede ser recib ido en la inmediate z de la representación escénica .
cripción de la figura del' genio' constituyó sin duda un importante estímulo para
No obstante, el proyecto wagneriano se ve ensombrecido por las limita-
la elaboración de su propio mito.
cio nes personales del auto r. Ern st Newm an n alud e a la insen sib ilid ad de
En lo que Wagner no estaba de acuerdo con Schopenhauer era en la nece-
Wagner hacia el resto de las artes (literatura , pintur a) co nsideradas por separa-
sidad de que el geni o se negara a sí mismo por comp leto . El ge nio , según
do . ,Sólo sabía apreciar la poesía en función de la música, es decir, la palabra
'" R. Wagner, "Die Revolution" ( 1849).en Ausgewiihl;« Schrijicl/. lnsel Verlag. Frankfurt am Main, 1974, pp. debla poner aque llo que no podí a poner la música . Pero al hacer tal, estaba
11455.
~: Richard Wagner, " Künstlerltum der Zukunft. Zum Prinzip des Komrnunisrnus" (1849), o. cit., pp. 126-128.
" Richard Wagner."Einleitung zum Opa und Drama" ( 1851), o. cit. p. 144-147.
.. A. Schopenhauer, El mundo como voluntad y represcntaci án, Orbis, Barcelona. 1985, vol. 11 . p. 84.

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renunciado a la potencialidad de creación de atmósferas emocionales de la La propuesta dramatúrgica wagneriana es una propuesta romántica, herede-
poesía o incluso a la potencialidad estrictamente musical de la misma. La pala- ra de la sustitución de la razón por la fantasía. Fue esta sustitución la que permitió
bra era vista en su dimensión exclusivamente intelectual" . Mucho más grave es la entrada de la música y la plástica en el ámbito de las artes privilegiadas. Pero
el caso de la pintura, que ya ni siquiera estaba en función de la música, sino en aún la palabra, a pesar de los esfuerzos schopenhauerianos en defensa de la músi-
función del drama, o más bien, de la arquitectura de la fábula, con lo cual que- ca, sigue conservando su función de eje arquitectónico en el sistema de las artes,
daba completamente descartado el rico diálogo entre pintura y música, que tan incluso en el planteamiento wagneriano. Esta superioridad de la palabra respecto
extraordinarias consecuencias tendría en el siglo XX y que, paradójicamente, la al sonido y la imagen no habría de sobrevivir al final de siglo.
teoría wagneriana tanto contribuyó a potenciar. En 1893 Adolphe Appia consiguió, gracias a la mediación de Chamberlain,
Wagner compensaba su insensibilidad hacia la plástica con la plasticidad introducirseen Tribschen, el mausoleo de Wagner, y presentar a su viuda, Cosima,
de su música. La capacidad de Wagner para transmitir imágenes a través de la los bocetos diseñados por él en los últimos años para la puesta en escena de El
música hacía innecesaria la búsqueda de una expresión plástica de sus ideas. De Anillo del Nlbelungo, Cosima los rechazó, considerando un insulto a la genialidad
hecho, la obra de arte total se redujo a una unidad de la música y la literatura del músico la propuesta de una puesta en escena tan alejada de las realizadas por
que, no obstante, sólo alcanzó una integración efectiva en algunas obras (quizá, el propio Wagner en vida. "Basta; estamos aquí para hablar del genio de Wagner,
de modo más claro, en Tristán e Isolda). En cualquier caso, basten ellas para no para escuchar lo que usted dice." No advertía Cosima que precisamente Appia
anunciar una nueva definición de 'drama', que escapa tanto al ámbito de lo poé- estaba siendo el más fiel continuador del genio wagneriano al asumir lo musical
tico como de lo operístico, y que, a pesar de las limitaciones personales de su como principio configurador de la dramaturgia y del espacio.
creador, resulta de la unidad de lo musical y lo literario en un nuevo lenguaje Appia había advertido la deficiencia de Wagner en el ámbito de la imagen,
que se presenta como único, y en el cual debe transcribirse el conflicto antes su insensibilidad hacia las artes plásticas y su incapacidad para escapar a los
expresado únicamente mediante palabras. modelos de representación escénica heredados del romanticismo. Concediendo a
Wagner el mérito de haber revolucionado la técnica dramática y haber inventado
la música adecuada a ella, Appia dejó para sí el acabamiento de la revolución
mediante el hallazgo de las formas de escenificación adecuadas.
El principal desplazamiento consiste en el privilegio que se otorga a la
música frente al drama verbal. Lo escénico deja de ser el lugar donde se dota de
acción física a un conflicto dialogado para convertirse en espacio para la materia-
lización de una acción y un conflicto precipitados originalmente en música. Al
colocar la música como elemento dominante, el trabajo escénico de Appia consis-
tirá en hallar en los otros lenguajes los elementos que permitan la armonía con lo
musical. Las ideas de unidad y armonía son claves, pues Appia, como Wagner,
había heredado del romanticismo la concepción organicista y consideraba lo orgá-
nico como principio inalienable y la vida como única ley.
"El arte viviente obedece sin descanso, desde el origen, a las leyes orgáni-
cas de la vida'?' . Respetar la unidad de la vida en la representaciónescénica exige
eliminar la compartimentación en el ámbito de la creación. Esto conduce a la idea
de un creador autónomo de la "obra de arte viviente", es decir, de la obra de arte
total, que Appia define como el músico-dramaturgo, y que en gran parte coincide
con la idea de director escénico propuesta por Craig en El arte del teatro, una idea
en la que conviven las antiguas de autor dramático, escenógrafo y director".
Adolphe Appia . El crepúsculo de los dioses, Acto Il .
" Adolphe Appia , " La música y la puesta en escena" (1895), en Attore musica e scella, edición de Ferruccio
Marotti, Feltrinelli , Milán , 1975, p. 121.
" E. Newrnan , Wagller. El hombre y el artista, Tauru s, Madrid , 1982, p. 235 . " E. Gordon Craig , El arte del teatro ( 1911), UNAM-GECSA, Méxi co , 1987 . p. 194

30 31
La definición de la autonomía de lo escénico en Appia parte de su refle- musical debe contribuir a difuminar los significados de las palabras, a convertir
xión sobre lo escenográfico. El desprecio hacia los decorados ilustrativos lleva a también el significado en ritmo y evitar toda distancia, toda reflexión, toda racio-
pensar los elementos escénicos como signos en sí mismos y no como soportes nalización. La comunicación anímica es contraria al conocimiento. Y es la perse-
de imágenes convencionales. Si un actor cambia su personalidad, pero no su cución de la comunicación anímica lo que impulsa a los utopistas escénicos de
naturaleza de ser humano, ¿por qué una tela ha de dejar de ser lo que es para final del XIX a abolir la palabra como elemento principal de transmisión del
convertirse en piedra, árbol, mar o cielo? A partir de aquí, el concepto de 'deco- drama. Éste, más bien, nos es transmitido mediante ritmos y atmósferas, median-
ración' cede su lugar al de 'ambientación', y ésta será producida recurriendo a te el movimiento de la pintura escénica, conseguido gracias a la explotación de
las potencialidades significantes de los materiales en sí mismos y de las formas, los recursos que ofrece la iluminación eléctrica.
ayudadas por el juego lumínico. Dado que la música es el lenguaje privilegiado, aquél desde el cual se
La luz eléctrica es el gran descubrimiento de los creadores escénicos de construye la unidad, todos los elementos han de supeditarse a ella, han de
estos años y podría considerarse que su introducción creativa en escena es encontrar su dimensión de enlace con ella. El cuerpo lo encuentra en el ritmo.
paralela a la maduración del arte escénico como arte autónomo. Una de las La luz se convierte en trasunto de la melodía infinita. ¿Qué lugar queda para la
primeras exploradoras de las posibilidades de la iluminación fue la bailarina palabra? El problema de la palabra radica en su abstracción. Su forma sensible,
nort eam ericana Loie Fulle r, quien alca nzó un gran éx ito en Les Follies es decir, su sonido, en muy pocos casos alcanza una función más allá de la mera
Bergére con sus danzas, basadas en el aprovechamiento del efecto de la luz mediación entre el significado y nuestra comprensión intelectual.
coloreada sobre sus trajes vaporosos, que ella agitaba con el fin de reproducir Lo que permite una conexión entre la música y el espacio es precisamente
sensaciones del mundo natural: fuego , mar, serpentina , mariposa... Fuller el modo en que la música expresa la duración: "La duración de los sonidos
resumía en los siguientes los elementos que componen el espectáculo escéni- musicales se exterioriza, en el espacio, en proporciones visibles'?". La posibili-
co: "luz, color, movimiento, música" , siendo el orden de enumeración también dad de mostrar la música espacialmente depende de las duraciones variables de
el orden jerárquico establecido por la bailarina desde el punto de vista compo- las combinaciones de sonidos y del ritmo. El ritmo permite visualizar el movi-
sitivo" . miento de la música y convertirlo en movimiento corporal. Según Appia, pues,
También para Appia la luz es la clave en el proceso de creación de la "obra el 'Wort-Tondrarna' no puede valerse de los medios representativos del drama
de arte viviente": la luz será la responsable de realizar escénicamente la melodía hablado, porque en éste no existe el factor duración del drama interior ni el
infinita wagneriana. La luz rompe las formas cerradas de lo real y recupera el esquema rítmico de la música. La palabra se dirige principalmente a la com-
flujo ininterrumpido de la vida y del espíritu. La eliminación del privilegio de lo prensión intelectual. Pero desde el intelecto sólo es posible reconstruir la apa-
verbal provoca la eliminación de la racionalización, incluso de la consciencia. Se riencia exterior de los conflictos anímicos, la forma de la emoción, nunca la
trata de llevar a sus máximas consecuencias el principio estetizante apuntado por emoción misma. Ésta, en cambio, encuentra en la música y en el movimiento
Wagner. No sólo las diversas artes debían fundirse en una obra única, sino que el espacial un medio mucho más directo de ser transmitida.
espectador debía sumergirse también en ella, perder la distancia. Este objetivo se Para Gordon Craig la palabra es el lugar de la mentira. De ahí que en su
. realizaba de forma clara en la puesta en escena de Tristán e Isolda , cuando Appia concepción del "arte del teatro del mañana" 10 literario ocupe un lugar secunda-
asume un punto de vista subjetivo para la elaboración de lo escénico: "Lo que rio respecto a lo visual y lo rítmico. Llegará un día, anuncia Craig, en que el
brilla en sus almas nos aparece, como a ellos, superior a sus dos formas distintas, director no deba partir de un texto previamente escrito por el poeta: aquél elabo-
y a la duración ficticia de la música que nos arrastra cada vez más al interior del rará su propia obra con los recursos de un lenguaje escénico autónomo. Se vol-
mundo misterioso donde su unión se consuma para siempre'?". La fe estética que verá así a la situación original, aquélla en la que el dramaturgo se identificaba
subyace a esta abolición de la consciencia es la fe en la capacidad de la música y con el actor, y su presencia directa en escena le llevaba a ser consciente de la
del espacio musical para expresar directamente el mundo anímico. El espacio superioridad de los recursos musicales y visuales sobre los literarios en lo que
respecta a su eficacia comunicativa con el auditorio.
" Véase Loie Fuller, "L ight and the dance". en Fifteen Yea/"S 01a Dancer's Lile with Some ACCOIIIII 01 Her
"No existirá más el texto en el sentido en que lo entiendo hoy" - asegura
Distingnished Friends, Londres . H. Jenkins, 1913. pp. 62-72 . el director, por boca del cual habla Craig en El arte del teatro . El creador teatral
" A. Appia , "Esqui sse gén érale pour la mise en sc éne de Tristan el /solde" ( 1895 ). c it. en F. Marotti .
"L'itin erario di Adolphe Appia" , A. Appia , o . cit, p. 39.
" A. Appia, " La obra de arte viviente" (192 1). o . c it. p. 18 1.

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del futuro se expresará en un lenguaje nuevo , resultado de la integración de la Craig era hijo de una famo sa actriz inglesa, que trabajó a las órdenes de
acción (gesto y danza) , la esce na (lo visible: esceno grafía, vestuar io, ilumina- Irving , y él mismo intervino en diversas giras interpretando pape les shakespere-
ción ...) y la voz (sonido, declamación y can to) . Antes que poeta , el nuevo crea- anos al modo nat uralista. Su alejamiento del teatro naturalista no fue violento .
dor escénico es con cebido como "pintor en el tiempo " ; y en la paleta de éste , el Su madre fue la actr iz principal en alguna de sus primeras producciones . Y una
eleme nto determinante ha de ser el actor. La ambientación de una escena o de de sus esc asas reali zaciones la debió a la generosidad de Stanislavski" , No
un drama, seg ún Appia , no puede partir de la imag inación aislada del dramatur- había un afán rupturista . Y es que Craig , aferrado a categorías románticas , creía
go , sino de l cuerpo vivo del actor , pues " sabemos que el cuerpo es el único en el desarrollo orgánico de su nuevo lenguaje a partir de la diversidad de los
soporte de la pala bra en sus relaciones co n el espacio " . La necesidad de un diá- mater iales existentes . La creación escénica no debía surgi r de la superposición
logo constante en tre actor y autor hace inevi table la identificación de las figura s de los leng uajes , sino que debía ser elaborada co n un material del todo nuevo .
de director y drama turgo : "es un sacrilegio especializar ambas funciones" -sos- La lucha wagneriana contra el egoísmo de los creadores y de las partes fue reto-
tiene Appia. Cra ig denomina a su creador escénico "dramaturgo-director" . mada por Cra ig con un cambio de estrategia. La nueva obra de arte escénico
Teniendo en cuenta que la figura del director escénico se configura en su sería posib le una vez supe rada la visión de la música , el actor , la escenografía,
acepción mo derna precisamente a fina les del XIX , podría interpretarse que de lo la iluminación y la palabra como elementos aislados . Pero Craig desprecia el
que se est á hab lando es de un trasp aso de autoridad del poeta y del actor al crea- montaje de los dive rsos medios y reclama el tiempo necesario para que la uni-
dor escénico. Y así ocurrió de hec ho . Pero no ha de olvidarse que utópicamente dad de los mismos tenga lugar como un proceso natural. Forz ar el proceso equi-
tanto Appia como Craig co ncebían al creador como un solo individuo, que fuera valdría a destru ir la posibilida d de que natura lment e aparezca un material
a su vez poeta, músi co, iluminador y actor. Y que también, utópicamente , la nuevo . "Sólo si tienes capacidad para encontrar en la naturaleza un material
escritura escé nica se planteaba más bie n como una partitura en la que se cod ifi- nuevo, que no haya sido jam ás utilizado por el hombre para dar forma a sus
caran los dive rsos elementos de la creación escén ica. No se trataba de una refor - pensamientos, entonces puedes decir que estás sobre buen camino para crear
ma de las co stumbres teatrales . Se trataba de un cambio de naturaleza del un arte nuevo . Porque has encontrado aquello con lo que puedes crear. Desp ués
lenguaje escénico mismo . Tal cambio , más que una ruptura, era visto como un no te quedará otra cosa que empezar. El teatro , como lo veo, tiene que descubrir
aún este material'?' .
crecimiento .
Ahora bien , encontrar un material nuevo, tal como el pintor lo imagina ,
es decir, un material que pueda ser cons iderado uno a pesar de su diversidad,
del mismo modo que el pintor puede co nsiderar uno a pesar de su diversidad
el mater ial de distinta procedencia -tela, pigmentos , diso lventes, em pastes,
maderas , meta les ...- que le sirve para la producción de su obra , choca contra
el prob lema del actor. ¿Cómo dar el mismo tratamiento a la luz , a los volúme-
nes , a la música , a la palabra .... que a la person alidad misma del actor. La pre -
gunta tiene una dob le respuesta . Por una parte , hay que tratar los elementos
inertes co mo si poseyeran vida, es preciso darles un pro tagonismo en e l
drama . Por otra, hay que elimina r todo lo acc idental, hay que desterrar, por
tanto , la personalidad de la escena. "Para salvar el tea tro -declaró Eleanora
Duse- hay que destruir el teatro , los actores y las actrices tienen que morir
todos de pes te . Ellos hacen el arte imposible' ?' . El ac tor, apostilla Craig , debe
ceder su lugar a la " supermarioneta'' .
La supe rmar ioneta es la cond ición de posibilidad de una escritura escéni-
ca autó noma, tal como la conciben Appia y Craig , que ya no precipita en pala-

· Véase Edwar d Craig, Gordon Craig . The story ofhis lif e , Limelight, Nueva York, 1985.
" Gordon Craig, o . cit., p. 129.
Gordon Craig. Hamlet, Teatro del Arte de Moscú , 1912. " Ídem, p. 135.

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bras, sino que se codifica en la partitura. El actor no debe ofrecer re.sistencias cendiendo las resistencias de lo orgánico y sirviendo de caja de resonancia a
personales a la partitura, debe limitarse a ejecutarla de modo estnct~ . Esto lo espiritual. En torno a este objetivo se ha de desarrollar la obra de los artistas
exize alterar la preparación tradicional del actor, a quien de nada le sirve el implicados en la creación. El espacio escénico debe ponerse al servicio del
adiestramiento psicológico o la búsqueda de la naturalidad. En tanto su fun- movimiento, es decir, del cuerpo rítmico. Y para ello no debe ocultarlo, sino
ción es la de signo entre signos, habrá de concentrarse en aquello que le per- potenciarlo, oponer su rigidez al movimiento rítmico del cuerpo, para convertir-
mita enriquecer las formas de relación espacial. Llegará a la expresión -según se de tal modo en "caja de resonancia de la m úsica'?' .
Appia- a través de las proporciones formales; entrará en conexión con el :esto La negatividad respecto a la palabra muestra ahora su dimensión positiva.
de los elementos por su sumisión a los ritmos y a la música; y, por m~dlO de El cuerpo rítmico suplanta a la palabra como lugar de manifestación del espíri-
ella, será partícipe de la expresión contenida en la forma. El autor-director. tu. El movimiento rítmico, la poesía espacial, ocupa el lugar más alto en la pirá-
por su parte, debe dejar a un lado su personalidad y desaparec.er en la elabora- mide de los medios de expresión, desplazando a la poesía literaria, tal como la
ción de la partitura misma. Sólo quien desaparece en la escn tura de su o~ra , había categorizado el romanticismo. "Ser artista significa, ante todo, no tener
había sostenido Flaubert, alcanza el rango de verdadero artista. La absolutiza- vergüenza del propio cuerpo, sino amarlo en todos los cuerpos, comprendido el
ción de la partitura y la consecuente eliminación de lo accidental tant~ ~~l propio?" . El entusiasmo de Appia llega hasta el punto de afirmar: "Nuestro
lado del actor como del lado del autor constituyen las condiciones de posibili- cuerpo es el autor dramático. La obra de arte dramático es la única obra de arte
dad de una obra de arte escénico nueva. que se confunde con su autor".
Por absolutización de la partitura no debe entenderse un ejercicio mís- No estaba muy lejos Appia de las ideas de Isadora Ouncan, con quien
tico de escritura previo a la creación escénica, ya que la partitura es entendi- Gordon Craig vivió un romance apasionado en Berlín en 190Y6. Duncan consi-
da como un fenómeno secundario respecto a la creación de la obra en sí. De deraba que la "primera concepción humana de la belleza es obtenida de la forma
lo que se trata es de escribir directamente sobre la escena y ~~n un I~ngu~je y simetría del cuerpo humano" y que la bailarina debería ser especialmente
único, que más tarde podrá ser codificado. El drama se manifiesta pnrnana- consciente de ello, así como asumir esa misma desvergüenza propuesta por
mente en ese lenguaje que brota de forma inmediata de la luz, de las formas Appia que Ouncan practica y defiende bajo el lema: "lo más noble en el arte es
en movimiento, de la voz y de la música y, sobre todo, del cuerpo del a~to r. el desnudo" . Isadora Ouncan concibe la danza del futuro como el desarrollo de
En un segundo momento de la reflexión teórica de Appia, su centro de mte- un movimiento "que esté en armonía con y que desarrolle la más alta forma del
rés pasa del ambiente (arquitectura + luz) al cuerpo, en torno al cual elabora- cuerpo"; en busca de inspiración recurre a las formas plasmadas por el arte grie-
rá un nuevo concepto de dramaturgia. go y, combinándolas con una espiritualidad heredada de Whitman y el transcen-
Dec isivo para Appia fue su encuentro con encuentro con Jacques- dentalismo americano, concibe una nueva danza entendida como armonía de
Oalcroze en 1906. Éste, convencido de que el sentido del ritmo era básica- alma y cuerpo: un arte religioso, como el de los griegos, porque un arte que no
ment e muscul ar , habí a desarrollad o un sistema de gimnasia rítmica , la es religioso acaba siendo mercancía"
euritmia, con el que pretendía la traducción muscular y dinámica del ritmo En sintonía con Isadora Ouncan e igualmente influido por las ideas de
sonoro, que enseñó en el conservatorio de P.arís entre 19.0 4 y, 1~09 y .que Nietzsche, lo que Appia estaba imaginando era una recuperación de la mimesis
entusiasmó a Appia. El diseño de los denominados espacios ntrrucos tiene original, de la dimensión sagrada del teatro primitivo, pero eliminando las zonas
mucho que ver con ello . Cuando Dalcroze fundó su Institut o en Hellerau, de oscuridad, de magia. Un teatro basado en el movimiento corporal que, en vir-
Appia se unió a él y juntos pusieron en escena diversas obras, entre ellas: tud del ritmo y de la composición espacial, adquiere una dimensión espiritual. El
Orfeo y Eurid ice , de Gluck (1912) y El anuncio hecho a María , de Claudel nuevo drama, imaginado por Appia, aparece como el conflicto entre la materia y
(l 9 14)JJ . el espíritu, conflicto que se manifiesta en la oposición entre el espacio y el tiem-
Appia insiste a partir de estas experiencias en el valor del cuerpo como po (música) y que tiene lugar y se resuelve en el cuerpo rítmico del actor. Este
punto de encuentr o entre lo material y lo espiritual a través del ritmo . El nuevo drama deja de ser un acto social-estético para convertirse en una fiesta.
cuerpo, que se somete disciplinadamente a las leyes de la rítmica, está tras-
" A. Appia." La obra de une viviente" , o. cit. p. 217.
•, Ídem. p. 218.
» Véase Emile Jacques-Dalcroze. La Rvthmique. Lausanne, 1907 y una cxposición sistemática de las ideas del '.Véase Isadora Duncan. Mi vida, Debate, Madrid, 1993, pp. 194-200.
mismo en Jacques Bari!. ÚI danza moderna. Paidós, Barcelona, 1987, pp. 382-83 Y387-88. " Isadora Duncan, "Thc dancc of thc futuro" (190211 903). en The art 01 dance , ed. cit., pp. 54-63.

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Appia lleva un paso más allá la utopía wagneriana de la obra de arte total. Si
Wagner pensaba la estética en analogía a la política, Appia la piensa en analogía
a la religión . Una experiencia dirigida a los ojos, a los oídos y al intelecto simul-
táneamen te debe ser una experiencia estética integral. El hombre integral ha de
estar en juego. Y ello exige una participación activa del espectador en lo repre-
sentado, una presenci a física activa en el lugar de la representació n, calificado
por Appia como "catedral del futuro", analogado por Craig a los antiguos tea- 3. Partituras
tros de piedra, donde no había divisió n para actores y espectadores, sino donde
todo el conjunto era la escena : el lugar del drama.
A nivel utópico, Appia y Craig llevan la propuesta wagneriana de la obra
de arte total más allá de la estética; en cualquier caso , más allá de la literatura. La problematización de la palabra como instrumento de comunicación en
El drama no se escribe, el drama surge en escena. Frente a la defin ición de todos los nivele s de la experiencia atraviesa la cultura de principio de siglo y se
drama como conflicto intersubjetiva que se manifiesta en el diálogo de los per- convierte en generadora de experimentaciones lingüísticas en el contexto de los
sonajes dramáticos , encontramos un drama que es, de forma inmediata, enfren- movimientos de vanguardia. La espacial ización de la palabra en Mallarmé se
tam iento entre los diversos elementos escén icos: espac io, imagen, cuerpo Y radica liza en los caligramas de Apollinaire, al tiempo que Marinetti arremete
sonido . La palabra , si no desaparece, se convierte en un elemento entre otros y contra la sintaxis con sus "pa labras en libertad"; se inicia así un cam ino que,
en ningún caso debe hallarse ya sujeta a las reglas tradicionales de lo dramático, pasando por la escritura fonética dadaísta o la poesía expresionista de la reso-
pues lo dramáti co se manifiesta a otros niveles: lo dramático sólo se realiza en nancia , conclui rá en el automatismo explorado por Breton y los surrealistas . El
la inmediatez de la escena y, secundariamente, en su codificación en forma de desplazamiento de la palabra hacia el sonido y la imagen tiene consec uencias
directas en la relación de los creadores escénicos con la escritura, que siente n
partitura .
igualmente la necesidad de evitar el drama literario como punto de partida, bus-
cando una forma de composición sonoro-espacial para la que el teatro estaba
mucho mejor capacitado que la poesía . Las partituras de los treinta primero s
años de nuestro siglo, que se sitúan en la tradición romántica wagner iana, man-
teniendo intactos muchos de los principios apuntados en las páginas anteriores,
surgen, no obsta nte, de una desconfianza hacia la palabra que alcanza ya gran-
des dosis de radicalidad en la reflexión de los herederos del simbolismo .
La palabra -afirma Craig- sirve ante todo como disfraz del pensamiento ,
es el medio más directo para la mentira. De ahí que el teatro del futuro sea pen-
sado como un drama sin palabras , una cons trucción mediante la acción, la línea,
el color y el ritmo" . La música se convierte decididamente en guía de las demás
artes . En el cambio de siglo , esta tensión se aprecia de forma clara en las pro-
ducciones simbolistas. La plástica y la literatura se orientan cada vez más de
acuerdo a modelos musica les, al tiempo que la música se halla inmersa en un
proceso de disolución post- wagneria no, que se concreta de forma muy clara en
la obra de Debussy. "Me he servido de un medio expresivo bastante raro --escri-
be Debussy a propósito de Pelléas y Melisande-: del silencio (no se ría) , que es
quizá la úni ca manera de lograr rea lmente el sentimiento de un instante?" .
" Hay un claro paralelismo con la reflexión nietzscheana so bre el lenguaje. La profecía de la 'Su pcrrnarioneta'
y del ' Drama sin palabras' no pueden dejar de recordar las profecías de Zara /Ilustra .
"Cit. por en H. Strobe!. Claude Debussy, Rialp , Madrid , 1966, p. 142.

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Maeterlinck, autor del drama que sirvió de base a la ópera , respondía perfecta- el genio craigiano, pero no deja de referirlo cont inuamente a lo pictórico. Se
mente al modelo de poeta buscado por Debussy: " un poeta que dijera las cosas resiste a profundizar en toda la utopía del actor-marioneta e insiste co ntinua-
sólo a medias", que dejara a la música la libertad de dar expresión a lo inefable. mente en la distancia entre la belleza de los bocetos y la tosquedad de la realiza-
El dramaturgo , por su parte, era conscie nte de la limitación de la palabra ("las ción práctica. Todo el movimiento de los módulos escé nicos , que Craig había
lágrimas de lo s homb res se han vuel to si le nciosas .. .") : en é l , como en proyectado a la vista del público, hubo de ser realizado el día del estreno detrás
Hofrnannsthal, se hace manifiesta la crisis del drama verbal, que ha llegado a su del telón , por problemas técnicos.
ex tremo con el naturalismo" . Ahora bien, si Stanislavski se mantuvo dentro del estilo realista y concedió
A principio del siglo XX , la idea de partitura funcionará de forma explíci- en sus escenificaci ones siempre el mayor privilegio al trabajo dramát ico del actor,
ta o implícita en las creaciones escé nicas de los artistas de vanguardia . Pero el peso de su personalidad relativizó la importancia de los textos dramáticos de los
estas partitu ras respond en a diversos conceptos de la m úsica escénica . Hablar de que partía y comenzó la elaboración de un nuevo modo de escritura escénica que
dramaturgia en la primera mitad de siglo significa en sentido estricto, hablar de anuncia las partituras de los años siguientes. Indudablemente , no se puede consi-
partitu ras. Hay una prime ra concepción de partitura que asume el modelo wag- derar los cuadernos de dirección de Stanislavski como textos dramatúrgicos, pero
nerian o, pero lo interpreta desde el texto dram ático. Aquí habría que incluir las sí hay en ellos un intento de codificación del fenómeno escénico que va más allá
dramaturgias de los grande s directore s de principio de siglo , de Stanislavski a del drama tradicional y que convierte el drama definitivamente en una obra litera-
Jessner, que siguen trabajando a partir de la idea romántica del poeta como dis- ria y no en una obra escénica. Los cuadernos de dirección de Tres hermanas y de
tribuidor del material sobre el que el director-dramaturgo opera. El j ardín de los cerezos nos muestran la minuciosidad del trabajo de mesa del
De forma exc epcion al , hubo un momento en que Stanislavski llegó a director, que anota y recoge toda la estructura del movimiento, la gesticulación, el
reflexiones sobre la autonomía de la plástica escénic a próximas a las de Craig . sonido y la disposición física de la escena. Raramente encontramos anotaciones
No cas ua lmen te el tex to que dio pie a las mismas fu e El páj aro azul, de de tipo psicológico o interpretaciones literarias: sólo hay descripciones físicas" .
Maeterlin ck. Cuando intentaba imaginar un ambiente escé nico para esta obra, Es decir , lo que se codifica es aquello que Craig había llamado componentes de
Stanislavski advirtió la distancia entre los esbozos escenográficos del pintor y lo escé nico : la acción , la voz, la esce na. Y tal codificación resulta tan rigurosa
su plasmación en bamb alinas, patas y telones. La transposición del plano pictó- que perfec tamente se puede caer en la tentación de interpretar no ya el texto de
rico a la pr ofundid ad escé nica pr oducí a un efecto artís tica mente fa lso . Chejov, sino la partitura de Stanislavsk i" .
Accide ntalmente, según sus memorias , descubrió entonces el recurso al tercio-
pelo negro. La cámara negra permitía una composición plana de la esce na, ésta Ma x Reinh ardt defi ne el cuaderno de dir ección ex plíc itamente como
se convertía en pantalla, donde aparecían y desaparecían las imágenes. Se podía "partitura?" . La atenció n a la construcc ión psicológica ha sido desplazada por la
dibuj ar en esce na, co mo sobre un papel negro , líneas y colores . El descubri- intención com positiva . El actor pierde gran parte de su humanidad para conver-
miento del truco entusiasmó a Stanislavsk i, que se entregó a la búsqueda de jue- tirse en material a organizar. Lógicamente , el texto pierde igualmente gran parte
gos de aparició n y desaparición y al dibujo de colores sobre el fondo carente de de su dramatismo y ga na en intensidad rítmica . Los efectos son en muchos
profundidad . Stanislavski, no obstante, inmerso en la atmósfera impresionista, casos más importantes que las palabras. Lo primero es obtener una visión global
retroced ió ant e su descubrimiento , le pareció arti ficioso y lúgub re y no lo del drama, que progresivamente se va concretando hasta alcanzar el detalle de
empleó en esa ocasión . Sí lo hizo en la puesta en escen a de La vida del hombre, cada gesto, cada paso , cada mueble, cada luz , cada sonido ... Entonces es cuando
de L.N . Andr éiev, en la que jugó a la irrealizacián de la escena y los actores. estas visio nes acú stic as y so noras, per fec tame nte con figur ada s , se escrib en
Aunque el espectáculo fue elogiado por la crítica y el públ ico, Stanislavski con- "co mo una partitura" .
sideró que no había aportado nada "a nuestro arte de repre sentar'" .
Tampoco influ yó mucho en Stani slavski la colaboración con Craig. De " Véase K. Stanislavski, Drei Schwestern 1'0 11 Anton P. Tschechow. Regicbuch ( 1901), Schaubühne arn
hecho , en sus memorias, presta cas i más atención a la interpretación estricta- Lehniner Platz, Berlín, 1988: y Der Kirschgart envon Anton P. Tschechow. Regiebuch (1904), Schaubühne um
mente dramática de Hamlet que a la puesta en escena en sí. Ciertame nte, alaba Lehniner Platz, Berlín, 1989.
" Esto lo llevó a la práctica Peter Stein en la Schaubühne de Berlín con sus puestas en escena de Tres hernia-
lias ( 1987) Y El jardin de los cerezos (1989).
"' Véase Hugo van Hofmannsthal, Carta de Lord Chandos , Colegio de Arquitectos de Murcia-Galería Yerba.
u Max Rcinhardt, "Das Regiebuch" (1911). Schrifte n (Aufr eichnung en, Briefe , Rule). Henschelverlae Kunst
Murcia, 1981. pp. 25-38.
und Gesellschaft, Berlín, 1974, p. 257. '
., K. Stanislavski, Mi vida en el Arte , Quetzal, Buenos Aires, 1988, p. 338.

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La creación de la partitura, además, es entendida como algo diverso tanto al
trabajo de dramaturgia como al de dirección. Se trata más bien de la creación de
una nueva obra . Cada escen a aislada -escribe Reinhardt- es configurada de
nuevo, cada movimiento, cada gesto, y todo ello codificado en la partitura. La par-
titura, y no el drama, es el texto escénico que se representa. Esta partituraes la que
define los contenidos y las intenciones concretas del espectáculo escénico. Y la
elaboración de la partitura es un ejercicio drarnatúrgico, en el cual la preocupación
por lo verbal y lo dramático siguen cediendo terreno para nivelarse cada vez más
con el resto de los lenguajes anotados en ella. En algunos casos, como en la esce-
nificación de Fausto en Salzburgo, la elaboración de la partitura llega a revelarse
como una auténtica escritura de la imagen.
La posibilidad de concebir el trabajo dramatúrgico como elaboración de
una partitura pasa por asumir que se sitúa en el ámbito no de lo literario, sino de lo
escénico. Reinhardt reivindicaba su oficio de actor frente al oficio del poeta. Lo •• 1. .... !,.: ".
literario debía dejar de ser lo determinante. Lo determinante debía ser ahora lo ."..... ,
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espectacular. De ahí que Reinhardt, como tantos otros directores de su tiempo, ,¡ , f ••

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confiara en el circo como modelo. Intentar escribir un espectáculo de circo consti- . •.., . ,y, '

tuiría sin duda un excelente ejercicio de dramaturgia en esa época, cansada ya de ~'l ....~1f.·
Max Reinhardt . El milagro. Olymp ia, Londres , 1911.
Ibsen y de Chejov. El drama debía ser sustituido por las composiciones drarnatúr-
gicas, por las partituras. Estas partituras codificarían lo físico con el mismo respe- las pasiones, los ridículos morales, sociales, individuales" de su tiempo, en la
to y la misma seriedad compositiv a que lo verba l. Pero Rein hardt estaba combinación de los cuales surgirían múltiples comedias construidas por ellos mis-
demasiado dentro de la institución como para concebir la partitura como obra mos a través de la improvisaci ón" , Probablemente con tal fin se retiró a Borgoña,
autónoma e independiente respecto al drama. donde en 1924 fundó los Copiaux, una original comunidad que actuó sobre todo
Algo más tímido que Reinhardt fue Jacques Copeau, el gran reformador del en provincias y en algunos encuentros internacionales y que se disolvió en 1929.
teatro francés, a pesar de haberse iniciado en el teatro con la adaptación de una La generación que le sucedió en Francia, la de Baty, Pitoéff, Jouvet y
obra no dramática, Los hermanos Karamazov, para el Th éátre des Arts de Paul Dullin, los cuatro miembros de El cartel", fue mucho menos atrevida en sus pro-
Fort. Buen conocedor de la obra de Craig, Appia y Dalcroze Ca quienes visitó res- puestas, aunque heredaron del maestro una consciencia del trabajo actoral y de la
pectivamente en Florencia y Hellerau en 1914), así como de la de Stanislavski, dirección escénica que ya no permitía caer de nuevo en el servilismo al autor dra-
Reinhardt , Meyerho ld y Fuchs, Copeau fundó en 1913 el Teatro del Vieux mático. Gastan Baty, tras reivindicar la función creativa de la puesta en escena,
Colombier, donde montó a los clásicos y a los autores contemporáneos con la citaba a uno de los autores montados por él en su homenaje al director escénico:
voluntad de elevar la calidad artística del arte escénico. Quizá lo interesante de la " ...Sabe restituir en tomo a las palabras todo cuanto esas palabras no han sabido
reforma de Copeau sea su intento de recuperar los modos delteatro clásico, es decir. Adivina, comprende, revive, hace revivir todo aquello de que se nutría la
decir, del teatro que es obra ante todo de un grupo de actores y no sólo de un autor emoción del autor, y cuyo escrito no presentaba más que una especie de residuo.
dramático. La reforma arquitectónica del Vieux Colombier diseñada por Louis Lo que yo había perdido en el camino del sueño al manuscrito, él lo ha encontra-
Jouvet, con la construcción de una estructura fija sobre la que había que montar do, y me lo ha devuelto. Gracias a él, mi obra está completa, tal como se hallaba
todas las obras, fuera cual fuera su estilo, no puede esconder el influjo de las completa dentro de mí?" .
estructuras fijas del corral de comedias o del teatro isabelino, a las cuales debían
adaptarse los autores. El sueño de Copeau era una especie de actualización de la " Clément Borgal, Jacques Copeau, L' arch é editeur, París, 1960, p. 135.
J6 Sobre el teatro francés de los años veinte véase Daniéle Pauly, Th é
átre Anné es 20 : La R énovation scenique
comedia del arte, basada en la invención de "una decena de personajes modernos,
en Frailee . Norma, París. 1995 y el catálogo Jouvet, Dullin, Baty, Pitoeff, Le Cartel , Bibliotheque Nationale,
sintéticos, de una gran extensión, que representaran los caracteres, los defectos, París, 1987 .
" Gas ta n Baty, "Hacia el nuevo teatro " ,A BC, 5-VIlI- I928.

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El texto de Baty, publicado en España en 1928, da idea de las dificulta- época; apostaban, en cambio. por una escena "irreal", por la fantasía, por la retea-
des que tres décadas después de los grandes montajes de Stanislavski y más tralización o por lo grotesco. Lo que en España quedó en tentativa o mero proyec-
de dos de las reflexiones teóricas de Appia y Craig encontraba en Francia la to, en. Rusia encontró su materialización por obra de autores que supieron
idea de un arte escénico autónomo. Si en Francia la obra de Copeau y sus reaccionar oportunamente contra el naturali smo impresioni sta del maestro
seguidores consiguió correg ir levemente esta situació n, en España fueron Stanislavski. Tairov, que inauguró su Teatro de Cámara de Moscú con una puesta
vanas las tentativas de Valle-Inclán, Gómez de la Serna o Rivas Cherif por en escena de Sakuntala . de Kalidasa, abogó siempre por un actor que basara su
aproximarse a una concepción moderna del teatro. Ni las reivindicaciones de trabajo no en la reconstrucción de la vivencia, sino en la construcción de la ima-
Pérez de Ayala de una reteatralización del teatro, en la línea de Fuchs, ni las gen o figura escénica. "La fig ura escénica es una síntesis de emoción)' fo rma
reflexiones de Ortega y Gasset sobre el medio teatral como espacio de la sen- nacida de la fa ntasia creativa del actor . La forma madura de una figura estética
sibilidad y la fantasmagoría, ni los ensayos para la revitalización de la panto- sólo puede ser creada por medio de un nuevo teatro sintético, ya que el teatro
mima de Gómez de la Serna, ni las provocaciones de Valle-Inclán en defensa naturalista sólo ha aportado una emoción psicológica informe y la escena estiliza-
del modelo cinematográfico, ni los esfuerzos de Rivas Cherif por acercar al da una forma exterior vacía?" . La creación de tal teatro se apoyaba básicamente
público las aportaciones de la vanguardia escénica internacional consiguieron sobre dos pilares: el trabajo intelectual y corporal del actor, a quien Tairov exigía
hacer mella en las rancias instituciones teatrales españolas, que finalmente ser al mismo tiempo bailarín, artista, clown, cantante, mimo e intérprete, recupe-
habrían de ganar la batalla" . rando así la tradición del teatro popular y la comedia del arte, y la construcción de
Casi todos los creadores españoles coincidían en un punto: en su crítica al la atmósfera escénica. Tairov, que condenó la decoración naturalista y abogó por
realismo costumbrista en que había quedado anclado el teatro español de la una escenografía basada en la articulación del suelo (elemento de conexión de las
form~s plásticas con el actor), colaboró con diversos pintores cubo-futuristas,
especialmente con Alexandra Exter, autora de escenografías construidas a base de
elementos geométricos y dinámicos coloristamente iluminados.
También Evgueni Vajtangov buscó en la comedia del arte y en la estética
del grotesco los procedimientos reteatralizantes que alejaron progresivamente su
producción del naturalismo exacerbado que heredó de su maestro Stanislavski.
Su última producción, La pr incesa Turandot , de Gozzi, puede ser considerada
como
.
la muestra más acabada de lo que él mismo denominó "realismo irnazina- b
tivo". El montaje del ambiente dramático chino (perfectamente documentado a
partir del estudio de miniaturas) con técnicas teatralizantes que refieren al con-
texto del autor (comedia del arte y teatro de máscaras) y elementos fantásticos o
inventados en el proceso de composición de la pieza convierten esta producción
en auténtico testamento de un director a quien una muerte temprana en 1922
impidió la plena realización de su proyecto.
En Alemania, alentados por el magisterio de Reinhardt, un conjunto de
directores escénicos afines al expresionismo, entre quienes cabría destacar a
L~opold Jessner, Jürgen Fehling, Richard Weichert, Gustav Hartung, Berthold
Viertel, Otto FaIckenberg y KarIheinz Martin, desarrollaron en torno a 1920 un
E. Vajtangov, El Dibbouk. Escenografía de N. Altman. Estudio Habima, Moscú, 1922
teatro igualmente antinaturalista y reteatralizado, en el cual la palabra cedía
buena parte de su tradicional terreno a mecanismos de comunicación no verbal.
" Sobre los mod elos y las real izacion es del tea tro españ o l entre 1910 Y 1936 véas e Dru Doughcrty y Ma ría
Francisca Vilchcs de Fruto s. El teatro ell Espa ña entre la tradicion y la vanguardia ( / 9/8- /93 91_e.S.l.e. I Los dramaturgos apelan al gesto y al movimiento para la expresión de aquello que
Fundac ión Feder ico Garc ía La rca . Tabacalera S .A.. Madrid . 199 y José A . Sá nchez . "T he impossib le thcatrc .
Thc spanish stage in the time o f avant- garde" . Contemporary Theatre Revi ew, vol. 7. part2 (número monográ- " Alexander Tairow, Da s entfe sselte Theater ( 1923 . vers ión alemana autorizada por el autor), Kiepenheu er
fico titu lado Spanis h Theatre / 920-/ 995 . Strat egi es in protest ami imag ination (1 J. ed itado por M . Delgad o). Verlag . Leipzig y We imar , 1980. p. 70. Véase Nick Worral, Modernism 10 realism cm the so viet stage . Tairov-
Ma nchcste r. 1998 . pp . 7-30 . vo ktnangov-Okhtopkov, Cambridge Univcrsity Prcss , Ca mbridge , 1989 , pp 15-75 .

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las palabras no alcanzan. La intervención del dramaturgo es tímida . Sabe que el Theater de Dresde su obra La zarza ardiente, dirigida por él mismo, con una espe-
teatro ya no es su reino, que el actor ha vuelto a ocuparlo . Sabe que el cuerpo cial atención a la iluminación y al diseño plástico de la escena . La obra era conti-
tiene mucha mayor potencia expre siva que la palabra. Y la palabr a se pliega al nuación de las preocupaciones dramáticas que ya en 1908 le habían llevado a
cuerpo , intenta incluso imitarlo . Tiende a desarticularse , a convertirse en sonido escribir Asesino, esperanza de las mujeres, publicada en Del'Sturm en 1910.
corporeizado. Exclamaciones, respiraciones , sonidos guturales, gemidos ... todas Más interesa ntes que las peculiares tentativas dramáticas de Kokoschka
estas formas se introducen en el drama . La escenificación expresionista es deu- resultan los de otros dos artistas, ninguno de los cuales es poeta, ni actor, ni director
dora de Reinha rdt , pero asume con mucha más fuerza la herencia de los utópicos. escénico, que avanzaron mucho más en la definición de una nueva forma de escri-
La iluminación, el ritmo de los volúmenes, la abstracción compo sitiva, la desna- tura escénica entendida realmente como partitura. Arnold Schonberg escribe La
turali zación y despsicologización del movimiento actora!... son elementos que mallo fe liz entre 1910 y 19I3; Vasily Kandin sky, La sonoridad amarilla , entre
pasan al teatro expresionista y que contribuyen , con tanta o mayor fuerza que las 1909 y 1912. La compos ición de ambas piezas coincide con el momento del
palabras, a la expresión de la visión , una visión que , según Weichert declar ara, ya encuentro personal de ambos, pero también con un momento de inflexión en su tra-
no es la visión del poeta , sino una visión nueva , resultante del diálogo del drama yectoria: la madurez del principio de disonancia en Schonberg, la opción definitiva
con la imaginaci ón escénica" . "El nuevo director de escena ---escribe Emmel- por la abstracción en Kandinsky. El paralelismo entre la disonancia y la abstracción
tendrá, pues, que sacar a la luz la visión dinámica a partir de la cual el poeta ha llevó a una serie de fructíferas consideraciones sobre las correspondencias y dife-
creado inconscientemente sus figuras. Deberá crear con el poeta a partir de la rencias entre las diversas artes, que incidirían en la composición de las obras cita-
mism a fuente origin al, sin interpretarle ingenuamente. Su meta sólo puede ser das, en la definición de un nuevo concepto de obra total, y, por derivación, en un
una dirección de la visión dram ática'?' . Y en la materiali zación de la visión , más nuevo concepto de drama.
impo rtan te qu e la artic ulación inteli gibl e de! drama resulta la tran smisión al La obra de Schonberg, entregado en este momento a investigaciones lingüís-
espectador de un ritmo interno : de ahí las escenografías escalon adas, herederas ticas sobre la atonalidad y a consideraciones estéticas sobre la organicidad del arte,
de Appia , de las c uales la esc alera de Jessner para la puesta en es cena de está más próxima que la de Kandinsky al drama musical wagneriano , así como al
Guillermo Tell en 1919 constituye el ejemplo más célebre ; de ahí también la uti- programa dramático expresionista. Schonberg la consideraba una pieza de transi-
lizaci ón rítmica de la iluminación , que siguiendo las pauta s es tablecidas por ción, que se distanciaba del simbolismo, aún muy presente en composiciones ante-
Reinh ardt cobra un protagonismo insospechado en escenificaciones anteriores; riores (Pelléas, Erwartung), y mostraba un vuelco mayor de lo dramático en lo
de ahí también la actuación gest ual de los actores, el "patetismo" , con e! que se sensible. No bastaba seguir las tradicione s de la ópera para expresarse sobre el
aspira a comunicar no el contenido psicológico del dram a , sino su co ntenido escenario; si un músico recurría a este medio, debía ser entonces consecuente y no
espiritu al, aquello que no se puede expres ar con palabras y para lo que es necesa-
rio poner en juego todos los procedimientos plásticos de que dispone el escenó-
grafo y el propio actor.

Una concepción más radical de la partitura escénica la encontramos en la


obra de músicos, poetas y artistas plásticos igualmente ligados de uno u otro modo
al expresioni smo. La recepción de la obra total wagneriana se hace desde la idea de
unidad orgánica; la palabra, en cuanto medio de comunicación intelectual, queda
relegada y solamente interviene con función resonadora; el ritmo, como en Appia
y Craig, sigue siendo la clave. Se tiende a la reducción del actor a forma; se j uega
con el movimiento de la luz, de las formas plásticas, del movimiento corporal y
con el valor musical de las palabras; el contenido verbal , como el icónico, se
abstrae. Siguiendo estas pautas, Oskar Kokoschka presentó en 1917 en el Albert-

" Cit. en Paolo Chiarini, "Di segno del teatro tcdeseo expressionista", en La letteratura tedesca del Novecento ,
cdizioni dcll'Ateneo di Roma, 1961. pp. 7-35. p. 33.
" Felix Ernmel, Das ekstatische Theater ( 1924) . Kampma nn & Schnabel, Prien. 1924 . p. 37. Oskar kokoschka. Asesino. esperanza de las muj eres. 1922.

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limitarse a la música de los sonidos , tenía que "hacer música con los recursos de la
esce na?" .
El dra ma en sí está plagado de elementos expresion istas: la esc isió n del
homb re entre el cielo y la tierra, a la que se siente encade nado; la imagen de la
mujer como salvació n, encamación de lo espiritual; la imagen romá ntico-ascética
del paisaje rocoso , contaminada por el taller de orfebrería, que a su ;,ez se confun -
de con el taller mecánico ... Dramatúrgicamente , la obra es un monologo apoyado
por un coro indiferenciado de sombras . Pero no hay un ~iscurso a.lti~ulado , sino
más bien una suces ión al ósica de exclamaciones, resonancias y aSOCIaCIOnes . Entre
lo dramático y lo musical ~o se produce una superposición, sino que , como señala
Leibowitz, la arquitectura dramática y la sinfónica se interpenetran y se fundamen-
tan rec íprocamente" . .
Si las inn ovac iones es tric ta me nte musicales -desarrol lo de la ato nali-
dad, introdu cc ión de l ' Sprechgesang '- son importante s , al lector de la. partitu-
ra no pu e d e d ej a r de sorprende rle la fu nció n d e ci s iva co ncedi da a la
iluminació n . La luz adquiere un protagonismo absoluto, en cuanto resp onsabl e
del movimiento es cé nic o , despl azando así a la palabra y al co nfl icto intersub-
jetiva, a los que antes se co nfiaba ta l función, ~ col~b~ rando directame~.te con
la música en la configuración del dr am a . La minu ciosidad co n que Scho nberg Arnold Sc honb erg . La /IlallOf eliz. Acto JI: 'Fuente de luz' . 1911 .
co di ficó el movim ient o de las im ágen es (des plazamie ntos escenog ráfico s, de
las figuras y ca mbios lum ínicos) indi can claram en te una co ncienc ia de autor los ojos . Los ojos, como órga no del se ntido más inmedi ato. El so nido de bía
muy distante de la de compositor lírico . La auto ría , que arra nca ba de .la pal~­ aliarse co n la imagen para volcar la ese ncialidad , la interioridad , en el ámbito de
bra b urdame nte esbozada pa ra au men tar su te nsión resonan te y su viole ncia la sensibi lidad .
ex pres iva, no se det en ía en la mú sica : se desarroll ab a y completaba en la im a- "Un arte - esc ribe Kand insky en De lo espiritual- debe aprender de l otro
ge n. _ . . có mo éste utili za sus propios medios para , desp ués, a su vez, utilizar sus propi os
No hay que olvi da r que Schonb erg se halla en estos anos dedlcad~ I?ual- medios de la misma manera" , pero atenié ndose a su especific idad". Kandinsky,
mente a la pint ura , y que sus cuadros particip an en algunas de las expo~Ic lones cuyo interés por la sinestes ia se remont a a sus años moscovitas y que ad miraba
orga nizadas por los editores de El Jinete Azul (Kandi nsky y Ma rc). La Ima~~n , profun dam en te el Prometeo de Skriab in (quien había intent ado el estableci mie n-
co nsecuente men te , adquiere un gra n protagon ismo , no solo en la present acion , to de corres ponde ncias prec isas entre co lores y soni dos), realizó , en co labora-
sino también en la co nce pción de la obra : "A hora, la impresión bajo la que se c ió n co n e l mús ico T h. Hart man n y e l bail a rín A. Sach a ro v, un curioso
escribió es to fue aprox imada mente como si yo pudiese ver un coro de miradas , experimen to: el pintor ofreció al músico una serie de acuarelas; éste elig ió una e
así como se perciben las miradas, como se siente n, aun sin ver las, cómo le interp retó una música; se añadió entonces el bail arín, a quien se pidió qu e baila-
habl an a uno?" . Lo que dic en las miradas queda transcrit o en diversos medio s: ra esa mús ica y que más tarde adi vinara qué acuarela había bail ado. Más allá de
en la parti tura musical, en las palabr as de l coro, "e n los co lores qu~ se ven sobre la anécdota, lo cierto es que Kandin sky es taba co nve ncido de que dive rsos len-
los ros tros". Miradas es el nombre que Schonberg daba a una sene de sus cua- guajes podían conseguir el mismo efecto estético y qu e ta l corres po ndencia
dros , en los qu e la repr esen tación de los rostros está resuelta esencia lmente en hací a conven ien te , incl uso necesaria , la co laborac ión de los mismos e n una
co mpos ición única , sin que por ello ninguno de los len guajes -y éste hab ía sido ,
" A. Schonberg, "Conferencia en Breslau sobre Die gliickliche Hand , en A. Schonbcrg I V. Kandinsky, Canas, seg ún Kandi nsky, el principal erro r de Wagner- perdiera su especificidad . Para
cuadros y documentos de uu encuentro extrao rdinario, editado por J. Hahl-Koch, trad. de A. Hochleiter,
ello cada uno de los lenguajes debía intentar alcanzar por sí mismo e l efecto
Alianza, Madrid, 1987, p. t08.
" CL R. Leibowitz. Historia de la ópe ra. Taurus, Madrid, 1990 . p. 383.
" V. Kandinsky, De lo espiritual en elane , trad. de Gcnoveva Dietrich, Burral-Labor. Barcelona, 1972, p. 50.
" A. Schonbcrg,o. cit., 109.

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espiritual, y sólo entoncesentrar en la composición. Esta era la única vía para la ela- elemen~os. son: el tono musical y su movimiento, el sonido corporal-espiritual y
boraciónde lo que Kandinsky denominara 'artemonumental' . su rnovmuento expresado por hombres y objetos, el tono cromático y su movi-
La sonoridad amarilla se presenta como primera obra de arte monumental y miento. El primero procede de la ópera; el segundo, del ballet; el tercero es
como realización plena del ideal formulado por Schonberg: "hacer música con los resultado de la interacción de la plástica y la temporalidad escénica. Respecto al
recursos de la escena". Esta breve pieza, originalmente titulada Gigantes y que no último elemento, insiste Kandinsky en su independencia, en su carácter no ilus-
fue estrenada hasta 1972(la primera tentativade Hugo Ball fue frustrada porel esta- trativo y en su función significante al mismo nivel que los otros. La inclusión
llido de la primera guerramundial), pretende superarla exterioridad, de la que según del movimiento corporal, derivado de la danza, remite a la colaboración de
Kandinsky pecaba el planteamiento wagneriano de la obra de arte total, mediante la Appia con Dalcroze, pero las reflexiones de Kandinsky sobre el movimiento
eliminación de cualquier supeditación a una fábula dramática previa. El anhelo natural y la abstracción en la danza contenidas en De lo espiritual en el arte, se
hacia lo inmaterial, el conflicto entre lo material y el espíritu, se configura directa- proyectan hacia el futuro y anuncian la evolución de la danza contemporánea y
mente sobre la escena, en imágenes, palabras y sonidos, sin ser previamente articu- su interacción con el teatro, y dan prueba de la lucidez del pintor en su aproxi-
lado en una estructura dramática-literaria. La representación de la tensión hacia lo mación a lo escénico. Por lo que respecta a la palabra, Kandinsky la sitúa como
inmaterial exige que la música, la más inmaterial de las artes, según Kandinsky, componente del primer elemento: su función no es significante, está ahí para
actúe como modelo. La musicalización de la palabra lleva a la abstracción y a la crear ambientes. La voz humana debía ser utilizada en su estado puro, sin ser
resonancia. Cualquier intento de emplearla palabra significante habría sido conside- sometida al oscurecimiento de la palabra, es decir, al sentido.
rado un empobrecimiento: hasta tal punto había llegado el desprecio de la palabra Cada uno de los tres ele mentos deb ía funcionar autó nomamente
como lugar propio de la convención, el materialismo y la mentira. siguiendo incluso caminos divergentes (del mismo modo que la gráfica y la
No sólo la palabra se ve afectada, también la figura humana. "La formaorgá- plástica. pueden seguir su propia dirección en la obra pictórica), siempre que
nica ya no sirve aquí para el objetivo directo, sino que no es más que un elemento ma ntuvieran la subordinación a la misma meta interior. A destacar en el texto,
del lenguaje divino, que lo humano necesita, porque se cuenta a los hombres por finalmente, una nueva definición de lo dramático, que completa la propuesta
medio de los hombres". El hombre no tiene cabida en el teatro kandinskiano. arriba: "el drama está formado por el complejo de las experiencias interiores
Aparece únicamente como forma, a menudo geométricamente utilizada, o co:n0 (vibraciones anímicas) del espectador?" , El drama, pues, según esta última
portador de luz y color. Y lo mismo ocurre con los otros elementos: montanas definición kandinskiana, no tendría lugar en la exterioridad de los conflictos
redondeadas, nubes ovales, nunca con su forma y color naturalista. El drama es tras- argumentales o formales, sino en el complejo de vibraciones interiores que
ladado del espaciode la intersubjetividad al espacio de las formas en movimiento. circulan entre lo representado y el espectador. El drama ya no resulta apresa-
Así lo sugería en la dinámica de efecto-contraefecto que se establecíaentre la músi- ble en la palabra arquitectónicamente construida, pero tampoco en la música o
ca y la danza: cuando la música adquiere fuerza expresiva, el movimiento debereti- en el color aislados, pues sólo la interacción de los medios genera vibraciones
rarse, mientras que cuando el movimiento logra un alto grado de expresión por sí cargadas de conflictos, que el espectador ha de articular en su comprensión
mismo no tiene por qué estar acompañado por la música. Lo mismo cabe decir res- del drama.
pecto a la plástica o a la palabra. En La sonoridadamarilla ese dramatismo afecta a . Esta concepción de la obra total en Schonberg y Kandinsky es indiso-
los elementos singulares mismos: la orquesta lucha contra el coro, la niebla lucha ciable de la definición de arte como exteriorización de lo espiritual de la
contra las figuras. La relación entre música e imagen es una relación de colabora- "necesidad interior". Y, al mismo tiempo, de la definición de la necesid ad
ción: cuando la luz hace invisible la escena, la orquesta tapa las voces (II). En el interior como vida. Sólo una forma que respete el movimiento de la vida es
cuadro ID, lo único visible es el movimiento de la luz, convertidaen verdaderosuje- decir, sólo una forma que contenga en sí misma los principios de su cambio,
to escénico; y lo que se oye son cuchicheos y palabras ininteligibles. su. de~a:rollo ~ ' " evolución podrá ser receptáculo del contenido espiritual. El
En el ensayo"Sobre la composición escénica",publicado en Eljinete azulen pn n ~IplO orgamco se superpone, al menos programáticamente, al principio
1912, Kandinsky presenta La sonoridadamarilla como una composición a partir de est ético. Esta superposición se realiza de forma más radical en el pensamiento
tres elementos, "que sirven como medios exteriores de valor intetior"?'. Esos tres de los creadores ligados a un importante centro de producción escénica expe-
rimental: Der Sturm.
seW. Kandinsky, "Sobre la composición escé nica" , en W. Kandinsky I F. Marc, El jinete azul. Paid ós Estética,
" Ibídem.
Barcelona. 1989 , p. 188 .

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Aunque de un misticismo más pasional, la obra de Schreyer se sitúa tam- Emm el: "Exigimos una imagen escénica dramático-din ámica, una imagen escé-
bién en la línea dram atúrgica anunciada por Kandinsky. Lo diferencial del experi- nica rítmico-espacial?". La representación del drama expresionista requería una
mentalismo de Schreyer radica en que no parte directamente del modelo musical; articulac ión dinámic a de la escena , un convertir el drama en movimiento y en
la música incluso no tiene exces ivo protagonismo en sus creaciones. A cambio, la ges to, como si las palabras no dijeran nada y tuvieran que expandirse en el espa-
plasticidad de la palabra y de la imagen ganan terreno , si bien esa plasticidad es cio para transmiti r sus significados. La inercia de las instituciones impidió al
elaborada según los conceptos de ritmo y resonancia . teatro expresionista realizar estas ideas. Fueron puestas en práctica en círcul os
La principal distancia que separa a Schreyer de Kandinsky es la atención a de aficionados. Sch reyer , director suces ivamente de la Kampfbühne y de la
la figura humana. Esa atención da a las obras escén icas de Schreyer, tal como Sturmbühn e , fue su principal impulsor.
podemo s imaginarlas a partir de testimonios y restos, un carácter más primitivo La sustitución del principio de belleza por el de organicidad es sostenida
que a las comp osiciones escénicas del pintor ruso. La presencia de la figura huma- por Walden (director de la revista y galería Del' Sturm y autor de algunos libretos
na exige una atención al origen corporal del movimiento . Hay una dimensión cul- escénicos) con la misma radicalidad que Schreyer. Se trataba de salvar al arte de
tual más acentu ada y una dimensión trágica que la estética kandinskiana eludía. la institución , liberarlo de aquello que lo encorsetaba para devolverle su capaci-
La palabra intenta convertirse en sonido originario. Para ello, el hombre busca en dad resonadora y su función trascendente. Esta liberación es evidente ya en los
sí mismo lo original, lo primitivo . Esa búsqueda conduce al inconsc iente: la visión propios textos que sirven de material a la creación escénica. Junto a los escri tos
aparece como núcl eo de la creac ión. Tambi én el movimiento sigue siendo un por Schreyer y Walden , es obligado referirse a la creación de August Stramm .
movimiento humano . Pero se trat a de un humanismo que busca su cone xión Poeta y dramaturgo próximo a la sensibilidad futurista, su trabajo se desarrolla
origin al con la naturaleza, con la animalidad , como paso previo a conseg uir la casi como una lucha contra el lenguaje , no para destruirlo, sino para salvarlo del
unid ad en el espíritu . La presencia de lo orgán ico , en cuanto animal, es mucho uso convencional y alienante a que se halla sometido cotidianamente.
más fuerte que en Schonb erg o Kand insky, qu ienes utili zaban el concepto de Kurt Liebermann , en una nota sobre Stramm en Del' Sturm utilizaba con -
lo orgánico en un nivel superior de abstracción . ceptos como 'Ur-Schre i' (grito originario) y ' Kraft ' (fuerza , energía) para refe-
Schre yer part e de una consci encia radi cal de la autono mía del arte escé- rirse a la e scritura del a uto r. Un a e sc ri tura qu e asp ira a escap ar de la
nico , que él pretende inde pendiente tanto del drama como de la prop ia institu- materi alidad , que pretende ser grito original, danza orig inal del ser... Los dra-
ción teatral con tod as sus conve nciones. Se tratab a de abando nar la idea de mas de Str amm se propon en como movimientos indiferenciados que configu-
teatr o co mo mu seo de dramas literarios del pasado y sustituirla por la de un ran la Visió n . Se ag udiza lo fluido, se borr an los lím ites , las defin icion es;
es pacio en el que tien e lugar un aco nteci miento creativo . Del mismo modo movimientos inhumanos del cuerpo; destellos de l yo, del tú , del nosotro s , pala-
que el reconocimiento de la autonomía condujo en las artes plástic as a la abs- bras temblorosas, gritos originales. Las palabra s no significan: chirrían , golpe-
trac ción , también Schreyer, muy próximo a ellas, planteó su "obra de arte an, silban... Es como una danza de las palabras. La superación de la palabra
escénica" co mo una obra de arte abstracta . A la idea de arte como ' Abbild ' lleva a un con tac to más allá del lenguaje que, supuestamente, propicia un con-
(i mage n = repro ducc ión de lo externo), Schreyer op uso la idea de ' Bild' (ima- tacto entre las almas" .
gen = producción de lo interno): Schreyer propon ía un arte escé nico que co n- Si algunos dramas de Sorge (El mendigo) o Hasencle ver (Hombres) mos-
sistiría en la producción de ' Bilder' (plásticos y sonoros), mediante los cuales trab an las limitaci ones expresiv as de la palabra y exigían su conversión en
se anunciaría un contenido esencial. Este contenido esencial , siguiendo la gesto, los dramas de Stramm practic an una reducci ón de la palabra a sonid o.
estética expresion ista, era denominado "Visi ón?" . "La palabra en la escritura moderna - escr ibía en 1921 Diebold- tiende casi
La manife stación (no la reproducción) de la Visión era el cometido del sie mpre a ser una procl amación o un grito" . En Sancta Susanna esta idea se
arte . Para ello e ra preci so una util ización diver sa de los med ios escé nico s. concretaba de modo abso luto. Fue estrenada en la Sturrn-Bühne en 1918. Según
Siguiendo las idea s de Appi a, Schreyer optó por un tratamiento rítmico de la el testimoni o de Jherin g, no se trató de una síntesis escé nica abstracta: la palabra
escena . En esto coin cidía, si bien desde planteamientos más radicales, con las de Stramm perm aneció en todo momento en primer térm ino. Quizá la dificultad
ideas de los creado res escé nicos expresio nistas profesionales. En 1924 escribía de ejec ución de la 'obra de arte verbal' impusiera un protagonismo de la pa1a-
" Lothar Sch re ye r, " Das Gegcnstandlichc in de r Ma ler e i" . en H. Walden (ed .) . Expressionis mus , Die
Kunstwende . Berlín . 1918. pp. 22-28. recogido fragmentariamente en P. Chiarini (ed.), Caos e geome tria , La " Felix Emrnel, o. cit.. p.49-50 .
Nuova Italia, Firenze , 1969. p. 55. ". Kurt Liebermann . "Aug ust Stramm" , en Der Sturm, 192 1. 2. p. 4 1-42 .

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bra. Tal como la describen Jhering y Diebold la esce nificación consistía en una Para Schreyer, la obra escénica era un acontecimiento de la comunid ad
sucesión de movimientos mecánicos , acomp añados por recitaciones que oscila- iEin Geschehen es el título de una de sus piezas), en el que se producía el anun-
ban entre el grito , el silbido, la onomatopeya y el susurro, sin pasar en ningún cio del gran inco nsci ente , del reino espirit ual. Hay una recuperación de la
momento por un nivel de declamación normal. dimensión cultual y una aplicaci ón del organicismo que reinterpreta más pasio-
"El teatro no es un arte. El drama teatral es algo a medias . Esto lo sabía nalmente la utopía wagneriana del comunismo : la unidad orgánica de los ele-
bien August Stramm. El creó dramas que implicaban una ruptura total con el mentos y los lenguajes en la obra de arte escéni ca debí a correspond er a una
teatro':" . Estos dramas , que para los profesionales del teatro podían parecer irre- unidad orgánica de los ejecutantes en tomo a la visión mostrada y una unidad
presentables eran, según Schreyer, los que permitirían la reconstrucción del ver- orgánica entre el colectivo de los ejecutante s y el colectivo del públi co , que
dadero teatro. La verdad del teatro pasaba por la unificación de los lenguajes, debía integrarse en la obra misma" ,
por la composición orgánica de forma, color, movimiento y sonido. Schreyer se
atribuía a sí mism o la creación de una obra de arte "totalmente nueva " , esa Schreyer fue responsable del taller de teatro de la Bauhaus hasta 1923.
misma obra que Craig anunciara sin atreverse a reclamar para sí. "Las primeras Pero sus planteamientos resultaron demasiado rituali stas y poco democráticos
obras de arte escénico -proclamaba Schreyer-las he creado yo". para esa escuela, que , si bien estaba dominada por un principio utópico-románti-
Schre yer se con vierte , en cualquier caso , en uno de los primeros autore s co, había asociado su proyecto a una racionalidad nueva , que pretendía la supe-
que de forma explícita definen lo teatral como territorio autónomo e indepen- ración de los restos patéticos del expresionismo. La sustitución de Schreyer por
diente de lo dramático-literario . En el interior de la obra de arte escénico , lo Schlemmer al frente del taller de teatro marcó el inicio del experimentalismo
literario puede jugar un papel , pero nunca determ inante, ni siquiera significan- escénico más característico de esta institución.
te. "El nuevo dram a -escribe Schreyer- es la figura verbal de la visión de la También aquí funcionaba el principio organicista, una y otra vez redefi-
obra de arte escénic o". Es una traducción de la visión en palabr as. Pero para nido desde su formulació n wagneriana. El proyecto pedagógico de la Bauhaus
respetar la aute nticidad de la visi ón será preci so renunciar a descifrarla , incluía ya la idea de una unidad de las artes. Gropius calificaba su escuela
renunciar a racion alizarla. Los elementos textuales que aparecen en las obras como "c atedral del socialismo" . El principio arquitectónico actu aba en este
de Schreyer, sea n suyos, de Stramm o de Walden , se pliegan a ese imperativo . caso como articulador de una colaboración de los diversos lenguajes artísticos.
Estos texto s , por otra parte , son planteados como obras no autónomas , es Esta colab oración era un reflejo utópico de la articulación de la colectividad
decir, carecen de sentido fuera de la obra de arte escénica . Fuera de ella care- humana en torno a una nueva racionalidad. Y de acuerdo al mismo principio
cen de vida . La obra de arte escénico es -según Schreyer- un organismo . Una imaginaba Gropiu s el arte escé nico: "Como en la arquite ctura, todos los miem-
amputación puede destru irla completamente. Un miemb ro amputado no es bros pierden su prop io Yo en virtud de una común y más alta vitalidad de la
más que un cad áver. obra total. De este modo se reúnen en la obra escénica una multiplicidad de
El drama no sirve, pues , como resto significante de la obra de arte escéni- problemas artísticos, cada cual supeditado a sus propia s leyes, en una nueva
co . La única cod ificación posible de la misma es la partitura . En el Programa de mayor unidad'>' .
la Kampfbiihne de Hamburgo compar aba Schreyer la composición de una obra La concepción del teatro total dio pie en la Bauhaus a la confección de
escén ica con la de una obra musical. En ambos casos se escribía una partitura . diversos proyectos arquitectónicos que respondían a la idea de un teatro como
La musical codificaba sonidos; la escénica codificaba luz, movimiento, imagen universo absolutamente cerrado y autónomo, y en que , además, la relación esce-
y sonido. Leer correctamente la partitura exigía estar en condicione s de sentir en na-sala era plante ada en término s de fluidez. Los proyectos de Falkar Molnar,
uno mismo el sonido de las palabras y ver la forma y el color en movimiento . Andreas Weininger o Walter Gropius aspiraban a la consecuci ón de espacios en
Además, tanto la ejecución de la partitur a como la contempla ción de la misma los que fuera posible la creación de una totalidad escén ica. En ella se darían cita
exig ían un abandono de las convenciones institucionales y la adopción de una todos los lenguajes posibles, desde el actor y la luz, hasta las proyecciones fíl-
actitud más próxima a la que se tiene ante un concierto o ante una misa. Es micas e incluso la intervención del público . Piscatar concebía el teat ro diseñado
decir, la partitura deb ía ser ejec utada con precisión por parte del intérprete y por Gropius como una máquina de escribir para el director escé nico. Es decir , la
vivida por el espectador.
" L. Schreyer, "Bühnenwerk" , Spielgang und Spie l" , Der S/IITIII , 1920, 4 , pp. 65-68.
e¡ Schrcyer. " Über das Bühnenkunstwerk", en Der S/lIr/11 . 1918,5 , p. 50-5 1.
" Gropius, en O. Sch lcmmcr y otros, Die Biihne i/11 Bauhaus, Neue Bauhallsbücher, 1985, p. 35 .

54
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Bau haus proyectó el instrumento para que definitivame nte la autoría de la obra
escéni ca pasara del poeta al creador escénico, al cual se ofrecía la posibilidad de
escribir sobre la escena con la misma facilidad que el literato ante su máquina.
Esta apertura de las posibilidades escénic as condujo a la elaboración de origina-
lísimos guiones escénicos, que desarrollaban las intuiciones de Appia y Craig y
codificaban de forma mucho más precisa y elaborad a el tipo de obras diseñadas
por Kandinsky, Kokoshcka , Schonberg o Schreyer.
Aunque Frederick Kie sler no trabajó en Bauhau s, manifestó a lo largo de
su larga trayectoria creati va preocupaciones similares a las de Gropius respecto
al teatro. Como él, soñaba con un mode lo espacial arquitectónico capaz de inte-
grar los nuevos medios tecno lógicos . Ya en su esce nografía para R.UR. , de
Karel Capek , diseñó un escenario electromec ánico que incluí a decorados móv i-
les, proyecciones cinematográficas y un mecanismo de tanagra (combinació n de
Oskar Schlemm er. Ballet tri ádico , 1924.
espejos que permiten la proyección en escena de lo que los actores hacen entre
bastidores) . Su fascinación por e l modelo orgánico le llevó a presentar en 1924, ciencia de la propuesta de Schreyer. Este eq uil ibrio permitió el desarrollo de
con motivo de la Exposición internacional de nueva técnica teatral que él mismo partituras escé nicas que, por la presencia humana , superaban las síntesis escéni-
organ izó en Viena, la ' Raumbühne', la escen a espacial, uno de los diversos cas abstractas y podían ya ser consideradas nuevamente teatrales.
intent os de co nstruir un "tea tro sin fin" , corr elato de su fam osa "casa sin fin" Pero Schl emm er también habla de la multiplicidad de posibilidades que
(en la que trab ajó durante años tras su traslado a Estado s Unid os), proyectos surgen de la relación entre el espacio geométrico y el hombre desnudo . Apu esta
ambo s en que las preocup aciones estéticas y funcionale s se confunden inevit a- por la riqueza de ese conflicto, en que los elementos abstractos, por una parte , y
blemente con las religiosas", el sujeto huma no , por otra, ven realzada su pecu liarid ad . Se trataba, en cua lquier
La religio sidad de Kie sler , como la de Gropiu s o Sch lemmer, se ha libera- caso , de investigar las relaciones entre hombre y espacio para construir un len -
do de la dimensión ritual , propia de Schreyer y los expre sioni stas , y encuentra guaje escé nico autónomo: "e mpezar co n el ABC del teatro " . La utop ía de Craig
más bien su expresión en la ace ptació n de la disciplin a arquitectónica o mate- y Schre yer, co nvertida en empresa c ientífica y es timulada por el conve ncimien-
máti ca . Oskar Sc hlemmer, recuperando la fórmula romántica , decl aró que la to personal de que la pintura no satisfac ía tan bien como la esce na las exigencias
matemática era su religión . Como Schreyer, Schlemmer man tuvo la presenci a de modernidad" ,
de la figura humana en escena , pero la búsqueda de la armonía entre hombre y En su ensayo "Teatro, Circo , Variedades" , Moh oly-Na gy, otro destacado
naturaleza no seg uía la vía del incon sciente , de la pulsión , sino la vía de la profesor de Bauh au s , de scalifica la iden tifi cación de 'teatro ' co n ' drama ' .
ma temática. El actor no quedaba elimin ado , pero se restrin gía a una relación Prop one, a ca mbio, una defin itiva independ encia del teatro respecto a la literatu -
con el espacio matemáticamente diseñada. Tal relación estaba mediada por el ra , moti vo de tantas confus io nes . La obra de Au gu st Stramm aparece ant e
uso de un vest uario que impedía el movimiento natural. El actor se veía así obli - Mo holy como un mome nto decisivo en el proceso de búsqueda de una nueva
gado a buscar formas de expresión en armo nía co n su vestuario . La expresión articu lación entre lo escénic o y lo literario . El drama se despoja de lo informati-
era racionalizada. El sentimiento, la pasión , lo pulsional se convertían así e n vo y se con vierte en movimiento de sonido (palabras) e imagen , que sirve para
form a matem átic ament e utiliz able. De este modo entraba lo humano en la parti- comunicar el movimi ento de la energía hum ana (pasi ón)" , Pero hay que dar un
tura y podía ser con siderado como un elemento más, tratado con los mism os paso más allá de Stramm y plantear un teatro que arranque d irectamente del
esq uem as compositivos que la luz, la música, el espa cio ... Se llegaba , pues, a un movimiento, un teatro que no tiene por qué utilizar la palabra , un teatro con s-
equi librio entre la tensión hacia la inmaterialidad y la deshumanización de la truido de acuerdo a un principio orgánico y en el cual el hombre sólo actuaría en
propu esta kandin skiana y la tensión hacia el organicismo animal y la incon s- cuanto " portado r de elementos funcionales que proceden de su realid ad orgáni -

O. Sc hlcmmer, Escritos sobre arte: pintura, teatro , danza . Cartas y diarios. Paid ós , Barcelona, 1987. p. 78.
\'>.\
~ Véase Frederick Kiesler 1890- 1965 . En el interi or de la entlless house , catálogo de exposici ón. IVAM.
M Moholy-Nagy, en O. Schlcrnrner y otros. Die Biihne im Bauha us , cd. cit., p. 16 1
Valencia. 1997, pp. 48-5 1 Y 1345s.

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ca" . Anulació n de la psicología y anulación de la litera tura: el homb re convert i- subje tivo y una definitiva anulación de lo verba l. El texto, si apa rece , lo hace
do en eleme nto entre otros elementos, la palabra reducida a su origi nariedad , es como material bruto, es decir, como so nido, y tratado como un elemento más
dec ir, al son ido , pero elaborado de acuerdo a reglas diversas a las de la música. entre otros, incluido el hombre . Consec uenteme nte, la escritura escénica ya no
" Una acció n escé nica total -concluye Moholy- sería así una enorme creació n se realiza en form a de drama , sino de partitura. La lectur a de la misma permite
dinámico-rítmi ca que se integraría de modo elemental en un conj unto de medios una reconstru cción del dra ma, entend ido ahora como co nflicto de los elementos
enfrentados entre sí" . Una vez más vemos traspuesto el princip io dramático del escénicos, un conflicto emine ntemente formal , por más que los sucesivos auto-
ámbito de lo hum ano al ámbito de las for mas y el movimient o inmediatamente res insistieran en la interpenetración del din ami smo de las formas y el dinamis-
generado en esc ena. mo del espír itu . Esta tensión de l arte hacia el ámbito del espíritu (de lo ilógico,
El últi mo de los apasionados po r e l teatro e n la Bauhau s fue Xa nt i de lo inconsciente , de lo imposi ble) es , no obstante , lo que ju stifica el orga nicis-
Sch awin ski, a quie n más tard e vo lve mos a enco ntrar en el Black Mountain mo , la armo nía en la disonancia, la integració n de los leng uajes en una obr a
College (EE .UU), otro escenario de prodigiosos experimentos docentes, artís ti- única y un itaria. El drama, el co nflicto entre los elementos es un conflicto con
cos y escénicos . Sc hawinski compartía con Schlem mer la idea de que el teatro solución , se cierra a sí mismo en el interior de la obra . Este modelo orgánico -
debe ser an te todo una "fiesta para los ojos" y el dra ma en tendido como el dina- armónico se enfrentará a una tende ncia co ntradictoria, que planteará un co nflic-
mismo de las ideas en color, form a y es pacio . En la composición de las partitu- to dramático que no encuentra resolución en el marco de la ob ra, sino que más
ra s para Cir co o Spe cto drama int entó desarro llar es tos cr ite rios. C uan do bien se proyecta hacia lo social. Frente a lo edifica nte de las partituras plásticas,
Sch awin ski y compañía decid en probar fortuna en Berlín y muestran su trabajo habrá que atender ahora a unas obr as que plantean la transfor mación de l drama
ante directores y produ ctores, éstos les co ntestan: "E ste teatro es muy interesan- y de la esce na desd e un impulso originariamente destructivo.
te, pero dem asiado avanzado para nuestro p úblico?" .
Co mo Moholy, Schawinski se mostró abso lutamen te escé ptico respecto a
la capacidad de la palabra para expresar aque llo que él en tendía co mo la "aven-
tura fundame ntal del hombre" : la experiencia del espac io . Para transmitirla es
prec iso rec urrir a meca nismos situados más allá del pensa miento verbal. Pero
tamb ién más allá de la plástica o de la música. Schawinski apues ta por un traba-
jo interd isciplinar , que conduzca al descubrimient o de nuevas dim en sio nes ,
habitu alm ente relegadas al ámbito de lo imposible . A propósi to de OIga-OIga ,
d iseñ ad a y di rigida por él en 1927 para la Bauh aus de Dessau , Schawinski
declaraba: "E sto es equilibrismo: uno usa las cosas de la vida diaria como refe-
rencia de la imaginación , sin dar respuesta a nada. Pero uno va más lejos: uno
sa lta fuera de l marco co n su idea?". Co n es ta frase, Schawinski invierte la con -
cepc ión hab itual de lo escénico como es pac io donde uno entra, sea en la repro-
ducción de lo real , sea en la creación de un mundo nuevo . Para Schawinski el
teatro es el lugar donde la imagi nació n juega al equ ilibrismo . Es la ruptura del
marc o . Nad ie mejor que él podí a llevar a Caro lina del Norte el legado de la
esce na Bauh aus.

La aplicación del modelo orgánico en escena se desarrolla hasta sus últi-


mas con secuencias en el prim er tercio de siglo por obra, espec ialmente , de los
artistas plásticos. Se practica una disolución cada vez más clara del drama inter-

" X. Sc hawinski. "F rorn the Banhaus lo Black Mountain" . The Drama Review, 5 1, verano , 1971, Nueva York.
p.3 3.
" Ídem, p. 43.

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4. Artefactos

La explotación del modelo orgánico había conducido a la superación de


la palabra en la resonancia, de la escritura en la partitura y del dram a en la com-
posición . Se trataba de construir una obra viva , que signific ara por vías diversas
a las del intelecto, pues el diálogo y el lenguaj e en general habían conduci do al
extremo de la incomunicación. La aplicación de un modelo mecánico tiene otras
consecuen cias. En primer lugar , el texto no desaparece, pero se conv ierte en .
objeto , un material más de los que intervienen en el montaje . El montaj e , por su
parte, pasa a ser la categoría central, superponiéndose a la idea misma de dra-
maturgia. Los modelos concretos sobre los que se construyen estos espectáculos
son el circo, el teatro de variedade s, el espect áculo deportivo ... Se mantie ne la
aspiración a la expresión de lo inexpresable, pero lo inexpresable no se entiende
en términos místicos o espirituales, sino en término s concret os. El intento de
configurar lo interesante choca contra un lenguaje que lo oculta. Se impone ,
ante todo , su destrucci ón. Se destruyen las formas , se destruyen asimismo las
composiciones orgánicas. Los restos de esa destrucción , materi ales carentes de
vida , son montados en forma de artefactos.
Si la obra vive (utopía de Appia), niega la vida a actores y espectadores.
Un material inorgánico permite ser utilizado por parte de seres vivos. No es de
extrañar que fuera este modelo el preferido por los revoluci onari os de la segun-
da y terce ra década de nuestro siglo . Pero el mejor momento de la revolu ción
fue el momen to constructi vo . Si el modelo orgánico alcanzó sucesivas proyec-
ciones utópicas de la totalidad , el modelo mecánico sólo pudo proyectar la con-
creción de la fragmentariedad . La poética de lo fragmentario enc erraba , no
obstante , otros proyecto s que proponían fructfferos encuentros con las utopías
orgánicas.
Alfred Jarry lleva a cabo la gran destrucción de la escena finisecular en
un teatro simbolista de París, el Théátre de I'O euvre , que acogerá sucesivas des-
trucciones orquestadas por Marin etti , Apollinaire , y sus amigos surrealistas. La
destrucción de Jarry abrió, en efecto, el camino a una serie de acontecimientos
escé nico s de vanguardia difícilmente asumibles com o dram át icos, según la

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-
tada por una orquestilla de feria , los elementos con struidos en cartón y mimbr e
de form a rústica ... El propio autor salió al escenario , con la cara pintada de blan-
co y pronunció un prólo go , estableciendo así una de las convenciones del teatro
de vanguardia . Jarry aspiraba a un tipo de interpretación que no dejara ver al
personaje, que mostrara directamente la máscara. De ahí que pidiera la elabora-
ción de una voz propia para cada personaje y de una ge stualidad primaria.
Frente a las convenciones establecidas por el teatro rom ántico , la ópera y la pan-
tomima, Jarry solic itaba una vuelta a la concreción y la inmediatez, ejempli fica-
da en la expresión de la marioneta: "la marioneta testimonia estupor con un
violento retroceso y choque del cráneo contra los bastidores?" .
Con un choque violento comien za la obra: "Mierdra", Y toda ella, en su
escritura y en su escenificación , está pensada para violentar al espectador. Jarry ,
que, despu és de saludar a Maeterlinck como el único dramaturgo francés con-
temporáneo , se reía de su silencio, no quería transformar su descontento en
impotencia: se dec idió a de struir. El estímulo viol ento /destructivo puede ser
fijado en tres niveles . Hay un nivel de destrucción intern a: la obra se desarrolla
como un continuo de violencia gratuit a, asesinatos , robos , violaciones, vejaci o-
nes de todo tipo, en una exageración grotesca del dramatismo shakespeariano /
romántico . Hay un nivel de destrucc ión formal: el drama en sí es una destruc-
Alfred Jarry, Ubu, rey (programa) . Th éátre de l'O euvre , París, 1896.
ción de la forma dramática realist a-psicológica , heredera del idealismo hegelia-
comprensión contemporánea de 'drama', y que , sin embargo, deberían haber no; es una recuperación irrespetuosa del dinami smo barroco, pero protagonizada
contribuido ya entonces a nuevas conceptualizaciones del mismo. por unos personajes que no constituyen sino una destrucción de la psicología y
El primer artefacto dramatúrgico lleva por título Ub ürey. Una obra escri- del humanismo; no sólo ha muerto Dios , también ha muerto el hombr e (el bur-
ta por Jarry y sus compañeros cuando eran estudiantes en el Liceo de Renne s en gués) . Por otra parte , su escenificación se configura como una ruptura de las
1886. El origen fue una broma . Se trataba de parodiar a un profesor de física , conve nciones teatrales decimonónicas , por la utili zación de los recursos ya
transfigurado en el mon struoso Ubú, un ser que sólo es barriga , entregado a la mencionados . Se puede hablar, por último , en un tercer nivel , de destrucción
comodidad , a la avaricia y al placer fisiológico , un antihéro e repugnante y mal- institucional: del teatro y la literatura como instrumentos culturales , incluso de
vado , en torno al cual se construye un dram a atípico . Son reconocibles esque- su función revolucionaria ; se trata meramente de una provocación , un ataque
mas y motiv os del drama shakespeariano , tan del gusto del romanticismo, que frontal al contenido y a las forma s de la sociedad burgues a, planteado como un
aún se resistía a ceder su hegemonía . Pero sobre todo , es reconocible un afán de ataque a la propia institución teatral, en definitiva, a la instituc ión Arte misma" .
libertad y destrucción a todos los niveles , con una radical idad sólo reserv ada a ¿Cómo podía el arte destruir las actu ales condic iones sociales y propiciar así un
la adolescencia . El mérit o de Alfred Jarry consistió , principalmente, en haber cambio? Destruyéndose a sí mismo. No hay que olvidar que Jarry, amigo de
sabido mantener toda esa carga de ingenuidad, de anarqu ía , de primitivismo simbolistas, era "patafísico'' y anarquista. Apoy ándo se en ambos pilares, elabo-
cuando recompuso esa primera obra para la redacción definitiva de Ub úrey diez ró el primer artefacto dramatúrgico de la vanguardia ."
años después . En 1909 , Marinetti estrena en el Théátre de l'Oeuvre Roi Bombance (Rey
Ub üfue estrenada en el teatro dirigida por Lugn é-Poe en 1888. De acuer- jue rga), escrita seis años antes. Ya en 1902 había hecho su primera aparici ón en
do a la voluntad del autor, la representación fue ejec utada en tono marionete sco, público con un texto poético , la Conquista de las estrellas, recitado por Sarah
los decorados fueron sustituidos por indicaciones (dec oraciones heráldicas ,
recurso a car teles para informar del cambio de espacio dramático...), el telón ,,"A. Jarry, Todo Ubú, trad. de José- Benito Aligue. Bruguera , Barcelona, ¡ 980 , p. 107 .
'" Jarry dudaba de la validez de seg uir llamando tea tros a esas salas ricamente decorad as, ce ntros de encue ntro
recubierto con tela de saco, los rostros ocultos por máscaras, la música interpre- soc ial, totalmente ajeno s al supues to carácter artístico de lo gue en ellos se ofrec ía.
" Véase Peter Bürgcr , Theorie del' Avant garde , Suhrkamp, Frankfurt am Main, 1974 , pp. 93-98 .

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Bernh ardt en su Salón de París y muy próximo al estilo simbolista, aún domi-
nante . En el mismo año de 1909 estrena en Turín una obra más decididam ente
futuri sta , Las mu ñecas eléctricas . Antes de la represent ación , Marinetti subió a
esce na y pronunció un prólogo basado en su manifiesto del mismo año . Si la
represent ación de la obra se mantenía dentro del convencionalismo , la introduc-
ción del manifiesto y el modo de de clamación del mismo introduje ron una
nueva idea escé nica , que sería desarrollada inmediat amente después en las vela-
das futuri stas.
La primera de ellas tuvo lugar en el Teatro Rossetti de Trieste (ocupada
entonces por Austri a) en 1910. Marinetti arremetió contr a el culto a la tradici ón
y la comercializació n del arte, cantando plegarias militaristas y bélicas , mientras
Ar ma ndo Mazza present aba el Manifiesto futurista . La poli cía fue av isa da;
desde aquel mome nto, los anuncios de veladas futuristas en sucesivas ciudades
italianas pon ían en alerta a la policía local. También el público estaba pred is-
puesto, y acudía a las salas provisto de proyectiles vege tales para la batall a que
con segurid ad se ent ablar ía entre escena y sala. Si el público no estaba lo sufi-
cienteme nte ten so , los futuristas se en cargab an de azuzarlo, vendi end o dos
veces el aforo, cubriendo con pegamento los asientos ... La violencia era un ele-
mento central en el planteamiento de las veladas . Aseg uraba una recepc ión acti-
Umb erto Boccioni, velada futurista. 1911.
va . Los futuristas despreciaban el modo tradicio nal de exhibición de las obras
artísticas. Pintores, poetas y músicos debían de salir a esce na y prese ntar direc- En tre los ma nifiestos dedicados por Mari netti a la for mulación de sus
tamente sus prod uctos. La provocación garantizaba que la presentación no que- ideas escé nicas, "El music-hall" es uno de los más interesa ntes desde el punto
dara sin respu esta. de v i~ ta dramatúrgico. EI teatro de variedades sirve de modelo , seg ún él, porque
Una de las veladas más gloriosas, seg ún el prop io Marinetti declara, fue permite la introducción de elementos hasta entonces aje nos a la trad ición teatral.
la ce lebrada en el Teatro Verdi de Florencia en 1913. Nada más levantarse el Los dram as naturali sta e histórico producen di sgusto . Se trata ante todo de
telón , una lluvia de vegeta les y espag ueti cayó sobre el esce nario . Y cua ndo diver tir sorpre ndie ndo. Es precisa una forma que permita la introducc ión de l
Marinetti inició su declamación le vinieron encima patatas, naranjas , pipas..., a ritmo de la vida moderna: la elect ricidad, el cine , la máq uina... Una forma popu-
lo que Marinetti respondió: "Me siento co mo un glorioso barco de guerra italia- la: , que destru ye los grandes conceptos de Belleza, Gra ndeza y Heroísmo y per-
no en los Dardanelos, pero los turcos no apuntan bien" . Una patata le alca nzó rrute el establecimiento de una relación diversa con el público, que no se sitúa
entonces en el ojo. Car rá exclamó: " [Arrojad una idea en vez de patatas, idio- r~s petuos a y aburridame nte frente a la escena , sino que "fuma cigarros " y con -
tas!" . Marin etti continuó declamando: " [Oh, qué bell o morir con una flor roja tn buye a la creación de una "a tmósfera de humo" que permite la unidad de la
abriéndose en la prop ia sien!". Alguien del públ ico le ofrec ió una pistola instán- escena y la sa la. Marinetti, inventor de las "palabras en libertad" , apuesta por
dal e: "Venga, suicídate" . A lo que , tomándola, respondió Marinetti: "Si yo nece- una destrucción de la lógica escé nica, por la presentación de situacio nes sintéti-
sito una bal a de plo mo , tú necesi tas un a ba la de mierda?" . Seguidamente cas, sin trama ni desarroll o , por la acumulació n de rec ursos de muy diversa
intervi niero n Papini , Car rá, que pronunció un discur so "Contra la crítica" y naturaleza que no tengan otro principio de artic ulació n que el efe ctismo . La
Boccioni , que habló sobre el " Dinamismo plástico". Marinetti retomó la palabra i nge~~idad y el primitivismo toman el relevo a las grandes o bras, a las que
para lanzar ataques co ntra el gobierno socialista, después de lo cual estalló una explfcitarnente se propone ridicul izar y destruir.
batalla , que co ntinuó por las calles de Florencia y que llevó finalmente a los M ari~ett i propone culminar la destrucción iniciada años antes por Jarry.
futuristas a la cárce l. Su estrateg ia es cla ra: frente a la laboriosidad del drama construido atendiendo
al desarrollo psico lógico de los personajes y a la presentación de las dete rmina-
" Cil en C. Tisdall/A Bozzolla. Futurism , Oxford University Press. Nueva York and Toronto, 1978. p. 92. ciones necesarias para la comprensión de la acción, Marinetti propone la presen-

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tación de accio nes en bruto . El modelo orgánico , que sustentaba la idea de obra dramáticas con manifiestos , exposiciones, danza, etc. introduce el principio del
de arte total y que apoyaba su dinamismo en el dinamismo biológico, es susti- 'co llage' en la escena. La unidad de las ar tes deja de ser entendida como
tuido por un modelo inorgánico, que postula la construcc ión de obras-artefac to, ' fusión' para realizarse como 'mezcla' .
resultado de la acumulación de diversos medios , y cuyo ritmo es el de la máqui- Como mezcla, o más bien acumulación de los elementos más dispares
na. Las mediaciones no deben ser mostradas. La máquina las oculta, las destru- debe entenderse la obra plástica y poética de Kurt Schwitters, figura singular de
ye o se las salta. El aumento de velocidad permite abreviar la duración . A la la cultura alemana de entreguerras, que organizó a partir de 1920 encuentros y
condena del teatro contemporáneo (de Ibsen a Pirandello) sucede la propuesta veladas dadaístas en diferentes ciudades alemanas; en estas veladas, según testi-
de un teatro futurista entendido como teatro "s intético", "es decir, muy breve. monio del público, Schwitters ofrecía algo así como un espectáculo multimedia ,
Apretamos en unos minutos , algunas palabras y algunos gestos de innumerables basado en discursos y lecturas poéticas acompaña das de comp licados juegos de
situaciones, sens ibilidades , ideas, sensaciones, hechos y símbolos?" . La escritu- iluminación y sonido. Su idea de teatro es en realidad una prolongación de su
ra de es tas pie za s se conci be también seg ún el es quema de la partitura . creación plástica y escultórica, que él unificó bajo el término ' Merz ' y que en su
Detonación , de Francesco Cangiullo , se limita a describir una escena vacía, dic- célebre texto "A todos los teatros del mundo" (1919) describió de la siguiente
tar un minuto de silencio, un disparo de pistola y un segundo minuto de silen- manera: " [...] Colóquense unas superfic ies gigantescas, abárquense hasta la infi-
cio. Acto negativo describe un movimiento de colores , sombras y sonidos, luego nitud pensable , abríguense con colores, desplázense de manera amenaza dora, y
la entrada de un señor que pasea y repite " ¡Es fantástico ! ¡Increíble!" , se vuelve destrúyase su liso pudor. Dóblense y turbúlense partes finitas, y júntense infini-
al público irritado y exclama: " [No tengo nada que decirles! ... ¡Telón! ¡Bajen el tamente partes que agujereen la nada. [...] Agítense velos al aire, caigan suaves
telón !" . Una de las síntesis más interesantes es Los silencios hablan entre sí, los pliegues, que gotee el algodón y chispee el agua. Que el aire vibre suave y
pieza radiofónica consistente en una suces ión de silencios cronome trados y defi- blanco a través de lámparas de arco voltaico con miles de velas . Cójanse ruedas
nidos por notas aisladas de flauta, piano, trompeta, ruidos orgánicos ... y el "Oh" y ejes , pliéguense y háganse cantar (sobre soporte gigantesco de agua) . Bailan
final de un niño de 11 años. Una partitura que adelanta, en clave cómica, los los ejes en centro-rueda rueda n bolas y barril. Ruedas dentadas que husmean
experimentos de Cage a la vuelta de medio siglo. dientes y encuentran una máquina de coser bostezante. Girando hacia arriba, o
La brevedad de las piezas exige una nueva estructura que permita, a su encorvada, la máquina de coser se autodecapita, patas arriba. Cójase una broca
vez, la sucesión de obras diversas en una misma velada . Ahí cumple su función de dentista, una trituradora de carne, limpiadores de surcos de tranvía, autobu-
el ' music hall ' . En su marco, el antiguo drama, comprim ido, sintetizado , convi- ses, automóviles , bicicletas, tandems y sus neumáticos, también neumáticos de
ve con proyecc iones , decla maciones, manifiestos, presentación de obras plásti- repuesto de la guerra, y defórmense. Cójanse luces y defórmense de la manera
cas, etc. En ese contexto, el drama pierde definitivamente la capacidad de dar más cruel. Que choquen locomotoras, que bailen visillos y cortinas, que bailen
lugar a un espectáculo ilusionista. La improvisación , el alogicismo, la simulta- las telarañas con los marcos de la ventana y que se rompa el cristal gimoteante.
neidad, el dinamismo, la fragmentariedad , el primitivismo , la ausencia de pensa- Hágase explotar máquinas de vapor con el fin de producir humo de ferrocarril.
miento y de discurso ... se apro pian de la esce na futurista . Ésta alca nzará su Cójanse enaguas y otras cosas parecidas, zapatos y pelucas postizas , también
plenitu d con la integració n de las diversas invenciones futuristas: las palabras en patines de hielo , y tírense al lugar adecuado, adonde pertenecen, yeso siempre
libert ad de Marinett i, la máquina de ruidos de Russolo, las abstracciones plásti- en el momento adecuado. Por mí cójanse también cepos, alarmas automáticas,
cas y electrodinámic as de Prampolini , Baila, etc . máquinas infernales, el pez de hojalata en el que se hornea el pudin (críticos), y
el embudo , naturalmente todo en un estado artísticamente deformado. Las man-
En torno al conce pto de simultaneidad se articula una nueva forma dra- gueras son muy recomendables. En fin, cójase todo, desde el tornillo del empe-
matúrgica , que se repite en los diversos escenarios de la vanguardia europea: rador hasta la redecilla para el pelo de la señora elegante, siempre de acuerdo
París, Milán , Roma, Zurich, Munich , Moscú , Berlín. El espectáculo no se redu- con las medidas que exige la obra'?'.
ce a la representaci ón: comienza con agitación y propaganda y suele expandirse Unos años antes , Hugo Ball y Emmy Hennings llegaban exi liados a
a la calle. El prólogo exige la intervención directa del autor en escena, que utili- Zurich , donde abrían el Cabare t Voltaire. Ball , que antes de su ex ilio había
za ésta como tribuna para sus manifies tos estético s. La alternanc ia de piezas
" Kurl Scwi tters, "A n alle Bühnen der Wc lt" , en Manifeste und kritische Prosa. Friedhelm Lach , K61n,
" F.T. Marinetti, Emilio Settimelli y Bruno Corra. " Il tcatro futurista sintético". 11 enero- 18 febrero. 1915. Dumont, 1981 . pp. 39-40.

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desempeñado diversos oficios teatr ales , se refer ía con admiración a las innova-
ciones de Kandin sky en el ámbito de la escena y soñaba con un teatro capaz de falarios y colorista~ " así como máscara s y maquillajes que contribu ían a repetir
"reanimar los colores, las palabras y los tonos de nuestro subconscient e a fin de el ~fe~to de c~nf~slOn. actor-escenografÍa-obj eto ya ensayado en Parade. En el
pr ólogo Apollinaire. , citando a Albert-B irot , escribe .' "La obra se ha compuesto
que devoren lo cotidi ano y sus miserias" . La necesidad de superar el nivel de lo
para un te~tro antiguo I Porque no nos con struirán un teatro moderno I [ ] I
racional llevó , según relata Hans Richt er , a la búsqueda de nuevas formas y nue-
vos materiales e hizo norm al el trasiego de unos procedimientos y técnicas a Juntando Sin .lazo visib.le como ocurre en la vida I Los sonidos los gestos" ios
colores los gritos Jos ruido s I La música la danza la acrobacia la poesía la pintu-
otro s: de la pintura a la escultura , del colla ge a la fotografía , de la película a la
ra I Los cor~: las acciones y los decorados múltiples?".
escena ... Las fronteras entre las artes desaparecían y unas se veían invadidas por
procedimiento s de otr as" . En los espectáculo s o acontecimientos que tuvieron Tambi én el .polifacético Jean Cocte au dedic ó algunos esfuerzos a ese tipo
lugar en el Ca baret Voltaire, la escena se vio invadid a por la poesía fonétic a de de teatro que aspiraba a borrar los límites entre la danza, la opereta, las artes
Ball y Huelsenbeck , por las máscaras de Janco , los collages de Arp y Picabia, la
nueva danza de Sophie Tauber, deudora de Rudol f Laban y Mary Wygman, los
manifiest os y las piezas de Tzara y la mism a aport ación del p úblico". Todos
esto s elementos se sucedían o superponían en el espacio del cabaret , de acuerdo
a una dramaturgia azarosa que habr ía de trasl adarse a much os otro s aconteci-
miento s de la vanguardia pari sina.
En 1917 , se estrenó en París Parade, con guión de Jean Cocteau, música
de Erik Satie , esce nog rafí a y figurines de Pablo Pi casso y coreografía de
Léonide Massine . Se trataba de una producción de los Ballets Rusos, de Serge
Diaguilev, qui en a partir de 1914 había buscado la colaboración de pint ores
rusos de vanguardia, como Larionov y Gonch arova, y posteriormente de otros
artistas com o Picasso, Derain , Delaun ay, Matisse, Roualt, Baila , Gabo , Pevsner
o Jakoulov, produ ciendo así algunos de los espectáculos plásticamente más inte-
resantes de la época. Apollin aire salud ó Parade como la primera manife stación
de un "Espíritu Nue vo" , que él identifi có como "una especie de surrealismo"
(utiliza ndo por primera vez es te término), "que prom ete modificar de arriba
abajo para júbilo univers al las artes y las costumbres , porque el buen sentido
quiere que ellas estén al menos a la altura de los progresos científicos e indus-
triales'?' .
Poco m ás tarde , el propi o ApoIl in aire presentaría e n el tea tro del
Conservatorio Ren ée Maubel , ante una audiencia reducida (entre la que se
encontraban Paul Fort, GaIlimard , Breton y Loui s Aragon) , Las tetas de
Tiresias, "drama surrealista en dos actos y un prólogo, coros , músicas y vestua-
rio seg ún el nue vo espír itu" . Parodia co ntemporánea del cambi o de sex o de
Tiresias, la obra , de una acción trepidante, escrita sin puntua ción y plagada de
ju egos verbales y temáticos, fue esce nificada con decorados y vestuarios estra-

" Hans Richter, Historia del Dada , Nueva Visión, Buenos Aires, p. 63. Jean Cocteau. Las bodas de la forre Eiffel. Escenografía de Irene
" Véase Hugo Ball, Die Flucht al/S der Zeit. Verlag von Duncker & Humboldt, München y Lcipzig, 1927, pp. _ _ _ _ _ _ _ _ _Lagut, vestuario de Jean Hugo. París, 1921.
80-99 .
" Guillaume Apollina ire, "P arade et I' esprit nouveau" (1917), en Jean Coctcau. Entre Picasso el Radiguet , 1~ G . Apollinairc, L 'enchant eur pourri ssant suivi de Les Mame/l d ' ..
Hermann, París, 1967, p. 70 .
Gallimard París 1972 p 114 V · b H ". es e Tirésias el de Couleur du temps
1971,p . 46. ., ,. . ease t . enn Behar, Sobre el teatro dada )' surrealista, Barral, Barcelona:

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plásticas y el prop io arte dram ático . De su producción destacan El buey sobre el palabras en libertad que , supuestamente , correspondían a los diversos colores .
tejado , farsa pantomima para clow ns con música de Darius Milhaud y protago- La conversión de partes del cuerpo en protagoni stas de la acció n es otra forma
nizada por los cé lebres hermanos Frate llini (Pa ul, Fra ncois y Alber t) y Las de dilu ir las fronteras entre lo subje tivo y lo objetivo . Las extrem idades inferio-
bodas de la Torre Eiffel, estrenada por los Ballets Suecos en 1921 , con música res son los únicos personajes en Pies, de Mar inetti . Y algo similar oc urre en
de Tailleferre , Auric, Hon egger, M ilh aud y Poul enc , co reografía del pro pio Manos, de Bruno Corra , drama para manos sobre una cortina negra.
autor, decorado de Irene Lagut y vestuario y máscaras de l ean Hugo. La acción, Otra serie de realizaciones futuristas podría ser definida como teatro de
que se desarrolla en la Torre Eiffel , consiste en una serie de apariciones de per- imágenes. En 1914, Giacomo Baila presenta ante Diaghile v su Máquina tipo-
sonajes, en muchos casos insólitos, a través de una enorme cámara fotográfica: gráf ica, una apl icación del tipo de mov imientos requ eridos en el mani fiest o
persecucione s, danzas, discursos , marchas, ' tableaux viva nts' , diálogos absur- sobre la Declamación dinámica y sinóptica: se pedía un tipo de ges ticulació n
dos ... se suceden sin hilación lógica o dramática, prestando a ella los bailarines geo métrica , como siguiendo los diseños de un deline ante, creando sintéticamen-
mov imiento y mímica, en tanto las voces surgen de dos megáfonos situados a te cubos, conos, espirales y elipses . La representación era ejecutada por doce
ambos lados del escenario. personas, ante un fondo pintado con la palabra 'Tipográfica ' . Seis ejecutantes,
Los ballets suecos, que produjeron la obra de Coc teau, hab ían llegado uno detrás de otro, simulaban, con los brazos exte ndidos, un pistón , mientr as
a Par ís en 1920. Baj o la dirección de Rolf de Ma ré , siguier o n el eje mplo otros seis creaba n las ruedas movidas por los pistones. Un partic ipante , el arq ui-
interdisciplinar establecido por Diaghil ev, aunque co n un es píri tu de mayo r tecto Virgilio Marchi describió cómo Baila había dispuesto a los ejecutantes de
radicalidad . Entre sus co laborado res figuraron , además de Coc teau, los escri- acuerdo a modelos geo métricos, instando a cada persona a "representar el alma
tores Paul C1aud el y Bl aise Cendrars , los músicos Sat ie , Milh aud y Honn eger de las piezas individuales de una prensa de impres ión mecánica" . A cada ejec u-
y los pint ore s Bonnard , l ean Hugo , de Chiri co , Picab ia y Léger. Los bail ari- tante le fue asignado un sonido onomatopéy ico para aco mpañar su movimiento
nes de los ball ets suecos supieron adaptarse a las exigencias de los nuevos específi co . Nada tiene que ver la mecanización de Baila con la mística matemá-
artistas , incl uso a idea s tan radicales co mo las de Fern and Léger, quien, fer- tica de Schlemmer. No hay una trascendencia del intérprete en la ejec ució n, hay
vie nte admirador del circo y el teatro de varieda des, postul aba la necesid ad una eliminació n brutal de lo humano.
de que el intérpr ete escéni co se integr ara como un obj eto más en el mecan is- Gilbert Clave l y Fortunato Dep ero present an piezas pa ra marionetas .
mo de la produ cción escénica . En Skati ng Rink: (1922) y La creación del Prampolini y Casavola experimentan combinando mario netas y figuras hum a-
mun do (1925) , los dos es pe ctácu los e n qu e trab aj ó co n Rolf de Maré , nas. En 1917 Baila, en una represe ntac ión basada en Fuegos artificiales, de
Fern and Lé ger pud o poner en práct ica sus ideas co nsiguiendo la indiferenci a- Stravinski, había experimentado con la coreografía de los elementos escenográ-
ción act or-escenog rafía y el funcio namiento de los bailarines co mo auténti- ficos mismo s. La pieza fue prese ntada como una parte de los Ballets Rusos de
cos objetos pl ásticos" . Diaguilev en el Teatro Costanzi de Roma. Los únicos ejec utantes eran los ele-
En la fascinación por la objetualidad coincid ían los vanguardistas parisi- mentos móv iles y la luz. Con esta eliminac ión compl eta del actor se cumpl e uno
nos co n los futur istas italianos , que también realizaron interesan tes espectáculos de los objetivos básicos del futurismo : la integració n de figuras y escenografía
jug ando con la simultaneidad de los med ios. Hay una serie de propuestas que en un ambiente dinámico continuo. La intención de este teatro de imágenes era
podr ían identificarse como teatro de objetos . Se acercan , de Marinetti, consiste totalmente diversa a la de las composiciones kandinskianas: no quedaba rastro
en el desplazam iento y diversa dis posición de los objetos, convertidos en prota- de romanticismo o espiritualismo, la luz no era expresió n de ningún ritmo inter-
gonistas de la escena; al final , el movimiento de la sombra de ocho sillas preten- no, sino evidencia de su propia energía , cualqu ier nexo orgánico hab ía sido can-
de mostrar la consecución de una vida autónoma por parte de éstas . En Colores , celad o . Y es que la ob ra escé nica ya no es un a composición, q ue c rece
de Depero , la acción escénica corre a cargo de cuatro objetos de cartó n: Gris (piramidalmente) de forma análoga a la elevac ión del espíritu hum ano de lo sen-
(plástico, ovo ide), Rojo (triangular, dinámico) , Blanco (alargado , punt iagudo), y sible a lo espiritual, sino una construcción, que se monta de acuerdo a la pec u-
Negro (multies férico); estos obje tos eran movidos por cuerdas invisibles en un liaridad sensible de los materiales, un montaje que en muchos casos sig ue la
espacio cúbico azul. Fuera de esce na, los ejec utantes ponían efectos de sonido o estrategia del collage y de lo sim ultáneo .
" Véase Fernad L éger, " El espectáculo: luz. color, imagen móvil , objeto-es pectáculo" . Bulletin de l 'effor t
moderne (París. 1925), en Funciones de la pintura , Paidós, Barcelona. 1990 . pp. 99- 105; Y Danielle Pauly, o.
cit., p. 57 .

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La mezcla de los lenguajes fue asociadapor los futuristas lU SOS a la revolu- Eisenstein, que había diseñado diversos espectáculos para Foregger, sostenía que el
ción de los medios que necesariamente había de acompañar a la revolución soviéti- espectáculo teatral tenía que ser elaborado como "un gran programa de teatro de
ca. De ella surgirían arriesgadas propuestas dramatúrgicas, a las que la orientación variedades y de circo, partiendo de las situaciones de la obra dramática, la cual
hacia el realismo socialista desde la estética oficial no dalia tiempo a evolucionar. debía servir solamente para sustentar y dar continuidad al espectáculo [oo .]" .
En 1913, Maiakovski y Kruschenykh planean una escenificación a partir de dos También los autores del "Manifiesto del Excentrismo", Kozintsev, Krizicky,
materiales: Vladimir Maiakovski y Victoria sobre el sol. Hicieron una convocatoria Trauberg y Yutkevitch abogaban por un teatro que aprendiera del circo, del cine y
y reclutaron en ella a actores y estudiantes, que trabajaronjitturistamente en el par- del teatro de variedades y un ballet que pasara por la escuela del café-cantante",
que de atracciones de San Petersbrugo. K. Malevich diseñó la escenografía y el Los mismos cuatro artistas arriba citados fundaron en 1922 en Petrogrado la
vestuario, traduciendo lo absurdo y antirrealista del libreto en figuras marionetes- Fábrica del ActorExcéntrico; se tratabade aplicara la producción teatral y cinema-
cas y módulos escénicos geométricos. La interacción entre el diseño plástico y el tográfica las técnicas interpretativas de los actores y bailarines del teatro de varie-
montaje fue tal que los elementos plásticos llegaron a introducir modificaciones dades y otros espectáculos basados en el humory la exhibición física.
importantes en el propio texto. Otra fórmula dramatúrgica, que en cierto modo recogía la idea reinhardtiana
El espectáculo presentaba recursos habituales en la dramaturgia de las vela- de las partituras de masas, aunque cambiando la intención religioso-barroca por
das, pero con interesantes novedades. Por ejemplo, al inicio del espectáculo, en vez una intención revolucionaria-propagandística, fue la de las representaciones de
de aparecer el autor/autores presentando la pieza, el espectador se enfrentaba a un masas realizadas con motivo de los aniversarios de la revolución. Las primeras
telón blanco, donde figuraban tres jeroglíficos que representaban al libretista, al representaciones en la calle fueron realizadas por el Taller de Teatro del Ejército
compositor y al escenógrafo. El público, pese a la incomprensión de la prensa, acu- Rojo, dirigido por Nikolai Vinogradov, que el 12 de marzo de 1919 presentó El
dió multitudinariamente y se organizaron conferencias, discusiones y debates. K. año rojo, en Petrogrado, seguido de varias representaciones al aire libre. Sus
Malevich (que descubrió entonces en la plásticaescénica la verdadera función de la siguientes producciones, La tercera internacional y Domingo sangriento tuvieron
luz, vanamente buscada por los impresionistas sobre la tela) situó en Victoria sobre la misma estructura, una mezcla de misterio medieval e ideología revolucionaria.
el sol el punto de arranque del suprematismo y subrayó su realización como un Su éxito impulsó la realización de espectáculos de masas a cargo de directores pro-
momento de colaboración comprehensiva entre el poeta, el músico y el artista. fesionales, animados por responsables políticos, como Lunacharski, o teóricos,
Según Matyushin, la obra presentaba "la primera representación en un escenariode como Kerzhentsev, quienes a su vez se hacían eco de las ideas de Romain Rolland
la desintegración de conceptos y palabras, de la vieja escenificación y de la armo- recogidas en Teatro del pueblo. Así el primero de mayo de 1920 se presentó en
nía musical". Petrogrado El misterio del trabajo liberado, dirigido por Yuri Annenkov y
Las ideas programadas por Marinetti sobre la referencia de lo teatral al circo Alexander Kougel, que constituyó un enorme éxito y fue visto por más de 35.000
y al teatro de variedades, o por BaIla sobre la mecanización del trabajo actoral , personas. Sergei Radlov escenificóel 20 de junio El bloqueo de Rusia, con decora-
encuentran su paralelo en el trabajo de una serie de artistas reunidos en tomo al dos de Valentina Khodasevich e Ivan Formin. El 19 de julio, durante el segundo
estudio de Nikolai Foregger, que propició el cruce entre las tendencias abstraccio- congreso de la Tercera Internacional, el mismo Radlov participó en otro espectácu-
nistas de la plástica, las nuevas técnicas de movimiento y danza y la experimenta- lo de masas, En f avor de la Comuna Mundi al, diri gid o por Konstantin
ción con el nuevo medio cinematográfico. El modelo dramatúrgico de Foregger era Mardzhanov, asistido por Radlov, Nikolai Petrov y Adrian Piotrovsky, y con dise-
el circo, al que definía como "hermano siamés" del teatro. Y su admiración se diri- ños del pintor cubo-futurista Nathan Altman: pinturas futuristas cubrían los edifi-
gía a aquel momento de la historia en que el teatro había estado próximo al circo: cios y automóviles plásticamente camuflados y construcciones móviles diseñadas
el teatro isabelino y el teatro barroco español. Lo que la estructura circense permi- por los pintores, recoman las calles, invadidas por una masa de actores y volunta-
tía era, como ya Marinetti había apuntado, la simultaneidad de los medios (discur- rios, que ejecutaban la partitura de la revolución. El asalto al Palacio de Invierno,
so , acrobacia , ju ego de luz y co lor, ci ne, música , esce na.i.) y un tipo de dirigido por Nikolai Evreinov (con la colaboración de otros tres directores teatra-
interpretación de carácter eminentemente físico (esto ya había sido defendido por les: Petrov, Kugel y Annenkov) fue el último y el más grandioso de esta serie de
F. Wedekind), basada en partitu ras de movimiento mec ánico-acrobáticas". espectáculos de masas; intervinieron en esta ocasión un batallón del ejército y más
. ,Véa se Nikolai Foregge r, " El arte de vanguardia y el teatro de variedades" , Ennitage . 1922 . n" 6. pp. 5·6 . Y n"
7, p. 6. traducido al francés en Béatrice Picon-Vallin, en Claudine Arniard-Chev rel (ed.) , DII cirque all théá tre . ~l Véase Giusi Rapisarda (ed.). Cine y vanguardia en la Unión Soviética . La fáb rica del actor exc éntrico
L' Age d ' Hom me , Lausanne, 1983, pp. 229·2 34. (FEKSJ. G ustavo om, Barcelona. 1978, pp . 3 1·48 .

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de 8.000 ciudadanos . La interacción de lo teatral, lo cinematográfico , lo circense y Pero en el trabajo de Piscator, el texto sigue siendo lo importante. El
la presencia de una masa que era al mismo tiempo ejecutante y público, trastoca- movimiento y la imagen no son nada en sí mismos . La subversión piscatoriana
ban completamente los límites tradicionales de la representación escénica y abrían del drama burgués (que él identifica en las realizaciones de Reinhardt) no llega
un ámbito de posibilidades tan grande como el que se abría ante los artistas plásti- a tocar al elemento raciona l-verbal, que sigue funcionando como centro drama -
cos al abandonar las superficies planas por una intervención total sobre el espa- túrgico . El teatro "no tiene otro cometido que hacer consciente a los hombres
ci0 82 • que acuden al teatro todo lo que aún dormita , más o menos turbio y confuso, en
su inconsciencia?", La función definida por Piscator coincide con la definida
La intención revolucionaria condujo , en este caso en Alemania, a uno de programáticamente por Wagner: el arte como instrumento de conscienciación.
los grandes directores de la época, Erwin Piscator, a otro tipo de partituras escéni- No es de extrañar entonces la preeminencia del texto.
cas, igualmente construidas desde las ideas de simultaneidad y montaje. Si La pervivencia del modelo wagneriano es, sin embargo, tan fuerte en
Eisenstein y sus amigos futuristas recurrieron al modelo del circo, Piscator lo hizo Piscator, que en ocasiones llega a anular la fuerza del montaje y de sus conse-
al de la revista . Su objetivo: la consecución de la fórmula épica . Piscator ya lo cuencias revolucionarias . Esto es claro en el sueño de una "máquina de teatro"
había intentado en el espectáculo Banderas. Pero fue con la Revista de la concretado en el proyecto anteriormente comentado de Walter Gropius. El plan-
Revolución Roja cuando dio un paso decisivo en la transformación del esquema teamiento de Piscator es claro: a la idea de partitura compuesta por el dramatur-
dramatúrgico. El éxito de la pieza fue asociado por Piscator directamente con su go-director corresponde un teatro instrumento, que el director-dramaturgo
contribución a la "ruina de la forma del drama burgués" . Frente a éste, la revista, mismo interpreta . El nuevo teatro haría posible la aparición de una realidad
como el circo, ofrecía inmediatez y contundencia. escénica nueva, una creación escénica autónoma. La obra escénica se mostraría
Piscator y Reinhardt coincidían en la pretensión de componer obras tota- entonces como una obra total y única, y los elementos que en ella intervinieran
les. En ese sentido continuaban la tradición wagneriana . La estrategia era diver- no podrían tener a su vez un valor autónomo, sino que dependerían enteramente
sa. Reinhardt centraba su esfuerzo en la consecución de una atmósfera. Esa de la obra escénica. Fuera de ella carecerían de vida .
atmósfera establecía la unidad de los elementos . Y creaba un espacio autónomo, De acuerdo a las ideas de Piscator, el drama deja de existir como obra
diverso al cotidiano , próximo al sueño . Piscator buscaba la totalidad en la histo- artística autónoma . En todo caso , lo único que puede existir autónomamente
ria y la acumulación de medios (drama , movimiento actoral, escenográfico , pro- más allá de la creación escénica es la partitura . Pero entender la escritura escéni-
yecciones, espacio sonoro, etc .) servía para ofrecer al espectador el conjunto de ca como partitura no implica, al menos program áticamente, sustituir al autor
datos y mediaciones necesarios para la comprensión correcta del acontecimiento dramático por el director. En el planteamiento piscatoriano, lo que se requiere es
histórico. Funciona en ambos, no obstante, la misma idea de partitura. En una colaboración entre el literato, el escenógrafo y el director escénico . La parti-
Piscator, de forma incluso mucho más clara que en Reinhardt, el drama ha deja- tura sería, idealmente, resultado de una colaboración, pues sólo desde el colecti-
do completamente de condicionar la puesta en escena. La reconstrucción drama- vo el creador puede liberarse de las dependencias externas. En la práctica, sin
túrgica del texto literario es un paso inevitable en el proceso de creación embargo, Piscator no encontró a los escritores apropiados (o bien él mismo fue
escénica, y a veces éste llega a convertirse en punto de partida . Es decir, el pro- incapaz de establecer un verdadero diálogo productivo con los autores litera-
ceso dramatúrgico se hace previamente a la escritura del drama, de modo que rios), de forma que las partituras de hecho siguieron siendo obras individuales
éste pasa a identificarse de forma mucho más evidente con lo que tradicional- suyas .
mente se denomina libreto . A pesar de todo constituye un ejemplo perfecto de Lo importante es que Piscator estableció de modo explícito el imperativo
este tipo de trabajo: "Toda la representación fue un solo montaje gigantesco de según el cual "la forma escénica determina la forma dramática de la obra" , prin-
discursos auténticos, escritos, recortes de periódicos, proclamas, prospectos , cipio que alcanzó su aplicación más clara en la puesta en escena de la novela
fotografías y películas de guerra, de la revolución , de personajes y escenas his- Las aventuras del buen soldado Schweik (1928) . El recurso a la ' banda sin fin' ,
tóricas" 83. que traducía escénicamente el dinamismo de la novela , determinó el desarrollo
dramatúrgico de la obra. El mismo imperativo funcionó en la siguiente puesta
~~ Véase N. Erreinor, "Les réussites techniques du Th éátre Soviétique", en Le th éátre en Russie Sovi étique en escena, Coyuntura, primer intento, según Piscator, de producir una obra de
(texto francés de Madeleine Eristov, presentado por Edmond Sée) , Les Publications Technique s el artistiques,
París, 1946, pp. 35-41.
' .' E. Piscator, Teatro político , Ayuso, Madrid , 1976, p. 79 . "' Ídem, p. 109.

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acuerdo a las necesidades concretas de su teatro: "el autor era un encargado y
emprendió su tarea, desde el primer momento, en contacto directo con el direc-
tor, teniendo ante los ojos todas las posibilidades y condiciones del teatro?" .
Lania, Brecht y Gasbarra participaron en la redacción definitiva de la pieza, que
sufrió continuas alteraciones dura nte los ensayos. La posterior creació n del
Estudio tenía como objetivo precisamente experimentar nuevas formas drama-
túrgicas a partir de la prueba de nuevas formas escénicas.
En su artículo "El teatro contemporáneo en crisis" (1943) sostenía que el
autor debía ser considerado una parte en el proceso de construcción de la obra.
El autor, como ayudante, se limita a proporcionar el material, del mismo modo
que el libretista proporciona el libreto al compositor". Pero Piscator nunca llegó
a cumplir verdaderamente esta idea. La partitura continuó siendo siempre un
elemento secundario, elaborado a partir de un material literario originario. En la
obra global de Piscator, lo escénico aún debe ser considerado como fenómeno
subsidiario de lo literario, a pesar de sus ideas y sugerencias, decisivas para la
transformación de la dramaturgia contemporánea.

Bastante más arriesgadas resultaron las propuestas del otro gran revolu-
cionario de la escena de los años veinte: V. Meyerhold. Meyerhold, que había V.S. Meyerthold. Ú1 tierra encabritada, de S . Tretjakov. Escenografía de L. Popova,
comenzado su formación en el Instituto dramático-musical de Danchenko y que Moscú ,I923 .
intervino como actor en el Teatro del Arte, de Stanislavski-Danchenko, no coin-
cidió en ningún momento con el naturalismo detallista stanislavskiano, y en rre en la realidad, sino "como la sentimos confusamente en los sueños, en las
1902 lo abandonó para intentar la realización de sus ideas anti-naturalistas. visiones, en los momentos de éxtasis?" . Comenzó a funcionar el l de junio de
Contra lo que Meyerhold se rebelaba era contra un planteamiento de la interpre- 1905, compuesto por una compañía heterogénea, en la que se agrupaban acto-
tación actoral reducido a la palabra y la gesticulación facial, que dejaba de lado res , pintores, músico s, cant antes, aunados por la invi tac ión (sugerida por
los recursos del cuerpo y de la plástica. Se rebelaba, igualmente, contra la clari- Maeterlinck y formulada por el dramaturgo Valeri Briusov) a sustituir la inútil
dad del naturalismo/impresionismo del Teatro del Arte e imaginaba una "inter- verdad de las escenas modernas por una convención consciente?".
pretación por indicios", en que los significados se concentraran en "zonas de En su artícu lo "Los pri meros inten tos de teatro de la convención" ,
sombra" . Había que ofrecer al espectador el misterio y permitirle el ejercicio de Meyerhold sitúa dos problemas centrales: la dicción y la plástica. En el terreno
la fantasía y el trabajo de la creación" . de la dicción propone "decir fríamente las palabras"; "e l sonido debe ser siem-
El interés por la sombra conduce a Meyerhold hacia el simbolismo y el pre sostenido, las palabras deben caer como gotas en un pozo profundo". La
mundo del inconsciente. El interés por la plástica, al desarrollo de la biomec áni- dicción trágica -esto recuerda inevitablemente a Brecht- debe ir acompañada
ca. Pero, si la sugestión de la melodía y el misterio procede de Maeterlinck, no por "la sonrisa en el rostro". En cuanto a la plástica , Meyerhold propone una
hay que olvidar que fue Stanislavski quien ofreció a Meyerhold la posibilidad liberación de la misma respecto a la palabra. Según Meyerhold, Wagner había
de explorar este terreno desde la dirección del Teatro Estudio. El Estudio tenía advertido la insuficiencia de la palabra "para expresar el diálogo interior" . Por
como objetivo - según Stanislavski- representar la vida misma, no como discu- ello añadió la orquesta. La incapacidad de la palabra de llegar a lo más profundo
exige la intervención de la plástica. Una plástica que se refiere tanto a la dispo-
'.<Ídem, p. 262. sición escénica de los elementos como, ante todo, al diseño de los movimientos:
""E. Piscator . Zemá ecre», Rowoh lt Taschenbuch Verlag, Reinbeck bei Hamburg, 1984. p. 265 . "El director tiende un puente entre el espectador y el actor [oo.] debe trazar con
" V. E. Meyerhold, Textos teóricos, ed . por Juan Antonio Hormigón. Alberto Corazón, Madrid, 1972. vol. l . p.
133.
.. Stansilavsk i. Mi vida el!el Arte, ed . cit., p. 346 . ,., Mcycrho ld , o. cit., vol. l . p. 143 .

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poses y movimientos un dibujo capaz de ayudar al espectador, no sólo a escu- Maiakovski intervenía activamente en la composición de los espectáculos, regi-
char sus palabras, sino a penetrar en el diálogo íntimo, secreto" ," da, según Meyerhold recuerda, " no sólo según las leyes teatrales propiamente
El movimiento de los actores es tratado en clave musical. La expresividad dichas, sino también según las de las artes figurativas?" .
del movimiento rítmico y de la danza hacen innecesaria la esce nografía . Frente Meye rhold apuesta decididamente por el teatro como lugar de la interdis-
a la bidimensionalidad del decorado convencional, Meyerhold descubre -como ciplinariedad. Si en "Los primeros intentos de teatro de la conve nción" se mos-
años antes Appia- la construcció n de un espacio tridimensional a partir del pro- traba escéptico res pec to a la posibil idad de realizar la síntesis de las artes
pio movimiento actoral. Pero lo musical no sólo se introduce en el movimiento soñada por Wagner, y ni siquiera creía en la colaboración efectiva de pintor,
y su plástica, también afecta al texto. Hormigón recuerda que Meyer hold encon- músico y director, en "La reconstrucció n del teatro " (1930), defiende el modelo
tró en el simbolismo "una nueva apreciación del texto como melodía , como par- interdisciplinar como único modelo teatral del futuro.
titura?" , que se adecuaba perfectamente a la idea de un ' teatro de la convención Un intento consecuente de poner en práctica esta idea lo había llevado a
consciente' . El tratamiento musical del texto permit ía hacerlo coherente con la cabo Meyerhold unos años antes en la puesta en escena de El cornudo magnífi-
plasticidad rítmica de la escenificació n. En los años que preceden a la revolu- co, de Crommelynck. Meyerhold quería elementos esce nográficos que no fue-
ción, Meyerhold se entregó a una investigación escén ica en que la palabra había ran decorados, sin o es pac ios ensam bla bles, donde los ac to res pud ier an
sido olvidada, y de la cual Baile de máscaras pasa por ser final y culminación . evo lucionar. En las obras de los constructivistas encontró ideas que encajaban
En este espectáculo, estrenado el 25 de febrero de 1917, Meyerhold logró con- en su proyecto escéni co. Sólo había que trasladar lo pintado a la escena, " mate-
vertir en espectáculo ese mundo de sombras que tanto le fascin aba , gracias a rializarlo constructivamente" (Popova había present ado sus diseños como esbo-
una partitura que entretejía brillantemente texto , música e imagen. zos a materializar) . Las estructuras constru cti vistas permitirían lib er ar el
Después de la revolución, la colaboración con Maiakovski y otros poetas espectáculo de la caja escénica y llevar el acontecimiento escé nico a los lugares
contemporáneos devuelve a la palabr a una posición central en la dram aturgia de trabajo. Popova , que en principio rechazó la invitación de Meyerhold , trabajó
meyerholdi ana . Pero Meyerhold , que en estos años desarrolla y formula sus finalmente en el diseño, al igual que otros artistas , y el histórico espectáculo se
ideas sobre la Biornecánica, no puede admitir textos dramáticos sin más. Para presentó el 22 de abril de 1922. La artista constructi vista basó su propu esta
pod er llegar a escena , los text os deb en se r reel ab or ad os . Y es to lo hace escenográfica en tres principios: la supeditación de los elementos formales a la
Meyerhold sin ningún falso respeto hacia el autor. Lo importante es la obra que unidad del espectác ulo, la introducción de elementos dinámicos que acentuaran
en ese momento se construye . Y lo central de la obra escénica no es el texto , o enfatizaran con su movimiento autóno mo la acción de la obra y la utilización
sino el diseño del movimie nto. De ahí que el texto deba entrar en el juego del de ropa de trabajo como vestuario para los actores, la célebre 'p rozodezda'" .
dinamismo . De ah í que todo texto deba ser cor tado, ana liza do, am pliado , En la década de los treinta, Meyerhold plantea la "revolución teatral" en
recompuesto, hasta obtener un material que pueda colaborar en dicho juego . Es clara competencia con el resto de los entretenimientos de masa. Los referentes
decir, hasta que el texto literario previo pueda ser encajado en la partitu ra, con- inmediatos: el cine y el deporte. Lo primero que cae es el esquema dramatúgico
virtiéndose en escr itura escénica. Así, el texto para la puesta en escena de El tradicional. Toscamente , Meyerhold propone una sustitución de los actos por los
Inspector , a partir de Gogol , fue res ultado de un montaje que mezclaba las ' cuadros, de acuerdo al esquema del teatro de variedades, Shakespeare o el teatro
diversas variantes de esa comedia y otras obras del autor. español. En realidad , se trata de hallar una estructura que permita la contamina-
En lo que respecta a la colaboració n con Maiakovski, que se inicia con la ción, la introducción de una multipl icidad de medios y lenguajes. Se trata de
puesta en escena de Misterio Bufo y continúa con La Chinche (1929) y El Baño dinamizar. Se quita el drama para aumentar el espect áculo .
(1930), no se trató en ningún momento de una relación normal entre autor dra- Una de las ideas más interesantes formuladas por Meyerhold en esta
mático y director de escena. En primer lugar, porque los textos de Maiakovski época es la identificación de 'ob ra' con ' armazón'. Dramaturgo y director no
no eran convencionales; Meyerhold tuvo que defenderlo s en más de una ocasión deben producir una obra, sino una estructura, que los actores y los espectadores
frente a las típicas acusaciones: "eso no es teatro" . Por otra parte , se estableció puedan usar y completar: "Producimos conscientemente espectáculos inacaba-
entre ambos una colaboración dramatúrgica que iba más allá del texto, pues
." Meyerhold, o. cit., vol. 1, p. 23 1.
•, Ídem. p. 154. '" Véase el catálogo Liubov Popova, editado por Magdalena Dabrowski, MNCARS-Prestel. Madrid-Munich,
" J. A. Hormig ón , introducción a V. E. Meyerhold, Textos teóricos, ed. cit., p. 35. 199 1.pp. 159- 161.

78 79
dos, porque las correcciones más importantes deben series hechas por los espec- do punto de contacto: la necesidad de "organizar el trabajo artístico", proyecto
tadores'?' . El principio plástico-musical, heredado del simbolismo, ha sido sus- mediante el que se pretendía la superación del concepto romántico de obra de
titu ido por un pr incipio arquitec tónico , más adec uado a la época de los arte, que pasaría a ser concebida como un proceso colectivo consistente en la
artefactos revolucionarios. organización de nuevos temas y nuevas formas.
De los discípulos de Meyerhold, fue Nikolai Ojlopkov quien más brillan- Si bien Brecht no puede ser señalado por su sensibilidad respecto a las
teme nte contin uó el proyecto de un teatro cons truc tivo. Co mo Piscator , artes plásticas, la música o la danza y se mantuvo siempre fiel a un realismo
Ojlopkov antepuso claramente la construcción escénica a la dramática, hasta el materialista, que descartaba el experimentalismo de la plástica actoral al estilo
punto que de las siete producciones del Teatro Realista, cuatro fueron versiones de Meyerhold o la sustitución de la palabra por otros lenguajes, hubo, no obs-
de obras narrativas y el resto se basaban en obras dramáticas adaptadas por el tante, un momento de su producción dramática, en torno a 1927, que puede ser
propio director mediante la aplicación del principio de montaje. Ojlopkov, que rescatado como un momento de evolución incuestionable hacia una dramaturgia
se estrenó con un espectáculo de masas, aspiraba a conseguir dentro de la sala abierta. En este momento, Brecht se encuentra indeciso en la encrucijada y se
esa misma comunión emocional que se producía en la calle en la revisión de la entrega a tres tipo s di versos de obras : las ópe ras , las piezas didác tica s
memoria histórica colectiva. Para ello recurrió a la articulación variable para (' Lehrstücke') y las piezas épicas.
cada espectáculo de la disposición de la escena respecto al público, jugando con Los ' Lehrstücke' son artefactos, en el sentido más puro de la palabra. Lo
diversas variaciones de escena central o envolvente a base de plataformas o son, en primer lugar, porque se trata de piezas montadas. No hay ningún resto
pasarelas, así como a la utilización de músicas e imágenes que contribuyeran a organicista en su composición. La estructura está a la vista. Está a la vista la téc-
la creación de una atmósfera escénica al modo que Piscator igualmente había nica y el proceso de elaboración. Y como no hay ningún intento ilusionista en su
proyectado". Ojlopkov, que también dirigió cine, quiso retener en el teatro el presentación, la obra cumple perfectamente su función de utensilio. Se trata de
dinamismo y la complejidad de la acción cinematográfica: sus puestas en escena obras no-aur áticas, destinadas al uso por parte de los ejecutantes. Obras que
estaban constituidas por bloques separados que mostraban una amplia variedad coinciden plenamente con los intereses del teatro revolucionario soc ialista.
de personajes y acciones, más propia del cine que del teatro" , Obras, no obstante, como buen arte revolucionario, cuya forma rezuma utopía.

No es de extrañar que Bertolt Brecht sintiera afinidad por el último de los


directores rusos comentados. Brecht, que había pasado por el vitalismo materia-
lista anti-expresionista, por el nihilismo, y que se había entregado recientemente
a una producción coherente con el proyecto revolucionario socialista, sentía la
misma fascinación que él por el cine y, como él y como su maestro Meyerhold,
estaba convencido de que la obra no podía seguir siendo un todo hermético y
autónomo (drama clásico), sino un armazón, un esqueleto, una estructura de
.bloques que el actor y el espectador debían llenar de contenido.
Brecht comparte con los futuristas la idea de un "teatro para fumadores" ,
sin cuarta pared y sin patetismos. También con ellos comparte la admiración por
los espectáculos populares, por el circo y por el teatro de variedades. Sus óperas
se aproximan más a este modelo que al de la ópera tradicional. Y la estructura
dramatúrgica de sus obras de juventud se deja contaminar por numerosas for-
mas procedentes de espectáculos extra-dramáticos. El interés por el circo y por
el deporte es algo que une a Brecht con los futuristas rusos. Pero hay un segun-

" Meyerhold, o. cit., p. 242.


" Véanse las descr ipciones de Jos espacios y las accio nes co nstruidas por Oj lopk ov en Norris Houghto n.
Moscow Rehearsals , Nueva York, Harcoun . Brace and Co ., 1936; Allen and Unwin, Londres, 1938 , pp. 35ss .
"' Véase Nick Worr all, o. cit., pp . 150- 152 . Berto lt Brecht. M ahagonny, Escenografía de Caspar Neher. 1927.

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,
!,
-----
Las piezas de las que se co mponen los artefac tos , por otra parte, son, fondo aparecían proyecciones co n dibujos de Neher. A lo cual hay que añadir la
e fec tivame nte pi ezas . De forma mu y evidente es to aparece en El vuelo naturaleza del propio texto: consistía en un montaje de poemas y canciones sin
oceánico, en los rec ursos dra matúrgicos empleados: la técnica atomista de mon- unidad dramát ica , que respond ía perfectamente a la intenc ión revo lucionar ia
taje , los discur sos abiertos , la ausencia absoluta de psicología , la personaliza- definida por Eisenstein" , Podría entenderse esta pieza (a pesar de las observa-
ción de los abstrac tos (la ci udad , la niebl a , la torment a de nieve , el sueño , ciones anteriores de Brecht) , como paradig ma de otra concepc ión de la obra de
Amér ica , Europa , el ruido del motor, el ruido del agua , el ruido de la masa) ... La arte total, construida de acuerdo a los principio s de simultaneidad y conflicto,
voz de América es la personificación de los periódicos americanos; la voz de que han servido como pilares a los artefactos estudiados en esas tres primeras
Europ a , la de los eur opeos. El volador habla con su motor como con alguien que décadas de siglo.
cumple su trabajo. En otras ocasiones, los personajes llevan nombres de perso-
nas . Pero la idea de perso na ha desaparecido del concepto de perso naje, que
debe ser ante todo entendido como material gestual. El personaje sólo se con-
vierte en persona dramát ica cuando un actor lo utiliza y entra en conflicto con
ese material. Esto es importante para mantener la intención de Brecht. Y sin
atender a esta idea es imposible comprender la radicalidad del texto brechtiano
como artefacto y como mater ial no dramático para la elaborac ión de un ejercicio
escé nico que sólo en su ejec ución adquiere dramatismo .
Al tratarse de materiale s textuales para ser utilizados por un colectivo
revol ucio nario, toda omisión , transformació n o añadido, era considerada lícita
por Brech t, qu e incl uso propon ía la ej ec uc ió n de escenas o fra gme ntos
aislados" . Nada de esto podía afectar al drama, porque el drama había desapare-
cido, porque el drama ya no se situaba en lo literario sino en lo escén ico . El con-
flicto se proyectaba sobre los ejecutantes y sobre el público. El material textual,
por sí mismo, era un mater ial no-dramático.
Lo no -dr am at ico del mat eri al textual se hac e tamb ién vis ible en
Mah agonny . Aquí, además, se produce un montaje mucho más democrático de
las obras del pintor , del músico y del poeta. Brecht, en sus comentarios sobre la
obra, advierte su intención de oponerse con ella a la obra de arte total: los ele-
mentos - música , texto, image n- están co mpletamente separados ; el texto intro-
du ce elementos didácticos (descr ipci ón morali st a); la image n tam bién se
independiza (en este caso por la proyección de los dibujos de Neher en paralelo
a la image n de los actores) .
De forma mucho más evidente, una colectivización conflictual del trabajo
se produce en el espectáculo embrionario anterior: Kleines Maha gonny , Baden-
Baden , 1927 . Las creacio nes de Weil, Neher y Brecht no se integra ron de acuer-
do a una estrateg ia de colabo ración, sino que entraron en colisión y generaron
un diálogo fructífero, un diálogo sin concl usión , privado del momen to sintético,
una dialéctica inacabada. El escenario era un ' ring' de boxeo . Al iado del 'ring',
sin ninguna mediación , se situaba la orquesta . Sobre él, los actores-canta ntes. Al " "La fuerza ,del montaje reside en que las emociones y el entendimiento del espectador participa n en el proce-
so creativo . Estas permite n al espectador recorrer el mismo cami no creativo que el autor ha transitado al crea r
la imagen generalizada . El es pectador no ve sólo los e lementos representados de la obra. sino que experimenta
" Bertolt Brecht y otros , Brechts Modell der Lehr stiicke . Ze ugnisse , Diskussion, Erfahrungen, ed . por Reinher también el proceso dinámic o del surgimiento y desarrollo de la imagen generalizada . tal y como el autor lo ha
Stei nweg, Suhrkarnp , Frankfurt am Main, 1976, p. 36 . experiment ado" . Eisenstein , "Ver no es suficiente", en Alternat ive , vol. 20, 1977, n" 117, p. 257.

82 83
5. Perspectivas de la ebriedad

La idea de un teatro total, integrador de los diversos lenguajes, radicaba


en lo más profundo de la conciencia romántica. Tanto las tendencias simbolistas
a finales del XIX , herederas del proyecto wagneriano , como la experimentación
expresionista y racionalista de principios del XX, siguen fieles a esta idea, así
como al modelo de inserción social del arte. Pero se han producido algunos des-
plazami entos . Por una parte , las propuestas que conservan el organicismo
romántico se alejan en cambio del lenguaje verbal y buscan la elaboración de
nuevos códigos enraizados en la superficie de lo sensible (formas, sonidos y
gestos) con los que se plantea la elaboración de un nuevo drama . Por otra, las
que optan por el montaje como principio constructivo abordan decididamente la
destrucción de lo dramático (en cuanto compo sición autónoma y absoluta) y
proponen su consideració n como elemento de construcción (relativizando, por
tanto , el protagonismo del autor), integrado en un artefacto destinado a interac-
tuar o ser utilizado por el espectador y por la sociedad en general. Lo que en
este caso queda del romanticismo es una redefinición del comunismo wagner ia-
no en términos no fusionistas, una concepción de la obra como anticipación de
un modelo de organización social, y una idea del arte como instrumento de pro-
greso hacia esa nueva sociedad.
Pero la verdadera destrucción de la tradición romántica sólo se produce
cuando se opta por el abandono definitivo de la idea de progreso, inherente a la
cultura occ idental, y se asume seriamente la nece sid ad de intern arse en los
ámbitos de lo otro. La penetración en lo otro arranca definitiv amente a la pala-
bra lo poco que le quedaba de transparencia significante y destruye al mismo
tiempo la idea de un teatro total como imagen de una sociedad integrada o como
instrumento para la consecución de transformacione s sociales concretas.
La estrategia había sido esbozada por los expresionistas: renunciar a lo
dramático y dialógico y buscar nuevos procedimientos dramatú rgic os en la
exploración de la interioridad de la conciencia . Tanto el intento naturalista de
plasmar al hombre desde la psicología, como el intento de las dramaturgias mar-
xistas de hacerlo desde la sociología , conducía n a imáge nes parciales de lo
humano: el hombre aislado , incapacitado para el diálogo , en un caso; el homb re

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-
tipo / gesto, en otro. Qued aba, pues, fuera de consideración la dimen sión orgáni- pero también sangre y huesos co nvertidos en poesía . Identid ad de vida y arte ,
ca de lo humano, en lo cual coincidían con las propuestas que habían optado por en co ntra posición a lo muerto . De lo que se trata es de vivir, en la vigilia tanto
la supresió n del hombre y su reducción a lo sensible (la marioneta, la forma, el como en el sue ño!" .
sonido, la luz) . Lo que se imponía era una exploración de la zona animal, de la En el ámbito de la literatura dramática, los surrealistas habían aplicado
zona onírica , de la zona inconsciente , del territorio de sombra. De dicha explo- sus ideas so bre la escritura automática en la composic ión de numerosos ' sket-
ración surgirían en la década de los treint a las propuestas más interesantes para ches ', muchos de ellos en colaboración, y alguna pieza extensa. En Litterature
la renov ación de la escritura escé nica . se publican piezas de Aragon, Breton , Desnos, Péret , Soupault. Por lo general,
En el primer año de la misma, Garc ía Lorca , después de su estancia en en estas obras contrasta la rebelión contra la lógica y la razón con el respeto a la
Nueva York, hace una primera lectura privada de una obr a es crita en La sintaxis y a la form a dramática. El ilogicismo se instala en el interior de la frase,
Habana: El público . Los asistentes la reciben con desconcierto y Lar ca renunci a pero no afecta a la concepción dramatúrgica en sí misma!" . Obras como Por
a verla de momento escenificada, aunque confía ciegamente en el éxito de la fa vor (1920), de Breton-Soupault , o La hora de la verdad (1924), de Aragon ,
pieza diez o veinte años después (la historia lo retrasaría cincuenta). Tres años mantien en las estructuras dram áticas tradicionales, y se limitan a trastocar el
más tarde , en una entrevi sta concedida a su llegada a Buenos Aires , Larca con- contenido semántico . De ahí que el juego surrealista se desarrolle como una
fiesa llevar en la maleta una obra "q ue es un misterio [...] sobre el tiempo" , pero liberación del lenguaje literario , pero no del esc énico!" . A lo más que se llega es
que no puede ser llevada a esce na, pues ninguna compañía asumiría el riesgo de a la introduc ción de personajes no humanos, co mo en Me olvidaréis (Breton-
enfrentarse a la segura indignación del público cuando se viera reflejado en el Soupault, 1922), en que intervienen un paragua s , un batín , una máquina de
esp ejo indiscreto del escenari o: de lo que se tratab a era de hacer desfilar en coser y " un ex traño" ; o en El corazón a gas ( 192 1), donde intervi enen Ojo ,
escen a "los dramas propios que cada uno de los espectadores está pensando , Boca , Orej a, Nariz, Ceja, Cuello (o bras ambas de l per íodo pre-sur realista o
mientras está mirando , muchas veces sin fijarse, la representación" . Esto con- dadá). Pero los obje tos se comportan como personajes. Tzara exige a los intér-
vertía el dram a en " un poema para silbarlo?" , pretes "qu e presten a esta obra la atención que exige una obra maestra del vigor
A part ir de 192 8 (El paseo de Buster Keaton), Larc a se apuntó a esa de Macbeth y de Chantecler , que traten al autor, que no es un genio, con poco
nueva dramaturgia que desde París estaba propiciando un distinto entendimiento respeto y adviertan la falta de seriedad del tex to que no aporta ninguna novedad
de la relación entre palabr a e imagen , así como de la relación entre real e imagi- a la técnica teatr al" :" ,
nario . La disolu ción de la palabra en la ebriedad es un ejercicio que los seguido- En todo caso, lo que se produce es una destrucción de la humanidad , del
res de Breton , una vez asumida la herencia de Satie , Apollinaire , Picasso , Tzara personaje hum ano . La forma de manifestarse la verdad pasa por la anula ción de
y los dadaístas , practicaban desde los años veinte, plagando los escenarios con la humanidad . La forma de liberar la interioridad , por la del antropomorfismo y
propuestas extravagantes. el antrop ocentri smo . Ello da lugar a ciertos descent ramiento s, que permiten la
La ebriedad surrea lista nada tiene que ver co n la espiritualidad expre- insinuación de forma s próximas al coll age y a la contaminación, y que tienen
sio nista . Hay un a de cidida inserc ió n en el ámbito de la so mbra, hay una una concrec ión evidente en la introducción en lo dramático de procedimientos
ampliación del concepto de vida , que se extiende al sueño, a lo no-codificable; derivados del lenguaje cinema tográfico (p. ej. , El tesoro de los j esuita s, de
esa extensión de la vida cubre el ámbito del arte . Una vez más se aborda el Louis Aragon , 1929), que 'en ningún caso superan las transformaciones dram a-
tema de la inte grac ión , pero en esta ocasión hay una decisión más fuerte de túrgicas propi ciada s por el expre sionismo y el drama épico .
acabar con lo artístico . Esto no implica una renun cia a la forma, sino un tras- Sin emb argo, algunas realizaciones escénicas , no ligadas a lo dram ático ,
lado de la cue stión de la form a del arte a la vida. De ahí la pasión de los surre- proponen interesantes transformaciones y estrategias compositivas que se des-
alistas por el teatr o en cua nto arte vivo . " El tea tro - escrib ía Lorca- es la plazan claramente del montaje al collage. Este es el caso de un espectáculo pre-
poesía que se leva nta del libro y se hace humana. Y al hacerse, habla y grita ,
m Ídem, p . 1729. Cf ., A. Breton, "Manifiesto del surrea lismo, en Manifiestos del surrealismo, Guadarram a ,
llora y se desesper a"!" . Una poesía enca rnada, una poesía con sangre y huesos, BarceJona , J ' ed ., 1980 ,pp . 17-48 .
'02 H. Béhar, Sob re el teatro dada y surrealista, Barral, Barcelona, 197 1, p. 147.
oo, Ver R. Vitrac , " Le mon ologue intérieur el le surr éalisrne" , Comoedia , 17 de marzo de 1925, cit. en H. Béh ar,
" " Llegó anoche Federico Gar cía Lorca' (ent revista), en F. García Lorca , Obras completas . Aguilar, Madr id,
o. cit., p. 19 .
7' ed . 1964 ,p . 1731.
1'"L. Aragon y otros, Teatro dada , ed. por Giani Renz o Mon eo e Ippolito Simonis, trad. de José Escué , BarraJ,
"" Ga rcí a Lorca, o . cit., p. 18 10
Barcelona . 1971 , p. 229 .

86 87
sentado el 27 de noviembre de 1924 , que es casi una prolongación de las pro- La integración de los medios y los autores era una integración vital , es
puestas dadá de los años anteriores: Rel áche, de F. Picabia, con música de Sat ie decir, no-artística. No se trataba de comp oner un drama , ni una partitura, ni
y la colaboración de Duchamp, Man Ray, René Clair y el director de los Ballets construi r un montaje . Se trataba de superponer diversos medios y lenguajes, y
Suecos, Rolf de Maré . Empezaba con un prólogo cinematográfico , al finalizar el al hacerlo , conv ertirlos en obje tos privado s de intencionalidad artística . Antes
cual se levantaba el telón haciendo visible un fondo de discos metálicos sobre el que de construir la obra total, se trataba de vivir una experie ncia total, en la
que sonaba el prelud io de Satie . Se jugaba co n la simultaneidad de acciones: que quedaban implíc itamente negadas la pin tura, la liter atu ra , la música, la
Man Ray midiendo el escenario, un bombero pasando agua de un cubo a otro, danza y el teatro , con el único fin de exaltar la libertad , la imagin ación y la
bailarines al fondo evo lucionando en la oscuridad; de pronto , un espacio que se vida . Esto era surrealismo . De ahí que cuando Aron, Vitrac y Arta ud decid ie-
ilumina y muestra un ' tableau vivant' : una pareja desnuda (el hombre es M . ron fundar el Teatro Alfred Jarry, Breton vio en ello una vuelta a la conve n-
Duchamp), que remedan el Adán y Eva de Cranach. Tras un intermedio fílmico , ción, a la liter atura dra mática y a la tradic ión escénica , y los expulsó del
Entre'acte (una película escrita por Picabia y dirigida por René Clair), el esce- grupo.
nario muestra un telón negro remedando una pizarra escolar con garabatos e ins- Pero lo que el Teatro Alfred Jarry se proponía era la destrucción de la
cr ipc io nes , entre las qu e fig ur an los nombres de lo s co la bo rado res y la convención tea tral desde el interior del teatro. Recu rrieron , por una parte , a la
provocativa frase "Satie es el mejor músico del mundo" . El espectáculo, que fue escenificació n de obra s escri tas por ellos mismo s , como Víctor o Los ni ños al
j uzgado muy negativamente por numerosos críticos, a pesar del entusiasmo que poder, de Vitrac , y El chorro de sangre, de A . Artaud , aplic ando algunas de
concitó en los círculo s de vanguardia, fue el último producido por los Ballets las ideas que más tarde recogerí a Artaud en sus escritos teórico s, ju gando con
suecos: Rolf de Maré reconoció la imposibilidad de producir nada más radical la sorpresa , co n el eni gm a, co n la violencia, y provocand o sensaciones con
que aquello . Picabia, por su parte , se mostraba entusiasmado : "Reláche es vida, recursos visuales y sonoros antes que con jue gos de lenguaje. Co mo de lo que
vida tal como yo quiero , toda para hoy, nada para ayer, nada para ma ñana'?". se trataba era de revolucionar la escena , y no la literatur a , no tenían ningún
¡T'Pl'~..,.,r¡;-~~;.~~~~",,-:-- . ; -1--+ ~ reparo en util izar como material de base textos de Strindberg , de Shakespeare,
incl uso de C laude!. Ca recía de sentido la pregunta por el autor dramátic o,
~ ~ pues lo dramático-literari o no era considerado más que en relación al "despla-
~_'~~:<:ló~~~lI:+'~"'4~ ~ +.., zamiento de aire que pro voca su enunciado'v".
.~."-4~"""' ''--{ El desprecio del texto literario es común a Artaud y Vitrac . Una de las
primeras obras de éste, Veneno ( 1924) es un drama sin palabras. Y Los miste-
rios del amor (1923/24 ) puede ser igualmente cons iderada como una "acusa-
ción contra el lenguaje" , que , en el ámbito de lo rea l, sólo sirve para perpetu ar
lo monol ógico '" . La obra empieza en un palc o , simulando una pe lea entre
espe ctado res , y se desarr o lla enteramente en un es pacio de sueño, o en un
espacio que ha ren uncia do a los límites convenc ionales entre lo rea l y lo ficti-
cio . Por su utili zación del collage y del monólogo delirante , por la co nce pción
del lenguaj e que subyace a la escri tura, por el j uego con stante de provocac ión
y sor presa y el tratamiento de la relación palabra-imagen , la obr a de R. Vitrac
responde más exa ctame nte que las del propio Artaud a las intenciones decl a-
radas por éste . Si Artaud recurre a la locura , Vitrac lo hace a la infancia, en
busca del niño que mur ió bajo las co nve nciones impu estas por el lenguaje.
Ese mismo niño , saludado por Breton, es el espectador asombrado que con-
temp la al públ ico en el j uego de espejo s de la obra de Lar ca .

"" Véase Naney Van Norman Baer, Paris Modern, The Swedish Ballet. 1920-1925 . Fine Arts Museums of San 'o,. A. Artaud, Oeuvres completes . tomo 11 , Gallimard, París, 196 1, p. 18.
Francisco. 1995. pp. 128-139. "" H. B éhar. o, cit., p. 192.

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El imp ulso que anima a García Larca a la com posició n de las piezas que Romeo y Julieta se amaba n de verdad o porque no se amaban y el público lo ha
él ca lificó como " teatro imposible" es idéntico a aquél que sir ve de punto de notado . Pero e! público no quiere la verdad, no quiere abrir los ojos , quiere que se
parti da a la creación de Vitrac: la búsqueda de la libertad , la reivi ndicació n de la le duerma , como siempre, con el engaño de las máscaras. "El público se ha de
vida más allá de las viejas formas. En el caso de Larca , la lucha era endurecida dormir en la palabra, y no ha de ver a través de la columna de ovejas que balan y
por el provi ncianismo cultural de la España de la primera dictadura . Fue necesa- las nubes que van por el cielo" . Pero el director se empeñó en que el público no
rio el es tímulo neoyorqu ino y el revulsivo de las burlas de Dalí y Buñuel para durmiera, que el público viera "cómo el veneno de las venas falsas había causado
lanzarlo a la com posición de una obra que recogía el test igo del Orfe o de l ean la muerte verdadera de muchos niños" . Y el público no estaba prepar ado para pre-
Coc teau (prese ntada en Ma drid por Rivas Cherif en 1928): El público. senciar la verdad, para presenciar el estallido de la verdad interior.
En su reivindicación de un teatro vivo, Larca abogaba por la transform a- Los es tudiantes se esca nda lizan, porque " un es pectador no debe forma r
ción del personaje dramático, que debería desp renderse de sus perfiles de psico- nunca parte del drama. Cuando la gente va al ' acuarium' no asesi na a las ser-
logía y cartón y aparece r en esce na "con un traje de poesía" y, al mismo tiemp o, pien tes de mar , ni a las ratas de agua, ni a los peces cub iertos de lepra, sino que
deja ndo al descubierto la sangre y los huesos'" . La re ivindi cación de La rca resbala sobre los cristales de sus ojos y aprende" . Precisamente esa co ncepción
recuerda la defensa de la fisicidad y de lo animal planteada por Wedekind en sus del teatro co mo acuario es lo que quiere evitar Lar ca. Quiere romper el cristal
esc ritos sobre el circo'" , sin olvidar que el modelo circense ha actuado co mo de la pecera. Que el público entre, participe en la embriaguez de un mundo de
estímulo en la creación escé nica de buena parte de la vanguardia europea , La ori- imágenes que se desborda desde la interiorid ad , que borra los lím ites entre lo
ginalidad de Larca radica en utilizar su imagen para mostrar la indisociabilidad interior y lo ex terior, y que ex ige , por tanto , la disolución de los límites entre
de la se nsualidad y el sentimie nto, de la pasión y el es pír itu, del sueño y el escena y sala . Esa disolución es co ntemporá nea de la revol ución . La idea de
drama: "e! verdadero drama es un circo de arcos donde e! aire y la luna y las cria- amor entre los es tudiantes va unida al " lo destru imo s todo" y "quemaremos el
turas entran y salen sin tener un sitio donde descansar" :" . Se opta por romper las libro donde los sace rdotes leen la misa" .
puer tas y levant ar el techo , destrui r e l co nve ncio nalismo de las dimensiones
espacio-tempora les , de la causalidad: la sucesió n de las imáge nes, de los perso- La revolución del amor, que Larca perfila en El Público es la revolución de
najes, de las palabras, responde a una lógica dive rsa, una lógica poét ica, que es al lo vivo co ntra lo muerto , de la vida contra la representación, de la imagi nación
mismo tiempo pasión , porque es la exte riorizac ión de un compromiso íntimo . con tra la co nvención y la escritura. Algo muy parecido quiere decir Artaud en
Hay una búsqueda de la verdad, una búsqueda de la pureza, que se identifi - México cuando define el surrea lismo no como movimiento literario, sino como
ca con "el perfil de una fuerza oculta" , la fuerza del amor, y que Octavio Paz cali- "grito orgánico del hombre" , insurrección contra las formas del Padre , contra la
fica como la "forma más alta de la libe rtad " " '. La persecución de ese perfil coe rción del Padre '" , Se recurre a la producción de imágenes indisociab les de lo
conduce al conflicto entre el "teatro al aire libre" (teatro convencional) y el "teatro orgánico, que salvan al lenguaje surrealista de la pérdida de la relación semá ntica
bajo la arena" , un teatro donde la imagen es expres ión de un comp romiso absoluto que había trastocado la literatura y el arte de principios de siglo. "C uando cuerpo
con la verdad. Se trata de un desarro llo de la afirmación "yo soy el otro", " una e image n -escri bía Benjamin al final de su ensayo sobre e! surrealismo- se inter-
exteriorizació n de la libertad imaginari a de la conciencia" !", del propio mundo penetren tan hond amente que toda tensión revolucionaria se haga exc itación cor-
interio r, que aparece en una espacio-temporalidad fragmentada y densa, que retor- poral co lectiva y tod as las excitaciones co rporales de lo colecti vo se hagan
ciéndose sobre sí mism a proyecta el drama hacia fuera, hacia el público . descarga revo lucionaria, entonces y sólo entonces se habrá superado la realidad
En el impresionante Cuadro V, el público provoca la masacre en el teatro tanto como e! Manifiesto comunista exige"!" , La revolución como exci tación cor-
por su desco nfianza hacia e! fraude de la ficció n. No están muy de acuerdo sobre poral , la revolución del amor, es eso mismo que Artaud identificó bajo el término
cuál ha de ser el criterio de verdad . No se sabe si el tumulto ha estallado porque 'c rueldad' .
" No tengo espíritu , ni lenguaje interior, / las palabr as no son más que epi-
'" F, Morales, "Al habla con EG L " (1936), Obras, ed. cit., p. 18 10,
'09 E Wedekind, "Z irkusgedanken" (1887), en Prosa, Dramen, Verse, Albert-Langen-Gcorg Müller, Munich,
der mis, / el es píritu masa de un cuerpo eléctrico que forma signos de salida del
sl f., p. 88 1-887.
no E García Larca. El público, ed. de María Clementa Millán, Cátedra, Madrid. 1988. p. 185. '" Artaud, "Surrealismo y revolución" ( 1936), en Mensaj es revolucionarios. Fundamentos, Madrid, 3' ed,
'" O. Paz, La búsqueda del comienzo (escritos sobre el surrealismo). Fundamentos. Madrid, 3° ed.. 1983, p. 1981. p. 11.
40. IU W. Benjamin, «El surrealismo. La última instantánea de la inteligencia europea" , en Imaginaci ón y socie -

'" Ídem, pp. 32-35. dad . Lluminaciones 1, trad. de Jesús Aguirre, Taurus, Madrid, 199 1, pp. 61-62.

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gesto epidérmico extemo no es más que una invención de los seres monos con- sirve para la experiencia estética: debe ser experienciado, nunca contemplado.
tra mí y es por lo que el pre-consciente que actúa antes que nunca fue en el No basta ver, es preciso ser. "Por eso en el teatro de la crueldad el espectador
tiempo no sino un sucesor de la voluntad exterior inmediata del yo"!". La iden- está en el centro, y el espectáculo a su alrededor". Por lo mismo, el sonido y la
tificación de lenguaje y cuerpo, la negación de la distinción cuerpo-alma ("un luz no son tratados como elementos que produzcan una armonía o un efecto
cuerpo no es un esqueleto revestido de carne, / es una materia llamada alma que sensible; ante todo son concebidos como energía, como fuerza, como instru-
tiene una expresión, un aire...") conduce a un planteamiento radicalmente nuevo mentos de sugestión. Igualmente la acción: "aquí el teatro intenta comunicarse
de la realidad escénica y, consecuentemente, de la escritura dramática. En tanto con las fuerzas puras" .
el cuerpo deja de ser medio, para convertirse en realidad única, la idea de comu- Al lenguaje de la representación, Artaud opone la búsqueda de la vida,
nicación es desplazada por la idea originaria de mimesis y la palabra, responsa- definida como "esa especie de centro frágil e inquieto que las formas no alean-
zan" !", La estrategia dramático-representativa es sustituida por la "realización"
ble de la distancia que nos separa de lo real y de "nuestra impotencia" ,
desterrada de la escena en su uso convencional!" . o "materialización escénica": construcción de un lenguaje autónomo , a partir de
"Romper la casa de las palabras" es liberar la posibilidad del "conoci- su propia materialidad, sin referencias ni a la realidad exterior, ni al lenguaje
miento físico de las imágenes y los medios de inducir al trance"; el teatro recu- heredado. Un lenguaje que, como el río de lava, no albergue contradicción entre
pera la condición de lugar donde el organismo puede ser directamente afectado. forma y energía, que, surgiendo de lo más profundo de la emoción de la vida, se
La centralidad del organismo físico aleja las tentaciones románticas (dramáti- mantenga en el momento de eclosión de la forma, sin caer en su fijaci ón!".
cas) y evita la conversión de lo real en juegos de palabras y formas, por una "Afirmo que la escena es un lugar físico y concreto que exige ser ocupado, y
parte, y, por otra parte, en alma. La definición de lo único / central garantiza, que se le permita hablar su propio lenguaje concreto. / Afirmo que ese lenguaje
además , un nuevo planteamiento de la unidad de los medios escénicos , de concreto, destinado a los sentidos, e independientemente de la palabra, debe
acuerdo a un modelo que vuelve a mirar hacia la naturaleza: contra la fijación y satisfacer todos los sentidos; que hay una poesía de los sentidos como hay una
disección del pensamiento y de la vida por las palabras, Artaud propone una poesía del lenguaje, y que ese lenguaje físico y concreto no es verdaderamente
pintura y un teatro que mantengan el mismo movimiento que la lava que des- teatral sino en cuanto expresa pensamientos que escapan al dominio del lengua-
ciende por la ladera tras la explosión del volc án'" , je hablado"!", Porque sólo eludiendo la escisión significante-significado, forma-
"Propongo, pues, un teatro donde violentas imágenes físicas quebranten e espíritu, cue rpo-alma , es posible alcanzar la manifestación de lo vivo. La
hipnoticen la sensibilidad del espectador, arrastrado por el teatro como por un tor- palabra, dirigida en primer lugar al espíritu, es incapaz de hablar de la vida. En
bellino de fuerzas superiores"!". De la imagen es preciso tener no una experiencia todo caso , puede seguir funcionando en cuanto valor sonoro, privada de signifi-
visual/estética, sino una experiencia física/orgánica. De la imagen lo mismo que cado convencional, como música, como generadora de impresiones y analogías,
del sonido. De ahí que el teatro sea ante todo un teatro de experiencias y nunca un pero nunca como sustancia de una literatura que se arroga el privilegio de mani-
teatro.de formas.,Las formas no deben ser contempladas, deben ser físicamente festar lo invisible.
experimentadas. Esta es la principal distancia que separa a Artaud del expresionis- "Todo lo que se escribe es porquería y los literatos son puercos" . El diálo-
mo cultual de Schreyer, así como de otras experiencias escénicas abstractas. La go dramático pertenece a lo literario. La búsqueda de la especificidad teatral
crisis de la capacidad comunicativa del lenguaje verbal y, por tanto, de su eficacia conduce a lo físico. Este retorno a lo físico desplaza el teatro de su asociación
estética en sentido tradicional como elemento del discurso escénico no conduce con lo literario a su asociación con lo plástico y lo mimético (música y danza).
en el caso de Artaud a una reivindicación de la imagen, sino a una destrucción de El proceso de materialización del "centro de la vida" es analogado por Artaud al
los términos en que se planteaba la relación emisor-receptor. "Sólo los imbéciles proceso alquímico para la obtención del oro: mediante la unidad de lo abstracto
necesitan aprender, para saber los inteligentes sólo tienen que ser"!", Lo mismo y lo concreto, de la música, la imagen y la experiencia del cuerpo, se llega a un
momento de transformación mágica, en que se materializa una realidad de dis-
tinto orden. Condición indispensable para la recuperación de la función mágica
'" A. Artaud , Cuadernos de Rode ; (abri l-mayo. 1946) , trad. de Pilar Ca lvo, Fund amentos, Mad rid, 1989, p. 7.
Ver lb . p. 52.
", M . Borie , A ntonin Artaud. Le th éá tre el le retour a ll X sources. Gallirnard , París, 1989, p. 57. '" A. Artaud, El teatro y Sil doble. ed . cit., p. 14.
' '' ~ . Artaud , El teatro y Sil doble, trad. de Enrique Alonso y Francisco Abelenda , Edhasa, Barcelona, 1980, p. 89. '" M. Borie señala la co ntradicció n e ntre la utopía artaudiana y el prob lema de la rep etic ión . inherente a la
'" ldern , p. 92 . defin ición misma de teat ro . que tanto preocupara tam bién a Stanislavski . Ver M. Bor ic . o. cit., p. 236 .
'" A. Artaud , Cuadernos de Rodez : ed . cit., p. 9. '" A . Arta ud. o .cit.. p. 40 .

92 93

L
del teatro es la ruptura de la sujeción al texto y la búsqueda "de una especie de La búsqueda de la palabra-gesto es indisociable de la búsqu eda del ges to-
lenguaje único a med io camino entre el gesto y el pensamiento" !" . sig no. De hecho , Ar taud, aun en co ntra de la literatura, trabajó sie mpre desde el
Artaud remi te al teatro balinés . La identidad de lo ges tual y lo trascendente inter ior de la palabr a. De ahí su empeño por situar la palabra en su punto ju sto
en sus danzas radica en un desconocimiento del miedo al misterio, en una natur al en la elaboración del es pectáculo escénico , No se tra ta de eliminar lo verbal,
predisposición hacia la exploración de la zona de som bra , que Arta ud había defi- sino de concebirlo como ge nerador de misterio . La palabra no debe aclarar, no
nido como tarea primera de lo escé nico. No se retrocede ante lo oscuro, ante aque- debe ordenar, no debe estructurar. La palabra debe produ cir una música / ima-
llo que esca pa a la verbalización y a la lógica, sino que se asume . Se utilizan los gen que co ntribuya a la ex presió n de l cam po de sombras: " [...] que se vue lva
recursos escénicos para hablar de ello, de forma no precisa , pero directa , concreta. brevem en te a las fue ntes resp iratorias, plásticas , ac tivas del lengu aj e , qu e se
De ahí que el balinés sea el exponente más claro de teatro como " metafísica en relacio nen las palabr as co n los mov imie ntos físicos que las han or iginado, que
acc ión". el aspecto lógic o y discursivo de la palabra desaparezca ante su aspec to físico y
Lo que más interesa a Artaud es el tratamiento del ges to como música , y, en afecti vo , es de cir, que las palabr as sea n oídas como eleme ntos sono ros y no por
cuanto música, sometido a una "prodigiosa matem ática" . Es el cálculo minucioso lo que gramatica lmente qu ieren ex presar [...]" , Entonces se estará en condicio-
(y para un espectador occidental, arbitrario) de lo gestual el que muestra que la nes de realiz ar metafís ica con el lengu aje hablado , se de vol verá a las palabra s la
música es algo más que música y que envuelve un pensamiento . Aparece entonces capacida d de producir el estremec imiento físico y, liberándolas de su función
la materia com o " revelación, de pronto desmenu zada en signos, que nos muestran utilitaria , pod rán nuevament e conve rtirse en una forma de encantamiento'",
en gestos perdurables la identidad metafísica de lo concreto y lo abstracto "!" . La En un proyecto de carta a Pabl o Picasso del 27 de febrero de 1946 ,
aparición del centro vital se produce en esa constante transform ación de la materia Artaud insi ste en que lo único que puede decirse sólo es formulable medi ante un
(concreto) en espíritu (abstracto) y del espíritu (forma) en materia (carne) . Es en el len guaje ' internac ional' , que él había empez ado a elabo rar a part ir de 1934 y
mismo proceso de tran sformación , en el "j uego perpetuo de espejos que pasa de que sigue el modelo de la esc ritura jeroglífi ca: "pas ta safer dezi trab a / pas
un color a un gesto y de un grito a un movimiento" , donde se adivina el perfil de memunka narida / testim onio , conciencia suprema, pol vo de los desvanecidos /
lo oculto , que tambi én persiguiera Lar ca. Su intuición sólo es posible mediante york o belli tafer raki / york o belli taferti / [...] Y yo creo, Pablo Picasso , que el
una estimu lació n orgánica, que deje fuera al intelecto , pero que ponga en juego alma , e l viejo co lmillo huesudo de l alma, ap oyará este jeroglífico , / yo tet ri
todos los sentidos, definiendo así una nueva idea de totalid ad escénica, no asenta- negeta / egete etertri trena"!" . Esta huid a de la claridad de la palabra lleva a la
da ni sobre la com pos ición ni sobre el montaje: " haremos saltar [las disonancias] defi nición de un lengu aje concreto e inarmón ico , que encu ent ra su tradu cción en
de un sentido a otro, de un color a un sonido, de una palabra a una luz, de un trepi- la dison ancia es pac ial, en la dispersión de los timbres y en la descomp osición
dante ade mán a una plana tonalidad sonora [...]", con el fin de sumir al asistente dramática.
en un jeroglífico gestual cuya lógica no tenga ocasió n de descub rir ni analizar. La función de la palabra en el espectáculo teatral será la de generar imá-
La combinación y destrucción mutu a de música, danza , plástica, pantom i- genes que ex presen el misterio, en ningún caso la exp resión del ca rácter hum a-
ma , mímica , gest iculac ión, entonación, ilumi nación y deco rado generará n una no. Esto exige emplear la palabra de modo concreto y en rel ación co n el resto de
nueva poesía "intrínseca", que Arta ud califica como "irónica". Se trata de sustituir los elementos escéni cos , maneja rla co mo un objeto . Al adquirir una dimensión
la poesía del lenguaj e por la poesía del espacio'" . Pero ese nuevo espacio ya no es objetual, la palabra , co mo el actor, deja de sig nificar y se limita a ser. De es ta
el espacio de la repre sent ación, sino un espacio autog enerado , "a rchimanifesta- forma pued e la palabra entrar en la concreción del len gu aje escénico , co mo
ción de la fuerza de la vida", donde teatro y vida han vuelto a su original identifi - generadora de un arte que es vida , que no refleja lo real , sino que es real"•. En
cación y dond e, por tanto, la palabra sólo tiene sentido en cuanto identi ficada de su estudi o sobre Art aud , Aldo Pellegrini observa cómo las palabras , más que
nuevo con el gesto, en cuanto ha sido capaz de descubrir en sí misma el habla significados, " transmiten fenóme nos físicos , fulguraciones de la pasión, chispo-
anterior a la vida!" . rroteos de furor , produ ctos de la co mbustión subterráne a de un mund o interi or

llJídem, p. IOl '" A. Artaud, ídem, p. SO.


'" Ídem, p. 66. us A. Artaud, Cartas desde Rodez, 11 , trad.. de Ramón Font, Fundamentos, Madrid, 1986, p. 155; cf., A.
usÍdem, p. 40. Artaud, carta a Parisot, citada en Eric Sellin, The drumatic concepts 01 Antonin Artaud , The University of
'" J. Derrida. "El teatro de la crueldad y la clausura de la representación" , en Dos El/sayos, Anagrama, Chicago Press, Chicago y Londres. 1968. p. 89.
Madrid, p. 48. '" A. Artaud, El teatro y Sil doble , p. 137.

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que es difícil clarificar de alma, espíritu, vida, organismo"!". La palabra deja de
ser un ejercicio artístico, se convierte en revelación del yo. Es un lenguaje iden-
tificado con la vida, vida misma, ya no arte. Es un lenguaje-carne. Violencia
verbal. Destrucción del lenguaje como recuperación del lenguaje. Recuperación
del lenguaje del éxtasis, "incomprensible para la mente común, pero accesible
para la fe, cuando se quiere alcanzar lo inexplicable". Un lenguaje que, como
escribía a Picasso, sólo puede ser codificado como jeroglífico, y sólo ejecutado
como gesto.
En otra ocasión, Artaud habla de dar a las palabras escénicas la misma
importancia que tienen en los sueños!" . E insiste en la necesidad de encontrar
nuevos medios para anotar ese lenguaje, "ya sea en el orden de la transcripción
musical, o en una especie de lenguaje cifrado". El objetivo explícito de Artaud
es la elaboración de una nueva gramática del lenguaje escénico. Ese lenguaje
escénico se basa en la utilización de luz, movimiento, palabra, gesto, objeto...
como signos. Signos que se relacionan entre sí, entre los que se puede establecer
una sintaxis. Cifrar la materialidad escénica, cifrar el lenguaje gestual y cifrar la
palabra son un mismo proceso. Artaud sueña con un vasto sistema de codifica-
ción en que cada signo tenga valor de símbolo. De lo que se trata es de recorrer
el camino que la literatura ha seguido hasta la constitución de un lenguaje artís-
Antonin Artaud y Roger Vitrac. Fotomontaje para un programa del Teatro Alfred Jarry. 1930
tico elaborado, pero sin caer en la forma muerta y vacía, Artaud opta por la ela-
boración del jeroglífico: su dimensión enigmática debe garantizar el tránsito visualizando sus luchas y discusiones simbólicas con los mitos de la astrología,
continuo de lo manifiesto a lo oculto. al igual que el conflicto del pueblo indio con su destino y, sobre todo, el "cho-
Durante su viaje a México, Artaud descubrió algo que completaba las que del desorden moral y de la anarquía católica con el orden pagano" que apela
ideas sugeridas por las danzas balinesas. En el ritual y danza del peyote, algunos a las imágenes violentas, a "conflagraciones inauditas [...], de diálogos brutales,
gestos del sacerdote y los participantes están descritos en términos de letras, [...] de luchas hombre a hombre..."!" .
próximos a los jeroglíficos ideados por Artaud. Fascinado por la proximidad de Con lo que Artaud realmente sueña es con un lenguaje que surja directa-
lo gestual y lo inconsciente, de lo carnal y lo divino, se esforzó en explicar f ísi- mente en escena, sin pasar por las palabras. El actor, no la escritura, es el auténti-
camente todos los fenómenos metafísicos asociados a estas danzas. Pero ade- co mediador entre lo visible y lo invisible. Es la sombra que toma cuerpo. Es el
más, encontró en ellas el estímulo para la elaboración de una estenografía que le 'colossos' , ya no de piedra, sino de carne, destinado a captar lo invisible. Puesto
permitiera transcribir su lenguaje teatral'", El intento de sustituir la escritura que el teatro tenía como función la exploración de la zona de sombra, la provoca-
dramática por una escritura escénica encuentra su primera realización en La ción de la ebriedad, que trastoca los límites y hace surgir un espacio-tiempo
conquista de México, que, a diferencia de Los Cenó, no fue conservada en nuevo, una realidad nueva, el actor debía estar en condiciones de efectuar el trán-
forma de drama, sino en forma de guión. En él se puede leer cómo Artaud aspi- sito de uno a otro lado. De ahí su interés por el tema del fantasma (al que ya
raba a una escenificación no literaria / no psicológica, donde el conflicto perso- habían recurrido frecuentemente simbolistas y expresionistas por idénticas consi-
nal de Moctezuma fuera mostrado pictóricamente, o al menos objetivamente, deraciones). En las escenificaciones de Vitrac y Strindberg (Sonata de los espec-
tros) en el Teatro Alfred Jarry, Artaud insistió sobre este tema a propósito del
I.~ A. Pellegrini, "Antonin Artaud , el enemigo de la sociedad" , en A. Artaud, Van Gogh, el suicidada par la
socieda d , trad. y notas de Aldo Pellcgrini. Argonauta , Buenos Aires. 198 1, pp. 49-53.
trabajo actoral. Ida Mortemar, personaje central de Víctor, de Vitrac, debía ser
rn Derrid a subraya el para le lismo Artaud-Freud en lo que se refiere a la materia lización visual y plástica de la interpretada por la actriz "como un fantasma que viene del más allá". Y en la
palabra. Según Freud, la " interpretación de un sueño es enterame nte análoga al desciframiento de una escritu- Sonata la comunicación con la realidad invisible pasa a primer término!".
ra figurativa de la Antigüedad , como los jeroglíficos eg ipcios..", Artaud pretendía crear jeroglíficos gestuales
y verbales, análogos a la ex periencia del sueño. Ver Derrida, o . cit., p. 55 . "' Véase D. Pau ly. o . c it., p. 2 19.
L" Eric Sellin, o . cit., pp . 27-30 .
' u M. Borie, o . cit., pp. 309-3 10.

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En tanto la comunicac ión con lo invisible se realiza en el actor, al autor esta humanidad / el del predominio de la carne sobre el espíritu, o del cuerpo
sólo le queda ser al mismo tiempo director. No cabe disociación entre la tarea de sobre la carne, o del espíritu sobre uno y otra"!" , El material que Artaud quiere
escritura (aunque sea jeroglífica) y la tarea de escenificación . Ser autor implica configurar artísticame nte es el dolor generado por esta experiencia. De ahí su
ser autor de una obra escé nica (no dramática) y sentir durante la creación lo proximidad a Van Gog h. De ahí la inadecuació n de la literatura dramá tica . La
invisible a través del cuerpo del actor. "U n autor que no crea directamente la palabra quebrada de los Cuadernos de Rode; expresa el dolor. Fracasa el intento
materia escé nica, ni evoluciona en escena orientándose e imprim iendo la fuerza de convertir esa palabra en drama . El drama debe seg uir otras vías, la vía de lo
de su propia orientación al espectác ulo, traiciona en realidad su misión . Y es orgánico .
justo que el actor lo reemplace"!" . Quizá sea éste uno de los jui cios de Artaud La palabra de Artaud es una palabr a orgá nicamente sentida, es carne.
que más eco enco ntró en los años cincuenta y sesenta, y que han condicionado Pero sólo en el teatro se supera la escisió n original entre lenguaje y carne: rena-
decisivamente la redefinición de las funci ones de autor, actor y director, así cimiento del cuerpo en pensamiento y del pensamient o en cuerpo '". Esta es la
como la relación con el texto y, consecuentemente, la noción misma de drama- función or iginal del teatro: servir de demostración ex perimental de la identidad
turgia: "[ ...] un teatro que subordine al texto la puesta en esce na y la realización de lo abstracto y lo concreto, reconciliarnos con el Devenir mediante la creac ión
-es decir, todo lo que hay de específica mente teatral- es un teatro de idiotas , de de Mitos . El drama esencia l, según Artaud, está'unido al "seg undo tiempo de la
locos, de invertidos , de gramáticos , de tenderos, de antipoetas, y de positivistas, creación" , el de la dificultad y el doble, el de la mate ria y la materialización de
es decir , occide ntal" :" . la idea. Es decir, e! teatro duplica lo real, pero no lo real visible-cotidiano, sino
¿Qué entie nde, pues, Arta ud por drama? Indudablemente , nad a que las fuerzas oscuras, la zona de sombra, el caos, el devenir mismo, esa realidad
tenga que ver con la idea de confl icto intersubje tiva . Nada que tenga que ver "peligrosa", que "como los delfines", una vez que muestra la cabeza se apresura
co n la psicología , ni siquiera con la pasión humana . El dra ma se desarrolla a hundirse otra vez "en las aguas oscuras". Y es inútil buscar mayor claridad .
para Artaud a esca la cós mica . Esto anula el interés del diálogo , for ma literaria Donde reinan la simplicidad y el orden no se puede dar el dram a. El drama no
de la dialéct ica , estab lecida des de el clas icismo francés co mo forma ineludible puede manifestarse claramente . El dram a surge de! co nflicto entre lo humano y
del drama . El drama es un conflicto cós mico . Es, ante todo , el con flicto del lo inhum ano . Lo inhum ano es lo que el hombre no puede comprender. Es la
homb re co n la naturaleza . El co nflic to de la consciencia con las fuerza s oscu- Creación que se manifiesta como Caos . Lo inhumano no es lo inorgánico , sino
ras . El co nflicto de la voluntad co nscie nte con la voluntad ciega . La exhibi- todo lo contrario: lo que el hombre no puede comprender de sí mismo.
ció n de l confl icto se res uelve mediante la experiencia fís ica de lo otro . La Esta concepció n del drama da lugar a un espec táculo integral. A diferen-
dra mat urg ia no es una orde nació n, sino una estrateg ia . Una es tra teg ia que cia de la totalidad wagneriana, que aspiraba a la creac ión de una ilusión global,
asume el humor , la ironía , el simbo lismo, la anarquía . Una dramaturgia que no Arta ud busca la creación de un agujero negro donde penetrar en lo otro. De ahí
puede ser co nce bida como trabajo intelectual , sino co mo trab ajo directamente que rehúya el espacio físico del teatro, como lugar propio de la ilusión , y busque
escénico . Dramaturgia es manipulación de los obje tos escé nicos . Esos obje tos espacios atípicos , que sean capaces de aloja r el nuevo rito, donde lo no-cotidia-
escénicos son: luz , forma , pal ab ra , es pac io . El lugar de la man ipul ación no (máscaras , maniquíes, vestuarios no co ntemporáneos , ilum inación , temas
-como ya ade lantara Appia- es el cuerpo . Sólo desd e el cuerpo se puede ela- violentos, etc.) manifieste lo oculto, reve le la sombra .
borar una nueva dramaturgia . Sólo experimentando el cue rpo se puede expre- El obje tivo último de Artaud en el acontecimiento dramático es la aboli-
sar el drama . ción de las distinciones y la unificación del espectad or, el actor y el campo mís-
En Van Gogh, el suicidado por la sociedad encontr amos una concreción tico más allá del acontecimiento escé nico en una tran sfiguración o purgaci ón!" .
del drama descrito por Artaud . Ese drama no tiene una estructura literaria. Es De este modo redefi ne Artaud el concepto de catars is , invirtiendo clarament e la
algo que sólo podría ser elaborado directamente en escena y desde la experien- intención aristotélica . En su texto sobre Van Gogh , sugiere que no es el hombre
cia orgánica , pues "Van Gogh no murió a causa de una definida condición deli- el que se ha vuelto anormal, sino el mund o: "todos los actos individuales son
rante / sino por haber llegado a ser corporal mente el cam po de acc ión de un
'" A. Artaud , Van Gogh, el suicidado por la sociedad , ed . cit., p. 80 .
problema a cuyo alrededor se debate , desde los orígene s, el espíritu inicuo de D' A. Artaud, El teatro y S il doble , ed. cit. p. 101 ; Van Gogli..., ed . ci t., p. 82 ; cf ., S . Sontag, o. cit. pp. 35-36 Y
52.
l."E. Se llin, o . c it.,
p. 89. Se llin se oc upa de las d iferenci as Artaud-Arist ótcles a prop ósito del co ncepto de
1" A. Arta ud , El teatro y S il doble . p. 127.
ca tarsis en p . 96ss . CL P. Goodrnan , "Oosessed by Theatrc" , en E. Bentley (ed .), The theory of modern stage ,
D' Ídem , p . 44 . Pengum , Londres , 1976 , p. 77 .

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-
antisociales". Será preciso luchar contra la normalidad recurriendo a un "hechi- crear una atmósfera sacra y el reempl azo de la psicología y el drama por ritmos
zamiento colectivo" . "Un hechizo no es una maniobra psíquica, sino física, que escénicos o por lo que él denominaba la "física del teatro ". Barrault, por su
apronta y pone en campaña a veces poblacione s enteras con filas de incontables parte , valoraba su obra como un espectáculo "mágico" . Entre las escenas de
cuerpos de hombres y mujeres mezclados, en comparación con los cuales las mayor potencia evocativa destaca la de la muerte de la madre, en la que se crea-
muchedumbres en procesión a Lourdes no son sino podredumbres de muy ba un ambiente subyugante por medio de una mímica simbólica y un ritmo cere-
pequeña monta" !" . Ese desorden de la mimesis y la catarsis originales, de las monial adaptado al ritmo orgánico establec ido en la secuencia de la muerte real
que Aristóteles quería huir como costumbres peligrosas para la normalidad de la madre, cuya respiración era amplificada en una pulsación que llenaba todo
social, es precisamente lo que Artaud propone. No todo debe ser aclarado y el teatro. El propio Barrault describió así la secuencia: "La madre está agonizan-
legalizado . La palabra, la literatura, el drama sometido a códigos es incapaz de do . El hijo mayor está fabricando el ataúd. Los silbidos del pecho coinciden con
reflejar el conflicto. Artaud desmonta a Aristóteles y abre un campo nuevo a la los crujidos de la sierra. Todo el resto de la familia, como una enorme medusa ,
creación escénica y a la dramaturgia, mucho más amplio que el abierto por se contrae y se relaja junto a la madre y al carpintero. Todo el teatro agoniza,
Brecht con su supuesta dramaturgia no-aristotélica. ritmo de bomba , ritmo de pulpo, y de repente, en la cima de una respiración;
paralización completa . La mano de la madre , que se había alzado como cuando
A pesar de que el concepto de teatro de l ean Louis Barrault es mucho se quiere mirar a lo lejos, vuelve a caer lentamente en medio del silencio, como
más convencional que el de Artaud, éste quedó entusiasmado con su escenifica- un nivel de agua que desciende ... la vida se vacía ... el movimiento se prolonga
ción de Mientras agonizo, una adaptación de la novela de William Faulkner que por todo el cuerpo hasta la rigidez cadavérica. Ha muerto"!" .
fue presentada en 1935. A Barrault, que se había formado como actor en el Barrault entabló una estrech a amistad con Artaud, que , sin embargo , no
Atelier de Charles Dullin , le había interesado de la lectura de la obr a de se tradujo en una radicalización de sus planteamientos teatrales. "Con él lo que
Faulkner "el comportamiento silencioso de los seres primitivos", hasta el punto entró en mi piel fue la metafísica del teatro"!", pero en su práctica , Barrault
que decidió tomarla como punto de partida para su primera aventura como siguió mucho más de cerca el magisterio de Dullin y de los grandes directores
director. Para él este espectáculo era puro teatro , porque sólo existía como cuyos métodos había conocido a través de él. Si bien es cierto que supo rodearse
representación y su base eran los actores, no el texto : en las dos horas de dura- de creadores de primera fila, como Paul Claudel, André Gide, Robert Desnos,
ción escénica había treinta minutos de diálogo y gran parte del mismo en forma lean Cocteau, Alejo Carpentier, Darius Milhaud o Pierre Boulez y que la cali-
de canciones corales o cantos religiosos. No había decorados y el vestuario y la dad de sus producciones es incuestionable , Barrault fue un director ecléctico,
utilería eran mínimos . Los actores no llevaban nada más que unas cintas a las que lejos de desarrollar las utopías artaudianas, perfeccionó los esquem as de
que iban sujetos objetos simbólicos que representaban la pasión dominante de producción escénica practicados por los directores de los años veinte . Quedan
cada personaje. Mediante efectos vocales y gestos rítmicos, ellos mismos crea- en su haber las célebres escenificaciones de obras de Paul Claudel (con quien
ban el ambiente para las diversas escenas: correr y dar volteretas representaron compartía una profunda pasión por la cultura oriental), La zapatilla de raso
al río crecido , una luz y una danza atlante representaron las llamas del incendio, (1943) y Cristobal Colón (1953) y de La Orestiada (1955), donde se combinaba
o unas inclinac iones marcadas y mecánicas fueron los movimientos de los pica- la plástica gestual aprendida de la iconografía griega y apoyada con máscaras
dores de algodón en los campos . No había efectos de iluminación atmosférica y con la danza brasileña y africana. Son probablemente los tres mejores ejemplo s
ningún sonido emocional externo de música , siendo el único acompañamiento de lo que Barrault consideraba su teatro total'" .
un tam tam oEl único elemento ilusionista tradicional fue el atuendo diseñado
para la Madre cuando la actriz que desempeñaba el papel huía!'!.
Artaud destacó de Mientras agoni zo la creación de símbolos míticos
(como el centauro-caballo que Barrault creó imitando simultáneamente al ani-
mal y a su jinete) , la transferencia de estados emocionales a los espectadores por
medio de ritmos respiratorios, el uso del encantamiento y gestos estilizado s para

""A. Pcllcgrin i, o. eit. p. 24 . CL. Derrida . o. cit., p. 74 . '" J.L. Barrault , o. cit., p. 105.
'" Véase Jean Louis Barrault , Mi vida en el teatro, Fundamentos , Madrid. 1975, p. 197 Y Christopher Innes, " ' Ídem, p. 128.
Avant Ca rde Theatre. 1892-1992, Routlcdge , Londres, 1993, p. 98 . '" Véase Christopher Innes, El teatro sagrado . El ritua l y la vanguardia , F.C.E., México. 1982, pp. 132-143.

100 101
6. Ejercicios de silencio

Las tensiones del arte hacia la autonomía , la musicalización de la imagen y


la disolución de la palabra en movim iento y en cuerpo, la recuperación de dimen-
siones cultuales... se enfrentan, tras el traumatismo de la segunda guerra mundial,
a la experiencia de la destrucción y de la ruina. A este lado del Atlántico, la musi-
calización del arte se detiene, la precariedad de la situación de postguerra hace
cambiar el sentido del primitivismo de la vanguardia , la palabra vuelve a ser útil,
y el drama de las formas parece un juego de niños enfrentado al dram a de la des-
trucción . La tensión de la esce na hacia la imagen desaparece definiti vamente
durante algunos años en Europa. Frente a la búsqueda de la pureza, de la espiri-
tualidad o de la claridad de la máquina, de la ilustración por el montaje , se abre el
tiempo de la contaminación, de la dispersión, del relajamiento de la forma .
Habrá que resistir el embate de los existencialismos y del absurd o, de la
comedia social, del teatro realista..., recup eraciones de esquemas escénicos que la
vanguardia histórica había intentado y creído superar. En ese tiempo de disper-
sión, sin embargo, aparece n aún algunas obras que se esfuerzan en mantener vivo
el impulso secreto de la historia, en utilizar el lenguaje mismo como punzón de la
historia.
Las literaturas de vanguardia, y en especial la expresionista y la surrealista,
habían iniciado ya en los años veinte una investigación sobre el lenguaje en la
cual la dimensión plástica y sonora de éste eran consideradas incluso por encima
de la habitual dimensión semántica y sintáctica . Esta investigación no estaba muy
lejana en sus principios , aunque sí mucho en sus realizaciones, de la que por los
mismos años llevara a cabo James Joyce en su Ulises y, más tarde , en Finnegans
Wake. Joyce había intentado la elaboració n de un lenguaje universal basado en la
música-significante de las palabras. No se acepta la pérdida de la relación semán-
tica sin más: se trata de construir otros modos de significar, que se alejan de la
convención y de la evidencia, que se extienden más allá de la palabra, a todo el
libro , o que se concentran en una letra, sin dejar por ello de existir en ningún caso .
La relajación del esfuerzo significante condujo en dos direccio nes: hacia la come-
dia, que obvia o instrurnentaliza el problema de la no-significación (lo nesco), y

103
hac ia la tragedia (he redera , no obstante, de la ironía de Joyce), que asume el Artaud lo intenta en el cuerpo; Beckett , en la palabra . Si bien el autor irlandés se
problema y tiende al silencio. nutre tanto de l surrealismo como de la obra de Joyce , se des marca de ambos
"Lo bello es lo inesperado'?" , La proposición de Aragon encierra en cier- mediante su renu ncia a la universa lidad. Joyce escribía con vocac ión de pleno
to modo el programa poético de Ionesco, que hace suya la crítica surrealista al sentido, por la elaboración de un lenguaje absoluto: "yo - aclara Beckett- escri-
lengu aje y exp lora los caminos abiertos po r el drama surrea lista (Vitrac). La bo porque tengo que esc ribir"!" ,
comicidad en Ionesco tiene la misma intención crítica que la de sus colegas rea- Beckett (co mo Brecht , que también renunció a las reso nancias y escri bía
listas Dürrenmatt o Frisch; pero , en tanto éstos recurren a la caricatura y a la palabras que no sig nificaban más allá de su superficie) asume la nueva pobreza,
farsa , Ionesco opta por cuestionar el medio de comunicación social por exce len- que nada tiene que ver con la pobreza primitivi sta de los vanguardis tas que cre-
cia, el lenguaje verba l, para evidenciar el vacío de las relacione s humanas en la cieron en tom o a la prime ra guerra mundial, sino con la pobreza real , física , sin
sociedad occidental. El dramatismo de La cantante Calva (1950) es casi acci- esperanza , de los supervivientes a la segunda guerra . En el abandono del inglés
dent al: surge de la sorp resa que le produce al autor el encuentro de un diálogo por el francés , sin dud a hay un resto de intención vanguardista / positiva. Pero
en un curso de inglés en que dos parejas casadas se informa n solemnemente no se puede dudar de la parte de verdad que encierra su declaración de 1968,
sobre lo que debería ser obvio para ambas'" , No deja de ser interesa nte la fuen- cuando afirma haber optado por el francés "para empo brecerse aún más" . La
te: en un curso de idiomas ; se trata de reprod ucir el pro ceso de repetición búsqueda de la pobreza es coincidente con la búsqueda de la reducción, que es
medi ante el cua l aprende el niño , pero, en este caso , ese proceso de repetició n una for ma de intentar orie ntarse en un período de "decadencia de la cultura
carece de intención comunicativa . Esta artific ialidad puede ser considerada sin- occidental" . Invirtiendo la separación original de la luz y las tinieblas, Beckett
tomática de las relaciones comunicativas en genera l. nos sitúa en un mund o en que el día resulta indiscernible de la noche , en que la
En sus realizaciones escé nicas , la dramaturgia de Ionesco aportó tan poco repetición es la única acción posible, y la existencia, como el lenguaje , tiende
como la surrealista . El estreno de La cantante Calva corrió a cargo de Nicolas inevi tablemente al vacío'" ,
Bataille y, después de diversos experimentos, se optó por respet ar absol utamen - " Empleo las pala bras qu e me has enseñado . Si ya no significan nada
te las formas tradi cionales, como si se tratara de una obra seria. Probablemente enséñame otras o deja que me calle" !" . Según H. Pinter hay dos tipos de silen-
sean los montajes co nvencionales los que mejor destacan los hallazgos verbales cio: "uno , cuando no se dice una sola palabra; otro , cuando qui zás se emplea un
y situac iona les de Ionesco; y es precisamente esta exigencia de convención lo torrente de palabras" ?". Beckett somete a sus personajes a la charlatanería , o
que hace de sus propuestas textos literariamente a considerar , pero escénica- más bien, los convierte en soportes de un hablar autónomo y sin refere nte, de
mente no interesantes. La cantante calva , que se presenta como "anti-pieza" , es una voz que viene de fuera, a veces directamente (Eh, l oe), otras , filtrá ndose
un ejercicio de ironía dentro de la convención de la representación teatral al uso . por boca de los personaje s / actores . En ningún caso tiene el lenguaje una fun-
Algo similar, a pesar de la progresiva atenció n de Ionesco al dispositivo escéni- ción de comunicación, sin o de oc ulta miento: la catarata de palabras dice y
co , se puede decir de La lección, Las sillas, etc. Como en el caso de la drama- oculta tanto como el silencio: "no querer decir nada, no querer conocer nada, no
turgia surrealista, la única alteración real de la tradición consiste en la supresión ser capa z de deci r lo que piensas que quieres deci r, pero no dejar de decir en
del personaje , reduc ido a soporte de la palabra, intensificada, acelerada, desen- ningún momento" (Molloy). El lenguaje sirve para manifes tar la desintegración
caja da y convertida en único protagonista del conflicto dramático. del lenguaj e; las palabras son sonidos ; los personajes, mera voluntad de ex isten-
Cargado de la misma desesperanza , el j uego beckettiano con el lenguaje cia, que sólo puede sostenerse en el recur so a la palabra y la acción insignifican-
sí se tradujo en radica lidad teatral. De la última vanguardia, Beckett aprendió el te, pero continua .
ejercicio de la pobreza y, del mismo modo que Artaud lo puso en práctica iden- La necesi dad de movimiento y la ausencia de contenidos provocan una
tificando espíritu y epidermis, Beckett identificó la vida con la superficie de la ilusión de cambio, una conti nua metamorfosis, que no es más que una continua
palabra. Su decisión de esc ribir en francés tiene en parte este sentido: evi tar las
'" D. Bair, Samuel Becke tt , París, Fayard, 1979. p. 496.
connotac iones, esca par de la casa de las palabras, convertir el lenguaje en un '" E. Fischer-Lichte, Geschichte des Dramas . 2 Von der Romantik bis zur Gegenwart, Francke , Stuttgart, 1990.
fenómeno de supe rfic ie . Se aspira a la unidad de significa nte y sig nificado: p. 242.
''' S. Bcckett, Fin de par/ida , trad. de Ana M' Moix, Tusquets. Barcelona, 1986. p. 48.
'" L. Aragon y E. Triolet. Oeu vres romane sque s croisées , París, Roben Laffant, 1964. p. 17. cit en H. Béhar, ,., H. Pinter, "Writting for the theatre", en Compl ete Work: One, Gra ve Press, Nueva York, 1977. p. 14; c it. en
Sobre el teatro dada y surrealista. ed. cit. p. 155. F. García Tortosa "E l silencio en Esperando a Godot": en J. Bargalló y F. García (ed.), Samuel Beckett :
'" M. Esslin. The Theatre of the Absurd , Penguin Books. Londres. (tercera edición. 19RO). 199 1. p. 138. Palabra y silencio, CAT, Sevilla, 1991. p. 34.

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repetición: "Toda la vida las mismas preguntas, las mismas respuestas" . El fin artefactos ver bales y gestuales extraídos del catálogo de héroes dramátic os
se ide ntifica co n la repetición (Final de partida) y la repetició n anula el futuro y (Hamm) y cómicos (Clov) de la tradición europea'". Lo monstruoso de su per-
la memo ria (Los días fe lices): "y si algún día la tierra cubriese mis pec hos, sonalidad está subrayado por las limitaciones físicas, consecuencia de taras y
ento nces no hab ría visto nunca mis pech os , nadie nunca habría visto mis mutilaciones (como si el proceso de construcció n no hubiera podido ser comp le-
pechos" !" . Beckett devuelve al drama la capacidad de establecer un tiempo pre- tado con éxito) , o de limitaciones externas (pero no sabemos si la parte oculta
sente y absoluto, a costa de renunc iar a la historia y al proyecto . La carencia de del cuerpo de Winnie existe o ha existido alguna vez, o si la boca de No yo per-
referentes obliga a la resolución de lo humano en la repet ición mecánica del len- tenece o perteneció alguna vez a un cuerpo),
guaje y del gesto : el movimie nto de uno y otro es una sucesión de reacciones, La sensación de pulcritud que desprenden las obras de Beckett tiene que
que las resistencias van debilitando en un proceso de apagado infinito , similar al ver con esta existencia solitaria de la palabra, que en su concreción y en su repe-
que afec tó al mundo cósico , reducido a "ruidos [...] pequeños desmoronamien- tición se descubre como generadora de eternidad y silencio. La decrepitud , la
tos , pequeñ os derrumbamient os [...] las cosas" (Los días felices). descompo sición y la muerte, resultan, en las obras de Beckett , limpias. Y ello
C on Fi n de partida hab ría c re ad o Be ckett , segú n Ado rno , un porque se ha practicado un divorcio absoluto entre palabra y organismo . "La
' Kulturmüll', un molino para la trituración de la cultura: personajes reducidos a naturaleza nos ha olvidado " -se queja Hamm . "La naturaleza ya no existe"-
frag mentos recompuestos, diálogos caren tes de funció n y sentido, repetición sentencia Clov. " ¡No exis te la naturaleza! -exclama Hamm- ¡Qué exage ración" .
insistente de palabras y acció n, como el rodar de la piedra que tritura valores y Y Clov matiza : "En los alrededores" . La pérdida de la naturaleza es algo más
materiales . El avance del proceso va dejando cada vez menos márgenes a lo que la esc isión cuerpo / esp íritu. Es la escisión naturaleza / lenguaje. El indivi-
nuevo , va aleja ndo el rumor de las cosas y limitando las posibilidades de movi- duo ha desaparecido. No sabe dónde situarse, Se encuentra extraño en el cuerpo.
miento . En Los días f elices ese proce so se resuelve de forma plástica , mediante Pero también se encuentra extraño en el lenguaje , pues tanto el cuerpo como el
el progresivo enterramiento de Winnie. La insignificancia del discurso coincide lenguaje refieren únicamente a sí mismos. Situarse en el lenguaje es anular lo
con la imp oten cia significante del cuerpo: " [...] Hay tan poco que deci r. humano . Pero lo mismo sucede situándose en el cuerpo. Lo único que queda es
(Pausa). Que se dice todo . (Pausa). Todo lo que se puede decir. (Pausa). Solía la vía ascética, el camino hacia la nada, la liberación tanto del cuerp o como del
pensar... (pausa)... digo que solía pensar que aprendería a hablar sola. (Pausa). lenguaje . "Es taré allí, en el viejo refugio , solo , frente al silencio y... (vacila)... la
Qu iero decir co nmigo misma , el desierto" . Se explora n las posibilidades del inercia. Si pudiera callarme, y quedarme tranquil o , acabaría con el sonido , y con
hablar sin cuerpo . Winnie acaba reducida al rostro . En No yo (1972 ), ya sólo el movimiento" !" .
queda rá la boca. La ascesis no se cumple en el eje rcicio de la escri tura, sino en el de la
La suplantación del cuerpo por el lenguaje implica una destrucción de la esce nificación. Esto da lugar a una atención cada vez mayor a la realiz ación
inmediatez dramátic a. Beckett lleva a sus últimas co nsecuencias la destrucción escé nica, que se traduce en primer lugar en el mismo proceso de escritura. Si
del personaje dramático , radicalizando las tentativas de Tzara, Vitrac o Ionesco . Esperando a Godot puede caracterizarse en su superficie como un texto dramá-
Ya no se trata de personajes que hablan palabras que no les pertenecen, sino de tico convenciona l, Los días f elices o buena parte de los textos breves (Cenizas,
figuras que , co mo el narrador de El Innombra ble , oyen sus prop ias palabras Vaivén, Comedia, Pasos, Impromptu de Ohio, Qué dónde y Catástrofe) codifi-
como si se tratara del discurso de otro (La última cinta, Eh, l oe) y aparecen can simultáneame nte lo verbal y lo gestual, incluyendo en algunos casos indica-
condenados a inventarse interlocutores para no estar solos (Cenizas, Compañía). ci on e s preci sas sob re e l espaci o, la ilumi naci ón, e tc., de modo que,
La destrucci ón de lo humano por la destrucción de su cuerpo no es menos radi- paradójicamente , el destruct or de lo corporal llega a un tipo de partitura escéni-
cal en las obras sin palabras: la descripción de la acción en los célebres Acto sin ca que R. Salvat com para a los proyectos de escritura je roglífica soñados por
palabras / y II es una serie de instrucciones precisas y secas, mediante las cua- Artaud. Lo que en cualquier caso resulta evidente es la sustitución del texto dra-
les el lenguaje impone su ley sobre la imagen y sobre la materia, sin distinción mático tradicional por un texto representacional'" . Beckett da así un paso más
entre lo sonoro y lo visual o entre lo obje tual y lo humano.
Ya desde los primeros textos, la descomp osición del personaje result a '" E. Fischer. o. cit., p. 245 -246 . Cf .. Salvat, "Aportaciones del teatro de S. Beckett", en J. Bargalló y F. García
evidente . Los person ajes son constructos, elaborado s a partir de fragmen tos, (cd.) , o . c it., p. J 27 ; A. Rodr íguez Ga go , " Prese ncia/ Ause ncia de l cu erpo en el últ imo teatro de Sarnuc l
Bcckett'' , en A.R .G . )' otros , "B eckett " , en Primer Acto, n" 206. noviem bre-diciem bre , 1984 , p. 18.
"' s. Beckett, Fin de part ida , ed . cit.. p. 69 .
'" S . Beckeu . Los días feli ces. ed . bilingüe de Antonia Rod ríguez Gago, Cáted ra, Madrid, 1989 . p. 191 . '" R. Salvar, o . cit., p. 129.

106 107
allá en la dire cción que marcó al empezar a escribir en francés, buscando un palabra para co nvertirla en gesto . El ges to es un fenómeno de superficie . El
total des ligamento de lo literario , para prac ticar el ejerc icio ascé tico que lleva a ges to es ante todo imagen . El trabaj o fís ico, voca l y mímico se convierte en
la conversió n de la palabra en ges to y de l gesto en silencio. ges to-imagen . Y se encue ntra así con el trabajo intelec tual, reducido a palabra-
Lógicamente, el desarrollo del texto repres entacional va unido a la priori- ges to . Encu entro en la superficie . A nulac ión vo luntar ia de la int erior id ad .
dad progresiva que Beckett otorgó al eje rcicio escénico sobre el literario y que Ejercic io ascé tico. Eje rcicio trágico . Beckett disfraza la tragedia de comedia .
le llevó a relativi zar co mpletamente el valor de los textos, considerados ahora Sab emos que la superficie impenetrable y có mica nos esco nde el dolor y la
-como ya hicieran Brecht y los constructivistas- como materiales suje tos a alte- angustia. Es ilícito hab lar de ellos . Beckett dirá que esta interpretación es inco-
raciones y transform aciones en función de la necesidad de la construcc ión escé - rrecta . Que el habl ar es siempre un hablar sin sentido y por ello mismo cómico .
nica . Y és ta se de sarr oll ab a med iante el es tablecimiento de una es tructura La conciencia de la comicidad lleva al abandono de la idea del trabaj o
rítmica, a base de movimientos, gestos, sonidos y material verbal, con una aten- artístico como una pro gresión hac ia la perfección (hacia la elaboración del
ción minuciosa a los detalles y con una insistencia absoluta en la concreción. drama) y a una opció n por una manipulación de los restos , ajena a toda preten-
Beckett coi nc idía co n Brecht en dar a los actores indic aciones es tric tamen te sió n de elaboración de una forma, que ahora se ide ntifica claramente con la
concre tas, relativas a la dicción o a la acció n; pero, a diferencia del brechtiano, rnuerte'" , De la ob ra en progreso joyceana, que suponía una primera anulación
el actor de Beckett no ten ía por qué hacer un ejercicio de comprensió n intelec- de la tensión forma l, se pasa a la escritura de "desperdicios" o de "manchas" de
tual: tenía que limit arse a actuar, del mismo modo que los textos de Beckett se Beckett, que no sólo renuncia a la form a, sino tambi én a la pretensión de un
limitaban a hablar o sus cuad ernos de dirección a medir y cuantificar (en el cua- valor artí stico uni ver sal y que se sustenta en la conc iencia de la pobreza, la
derno de Los días f elices se establece que Winnie ha de sonreír treinta veces y impotencia y la igno rancia. "A l final de mi obra no queda más que polvo -lo
ha de contar con cinco expresiones de felicidad y ocho de tristeza)!" . innornbrable-. En mi últim o libro - El Innombrable- hay una compl eta desint e-
Al final , Beckett nos dev uelve a Schopenhauer: la verdad se halla en la gración. Ni 'yo ' , ni ' tener ' , ni ' ser' . Nin gún nomin ativo , ningún acusativo , nin-
inconsciencia; el lenguaje no nos puede llevar a ella, sólo la música o la expe- gún verbo . No hay manera de continuar" !" .
riencia ascét ica. Si el arte de la época romántica había optado por la musicaliza- Después de El Innombrable , Beckett escri bió la mayo r parte de su obra
ción de los fenóme nos esté ticos, Becket t propond rá la vía de la ascesi s . teatral. Esto no es una contradicción: la no-continu idad de lo literario se reso lv ía
' Ascesis' sig nifica renun cia al yo. Esta renun cia, en el caso de Beckett, se pro- en su opció n por lo escénico . Y cuando la esc ritura escé nica mostró en toda su
duce por una anulación en la obra , y además en una obra cada vez más cargada fuerza la tensión hacia el gesto, el sonido y la image n, Beckett se dedicó a la
de silencio . Bair observa la radica lidad con que Beckett asumió el convertir la composic ión de obras para la radio y para la televisión . Pero su brevedad y su
escritura en la sustancia misma de su vida y cita al autor cuando afirma que "s u contenido seg uían fieles al propósito de renuncia a la forma y a la idea de qu e el
ex istencia es apagada y sin interés" y que "los profesore s saben de ella más que arte no tiene la función de ordenar, sino de buscar la forma de acomodar se en el
yo mismo" . La existencia se resue lve en una escritura que tiende a la acción y al caos. "Me gusta el orden - dice Clov-. Es mi sueño . Un mundo dond e todo estu-
silencio . "Sólo es eficaz el intenso ava nzar de las palabras hasta el núcleo del viera silencioso e inmóv il y cada cosa en su último lugar , bajo el polvo último" .
más Íntimo silencio. No creo que la palabra esté en modo alguno más lejos de lo La intenció n de escapar a ese orden , imag inado como ete rnidad y desierto , lleva
divino que la acció n real y por ello no es posible llegar hasta lo divino de otra a la búsqueda de una forma capaz de admitir el caos "y que no pretenda qu e el
manera que por medi o de sí mismo y de la propia pureza. Tomada en cambi o caos le es ajeno (...] Enco ntrar una forma que acoja la co nfusión, tal es ahora
como medi o, la palabra proli fera indebidamente"!" . mismo la tarea del artista"!" ,
Beckett le da la vuelta al surrealismo . El globo de la palabra, hinchado La ascesis beckettiana se revela entonces como el anverso de un impulso
por los surrealistas, que se meten dentro , ha estallado, y sólo qued a el pellejo , decidido hacia la co ntaminación. Cuando Beckett esc ribe que uno de sus obje ti-
con el que nue stro cuerp o se identific a. Pero ya hemo s perdido hasta el cuerpo . vos sería la escr itura de una obra que no precisara de actores para su ejecución ,
La piel es lo interno y lo externo. El ges to se resuelve en sí mismo . Y la palabra
en el ges to. Beckett destru ye el cuerpo para convertirlo en gesto . Destruye la '" cr.. Adorno, Teoría estética, Taurus, Madrid . 1980 , pp 49-50 .
'" Israel Shenkcr, nota sobre Beckett en New York Times (1956), recogida en Primer Acto, n° 233, 1lI1990, p.
10 .
...,A. Rodríguez Gago , "Beckett dirige Beckeu o e l arte de dar forma a la confusión". en Primer AclO n° 233
''' Testimonio de Tom Driver. e n Columbia University Forum, verallo 1961, pp. 2 1-25 , reproducido en Primer
11 . 1990 , pp. 18-37.
1\clO, n° 233. p. 12. CL. Deidre Bair, o . cit., p. 441.
"' Benjamin. Briefe , ed. por G . Scholern y Th. W. Adorno, Frankfurt a.M., 1966. vol. l. pp . 126 s.

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que fuera meramente texto'" , está replanteando el proyecto romántico-expresio-
nista de la supermarioneta, aplicado a la época de los ' rnass-media' , en la que la
materialidad de la marioneta puede ser sustituida por la virtualidad de los medios
de difusión electro-magnéticos. El texto representacional tiene brillantes exponen-
tes en las obras diseñadas para el medio televisivo (Trío fantasma, ...excepto las
nubes..., etc.)!", Pero lo que en general se aprecia en la obra madura de Beckett,
una vez destruido lo dramático, lo humano y lo artístico, es la nivelación de los
diversos materiales que intervienen en el proceso creativo (aglutinante), la consi-
deración indiferenciada de los elementos como materiales de superficie. Esto abre
infinitas posibilidades de juego, tanto con ellos, como con los medios utilizados
para su producción , de modo que la actividad dramatúrgica se desliga de su medio
tradicional -el teatro- y entra en un espacio de colisión y encuentro con otros len-
guajes y con otros medios que contribuyen a la transformación definitiva del con-
cepto mismo de escri tura escénica y refuerzan el acierto del concepto de texto
representacional.

A principio de los años cuarenta, Beckett manifestó su deseo de crear una


" literatura liberada de la palabra" , de rasgar el velo del lenguaje para poder
acce der a las cosas - o a la nada- que oc ulta . En 1955 , John Cage presenta Xanti Schawinski. Spectodrama. Black Mountain College , Carolina del Norte, 1936.
4 '33 ", una pieza para piano sin una sola nota: la ejec ución consiste en tres
movimientos de brazos del pianista, que señalan el final y el principio de cada no planteó un curso de teatro, sino un "estudio general de los fenómenos funda-
uno de los tiempo s de que se compone la pieza . La música es el silencio, o más mentales: espacio, forma, color, luz, sonido , música , movimiento , tiempo, etc." ,
bien , la música es el sonido natural (no-intencional) que el silencio intencional que tenía lugar en el escenario por ser en ese momento el mejor laboratorio para
nos perm ite escuch ar. la experim ent ación co n esto s fenó menos!" . Play, Life, Illusi on (1936-38) y
John Cage pasa por ser, junto a Marcel Duchamp , el punto de referencia Danza macabra (prese ntada en el M.o .M.A . en 1938) habían introducido un
obligado del arte de vanguardia norteamericano. También para el arte escénico . Su concepto de teatro independiente de la literatura dramática, que asumía la heren-
intervención en el Black Mountain College en 1952 suele ser considerada como el cia de la vanguardia europea (Bauhaus), pero que acentuaba el factor interdisci-
inicio de lo que muy pronto pasaría a denominarse 'happening' . En el verano de plinar. Schawinski entendió la interdiscipl inariedad de forma tan radical que
1948 (año de las primeras exposiciones de los expresionistas abstractos, de la llegó a defender un "trabajo co njunto de científicos, artistas, economistas, músi-
muerte de Artaud, de la publicación del Pequeño Organon , de Brecht, y de la cos , compositores, psicólogos, ingenieros y soci ólogos"!" .
redacción de Esperando a Godot), coinciden en el Black Mountain (Carolina del Este barrido de los límites entre los lenguajes artístico s y no artísticos
Norte) John Cage , Merce Cunningham, Willem de Kooning y Buckminster Fuller. prepara la idea de interdisciplinariedad sos tenida tamb ién por Cage : "Antes
Cage dio una serie de conferencias, entre ellas la famosa Def ensa de Satie, y, en teníamos barreras entre las artes [...] Ahora , tenemos una tan maravillosa des-
colaboración con los anteriores y algunos alumnos, interpretaron una obra de éste, trucció n de barreras que su crítica de un happening podría ser una pieza musical
La plaga de la Medusa , una comedia musical de 1913. o un experimento científico, o un viaje al Japón o también un viaje a su super-
Doce años antes (y tres después de la fundación del centro), Josef Albers, mercado local"!" , Esta co ntaminació n del terr itorio artístico se traduce en la
antiguo profesor de Bauhaus y responsable de la enseñanza artística desde 1933,
",' X. Schawinski, "F ro m the Bau haus to Black Mountain" , en TDR, vol. 12, n° 3a (T-5 1J. vera no 1971 . p. 44 .
llamó a Xanti Schawinski para que colaborara con él como profesor. Schawinski '" Hay qtle record ar que el Black Mountain era un ce ntro de enseñanza qtle , por sus planteami ento s holísticos,
atrajo con el tiem po a gran número de artistas . y llegó a ser co nocido co mo un " lugar secreto para la educa-
,., M. Blackman, " Mise en form e d'une piéce de Beckett : Play" . en Cahi ers Renaud Barrault, N° 110 . París . ció n interdisciplin ar" . Ver M .E. Harris. Tlie Arts al Black Mounta in Coll ege, Thc M IT Press , Camb ridz e
Gallim ard, c it. por J. Bargalló , o . cit., p. 22 . (Mass achuscus) y Londr es, 1987 , p. 15ss. -
'" CL. M. Esslin, o . cit ., pp . 42-43. ' ~ R . Koste lanetz, Entrevi sta a Jo/m Cage , Anagr ama , Barcelona. 1973, p. 56 .

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opción por un tipo de espectáculo escénico que permita la mezcla de los medios intensificación de la capacidad perceptiva y la conciencia del mundo material-".
y que no imponga un modo de recepción definido, sino que mantenga la anar- Sus planteamientos teatrales (Cage confesó en los años sesenta que el único tea-
quía como principio organizativo, de modo que cada oyente / espectador oiga o tro que le interesaba por entonces era el happening) derivan de esta idea : el tea-
vea lo que él quiera y que cada participante sea libre para alterar o improvisar tro es ante todo un fenómeno auditivo-visual (no intelectual); el principio de
sobre la partitura o guión . Cage concretó esta idea en el concepto de no-inten- yuxtaposición y coexistencia destruye cualquier resto de la causalidad dramáti-
cionalidad: pues la aspiración del arte es el encuentro con la vida y la vida es ca; el guión escénico se limita en muchos casos al establecimiento de tiempos,
básicamente no-intencional, el arte debe practicar la no-intencionalidad. Y Cage sin especificar el contenido de las acciones; la simultaneidad de acciones en
lleva esto a sus extremos cuando afirma que su música preferida es la que oímos espacios independientes impide la recepción de la totalidad y obliga a la elec-
cuando "sencillamente , nos quedamos quietos" o que, en tanto el teatro es algo ción del espectador; y, en general, el teatro se desliga de la institución y opta por
que "simplemente asocia la vista y el oído", "se puede incluso considerar como realizaciones en espacios atípicos , con ejecutantes atípicos (músicos, bailarines,
teatro la vida de todos los días'''" . artistas plásticos, aficionados ...) y con esquemas atípicos de producción .
"En el budismo Zen nada es o bueno o malo . O feo o bello ... El arte no Si la idea de teatro de Cage no tuvo demasiada incidencia en los círculo s
debería ser diferente de la vida, sino una acción incluida en la vida . Como toda teatrales profesionales (a excepción de algún grupo independiente como el
vida, con sus accidentes, sus casualidades y variedad y desorden y sólo even- Living Theatre), sí afectó decisivamente al ámbito de las artes plásticas y de la
tualmente belleza" . Con una lectura sobre la doctrina de la mente universal de danza , y abrió un campo de interesantes colaboraciones. Merce Cunningham
Huang Po y comentarios sobre el Zen, comenzó John Cage su intervención de había trabajado como primer bailarín en la compañía de Martha Graham, figura
1952 en el Black Mountain College. Los espectadores se sentaron formando mítica de la nueva danza norteamericana. Graham había practicado un tipo de
tres triángulos y con una taza blanca en la mano . A su alrededor, colgaban las danza dramática, basada en el principio "motion from emotion", contra la que
pinturas blancas de Robert Rauschenberg . Después de la lectura de los textos pronto reaccionarían bailarines más jóvenes, como Nikolais, Taylor o el propio
Zen y de algunos fragmentos del maestro Eckhart, Cage interpretó una compo- Cunningham. Se trataba de desmarcarse del estilo narrativo y reducir la danza a
sición con una radio, a lo cual siguieron los 'time brackets'. Cada ejecutante su esencia, es decir, a puro movimiento, libre de emoción , sentimiento o pensa-
había recibido un guión con indicación de los tiempos en que debía desarrollar miento literario . Las coreografías se elaboraban de acuerdo a criterios abstrac -
una acción, estar en silencio o inactivo . Nadie conocía la acción del otro (ni tos, a veces matemáticos, llegando a un nivel de abstracción que recuerda las
siquiera el propio Cage), ni sus tiempo s, de modo que no podía establecerse proféticas reflexiones de Kandinsky sobre la danza del futuro en De lo espiri-
ninguna causalidad entre las aciones . Simultáneamente, Rauscheberg ponía tual en el arte ' 67 .En ellas se anuncia el tratamiento no psicológico de la danza , el
discos viejos en un gramófono y David Tudor tocaba un piano preparado . rechazo del elemento expresivo y la consideración del bailarín como elemento
Después Tudor se dirigió a dos cubos, pasando agua de uno a otro , mientras plástico antes que humano (Nikolais), así como la utilización del movimiento
Charles Olsen y Mary Caroline Richards leían poesía ; Cunningham y otros bai- natural y la acción cotidiana como elementos coreográficos (Cunningham)'" .
laban por los pasillos , perseguidos por un perro furioso; en una esquina, Jay "Se me ocurrió que los bailarines podrían hacer los gestos que hacen ordinaria-
Watt tocaba exóticos instrumentos musicales, silbatos, chillidos de niños , y mente . Si éstos eran aceptados como movimientos en la vida diaria, ¿por qué no
Rauschenberg proyectaba diapositivas abstractas y minisecuencias de cine en el escenario?" . Para Cunningham, como para Cage, las fronteras entre el arte
sobre el techo, mostrando desde la cocina de la escuela hasta la puesta de sol. y la vida deben estar abiertas a un tránsito continuo; sobre todo, es importante el
Al final, cuatro muchachos vestidos de blanco vertían café en las tazas que abandono de la idea de representación: la obra no representa, es un momento de
habían sido distribuidas al inicio . La pieza había durado cuarenta y cinco minu- la realidad .
tos y Cage declaró que había sido un éxito . y que había cumplido su objetivo: Cunningham y Cage se encontraron en 1939 en la Cornish School of
"HACER TEATRO", es decir, "poner todas aquellas cosas juntas, para que la Performing Arts. Compartían el interés por el zen y el orientalismo , y ambos se
gente pudiese oír y ver" . situaban en una zona margina l en sus respectivos ámbitos. En 1953 se formó la
Cage apuesta por la anarquía , practica una liberación total de la tensión compañía de Cunningham , donde se integraron Cage , David Tudor y Robert
hacia la forma y define como única "fun ción moral" del arte la alteración e
""Ídem. p. 43-44.
"" Kandinsky, De lo espiritual en el arte. ed. cit., pp. 106-108.
''' Kostelanetz, o. cit. pp. 22 Y50-SI. "" er.. J. Roose Evans, Experimental Tlieatre , Routledge, Londres, 1989, pp. 91-100.

112 113
Rau sch en berg , junto a un di rect or de escen a , cinco bailarines y el propi o (des de colla ges infantiles hasta frag me ntos de obras cl ásicas) , Sobre este
Cunningham. "Siem pre pensé que había que atacar o cuestionarlo todo, en todas fondo , intervencio nes puntuales de diversa naturaleza y dimensión (desde reci-
direcciones. No sé si lo he conseguido , pero sentía que había que plantearse simul- tados de poemas y manifiestos, hasta el exprimir naranjas o manip ular objetos
táneamente las cuestiones del movimiento, del espacio , del tiempo, de la música, plásticos)!" .
de las artes visuales para, al mismo tiempo , permitir que cada elemento fuera más Kap row espacializó y puso en movimie nto las ' combine painti ngs ' o
independiente y fuerte"!". Esta idea define el tipo de relación que se establece entre 'assemblages' , que desde hacía algunos años venían desarrollando artistas como
los creadores: Cunningham le pide a Cage un tiempo de música; Cage toca durante Rauschenberg , Johns o él mismo , y creó un acontecimiento en el que se acumu-
ese tiempo; los bailarines no escuchan la música hasta el momento del ensayo laban y combinaban diversos medios artísticos , con una estructura departa men-
general. En el espectáculo, música y danza funcionan autónomamente; a veces, ni tal (tres espacios en seis partes inconexas), que, desarrollando las ideas de Cage,
siquiera sus tiempos tienen por qué coincidir. La relación de Cunningham con rompía la ca usalidad y la posibilidad de poder apre hender la totalidad (ni siquie-
Rauschenberg y, a partir de 1954, con Jasper Johns, era idéntica a la mantenida con ra una gran parte) de lo que acontecía . A esto habría que añadir la inclusión del
el músico: cada cual hacía su trabajo libremente , sin mutuas subordinaciones, y público en la acción, inevitable en la concepció n de la obra como rito-juego, y,
sólo con limitaciones estrictamente prácticas o técnicas 170 . consecuentemente, la irrepetibilidad del aconteci miento , Se crea así una drama-
Por lo que respecta a la estrategia compositiva, Cunningham hace suyas las turgia de uso , que se agota en la ejecución y que no puede ser completamente
ideas de Cage sobre la no-intencionalidad y la anarquía: utiliza procedimientos de codificada, ni tendría sentido hacerlo , pues la atención no está en el resultado
azar para la ordenación de las frases y de las secuencias, juega con un espacio des- (forma), sino exclusivamente en la acción y en la creación de una situación per-
centrado, o con multiplicidad de centros y, aplica la disciplina corporal aprendida ceptiva alterada.
del Zen a la producción del "schock de la libertad". "En el silencio existen muchas "Recientemente -escribía Susan Sontag en 1962-, ha aparecido en Nueva
cosas en potencia: caos y orden, confusión o modelo, todo en estado inculto; lo York un nuevo género de espec táculo, todavía esotér ico . Estos acontecimientos ,
invisible hecho visible es de naturaleza sagrada y, al danzar, Merce Cunningham
lucha por un arte sagrado'?" .

La revitalización de lo sagrado, o del elemento cultual del arte, es algo que


int eresó pr ofund am ente a bail arines (A nn Halp rim ) y crea dores escénic os
(Chaikin, Schechner) a partir de finales de los cincuenta y que, sin duda, está pre-
sente en las acciones relacionadas con el happening, en cierto modo un intento de
producir ritos contemporáneos. En la carta de invitación enviada por A. Kaprow
co n motivo de la presentación de 18 happenings en seis partes en la Reuben
Gallery de Nueva York, se deja constanc ia de la intención de desmarcarse del
ámbito de lo artístico (pintura, escultura, danza o música) y se advierte del carácter
participativo del acto: los invitados recibieron por correo bolsas, que contenían
papel, madera, fragmentos pintados, figurillas, se les informaba de la existencia de
tres habitaciones, "cada una diferente en tamaño y sentimiento" , y de que algunos
invitados actuarían también.
El aco ntecimiento tenía como base una yuxtaposición de sonidos (pro-
yecta dos media nte altavoces no sincro nizados) , movimientos mecánicos de los
ejecutantes (que a veces congelaban su posición) y proyecciones de imágene s

'·' Cunningham, cit. en D. Colomé, El indiscreto encanto de la danza, Turner, Madrid , 1989 , p. 41 . Carolee Schneeman y Robert Morrís. S ite . 1964. © Hans Namuth
1711David Vaughan, "Mcrcc Cunningham" , en Susan Sontag y otros. Cage -Cunningham-: Johns. Dance rs 0 /1 (1

Plane , Th ames and Hudson, Londres, 1990 , p. 86. croo Cage , en R. Kostclanetz, o. cit., p. 39 , '" Véase una descripció n de tallada en M. de Marinis , El nI/evo teatro, 1947-1970, Paidós, Barcelona. 1987 , p.
m Peter Brook, El espacio vacio , Penín sula, Barcelona , 1973, p. 79 . 65ss,

114
115
a primera vista, aparentemente un cruce entre exposició n de arte y represe nta- Schneeman, Yvonne Rainer, Lucinda Childs ...), que tuvieron cierta incide ncia
ción teatral , han reci bido el modesto , y en cierto modo burlón , nombre de hap- en alg unos creadores de l te at ro radical. Ric hard Sc hec h ner, di rec to r del
peni ngs . Han tenido por esce nario desvanes, pequeñas galerías de arte, patios y Performance Gro up y de la revista TDR, defendió las es trategias co ntami nantes
peq ueños teatros, ante públicos de, habitualmente, entre treinta y cien pe:sonas . del happ ening y del teatro ambiental como vías de aproximación a la vida, utili-
[...] No transcurren sobre un escenario convencional, sino en un espacio aba- zando las ca tego rías de ' puro' e 'impuro' para situar los polos antagónicos de
rrotado de obje tos que puede ser construi do , montado o enco ntrado, o las tres ' vida' y 'arte' . El intento de una creación próxi ma a la vida , o inserta en ella ,
cosas a un tiempo . En es te marco, cierto número de participantes, no actores, exigía una opción por la impureza.
ejec utan movimientos y man ipulan obje tos antifónicamente y en co ncie rto con En El obrero sonriente, Jim Dine apa recía vestido con túnica roja, manos
el aco mpañamie nto (a veces) de palabras, sonidos sin palabras , mú sica , luces y cabeza pintadas de rojo, una boca negra grande, bebía de jarras de pintura
intermi tentes y olore s. Los happenings no tienen argumento, aunque sí una mientras pintaba "AMO LO QUE SOY" en un gra n lienzo , antes de verter el
acción, o , mejó r aún , una serie de acciones y sucesos . Tamb ién ev ita el co nti- resto de la pintu ra sobre su cabeza y sa ltar so bre el lienzo . Olde nburg, en el
nu ado disc urso ra cio nal, aunque pued e conten e r pal abras co mo " He lp!" , es pacio de la Filma kers Cinemateq ue, trabajó , junto a Whit mann , sobre el co n-
"Voglio un bicchi. " "L ove me " , "c ar " , " O nee , two , three ...
. er e diI acqua, .
" 113 traste en tre la presencia física y la image n: Wh itman proyectaba imáge nes de
Susan Sont ag identificaba además algunos de los rasgos más sorprendentes del los ejecutantes sobre ellos mismos, añadiendo luz ultravioleta, que volvía pla-
nuevo medi o: el tratami ento que se dispensa al públic o , al que en mu ch as oca- nos los cuerpos, pero que , al mismo tiemp o, los hacía destacar de la pantalla y
siones se agrede , sin atender a su deseo de verlo todo ; el tratamien to del tiem- les deba una apariencia ex traña y fantástica. Robert Rauschenb erg , por su parte ,
po , lo imprevisible de la duración , que puede osc ilar entre diez y cu arent a y ejec utó Pelícano en 1963: junto a Alex Hay, aparec ió en el esce nar io provisto
c inco minut os; el método de co mpos ición, basado en la creación de una red con patines y moch ilas. Los dos patin adores giraban en tom o a una bailarina en
asimétrica de sorpresas, sustituye ndo la lógica del arte por la "a- lógica de los za pati llas de ball et , Carol yn Brown , que ejecutaba lent am ent e un a serie de
sueños" ; la del iberada fungibilidad, la ause ncia de resultado vendible; la preo- movimientos. Entonces las mochilas se abría n como paracaídas, lo que retarda-
cupac ión por los mater iales, entre los que se inclu ye a las personas, tratada s no ba consi dera blemente sus mov imie ntos 175.
como person ajes sino co mo objetos materiales y utili zadas a menu do violenta-
men te; la relación sensual y no instrume ntal de las personas co n los materi ales Precedidos por las antropometrías y el teatro del vacío de Yves Klein o
("arroja r pedazos de pan a un cubo de agua, disponer una mesa para una co mi- las escu lturas vivas y las acciones de Piero Ma nzon i, el happen ing europeo
da, enro llar una eno rme pantalla formando rizos sobre el sue lo, tender ropa"); tuvo dos protago nistas claves: 1.1. Lebe l y Wolf Vostell , a qu ienes hab ría que
la dispersión o amo ntonamien to de los objetos sobre el espac io, co ntraria a la aña dir la sing ular figura de 1. Beuys. En el "Manifiesto sobre el happ en ing" ,
disposic ión de los mismos propi a del teatro ... A partir de este análisis, So ntag hay una mayor incidencia en e! elemen to ex peri encial que en e l elemento per-
cre ía reconocer en el surrea lismo la matriz del happ enin g , co ncretame nte en el ce ptivo, privi leg iado por los neoyorqu inos; se deja se ntir co n más viole ncia la
principio de collage o yuxtaposic ión rad ical, y, tras refe rirse a Schwi tters y a herencia surrealista-artaudiana y tiene más peso la tensión del ar te hacia 10
Si mone de Beauvoir , record aba la lucidez con que Artaud se había ade lantado reli gioso : hay una inte nción ex plíci ta de recu per ar un len gu aje mítico , que
a las realizaci ones de los sese nta . "Artau d -concluye- muestra la co nexión entre es tablezca otros ca uces de relació n entre lo real y lo imaginario , sie ndo la pre-
tres rasgos típicos del happ ening : prim ero, su tratami ent o suprapersonal o tensión última, una vez más, la destru cción fin al de la dist inción arte-v ida. El
imperso nal de las pers onas; seg undo, su hincapié en el espec táculo y el sonido camino haci a e lla pasa por una intensifi cación de la rel ación co n el mundo ,
y su ind iferenci a respecto de! mundo; tercero , su confesado prop ósito de ag re- que abra nue vos márgen es de libe rtad a la vida psíqu ica del hombre!" .
dir al p úblico'?" . Una deri vaci ón del happ en ing , el Flu xu s, fue introducida en Europa por
En la década de los sese nta, se suce dieron una serie de happenings, obra Maciunas . La sustitució n del objetivo es tético por un obj eti vo soc ial y la as pi-
de artistas plástic os (Kaprow, Jim Din e , Claes Oldenburg, Wh itman), músico s ración a la supresión de la obra de arte y de todo el mercado artís tico asoc iado
(La Mo nte Young , Ril ey, Higgin gs) , bail ar ine/as y coreógrafo/as (Caro le
", Yvon ne Rainer, cit. en Rosel.e e Goldberg, o . cit., p. 14J.
u Susan Sontag. " Los ' happcnings": un arte de yuxtapos ición radical" . en Contra la interpretaci án ( 196 1-66).
o«..Mani fiesto sobre e l happening" ( 1966). en S. March án, Del art e obj etual al arte de concepto. Akal,
trad . de Horac io Vázquez Rial, Alfaguara. Madrid . 1996 . p. 340.
Madrid , 1988. p. 39 1.
'" ídem . p. 352.

116 117
a ella era el centro de la ideología sobre la que se sustentaban sus acciones, y que si las c~n.vierte en conc.eptos, que tienen como tema y como forma la barbarie y
conectaba con las formul aciones de Beuys sobre el "concepto ampliado de arte" el ~omm lO . Beuys no mterpr eta el texto ni lo ilustra, no es una parti tura para
o la "esc ultura socia l"!" , Partiendo de la idea de fluido, se eliminaba toda barrera estimularlo , el texto no maneja ni manipula su co nducta; sin embargo, es mate-
entre artes figurativas , teatro y música; palabra , sonido y gesto ; actor y público; rial acús tico , un preparado terminado al que Beuys se expone, con el que se
creador y sociedad; vida y forma... Defendiendo un concepto antropológico de ocu pa de diversas maneras y que no puede interiorizar. Repitiendo el texto lo
arte, Beuys señalaba la creatividad como facultad común a todos los hombres y traslada a su esfera, el ámbi to de una espontaneidad tan antiteatral, de una turba -
postulaba la posibilidad de desarroll arla en cualquier ámbito de la experiencia ción tan imperturbable , que en otras circunstancias apenas si podría sostenerse
hum ana, y no sólo en el interior de la institución artística . El arte recuperaba una en el escenario. Beuys impone contra el teatro , cont ra el espacio tradicional y la
función chamanística y volvía a entrelazarse íntimamente con la experiencia de fantasía literaria, su arte carente de ficción" 180 .
la magia y del rito, poniéndose a la esc ucha del "a lma de las cosas" y sirviendo
al desarrollo de la creatividad , identificada con la "c iencia de la libertad" . Paralelamente al desarrollo del happening, una serie de coreógrafo/as for-
En 1963 , Beuys organizó el primer concierto Fluxus en la Academia de mados, entre otros , con Ann Halprim y Merce Cunningham e igualmente influi-
Bell as Artes de Düsseldorf. Se hall aban present es tod as las ce leb ridades de dos por las ideas de John Cage se lanzaron a una serie de producciones que
Fluxus. En la primera velada Beuys realizó una Composic ión para 2 músicos; habrían de marcar el inicio de lo que más tarde fue denominado danza postmo-
en la siguiente , la Sinfon ía Siberiana, l e' tiempo. "Improv isó un movimiento derna'", El términ o ' postmoderna' tenía entonces un sentido puramente temp o-
libre, mezcló luego una pieza de Erik Satie, colgó la liebre jun to a una pizarra, ral: con él pretendían referirse a un tipo de danza que acontecía después de la
prep aró el piano co n montoncit os de arc illa, hincó en cada uno de ellos una danza moderna y no a un estilo filosófica mente ju stificado, como ocurriría una
rama, ató luego un alambre desde el piano hasta la liebre y le sacó a la liebre el década más tarde . Sin embargo, es posible reconocer algunos rasgos comu nes,
coraz ón"!" . Para Beuys, sus acc iones eran una espec ie de "j uego silencioso, que intentaré sintetizar a continuación. Lo más evidente es la intención de desa-
vuelto hacia sí mismo", que tenían al propio artista como principal destinatario. cra lizar la danza, co n el consecuente desprecio de l virtuos ismo; se recurre al
Esto es muy ev idente en acciones como Coyote: 1 like America and America movim iento natural (la acció n no distorsionada teatra lmente) como base de la
likes me (1974) : Beuys viajó envuelto en un manto de fieltro de Düsseldorf a coreografía, lo cual permite la participación de intérpretes sin formación técnica.
Nueva York, y, desde el aeropuerto, fue condu cido en una ambulancia hasta el Esta tensión hacia lo informal desplaza la atención del resultado al proceso, afec-
espacio donde habría de con vivir con un coyo te durante siete días. Allí mantuvo tando a la estructura misma de las coreografías, que dejan de ser comp osiciones
conve rsaciones privada s co n el animal y se comunicó con él a través de los con formas en sentido estricto para constituirse más bien como reglas, instruccio-
objetos: fie ltro , bastón, guantes , linterna, y el eje mplar diario de Wall Street: nes de improvisación o juegos con formas variables en función de la intervención
"Quería co nce ntrarme só lo en el coyote. Quer ía aislarme con él, no ver de del intérprete o intérpretes . El bailarín deja, por tanto , de ser un mero ejecutante
América más que el coyo te... e interc amb iar los papeles con él"179. para ser al mismo tiempo un cuerpo que piensa; esto conduce a una relajació n de
La comunicació n con los animales (liebre, coyote , caballo...) o la interac- la autoría que abre las posibilidades de una nueva danza populista, susceptible de
ción con la materia (fieltro, madera, grasa ...) son constantes en otras acciones de ser utilizada por perso nas o colectivos ajenos a su creado r, así como propicia las
Beuys: Cómo se le explican los cuadros a la liebre muerta (Düsseldorf, 1965), colabo raciones (la danza postmodema surgió como obra de un colectivo de per-
Eu rasia (Co pe nhag ue, 1966) , Corrie nte principal (Da rmstadt, 1967) o sonas afines que podían ser alternativamente creadores o intérpretes) . Las cola-
Iphigenie/Titus Andronicus (Frankfurt, 1969). Sobre esta última acció n (en la boraciones se producen con artistas de diversos medios, lo cual dota a la danza
que Beuys, cubierto por su capa de fieltro, recita ante el micrófono fragmentos postmoderna de un marcado carácter interdi sciplinar, siendo especialmente des-
de Goethe y Shakespeare acompaña do por el ruido de los cascos de un caballo tacable la atención a la imagen , a los objetos (en muchos casos utilizados como
blanco que tras él, co me plácidament e heno), escribió el d ramaturgo Both o base para improvisaciones) y al espacio. Los espacios de la nueva danza no son
Stra uss: " De los contenidos del collage uno sabe ya, si recuerda las dos piezas, los de la danza moderna, sino en muchos casos los mismos del happening, es

'" V. H . Sta che lhaus , Joseph Beuys, Parsifal , Barcelona. 1990. pp. 7 1-88; Hor ac io Fcrnand cz , " Descansa en 'M B. Strauss, Crítica teatral: las nue vas fronteros , Ged isa , Barce lona , 1989, p. 22.
tus heridas" (Dos sier Joscph Beuys), en Creac i án, n"2. Madrid , 1990 . ''' El libro ese nc ial para un co noc imiento ge neral de la da nza postm odern a y la rea lizac ión de sus principales
"' H. Stachelhaus. o. cit. p. 147. protagoni stas es el de Sa lly Banes , Terpsichore in sneakerr. Post-moder n Dance ( 1977), Wesleyan Universitv
'''). Beuys , e it. en R.L. Go ldber g , o. cit. , p. 151 . Press , Hano vcr. NH. 1987 . -

118
119
decir, galerías de arte, museos, estudios de artistas o bailarines, tejados, aparca- Steve Paxton, por su parte, se interesó también por la dimensión física del
mientos, iglesias, granjas , casas de campo... Por último, conforme al espíritu de movimiento y exploró las posibilidades del cuerpo como máquina física. Del
la época, la danza postmodema estuvo marcada por la búsqueda de formas de mismo modo que Simone Forti buscó en el juego y más tarde en el movimiento
conocimiento no racional y no científico, con un profundo interés por la filosofía de los animales principios estructuradores de sus danzas, Steve Paxton hizo del
oriental sobre la que ya había llamado la atención Cage en su acción de 1952 y caminar uno de los elementos característicos de su creación. Satisfaciendo al
que formaría parte nuclear de la teoría estética del músico. amante ( 1967) fue la apoteosis del caminar: se trataba de una danza para un
Partiendo de la exploración de las posibilidades del propio cuerpo, los grupo de entre treinta y ochenta personas que cruzaban la escena, parándose o
creadores de la danza postmoderna, muchos de los cuales trabajaron juntos en sentándose de acuerdo a una part itura escrita. Paxton utilizó fotografías, docu-
el Judson Dance Theater, fueron capaces de desarrollar estructuras dramatúr- mentos históricos o acciones cotidianas como base para otras danzas.
gicas nuevas, que habrían de condicionar el desarrollo de la danza y el teatro Trisha Brown jugó con máquinas dinámicas, como monopatines, cajas
posteriores . Así , Simone Forti hizo del juego infantil su princi pal procedi- con ruedas, automóviles... para establecer la base temporal o incluso espacial de
miento de construcció n dramatúrgica. En Balancín (See Saw) , explotaba las sus coreografías. Interesada por la interacción con el público, hizo a éste partíci-
posibilidades de movimiento de este instrumento lúdico, inspirándose en el pe de sus danzas, hasta el punto de cederle la iniciativa en el desarrollo de algu-
cual el escultor Robert Morris construyó una estructura anclada a la pared con na de ellas (Yellowbelly, 1969). Pero su principal aportación dramatúrgica fue la
cuerdas elásticas , con la que el propio Morris e Yvonne Rainer jugaban; des- utilización de la acumulación a partir de 1971 como principio compositivo. Las
pués, mientras Robert Morris leía una revista de arte, Rainer ejecutaba una acumulaciones podían afectar al movimiento del cuerpo (construyendo series de
danza improvisada a partir de la impresión de una chaqueta lanzada al suelo movimientos acumulados: l ; 1,2; 1,2,3; 1,2,3,4; etc.) o al discurso o discursos
por Forti. En Huddle (Montón), probablemente una de las piezas más célebres narrativos pronunciados por la intérprete durante la ejecución de la danza. Por
de Forti, un conjunto de intérpretes amo ntonados en círculos concé ntricos otra parte, las acumulaciones podían ser interpretadas por un número indefinido
escalaban la piña de cuerpos para bajar por el otro lado, sin orden previo esta- de ejecutantes y en cualquier espacio.
blecido ni más reglas que la de cruzar sobre las espaldas y cabezas de los
demás; el resultad o, más que una coreografía, era una especie de escultura en
movimiento en torno a la cual podía caminar el público. En los años setenta,
Forti buscó sus modelos en el movimiento de los animales, y especialmente
en el arrastrarse .
Yvonne Rainer, la más prolífica y polémica del Judson Dance Theater,
propuso una nueva danza que reorganizara la "presencia objetiva de las cosas" ,
incluyendo entre las "cosas" al propio cuerpo humano. Su gran aportación a la
danza postmodema de los primeros años fue el Trío A, considerado por muchos
la "pirueta de la danza postmoderna" . Se trataba, en cambio de una anti-pirueta:
una frase de cuatro minutos y medio representada originalmente como una serie
de tres solos simultáneos realizados por Yvonne Rainer, Steve Paxton y David
Gordon en la Judson Church el !O de enero de 1966 y a la que se dio el nombre
de La mente es un músculo, parte l . La frase completa estaba interpretada sin
-....=e-'~Ul
inflexiones, dando la impresión de una superficie llana y sin esfuerzo, a pesar de
que muchos de los movimientos requerían tensión y eran bastante complejos. Al
carecer de pausas y énfasis, la danza hacía desaparecer al espectador la percep-
r:: fl
---~--
'- --- J

-- r -
- -- - -1-5::- .

ción del peso, del tiempo y el espacio, quedando como único objeto de atención
el fluir mismo del movimiento!" .
Trisha Brown, Pieza de tejados . Nueva York , 1973. © Babette Mangolt e .
''' Véase Sa lly Sanes. o . cit., pp. 44-50 .

120 121
David Gordon, Lucinda Childs, Meredith Monk, Deborah Hay, Douglas
Dunn y Kenneth King, en colaboración con los anteriores y con artistas plásti-
cos como Rauschenberg, Jim Dine, Claes Oldenburg o Sol LeWitt, enriquecie-
ron considerablemente el lenguaje de la danza, proyectándola más allá de las
fronteras de su medio. Los casos más claros son el de Meredith Monk, cuya
dedicación a la música fue previa a la danza y que creó espectáculos interdisci-
plinares, algunos de ellos en colaboración con quien más tarde sería un impor-
tante director escénico, Ping Chong, y el de Lucinda Childs, quien, a pesar de la 7. Rein venciones de la tragedia
precisión geométrica y cronométrica de sus coreografías aparentemente hermé-
ticas, realizó importantes colaboraciones con Robert Wilson, no sólo como
coreógrafa sino también como actriz. Si los ' Lehrst ücke' cierran la época revolucionaria, las puestas de Brecht
Se trata probablemente de un momento fundacional de la danza contem- en el Berliner Ensemble marcan una de las referencias ineludibles en el panora-
poránea, a partir del cual se abrió una infinita gama de posibilidades, tanto para ma teatral europeo de los cincuenta. El Berliner se convierte en centro de aten-
la danza como para las artes colindantes, entre ellas el teatro. El consciente des- ción de las miradas de dramaturgos, directores y actores, que siguen viendo en
dibujamiento de los límites entre los medios, que justifica la aparición del hap- Brecht al revolucionario de hacía unos años. Brecht había abandonado la revo-
pening y de la danza postmoderna, creó también el espacio adecuado para el lución; sin embargo, aún aportó alguna enseñanza.
surgimiento de un medio nuevo, el 'performance art' o arte de acción, dentro del La humanidad de Brecht, como dice Brook, estaba más en sus montajes
cual cabría englobar algunas de las realizaciones posteriores de muchos de los que en sus textos. Y eso era lo más fascinante de él. Pero la humanidad no podía
artistas comentados hasta ahora. ser codificada. Brecht, consciente de la naturaleza de la obra escénica, intentó
mostrar que el modo de transmitirla no podía ser el texto dramático / literario,
sino el ' Modell'. El Modelo (texto + fotografía + indicaciones escénicas + docu-
mentación dramatúrgica) era el medio menos deforrnante para la comunicación
no-escénica del Gesto. Pues, para Brecht, el lenguaje de la escena no era la pala-
bra, ni la acción, sino el Gesto, que contenía a ambas. El Gesto era lo que debía
ser transmitido, porque era el Gesto lo que debía ser escenificado.
En adelante ya no tendría sentido enfrentarse a la puesta en escena de un
texto de Brecht. Sólo sería coherente decir que se esté escenificando a Brecht
cuando se está interpretando su Modelo, y, en ese caso, había que estar muy
seguro de poder estar a la altura. Por eso renuncia Brook a montar sus obras y
Müller afirma que "emplear a Brecht sin criticarlo es traici ón"!" . Porque sólo
traicionando se puede hacer aflorar otra humanidad, que ya no la brechtiana.
Según Dürrenmatt, la inadecuación del género trágico a la época contem-
poránea es debida a que nos propone un mundo configurado, en tanto la come-
dia nos presenta un mundo inacabado y en transforrnaci ón'" . Desde los años
veinte, había defendido Brecht la conveniencia de lo cómico por similares razo-
nes y sólo en la época revolucionaria había practicado cierta aproximación a lo
trágico (La medida). Pero, del mismo modo que las formas convencionales de
lonesco parecían contradecir su cinismo subversivo, también las formas cerra-

''' Brook. en D. Bablet, "con PETER BROO K el largo camino hacia la percepció n". en Pipirijaina , n" 25.
abril, 1983. p. 42 ; Müller. "F atzer- Kcuner" , en Tea/ro escogido . Primer Acto . Madrid, 1990, p . 70 .
'" F. Dürrenmatl, Theaterprobtcme ( 1954/55), p. 120 .

122 123
das de las obras épicas o las comedias de Dürrenmatt exig ían esce nificaciones que persiguieron a Aristóteles, temeroso de la puesta en peligro del orden esta-
poco abiertas a las intervenciones contami nantes que la comedia teóricamente blecido, son rescatados por los grupos de vanguardia de los años sese nta, que se
posibil itaba. La cont am inación, en cualquier caso, quedaba reducida al texto. lanzan a la elaboración de dramaturgias agresivas cont ra el orden de la co ncien-
Sin el opt imismo de la vanguardia histórica, los años sesenta se presentan cia occid ental a partir de la experiencia del propio cuerp o .
como un período de búsqueda de otros medios de com unicac ión, ya no califica- Desde el punto de vista de la elaboración arquit ectónica de la pieza, es
dos como nuevos lenguajes, sino co mo instrumentos construidos por la contami- importante el magisterio de Brecht. No es de extrañar, pues el interés estético se
naci ón y la me zcl a de los viejos medi os . En este pro ceso , la dram aturgia confundía en estos años con el político hasta punto s insospechados. El cruce de
épico-dialéctica de Brecht ofrece técnicas para la articulaci ón de un discurso de Brecht (revolución de la razón) con Artaud (revolución de la locura y del sexo)
lo fragmentario, pero , por su retorno a la forma cerr ada (al ' Modell' ) resulta dio excelentes fruto s. En cualquier caso , lo que se tomó del dram a brecht iano
insuficie nte para la elaboración de propuestas radicales o revolucionarias . La fue la com ponente épica, los recur sos narrati vos introducidos por él de forma
ascesis ges tual beckettiana y los procedimi entos aleator ios practicados por el programática a partir de 1930: el extrañamiento, el entrar y salir del actor en el
happening ofrecen otros estímulos y vías de acción para una serie de creadores personaj e, la inclusi ón de canciones, documentos, imágene s, la manipulación de
dominados nuevamente por un impulso integrador de los diversos medios, por los textos clásicos, la desvergüen za en el plagio y el montaj e, la dialéctica como
un abandono de los esquemas habituales de comprensión del trabajo actoral y modo de relación con el espectador , al que se exige una toma de conciencia y
dramatú rgico y por un intento de recuperar otras formas de comunicación , que una respuesta, j unto a la definici ón del Gesto como núcle o de la creación escé-
tanto el teatro como el arte han perd ido . Ello conll eva una transformación radi- nica . Pero lo que en Brecht son instrumentos de la racionalidad , del drama , en
cal de las concepci ones dram atú rgicas trad icion al es, una alt er ación de los los grupos radicales de los años sese nta son instrumentos de la ' c tredad ", de la
esquemas espac io-tempora les, una abolició n o cambio sustancial de la idea de revolución, de la traged ia.
personaje, y, ante todo , una recup eración fuerte de la idea de tragedia. El recurso dramatú rgico al fragmento y al montaje parecí a la forma más
La lucha contra la forma , en este caso concretada como lucha contra el eficaz de situarse entre Brecht y Artaud . Dejando de lado el resurgir de ciertas
drama , responde a la intenc ión fuertemente revolucionaria que caracteri za a propue stas naturalist as, la dramaturgia de postguerra en Europa puede estudiar-
buena parte del arte de vanguardia en los años sesenta. El desprecio de la forma se desde esas categorías : diversos modos de tratar con el fragmento y el monta-
produce el definiti vo de splazamiento (que ya se venía produ ciendo desde la je. El absurdo, en gra n medida , es un disfrazar el montaj e de fragmentos con
époc a surrea lista) de la intenci ón estética haci a la acción , haci a el elemento apariencia dram ática: se trataba de un eje rcicio de cini smo; denunciar mediante
experiencia!. La recuperación de la idea de acción frente a la idea de forma, el la palabra la falsedad de la palabra, denunciar mediante el teatro la falsedad de
desplazam iento de sig nificado, dent ro de l concepto de mimesis, de la represen- lo escé nico. La soc iedad se lo pasó bien , sin dud a, ante esas piezas. Otra dimen-
tación a la acción , marcarían el inicio de un nuevo inten to por superar la heren- sión adquiere la técnica de lo frag mentario en el teatro docum ental , especia l-
cia de la poét ica aristotélica y recuperar, una vez más, la esenci a de lo trágico mente el alemán. Los texto s parad igm áticos son los de Peter Weiss, desde el
que aquélla escondía: si sólo desde la comedia se puede ejercer la crítica, sólo famoso Marat-Sade hasta El Proceso o el montaje sobre Vietnam. Aquí lo docu -
desde la tragedi a es posibl e la revolución (no es casual que La medida sea lo mental invade la superficie de lo dram ático . El dram a se abre y el conflicto se
más parec ido a una tragedia dentro de la producción brechti ana). dispersa. Hay un intento de recuperar el teatro com o foro . Y ello a costa de la
Pasados los años de la postguerra , el pensamiento de Artaud sale nueva- destruc ción de la clau sura dramática tradiciona!. Sin embargo, no es extraño que
mente a la luz. Algunos experimentos ocultos se dan a conocer y surge un movi- el trabajo que más incidencia tuvo fue precisamente el más recl amable desde el
mi ento en el á mb ito de lo esc énico que propone d iv er sas lecturas de la ámbito de la ficción cerrada: Marat-Sade, presentado por Peter Brook en 1965.
rein vención artaudiana de lo trágico. Es decir, de la lectura de la tragedia más Tanto las dramaturgias del absurdo com o la co media realista, como el
allá de la transform ación aristotélica. Lo fundamental es la recuperación de la drama documental , por exce lentes que fueran algunas de las propu estas escéni-
mimesi s origin aria , entendida como un eje rcicio corporal con conexiones tras- cas deri vadas de ellas , se siguen inscribi endo en el ámbito de la institución tea-
cendentes . Este eje rcicio, que prim ariamente puede tener un sentido de libera- tral y, por tanto , en una concepció n del teatro como divertimento (por muy serio
ción estr ictame nte personal, a lo sumo de comu nicació n ya no intersubjetiv a, que éste fuera ) , que co ntrasta con la reaparición de una idea de teatro co mo
sino intercorpora l, se co nvierte en un ejercicio de crítica al poder. Los fantasmas aco nteci miento de mat riz cultual o religiosa , simultánea a la percibid a en el

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ámbito de la danza (Ann Halp rim) o de la acción (H. Nitsch , O. Mühl y su la tendencia hacia el abandono de la conce pción tradicional de lo escé nico y a
Orgías, Misterios, Teatrov". Lo religioso tiene presencia ante todo como mode- un entendim iento del teatro como ejercic io de liberación de la " locura funesta" .
lo de comunicación entre el espec táculo y sus receptores: se tiende a convertir la "Artaud dijo lo que noso tros pensamo s: que la civ ilizació n occidental es bárba-
contemplación de la acción en participación en el acto . La carga religiosa , así ra, deshuma nizada " . La crueldad, propuesta como antídoto por Artaud, se tradu-
como su orien tación , varía según los individuos. En algunos trabajos se limita a ce sez ún la form ulación de Ju lian Beck , en la necesi dad de " conj urar al
, '"
la introducción de lenguajes rituales. En otros , afecta a la composición global y monstruo que llevamos dentro" como único medio para "abatir al monstruo
a la intención misma del espectácu lo. La religión va siempre enlazada a la recu- exterior" (Frankenstein, en 1965). Tres palabras de Rimbaud, "CAMBIAR LA
peración de la capacidad subve rsiva de la tragedia . VIDA" servi rán de lema a la creación de estos años , empeñada en la concil ia-
ción de dos reivindicaciones comp lementarias: la exigencia poética de la ' vida
"Aumentar la co nciencia, poner de relieve el carácter sagrado de la vida y verdadera ' y la lucha política contra la explotación y la opresión!" .
abatir los muro s" , as í definía Juli an Beck en 1968 los obje tivos del Li ving En el planteami ento de esas dos reivind icaciones está en cierto modo
Theatre!" . Fund ado en 1946 por Jud ith Malina (que había estud iado algunos implícita la intenció n de una conciliación de las propuestas de Brecht y las de
años con Piscator) y Julian Beck (más ligado al mundo de la plástica), el Living Artaud , mediadas por las técnicas de com posición aleatorias desarrolladas en
se dedica dur ante casi una década a investigaciones de carácter formal (decla- los años anteriores . La Prisión , de Kenneth Brown es el texto que les permitirá
mación y movimiento) y estilístico en torno a la idea de un teatro poético, que poner en práctica esas ideas. Brown había recogido en un texto breve, fruto de
dará paso en la segunda mitad de los cincuenta a una serie de escenificaciones una experiencia autobiográfica, el desarrollo de una jorn ada en una prisión mili-
marcadas por los procesos de improvisación y azar (tomados de Cage y el hap- tar norteameric ana en Japón . El principal hallazgo de Malina, fue el plantear el
pening) y por la idea de teatro dentro del teatro. La conexión, de Jack Gelber, proceso de ensayos como una recreación de la vivencia de los marines prisione-
puede ser considerad a el punto final de este período . Un grupo de heroinómanos ros, para lo que se recur rió a asumir el Manual del marine como texto base
esperan al intermediario, la conexión , que les traerá la droga; la espera, esce nifi- para el establecimiento de un reglamento de ensayos que introducía una rela-
cada en clave hiperrealista, carece de acción y provoca al espectador por su len-
tidud y su prosa ísmo . Como los personajes de Esta noche se improvisa , los
heroin óm anos rech azab an sus papel es , murmurando en tono co nspira torio,
mirando fija mente al público , y ofrecié ndoles co nfesio nes abruptas , disconti-
nuas y gratuitas expl icando su atracció n por ese estilo de vida. A veces eran fil-
mados por dos cá maras, lo que les obligaban a sonreír artificialm ent e . La
esce na, desnud a e iluminada por una bombilla de luz verde, estaba domin ada
por un fondo surrea lista pintado por Beck: dos pirámides egipcias en un desier-
to , rodeadas de palmeras, un cielo turquesa y un ojo Magritte. A un lado , un
cuarteto de jazz, cuyos miemb ros tenían libertad para actuar con los actores . De
esta interacc ión surge una nueva disposición actoral: "Cuando yo toco el saxo
sigo siendo quien soy; no transfiero todo mi ser a otra persona ficticia"!" . El
rechazo de la transformación del actor y el manten imiento de la prop ia persona
en escena será una de las claves del trabajo posterior del Living y de buena
parte del teatro contemporáneo posterior.
En el verano de 1958, Mary Caro line Richards había llevado a los direc-
tores del Living The atre el texto de El teatro y su doble , de Antonin Artaud , aún
inédito en su versión inglesa . La lectura de Artaud produjo una reafirma ción de
Living Teathre. La prisión, de Kenneth Brown, Nueva York, 1963.
'" V. B. Strauss, o . cit., p . 35-38 .
'" Julian Beck, en Primer Acto, n'' 99. agosto . 1968. p. 16.
rs John Tytell , The Living Theatre. Arl. Exile (/11(1Outrage, Gro vc Press, Nueva York, 1995, p. 156. '" Jean Jacquot , "The Living Th eatre" . en Les votes de 1(/ création théátrale l . C.N .R.S ., París. 1970 , p. \ 81.

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c ió n de vio le ncia e ntre los propi os ac tores . La fuert e d isci plina co rpora l la contemplación. Como otros utopistas de ideologías tan diversas como Appia,
(Artaud!Meyerho ld) y la inmer sió n vivenc ial en el proceso ga rantizaban la Schreyer o Brecht , tambi én Beck formula en estos años el sueño de una época
autenticidad de la representación , en que cada golpe asestado sobre el actor-pri- "e n la que el mismo Living Theatre desa parecerá con el desarrollo de esa socie-
sionero era realmente sentido por el espec tador, aun cuando entre ambos media- dad que dará vida a otras formas de teatro" . La considerac ión del teatro como
ra una alamb rada , que acrecen taba el dolo r y la impotencia , y, por tanto , la un medio para la experiencia de lo otro y la transformación personal se acentúa
provocaci ón. " La Prisión es el Teatro de la Crue ldad . Aquí está la esenc ia del en un proceso que concluir á el año de la revoluc ión estudiantil con el céleb re
Living Theatre . Es imposible salirse, como de un sueño"!" . Para transmitir la Paradise nolV (Paraíso ahora) . El objetivo declarado es para lelo al formulado
necesidad de libertad no era suficie nte clar ificar las condiciones de la opresión por Cage y los creadores del happening: ampl iar el ámbito de lo sensible para
(Brecht), era preciso vivirlas, y vivirlas tambi én en su dimensión oscura (como desa rrollar la capacidad de la conciencia, al tiempo que se tiende a anular la
sueño) . división de funciones actor! espectado r y a "activar la participación en una
Malin a recurrió a la improv isación y consideró el texto como material no vivencia común"!" : " Só lo el es ta r juntos - reci tan los ac tores en Misterios
definitivo. Tampoco se enfrentó a la puesta en escena con un cuaderno de direc- (\ 964)- ! impulsa hacia ! la belleza cuya exce lencia y armonía muestran cómo
ción definido: " Yo preparo un drama sumergiéndome en sus misterios más que deberán ser las cosas " .
redactand o una serie de precisas notas de dirección". Ya en La conexión, Malina En 1965 , estrenan Frankenstein , un espectáculo que recoge las lectura s
había cre ado una estructura que permitía a los actores imp rovisar versos sin de Reich y Marcuse y que insiste en la idea de representar la propia violencia en
romper la intención del drama. Se trataba de abandonar no sólo la sujeción al el espacio escénico para evitar su desarrollo en el espacio de la convivencia . El
texto dramático, sino también al cuaderno de dirección y permitir una integra- texto juega aquí un papel más importante que en Misterios , pero no se vuelve al
ción más profunda de los actores co mo creadores del espectáculo. Esto implica- teatro de autor: en el programa del estreno se hacía constar que la obra había
ba una reducción del protagonismo de lo literario y una potenciación del gesto y sido "im aginada y puesta en movimiento por J. Malin a y J. Beck y ejec utada
la imagen . El resultado fue un trabajo artaudiano , según testimonio de Beck , por la com pañía del Living Theatre" . En la comp osición del texto se recurre a la
" un espectáculo de pocas palabras, de gestos , de sonidos, de acciones compues- técnica del collage: oraciones en latín, frases o palabras repetidas en distinta s
tas y rítmicas". En los años anteriores el trabajo con el texto poético se había lengua s, ex tractos de libros, palabras sueltas, poemas de Whitm an y de Mao
desarrollado com o un progresivo aleja mie nto de esquemas de co municación Tse-Tung... En un momento se lee el London Times, con lo que se introduce un
intelectuales (Doctor Faust us lights the ligh t , de Gertru de Stein ) hacia una elemento aleatorio en el collage; esta lectura alterna con diálogos construidos
"co nmoc ión de las vísceras", un "asa lto total" al espectado r en el sentido pro- sobre el modelo del cómic o las películas de ciencia ficció n: " DÉDALO: Yo soy
puesto por Artaud. Entre ambos extremos, quedaba una zona de atención a lo Dédalo el gran Ingeniero. Yo soy el autor de las grandes invenciones y de las
pre-verbal, muy presente en el texto de Paul Goodman El jov en discípulo. En el hermosas máquin as. Yo he descubierto el arte de volar. ! ÍCARO: Yo soy Ícaro,
prefacio a esta obr a, el autor declaraba que había sido su intención poner de hijo de Dédalo. Qu iero vo lar. Padre , gra n Ingeni er o , enséñame a vo lar. !
relieve "e l estremecimiento, el latido , la respiración afanosa, el estallido de ira" , DÉDALO : Es difícil y peligroso . No te acerques demasiado al sol. Pues tus alas
y se quejaba de la incapacidad de los actores contemporáneos para la ejecución se fundir ían"!" . El texto continúa con extractos de El anarquista , de Irvin L.
de tales propósito s, al tiempo que proponía una vuelta hacia lo pre-verbal, para- Horowitz, gritos, lucha s, el monólogo extraído de Mary Shelley, que empieza a
lela a la reducción de la pintura al color y la forma. Precisamente esa opción ser declamado muy laboriosamente, sonido a sonido, remedando el proceso de
abstractiva, que pasaba por una cesión de protagonismo creativo al actor y un aprendizaje del mon struo , y acaba con gritos. Evidentemente, la concepción del
entrenamiento más centrad o en lo físico-vocal que en lo declamatorio , y más en texto como collage es incompatible con la pervi vencia de personajes: los actores
la exploración de lo inconsciente que en la investigación psicológica, fue uno de tienen una presenc ia propia en la escena; como ya ocurriera en el happening o
los pilares del trabajo del Living en los años siguientes. en algunas piezas de Beckett, los actores no interpretan , ejec utan; como ya anti-
Exiliado en Europa a partir de 1963, el Living se convierte en una comu- cipara Brecht en algun os ' Lehrstücke ', los actores no practic an el 'co mo si',
nidad vagabunda, decidid a por la creación colectiva y por la ruptura de las con- son.
venciones teatrales, que establece n un espacio para la acción y un espacio para
""'Raoui Siccalona-Lcvy. " El Living , ahora". en Primer Acto, n'' 135 , agosto 1971 , p. 63-67
I'l l Jacquot observaque estos diálogos están escritos a partir del modelo del cómic o de las películas de ciencia
'" Julian Beck, en Primer Acm . n" 99 . agos to. 1968. p. 23 . ficción: J . Jacquot. o . cit., p. 193-203 .

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La aprox imación más fuerte del Living a Brecht se produce con el monta- que guía el trabajo a nivel ideológico funciona igualm ente a nivel formal. El
je de Antígona , de Sófocles, realizado a parti r de la adaptac ión y el Modelo proyecto seguía siendo el mismo que en La Prisión: cambi ar el mundo , cam-
brech tiano (que Malina estudia meticulosamente), pero introduciendo propues- biando nuestra propia vida. La radicalidad anti-ilusionista y el fuerte compromi-
tas aprendidas de Artaud. "El esquema de Brecht , viene a decirnos el Living, es so ex perie ncia l lle vaban a una creac ión que se situaba en los límites de lo
válido , pero el hom bre no sólo es una entidad ligada a una estructura y a una artístico , en la encrucijada de lo político y lo religioso .
disy untiva mora l, sino tambié n dolor, sexo, memoria, violencia"!". Para Beck y
Malin a, Antígona ofrece la posibilidad de replantea r el trabajo a partir de textos Jerzy Groto wski , atento a los modelos cultuales orientales, plantea su
poéticos, al que se dedicaron en los primeros cincuenta, en un intento de demos- trabajo como un ejerci cio hacia el rito , Los intérpretes son estimulados a part i-
trar que la destrucció n de la componente intelectual, denostada por Artaud , no cipar en un ritual de celebración y de transgresión destinado a suscitar en el
tenía por qué implicar necesariamente la destrucción de lo verbal y lo dramáti- espectador un efecto catártico. El teatr o es concebido como un lugar de comu-
co, "porque posiblemente la palabra es el hecho más grande creado por el hom- nicación es piritual y el es pectado r debe acudir a él en busca de ese tipo de
bre". De lo que se trataba era de liberarla de la intelec tualidad y el engaño y comunicación, El teatro es un acto de élite, porque es un acto de amor, un ejer-
redescub rirla en su función poética y mágica, aliada entonces de la subversión y cicio de integración , "Aquí observaremos la función terapéutica del teatro para
la lucha contra el poder:" . la gente, en nuestra civilización actual" , En el abrirse y desnudarse del actor
Pero Antígona no se desarrollaba en absoluto como la puesta en escena de hay una invitació n al espectador, que hace del teat ro un " acto del más profun-
un texto poético: la transposición del contenid o dramático en imágenes superaba do , radical y genuino amor entre dos seres humanos" y que permite nombrarlo
con mucho lo ilustrativo y generaba un discurso propio , cuya lógica y encadena- co mo "a cto total"!" . La radicalización de esta idea llevará a Grotowski en los
miento resulta imposible transcribir en palabras. El espectáculo era una transfor- años setenta al aban do no de la represe ntació n teatral y a la búsqueda de lo que
ma ci ón co ns ta nte de veinte c uer po s en mo vimi ento qu e se ag reg aban, él denomin ó "e ncuentros", que situaba más allá del teatro y del arte , pue s tam-
dispersaban, oponían... La poesía no era ya algo excl usivamente dependi ente de bién el arte acabó mostránd ose como un impedim ento en la lucha por la inte-
la declamación , sino que se transmitía orgánicamente mediante el movimiento y gración.
la imagen . Una vez más, el actor no se limita a la interpretación de un personaje , Desde sus orígenes, la investigación de Grotowski va dirigida hacia la
sino que se convierte en soporte orgánico de símbolos y metáfora s y contribuye consec ución de una comunicación que las palabras ya no satisfacen, O más
a la co mposició n dinámica de personajes o mitos supra-individuales'" . bien , que las palabras nunca han satisfecho , Pero en ese momento en que la pre-
La inmers ión del individuo en una acción colectiva llega a su máxima cariedad de la comunicación social se hace más evidente, aparece la nece sidad
ex pres ión en Para íso Ahora , un espectáculo con un complejo y accid ent ado de una comunicación a niveles no intelectuale s. La implicación física del espec-
proceso de creación, que acabó primando sobre el resultado mismo (des pués de tador por vía de la proximidad y de la indefinición de los límites entre la escena
una primera fase en Sicilia, hay un periodo de ensayos en París, al aire libre , en y la sala, y consecuentemente de la ficción y lo real (la tensión y el sufrimiento
una co muna que crecía día a día hasta llegar a varios centenares de personas). del actor no pueden fingirse). Junto a la idea del teatro como rito y como trage-
En la propuesta final casi no hay texto. La estructura encierra paralelismos con dia, Grotowski comparte con Artaud y el Living un rechazo de lo intelectual ,
los "tiempos" de Cage, pero también con la de los Misterios. El orden de suce- una opción por lo asociativo. La asociación "e s algo que brota no sólo de la
sión de los Misterios está definido , pero el contenido de cada no de ellos se mente, sino también del cuerpo. Es un retorno hacia una memoria concreta. [...]
encu entra abierto tanto a la improvisación de los actores como de los espectado- Los recuerd os son siempre reacciones físicas: Es nuestra piel la que no ha olvi-
res, que intervienen activam ente en el espect áculo . No sólo se asume en el inte- dado , nuestros ojos los que no han olvidado , Lo que hemos oído puede resonar
rior del mismo la participación del público, sino incluso el establecimiento de aún en nuestro interior. Se trata entonces de realizar un acto concreto ..." 196,
debates y polémicas, a veces violentas , tanto sobre cuestiones político- ideológi- Grotowski insiste en la no intervención del cerebro. Por eje mplo, en el trabajo
cas, co mo sobre cuestiones de planteamiento artístico-escénico. La permi sividad co n los resonadores: no se trata de controlar el cuerpo , se trata de hablar con el
cuerpo , de que el cuerpo hable y construya , Evidentemente , el privilegio del
'" José Monleón . " Oc Brccht al Living" . Primer Acto . n" 9 l . diciembre 1967. p. 39.
"' Renzo Casali. "A ntonin Artaud, Living Theatre y neo-capitalismo" , en Primer Acto . n" 9 1. diciembre 1967 .
p. 55. '0'.' 1. Grotows ki, " Declarac ión de principios", en Teatro laboratorio , Tusqucts , Barcelona , 1980 p. 40.
''' V.J. Jacquot. o . cit. . p. 243. ''' J . Grotowski, " La co nferencia de Skara" (1966), o. cit , p. 25.

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cuerpo co mo lugar de acceso a lo espiri tual da preeminencia al actor, frente al
aut or dramáti co o el director, para con vert irse en cent ro del trabajo escé nico.
Frente a las deformacion es de lo que él ca taloga como teatro intelectual,
teatro-di stracción, tea tro-decoració n, teatro-total, Gro towski pro pone abandonar
el principio wagneriano de la síntesis de las artes y, en vez de aña dir , suprimir:
"¿ Sin qu é puede existir el teatro? ¿Pu ede existir sin vestuario y sin decorados?
Sí. ¿Puede ex istir sin j uegos de luz? Sí. ¿Sin texto ? La histor ia del teatro nos lo
co nfirma. El texto es un elemento que aparece en plena evo lución del teatro, y
no es de los prime ros que aparece . Pero, ¿puede el teatro existir sin el acto r? No
con ozco ningún ejemplo"!" . Obviamente , Grotowski prescind e de la considera-
ción de Lo. escena de Craig , los juegos lumínicos de Baila , las escenas plásticas
de Kandinsky... Pero tal presc inde ncia está más que j ustificada en cuanto res-
pue sta a la necesidad histórica de ree ncontrar los cauc es de comun icación inter-
subje tiva : " Podemos , pues , definir el teatro co mo lo que oc urre entre el actor y
el espectador" . El texto no es eliminado, pero queda como trampolín. No es en
la obra literaria donde reside la parte cre adora del teatro. Su func ión es más bien
Grotowski. Apocalipsis COIl fi guras . Wroclaw, J 968.
la de estímulo. El auténtico trabajo creador se ce ntra en torno al cuerpo y la voz
del actor. La elaboración de la forma es una eli mi nación de lo superfluo , una eli- En los presupuestos del trabajo de Grotowski , según recordaba Flasze n en
minación de lo que se resiste al significado . Grotowski la compara co n el traba- 1967 (en una conferencia pron unciada en París con el título "Después de la van-
j o del es cultor: " utilización co nsciente del martill o y el cince l" . Estudia r un guardia"), estaba el ir más allá de la literatura. "E l teatro empieza donde acaba la
movi mie nto, seg uirlo en su artic ulació n hasta poder obtener un ideog rama. El palabra" . Se trataba desde un princi pio de construir un lenguaje que no fuera el de
texto es un ins trumen to para el actor inmerso en ese proce so forma l: " El texto es las palabras y que no significara del mismo modo que las palabras. Flaszen recor-
un instrumento para seccionarse a sí mismo , para analizarse y reco brar el con- daba que en el trabajo actoral no había lugar para la intelectualización . El discurso
tacto co n los de más". Pero lo import ante es co municar, y lo que Grotowski pre- se desarrollaba media nte acciones . Se empleaba "un lenguaje de imágenes y no el
tende comuni car resulta en muchos casos inaccesible a la palabra. lenguaje de llamar a las cosas por sus nombre s". Lo que se buscaba era un lengua-
Una vez más e l tea tro se plant ea como obje tivo la man ifestación de lo je que co nsistía en una cadena de asoc iaciones, pero que no se referían a la mente ,
inexp resabl e y se encuentra con las limit acion es del teatro co nvencio nal; en este "s ino a la totalidad de nuestro ser"!" . Gro tows ki aclara este punto con un ejem plo
caso, con las limit aciones qu e Grotowski percibe tanto en el natur alismo como contunde nte: al interp retar el papel de Virgen, se puede interpretar la maternidad,
en los len gu ajes co rpo rales der ivados de Meyerhold o Dalcroze . Lo inexpresa- y la maternidad es común a las muje res y a las vacas . Hay que desc ubrir el lado
ble es el mito , o más bien, el origen del contenido de los mitos a partir de la desconocido de las cosas . Hay que seguir la investigación del detalle sin detenerse
ex periencia perso nal. Descub rir el fondo oc ulto de nosotros mism os, que es lo en las conve nciones religiosas, morales o estéticas .
que se ex terioriza en los mitos, y manifestarlo sensi blemente mediante un nuevo Ese proceso de inves tigació n que aspira a raspar lo más profundo del inte-
len guaje . Se aspira entonces a que el actor co nstruya, a base de so nidos y ges- rior ind ividual y colectivo arranca, en el trabajo de Gro towski, de una primera
tos , su propi o lenguaje psicoan alíti co , del mismo modo que el poet a construye relación con el texto . Co mo el Livin g, Grotowski nunca negó la necesidad de par-
el suyo med iante palabr as . He aquí el sentido del entre namiento propu esto por tir de un texto , sí que la puesta en escena se limitara a una ilustración de la pala-
Grotowski: la co nstrucción de un leng uaje teatral artificial, composiciones voca- bra . El texto , segú n Gro towsk i, de bía ser un bisturí, para "abrirnos, trasce nde r
les y físicas ge nerado ras de rep resent aciones que sign ifican no literalmente , sino nuestro yo, descubr ir aquello que está oculto en nosotros e ir hacia los dem ás" y
por vía de la asoc iación y de la ilusión . un tram polín que dé impul so al "proceso de provocación al público'?" .

''' E. Barba y J. Grotowski, "E I nuevo testamento del teatro" (1964). en J. Grotowski, Hacia un teatro pobre . '" L. Flaszen. "Convcrsations with Ludwik Flaszen" (recogidas por Eric Forsythc), en Educat íonal Theatre
trad. de Margo Glantz. Siglo XXI. México. 1970 . p. 26 . Journal, 1978, vol. 30/3. pp. 30 1-338, pp. 305 Y 3 16.
'''''Cf.. M. de Marinis. o. cit., p. 105.

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"A unque nuestro teatro use con frecue ncia textos clásicos, es un teatro con- El texto de Calderón, en una puesta en escena co nvencional, podría ser
temporáneo porque confronta nuestras raíce s y nuestros estereo tipos actuales, y interpretado desde diversas opcio nes ideológicas y estéticas, pero Gro tows ki no
nos permite co nsiderar nuestro hoy desde la perspectiva de nuestro ayer, y nuestro escenifica el texto de Calderón desde una de esas opciones, compone un nuevo
ayer desde la perspe ctiva de nuestro hoy. Aunque este teatro vaya hasta un len- texto, que sólo tiene sentido en func ión de la puesta en escena desarrollad a por él.
guaje del gesto y del sonido elemen tales , percep tible más allá del tejido de la pala- El texto de Gro towski sin la puesta en escena es un materia l muerto . Por tanto,
bra, un lenguaje que puede compre nder un hombre que desconozca el idioma en habrá que co nsiderar que la escritura escénica auténtica se hace directamente en
que la represen tación se da , no obstante tal teatro debe ser un teatro nacional, por- escena . Y que el drama ya no está co ntenido en las palabras que se pron uncian,
que se alimen ta de la introspección y está sumido en el super-Yo socia l formado sino en la acción, desde la que las palabras adqu ieren sentido.
en un clim a nacional definido e inseparable de él'?",La inclinación de Grotowski Serge Ouaknine muestra en su estudio sobre la escenifi cación de El prínci-
hacia los textos clásicos se debe, como resulta evidente en el texto anterior, a su pe Constante el proceso cond ucente a la elaboración del espec táculo'?'. El texto es
interés de profundizar en los contenidos arraigados en la psique de la sociedad, en un punto de partid a co n el cual se elabora un primer guión, en que ya se tiene en
trabajar con ese conj unto de imáge nes colectivas profundas, que faciliten el proce- cuenta ciertos eleme ntos: persona lidad de los actores, personalidad del actor prin-
so de comun icación asociativa pre-verbal: "los mitos, que no son una estructur a cipal, musicalidad, espacio escénico ... Pero la partitura sólo se establece al final
del espíritu, sino que son, por así decirlo, heredados a través de la propia sangre, del proceso creativo , en que la elaboración de signos por parte de los actore s y la
la religión, la cultura y el clima ." Obviamente, co n tales objet ivos , el modo de interacción de los signos actorale s con los signos músico -espacia les son decisivos.
abordar las obras del pasado com porta un buen grado de transgresión , considerado El texto original ha sufrido transformaciones sustanciales (para algunos, incluso,
a veces como traición por los defenso res de lo literal: la destrucción del acade mi- esenc iales)?', Pero el texto no consti tuye sino una parte de la partitura, enriq ueci-
cismo , no obstante, es el único modo de salvar el espírit u. da por elementos hallados en el proceso vivido de construcción. El protagonismo
En Akropolis, de Wyspianski , y en Dr. Faust, de Marlowe , el texto se man- de la personalidad de los actores en la reelaboración del texto, hace que la elabo-
tiene casi intacto . La intervención se limita a algunas interpo laciones, repeticio- ración grotow skiana de la partitura sea algo más que un ejerc icio dra matúrgico en
nes , cam bio s de orden . Pero tales ligeras intervencio nes a nive l tex tual so n el sentido tradicional y se constituya en creac ión de una nueva obra. Las diferen-
compensadas por interve nciones a nivel escé nico que dan orientaciones comple- cias entre el guión de Calderón-S lowacki y la creac ión de Grotowski, resumidas
tamente nuevas a los textos originales. Una vez más encontramos en Grot owski por Ouaknine, muestran bien clarame nte lo justificado de considera r la segunda
la idea de la partitura. M .K. Byrski, en un artículo sobre "Grotowski y la tradi - como una nueva obra y su partitura como un nuevo drama'" .
ción india" ju stifica la elecc ión de Shakuntala (estrenada en diciembre de 1960) En la nueva versión, hay escen as sin pa lab ras, que en la part itu ra se
por ofrece rse como " una partitura" que podía ser ejec utada co n "abso luta libertad resu el ven como un a descri pc ión de te xtos y acc ión (secuencias 3, 4 , 12,
para su instrumentació n" . En efec to , Grotowski habla de una musicalidad escéni- 25 -baile- , 3 1, 33 , 35, 37,4 1). Se int roducen e le me ntos ex tra ños al texto: gri-
ca , que nada tiene que ver con la musica lizac ión de la escena abstrac ta vanguar- tos de rap aces, silbos de páj aro s , ru ido de vie nto, mea culpa, aplausos, risa s,
dista, sino que va asocia da al ritmo de las voces, a la intensi dad del movimiento, ruid o de botas . La acción y el ges to no siempre correspo nden a la palabra y al
a la melodía de la entonación y el gesto ... Una música orgá nica, que enlaza lo soni do , actúa n a veces en cont radicción . En e l tra tamie nto del texto se huye
verbal y lo cor pora l a través del ritmo, de la altura y de la intensidad . de l modo psicológico conven cion al, y se opta por la intro ducció n de modo s
Este tipo de composición musical-orgánica alca nza un mome nto álgido
en la elab oración de El príncipe constante en 1965. La com pos ición de El prín- », s. Ouakn ine , " Le Prince Co nstant" , en J. Jacqu ot (ed .), o. cit. , p . 39.
cipe Constante respeta algunas esce nas del original. Pero en buena parte se trata ' " E. Bentley considera absurdo que Grotowski se felicite por haber concentrad o en un acto el contenido inter-
no de los tres actos ca lderonianos, pues considera que "s u sentido está indisolublemente ligado a la estructura
de una composición nueva . En alg unos cas os , la propuesta dramatúrgica se en tres actos: de otro modo el propio Ca lderón la habría reducido a un acto : era un maestro de l acto único" .
opone al origi nal. En otros, introdu ce acciones mera mente gest uales o mímicas. Grotowski tomó de Calderó n un contenido que . para él. era el contenido interior. Podría haber tomado el con -
tenido interior de un cuadro o de una música como punto de partida. Y a partir de ahí construyó una nueva
Se recom ponen los monólogos y los diálogos. La analogía entre el Príncipe y
forma , que emplea ba ele mentos de superficie ext raídos del drama-modelo . El resultado. aunque las palabras
Cristo, que es, ante todo , un recurso icónico , decide la estructura misma de la coincidieran en algunos casos, era un nuevo drama directamente emanado de las necesidades de la escena. Lo
composición . importante es el ac ierto del es pectáculo. Si el es pectác ulo era acerta do -como el propio Bentlcy reconocía- ola
dramaturgia tamb ién de bía se r ace rtada . Cf .. J . Kumiega. The theatre o] Grotowski , Meth ucn, Londr es y
Nueva York . 1985 . p . 77.
2<JO J . Grotowski, "Actor santo y actor cortesa no" (entrevista de E. Barba). en Teatro laboratorio. ed . cit, p. 69 . " .'S . Ouaknine. o. c it., p. 46 .

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musicales. La presencia de lo musical es tan fuerte, que S. Ouaknine ha llegado
a sugerir una interpretación musical de la arquitectura del espect áculo'" .
Que la partitura funciona de manera diferente al texto dramático lo
muestra también Ouaknine en un segundo cuadro'" . En el texto de Calderón-
Slowacki (en una puesta tradicional del mismo) la palabra es el soporte de la
acci ón , la estructur a del espectáculo sigue la estructura literaria y el papel
constituye la estructura del actor. En la propuesta de Grotowski , la partitura es
la estructura del espectáculo y del actor (motivaciones, acciones, reacciones,
contactos, signos). La partitura psico-física del actor no tiene una estructura
literaria, sino orgánica. El espectáculo no es representación de un drama histó-
rico , sino acontecimi ento vivido.

Bajo el signo de Artaud, Peter Brook, que en veinte años de dedicación a


la escena había dirigido teatro, cine, televisión, ópera y espectáculos musicales,
decidi ó fundar en 1962 un Laboratorio de Investigación dentro de la Royal
Shakespeare Company. La invitación a Jerzy Grotowski para que trabajara con
los actores y la propia experimentación sobre el teatro de la crueldad fueron la
base sobre la que Brook construyó dos años más tarde uno de sus montajes más
Peter Brook. Orghast, Persépolis (Irán), 1971.
celebrados: Marat -Sade, de Peter Weiss. Brook, apasionado de Shakespeare y
desconfiado de un teatro sin autores, encontró en la obra de Weiss el texto idó- zó las ideas contenidas en ella para desarrollar un juego escénico disociado del
neo para dar salida a sus investigaciones y proponer una nueva forma, resultante drama. Es cierto que el texto, por su propia estructura de teatro dentro del teatro y
del encuentro de Artaud con Brecht y de Brecht con Beckett. por superponer la acción de dos personajes contradictorios (Marat-Sade), propicia-
Lo que a Brook le interesaba en el texto de Weiss era la acumulación de ba la disociación: de tiempos, de espacios, de la acción respecto a la palabra en el
los diversos niveles de extrañamiento, su eclecticismo, el choque continuo de caso de los locos, Explotando estas posibilidades, Brook desarrolló un trabajo de
los diversos estilos utilizados, la amalgama, la yuxtaposición de lo serio y lo creación escénica paralelo e incluso independiente de la estructura dramática, a la
cómico , lo noble y lo popular, lo literario y lo vulgar, lo intelectual y lo físi- cual sólo al final del proceso retomó.
206
C0 • Esto le permitió montar lo escénico con lo literario sin poner lo uno al Pero la insaciable curiosidad de Peter Brook le llevó a explorar los lenguajes
servic io de lo otro. Durante los ensayos, Brook se dedicó a establecer conver- no verbales de muy diversas maneras a partir de entonces. "Hemos olvidado por
sacio nes sobre la locura: se pidió a los actores que recordaran sus contactos completo el silencio, incluso nos molesta; [...] y desconocemos que también el
con la locura y que buscaran "i mágenes cinéticas de insania" . Así se fue cons- silencio está permitido, que también el silencio es bueno.'?" Invitado por Barrault a
truyendo el espectáculo como una serie de happenings, separados por diálo- París, Brook fundó en 1970 el Centro Internacional de Investigación Teatral, con-
gos, principalmente entre Sade y Marat. vertido en 1974 en Centro Internacional de la Creación Teatral. Su objetivo era la
Prescindiendo de la limitación literaria, Brook se apropió del núcleo de la constitución de un grupo internacional de actores a quienes uniera no sólo el traba-
obra, las imáge nes, el lenguaje, las situaciones y las ideas , para iniciar una jo artístico, sino también "un modo de vida común". Con ellos Brook se lanzó a la
exploración sobre la violencia por medio de juegos teatrales, esos juegos que el búsqueda de formas de comunicación inmediatas, prelingüísticas y, por tanto, no
propio Sade habría desarrollado en Charenton. Su propósito: conseguir un tea- condicionadas por la lengua, la cultura o la raza. Se trataba de descubrir "lo que el
tro inmediato, de perturbación y de shock. Brook no montó la obra de Weiss, utili- cuerpo es capaz de asumir,en silencio, a través del gesto, mediante el sonido puro,
y sobre la relación posible entre estos elementos y la expresión verbal"?". Para ello,
"" Ídem. p. 1l9.
''' Ídem, p. 125.
"" Brook, citado en David Williarns (ed.). Pera Brook: o theatrical casebook, Methuen. Londres. 1988; y P. ''' Peler Brook. o. cit .. p. 64 .
Brook El espacio vacío, ed . cit. p. 106 . ' '' P. Brook , en D. Bablet. "co n PETER BROOK el largo camino hacia la percepción" , ed. cit., p. 47.

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Brook abando nó en tres ocas iones Euro pa . En Irán, es tre nó Orghast ( 197 1), Ornitofil ene, uno de los prim eros espectác ulos importantes del Od in, pro-
un es pec táculo presen tad o en esce narios naturale s y arqu eológicos y e n el ponía una orga nizació n gro towsk iana del espacio , un recitado violento, cambios
que se partía de la hipótesis de que es posible es tablece r una es pecie de rela- bruscos en la expresión física y voca l, constante altern ancia de lo lírico y lo gro-
ción funda me ntal en tre un cie rto tipo de sonidos y el efec to físico q ue se tesco ... La intel igibil idad de las palab ras se volvía absol utamente sec undaria
quiere obtener. " Lo qu e nos inte resa es com pro bar si un grupo de ac tore s para permitir el desp lieg ue de una amp lia gama de sonoridades no verbales.
ve nidos de todas partes del mundo pueden ir a una ciudad y encontrar un len- Apoy ándose en las ideas de Grotowski , Barba reivindicaba el derecho a utilizar
guaje directo, teatral'?". El mito de Kas par Hau ser, en la versión de Peter el texto dramático del mismo modo que el poeta utiliza el material semántico
Handke , sirvió de base para abo rda r desde otra perspect iva el prob lema del acumulado por la civilización.
lengu aje pre-verbal y al mismo tiempo iniciar la búsqu eda de un públi co no En Kaspariana, espectáculo basado en las improv isacio nes físicas de los
teatral e n París. La preparaci ón de La conf erencia de los pájar os llevó a actores, inspiradas en el libreto de Ole Sarvi g sobre Kaspa r Hauser, las palabras
Brook y sus actores a África: qu ería pract icar "el teatro pur o , del sable y del se aprovechaban más por su potencial sonoro y por las asociaciones que evoca-
sol , de la plaza públi ca": se parte de lo concre to , de la materi alid ad de las ban al co mpararlas con términos de otros idiomas , que por su valor semántico .
cosas ; el actor se desli za sobre la alfombra para anim ar la mat eria, investirla El método de compos ición era el siguiente: se estableció un guión a partir del
de la dimensión de lo imaginario . Despu és de intercambiar experienc ias con texto sobre el cual se improvisaba, siendo los actores libres para utilizar frag-
Lui s Valdez y su Teatro Campesin o en Estado s Unidos, Bro ok qui so reconci- mentos verbal es del original. Periódicamente , Ole Sarvig enviaba nuevo s poe-
liar lo externo con lo interno y producir un teatro que mantuviera la vitalidad ma s , qu e lo s actores utili zaban y alte raba n . El texto es despoj ado de su
del teatro vivido al aire libre sin por ello renunciar a la enorme herenc ia de la preten sión literaria y pue sto en fun ción de la interpretación del acto r y de la
esc ena occidental. La síntesis se produj o en el Th éátre Bouffl es du Nord, un riqueza sonora que en él se puede introducir en su recitado/can ción . En el espec-
viejo teatr o decimonóni co en el que Brook inscribió, arrebatando la platea a táculo, la idea orig inal es de Sar vig , el texto final , de los actores' " ,
los espec tadores, el es pac io circular de la plaza públi ca , que co nv ivía con la
cuadrada caja escé nica del teatro a la italiana . Desde entonces ha co ntinuado
produ ciendo espectácul os de tod o tipo , intent and o atraer a públi cos no habi-
tuales y manteniendo su voluntad interc ultural e intern acion ali sta , frut o de la
cual fue una de sus más ambiciosas produ cciones, la recreación de la epope-
ya hind ú Mahabarata, en qu e acto res de diversas nacion ali dades y cul turas
encarnaba n la narra ción mítica recurrien do a múltipl es lengu as y a diversas
técn icas tea trales .

Igualment e interesado por lo intercultural , E. Barba, que permaneció tres


años en el Laboratorio de Groto wski en Wrocla w (1961- 64), centró tamb ién su
trabajo en la búsqueda de esa co municación que , en la tradici ón del teatro orien -
tal , se produc e en los momentos de silencio!" . Como ya advirtiera Grotow ski,
ese tipo de comunicación sólo puede concernir a unas pocas persona s. Y la radi-
calidad del compromiso del actor debe ser tal que permit a llegar a lo más pro-
fundo de la experiencia propia: el principio citado por Beck, "cambiar la vida" ,
funciona de forma idéntic a en el seno de la co munidad del Odin Teatr et. En este
caso , el cambio de vida pasa por la comun icación con otra s culturas y por el
intercambio comunicativo con soc iedades "sin teatro".
Odin Teatret. ¡Ve n' Y el día será nuestro . (Con los ind ios Yanomani). 1976 .
''' G . Banu . (cd.), Brook / Les voies de la crdation the átral e XIII . C.N.R.S.. París, 1985. p. 37
n« E. Barba . Más allá de las islas jto tantes , trad. de Ton i COIS. Firpo & Dobal. México. 1987, p. 26. cu Comparar o riginal I texto-acto r en Ch . Aubert. "Kaspariana". en J. Jacquot (ed .). o. cit.. p. 167-169.

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todo obras de autores norteamericanos, como Tom Eyen, Paul Foster, Wil1iam
El proceso de transformación del texto en espectáculo es similar en Ferai Hoffman , Jean-Claud e van Ital1ie , Megan Therry y Sam Shepa rd, aunque Tom
( 1968-69) : se escogen las situaciones esenciales, se concreta la historia, se recons- O 'H organ , uno de los directores habitu ales de La Mama, alcanzara ~u mayor
truye ingenuamente la fábula, sin seguir la articulación literaria. Después de la éxito con el musical Hair , que estre nó en Broadway en 1967. A partir de este
reducción, com ienza la improvisación. El texto ha sido quebrado, pero también el año , la programaci ón se internacio nalizó , no solo grac ias al TWITAS , sino tam-
b
espectador qu eb rará la superfic ie y la lógica del es pectáculo co n su mirada: bién a su relación con importante s creadores del teat ro europeo, como Peter
"Cuando el autor ha escrito un texto ha construido una esfinge . No conoce el enig- Brook o Tadeusz Kantor, que siempre eligieron el escena rio de La Mama en sus
ma de la esfi nge . Son el director y los actores quienes deben encontrar la solución. visitas a Nueva York. Entre los creado res vinculados de uno u otro modo al Cafe
En el instante en que lo hacen crean una nueva esfinge , cuyo enigma no pueden La Mama habrían de figurar: Joseph Chaiki n, Meredith Monk, Kenneth King ,
descifrar: sólo otros, los espectadores , serán capaces de hacerlo" 212. Gra nd Union, Richard Schechner, Gerald Thomas, Denis Stoklos, Lee Breuer ,
En definiti va, el trabajo dramatúrgico está supeditado al trabajo del actor, Philip Glas, Michael Kirby, Blue Man Troupe , Ping Chong, John Jesurun , John
centrado en la exploraci ón de las posibilidades psicofísicas y destinado a la elabo-
ración de un lenguaje capaz de "tocar a los espectadores con la misma inmediatez
~~ ~ . .
Aunque en principio El1en Stewart no dirigió personalmente los espectacu-
con la que somos tocados cuando vemos un padre proteger a su hijo, o un hombre los que presentaba en su teatro, desempeñó una labor esencial en el ámbit.o de la
matar fríamente a otro en la calle'?" , Se trata de elaborar un lenguaje de la expe- vanguardia neoyorquino, debido a su habilidad para poner en contacto a artistas d.e
riencia, que es un lenguaje más al1á de la palabra y de la imagen , cuya aspiración diferentes formaciones e incluso de diferentes culturas. Su defensa de la expen-
básica es la de propiciar momentos de silencio en que la comunicación inmediata mentalidad y de la calidad del teatro alternativo la l1evó a ser l1amada la Gert,rude
se produzca. La búsqueda de tal comunicación l1evó a una transformación de la Stein del Off-Off Broadway. Sin embargo, el1a nunca intentó imponer un estilo o
idea de repr esentación en las de "v iaje" o " trueque", próximas a la idea de una línea. Simp lemente: buscó ampliar todo lo posible los medios de comunicación
"encuentro" formulada por Grotowski, que sirvieron como horizonte utópico a las entre artistas, público y culturas. "Después de todo -declaró en una ocasión- lo
actividades de los grupos que en los años sesenta y setenta fueron considerados más importante en el teatro es el amor, expresado a través de la co~un~:ación. ~o
bajo la denom inación de Tercer Teatro y que Barba caracterizó por la aspiración a debería haber barreras de lenguaje que proscribieran esta cornuruc acron . Habn a
convertir la necesidad personal en trabajo y a "s umergirse, como grupo, dentro del que encontrar la manera de usar expresivamente el le~guaje y d~ m~strar lo que se
círculo de la ficción, para encontrar el coraje de no fingir'?". quiere decir... No es que pensara que las palabras debieran ser eliminadas . Pero me
daba la impresión de que debían ser ampliadas con el movimiento, la danza y las
Compartiendo en gran parte la motivación de Barba, El1en Stewart, junto imágenes. El énfasis debía estar en esos elementos tanto como en el texto".
con Cec ile Guid ote-Álva rez, puso en marcha en Nueva York en 1971 el Instituto Uno de los mo ntaj es e mble mát icos de La Mam a e n los sete nta fu e
de Artes Escénicas del Tercer Mundo (TWITAS), una red interdisciplinar de fol- Fragmentos de una trilogía: Medea, Electra , Muj eres Troyanas , dirig.ido. por
kloristas, artis tas , comunicadores y educadores que asp irab an a recopi lar la Andrei Serban con música de Elisabeth Swedos. La puesta en escena prescindía de
herencia cultura l del Tercer Mundo y las aportaciones artísticas de las comunida- la división entre escenario y platea, de modo que el público compartía con los acto-
des étnicas minoritari as en Estados Unidos y que desde entonce s fue respon sable res el espacio de la acción. Ésta estaba construida rítmicamente, en un intento de
de la presentación en Nueva York de espectáculos de todo el mundo . Unos años alcanzar físicamente al espectador, hasta el punto que la última de las obras de la
antes el propio Eugenio Barba había promovido la primera visita a Europa de la trilogía fue interpretada íntegramente en griego clásico . La entrega física y emocio-
compañ ía residente en el Cafe La Mama, dirigido por El1en Stewart, a la vez que nal de los actores a su trabajo recuperaba esa dimen sión dionisíaca propia de la tra-
ést a organizaba el primer tal1er de Jerzy Grotowski en Nue va York en 1967. gedia antigua que necesariamente envolvía al espectador haciéndole partícipe del
Ellen Stewart compartía con Grotowski y Barba la idea de un teatro sin prosce-
nuevo rito.
nio, en el que la palabra no había de ser el principal vehículo de comunicación. Uno de los directores más afines a La Mama, donde presentó buena parte de
En los primero s años a partir de su fundación en 1963, La Mama estrenó sobre sus trabajos, fue Joseph Chaikin , quien también en 1963 fundó el Open Theatre,
con quien colaboraron algunos de los dramaturgos arriba citados, pero siempre con
'" Barba. en entrevista con Ingvar Holrn, cit. en F. Taviani. (ed.), Il Iibro dell' Odin, Feltrinclli. Milano, 1981.
p. 109. Cf.. F. Maroti, "Entrevista con Eugenio Barba y Torgeir Wethal (Venecia, octubre. 1969). ídem, p. 5. textos especialmente escritos para la compañía. Chaikin, que había trabajado con el
' '' E. Barba. Más allá de las islas flo tantes. ed. cit., 1'.67 .
,O' E. Barba. o. cit., p. 283.

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Living, donde había interpretado el papel de Galy-Gay en Hombre por hombre, improvisación y en la elaboración de materiales por parte de los actores. A esto
consideraba que la apropiación de Brecht por parte del Living había sido una de las se une una cierta desconfianza hacia la palabra y el convencimiento de que las
aportaciones fundamentales de ese grupo a la dramaturgia de vanguardia norteame- ideas importantes sólo pueden ser comunicadas mediante la acción, la emoción
ricana' " . Su grupo fue quizá el más atento a la investigación sobre la nueva escritu- o el contacto físico. En cualquier caso, cuando se trabaja con textos, éstos son
ra escénica, antinaturalista y no psicológica, y sus procesos de creación resultan, manipulados por el actor, por el colectivo revolucionario, puestos al servicio de
por ello, paradigmáticos. viet-Rock fue escrito por Megan Terry a partir de impro- sus intereses y de sus necesidades expresivas. Muy habitualmente se recurre a la
visaciones. Algo similar OCULTe con las piezas de Jean-Claude van Itallie, elabora- contaminación de los mismos mediante documento s ajenos al texto original,
das en colaboración con Chaikin y mediadas por los ensayos. Sin embargo, las canciones, imágenes , materiales improvisados... hasta llegar a resultados muy
improvisaciones, aunque a veces también eran verbales, iban dirigidas más a la lejanos al punto de partida, y con una gran carga del colectivo del que surgen.
exploración de los recursos del movimiento y del sonido que a la creación del texto El Performance Group siguió una línea de trabajo coincidente en ciertos
o la fábula. En La serpiente después de dos meses de trabajo a base de improvisa- aspectos con la del Open y el Living, atento a los ritos orientales y las ceremo-
ciones, se entregaban los materiales a Jean-Claude van Itallie para que elaborara un nias primitivas. Richard Schechner, su director, había trabajado durante un tiem-
texto. Se trataba de lograr un equilibrio entre la libertad de expresión y la coheren- po en el teatro laboratorio de Grotowski, y con él compartió la pasión por los
cia formal. El texto resultante no se limitaba a lo literario, sino que incluía ya una textos clásicos y la libertad en la manipulación de los mismos. Al enfrentarse a
descripción de lo que hacían los actores. Los actores volvieron a intervenir sobre Macbeth, los actores colocan las hojas sueltas del texto original sobre el suelo y
ese texto e introdujeron modificaciones, que afectaban en este caso al estilo, y ya comienzan a subrayar las frases que les parecen interesantes, al tiempo que dis-
no a la estructura. Van Itallie se concebía a sí mismo, más que como un dramatur- cuten los modos posibles de teatralización de las mismas desde una óptica con-
go, como el "constructor de una ceremonia" en que las palabras juegan un papel, temporáne a. Schechner, dire ctor al mismo tiempo de Th e Drama Review,
pero no el dominante. El resultado no es un drama, una forma cerrada, sino la orde- orientó decididamente su trabajo investigador en una línea similar a la de Barba
nación de una experiencia colectiva, que tiene más bien la forma de un viaje, de y Ellen Stewart, promoviendo la comprensión de las formas representacionales
celebración de un misterio o de un rito de iniciaci ón'" . A partir de La serpiente los de otras culturas o de otros colectivos no ligados a la institución teatral.
textos de los espectáculos del Open iban firmados colectivamente, al tiempo que la Desde el punto de vista dramatúrgico , el trabajo de otros grupos más
acción política fue cediendo progresivamente a un interés religioso-mística-esotéri- decididamente entregados a la agitación política resulta menos interesante. La
co, que condujo finalmente a Chaikin al abandono del teatro. voluntad de un efecto directo sobre un público medio y popular lleva a una
Común a gran parte de los grupos de los setenta era su concepción del teatro reducción de la pretensión artística, y el recurso a viejas fórmulas, como la
como modo de vida: en muchos casos los grupos se organizan como comunas y comedia del arte, el circo, el vodevil, el guiñol... En esta línea trabajan la San
hacen una defensa de la no-profesionalidad como medio de luchar contra la esci- Francisco Mime Troupe, el Teatro Campesino, los Pageant Players , The Gut
sión arte-vida. Joseph Chaikin definía el teatro, citando a R. D. Laing, como "una Theatre , el Om Workshop... Los actores crean mediante improvisaciones sus
situación en la que una persona pretende ser ella misma, y el arte pretende ser la propias secuencias, o bien preparan acciones en zonas de ambigüedad entre la
realidad". Los estilos son diversos, pero en todos hay una voluntad de integración representación y el mitin, o se introducen en espacios cotidianos con el fin de
de los diversos medios en torno al trabajo orgánico del actor, que vive la situación sorpre nder con situaciones casi reales . Ronnie Davis, dir ector de la San
casi como un acto religioso, pero con una voluntad decididamente política.La anu- Francisco Mime Troupe, describía sus métodos en 1966 por analogía a los de la
lación de la distinción entre acción teatral y acción política es simultánea a la dis- guerrilla armada, como "productos manejables, transportables y adaptables".
posici ón utópi co-religiosa y a la concepción de lo teatral sobre el modelo Si los grupos anteriormente citados practican una disolución de lo teatral
comunicativo de la Iglesia, donde el concepto fundamental es el de comunidad. en lo político, el Dancers Workshop, de Ann Halprim, es paradigmático de la
Estos planteami entos, obviamente, obl igan a una transformación de la disolución de lo teatral en lo religioso y en lo educativo. Para Ann Halprim el
estructura de producción, que afecta, en primer lugar, a las figuras del autor y del crecimiento personal y el crecimiento artístico debían constituir un único proce-
director-demiurgo. Por lo general, los procesos creativos se apoyan en técnicas de so, y para eIJ o se recurría al desvelamiento del individuo en el seno de la comu-
nid ad crea tiva del tall er , inclu yend o rit os y cer emon ias más allá de las
'" J. Jacquot, "Th e Scrpent. Création par l' Opcn Thcatrc Ensemble" , en Les mies de la création théatrale l .
eN.R.S.. París. 1970. p. 274. situaciones vitales auténticas. El trabajo de Halprim , a partir de mitos y en
"" Ídem. p. 307.

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co munidades multirrac iales, tenía como fin propiciar cie rtas transformaciones Schumann estaba en con tacto co n los ambientes del happen ing y conocía bien el
en las vidas de cada uno de los participantes en el proceso . El arte se transform a trabaj o y las ideas de Cage y Cunning ham . Su aprox imació n al teatro estaba
en educac ión: "Es toy llegando a ver al artista bajo otra luz, ya no es la figura del marcada por la idea del mismo como j uego que permite la com binación de los
héroe solitario, sino más bien un guía que trabaja para evocar el arte que hay en diversos lenguajes.
todos nosotros":". Ha lprim comparte la idea beu ysiana del ar tista como charnán, El rechazo de l teatro convencional le llevó al des prec io de los ac tores
y considera que su función co nsiste en co nseg uir que cada perso na llegue a ser profesio nales, así como de los circui tos habitu ales de distribució n, prefiriendo el
su propio chamá n. En sus últimas der ivacio nes , Halpri m co ncibe la danza como espac io de la ca lle, que permitía la rec uperació n del es pectáculo festivo . Como
un medio de curación , y estudia la relación de la danza con la auto-curación y la casi todos los crea dores de su generación, Sch um ann recurrió a las técn icas
auto-des trucció n. narr ati vas apr en didas de Brec ht y reinterpretó la práctica del ex traña miento
Esta tendencia ascética, que lleva fina lmente a la disoluc ión del arte en la median te el rec urso a la marioneta. Huyendo de cualqu ier tipo de sujeció n al
educa ció n (en tendida és ta en el se ntido más amplio) , aca ba , lógicamente , en texto , entendió que el teatro debía ser ante todo la manifestación del actor como
callejones sin salida. O más bien, se resuel ve en la expe riencia personal de los ser humano , no co ndic ionado ni por la técnica ni por la pala bra ajena. En cuanto
creadores que ren uncia n a la creación , tal com o sigue siend o entendida por la al diálogo, Sc humann lo calificaba co mo " uno de los mayo res problemas del
soc ieda d occide ntal. Su magis ter io , sin embargo , es asu mido por ot ros qu e teatro de hoy" , en la medida en que el intercambio de frases entre los actores
empre nde n caminos interact ivos. En el caso de los seg uidores de Ann Halpri m: sobre el escenario olvida ba la presencia del espectador , reducido al silencio .
muchos de ellos se integraro n en la realiz ació n de happenings y performances, Trabajó, pues, co n textos surgidos en el curso de los ensayos, dando en todo
que en los años sesenta se multiplicaro n, bajo la influencia de Cage y Duchamp . mome nto prioridad al gesto, al sonido y al movirniento' ",
En el caso de los de Grotowski, sus investigaciones, espec ialmen te en el campo La formación plástica de Schu mann determinó la estruc tura de sus com-
de la antropología, volvieron al tea tro, aunque tamb ién de forma mucho más posiciones. Comentando El grito de la gente po r com ida, B . Strauss escri be:
influ yente por la vía de la formación. "Es ésa una drama turgia musical de las metamorfosis, de las transiciones sin
En cualquier caso, tanto a Beckett como a Grotowski o como a Halprim suturas , de la continuidad jamás interrumpida; de lo co ntrario , el todo se des-
se de be la espec ia l atenc ión que e l teat ro conte mporáneo sintió por lo que compondría en partes aisladas, en una historia de cuadros'?" . El espectáculo se
podría llamarse la naturaleza trascendente del ges to. La trascendencia puede lle- co nstruye como un movimiento repetitivo y contrapuntístico de cuadros, que no
var a la nada, a la naturaleza, al espíritu o a la muerte . La idea de los creadores mantienen una rela ción causal o cro nológica entre sí, remitiendo mucho más a
de entreg uerras de fija r la part itura de acciones y gestos se ve drásticament e un ambiente en movi miento o a una pintura-escultura viviente que a un desarro-
negada y se reivi ndica la inmediatez dé la creac ión sobre la esce na. Esto impl ica llo dramático . Un narrador , prese nte en esce na, va infor mando al público acerca
la irrepetibilidad de una puesta en escena: e l actor se convierte en ca -autor por del argumento del espectáculo y dirigiendo su desarrollo .
la vía de l ges to (visual o sono ro) , que oc ulta una inten sa ca rga de su propia Monleón sit úa el trabajo del Bread and Puppe t en la misma línea de diá lo-
experiencia personal. Esa carga de ex perienc ia que transmite el gesto es lo no- go entre Brec ht y Arta ud. Pero la co ncepción del tea tro com o ju ego y como
codifi cable. Pero , además, en caso de que el texto exis ta, el diálogo co n el gesto fiesta (no como rito o como mitin , a pesar de su intenció n política) y la atenció n
lo transforma hasta tal punto que res ulta ya imposible hablar de una representa- a la dimensió n plástico-musical del espectáculo , dan al grupo de Schumann un
ción del mismo . perfil diverso a los anteriormente estudiados y lo aproxima n a otro tipo de pro-
puest as retea tralizantes desarrolladas con temporánea mente en Europa .
Si la investigación de lo gestual proyecta en muchos casos la creación Decid idament e festivo , el trabajo de Comediants conecta con los intere-
más allá de los límites del arte, en los año s sese nta hay otra serie de propuestas ses plásticos del Bread and Pupp et , aunque desde una posición que se define no
que se oc upan de la gestualidad y de la revolución , pero que optan por es trate - desde la ideología po lítica, sino desde la ideología vital, como anárquica . Entre
g ias reteatr al izantes . En 1961 , Peter Schu man n funda e l Bread and Pup pet. las aportacio nes de Els Comediants a la escena española/europea hab ría que
Procedente del ámb ito de la plástica (había estudiado esc ultura en Hannover y destacar l a recuper ac ión de lo s m itos fe s t ivo s de l a cu l t ura c a tal a-
tra baja do co n tí te re s en Mu nic h , ante s de su llegada a Estados Un ido s) ,

"·<Sehumann. en Primer Acto . n" 135. agosto 197 1, p. 22-23 .


'" J. Roose-Evans. Exp erime ntal Theutre . Rout lcdgc , Londres, 1989. p. 140 . m B. Strauss. o. eit., p. 27 .

144
145
na/med iterr ánea (en paralelo a la recuperación reali zada por La Cuadra en el mostradas al resto de la compañía. Algunas era n desechad as, otras pasaban a
co ntex to anda luz) y la apropiació n de los espacios públicos en un momento his- formar parte del material para el espectáculo , que más tarde era sometido a un
tórico en que se produ cía en Espa ña el desmo ntaje de la dictadura y la transició n proceso depuración y composición.
hacia la democracia . Els Comediants participa en ese proceso reivind icando la Si se leyera el texto de 1789 atendiendo a su calidad literaria y formal,
calle , la libertad, la anarquía crea tiva, el hedonismo y los signos de ide ntifica- probablemente se desestimaría . Cuando se lee teniendo presente el espec tác ulo
ción de una cultura ador mecida por el régimen fascista. y su proceso de constru cción , vuelve a ser un texto fascinante . Pero sólo si se es
Las ce le braciones de La Cuad ra de Sev illa , dirig ida desde 1971 por capa z de revivir la acción . "E l poeta hace visible lo invisible, hace sensible lo
Sa lvador Távora fueron de ca rácter menos lúdico y más pasional. Como Els olvidado , hace concretas las cosas . El teatro es parecido; yo veo una difere ncia
Co median ts , La Cuadra buscó en los ritos del trabajo y de las fiestas popul ares en los medios, nada más. El teatro hace visible el dolor, hace visible el amor,
los elementos para unos espectáculos más basados en lo rítmico y lo sensible hace visible el miedo , la interrogación, la muerte , el odio , el poder'?" , La poesía
que en la articulación intelectual. Quej io (1971) Y Los Palos (1976) recurrían a tiene sus medios; el teatro los suyos.
una gestualidad sedimentada en la memoria colectiva , a la capacidad evoc ativa En general, la voluntad de asumir el protagonismo creativo por parte de
de la mús ica, los efec tos rítmico-corales, la potenci alidad plástica y simbólica quienes realizan directamente el trabajo escé nico sólo admite dos vías: la cola -
de las herramientas de trabajo y la resistencia física de los intérpre tes-trabajado- boración directa del dramaturgo en el proceso de creació n o la elaboració n pro-
res. Según Sa lvador Távora el eje rcic io dramatúrgico no debería ser prev io a la pia del material dramatúrgico , con el consiguiente resentim iento de la calidad
apari ción de los elementos sensibles, sino posterior, y desarrollarse como una literari a. Ello ha dado lugar a constantes críti cas por parte de los autores dram á-
"o rde nación poét ico-dramática de cua ntos elementos de comunicación tengan la ticos, quejosos del olvido de sus obras. La opción parece clara: en el espectácu-
capacidad de conmovernos'?" , Esta idea funcionó no sólo para la co nstrucción lo teatral, la calidad de lo escén ico habrá de ante poners e a la ca lida d de lo
de montajes origi nales, sino también para la compo sición de espectáculos inspi- literario . En un ámb ito más general, la calidad de la experienci a primará sobre
rados en textos literarios, como es el caso de Nanas de espinas (198 1), a partir la de la forma .
de García Lar ca .
La dimensión celebrativa o festiva se superpone a un decidido eje rcicio
de memoria histórica en el espec táculo insignia de uno de los grupos a los que
Co med iants se sintieron más próx imos en Europa: 1789, del Théátre du Soleil
de París, estrenado en Milán 1970 . A . Mnouchkine lideraba un grupo en régi-
men de vida co munitaria , que habí a apos tado por un teatro entendido como
celebración festiv a y por un proceso de creación basado en la propia creatividad
de sus miembros . 1789 se cons truyó con materiales escénicos , sin ningún guión
dra mático o narrativo previo más elaborado que la propia historia y recurriendo
a una multiplicidad de técnicas teatrales: danza, música, mimo, cuadros vivos,
alegorías, narración , títeres, muñecos gigantes, números circenses, fragmentos
farsescos, discursos parlamentarios , arengas, ambi entes sonoros ... El recurso
dramatúrgico era el siguiente: una com pañía de titiriteros feriantes , pregoneros
y agitadores interpre ta lo que sie nte , lo que conoce o lo que le han co ntado
sobre los aco nteci mientos históricos o sobre los perso najes importantes . Durante
el proceso de ensayos , los actores leían , se documentaban, incluso recibían cla-
ses de historia, convertía n el más mínimo acontecimi ento en objet o de estudio.
A partir de ahí se pro ponían imp rovisaciones que al final de la jo rnada eran

"' Salvador T ávora, " El teatro en el marco de las Artes Contemporáneas" . Primer Acto. n" 237. 199 1. separata. '" Declaracio nes de A . Mnouehkine a la revista Fruitx. n" 2/3. París . j unio 1984. volumen dedicado al Th éá rre
pp. 12·1 7 . du Soie il.

146 147
8. Memorias de la imagen

Después del último amago revolucionario en Occidente , se produce un


relajamiento de la tensión extra-estética; los creadores vuelven a la interioridad
de sus procesos creativo s, sin por ello prescind ir de toda la exper iencia acumu-
lada. El signo de igualdad en la formul ación utópic a 'a rtee vida' se ha transfor-
mado en un ' casi' , del mismo modo que la experiencia del presente se hincha
con imágenes preñad as tanto de memor ia como de utopía. Frente a la gestuali-
dad orgánica de los años sesenta hay un retorno a la imagen distante y densa,
que en cierto modo asume la herencia surrea lista y que se enfrenta nuevamente
a otras formas de organizació n de la obra de arte, no tan próximas de lo liberta-
rio , y mucho más cargadas de tensión y de anhelo.
Desde la fundació n del teatro Cricot 2 en 1955, Kantor había defendido la
idea de un teatro autónomo. Según él, el proceso de creación de un espectáculo
consiste en un progresivo expandirse la idea hasta provocar la exteriorización
inmediata . La idea, que puede surgir de un texto, no tiene por qué estar previa-
mente desarrollada en forma dramática o literariamente articulada . Cuando, a
consecuencia de su rechazo de la literatura dramática, a Kantor se le pregunta
por Ionesco , Beckett , Ada mov, Pinter, Weiss , Schaeffer..., responde que éstos
son literatos metidos a hombres de teatro , que, sin duda, como literatos, son o
fueron parte de la vangu ardia, pero que el llamado teatro de vanguardia deriva-
do de ellos no consiguió más que aburrirle?".
Kantor alude a la necesidad de crear el espectáculo concretamente sobre la
escena , en vez de utilizar los recursos de la escena para materializar una obra
anterior. La escena debe desarrollar autónomamente una idea artística. Y para
ello el creador debe tener en cuenta lo que Kantor denomina "preexistencia escé-
nica" , es decir, el espacio, los objetos, los actores tienen una existencia previa a
la representación, que la ilusión creada durante la representación no puede anu-
lar. Un actor no puede ser forzado a la representación de un personaje ilusorio ,
debe, por el contrario, aparecer en esce na "ca rgado de todo el fascinante bagaje
de sus pred ispos iciones y sus destinos" . Lo mismo cabe dec ir de los objetos .

''''1'. Kantor, El teatro de la muerte , ed . por Dcnis Bablct , Ediciones de la Flor. Buenos Aires. 1984 , p. 277 .

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Será, pues, preciso tener en cuenta tal preexistencia en la elaboración de la ilu-
sión escénica si no se quiere destrui r la vida de la una ni de la otra'" .
Com o Art aud , Kantor recurre a la con creción como elemento decisivo del
lenguaje escénico: frent e a lo ilusorio de la imagen pictór ica o foto gráfica , la
esc ena es capaz de produ cir una realidad tan co ncreta co mo la de la sala: esto es
lo que deb e ser perseguido. Pero para ello habrá que renunciar a los factores de
ilusionismo habituales en el teatro; el primero de ellos : el psicologismo . La ela-
bora ción de las ideas sobre la con creción y lo ilusorio co nduj eron finalm ente a
la formulación del " teatro de la muerte" . Se parte de una primera imagen : el
espacio interior de una carp a de circo una vez finalizada la representación; los
objetos y los intérpretes siguen ahí, tienen una rea lidad co ncreta; los colores , los
trajes y los maqu illajes desdibujan , por un moment o , los límites entre lo real y
lo ficticio y entreabren la puerta haci a otr a dim en sión de 10 real ?". Esa misma
impresión la intenta reco ger Kantor en la idea de extrañ eza, asoc iada a la consi-
deración de los obj etos en un estado privado de vitalidad biológica , orgá nica y
natural. La muerte de los objetos es la condición para la vida de la obr a. La con-
versión de lo escénico en el lugar de la aparic ión de los muertos convi erte el
es pacio de la represent ación en espacio de la mem oria; la acción , en huella de la
acción. En ese esp acio, lo insignificante prolifera, se desarrolla, sale una y otr a Tadeusz Kantor. Wielopole , Wielopole. Craeovia, 1980.
vez al encuentro . Las im ágenes se van transformando sobre la es cena en una
travesur a , lo eq uívoco del sueño, la destrucción , el collage ... Eviden tem ente, el
es pecie de ritu al onírico, en un "j uego con sordina" , en un plan o distante, des-
retroce der del artista co mo co nstructor de la forma y su conversión en evocador
materi aliz ado, ex ánime y, en cambio , absolutamente concreto .
Aba ndo no de la idea de drama com o abando no de la ide a de forma: el inclu so testigo, del desen volvimi ent o de las imágenes y de los hechos trae a
primer término la preexistencia del obje to y del actor. Kant or otorga una máxi-
collage como mod elo. Se renuncia a eje rce r la violencia sobre los materiales ,
materiales que pert enec en a la categoría inferi or , en los que la tradición no ha ~a imp ortancia al objeto encontrado y, especi alment e , al obj eto pobre e insign i-
f¡ca~te . Pero tamb ién se refiere Kant or al person aje encontrado, qu e surge del
dep ositado nobleza: despojo s. Pero en los despojo s hay una vida que es preciso
mantener, aunque sea en el movimiento de la mem ori a. Se trataba de "conservar s.ueno , co~o ~~ extraño, por muy próximo que en otro mom en to (o en la vigi -
todo lo posibl e un estado de fluide z" que permitiera el tránsito indiscriminado h.a~ ~aya SIdo" . En La clase muerta se trata, según Kantor, de realizar con pre-
de lo trivial y lo importante , los encuentros fugitivos, la aparición de lo inespe- CISIon el enredarse en el sueño: ejecutar las actividades de todo s los días en un
rado . Kantor, que como arti st a plástico se enco ntraba próximo a la estética espacio encogido, en abso luto des tinado a esas actividades . Las activi dades al
informalista, mantuvo siempre una predisp osici ón contraria a la forma cerrada y principi.o lógi~a.s , c.a~a vez res ultan más ilógic as e incompre nsibles y dan lu~ar
una voluntad de mantener la libertad de los materi ales y sus pro cesos de trans- a reacciones inju stificad as , como cólera , risa , desespe raci ón , miedo, cru eld ad.
Todo se embro lla y de viene incomprensibles".
formac ión. " Ya no sospecho, sin o que esto y seguro, de que hoy la forma , al
mismo tiempo que su propia fun ción aisladora, ha perd ido su razón de ser'?", La fluid ez de la composición deb ería tener su correl ato en la di ver sa
El fin del arte no deb e ser el perfeccionamiento de la for ma , sino la libe- disp osici ón de l es pac io y en la rel ac ión con el público . Kant or recl am a ese
raci ón de la vida y de los proc esos . De ahí que Kantor confíe en los procedi- públ ico, se~ tado en torn o a mesas de café, en los locales de jazz, o simplemen-
mient os surrealistas y neo-dadaístas: el azar , la intuición, el automatismo, la te, el pu~lIc? de l ~ ca lle , qu e cons tituye "una realid ad aut éntica , viva, opuesta
a un auditorio paSIVO, neutro , es tacio nado en las hiler as de but acas de los tea-
"' Kantor, o. cit., p. 172 Y 177; cf.. G . Scarp eta , " L' autre scéne", en Ma création, m OIl voyage , Plume , París,
199 1, p . 11. "' T. Kantor (Craco via , 1974). cit. por D. Bablet , "Tadeusz Kantor et le Th éátre Crieot 2", en D. Bablet (ed .),
'" "Tade usz Kantor escribe sobre Wielopole. Wielopole" , en Pipirijaina-Textos , n" 19· 20 . oc tubre. 199 I. p. 23. Tadeus: Kantor 1, C.N. R.S., Parí s, 1990 , p. 80 .
"' T. Kantor, Teatro de la muerte , ed. cit., p. 130. "' T. Kantor, " Extracto del camet de director de escena" ( 1974) , en D. Bablet, o . cit., p. 92 .

150 151
tros oficiales" . La sala del teatro Cricot 2 pretendía ser " una prolongación de En este planteamiento, el drama sólo puede ser concebido como un acon-
la calle" . tecimi ento concreto . Result a práct icamente imposible su transcripción o su
En 1968 , Kantor presenta en Nüremberg La lección de anatomía según codificación. Los guiones escénicos de Kantor son descripciones de imáge nes y
Rembrandt , con la colaboración de estudi antes de la Escuela de Bellas Artes . acciones , que por sí mismas no tienen valor dram ático. Premed itadamente se
Anteriormente , había realizado series de Embalajes (1962-66) , Happenings elimina el elemento literario para que no pueda ser confundido el drama con la
Cricotage (1965 -67), el Happening panorámico a la orilla del mar (1967) , y escritur a. En la "Descripción de la acción: El loco y la monja", Kantor define el
en 1970 participaría en la exposición Happening und Fluxus en Coloni a. En la guión en los siguient es términos: "Fabulación o descripción de acontecimi entos
refle xión sobre el happen ing es importante la atención a las ideas de contami- que suceden en la obra , y cuyo conocimiento no permite comprender el conteni-
nación y de pobre za. En cierto modo , la dedicación al happening es resultado do de la obra" .
de una renun cia a la forma , a la composición, a la gran obra de arte , y de una Kantor no propu gna una elimin ación del texto , sino un modo diverso de
opción por la pobr eza: "E n este caso el reflejo más sano es abandonar el podio aproximación al mismo. Reemplazar la palabra por el gesto se ha convertido ya,
sant ificado y ocuparse de acciones desinteresadas al punto de ser ridícul as , según Kantor , en un academicismo. Como advirtiera lulian Beck, no se puede
íntimas hasta el impud or, dignas de desprecio , condenadas al desdén desde el eliminar o degradar el texto, pues ello significaría renunciar a la dimensión inte-
principio. ! Instintivamente mi observa ción , que pronto se hizo una pasión , se lectual del ser humano , pero también al humor, el riesgo y la crítica. De lo que
dirigió hacia objetos de categoría inferior"?": Kanto r justifi caba su interés por se trata más bien es de devolver credibilid ad a las palabras, de devolverles vida,
la silla, la bolsa (el más pobre de los embalajes) o el maniquí, por hallarse integración en la vida: "Si el lenguaje se ha transform ado en una máscara, hay
muy abaj o en la jerarquía de los objetos: "sólo la realidad más trivi al, los que arrancar esa máscara. [oo.] la intervención del collage y del objeto previo
objetos más mode stos y desdeñados son capaces de revelar en una obra de arte hace que el elemento exterior que puede ser el lenguaje no ofrezca peligro para
su carác ter es pec ífico de obje to" . Para estar a la altura sig nificante del obje to, la autonomía de la obra teatral. ! El teatro, como las otras artes, no deber ía temer
el actor debía permi tir la degradaci ón de su individualidad e identi ficarse con la intervención de realidades extrateatrales. ! El teatro, para evolucionar y ser
el resto de obje tos con los que se le amontona, convertirse él mismo en obje- vivo, debe salir de sí mismo -dejar de ser un teatro. No es la literatura quien
to 229 • deb e entrar en el terreno teatral, es e! teatro quien debe asumir los riesgos-
Pero el happ en ing res ponde tambi én a un interés co ntaminante, que llegado el caso , ave nturarse fuera de su propi a esfera. Entr ar en el terreno de
lleva a Kantor a plantear la supresió n de las fronteras rígidas entre las artes , la literatura'?", Esto es interesante , porque impli ca definitivamente la desa-
asumiendo un principio de hetero geneidad y de ruptur a procedente directa- parici ón del drama co mo material literario en rel ación intencional co n lo
mente de Duc hamp . En la fundación del teatro Cricot 2, ese principio inter- escénico . Es decir, Kant or propone una reconciliación del teatro con la litera-
disciplinar queda cla ramente dibujado : "El teatro Cricot 2 no es un terreno de tura . Pero no acepta la existencia de una relación privile giada co n la llamada
experi encias pict óri cas transferidas al esce nario. Es una tentat iva de crear literatura dramática. Es la propia actividad escénica la que puede hacer fun-
una esfe ra de co mpo rtamiento artís tico libr e y gratuito . En él, todas las cionar determinados materiale s textuales como drama dentro de un espectá-
lín e as d e de ma rcac ió n co nve ncio na les han s ido su pr im id as"?". culo . Pero no puede exis tir un drama creado previamente a la creación del
Desmarcánd ose de los formalismos y servilismos en los que había derivado espect ácul o . Esta idea , compartida por mucho s autores , es la que provoca
el esfuerzo del futurismo y con structivismo soviético por la creación de una cada vez con más frec uencia la utilización de materi ales fragme ntarios , sean
plástica esc énica autón oma , Kantor apues ta por una vuelt a a la noción de narrati vos , poét icos o dramáticos , como base o como objetos previos para la
libertad defendida por el surrealismo en su programa de una "realidad total e construcción de es pec táculos. Se establece entonces un tipo muy diverso de
indi visib le" , que tenía como primer obstáculo la estructu ra cerrada de la obra relación con el text o .
de arte y que , exigía, por tanto , una voluntad de interrelación , de contamina- No basta con desarroll ar físicamente la acción contenida en el texto , no
ción , de impureza , que fuera propi ciando una aproximac ión de la creac ión basta con revivir su ilusión. Es prec iso desarmar el texto: para hallar "el tor-
escénica a la " realidad total" . bellino de la acc ión escé nica pur a" , el elemento teatral por excelen cia, hay
que desviarse de! camin o estableci do por el enc adenamiento de los hechos
''' T . Kantor, Teatro de la muerte , ed . cit, p. 77.
'" ídem . p. 44; D. Bablet , o. cit, p. 44 .
' ~ T. Kantor, o. cit. p. 178 . '" T. Kantor, o. cit., p. 230 .

152 153
dramáticos; "se obtiene así una realidad incoherente , susceptible de ser formada literatura dramática parece ser una de las estrategias más lúcidas entre quienes
libremente" . En el texto de La gallina acuática (1969), un personaje grita a su pretenden seguir escribiendo para el teatro desde fuera del esce nario.
amante: "Eres la peor de las putas", a continuación dispara, y ella cae muerta. En Después de una primera fase dedica da a la exploración de una escritura
e! espectáculo de Kantor, el actor pronuncia la frase disociada de la ación, mientras realista (las Piezas de producció n), derivada de Brecht, Heiner Müller se plantea
el crimen material se desplaza a otro nivel: tres camareros de café, elegantemente la necesidad de otro tipo de escrit ura escé nica que transmi ta la inquietud y la
vestidos, al fondo del escenario, cogen de pronto a la mujer y la arrojan a una disfunción sin el recurso a la distancia y al intelecto . Se trata de romper la clau-
bañera con agua caliente. Lo único importante es la tensión, si la acción propuesta sura del drama : no sólo evitar su encla ustramie nto en la caja escénica (modelo
por e! texto no puede ser traducida como tensión escénica, entonces habrá que sus- Ibsen), sino incluso el montaje cerrado que se proyec ta sobre el público buscan -
tituirla por otra. Este tipo de desviaciones representan, a juicio de Kantor, "el ries- do una respuesta prefijada (modelo épico) . Lo que se pretende proyectar es un
go más fascinante del teatro'?" , material que no acaba de someterse a la forma, la fragme ntarie dad misma, la
El drama literario es definido por Kantor como "el gran teatro de la imagi- inquiet ud misma . Queda al público la tarea de cump lir la configuración o per-
nación", que no necesita ser materializado, que cumple sus objetivos estéticos en manecer en el caos de las impresiones.
la lectura imaginativa y que, por tanto, no debe empeñarse en tener una relación El proceso de descomp osición de la fo rma dr am át ica en la obra de
directa con la creación escénica. Cuando se plantea una puesta en esce na a partir Müller, comienza a mediados de los sesenta, tras su expulsión de la Asociación
de un texto literario, sea dramático o no, éste debe ser considerado como un objeto de Escritores de la ROA y en un momento de recrudecimiento de la política cul-
previo , que puede ser tratado como material bruto, y utilizar en el espectáculo su tural comunista contra toda obra portadora de gér menes "ni hilistas" o "s ubversi -
contenido fonético, su estructura sintáctica, su arquitectura compositiva, o como vos". En 1966 escri be Philoktet, obra co n la que se inic ia la rev isió n del
acumulación de ideas, que debe entonces entrar en diálogo con la realidad anterior 'Lehrstück' brechtiano. Lo que a Müller le interesa del 'Le hrstück' es la compo-
de! actor y del escenario, hasta "que arraigue en ellos y de ellos surja" . nente utópica de la forma misma. Brecht se había propuesto la elaboración de
En La clase muerta , Kantor conce bía el proceso de creación como una materiales literarios que habrían de ser usados por los grupos de aficio nados con
lucha entre la realidad preexistente de! texto literario de Witkiewicz y la reali- una intención primariamente revolucionaria. Esto implicaba un relajamiento de
dad autónoma de la escena. Había que estar atento a las dos voces: la voz del
drama y la de la acció n escé nica. Ésta se construía autóno mamente como un
encadenamiento de secuencias reales, unificadas por una idea (por ejemplo, la
idea de viaje) . El nexo entre ambas voces residía únicamente en la tensión. La
clase muerta llevaba como subtítulo "una sesión dramática" y en el programa
figuraba Stanislaw Ignacy Witkie wicz, autor del texto sobre el que Kantor se
había inspirado (Tumor cerebral), como participa nte: "Noso tros no representa-
mos a Witkiewicz, representamos con Witkiewicz" . La idea del autor dramá tico
com o compañero es quizá la que mejor resu me la actitud de Kantor had a el
texto previo .

Si el dra ma ha dejado de funcio nar como principio arquitec tónico del


espectáculo escénico, será inútil el esfuerzo de construir un texto dramático con
una forma que pretenda conservarse a sí misma traducida en escena. Habrá que
lanzarse a la creación de propuestas textuales fragme ntarias/abiertas, cargada s
de significados, estímulos o dispositivos co nflictuales, capaces de generar un
movi miento escénico concreto . La destrucción de lo dramático desde la propia

nzT. Kantor, o. cit., p. 231; Franco Quadri, "Con Tadeusz Kantor", en Tadeusz Kantor, ¡Que revienten los
artistas'. Cuadernos El público, n" 11 . Madrid. Febrero. 1986. p. 32. Robert Wilson / Heiner Müler. M áquinahaml et . Wupperthal, 1978 .

154
155
la atención form al, una renuncia a la autoría del producto final, a cambio de la segundo acto, situado en un tiempo indeterminado y en una "habitación enor-
conversión de la obra en un proceso vital, al que el material literario sólo servía me" . La disolución y recomposición de los límites alcanza su movimiento más
de estímulo. vertiginoso en el tercer acto ("Scherzo"): Hamlet que ingresa en la Universidad
Artaud -escribe Müller- "intentaba devolver al teatro una función vital" . de los muert os/cementeri o y decide ex perimentar lo otr o , se traviste como
La insuficiencia de la estrategia racio nal-constructiva , puesta en evidencia por Ofelia y baila con el ángel de la historia. El acto cuarto nos descubre un nuevo
H. Müller desde dentro del prop io ' Lehrstück' en Mauser (1970) , lleva a la espacio: el teatro mismo . Se desarro lla como una sucesión de conflictos que lle-
adopción de métodos destructivos, de los que resultan Muerte de Germa nio en van a la transformación de las máscaras del personaje-actor-autor, enfrentado
Berlín, Ceme nto , Vida del Príncipe Gundlig de Prusi a Su eño Pesadilla Grito de sucesivamente al drama mismo , a la historia (la sublevación popular), la socie-
Lessing y, finalment e, Máquinahamlet , La incursión en el territori o del incons- dad de bienestar (mentira/aburrimiento), a la inercia del drama como máquina, a
ciente , la indagació n de procedim ientos asociativos, la fragmentación violenta la impotencia y a la permanencia de la injusticia (paisaje devastado/época gla-
del discurso dramático , la evoca ción de imágenes de la zona de sombra, son sín- cial). El acto quinto no resuelve el conflicto: se presenta el empaquetamiento de
tomas de un desplazamiento hacia territ orios dramáticos apuntado s por Beckett, Ofelia en "ag uas profundas" y en una dimensi ón de eternidad.
Genet y Artaud. "Lo importante en Artaud -escribe Müller- es que constituye La fluctuación de los personajes y las personas , de los espacio-tiempos, la
una gran conmoció n" . La referencia a Genet va asociada al "placer de la catás- yuxtapos ició n de conflictos sin solución, la interpenetración de los dive rsos
trofe": la existencia sólo está jus tificada por la imposibilidad de ver realizados niveles de realidad, la potencia de las imágenes y de las asociaciones desprendi-
los sueños. La impo sibil idad de construir un nuevo orden justifica el anhelo de das del texto hacen imposible una puesta en escena convencional de la obra, que
destrucción y de catástrofe, en cuanto apertura del campo utópico: " la destruc- sólo puede ser abordada desde su consideración como un material textual autó-
ción crea el espacio libre para el movimiento"?" . nomo para ser utilizado en un proceso de compos ición escé nica. Esta idea domi-
Según Müll er, Máq uina hamlet (1977) surgió como respuesta a la obse- na la producción posterior de Müller , que volvió nuevamente a Brecht para
sión por Hamlet . Destruir ese complejo obsesivo es el impulso que llevó a la rescatar en el material Faizer nuevos modos de luchar contra el producto drama ,
redacción de la obra, descrit a como una reducción al esqueleto, un desgarra- reivind icando lo inacabado, lo fragmentario, lo procesual como generador de la
miento de carne y superficies "•. La consciencia de que el conflicto hamletiano utop ía necesaria'>. Obras que rec upera ban cie rtas co nvenciones dramáticas,
ya no tiene sentido es simultánea a la conscie ncia de que la forma dramática no como La misión o Cuarteto alternaro n con obras que se planteaban como estalli-
puede seguir funcionando. El dram a es restaurador, su función "es contener a la dos verbales y plásticos: Descripción de un cuadro, Orilla degra dada, Camino
sociedad en sus límites" . Se hacía necesario encontrar una forma que mostrara de Wolokolamsk. Esta última obra, compuesta de cinco fragmentos independien -
precisamente la subversió n de los límites . Lo primero que cae es el diálogo ("ya tes, basados en textos preexistentes, reconcilia el proyecto del ' Lehrstück' con
no queda sustancia para un diálogo, porque ya no hay historia"). Pero no para el desbor damiento destructivo de la fase anterior, reform ulando algunos de los
dejar paso a un monólogo , sino a un torrente de imágenes, como en el caso de procedimientos ensayados en Máquin ahamlet: destrucción de la estructura cro-
Kantor , procedentes del espacio de la memoria . No de la memoria subjetiva: de nológica , del esquema dialógico, explotación de la voz coral como manifesta-
la memoria-máqu ina de la representación dramática. c ión de la memoria co lec tiva , interca mbiabilidad de los personajes , libr e
La estructura de la obra es sumamente compleja. En el primer acto pue- asociac ión, confusión de personas y tiempos en el espacio del recuerdo...
den distinguirse tres sec uencias , atravesadas por dos niveles. El primer nivel La idea de redu cci ón de la que MülIer habl aba a pr opó sito de
corresponde a la distorsión de la acción y los personajes del drama shakesperea- M áquinahamlet ha ido cediendo ante la idea de compresión de los materiales: la
no en tres situaciones espacio-temporales diversas. El segundo nivel , en un pre- renuncia a la forma , a la articulación de los materiales conduce a la necesidad
sente absoluto, muestra el descu brimiento por parte de Hamlet del actor que lo de someterlos a presión para mantenerlos unidos, pero también para propiciar su
habita y representa, la evocación de las imágenes oscuras del drama y la invero- estallido, tanto en el proceso de puesta en escena como en el proceso de recep-
similitud del mismo en su infinita repetición. La escisión actor / Hamlet contras- ción. La renun cia a la forma intelectual, a la arquitectura dramática , ha llevado a
ta con la indefinición de los límites persona-personaje en el caso de Ofelia, en el una preeminencia de lo asociativo y de lo rítmico en el momento de la escritura:
lo primero es el ritmo , luego aparecen palabras aisladas, sólo entonces la idea,
:'' !1.Müller, Gesammelte lrrtilmer, Verlag der Autorcn, Frankfurt arn Main, 1986. pp. 46. 55 Y59.
:."Idern, p. 102. :" H. Müllcr, Explos ion of amemory. Hein er Miiller DDR . Ein Arbeitsburh, Hentrich. Berlín. 1988, p. 141.

156 157
que , al ser form ulada, es al mismo tiempo superada o relativizada, y se olvida interesaba a Pina Bausch era estudiar cómo los juegos de poder representados en
uno de ella'" . Este proced imiento co mpositivo permite la intersección del proce- Macbeth se reflejaban y reformulaban en la experiencia cotidiana de los actores y
so literario y el escénico en cualqu ier momento y la búsqueda de nuevos ele- los bailarines. En 1980 el método llegó a tal complejidad que apareció directa-
mentos a partir de cada uno de ellos . mente en escena, sobre la cual se desvelaba al espectador parte del largo cuestio-
nario del período de ensayos .
Al mismo tiempo que H. Müller está componiendo sus textos a partir de Las respuestas, minuciosamente anotadas por la directora a lo largo de una
ritmos , Pina Bausch compone sus coreog rafías a partir de palabras. "Las pala- larga, y a veces desesperante, fase de trabajo , se suman a materiales extraídos por
bras no son lo mío" , declarab a. Y, en efecto, muy pocas veces aparecen en sus Pina Bausch de la observación de la vida cotidiana de los intérpretes, propuestas
esp ectáculos : fragmentariamente , como ocurrencias aisladas , en muchas oca- que ellos mismos le presentan o impresiones recibidas durante la fase de construc-
siones ni siquie ra se pretende que resulten inteligibles . Sin emb argo , la palabra ción del espectáculo. El método de composición es acumulativo: por composición
tiene una función central en su trabajo . Las imágenes de sus espectáculos son se entiende la selección final de los materiales, el orden en el cual serán presenta-
imáge nes densas , cargadas de sent ido no unilateral, resultado de un amontona- dos, la relación entre imágenes, los enlaces entre las diversas imágenes y accio-
mien to de exper iencias , surgidas de instrucciones verbales transformadas en nes; y tal selección no responde más que al criterio personal de la directora'" .
movimient o . Una vez transform adas, acumuladas, co nde nsadas, las palabras A pesar de que los espectáculos surgen de la palabra , resulta imposible
son irreco nocibles, han sido aplastadas por los cuerpos , del mismo modo que devolverlos a ella. "Es difícil hablar sobre el teatro de Pina Bausch --confiesa
los cuerpos so n comprimidos por las palabras en las obras de Müller. Pero Meryl Tankard, una de sus actrices- oTiene demasiado que ver con lo que sientes
están ahí, y podr ían expandirse en múltipl es direcciones, del mismo modo que y con tu propia manera de ver las cosas , todo ello no se puede expresar con pala-
los textos de Müller pueden estallar en infinitas imáge nes y experiencias orgá- bras" . En el teatro de Pina Bausch -escribe Müller- "los cuerpos escriben un
nicas. texto, que se resiste a la publicación, al encarcelamiento de su significado'?" . Sin
La primera fase en el trabajo de Bausch consiste en la formulación de
pregunta s a los intérpretes . Se parte de un proceso de comunicación verbal, de
reflexión subje tiva . A partir de aquí, se elaboran una serie de consignas verba-
les, sobre las que se trabaja. He aquí un ejemplo: " Animar. Quitarme las manos
de enci ma . Bailar agarrado (dos hombres). Hola , señorita . Juegos sexuales.
Aluci nar. Asco. Esperar a alguien. Soy tu quer ido tío. Por favo r, lléveseme.
Caray, mira a ése de ahí. Masaje con música . El que quiere, tiene. Mami. Un
niño hu érfa no t ien e mied o . Es que, e n real id ad , deb ería dormir más .
Preparativos para la pelea. Eje rcicio sobre la prostitución . Comportamientos
ante una catástrofe . Sobarse a esco ndidas . [...]"237 . La palabra evoc a el movi-
miento y garantiza una imagen cargada de experiencia. La palabr a no tiene por
qué ser literaria. Podr ía serlo. Lo importante es que sea dramátic a: encierra con-
flictos no resueltos , una memoria desasosegada. Pero no tiene una forma dramá-
tica. La forma la decid e el espectáculo .
Pina Bausch comenzó a emplear este método en 1976 para Barba azul,
aunque su utilización plena se produjo en los montajes de Renate se marcha y
Él la toma de la mano ... (1977) . Esta última obra estaba basada en una tragedia
de Shakespeare, Ma cb eth , aunqu e en el espectáculo no apar eci era más que
como fábula fragment ada y contada a trozos por una de las actrices. Lo que le
Pi na Bau sch . Café Miiler . Wuppertha l, 1978 .
,,. H. Müller, Gesamm elte l rrtiime r, ed. cit., p. 127.
'" Raimund Hogue, Pilla Baus ch, Historias de teatro -danta , (Fotos dc Ulli Weiss), Ultramar, Barcelona, 1988, '''' Leoneta Bentivoglio, O teat ro de Pilla Bausch , Acartc. Lisboa. 1994 , p. 29.
p. 61. ''' H. Müller, Exp losion ofa Memory, ed. c it. p. 36.

158 159
embargo, en todos sus espectáculos Pina Bausch reflexiona sobre los mismos madre tuvo que matarla. Por la tarde, cuando la había cocinado, me dijo que era
temas: la lucha de los sexos, la función de la mujer y la mercantilización del mi gallina y que no tenía que comérmela si no quería, Pero yo quería comérme-
cuerpo femenino, la memoria de la infancia, la pérdida de la inocencia, la vio- la toda. Quería comérmel a entera para mí sola" . La mujer corre en diagonal
lencia, el instinto, la dimensión animal del ser humano, las relaciones de poder, hacia la puerta, la abre bruscamente y arrastra a un hombre al espacio vacío. Se
la soledad... Temas que fuerzan un ir y venir de lo privado a lo público, que se coloca ante él y le grita la historia a la cara: "En Italia yo tenía una gallina. Que
refleja también en la ambigüedad de los espacios: si en Café Müll er (1977) utili- se iba siempre a otros jardines, así que mi madre tuvo que matarla. Por la tarde,
za un espacio público cerrado (con un falso espacio exterior al que no se tiene cuando la había cocinado, me dijo que era mi gallina y que no tenía que comér-
acceso anunciado mediante la puerta giratoria del fondo) para poner en escena mela si no quería, Pero yo quería comérmela toda. Quería comérmela entera
una de sus piezas más intensas y desasosegadas (volvería a utilizar el espacio para mí sola'?" .
del café para Bandon eón en 1980), a partir de Arias inventa falsos exteriores,
Para explicitar su coincidencia con R, Wilson, Müller citó la siguiente
decorado s de suelo, que añaden complejidad a sus fiestas reflexivas: una piscina
frase de Lyotard: "Hacemos cosas que no sabemos qué son" . Esto es lo único
llena de agua en Arias (1979), un césped natural en 1980, un campo de claveles
interesante, lo demás es parasitaric'" . Hacia 1962, Wilson queda impresionado
en Nel ken (1983), una espesa capa de tierra en Sobre la monta ña alguien ha
por la danza de Martha Graham, le escribe y es aceptado como oyente en sus
oído un grito ... (1984) O un muro caído en Palenno Palermo (1991). Los espa-
clases. Una de las cosas que más le fascinan es la autonomía de los lenguajes:
cios públicos exteriores o interiores dejan de serlo en el espacio de la memoria,
"la danza y la música hablan ambas por sí mismas", su integración no anula su
desde donde se proyectan a la escena, lo mismo que las músicas, empleadas de
independenci a. Wilson tratará a lo largo de su producción de mantener ese
forma muy libre, acumuladas, como las respuestas, sin hacer distingos entre la
principio. En sus inicios, Wilson consideraba sus trabajos en pintura, diseño ,
clásica o la ligera, el jazz, las canciones populares o la música fílmica.
danza y música electrónic a como happenings: se trataba de crear un marco
Ese proceso de composición de acciones, ideación del espacio o selección
temporal y permitir que las cosas ocurrieran, sin plantear ninguna estructura-
de las músicas, que parece tener mucho de arbitrario y que en cualquier caso
ción racional?" .
depende de la improvisación, la casualidad y la impresión acaba con un montaje
En 1969, creó la Byrd Hoffmann Foundation, con la que produciría buena
final sorprendentemente inamovible , con una estructura implacable que no
parte de sus espectáculos, El primero de ellos, Vida y tiempos de Sigmund Freud
admite alteración alguna. Coincide en esto con Kantor, distanciándose como él
(1969), dejaba muy clara la estética y los intereses de Wilson. El crítico John
de los trabajos procesuales de los creadores de la generación anterior, con quie-
Perrault, matizando que era "una de las cosas más extrañas" que había visto en
nes comparte, no obstante, la misma voluntad de no transformación de los acto-
su vida, lo situó en la encrucijada de Maeterlinck , Jarry, W, Blake y R. Roussell.
res y de escribir, como proponía Artaud, el teatro directamente sobre la escena.
Louis Aragon, que presenció en París una representación del espectáculo que
Por la indagación en el mundo onírico de los actores, por la construcción de los
resumía las primeras tentativas de Wilson, La mirada del sordo, escribió una
espacios, por la aparición de determinados elementos plásticos (como ese hipo-
carta abierta a A. Breton, en la que confesaba no haber visto en su vida nada
pótamo que preside la escena de Arias) o sonoros, por el modo en que se com-
más hermoso, mezcla y confusión indiscernible de vigilia y sueño, de día y
pone la pieza, Pina Bausch recupera muchos presupuestos del surrealismo: el
noche, una obra que no era surrealista, sino que realizaba lo que los surrealistas
tiempo de su teatro -escribe Müller- es el tiempo de los sueños y los intérpretes
habían soñado que vendría después de ellos?" .
son los "supervivientes de las catástrofes de los cuentos'?" . El humor melancó-
Wilson crea una espacio-temporalidad autónoma, que permite la contem-
lico que los envuelve es resultado del paso del sueño a través del filtro de la
plación del acontecimiento escénico como realidad natural, una realidad diver-
memoria.
sa, a veces enigmática ("como un mosaico que se resiste a ofrecer el cuadro") ,
En Bandon eon (1981), Pina Bausch compuso una escena con un texto de
Müller. Una mujer situada al fondo del espacio, con la espalda apoyada a la
'" Ídem , p. 36.
pared, espera a que el resto de los bailarines la dejen sola. Cuando el último ha '" H. Müller, Gesammelte l rrtiimer , ed . cit., p. 109.
cerrado la puerta tras de sí, grita su historia, proyectándola hacia la sala oscura: " "T . Fair brother, Rober r witson 's Yision , Museum of Fine Arts , Boston y Harry N. Abrahms, Inc .. Publishe rs,
Nueva York, 1991, p. 110.
"En Italia yo tenía una gallina. Que se iba siempre a otros jardines, así que mi a
'" Lou is Aragon, "Lettre ouv ert e André Breton sur Le regard du sourd, I'a rt, la science , la libert é", Les
Lett res fracaises, 2 ju in 1971 ; ci t. en C. Mounier, "L e monde de Robert Wilso n" , e n O. Bablet (ed.) , Les voies
de la cr éution thetitrale V, C.N .R .S., París , 1977 . p. 137.
'M' Ídem , p. 37.

160 161
pero que no es representación de ninguna otra , sino que parece tener una exis- va a compon er, a menudo sin mirar lo que dice el texto, y sin tener en cuenta su
tencia propia, más allá del conflicto sueño-vigilia, realidad-ficción . Esa reali- longitud . Aunque a veces leo los textos antes de descomponerlos'?" , Un proce-
dad , por otr a parte, carece de dramatismo, de l mismo modo que carecen de dimiento similar emp leaba Richard Foreman, que declaraba compo ner sus tex-
sexo los seres que en ella hab itan: todo ocurre, sin más, en un tiem po ralenti- tos a partir de fragmentos y notas: "los extiendo en el suelo, los dispongo de una
zado, que, según Wilson, es el "tiempo real de la puesta de l sol, del cambio determinada forma , voy de aquí para allá, y ya tengo la obra'?" . El resultado, en
de las nubes , de l amanecer'?" . el caso de Wilson , es un lenguaje en movimiento, un mov imiento lento , reflejo
En la relació n de Wilson con la palabra tuvo especial trascendencia su de un pensamiento no constreñido por la lógica . No se trata de contar historias,
colaboració n con Christopher Knowles, un deficiente mental de catorce años , sino de transmitir pensamientos, sensacio nes, casco tes de la memoria personal.
que intervi no como actor en algunos espec táculos , y con el que Wilson realizó Wilson, que prefe ría escribir en estados de semi-inco nsciencia , insistía en la
sus Diálogos con Knowles. A Wilson le fascinaba el uso que Knowles hacía del idea de transparencias o desechos: todo lo que espon táneamente se atraviesa en
lenguaje , su habilidad para crear mentalme nte estructuras visuales utilizando las la percepción , el pensamiento o la memoria puede ser integrado en la superficie
palabras como bloques de construcc ión " [Christopher] no tenía miedo de destro- del texto.
zar la palabra . El lenguaje estaba realmente vivo . [Las palabras] crecía n y cam - En Edison (1979) , con texto de Naita de Niscemi, las palabras son trata-
biaban co ntinuamente ... como moléculas que estallaban en todas direcciones . das como citas, despro vistas de intenci ón expresiva, incluso com unicativa . A
Era rea lmente tridimensional, algo así como espacial'?" . En Una carta a la veces se superponen dist intas enunciaciones de la misma frase en diversos idio-
reina Victoria (197 4) , Wilson hace por primera vez un uso importante de la mas. y no se otorga a la palabra mayor relevancia que al resto de los sonidos
palabra. Pero los textos son de Knowles. Wilson les dio un formato arquitectó- que config uran el espectáculo. Palabra y gesto, por otra parte , funcionan diso-
nico en las páginas del guión. He aquí un ejemplo: ciadamente: "Uno de los problemas que he tenido co n los actores es que se
esfuerzan en adaptar el gesto a lo que dicen . Es necesario considerar las dos
THE SUN DANC E KID WAS BEAUTl FUL
THE SUND ANCE KID DANCED A LOT
THE SUN DANCE KID DANCED AROUND THE ROOM
RAlSlNG RAlSlN
RAlS E RACE RACl NG
TH E SUNDANCE KlND RAISE DANCE RACE
DANCE DANCING
RAlS E RAISING
RACE RACING
YEA H THE SUNDANCE KID COULD DANCE A LOT

Para Einstein en la playa (1976) , es el propio Wilson quien escribe el


texto. "Cuando escribo el texto del espec táculo, no trato de desarro llar o ilustrar
una idea o un punt o de vista, ni siquiera pienso en Einstein y no sé de antemano
quién va a decir qué . Numero las frases para seguir un ritmo , sin saber si es un
hombre o una mujer , un joven o un viejo. Tomo las palabra s, los fragmento s, y
los dispongo en un orden que recuerda algo así como la música . Escribo el texto
a máquin a y lo fijo en la pared . De una mirada puedo ver el texto ente ro .
Desp ués añado colores sobre los diferentes temas, entonces lo recorto y lo vuel-
Robert Wilson. La mirada del sordo . Nueva York, 1970 .

''' L. Shyer , Roben lVi/sol!ami his collaborators, Nue vo York . 1989 . p. XV I; C. Mo un ier, o. cit ., p. 142-146 . "' R. Wilson , cit. e n C. Moun ier , o . cit., p. 154 .
''',R . Wilso n , e n 1'. Fa irbrother , o. cit ., p. 117. "' L. Shyer, o . cit., p. 92 .

162 163
cosas com o elementos independientes, quizá no sistemáticamente, pero sí muy a
menud o" . La disoc iación palabra-gesto se extiende al resto de los elementos que unidad conflictiva de los lenguajes, así como su fruc tífera colaboración con H.
interv ienen en el espectáculo . Las primeras obra s de Wilson pueden ser conside- Müller. " Yo creo , además, que la literatura está para ofrecer resistencias al tea-
radas como grandes collages . En Einstein en la playa , la luz, el movimiento, el tro . Sólo cuando un texto no se puede hacer tal como da resultado en el teatro es
decorado , el texto y la música habían sido concebidos por separado y creados produ ctivo para el teatro, o interesante'?" .
por diversos colaborado res; cada uno tenía su propia independencia formal y su Wilson llama a Müller en 1983 para que co labore en la secc ión alema-
estructura interna . A lo largo de la representa ción , se producían momento s de na de the CI VIL warS , Müll er recuerda qu e en ningú n moment o se discutió
concordancia y otro s en que el público tenía que elegir cuál seguir. A Wilson le sobre ideas o co nceptos , ni de la conveniencia de que tal escena contara o no
fascin aba esa discontinuidad , tanto como el surgir espontáneo de corresponden- con un texto : só lo sobre tiempos . Es decir, el texto literari o se adaptaba a un
cias : "Es com o cuando estás co nduciendo un coche y escuchand o a Moz art. ritmo esc énico pred eterminado . La escen a imponía directamente la estructu-
Miras por la ventanilla y ves la hierb a ondea ndo y parece qu e la hierb a se ra , so bre la qu e el escritor había de inte rvenir. Müller no escribió nada or igi-
mueve al ritmo de la música. Y puede que sea así. Cambia ju sto al mismo tiem- nal : al igual qu e Nait a de Nisc em i en es pec tác ulos a nteriores, propuso un
po que cambia la música. O imaginas una conexi ón'?". coll age a base de textos propios y una selección de texto s histórico s y litera -
De Death Destruction & Detroit lo que más interesó a Müller fueron "las rios , qu e a su j uicio co mplementaba n o co ntradecía n de algún modo las crea -
estructuras rítmicas y cómo las imágenes cambiaban al mismo tiem po que el ciones visuales de Wilson . Los te xt os se fue ro n e laborando y prob an do ,
sonido" . En la produ cción de Einstein , Wilson había recurrid o por primera vez a prob an do y eliminando , probando y fija ndo ... Müll er comparó el proceso a
un libro de esquemas, una especie de 's toryboard' , que fijaba ante todo los rit- un mecani smo : "Es como tener una máquina y esta máqu ina necesita textos,
mos y las repe ticiones . En la producción de Death Destruc tion & Detroit, el así qu e introduces uno y esperas hasta que salga . Si sa le, es co rrec to. A veces
text o se estructuraba como música y funcionaba como una partitur a. En nume- lo devuel ve o se atra nca" . Al final, no firmó el trabajo co mo dram atur bzo ,
rosas ocasiones, Wilson se enfrentaba a las produ ccion es con un diagrama sino co mo col aborad or.
modul ar o geo métrico, que estable cía los tiempos y los ritmos . Esta peculiar Los textos, com o las imágenes, no pretenden tener un mensaje , funcionan
partitura orientaba (no definía) la estructura del espectáculo. En su interior, el como "espacios de significado abier to" . De ahí qu e en la co mpos ic ión del
texto funcionaba igualmente como un collage. Para Medea (1984), Wilson recu- espectác ulo no se pretend a su interpretación , sea con intención expres iva, sea
rre a un texto de Müller (Orilla degradada ...), que antepone como prólogo a su con intención informat iva , sino que se les trate com o objetos , como "piezas de
prop ia adaptación del texto de Eurípides. El de Naita di Niscemi para the CIVIL mobiliario": no necesitan ayuda, deben valer por sí mismos. Müller comparó
warS fue elaborado a base de fragmentos extraídos de documentos históricos y sus textos para the CI VIL warS con piedras posadas en el fondo del río, sumer-
biográficos, yuxtapuestos a imágenes asoc iativas. gidas en la imaginería de Wilson, que fluye en torno a ellas , sin deco lorarlas u
Cuando en 1985 se consideró la posibilid ad de otorgar a R. Wilson el pre- osc urecerlas . Wilson , por su parte, co mpara ba los textos de Müller (al igual que
mio Pulitz er en dram a por the CIVIL warS , el jurado se resistió a ello por la ine- la música de Philip Glass) , con piedras que , aunque sea n colocadas en la nieve ,
xistencia de un guión en el sentido tradicional de la palabra que permitiera su en la arena, en el océa no o en el espacio exterior, no cambian de estado, pues
lectu ra . El drama que ellos buscaban inútilmente no podía estar esc rito, sólo tienen una fuerte entidad en sí mismas.
podía existir en escena. En la obra de Wilson , el conflicto dramático se convier- En 19 86 , Wils on decide esce n if ic a r un te xto de MülIer. Eli g e
te en contradicción entre los diversos elementos escén icos. Yes la contradicción Máquinahaml et. Empieza a trabajar sin el texto y compone una coreografía a
la que genera el movimiento. "Wilson explota la técnica de usar cada elemento base movimientos lentos y accion es y gestos simples, acompañados por el soni-
que aparecer en escena para competir, contradecir o comentar a los otros"?", do de tacos de madera japoneses. Un día llegó al ensayo y dijo: "A hora tenemos
Delib eradamente huye de la solució n armónica: "Es peligroso creer demasiado que pensar dó nde ponemos el texto". Entonces las pala bras de Müller fueron
en una cosa. Son necesarias las contradiccione s" . Sobre esta idea se asentaría su distribuidas entre los actores, creando una banda independiente al movimiento .
incursión en el terr itorio de la ópera, considerada no como síntes is, sino como Como en otras ocas iones, lo primario era el marco . Wilson partió de la estructu-
ra de la pieza en cinco actos y creó una especie de maquinaria escé nica: la core -
''' Ídem. p. XV II. ografía se repetía cuatro veces y se ofrecía al espectador en cada ocasión desde
" ' David Brand y and David Williarns, Directors ' Theatre, Londres . 1988. p. 23-24: c it. en Tre vor Fairbrothcr,
p. 103.
'" H. Müller, Gesummelte lrrtiimer, cd . cit., p. 18.

164
165
un lateral distinto . La escena central, el "Sch erzo" , se solucionaba fílmicame nte, propuestas y se niega a aceptar, incluso, que ciertas imágenes indiscutiblemente
proyectando el texto a velocidad rápida. recu rrentes en sus obras tengan que ser adscritas a una casilla determinada.
Junto al discurrir paral elo de la band a dinámico-visual y la literaria , " Hay un sinfín de matices. Depende sólo del punto de vista escogido. Lo único
Wilson creó una tercera banda de sonido, igualmente independiente , mezclando que no es válido es una interpretación unilateral, porque todo puede verse siem-
la amplificaci ón electrónica y la voz en directo. El uso de las voces es altamente pre desde el punto de vista inverso'?". A este respecto , Meryl Tankard insistía
significante: el prólogo contiene sólo ruidos y sonidos animales; en la primera en la imposibilidad de traducir a palabras el movimiento y las imágenes por la
par te só lo se oy en voc es masc ulin as ; en la segunda , sólo feme ninas . El enorme carga de experiencia persona l que encierran: al intentar describirlas o
"Sc herzo" const ituye una ruptura: es material fílmico y no escénico, el texto no aclararlas, se las empobrece , se les roba su abanico intrínseco de posibilidades
se dice, se proyecta, y la banda sonora incluye la voz de Jessye Norma n cantan- de percepción.
do "El enano" de Schubert. En la parte cuarta , voces femeninas y masculinas se Ric ha rd Forema n escribió que Wilson crea un " campo sit uacional" ,
confunden, pronunciando el texto con articulación imperfecta . La última parte donde el espectador puede examinarse a sí mismo (como perceptor) en relación
ofrece sólo voces femeninas, en una combinación de coro y gritos, que conduce a los descubrimientos del artista. La obra de Wilson requiere una contemplación
finalmente al silencio'" . imaginativa: admite cualquier interpretación y cualquier visión singular. Wilson
Müller quedó impresionado al constatar que esas dos bandas paralelas, confiesa que su obra es para él un misterio y que conviene no confundir a la
creadas indepe ndientemente, reforzaban su texto. Wilson explicó que había gente con palabras acerca del contenido de sus espectáculos. La libertad es tal
intentado reproducir la libertad del oyente de radio para crear sus propias imá- que Müller llegó a calificar el teatro de Wilson "co mo el único auténticamente
genes o del espectador de una película muda para crear sus propios sonidos. Esa comunista" . Lo com paró , por una parte , con el antiguo teatro chino, que duraba
libertad sólo puede ser conservada evitando la ilustración y recurriendo al con- doce horas: puedes salir, comer algo , y esto no altera la recepción. Resaltó , por
flicto. Una vez más encontramos, ahora en palabras de Müller, la nueva defini- otra, el espíritu igualitario del trabajo (animales, plantas y piedras no tienen un
ción de lo dramático subyacente a sus propuestas: "La primera cosa en nuestra lugar menos significativo que el género humano), así como el rechazo de la pro-
colaboración era que había un marco de Bob, que a veces corría el peligro de ser piedad del texto o de las imágenes: son propiedad común de la audiencia, que
un marco vacío -mero diseño. Y entonces llega mi material , mis textos, que puede hacer uso de ellas a voluntad .
ofrecen resistencias a ese marco , y se produce un conflicto entre imágenes y "Los materiales -escribe Müller- no deben ser interpretados en escena.
lenguaje y este conflicto es drama. Y así nuestra colaboración puede camb iar mi La interpretación es un trabajo que no debe tener lugar en escena" . Wilson con-
idea de teat ro y también sus ideas . Aquí hay un drama y no ha ter minado testaba a una periodista: "No me gustaría interpretar mi trabajo , no me gustaría
aún"253. interpretar el trabajo de Heiner, no es deber nuest ro . Es responsabilidad del
La conflictividad de los lenguajes tiene un sentido diverso a la propuesta público interpretar. Nosotros no interpretamos" . Según Wilson, la introducción
por Brecht, Eisenstein o los constructivistas. Ya no hay un montaje productivo , de ideas o interpretaciones en un es pacio o en un texto, reduce el campo de
ya no hay un poner en marcha la dialéctica de las contradiccion es para llegar a posibilidades y por tanto la libertad. De ahí la negativa a interpretar a Müller o a
un resultado. El teatro, el arte , no es parte de un proceso revolucionario. Las Shakespeare: sus obras son tan grandiosas, que no necesitan ser interpretadas ,
contradiciones no son planteadas para que el espectador las resuelva, sino para sino ser lanzadas como piedras hacia el público, para que las recoja y haga de
que el espectador las constate y haga el ejercicio de una comprensión multilate- ellas un uso polivalente.
ral. No se trata de mostrar la contradicció n. Se trata de mostrar la diferencia. Y " Un director que entiende todo lo que hace, puede ser un buen director,
la diferenc ia no debe ser resuelta. pero no un gran director. Y esto vale para los artistas, para los actores , para los
La exigencia de una comp rensión multilateral de los es pectáculos está escritores . Debe quedar algo en la sombra. Uno debe hacer cosas que no sabe
también presente en las obras de Pina Bausch: "Nunca he pensado: esto es así". por qué ." (Wil so n) . " La única raz ón de ex istenc ia de un dram aturgo es la
Bausch se queja de las interpretaciones unilaterales que a veces se dan de sus ampliación del ámbito de la posibilidad . El teatro debe ser vida, resistencia a la
institución, proyección de utopía. Lo único que una obra de arte puede hacer es
''' H-T. Leihrnann , " Roben Wilson , Szenograph" , en Parkett , 16. 1988 . p. 40 . despertar el anhelo de un nuevo estado del mundo" . (Müller).
"' H. Müller, cit. en Shyer. o . cit., p. 134 .

!~~ P. Bausch , en Hodge , o. eit.. p. 23.

166 167
9. Dramaturgias de la complejidad:
estrategias contaminantes

Si la obra de Kantor, Müller, Wilson y Bausch puede ser repensada bajo


la categor ía de densidad , otras propuestas de las últimas décadas podrían ser
recuperadas desde las ideas de dispersión o complejidad . No se trata de estable-
cer barreras o categorizaciones rígidas, sino líneas de tensión o campos de fuer-
za en los qu e situar la creación escénica co nte mporánea . Indudabl emente ,
Máqu inahaml et puede pasar co mo un texto sintomátic o de las dramaturgias
complejas ; sin embargo, la obra madura de Müller tiene mucho más que ver con
la idea de com presión , de densidad de la imagen asociada a la memoria, que con
la multipli cación o yuxtaposición de los focos de energía resultantes de la ato-
mización de los materiales. Ha sido el teatro neoyorquino alternativo , liderado
por creadores como Richard Foreman , Spalding Gray y Elizabeth LeCompt e, el
más sensible a una nueva estra tegia formal que surge de la potenciació n de los
procedimientos contaminantes .
Recuperando la esencia de la vieja idea de teatro que desde Aristóteles a
Brecht ha funcionado como punto de partida de la creación dramática, Richard
Foreman, uno de los principales autores-creadores del teatro alternativo america-
no de las últimas décadas, declara que el objeto del teatro sigue siendo la repre-
sentación del hombre . Ahora bien, la vida humana debe ser representada en toda
su complejidad, y es precisamente la insistencia en la representación de la com-
plejidad lo que invalida el recurso a los esquemas narrativos convencion ales. "La
sociedad -escribe Foreman- nos enseña a representar nuestras vidas ante nosotros
dentro del marco de una narrativa coherente, pero debajo de ese condicionante,
nosotros sentimos nuestras vidas como series de impulsos y colisiones multidirec-
cionales" . Esta multidireccionalidad de la vida es contraria al esquema lineal que
en primer lugar el Cristianismo y en segundo lugar la Ilustración institu yeron
como base de la concepción de la historia/de la biografía: junto a los proyectos
que dirigen nuestra atención, aparecen miles de estímulos que constantemente nos
desvían del camino de la vida. Es esta multiplicidad de sugestiones e impresiones
la que debe ser introducida en el campo de la representación y la que complejiza

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hasta hacer no interesante la estructura narrativa tradicional: "Me gustaría pensar Es evidente el parentesco entre el planteamiento de Foreman y los de
en mis obras como una hora y media en la que ves el mundo a través de un par Gertrude Stein y Joyce. Foreman remitió explícitamente al Finnegans Wake
especial de gafas. Estas gafas puede que no bloqueen completamente la coheren- para explicar la interpenetración y simultaneidad de todos los elementos: que
cia narrativa, pero magnifican tantos otros aspectos de la experiencia que simple- todo elemento se vuelve relevante, independientemente del centro que se fije,
mente uno pierde el interés por esforzarse en seguir la coherencia narrativa y, a y que "una página contiene todas las demás páginas, en cuanto son posibles
cambio, se permite el ser absorbidopor la representación momento a momento de una mult ip licidad de co mbinac io nes">" . La idea es dejar abierto e l
la libertad física" 255. libro/cuaderno/texto escénico para que la vida se vaya pegando en él con todos
El texto escénico de Foreman pretende ser plasmación/indagación del pro- sus accidentes, En conexión con este propósito, Foreman defiende el sueño, el
pio proceso de pensamiento y reflexión consciente sobre los mecanismos que dormir, como metodología de trabajo, para "limpiar la mente" antes de empezar
intervienen en el pensamiento. Se trata, como observa Quadri, de un "texto men- de nuevo. Se trata de apresar imágenes no visibles: "Es como si mi escritura
tal", con una estructura atómica, que remite al 'pure writing' o 'really writing' de intentase definir algún objeto invisible, que sólo pudiera bosquejarse mediante
Gertrude Stein. En dicho texto aparecen personajes que se repiten en cada uno de un método similar al del físico, que bombardea con electrones una partícula y
los distintos espectáculos: Rhoda (siempre interpretado por Kate Manheim), en el capta los contornos provocados por el electrón en una placa fotográfica'?". En
centro, y a su alrededor Max, Ben, Sophia; en tomo a ellos, una compleja cons- otra ocasión, Foreman comparó nuevamente su mirada sobre los hombres a la
trucción espacial, objetual y sonora, convertida en sujeto múltiple de la acción al mirada del físico sobre los átomos: al intentar mirar los acontecimientos ínter-
mismo nivel que los personajes. Rhoda es un centro que tiene como función acti- subjetivos como acontecimientos atómicos, "percibiendo el mundo como se
var los significados de los "elementos periféricos", en forma de timbres, voces percibiría un objeto sólido a través de un poderoso microscopio, descubres que
grabadas, gestos, proyecciones , cuerdas,etc. tu propia figura sólida no es más que una nube de moléculas en circulaci ón'?" .
El proceso de escritura es constante: los espectáculos surgen de los cuader- En esta consciencia de la propia inconsistencia, de la apertura del yo, se justifi-
nos de notas del autor; en un momento dado, Foreman decide llevar a escena un ca la obsesión por la plasmación de lo fragmentario, de lo procesual, de lo
determinado bloque de fragmentos. Los procedimientos son diversos. Uno de ellos abierto, mediante la apuesta por las estrategias contaminantes y los espacios
consiste en lo siguiente: se reparten los textos entre los actores y se hace una gra- polifónicos.
bación, que funciona como banda sonora sobre la que se elabora la coreografía de Si los textos de Foreman nacen contaminados por las imágenes visibles e
actores, escenografía, objetos, sonidos y música; sobre esa coreografía, Foreman invisibles, sus espacios escé nicos surgen contaminados por la textualidad.
puede volver a grabar sus propios pensamientos sobre el espectáculo y hacer que Foreman confiesa que sus espectáculos deben ser analizados como textos, y que
se escuchen durante la representación del mismo. El espectáculo conserva así la parte de su esfuerzo creativo ha ido destinado a dotarlos de instrumentos de aná-
fragmentariedad y la incoherencia de los cuadernos de notas. Se trata, declara lisis para avisar de su inteligibilidad. Esta inteligibilidad no conduce a la recons-
Foreman, de mostrar "la membrana de las interrupciones/trastornos cuando un trucción de una narración, sino a un laberinto inestable de signos, de cuya
pensamiento desplaza a otro". Se trata también de recrear en escena la figura viva lectura surge la imagen negativa a la que antes hiciera alusión. Los significados
del garabato o del esquema trazado a mano sobre el cuaderno. Lo que resulta es un no son directos, el espacio funciona como caja de resonancia para el gesto y la
incesante desplazamiento de imágenes y asociaciones, en contrapunto con una palabra, pero no se trata de una caja vacía, sino de "elementos periféricos", a los
banda sonora continua y con rápidos cambios (disparada desde la cabina de con- que Foreman concede una gran importancia, pues en ellos aparece el territorio
trol por el propio Foreman), de cuya superposición surge aquello que el autor con- interior del artista, su escenografía,
cibe como su objetivo: la creación de un teatro polifónico,"en el que todos los "El arte de Foreman -escribe Guy Scarpetta- es básicamente "un arte de
elementos funcionen fragmentándose entre sí, de modo que el espectador [...] contaminación". El decorado interviene en la acción; es un intérprete. Los per-
pueda [...] saborear en su totalidad los elementos teatrales como travesura'?" , sonajes asumen una función puramente espacial, rítmica, decorativa. Los ves-
tuarios y los objetos escénicos juegan un papel dramático. [...] Su teatro requiere
"' Richard Foreman. Unba lancing Acrs, Pantheon Books, Nueva York. 1992. p. 5. nuevos instrumentos de análisis: se hace necesario pensar en términos de ener-
"' Richard Foreman, Reverberation Machine s, The Later Plays and Essays by Richa rd Foreman , Station Hill
Prcss, Nueva York, 1985 . cit. por A. Femández Lera, "En el paisaje de la mente". en Franco Quadri y otros, "' Richard Foreman, Unbal anci ng Ac/s, ed. cit., p. 16.
Rich ard Foreman, la pe núltima van gua rdia ame ricana , Cuadernos El Público , Centro de Documentación "'R. Foreman, "As í escribo mis obras" , cit. en F. Quadri y otros, o. cit., p. 60.
Teatral, Madrid, octubre , 1986 , p. 39. ' '' R. Foreman, Unbal ancing Ac/s. ed . cit., p. 27.

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te entre el texto y el sentido sobre lo que nosotros estamos trabajando en pri-
gía, tensión , líneas de fuerza y variaciones de intensidad'?", Por la interpene- mer lugar" .
tración de lo subje tivo y lo espacial , lo inteligibl e y lo rítmico/sensibl e , la En muy pocas ocasiones el Wooster Group part e de un texto preesta-
palabra y el ruido , el garabato escrito y el gesto físico , la obra de Foreman blecido . A excepción de Rumstick Road (Carretera de Rumstick), los espec tá-
aparece en el hori zont e de los setenta como uno de los principales estím ulos c ulos de l Woo s ter se va n form a ndo poco a poco como res ult ado de la
para la dram aturg ia compleja de los ochen ta, un estímulo quizá sólo compara- inter acción de materiales muy diversos, que David Savran ha ca talogado en
ble al de otro gru po de creadores neo yorq uinos que comenzaron a tra bajar cinco gr upo s: grabac iones de entrevistas privadas o documen tos sonoros
autónomamente desde 1974 en el Perform ing Garage de la ca lle Wooster, de públicos, tales como las entre vistas de Spalding Gray co n su padre y su abue-
la que adopt aron el nomb re . la en Rumstick Road o los fr agm entos del de bate Leary/Liddy en L .SD .;
"Cuando elijo textos - dec lara LeCompt e- esto ocurre al azar. Podría material dr amático previo , sea de textos clásicos, co mo Nuestra ciudad, de
usar cual quier otro texto'?" . El texto es un objeto enco ntrado, co mo lo son Thornton Wilder , o El crisol, de Arthur Miller, sea de ob ras escritas para la
los elementos espaciale s o la experiencia de los propios actores . Durante los ocasión, como Rig , de Jim Strahs; grabaciones rea lizada s por el propio grupo
ensayos se trata de poner en relació n dichos elementos de un modo sig nifi - en audio (sonido o música) , vídeo, ci ne o diapositivas , como el vídeo de
ca nte. De l mismo modo que los eleme ntos escenográficos que se van acum u- Nuestra ciudad o la pelíc ula de Ken Kobland Por el mar para Point Judit h; el
land o e n el Performin g G arage aparece n en diversos es pectác ulos co n espacio del Perfor min g Ga rage, tal co mo quedó de la últi ma obra , co n los
diversas ca rgas sign ificantes y co n artic ulaciones espacia les nuevas, también elementos arquitec tónicos elaborados para ella, que será n re utilizados y desa-
los texto s so n manipul ados o mont ado s de form a que entre n en un nuevo rrollados, al meno s parcialmente , en el nuevo trabajo; y, finalmen te, improvi-
ca mpo de sig nifica do de int er és par a e l trabajo . "En defin itiva -acl ar a sació n de textos y acciones, en forma de ges to , da nza o palabra , que pueden
LeCompte- , no se tra ta de un texto en co ncre to, sino de una relación dife ren- funcionar como materi ales independientes o surgir como elaboración de otros
materiales previos'" .
Elizabet h LeCompte y Spa lding Gray, promotores del grupo, mant ienen
de su trabajo con Richard Schechner en el Performance Group'" la idea de ela-
borar los espectáculos a partir de las improvisaciones grupales y las inquietudes
de los propios actores . Pero este material no es privilegiado, como oc urría en el
caso de Schechner, ni elaborado en busca de lo ritual o arquetípico, sino puesto
continuamente en conexión con el resto de los materiales prev ios, en posición
de igualdad con el trabajo de los actores. Como consecue ncia de esta relación y
de la problematización de dicha relación va surgiendo una red textual, com pues-
ta de signos no necesariamente verbales, que se fija finalmente co mo dramatur-
gia compleja , Lo importante es que ninguno de los elementos que intervienen en
el collage actúa como centro de articulación, sino que la composición se sostie-
ne por la tensión constante entre los elementos. Si Foreman rem itía a lo atómico
para ilustrar su mirada sobre lo humano, los trabajos del Wooster podrían ser
imaginados como estructuras molec ulares, resultado de combinaciones atómicas
imprevistas e invero símiles .
Uno de lo s mode los es truc tura les más interesantes as umidos por
LeCompte en la composic ión de sus trabajos es el de la conferencia científica .
The Wooster Group. Rumstick Road . 1977 © Ken Kobland
" ' Ídem.. p. 5 1.
"' Elizabelh LeCompte y Spalding Gray trabajaron como ayudante de dirección y actor, respectivame nte, en el
'"' Guy Scarpeua. " La escenografía" . en The Drama Re..iell'. n" 102. Nueva York. verano. 1984, trad. en F. Performance Group desde 1970 . A panir de 1974 crearon una secció n autónoma dentro del grupo antcno r,
Quadri y otros. o. cit. p. 27. hasta que en 1980 lo renominaron como \Vooster Group. heredando de su anteceso r el Performing Garage.
" ' Cil. en David Savran, Breaki ng the RII/es , Thcatre Co mmunications Group Nueva York, 1988, p. 50 .

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Éste es el caso de Rumstick Road, un espectáculo que se comienza a trabajar en siempre con una po sibilidad de inter pretaci ón aso ciativa en relació n con e l
1976 , en un momento en que Spaldin g Gray, a la vuelta de su viaje a la India, está mund o que rodea al aco nteci miento d iseccio nado . Es el principio asocia tivo el
muy obses ionado con el recuerdo del suicidio de su madre y desea recuperar ese que guía el ava nce de la acción y no el seg uimiento de esquemas causa les o
material en forma escén ica. Ya Sakonnet Point ( 1974) había elaborado muchos lógicos; en términos de Kenneth Burke , "la presencia de una cua lidad recla ma
materiales de la infancia de Gray, que ahora son asumidos desde otra perspectiva. la presencia de otra" .
Se trataba - seg ún LeCompte- de volver a " pintar la misma naturaleza muerta" El recurso a lo asoc iativo en contraste co n la preten sión científico-demos-
alterando su disposición y la mirada sobre ella. El primer planteamiento consistía trativa, la yuxtaposición de materiales de muy diversa naturaleza, el juego con la
en que Spaldin g Gray se sentaría fre nte al público ante un magnet ófono, con ambigüedad de lo real y lo fictic io, la transgresió n de los límites de lo privado y lo
ayuda del cual volvería sobre los hechos relacionad os con el suicidio>' , Era un público son constantes en el trabajo del Wooster y hacen que cada uno de sus
procedimiento de objetivación de una experiencia privada, que fue asumido final- espectáculos puedan ser experienciados por los creadores y por los espectadore s
mente por todo el grupo y que dio lugar al espectáculo estrenado en 1977. como un aventurarse en zonas de riesgo, en que las posibilidades interpretativas se
El suic id io de Bette Gr ay en 1967 y e l impacto que e llo produjo en disparan, los criterios de juicio desaparecen y es preciso asumir responsabilidades
Spaldin g Gray se con vierten en obje to de análisis en torn o al cual se co nstruye y tomar decisiones frente a los hechos o situacio nes problernatizadas'" .
una demostración , salpicada de mat eriales document ales y ejec utada co n un
estilo interpretativo frío, contradictorio con la dim ensión íntima/subj eti va de La dram aturgia de mo strativa o de situacio nes (exposic iones científicas,
los acontecimientos que estimularon el trabajo . El espacio escénico se sum a a conferencias, mítines, ensayos para la televisión , etc .) fue explotada --con plantea-
ello: LeCompte se inspi ra en las ilustr aciones renacentistas de dem ostracion es mien tos esté ticos e ideol ógicos mu y di versos a los de Ri ch ard Foreman o
anatómicas , en las que se ve al maestro sobre un púlpit o da ndo instrucciones a Elisabeth LeCompte- por Albert Boadella, director de Els Joglars , quien entre
los alumnos que diseccionan un cadáver de bajo de él. Se coloca, efec tivamen- 1978 y 1981 prod ujo tres de sus más log rados es pec tác ulo s: M7 Cata lonia ,
te , un púlpito de base piramidal en el ce ntro de la esce na, en el cua l se instala Laetius y Olimpic Man Movemen t. Después de una primera fase en la que se
el dire ctor técni co, en una cabina a la vista del públic o . Ante él un remedo de extrajeron las consecuencias de la formación mímic a de los co mponentes funda-
la mesa de disecciones. Y a los lado s dos esp acios que servirán para el desarro- dores de Els Joglars y tras renegar de algunos interesantes intentos supuestamente
llo de otras secc iones del espectácul o . El públi co es dispue sto en un triángulo formalistas (Mary Dous), Boadella optó por un esquema dramatúrgico que permi-
inverso a la pirámide truncada que co nst ituye la base del púlp ito. Lo que el te la presentación de una serie de secuencias o ' sketches' a partir del estableci-
público co ntempla es la disección de un cadáver imaginario, el de Bette Gray, m ient o de un a s it uac ió n base: se tr ata de j ugar dentro de un a pr im e ra
que nunc a aparece person ificada en escena, o , más bien , la disección de su sui- representación a la que se intenta conceder un nivel de realid ad co n el que se iden-
cidio . El espec táculo se construye como una sucesión de secuencias documen- tifican los actores / ejec utantes. Otra serie de elementos remiten al medio televisi-
tales y asociativas . Los documento s son en muchas ocas iones reale s, pero se vo: la perfección formal de la imagen , el tratamiento del espacio escénico como
hallan sometidos a un ju ego de distanciamiento: por ejemplo, hay un momento una especie de plató al otro lado de una pantall a invisible ante la que se sienta el
en qu e Gra y supues tam ente co ntac ta por teléfono con el fin de realizar una público, el uso de la tecnología (micrófonos , pantallas electrónicas, iluminaciones
entrevista al médico de su mad re, la entrevista tiene la forma de una llamada no convencionales ...). Los espectáculos de Els Joglars suelen ju gar con una cierta
sorpresa en un programa televisivo en directo , pero el público ve cómo la voz ambigüedad, que no sólo se da a nivel formal , como consecuencia de la represen -
al otro lado del teléfono proc ede de una cinta magneto fónica manipulada por el tación dentro de la representación , sino también a nivel ideológico . El ejempl o
direct or técni co. Este tipo de j uegos co n la real idad/ficción de los documentos más radical lo constitu ye Olimp ic Man Movement (19 8 1), y especia lmente, la
o las accio nes se repit e constantemente a lo largo del espectáculo . Los materia- escena en que los actores-patinadores demuestran lo fácil que es pintar un cuadro
les documentales se co mbinan con acciones de significado ambig uo, que en de Miró .
ocasiones tien en forma de extraña s dan zas o cor eografías de acciones, relacio- La indefinic ión de los espectáculos de Els Joglars es sintomática de una
nes abstractas co n obj etos o proyec ciones , interacciones entre los actores , pero época en que la transitoriedad entre lo real y lo ficticio, lo auténtico y lo fingido ,

;M Este procedimiento lo utilizarían más tarde en la serie de monólogos sobre la vida de Gray, realizados a par- O"~
Lo conflictivo de los espectáculos del Wooster queda puesto de manifiesto en las controversias sucitadas
tir de 1979 y recu perados en 1988 bajo el título de Spalding Gray Retrospective, por otros importantes espectáculos posteriores, como Route J & 9 ( 1981) YJ..s.D. ( 1983-85).

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se ha hecho tan sutil que resulta muy difícil, incluso vano, lograr una definición bilidad individual , sobre la histori a, sobre el propio destino y sobre el propi o
clara de los límites. Documentales que por su tratamiento com o espec táculo cuerpo, base de la ironía y de la autoir onía en la que se desdibuja cualqu ier prin-
pierden realidad y adquieren dimens ión ficticia o series que por su base socioló- cipio moral , y base también de la manipul abilidad y arbitrariedad de los siste-
gica pierden ficción y pasan a ser consideradas como destilación de la vida coti- ma s de o rden aci ón eco nó mi ca y po lític a . La confrontaci ón c o n e sta
diana . Estas ambigüedades se acentúan hasta el máximo en los ' verity shows' y problemática no se traduce en los espectáculos del Mickery en form a de refle-
en los concursos que implican el desnudar la vida privada ante las cáma ras. xión escén ica sobre la misma, sino más bien como una indagación sobre los
Como consecuencia de dicha fluctua ción de lo real y lo ficticio, los esquemas modos de articulación entre la experiencia personal y el sistema de los 'media' y
anteriores de comunicación, información, objeti vidad, etc ., se ven completa- sus implic aciones polític as. Lo que se aborda en Yespers, uno de los últimos
mente trastocados . espectáculos del Mickery dirigidos por Ritsaert ten Cate , es, según M. Bezen,
La incidencia de los medios de comunicación en la experiencia contem- "e sa forma de funcionar que tiene el sistema y cómo tod as esas cosas se relac io-
poránea fue una de las princ ipales preocupaciones de Ritsaert ten Cate, junto a nan con persona s como Ritsaert'?" ,
Ellen Stew art , uno de los grande animadores del teatro contemporáneo interna- En busca de la realidad, alguno s creadores optaron por soluciones drásti-
cional. Ten Cate , que apoyó a Els Joglars prácti camente desde sus inicios cas, que recuperaban ciertos planteamiento s del Living más radical o el Artu ad
(coproduciendo ya en 1971 Cruel Ubris) , fundó en 1965 el Mickery Theatre de más visionario . El Squat The atre, compuesto por un grupo de exiliados húnga-
Amsterdam , desde donde no sólo actuó como uno de los principales eslabones ros en Nuev a York, orientó sus trabajos haci a la total supresión de los límites
entre la vanguardi a americana y la europea, sino que, con el apoyo de las insti- entre lo privado (vida) y lo público (arte). Los inicio s de su producción hacia
tuciones holande sas, realizó una importantísima labor de producci ón de espectá- 1969 están asociados a la Casa de Cultura de Kassák en Budapest. Al prohibír-
culos internacionales , partiendo de un compromiso radi cal con la libertad seles la representación públi ca de sus obras por moti vos de obscenidad y de
cre ativa de los artistas y de un máximo respeto a los procesos y al desarrollo ambigüedad ideoló gica , continuaron actuando en el apartamento de dos de sus
estructural de los grupos a los que apoyó , en detrimento del interés por el resul- miembro s, hasta que , tras conseguir salir de Hungría y actuar durante un año en
tado concreto. Buena parte de los creadores que protagon izaron la escena con- Europa occidental, se instalaron definitivamente en Nue va York en 1977.
temporánea de los ochenta han estado ligados de uno u otro modo al Mickery: El primer espectáculo presentado allí , [Cerdo , Niñ o, Fuego! mantiene la
Richard Foreman, Peter Sellars, Falso Movimento , Jan Fabre, John Jesurun, carga provocati va de sus anteriores propue stas y un procedimiento compositivo
Gaia Scienza, Wooster Group, Jan Lauwers, Arena Teatro , Los Angeles Poverty que recu rre a principio s similares a los del Wooste r: yuxtaposición, coll age , aso-
Department, Station Opera House , Remote Control, etc. ciación , integración de diver sos med ios, juegos de ambigüedad , etc . El espe ctá-
Después de la crea ción de Rembrandt, Hitler o yo (1985), Ritsaert ten culo se comp one de cuatro partes autónomas. La primera se titula "Confesiones
Cate formuló la tesis de "the atre beyond televi sion" (el teatro más allá de la de Stavr ogin-Los demonios de Dostoievsky", y en ella el texto de Dostoievski
televisión) , en la que recogía lúcidamente buena parte de las ansiedades de los no aparece más que como objeto enunciado por una actriz y enmarcado en un
creadores escénicos de la última décad a. Si a finales del XIX la creac ión escén i- cont exto de imágenes de intenci ón provoc adora, juegos perversos y acciones
ca se vio enfrentada a la experiencia de la imagen fotográfica y de los efectos obscenas . En la segunda parte, "Dinner and nous sommes les mannequins" , se
lumínicos y a principios del veinte a la experiencia del cine, el teatro de la post- ven dos monitores de televisión frente a la audiencia y un tercero fuera, donde
guerra se ha visto desbordado por algo más que una nueva experiencia de la la mujer y cuatro niños cenan y hablan. Una cámara recoge a los espectadores
imagen y que afec ta deci siv amente a la concepción misma de la cultura . de dentro y fuera , que aparecen en los monito res. En la tercera parte , "Carta de
Reacciones contra y diálogos con la experiencia televisiva son constantes en la Antonin Artaud a André Breton febrero 1947", Arma Koools está de pie detrás
creación escénica contemporánea . Uno de los puntos más interesantes en la rela- de un atril: una videoc ámara retransmite a un mon itor a la vista del público los
ción cotidiana con la televi sión es la pérdida de la realidad , algo sobre lo que ya sutiles mov imientos de su entrepierna desnud a mientras lee durante ocho minu-
reflexionaron los expresionistas, y que en nuestra época adquiere una radicali- tos la cart a de Artaud . Finalmente , la cuarta parte, "The last love" es una acción
dad nueva, asociada a la disociación de la imagen (visual y sonora) y su concre- pre sentada orig ina lme nte e n 1972 por el g rup o e n su ap artamento de
ción física, la disociación de la imagen y el actor, de la imagen y la histor ia . La
pérdida de la realidad implica, en primer lugar, un relajam iento de la respon sa- :~f> A . Fcrnández Lera (ed.) . Teatro Holand és: esce nario de la mode rnid ad , cuadernos El Público , n" 22.
Madrid , marzo 1987 . p. 30.

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Budape st" . En el resumen del espectáculo quedan patentes los principios dra- casa tras una d iscusió n con su mujer y acaba transformándose en árbo l al lle-
matúrgicos antes apuntados. La obra se desarrolla prácticame nte en silencio , a gar el día para, des pués de su transformación , enamorarse de una chica que
excepc ión de los dos texto s-objeto de Dostoiev ski y Artaud. Es interesante, por pasea por el parq ue.
otra parte, la utilización del cristal de fondo , que remite a los escaparates utiliza- También John Jesurun, un habitual del Mickery y de La Mama, ha cons -
truido su teatro en diálogo con las estrategias de los 'media' y la gramática del
dos en otros espectáculos , primero en Europa y después en Nueva York. El últi-
lenguaje cinematográfico . En el espectáculo que le lanzó desde el Off-off neo-
mo amor de Andy Warhol '(l 978) se presenta en un bajo comercial con un gran
yorqu ino, Chan g en una luna vacía (1982 ), Jesurun jugaba con la estructura
escaparate: parte del públic o paga su entrad a y entra y otra parte mira desde
secuenci al, los fun didos a negro , el cambio de plano (por ejemplo, en un
fuera.
Volvemos a enco ntra r en estos último s espec táculo s la misma reflexión momento dado , los actores se situaban perpendiculares a la boca del esce nario,
simulando un plano picado tomado por encima de sus cabezas, o adoptaban
sobre la indefi nición de los límites entre lo privado y lo público , lo vivido y lo
posiciones que sugerían planos en esco rzo , etc.) . Interesante, además, en este
fingido, lo rea l y lo imaginario . Tren rápido hacia el dorad o j ugaba co n estos
trabajo era la adopció n de la fórm ula televisiva del culebrón : Jesurun escribía
términ os: al inicio , una proyección de una pareja en la cama mira ndo un pro-
semanalme nte los episodios que se represe ntaban en The Pyramid Club (Nueva
grama de televisión (en rea lidad era un telón pintado sobre el que únicamente
York) y él mismo se encargaba de introducirlos y recordar a los asistentes el hilo
se proyectab a la cara de los actores); al fondo , una ven tana a través de la cual
de la historia . El tratamiento del texto y la declamación son como los de los
se ve un a sec uencia qu e podría pertenecer al telefilme que la pa reja es tá
seriales televisivos. Funciona en todo momento un principio de autoironía, de
mirand o , sólo que lo que apa rece tras la ventana está ejec utado en directo tras
conciencia de la ficción. El público , espo ntáneamente, pone las risas que en los
el telón ; más tarde, ante la proyección, otros acto res emp ujan una cá mara de
seriales son artificiosas. Por lo que respecta al texto mismo, se compone de fra-
cine sobre un car ro, supuesta mente operada por un muñeco. Todo el espectá-
ses interrumpidas, insult os, chistes, oc urren cias, fragme ntos de ca nciones de
culo podría ser ente ndido como un juego co n la verdad y la mentira de una
películ a que presen tara la noche surrea lista de un hombre que aba ndona su rock, etc.
Co mo Foreman, Jesurun parte de la escritura de un texto , pero , como
Forema n, concibe el texto íntimame nte asoc iado a un dispositivo escé nico que
él mismo por lo general crea. El texto está co ncebido en función de su interac-
ción con el aparato tecnológico que el autor hace interve nir en la puesta en esce-
na. Más que en el acabado literario del texto , el interés de Jesurun está centra do
en los juegos de incom unicació n der ivados de la relación entre los actores desde
posiciones rígidamente establec idas, separados/unidos por barras , paredes ,
mesas, o dialogando a través de sus respectivas imágenes en monitores de tele-
visión. En ocasiones, un actor dia loga con su pro pia imagen pregrabada en
vídeo . En otras, el público sólo ve a los actores reclu idos en un espacio cerrado,
únicamen te mos trado por med io de rnonitores'" . La banda sonora también es
utilizada para multiplicar las mediaciones: los actores son instados a decir el
texto a toda velocidad; a veces , la voz en directo es sustituida por voz grabada ,
y efectos sonoros y música sirve n para provocar rupturas en la narración lineal.
Como observa Jesurun : "No se trata de com prender una historia, sino de cómo
se comprenden las historias" .

".•Procedimientos de este tipo han sido utilizados por el Wooster Group en la realización de Broce Up! (1991):
en la escena de amor entre Natasha y Andrci, la cara de ella sólo aparece en el monitor; la secuencia de Oiga
John Jcsurun. Blue Heak, 1991. © Paula Court es contemplada por el público íntegramente a través de monitores de vídeo. CL Susie Mee, "Chekhov's Three
Sisters and The Wooster Group's Broce Upt , en The Drama Review, vol. 36. n" 4 (T36J, invierno. 1991, pp.
»:.. Ih , Shank. American Alternati ve Theatre . St. Martin's Press. Nueva York. 1988. pp. 180· 182. 143-153.

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Ya en 1976 , Laurie Anderson , en un trabajo para ' vionógrafo' - .. . vio-
lín/fonó grafo- en que se combina música y voz grabada con música, canción y procesamiento de la voz y el sonido, alteración de los sonidos de los instrum en-
texto en directo, denomin ado Por momentos, relataba al público las dificult ades tos tradicionales, conversión del movimiento en sonido, montaje s de vídeo, uti-
que había encontrado para realizar una película en la que debían aparecer barcos lización del láser. "La corriente corre a través de nuestros cuerp os / y ahora ya
navegando por el río Hudson. El pasado se duplica: "está lo que ocurrió y lo que no / De nuevo se enc iende / De nuevo se apaga / Siemp re dos cosas / que se
yo dije y escribí sob re lo que oc urrió" . El des dibuja rse de los lím ites entre conmutan / Una cosa reemplaza instantáneamente / a la otra / Era el lenguaje /
del futuro'?".
representación y realidad se traduce en la canción que interpretaba en el mismo
espectáculo: "A rt and illusion / il1usion and art / are you really here or is it only Laurie Anderson es probablemente la más conocida representante de eso
art? / Am 1 really here o is it only art?'?" , que a finales de los años setenta y enlazando con el happenin g , el fluxus y el
La pérdida de lo real aparece como consciencia en muchos otros niveles accionismo de los sesenta , se denominó 'performance art' o arte de acción , Se
de la experiencia contemporánea. El láser ha dejado de ser un truco de ciencia- desarrolló en paralelo al arte pop primero y al arte conceptual después, y en gene-
ficc ión o un recur so espec tacular para co nve rtirse en instrum ento cotidia no, ral se justificó por la voluntad de los artistas de sustraerse al engaño de la cultura
tanto como herramienta médica, arma militar o recurso de la tecnología domés- de la imagen y practicar un comprom iso fuerte con la propia creación, al margen
tica. La disociación entre el origen físico del movimiento y su resultado es lo de los mercados y la cos ificación de la obra o del propio artista. Así, la conversión
decisivo de esta exper iencia: la posibilidad de operar a distancia, de manipul ar del artista en espectáculo y de su propio cuerpo en imagen surgió precisamente
la realid ad a distancia , hace perder la cons cienc ia de la manipulación , de la como una reacción contra la cultura del espectáculo o, quizá más propiamente ,
efectividad, y, por tanto, debilita la responsabilidad . A la disociación hay que como un medio de encontrar la ubicación más correcta en ella . Del mismo modo
añadir la movilidad , favorecida por el perfeccionamiento de los medios y redes que Laurie Anderson se situaba frente a la tecnología explotándola en sus espectá-
de transporte y comunicació n: la telefonía móvil, las comun icaciones satélite, la culos, los artistas que practicaron la acción se situaban frente a la espectacularidad
traducción automática ... Por último , la asimilación de los procedimientos de los de la cultura tratando de controlar su propia imagen espectacular.
programa s informáticos como proce dimientos de pensamiento provocan una Sin pretender establecer limitaciones ni mucho menos clas ificaciones
asunción natural de la tran sitoriedad entre los lenguajes matem ático , lógico , apuntaré una serie de intenciones que funcion an con mayor o menor peso en la
visual y verbal, así como entre la bidimen sionalidad y la tridimensionalidad, o mayoría de los artista s de acción. Podríamos indicar en primer lugar una inten-
una mayor facilidad para atender simultán eamente a distintos focos de atención. ción experiencial , coherente con la implicación física del artista en la ejecu ción
Laurie Ander son, lejos de reaccionar contr a la abrumadora presencia de las nue- de la obra , que estaría muy presente en la obra, por ejemplo, de Chris Burden ,
vas tecnologías en la vida cotidiana, se lanza a su utilización escénica. "U tilizo Gina Pane o Schwarzkogler, quienes se entrega n a acciones de resistencia física
la tecnología porque me gusta. El pintor aplica los pinceles sobre el lienzo por- o autolesión, o, más tarde, de Linda Mont ano y Marina Abram ovic . En las pro-
que le gustan los colores, y a mí me gusta el sonido que pueden producir los puestas de todos ellos el primer receptor de la obra es el propio artista, ya que su
colores, la forma en que pueden moverse a veces las imágenes... Me gusta cómo obje tivo es el de alterar las condiciones habituales de experiencia mediant e el
colisionan la imagen y el sonido'?" . sometimiento del creador a disciplinas psíqui cas o físicas extremas. A menudo ,
La idea de que "el lenguaje es un virus" , tomada por Laurie Ander son de estas obra s no son presenciadas por el público , que sólo tiene acceso a las mis-
William Burroughs , coincide con el diagnóstico de una progresiva invasión del mas en un segundo momento a través de la document ación.
lengu aje natural por el tecnológico . En United States Part 1, Ander son observa En el trab ajo de otro s artistas pesa más una intencionalidad estética
que donde antes, en el pasado , teníamos un lenguaje "del conejo / del pingüino, (aunque no por ello desaparezca la intenci ón experiencial), La utilizaci ón del
del castor" , ahora tenemo s "un lenguaje de sonidos, / de ruidos, / de interrupto- propio cuerpo para ampliar el ámbito de lo estético hacia una exploración de lo
res, / de señales" . A patir de aquí, Ander son pone en juego un complejo aparato espacial, lo temporal, lo inconsciente o lo antropol ógico es uno de los objeti vos
tecnológico en la con strucción de auténti cos espect áculo s multidi scipl inare s: declar ados de quienes ya en los años sesenta se ded icaron al 'b ody art' o arte
corporal. La transformación de sí mismos en iconos o esculturas vivas practica-
da por Gilbert & George es quizá el eje mplo más radical de identi ficación plena
'~ A ne e ilusión I ilusión y arte I ¿Estás realmente aquí o no es más que arte? I ¿Estoy realmente aquí o no es
más que arte?". Lauric Anderson , cit. en RoseLee Goldbcrg, Perfo rmance Art. ed. cit., p. 172 . de la obra con el propio artista. Frente a ese retorno del arte corpo ral a la ima-
" 'C i!. en Judy Cantor, "La uric Anderson", El Europeo , 4 1, marzo-abril. 1992, p. 82.
'" Henry M. Sayrc, o . cit.. p. 154 .

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gen, otros , en cambio , insisten precisamente en aquello que la transmisión ocu-
lar o co nceptual del arte no alca nza; este sería el caso del teatro orgíastico de
Herm an Nitsc h y los rituales con que pretende afectar los cinco sen tidos del
espec tador / ca-partícipe, o, en un sen tido muy distinto, algunas prop uestas de
Marina Abr amovic , qu ien sostiene que "e l arte no es sólo para ser visto con los
ojos, debería ser visto con todo el cuerpo también. Como un hombre ciego. El
homb re ciego siente el espacio . El artista debe ser igual, debe desarrollar todos
sus sentidos en difere ntes modos'?" .
Habr ía que aludir en tercer lugar a una intencionalidad expres iva, que
puede ser de tipo personal o autobio gráfica, de tipo genérico o de tipo político .
Lo norm al es que eso s tres tipos se confundan, ya que de lo que se trata es de
reiv indicar el propio lugar en una socie dad acostumbrada a la manipulación de
la rea lidad y ser capaz desde ahí de cons truir una image n de sí mismo como
pas o pre vio para co nstrui r una image n del mund o no co ndicio nada po r los
mec anismos que con stantemente nos imponen imáge nes falseadas incl uso de
nuestra vivencia person al. Junto a la exp loración de lo autobiográfico por artis-
tas co mo Jul ie Heyrnand, Stuart Sherman o Adrian Piper, habría que destacar
sobre todo accio nis mo asoc iado al feminismo, obra de creadoras como Ulrike
Rosenbach , Caro lee Schneerna nn, Suzanne Lacey, Susa n Hiller, Eleanor Anti n o
Kath y Acker. Sara Malin a. Tres disparos, dos leones. 1995 © Charo Chav es
"Se me permitía -escribía Carolee Schneeman- ser una imagen , pero no
una hacedo ra de imágenes que crea su propia imagen'?". El arte de la acción en una frontera de difíci l de limitació n entre lo teatral y lo performativo . John
fem inista está ligado a la reivindicación del cuerpo femeni no como no-objeto, de Kelly, quien como Laurie Anderson o John Jesurun ha manifestado una especial
ahí que se trabaje a menudo con el desnudo, con un desnudo de una intencionali- preocupación por los media , ha recurrido al transfo rmismo para recrear persona-
dad completamente diversa al uso objetual del mundo masculino de la imagen: un jes del mundo de l arte, de la ópera o del cine, j ugando con los cuales y sin dejar
cuerpo desnud o habitado por una persona , una persona que crea la imagen de sí de ser nunca él mismo en esce na, ha elaborado un discurso crítico , cargado de
mism a. Una de las artistas más provocadoras ha sido sin duda Karen Finley. humor e iron ía.
Presentándose a sí misma en escena como una mujer insocial, Finley eligió un cir- En esa misma frontera podríamos s ituar el tra bajo de Albert Vidal o
cuito de clubs donde muchas veces era confundida con una actriz pornográfica. Marcel. li Antú nez . En ambos casos, se combi na la volun tad de construir un
Lo soez de su vocabulario y lo obsceno de sus monólogos estaban al servicio, no espectácu lo con la de somete rse a un eje rcicio de resistencia fís ica o anímica . El
obstante, de un discur so considerado por ella como radical y feminist a, aunque encierro de Albert Vidal en un zoo durante la ejec ución de Hombre urbano, su
para muchas otras femini stas sus procedimientos no sean aceptables'" . enterra miento prev io a la resurrección con la que comienza la celebració n en
La práctica del ' burlesque ' por parte de Karen Finnley conecta con otro Alma de serpiente o su entrenamiento como artista pomo previo a la presenta-
modelo dond e la intencionalidad expresiva se confunde con la puramente espec- ción de Diablo, mundo y carne son ejemplos de un tipo de acció n de intención
tacular. Así, el trabajo de Eric Bogosian , Ann Magnuson o John Kelly se sitúa experiencial, con la salvedad de que tales acciones están pensadas para su inme-
"' lIse Kuijken, "Den Mornent festbalte (Ein Gesprach mil Marina Abrarnovic)", Tcatherschrift, 3 (1993), p.
diata conversió n en espectác ulo. Algo parecido cabría decir al sometimiento de
118. Marcel- li Antúnez a los capric hos del público en Epizoo.
m Véase " A new Persona. Femin ism and thc Art of Seventies" . en Henr y M. Say re. The object of
Performance. The Ame rican Avant-Garde since 1970, The Univcrsity of Chieago Press, Chicago, 1989_pp.
66-100.o RoseLec Goldberg, o. cit., pp. 174-176. Del mismo modo que a fina l de los años setenta co menzó a producirse
''' Véase C. CarroOn Edge . Perfo rmance al the end of the twentieth cem llr.". University Prcss of New England, una c ierta "tentralizaci ón de la acc ión artí stic a" , tamb ién en esos mismo s años
Hanover y Londres. 1993. pp. 122-129.

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el teatro y la danza se interesaron profundamente por los procedimientos del protagonismo a la instalació n y a la música y recurrieron a nueva s tecnologías
nuevo medio, surgiendo así una serie de espectáculos de diversa procedencia para el proceso del sonido o de la imagen.
(por el medio habitual del artista) y difícil clasificación. La acció n de inten- Giorgio Barbero Corse tti, director de Gaia Scienza, escenificó a final de
ció n prio ritaria mente expre siva tuvo su contrapar tida en los monólogos de los ochen ta una trilogía basada en textos de Kafka, que resulta ejemplificadora
actores-auto res qu e hicieron de lo autobiog ráfico su material de trab ajo , por su apro piación no sólo de recursos del arte de acción de las última s déca-
enfre ntando al público a la necesid ad de problematizar el límite de lo real y lo das, sino tambié n del teatro de la vangua rdia histórica y de la primera van-
ficticio, el actor y el personaje. Spalding Gray realizó una serie de monólogos guardia americana . Corsetti experime ntó un tratamien to kafkiano de los
en los que impro visaba un texto sobre su propia vida . Cada episodio corres- cuerpos de los actores como portadores de palabras apre ndidas y repetidas ,
pond ía a un tramo vital: desde el desc ubrimiento del sexo a los catorce años nunca interpretadas, y como generadores de imágenes físicas en relación con
hasta su experiencia creativa en el Wooster, pasando por la rebeldía ju ven il, la las instalaciones que servían de espacio escé nico .
esta ncia en Cambo ya o la época de acto r en películas pom o. Gray se sentaba En una línea afín se situaría el trabajo de Esteve Grasset con Are na
ante una mesa y recordaba su vida de acuerdo a un guión no rígidamente esta- Teatro , aunque en este caso se concediera un mayo r protagonismo a la interac-
blecido. En ocasiones se ayudaba de ele mentos simples , como un tocadiscos ción con la música y al trabajo rítmico y voca l. Extrarradios (1989), espectá-
en que hacía sonar las canciones del pasado o fragmentos de voces pregraba- culo con struido a partir de improvisaciones abier tas, est imuladas por ideas
das, etc. simples y propuesta s musicales originales, se desarrollaba como una suces ión
Ya se ha señal ado la imp ort ancia que para Tadeus z Kantor tuvo su de cuadros rítmicamente ordenados, en los que alternaban acciones fís icas
aprendizaje del happening y del accionismo, que él mismo practicó. Y muchos coreografiadas, fragmentos textual es originales, efecto s visuales, esbozos de
moment os de las coreografías de Pina Bausch podrían ser leídos como accio- situaciones dramática s elementales , movimientos acompañados de sonidos rít-
nes capturadas en una red es pec tac ular. Ent re los elementos prop ios de la micos, monó logos y momentos de concentración en el espac io escé nico con -
acció n de los que el teatro contemporá neo se apropia podríamos subrayar los ceb ido co mo instalaci ón . Co mo en el caso del Woost er , se pa rtía de un
siguientes: la indiferenciació n actor-perso naje y la valoració n de la prese ncia tratamiento de los diversos materiales como obje tos encontrados . La música
física del actor (lo que Kantor denominaba pre-existencia del actor); la ident i- en directo adquiría el mismo protagonismo dramatúrgico que los textos o imá-
ficació n del tiempo escénico con el tiempo de la presentación y no con el de la genes propuestos por el director, los materiales escé nicos prese ntes en la sala
representación; el desdibujamiento de los límites entre la realidad y la ficción; de ensayos o la presencia I gestua lidad concre ta de los actores. La indisoc iabi-
el abando no de una relación instrumental con los obje tos y con el espac io , lidad de l actor y de l pe rso naje co nst rui do sob re sí mi sm o por Enr ique
relació n que adquiere en cambio un valor ante todo estético; la valoració n del Martínez, fundador de l grupo , a lo largo de sucesivos espectáculos, es paralela
detalle aislado , de la ocurrencia artís tica no necesariamente enlazada con el a la observada en los casos de Kate Mann heim/Rhoda o Spalding Gray y sín-
resto del espectácu lo; ciertos modos de estruc turació n y composición asociati- toma de una diversa inscripción del acto r en el proceso de creació n escé nica
va, que surgen de la superposición de diversos lenguajes; la aplicació n de pro- contempo ránea .
cedi mie ntos tran sdi sciplin ares en la creac ión de es pectáculos multime dia, De muy diversa orie ntación estética, pero con un mismo impulso inter-
sea n o no tecnológicos. disciplinar, el trabajo de La Fura deis Baus en la década de los ochenta ha sido
En genera l, la creación escé nica europea durant e los años ochenta se una de las aportaciones más interesantes del teatro español a la dramaturgia
sintió más interesada por las aportaciones estéticas del arte de acción o por la int ern aci on al. Parti end o de la es tét ica ' punk', La Fura creó co n Acc ions
apertura de ámbitos de creació n multimedia que por su virtu alidad expres iva . (1984) un es pectác ulo envo lvente por med io de accione s físicas violent as,
Al mismo tiemp o, siguió más de cerca la este la de creadores fo rma listas, efectos sonoros impactantes , juegos plásticos con los cuerpos y una transfor-
como Robert Wilson , que la de coetáneos más preocupados por la compleji- mación constante del es pacio de la acción desarroll ada normalmente en naves
dad lingüística, si bien la inocencia de los primeros espectáculos de Wilson con el públ ico en pie siguiendo I evitando a los actore s. El interés por afectar
habría sido impensable en el ámbito de la esce na europea , siempre marcada corporalmente al espectador, por provocar situacio nes perceptivas nuevas, se
por el peso de la tradición . Los nuevos creadores utilizaron dramaturgias rít- combinaba con una dramaturgia sin palabras , que ordenaba el espec táculo en
mica s , presentaron a actores y bail arines de formació n hetero génea, dieron fases de intensidad y que defin e zonas de preocup ación tales como la relación

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I
---o..
entre el cuerpo y la máquina. lo primitivo (lo originario, lo puro) y lo tecnoló-
gico, el rito (orgánico) y la representación, en definitiva, la experiencia del
conflicto del individuo-cuerpo con la sociedad post-indu strial'" .
Sin duda el caso más claro de integración de teatro y acción en Europa es
el del belga Jan Fabre. También conocido por sus obras realizadas con bic azul
(La hora azul, Casas de fuego) , Jan Fabre lleva a escena sus intereses plásticos.
entrelazándolos con preocupaciones por los conflictos que explotan en los
pequeños mundos. En El poder de las locuras del teatro, Fabre jugaba con la
repetición (apoyada por la música de Wim Mertens), la violencia, la superposi-
ción de imágenes proyectadas (obra de artistas como Jan KouneIlis y Marcel
Broodthaers) e imágenes físicas (con participación incluso de animales), com-
poniendo con todo ello una insistente m úsica escénica, que provoca en el espec-
tador sensaciones contrapuestas: del placer estético a la repugnancia, de la
sonrisa a la irritación.
La respuesta de Fabre a la experiencia de la complejidad pasa por el
recurso a la violencia, una violencia que comienza por sí mismo (cuando se
obliga, por ejemplo, a colorear con un bolígrafo bic todas las paredes de una
galería que le invita a realizar una exposición) y que se proyecta en las bailari-
nas: mujeres cuyos cuerpos han sido educados/deformados en la disciplina del
ballet clásico son sometidas por Fabre a una nueva disciplina, que tiene más que
ver con la inmovilidad, la rigidez, la repetición mecánica. La violencia aumenta
cuando Fabre muestra casi al desnudo los cuerpos, a los que no permite realizar
aquello para lo que han sido conformados. La misma violencia se aplica al tea-
tro en sí, en algunas ocasiones reducido a imagen bidimensional o a caos apa-
rente.
Las relaciones orden/caos son otra de las obsesiones de Fabre: "Creo La Rib ot. Más distinguidas . 1997. © Jaime Gorospe
-declaré! refiriéndose a El cristal de la cabeza se hace de cristal- que con la
uniformidad de las imágenes y los movimientos he creado el Caos y no el pájaros, de la idea de volar; en un momento dado, Gerald aconseja a Elías:
Orden en la escena. La similitud es la diversidad. El verdadero caos es el orden "Cierto. Nada de remordimientos, nada de arrepentimientos, nada de culpa,
perfecto?"•. En Dulces tentaciones (1992), Fabre invierte la relación y crea nada de sentimientos desagradables. Vive de acuerdo a la anarquía de la natura-
leza".
directamente el caos sobre la escena; finalizado el espectáculo, sin embargo, se
descubre un orden implacable en la composición del mismo. Interesante en este La ambigüedad de la oposición orden/caos, unida a la voluntad de inte-
trabajo son las reflexiones de los dos viejos (en principio aparentemente para- gración de los diversos medios condujo a un renovado interés por la ópera como
pléjicos) sobre la naturaleza: inmóviles en sus sillas, hablan continuamente de medio para la creación contemporánea. Músicos, artistas y coreógrafos que se
habían iniciado en el ambiente del happening y la acción se deciden finalmente
a la composición de óperas. Meredith Monk estrena Atlas de sonido en 1991.
m Ver Esperanza Fcrrcr y Merc é Saumcll, "La dilatación de los confines teatrales" . en Pere Salabcrt y otros.
La Fura dels Baus , Cuadernos El Público. Madrid.ju nio, 1988. pp. 38-58.
Wilson, que había solicitado sin éxito a MülIer el libreto para una ópera, acaba
,,, Jan Fabrc, El teatro de Jan Fabre , trad. de los textos de Kathy Acker, Emil Hrvatin, Germano Celan! y ofreciendo sus particulares versiones de Monteverdi o Mozart, o estrenando
Miguel Romero. con motivo de la exposición con dibujos. diseños )' vídeos de espectáculos de Fahre y foto- nuevas producciones con Philip Glass. El propio Fabre inicia con El cristal de
graffas de los mismos por R. Mapplethorpe. Hclmut Ncwton )' Carl de Keyzcr. Granada. 1992. p. 12.
la cabeza se hace de cristal / Las tres seccio nes de danza (1988) un proyecto de
confrontación con el mundo de la ópera. E incluso La Fura deIs Baus encontró

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Newson y el DV8 Physical Theatre combinan a partir de Mi sexo , nuestra danza
el modo de compa ginar sus espect áculo s Jureros con la producción de óperas (1987) la intención estética con un decidido compromiso crítico, que se ex terio-
como La Atlántida, de Manuel de Falla en 1996. La intervención más contundente riza tanto en la audacia de las imágenes y accion es escénicas, algunas de ellas
en el interior de la propia tradición operística se debe quizá a Peter Sellars, con- de difícil asimil ac ión por parte de l espectador, com o en el recu rso a otros
vencido de que en una época marcada por "las películas de Hollywood, la televi- medios para hacer más efec tiva la comunicación, sea la palabra, el vídeo o la
sión y Robert Wilson" , la única salida que le qued a al teatro para escapar a su plástica.
propia ruina es la ópera. "En una época en que la interrelación de las cosas está El reto a las limitaciones físicas de cuerpo humano, ya no con una inten-
superando lo normal, la ópera se convierte en el medio a elegir. Multilingüística, ción crítica sino principalmente estética, había sido uno de los elementos más
multicultural, multimedia, diacrónica, dialógica, la ópera es una forma que parece impactante s de un gé nero de danz a inve ntado años atrás en Jap ón , la danza
tener la posibilidad de reproducir e invocar las simultaneidades, confusiones, yux- Butoh . Los espectáculo s propuestos por Min Tanaka , Tatsumi Hijikata, Sankai
taposiciones, amarga tragedia , y simplemente el evidente absurdo que constituye Juku o Maureen Flemin g tuvieron una excelente acogida en teatros y festivales
la textura de la historia reciente'?" . Peter Sellars ha sido capaz de romper las rígi- desde los años setenta, grac ias en gran parte a la combinación del factor plástico
das estructuras de la producción operística para proponer puestas en escena icono- con el riesgo físico asumido por los intérpretes. La fusión de técnica s y tradicio-
clastas, en las que la lectura del director no es sólo evidente en la escenografía o nes étnicas con las propi as de la danza contemporánea dio lugar a numero sas
la ambientación, sino también en el modo de interpretación de los cantantes, en la propuestas; en España se ha practicado desde hace unos años la incorporación
selección de los mismos e incluso en el lenguaje empleado . del flamenco a la danza o incluso al teatro contemporáneo . Del otro lado del
Lo multicultural, lo multilingüístico y lo multimedia tambi én han pene- estrecho , Germaine Aco gny supo combinar su aprendizaje de Mauri ce Béjart
trado en el ámbito de la danza cont emporánea , que desde la desnud ez y sim- con la danza tradicional Yoruba de Nigeria para elaborar fascinante s espectácu-
plicidad de las primeros ensayos postmodernos , fue evolucionando hacia los, entre los que destaca El despertar , un diálogo de la bailarina con un tambor
ámbitos de coincidencia con la ópera y el teatro. Así, Lucinda Child s, después tribal en el que el cuerp o se lanza al encuentro de la naturaleza, del agua y el
de su co labo ración con Wil son en Ein stein , presentó en 1979 Dan za , con
fuego .
música de Philip Gla ss y escenografía de Sol Le Witt. Éste colocó una gran Lo transcultural afectó tambi én al teatro . Un ejemplo sintomático es el
pantalla en el proscenio y proyect ó en ella fragmentos de tres de las cinco sec- de Yoshi Oid a, uno de los grandes actores de Peter Brook, que acertó a cohe-
ciones de Dan za, con virtiendo así en escenografía a los propios intérpretes en sionar en Viajes (1990) la tradición interpretativa y narr ativa japonesa co n la
su movimi ent o y superponiendo a la coreografía su desmaterialización bidi- danza y la música afri cana. Si bien la tensió n tran scultural ha sido una co ns-
mensional'" . tante en el teatro de las tres últimas déca das, pocos son los ejem plos en que
En los años ochenta, todo tipo de géneros híbr idos invadieron los escena- realment e se escapa del folklorismo o del neocolon ialismo . Probablemen te los
rios destinados a la danza. En Europa, bajo el signo de Pina Bausch, se desarro- casos más interesantes son los de emigrantes que, aprendidos los modos de la
llaron diversos model os de espectáculos dancísticos que de uno u otro modo cultura occidental, son ca paces de elaborar discur sos desprovistos de co mple-
transgredían los lími tes del medio. Rosas danst rosas , dirigido por Anne Teresa jos o patern alismos. Es el caso del mexican o Góme z Peña o del iraní Reza
de Keersmaeker sorprendió por la preci sión de una coreografía basada en la
Abd oh 279 •
repetición y el movimiento natural que al mismo tiempo era capaz de expresar Nacido de padre s iraníes e italianos, Abdoh vivió e~ Irán , bajo el régimen
el sentimiento; en espectáculos posteriore s, Rosas utilizaría también materiales del Shah y de los Ayatollah s, antes de instalar se en Los Angeles. Su teatro fue
textuales, instalaciones plásticas y vídeo. Wim Vandekeybus, director , actor y transcultural en el pleno sentido de la palabra, tanto por la conform ación mul-
fotógrafo , que había trabajado unos años con Jan Fabre , estrenó en 1987. Lo que tiétnica de su compañ ía (Dar a luz) como por la heterogeneidad de los materia-
el cuerpo no recuerda , con el que iniciaba su exploración de una danza de ries-
les utilizados y la elecci ón de los temas: Tight Right White abordaba el tema de
go, marcada por la dureza física de las acciones y la interacción muchas veces
las relaciones de razas ; La ley de restos, el de la muerte, confrontando las distin-
violenta del intérprete con la música y la escenografía, sin por ello descuidar la
tas concepciones de la muerte en la civilización árabe y en la americana , y ca m-
refle xión y el humor. En una línea similar de riesgo, las propuestas de Lloyd
"., So bre el teatro y el perfo rmance chicana véase Antonio Prieto Stambaugh , " Memorias desp lazadas: el arte
visual trans fro ntc rizo frente al pos rno de rnismo" . Cuade rnos amer icanos (UNAM, México). n" 55. enero-
'" Petcr Sellars, "On O pera " , Artf orulll 28 (Dece mber 1989), pp 23-24.
febrero 1996 . vol. l .. pp . 234· 252.
:'~ Véase S. Sontag . o. cit., p. 135 .

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......1
binando El libro de la muerte egipcio con textos de Andy Warhol y Jeffrey
Dahmer o escenificaciones de linchamientos al ritmo de música folklórica de
Nueva Inglaterra, autos de fe, quema de libros, magia negra y campos de fútbol
situados en el cielo. Citas de una ciudad en ruinas refería paralelamente a la
destrucción de Sarajevo y a las revueltas raciales de Los Ángeles, enmarcadas
entre historias de peregrinos asentándose en su nueva tierra de codicia y consu-
mismo, de disciplina (campamento Boy Scout / campo de concentración), deca-
dencia urbana, crimen y muerte. Reza Abdoh proponía rescatar los fragmentos,
los restos de la destrucción, en busca de las leyes que gobiernan el mundo; en
este sentido el suyo fue un tetaro de la venganza, un "teatro de la época del
SIDA"280.
La superposición de materiales textuales diversos, la construcción drama-
túrgica mediante el procedimiento de la acumulación o entretejido de restos y la
diversidad de medios utilizados en las producciones de Reza Abdoh podrían
recordar en algunos momentos a las del Wooster Group; sin embargo, la multi-
rracialidad y la violencia le dan un aspecto muy diverso. Convencido de la fun-
ción catártica de la escena, Abdoh pretendía desarmar al púb lico
bombardeándolo con una banda de sonido altamente amplificado y una mezcla
trepidante de acciones, textos, coreografías, imágenes estáticas, emisiones de Legaleón Teatro! Óskar G ómez. Tómbola Lear, de Rodrigo García. 1998. © lñaki Erkizia.
vídeo y proyecciones cinematográficas. Jugando con el montaje del pasado y el
Van Kerkhoven, dramaturga del Kaaitheater de Bruselas, insinuaba en
presente, de la cultura dominante y las culturas consumidas, del falso paraíso de
1990 la aparición de "una dramaturgia que fija, más bien, las estructuras parcia-
la seguridad y el consumismo y el espacio de la tortura, de la guerra, de la humi-
les que las estructuras globales de una obra. Como si se quisiera aproximar cada
llación y de la brutalidad, de la arrogancia intelectual y el sufrimiento del cuer-
vez más a esta pequeña entidad del "instante pleno". El "gran edificio" , la
po, el director iraní produjo celebraciones multimedia de las que el espectador,
estructura en su totalidad, queda desconocido durante mucho tiempo, abierto,
sin necesidad de entender la multiplicidad de lenguajes, ni siquiera descifrar la
sin acabar, disponible para los cambios. Ensamblando mini-entidades, es decir,
diversidad de referentes, no podía salir inmune.
los materiales de base más o menos estables, se experimenta, se contonea dulce-
mente la gran estructura. El momento de la improvisación se sitúa sobre todo en
El multiculturalismo encontró su equivalente en la vieja y más sosegada
los numerosos ensayos de combinaciones cada vez diferentes, en la reorganiza-
Europa (al menos dentro de los muros cada vez más impermeables de la VE) en
ción siempre cambiante de las primeras piedras, hasta que la forma alcanza su
el multilingüismo. No sólo es normal encontrar diversas lenguas nacionales en
pureza y se estabiliza más o menos en una organización que es la estructura
espectáculos de danza y teatro (desde Brook y Pina Bausch hasta Fabre y DV8),
final y global de la obra'?" , Esta opción por lo fragmentario y por la debilidad
en algunos casos el problema de la traducción se ha convertido en tema de la
inicial de la estructura no parece muy lejana de la dramaturgia de restos de Reza
obra. Invictos (1991), de Jan Lauwers , con dramaturgia Marianne van
Abdoh, a pesar de la diferencia en los resultados.
Kerkhoven, un espectáculo casi antagónico a los de Reza Abdoh, que jugaba
También en España algunos creadores jóvenes han practicado esta drama-
con la irritación producida por los tiempos lentos, la violencia sobre las cualida-
turgia de restos. En el trabajo de Sara Malina es central la atención a lo frag-
des de los actores, el agotamiento o la interrupción brusca de las escenas, él
mentario (entendido como lo nimio, como lo roto o como lo aludido). Tres
recurso necesario a la traducción, la infinitud de discursos casi ininteligibles o
disparos, dos leon es (1994) incluía fragmentos textuales de Francis Bacon,
anodinos...
Margueritte Duras, Paul Auster, Botho Strauss, John Berger y la propia directo-
ra, así como material verbal de los actores e incluso restos de improvisaciones
2XIlV~ ase Gautarn Da sgupra , "Body/Po litic, Th e ccstasies 01' Reza Abdo h" , en Perfonning Ara Journal . n" 48.
septiembre. J 994 (vol. XV I. 11" 3). pp. 19-28. : SI Marianne van Kcrkhovcn . 'T:I peso del tiempo" , en ere 9/. Arena teatro. Murcia, 199 1, p. 111 .

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desechadas o caminos de trabajo interrumpidos. Los textos no son interpretados, danza y la acción, sin que preocupe demasiado en qué lugar exactamente hay
son más bien citados, del mismo modo que son citadas las músicas (de que colocarlos.
Williams Boyce, Albéniz o Nino Rota, entre otros), los gestos e incluso e! pro- Las Piezas distinguidas, que La Ribot comenzó a elaborar a partir de
ceso mismo de trabajo. Multiplicando las mediaciones, Sara Malina construye 1993 recuperando el procedimiento neo-dadaísta de vender cada una de ellas
teatros dentro del teatro, sustituyendo las arquitecturas formales por reglas de (con una duración de uno a cinco minutos) a un patrocinador institucional o pri-
juego e invitando al público a participar con sonrisas cómplices o apelaciones vado, pasan ante e! espectador como obras de una exposición, construidas a par-
tímidas, invitaciones a que e! espectador mire por el ojo de la cerradura o se tir de ideas u ocurrencias de índole visual, musical o incluso verbal. Hay piezas
cuele por debajo de las puertas'". brevísimas, que actualizan las provocativas síntesis futuristas, otras mínimas, en
Un ludismo algo más violento y una voluntad contaminante más radical las que el movimiento apenas resulta perceptible y que convierten el cuerpo de
es perceptible en los trabajos de Óscar Gómez para Legaleón Teatro. El silencio la intérprete en mera imagen, otras cómicas e incluso histriónicas, y algunas líri-
de las Xygulas, un trabajo plenamente interdisciplinar, compuesto a partir de cas, controladamente expresivas. Todas ellas están impregnadas de un humor
textos del músico y video artista Anton Reixa ("a propósito de un retrato que amargo: una mirada atónita hacia la complejidad de la experiencia y del movi-
Xurxo Femández le hizo a Hanna Schygulla, pero sobre si le tiramos una foto a miento y la decisión de afrontarla por medio de la ironía.
un cadáver y sale movida, ¿quién tiene la culpa?, ¿el fotógrafo o el cadáver?"), La situación en un territorio interdisciplinar, el protagonismo concedido a
se articula en cinco secuencias, resultantes de la acumulación de pequeños los objetos, la palabra y la imagen, la concepción del cuerpo no como instru-
esquemas de gesto-voz-movimiento que se repiten a veces con ligeras variacio- mento de expresión sino más bien de pensamiento, la práctica de la desestabili-
nes según avanza la secuencia, y que derivan en o se cruzan con otras minise- zación, del desequilibrio, la insistencia en las desviaciones y la voluntad de
cuencias o incluso gestos, palabras o acciones singulares y excepcionales. Se comunicar directamente con el espectador, con su cuerpo, con su pensamiento
juega con el montaje por contraste, la derivación asociativa, la repetición o la encarnado son algunos de los rasgos que caracterizan lo que podríamos denomi-
aceleración con deformación. A los esquemas iniciales parecen haberse ido nar la nueva danza española, de la que habría que destacar los espectáculos lúdi-
adhiriendo ocurrencias e improvisaciones verbales, aportaciones de colaborado- co s, ines ta bles , garabateados y pretendidamen te grotescos de Mónica
res anónimos, juegos asociativos derivados del vestuario o los objetos y, sobre Valenciano, o las exploraciones poéticas de la presencia y de la ausencia practi-
todo, ráfagas de música pop, canciones populares de diversas procedencias cul- cadas por Oiga Mesa, con un fuerte énfasis en el trabajo con el cuerpo extraña-
turales, sintonías de radio o televisión y todo tipo de ruidos y efectos de sonido. do y su interés por la integración del vídeo y la palabra como instrumentos de
Los fragmentos acumulados son sometidos en el espectáculo a una precaria una creación indiferente a los géneros.
ordenación que mantiene visible el caos y que responde a la intención de Óscar Lamentablemente, tras el hundimiento de las grandes esperanzas acaecido
Gómez de restitutir al espectador la realidad tal como es en un momento dado, en 1992, la creación escénica contemporánea española se ha visto privada de un
clara aplicación de lo que en su "Receta para El silencio de las Xigulas" los de circuito de exhibición y producción que garantice su crecimiento y su participa-
Legaleón denominan "sintaxis de un cerebro magullado'?" . La fascinación por el ción habitual en la escena internacional. No hemos contado en España con un
caos limita al mínimo la determinación de la forma y potencia, en cambio, la Mickery, o una Mama o un Kaaitheat er (como no hemos contado con un
acción de los factores de desestructuración, principalmente el humor y la violencia. Grotowski, un Brook o un Kantor), y, tal como evolucionan las políticas cultu-
No menos humor, aunque sí menos violencia explícita, encontramos en rales, aún tardaremos al menos unos años en encontrar un fenómeno similar en
las propuestas de otros de creadores españoles que han tenido especial repercu- nuestro país.
sión en los últimos años: los espectáculos transdisciplinares de! heterodoxo pia- No obstante, esa red de festivales y centros de producción que amparó la
nista Carles Santos o las inclasificables Piezas distinguidas de La Ribot. Ambos eclosión de un teatro contemporáneo internacional a mediados de los ochenta y
se sitúan claramente en una zona de cruce entre la música, las artes plásticas, la principios de los noventa (con centros de producción como el Theater am Turm
de Frankfurt, el Kaaith eater de Brusela s, el Mickery de Amsterdam y el
2~~Véase Sara Malina, Teatr o contemporáneo, El compromiso eO Il una ética y lUlO estética, Cuadernos del Hebbeltheater de Berlín o festivales internacionales como el de Viena Granada
Aula de Teatro de la Universidad de Málaga, 1995, p. 13. Glasgow, Los Ángeles y Hamburgo) y que dio lugar a lo que podría s:r denomi~
'" Los de Legaleón adaptaron " Receta para un libro" , de Henrique Monteagudo (en Historia do Rack and Roll.
Universidad de Sa ntiago, 1985), para elabora r una " Receta para EL SILENCIO DE LAS XIGULAS", que se
nado "dramaturgias internacionales" (como las propuestas por Ritsaert ten Cate
convertiría en " Manifiesto" del grupo

192 193
o Maria nne van Kerkhove n), ha perdido también gran parte de su protagon ismo las grandes redes y mucho más próximo a las estrategias del arte de acc ión, y
en el ámbito de la creac ión internacional. Mientras en los circuitos internaciona- especialmen te del que se ejec uta en clubs o espacios ligados a una colectivi-
les se continúa represen tando un teatro de imágenes (sea ópera, dan za o espec- dad concreta .
táculo multimedia) o un teatro de reperto rio producido por grande s directore s, La limitación de la creac ión a la comun idad puede ser tamb ién contem-
los espectáculos producidos por nuevos creadores se refugia n en lugares de plada desde una perspectiva positiva, como una adaptación a la nueva experien-
menor formato , al abrigo de pequeñas estructuras de producción o incluso de cia , como síntoma de una tra nsformació n que está afec tando a la función
asumida por los creadores desde finales del XVIII y que probablemente conmo -
com unidades co ncreta s.
La rec uperació n de la palabra , después de una década de imperio del verá las estruct uras de producc ión artíst ica de una forma mucho más radical que
ritmo y la image n, forzaba a una restric ción del ámbito geográfico de inciden - las suces ivas rupturas vang uardistas de nuestro siglo . Peter Sellars reflexiona
cia (en la medida en que el uso de una leng ua limita la comprensión a los sobre ello del siguiente modo : "Existe una tradición clásica occide ntal del artis-
hab lantes de esa misma lengua), lo cua l coinc idió con una disminución de los ta como exiliado en su propio país , que se mantiene al margen de la sociedad en
recursos eco nómicos dispo nib les para la creación escén ica . Cuál de los dos un gesto de superioridad y rechazo . Es partic ularmente interesante que la actual
factores es anterior al otro res ulta indiferente . Lo importante es la cons tata- generación se oriente, por el contrario , hacia el compromiso social, la acción, la
ción en los últimos años del surgimiento de un nuevo tipo de tea tro , ajeno a política y los servicios tanto divinos como humanos. El arte (...] debe ocupar su
puesto en el centro de la comunidad , el lugar que ocupa en la mayor parte de las
sociedades tradicionales del planeta, sociedades donde las defi niciones al uso de
'tradicional' y 'co ntemporáneo ' no son mutuamente excluyentes'?".
Obviamente , la idea de un teatro para la com unidad no apunta sin más al
retorno a forma s escénicas pre-profesio nales o del tercer teatro, ya que, en el
caso de las sociedades occide ntales, es ineliminable la experiencia de la interna-
cionali zación y la mutua contaminación de las culturas y de los medios . Lo inte-
resante en el texto de Sellars es que implícitamente as ume el respet o a la
diferen cia como corrector de la arrogancia y el etnocentrismo de la cultura y de
la creación occidentales . Esto conlleva la sustitución de ciertos valores estéticos
por valores ético s, la renuncia a la definic ión de una vanguar dia interna cional
homogénea y el respeto a y valoració n en términos de igualdad de producciones
que, desde fuera de lo occiden tal o de los circui tos priorizados por los sistemas ,
dan respuesta a la problemática de las comunidades en las que se inscriben .
Esta nueva perspectiva complejiza aún más la experiencia de la escena
contemporánea, al tiempo que muestra como parc ial y necesariamente limitada
la reconstrucción de la herencia que hasta aquí se ha propuesto. Sin embargo ,
no por parcial deja de ser lícita. Frente a la realidad de la com plej idad y la mul-
tiplicació n de las diferencias se abre un abanico de posib ilidades entre dos estra-
tegias ex tremas : la con taminante (multirracial, multilingüística, rnultic ultural ,
multimedi a) o la monadológi ca (encerrada en su propia diferencia). Las dos per-
siguen objetivos similares: la supresión de los grandes muros y la multiplicac ión
de los pequeño s muros (franqueables/transgredibles) en el interior de un campo
civili zatorio cada vez más universal. La atención a lo otro en ningún caso será
posible sin la atención a lo propio.

Oiga Mesa. Esto 110 es mi cuerpo, 1996. © lsabelle Meistcr '" Cit. por Ritsacrt len Cate. "Bailando sobre el volcán". etc 92. Arena teatro, Murcia. 1992, pp. 130-131.

195
194

¡
~
En el ámbito de las sociedades occidentales, el arte escénico que está asu-
miendo el relevo del " teatro más allá de la televis ión" no podrá esca par a ciertas
experie ncias , co mo la vivencia cotidiana de lo electrónico, la familiaridad con
los programas inform áticos, la irrupción de los medios interactivos, los nuevo s
modos de percepción abiertos por el ava nce de la realidad virtual , etc. La ambi-
güedad de lo real y lo ficticio, la dispersión de la autoría y la responsabilidad, la
disociación de lo abstracto y lo concreto (en lo cotidiano tanto como en lo polí-
tico , en lo eco nómico y en lo científico), la simultaneidad de texto e icono, la 10. Cronología
transitoriedad entre palabra, imagen, y sonido, la pérdid a de la experiencia de lo
físico , la experiencia del mund o y de la historia co mo paisajes, la co ntinua
puesta en cuestió n del fundamento de la civilización en conflicto con los restos
La siguiente crono logía no pretende ser exhaustiva, sino indicativa de las
de otras civilizaciones, la indecisión entre la apertura y el aislamie nto, la ceg ue-
obras que se ha tenido en cuenta para la fijació n de la mirada sobre la historia.
ra de la ideo logía triu nfante , el ocultamiento de l poder, la acen tuac ión de las
Por otra parte , se han inc luido también co reografías o puestas en escena de
diferencias eco nómicas en la época de la globalización o el problema del vacío
grandes directores no comen tados en el texto que, sin embargo, han ten ido una
religioso y sus consec uencias éticas son algunos de los temas a los cuales las
gra n incid encia en la historia del arte escénic o de nuestro siglo.
nuevas dramaturgias occidentales deben enfrentarse poniendo en jue go nuevas
form as , nuevas di sposiciones, nuev as acti tudes . La modesti a en el ejercicio
1830 Hernani. Victor Hugo. París.
artístico, deri vada de la nueva conciencia de la complejidad y de la diferencia,
1836 El revisor . Nikola i Gogol . Teatro Alexandra de San Petersburgo
en ningún caso puede ser exc usa para abdicar de la decisión , de la intensidad , de
1845 Tannhiiuser. Richard Wagner. Teatro de la Co rte de Dresde.
la respo nsabil idad y del comprom iso .
1850 Lohengrin. Richard Wagner. Teatro de la Corte de Weimar
1853 Sardanápalo . Lord Byron I Charles Kean. Lond res.
1865 Trist án e [solda . Richard Wagner. Teatro de la Corte de Munich .
1871 Aída. Verdi. El Ca iro
1874 Julio César . Shakespeare I Lud wig Chronegk-Meini nger, Berlín .
1876 El anillo del Nibelungo. Rich ard Wagner. Festpielhaus de Baureuth
1879 Una casa de muñ ecas. Henrik Ibsen. Teatro Real de Estocolmo.
1883 Un enemigo del pueblo. Henrik Ibsen I William Bloch. Teatro Real de
Estocolmo.
1887 Th ér ése Raquin. Emile Zola I Antaine . Th éátre Libre . París.
1889 La seño rita Julia . Strindbe rg. Co penhague.
Espectros . Ibsen I Otto Brahm. Freie Bühne. Berlín.
1891 La intrusa I Los ciegos . Mauri ce Mae terli nck . Paul Fort. Th éátre de
1'0 euvre . París.
1892 La Serpe ntina, La Violeta, La Mariposa, La Danza Blanca. Loie Fuller.
París .
1893 Los tejedores . Ger hardt Hauptm ann I Otto Brahm . Freie Bühne . Berlín .
Pélleas y Melisande. Maeterlinck I Lugné-Poe. París.
1896 Ubu rey . A. Jarry I Lugn é-Poe.Théatre de 1'0euvre . París.
1898 La gaviota. Chéjov I Stanis lavski I Dan ch e nko . Tea tro de Ar te de
Moscú.
El espiritu de la tierra. Franz Wedeki nd . Leipzig .

196
197
1899 Dido y Eneas . Purcell / Craig. Londres. Danza de una bruja. Mary Wigman. Berlín.
1900 Hacia Damasco . Strindberg. Estocolmo. 19 15 Sintesis fu turistas. Teatro Vittorio Emmanuelle de Ancona.
Primera actuación de Isadora Ounean en París. 191 6 Caba ret Voltaire. Hugo Ball / Emmy Hennings / Hülsenbeck / Janco /
1901 Tres hermanas . Chejov / Stanislavski. Teatro del Arte de Moscú. Arp. Zurich.
1902 Los bajos fondos . Gorki / Stanislavski. Teatro de arte de Moscú. El hijo . W. Hasenclever. Praga.
La conquista de las estrellas . Marinetti / Sarah Bernhardt. París El diluvi o . Henning Berger / E. Vajtangov. Moscú.
1904 El jardín de los ce rez os . Chejov / Stanislavski . Teatro de Arte de Til Eulenspiegel, R. Strauss / V. Nijinski / S. Diaguilev / R. Edmond
Moscú. Jones. Nueva York.
La caja de Pandora . F. Wedekind. Nürnberg. 1917 Parade. Cocteau / Satie / Picasso / Bakst. Ballets Rusos. París.
Candida . G.B. Shaw / Granville-Barker. Londres. Fuegos de artificio. Stravinski / Baila. Ballets Rusos. Roma.
1905 "Concierto Chopin". Isadora Ounean. Berlín Las tetas de Tiresias. Apollinaire. París.
1906 Rosmersholm. Ibsen / Craig / Ouse. Florencia. El mendigo. R. Sorge / M. Reinhardt. Berlín.
Incienso , Radha , Las Cobra s, Nautch . Ruth St. Oenis. Buffalo / París. De la ma ñana a la medianoche. G. Kaiser. Munich
La barraca de feria. A. Blok / V.Meyerhold. San Petersburgo 191 8 Misterio bufo . Maiakovski / Meyerhold / Malevich. Petrogrado.
1907 La vida del hombre. Andreiev / Stanislavski. Teatro de Arte de Moscú. Santa Susanna , August Stramm. Berlín.
Concierto de Isadora Ouncan en Moscú. Ballets plástics . Gilbert Clavel y Fortunato Depero. Roma.
Don Juan en el infierno . G.B. Shaw / Granville-Barker. Londres. Gas . G. Kaiser. Frankfurt.
1908 El pájaro azul. Maeterlinck / Stanislavski. Teatro de Arte de Moscú. 1919 Cristo . Georg Fuchs. Munich.
Ifigenia en Aulide. Gluek / Ounean. Londres. Matoum y Tévibar . Albert-Birot / Vitorio Procecca / Prampolini. Teatro
Fausto . Goethe / Georg Fuchs. Teatro de los artistas. Munich. dei Piccoli. Roma.
1909 Roi Bambanee. Marinetti. Théátre de I'Ouvre. París. Krdfte (Fuerzas / Energías). A. Stramm / L. Schreyer. Berlín.
Ases ino, esperan za de las muje res . Kokoschka. Viena. Guillermo Tell. Schiller / Jessner. Berlín.
Presentación de los Ballets Rusos de Oiaghilev en París. La transformaci án. E. Toller / K.H. Martin. Berlín.
1910 Edipo Rey . Sofocles / Hofmannsthal / Reinhardt. Deutsches Theater. El mio rojo . Nikolai Vinogradov / Taller del Ejército Rojo. Petrogrado
Berlín. Edipo, rey de Tebas . F. Gémier. París.
Primera velada futurista. Teatro Rossetti. Trieste. El tiemp o es un sueño, H.-R. Lenormand / G. Pitoéff,
19 11 Orfeo, Gluck / Duncan. París. 1920 Jed ermann (Cualquiera). Hofmannsthal / Reinhardt. Salzburgo.
La Orestiada . Sofocles / Reinhardt. Berlín. Las pillerías de Scapin y El médico a su pesar . Moliere / Copeau . París.
Los hermanos Karamazov. Dostoievski-Copeau / Copeau. París. Pulcinella . Stravinsky / Massine / Picasso. París.
191 2 Orfeo y Euridice. Gluck / Appia / Dalcroze. Hellerau. Las albas. Verhaeren / Meyerhold. Moscú.
Hamlet. Shakespeare / Craig. Teatro de Arte de Moscú. El misterio del trabajo liberado . Yuri Annenkov / Alexander Kougel.
El genio de la comedia . A. Gual. Barcelona. Petrogrado.
191 3 El anuncio hecho a María . Paul Claudel / Appia / Dalcroze. Hellerau El bloqu eo de Rusia. S. Radlov. Petrogrado.
Victoria sobre el sol, de Alexei Kruschenykh y Yo Ma iako vski . San En fa vor de la Comuna Mundial. Mardzhanov / Radlov / N. Altman.
Petersburgo. Petrogrado .
1914 Ave María (Schuber t) , La patética (Chaikovski) y La Marse llesa . El asalto al palacio de invierno . Evreinov /Annenkov. Petrogrado.
Isadora Duncan. Nueva York-París. La p ri nc e sa Bramb i lla . E .T.A . Ho ffm ann / Tairov / Yak ulov .
Piedigrotta. Cangiullo / Marinetti / Baila. Roma. Petrogrado.
Sakuntala . Kalidasa / Tairov. Teatro de cámara. San Petersburgo. La boda . Chejov / Vajtangov. Moscú.
Noche de reyes . Shakespeare / Copeau. París. Manifestaciones Dada en París.

198 199
Enc ue ntro Dada. Schwitters , Tzara, Theo y Nelly van Doesburg , Orfe o. Cocteau / Pitoéff. París.
Moholy-Hagy / El Lissitzky, Richter. Weimar. Los cue rnos de don Friolera (framgentos) y Ligazón . Valle-Inclán /
El día de Rusia . Piscator. Berlín. Rivas Cherif. Madrid.
1921 Seis personajes en busca de autor . Pirandello. Roma. 1927 Aleh op, estamos vivos. Toller / Piscator. Berlín.
Los novios de la Torre Eiffel . lean Cocteau / Ballets Suecos. París. Maha gonny . Brecht / Neher / Weil. Berlín.
El mila gro de San Anton io . Maeterlinck/ Vajtangov. Moscú. Mariana Pineda . García Lorca / M. Xirgu / S. Dalí. Barcelona.
Aun el más sabi o se equivoca. Ostrovski / Eisenstein. Petrogrado. OIga Olga . Xanti Schawinsky. Bauhaus. Dessau.
Buena disposición hacia los caballos . Maiakovski / Mass / Foregger / Revolt. Martha Graham. Nueva York.
Eisenstein. Moscú. 1928 Las aventuras del bravo soldado Schwejk. Haseks / Brod / Reimann /
La lucha del trabajo y el capital . Ojlopkov. Irkutsk. Piscator. Berlín.
1922 Ballet mecáni co futurista . Paladini / Panaggi. Roma. Hombre por hombre. Brecht/ Engel. Berlín.
Ballet tri ádico, Oskar Schlemmer. Stuttgart. La ópe ra de perra gorda . Brecht / Weil / Engel. Berlín.
El cornudo magnífi co . Crommelynck / Meyerhold/ Popova. Moscú. Volpone. Ben lohnson / Dullin. París.
Dybbuk. Anski / Vajtangov. Moscú. Cuadros para una exposición . Mussorgsky / Kandinsky. Dessau.
La pri ncesa Turand ot, Gozzi / Vajtangov. Moscú. La partición del mediodía . Claudel / Artaud. Teatro Alfred larry. París.
Tambores en la noche. Brecht / Falckenberg. Munich. El sueño. Strindberg / Artaud. Teatro Alfred l arry. París.
El matr imonio . FEKS: G. Kozintsev y L. Trauberg. Petrogrado. Víctor o los niños al poder. Roger Vitrac / Artaud. Teatro Alfred larry.
Antigona . Sófocles-Cocteau/ Dullin / Picasso. París. París
1923 Tristan e Isolda . Wagner / Appia. Milán. 1929 La pieza de Baden-Baden sobre el acuerdo . Brecht / Hindemith. Baden-
"Concierto Wagner". Isadora Dunca. Moscú-Nueva York. Baden.
La creac ión del mundo . Blaise Cendrars / F. Léger / Ballets Suecos. Paisaje cambiante. Mary Wygman.
París. La chinche . Maiakovski / Meyerhold. Moscú.
La tierra encabritada . M. Martinent / Tretyakov / Meyerhold / Popova. Herejía y Sketches para la gente . Martha Graham. Nueva York.
Moscú. Visita Nápoles y muere. Elmer Rice / R. Edmond lones. Nueva York .
Escucha, Moscú . Tretiakov / Eisenstein. Moscú. 1930 La casa de baños. Maiakovski / Meyerhold. Moscú.
Danzas mecánicas . Foregger. Moscú. La medida . Brecht. Berlín.
R.UR. Karel Capek / Frederick Kiesler. Praga. La mano fel iz. Schonberg / R. Edmond lones . Nueva York.
En la espesura de las ciudades. Brecht / Engel. Munich. 1931 La mano f eliz . Schonberg / Schlemmer. Berlín.
Ballet mecáni co . Kurt Schmidt. Semana de la Bauhaus. le na. Misteri os primitivos . Martha Graham. Nueva York.
Seis personajes en busca de autor. Pirandello / Pitoéff, París. Dos temas ex táticos : descenso circu lar, as censo puntuado . Charles
Emperador iones. O'Neill / Baty. París. Weidman / Doris Humphrey. Nueva York.
1924 Vida de Eduardo Il de Inglaterra . Marlowe / Brecht. Munich. 1932 La madre. Gorki-Brecht/ Emil Burri. Berlín.
Rel áche. Picabia / Satie / R. Clair / M. Ray. París. Edipo, A. Gide / Pitoéff. París.
Revue Roter Rumm el (Revista de la feria roja). Piscator. Berlín. 1933 La madre . Gorki / Ojlopkov. Moscú.
El Circo . Xanti Schawinsky. Bauhaus. Dessau. Divinas pa lab ras . Valle Inclán / Rivas Cherif / Margarita Xirgu.
Cada uno a su man era . Pirandello / Dullin. París. Madrid.
El empe rador iones . E. O'Nei ll / lam es Ligh / R. Edmond-lon es. Bodas de sangre. García Lorca / Cía E. Marquina. Madrid.
Provincetown. Amor de don Perlimplín con Belisa en su jardín . García Lorca / Club
1925 A pesar de todo . Piscator. Berlín. Anfistora. Madrid.
1926 El inspector general. Gogol / Meyerhold. Moscú. 1934 El flujo de hiero. A. Serafimovich / Ojlopkov. Moscú.

200 201
Yerma. García Lorca I Rivas Che rif I Margarita Xirgu. Madrid . 1959 18 happenings en seis partes. Allan Kaprow. Reuben Ga llery , Nueva
1935 Los Cenci. Artaud . París. York.
La guerra de Troya no tendrá lugar. Giraudoux I Jou vet. Parí s. Los negros. Jean Gene t I R. Blin. París.
Do ña Rosita la soltera. García Lorca I Rivas Cherif. Madrid . Orfe o. Cocteau I Grotowski. Opole .
Mientras agonizo. W. Faulkner I J .L. Barrault. París. 1960 El balcón. Jean Genet I P. Brook . París.
1936 Play, lije, illusion. (Juego I teatro , vida, ilusión) X. Schawinski. Black Balancín y Rodillos , Si mone Forti; Una cama brillante, Jim Dine ;
Moun tain College. Carolina del Norte . Fundidos, Claes 0ldenburg. Reuben Ga llery , Nueva York.
Otelo. Shakespeare I Ojlopkov. Moscú . Danza de la oscuridad. Tatsumi Hijik ata .
1937 Colas Breugnon. R. Rolland I Ojlopkov. Moscú . Shakuntala. Kalidasa I Groto wski. Opole .
1939 Fila de ocho columnas. Alwin Nikola is. Hartford . 1961 Los días fe lices. Beckett. Nueva York.
1941 La sonata de los espectros. Strindberg I Bergman . Halsinborg. Proxy, Steve Paxton. Nueva York .
1943 La zapatilla de raso. P. Claudel l 1.L Barrault. París . 1962 Akropolis. Wyspianski I Grotows ki. Wroclaw.
1944 El malentendido. Camus I María Casares. París. Totem. Alwin Nikolais. Nueva York.
Ojos Cerrados. 1.P. Sartre I Raym ond Roule au. París. Aureola. Paul Taylor. Nueva York .
1946 La muralla china. Max Frisch . 1963 La prisión. Kenneth Brown I Living Theatre . Nueva York .
Todos eran mis hijos. A. Miller. Nue va York. La vida de Galileo. Brecht I Strehler. Mil án .
1947 La vida de Galileo. Brecht I Laughton . Hollywood . La base es cálida y f ría. Gus Solomons Jr. Nueva York.
Arlequín, servidor de dos amos . Goldoni I Strehler. Milán . Word Words (Palabra Palabras). Yvonne Rainer I Steve Paxton . Nueva
1948 La plaga de la Medusa. Satie I Cage -Cunningha m. Bla ck Mountain York.
Colle ge ICa rolina del Norte. Cuerpo ojo . Carolee Schn eeman. Nueva York.
1949 Madre Coraje . Brecht I Engel. Berlín (RDA) 1964 Desf iles y Cambios. Jud son Dance Group . Nueva York .
1950 La cantante calva. lonesco . París. Marat-Sade. Peter Weiss I Peter Brook . Londr es.
1952 Las sillas. Ionesco . París. Efímeros pánicos. Alejandro Jodorowsky. México D.F.
Acción. Cage I Cunn ingham I Rau scheberg I Tudor. Black Mountain 1965 El príncipe constante. Calderón I Slo wacki I Grotowski . Wroclaw.
Coll ege, Carolina del Norte . Frankenstein. Living Theatre. Nueva York .
1953 Esperando a Godot. Beckett I Blin. París. Ornitofilene. Eugenio Barba I Odin Teatret. Estocolmo.
Seis personajes en busca de autor. Pirandell o I Strehler. Milán. Arena cuenta Bahía. Teatro de Arena I Augusto Boal. Sao Paulo .
Cristobal Colón. P. Claudel l Barrault. París. Las dos caras del patroncito. Luis Valdez I Teatro Campesino .
1954 El círculo de tiza caucasiano. Brecht. Berlín . Yvonne, princesa de Borgo ña . Gombro wicz I 1. Lavell i.
1955 La Orestiada . Esquilo I Barrault. París. Cómo se explican los cuadros a una liebre. Joseph Beuy s. Düsseldorf.
1956 Largo viaje del día en la noche. O'Neill. Estocolmo . 1966 U.S. The Royal Shakespeare Company I P. Brook.Londres.
La ópera de perra gorda. Brecht I Strehler. Milán . Insultos al público. P. Handk e. Frankfurt .
La visita de la vieja dama. Dürr enm att I Walterlin . Züri ch . El cementerio de coches. F. Arrabal I V. Garc ía. Dijon .
Cuatro epitafios. Paul Taylor. Nuev a York. America Hurrah, Open Theatre I J . Chaikin . Nueva York.
1957 Tito Andrónico. Shaekespeare I Peter Brook. Londr es.. Trío A. Yvonne Rainer. Nueva York .
Final de partida I Acto sin palabras l. Beckett I Blin . Londres. Una cuerda. Trisha Brown . Nueva York .
La hermosa gente. Saroyán I Gurrol a. México D.F. Pendientes de 16 milímetros. Meredith Monk . Nueva York.
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Los negros. Genet I Blin. París. Hair. Tom O 'Horgan . Nueva York .
Clytemnestra . Martha Graham. Nueva York . Esbozo. Meredith Monk. Nueva York.

202 203
La edad de oro . A. Mnouchkine / Th éátre du Solei!. París.
Satisfaciendo al amante. Steve Paxton. Nueva York. Dia Lag with Chri stopher Knowl es (Dia Logo con...). Robert Wilson.
El arquitecto y el empe rador de Asiria . Fernando Arrab al /Jorge Nueva York.
Lavelli. París. Los pa los . La Cuadra / Tavora. Sevilla-Nancy.
1968 El paraís o recobrado . Sergio Corrieri / Grupo de teatro Escambray. La La semana trágica. Lluís Pasqua!. Barcelona.
Habana. 1976 Einstein en la playa . Robert Wilson. Avignon.
Para íso ahora . Living Theatre. Avignon. El libro de los esp lendo res l . R. Foreman / Ontologic al-Hy steric
Apo calip sis con fi guras. Grotowski. WrocIaw. Theatre. París.
La serpi ente . Open Theatre / van Itallie / J. Chaikin. Nueva York-Roma. Séptimo espectáculo . Stuart Sherman. Nueva York.
Dionisia en el '69. Performance Group / R. Schechner. Nueva York Photo analysis . Michel Kirby. Nueva York.
Orlando furi oso. Ariosto / Luca Ronconi. Roma. 1977 Ven y baila conmgo . Pina Bausch. Wuppertha!.
Kaspar . Peter Handke. Frankfurt. El artista del hambre. Kafka / Tabori. Bremen.
La hora del merodeo . Merce Cunningham. Nueva York. Rum stick Road. The Wooster Group. Nueva York.
La mente es un mús culo . Yvonne Rainer. Nueva York. 1978 Café Miill er . Pina Bausch. Wuppertha!.
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Aron (?) , 89 Behrens, Peter, 19
Arp, Hans, 68 Béjart, Mauric e , 189
Arta ud , Anto ni n, 89 , 9 1,92 ,93 , Benj am ín, Wa1ter, 9 1
94,95,96,97,98,99 ,100, 101, Bentley, Eric , 2 16

227
226
Berger, John, 191 Cage, John,66, 110, 111 , 11 2, 113,
114,115 ,11 9,1 26 ,1 29 ,1 30 , Cricot 2, 149, 152 EIs Joglars, 175,1 76
Berliner Ensemble, 123
144, 145 Crornmelynk, Fernand, 79 Emmel, Fe!ix, 46, 53
Bernhardt, Sarah, 63, 64
Calderon de la Barca, Pedro, 135, Cunning ha m, Merce, 110 , 112, Eurípides, 15, 164
Beuys,Joseph, 11 7 , 118, 11 9
113,114,1 [9, [45 Evreinov, Nikolai, 73
Bezen, M., 177 136
Dahmer, Jeffray, 190 Excentrismo,73
Black Mountain College , 58, 110, Cangiullo, Francesco, 66
Capek, Karel, 56
osn, Salvador, 90 Exter, Alexandra, 45
11 1
Carpentier, Alejo, 101 Dancers Workshop, 143 Eyen, Tom, 141
B1ake, William, 161
Danchenko,76 Fabre,Jan, 176, 186, 187, 188, 190
Blue Man Troupes, 141 Carra, Carlo, 68
Casa de Cultura de Kassák , Dar a luz, 189 Fábrica del Actor Excéntrico, 11 ,7 3
Boadella, Albert, 175
Davis, Ronnie, 143 Falckenberg, Otto, 45
Boccioni, Umberto, 64, 65 (Budapest), 177
De Kooning, Willem, 11 0 Falla, Manuel de, 188
Bogosian, Eric, 182 Casavola, Franco, 71
De Chirico, Giorgio, 70 Falso Movimento, 176
Bonnard, Pierre, 70 Catarsis, 18, 19, 100
Debussy, Claude, 39, 40 Faulkner, William, 100
Bouler, Pierre, 101 Cendrars, Blaise, 70
Chaikin, Joseph, 114, 141 , 142 Delacroix, Eugene, 26 Fehlling, Jürgen, 45
Boyce, Williams, 192
Chamberlain, Houston S., 31 Delaunay, Robert, 68 Femández, Xurxo, 192
Bozal, Valeriano, 217
Chejov, Anton, 21,22 ,42 Demócrito, 17 Filmakers Cinemateque, 117
Bread and Puppet, 144, 145
Childs , Lucinda, 117 , 122, 188
Depero, Fortunato, 70 , 7 1 Finley, Karen, 12, 182
Brecht, Bertolt, 21, 23, 75, 77, 80,
Chong, Ping, 122, 141 Der Sturm , 51,53 Flaszen,1 33
81, 82,83, 105, 107, 108, 110,
Circo, 42, 72, 74, 90 , 143 Derain, André, 68 Flaubert, Gustav, 36
123 , 124 , 125, 127, 128, 129,
Clair, René, 88 Desnos, Robert, 87, 10l Fleming, Maureen, 189
130 , 136 , 142, 145, 155, 157 ,
Claudel, Paul, 70, 89,101 Diaguilev, Serge, 68, 70, 7 1 Fluxus, 117, 11 8
166,1 69
Clavel, Gilbert, 71 Diebold, Bernhard, 54 Foregger, Nikolai, 72, 73
Breton, André, 39, 68, 86, 87, 89,
Cocteau, Jean, 11 , 68, 69, 70, 90, Dine,Jim, 11 6, 11 7,1 22 Foreman, Richard, 163, 167, 169,
161
Dostoievski, Fiodor, 177, 178 170,1 71 , 172 ,17 3,1 75, 176 ,
Breuer, Lee , 141 101
Collage, 67, 71, 87, 89, 116, 129, Drama en estaciones, 22 179
Brinsov, Valeri, 77
150 , 151 Drama naturalista, 2 1 Formin, Ivan, 73
Broodthaers, Marce!, 186
Brook, Peter, 123, 125, 136, 137, Comediants, 145, 146 Drama expresionista, 45, 46, 47, 48 Fort, Paul, 42, 68
Commedia dell'arte, 45, 143 Duchamp, Marcel, 88, 110, 144, Forti, Simone, 12, 120 , 12 1
138,1 41 ,1 89,1 90,1 93
Conservatorio René Maubel, 68 152 Foster, Paul, 141
Brown, Trisha, 12, 121
Copeau, Jacques, I I,42,44 Dullin, Charles, 43, 100, 101 Fratellini, Paul, Francois y Albert,
Brown, Carolyn, 117
Brown, Kenneth, 127 Copianx, 43 Duncan,Isadora, 11 , 19, 37 70
Büchner, Georg, 26 Corni sh School o f Performin g Dunn, Douglas, 122 Frisch, Max, 104
Buñuel, Luis, 90 Arts, 113 Duras, Margueritte, 191 F uchs.Georges, 11 , 14, 15,19 ,42,
Burden, Chris, 181 Corra, Bruno, 71 Dürrenmatt , Friedri ch , 104, [23, 44
Burke, Kenneth, 174, 175 Corsetti, Giorgio Barbero, 185 124 Fuller, Buckminster, 110
Burrongs Willian, 180 Craig, Edward Gordon, 11 , 19,3 3, Duse, Eleonora, 35 Fuller, Loie, 11 , 32
Byrol Hoffmann Foundation, 161 34, 35, 37, 38, 39,40 , 41,42, DV8 Physical Theatre, 189, 190 Gabo, Naum, 68
Byrski, M. K., 134 44, 54, 56, 57, 132 Eckhart (Maestro Eckhart), 112 Gaia Scienza, 176, 185
Cabaret Voltaire, 68 Cranach, Lucas, 88 Eisenstein, Serge, 73, 74, 83, 166 Gallimard, Gaston, 68
El Cartel, 43 García Yebra, Agustín, 17

228
229
Hauser, Kaspar , 138, 139 Kantor, Tadeusz , 141 , 149 , 150 , Léger, Fernand , 11, 70
Garc ía Lorca , Federico , 86 , 89 , 90,
Hay, Alex, 117 151 , 152 , 153 , 154 , 156, 160 , Lehrstücke , 81 ,123 ,129 ,155 ,
9 1, 94,147
Hay, Deborah, 122 169, 184 , 193 156, 157
Gasbarra, Felix, 76
Hebbeltheater (Berlín), 193 Kapraw , Allan , 114, 115, 116 Leibowitz, R., 48
Gelb er , Jack , 126
Hegel , 2 1 Keersmaeker, Anne Teresa de, 188 Les Foll ies Bergéera, 32
Genet, 156
Henn ings, Emmy, 67 Kelly, John , 12 , 141,1 83 LeWitt, Sol , 122 ,1 28
Gesamtkunstwerk , 26 , 28
Heymand, Julie , 182 Kerkho ven, Marianne van , 190, Liebmann, Kurt , 53
Gide , André, 10 I
Higgins, Dick, 116 191,194 Living T he atre , 113, 126, 128 ,
Gi lbert & George , 181
Hijikata, Tatsumi , 189 Kerzhentsev, Platon , 73 129 , 130 ,1 3 1, 133 , 142 ,1 43 ,
Glass , Philip , 141,165 , 187,188
Khodasev ich, Valentina , 73 177
Goethe, Johan w., 26 , 118 Hiller, Susan, 182
Hoffman, William , 14 1 Kiesler, Frederick, 56 Los Ange les
Gogo l (Nikolai Vasiliev ic), 78
Hofma nnsthal, Hugo von, 40 King, Kenneth, 122 , 141 Poverty Department , 176
Gómez de la Serna, Ramón, 44
Honegger, Arthur, 70 Kirby, Michae l, 141 Lugn é-Poe, Aurélien , 62
Gómez Peña, Guiller mo, 189
Horowitz, Irvin L., 129 Klein, Yves, 117 Lukács, Georg , 20, 21
Gómez,Óscar, 12, 191 , 192
Huelsenbeck, 68 Know les , Christopher, 162 Lun acharski, Anatoly, 73
Gonc harava , Natalia , 68
Hugo, Jea n, 70 Kobland, Ken, 173 Lyotard , Francois, 161
Go ncourt, Edmo nd , 22
Hugo , Victor, 26 , 27 Kokosc hka, Oskar, 46, 47,56 Maciu nas, George s, 117
Goodman , Pa ul, 128
Ibsen , Henrik, 21,42 ,66, 155 Kools, Anna, 177 Mae terlinck , Ma urice , 2 1, 23 , 40 ,
Gordon, Dav id , 120 , 122
Ionesco , Eugene, 103, 104, 106, 123 Kougel, Alexander , 73 63 ,77 , 161
Go zzi, Co nde Carlo, 45
Irving , Henry, 35 Kounellis , Jan, 186 Mag nuson, Ann, 182
Gra ham , Marth a , 113, 16 1
Itallie , Jean -Claude van, 141, 142 Kozintsev, Grigory, 73 Magritte, René , 126
Grand Unión, 141
Jacq ues-D alcroze , Em ile , 11, 19 , Krizick y, Georgy, 73 Maiakovski , Vladimir, 23, 72 , 78 ,
Grasset, Este ve, 185
36 ,42,51 , 132 Kruschenykh, Alexei , 72 79
Gray, Spalding, 169 , 173,174 , 185
Jakoulo v, Georges, 68 Kugel,73 Malevich, Kasimir, 72
Gray, Bette, 174, 184
Janco ,68 La Monte Young, 116 Malina , Judith, 126, 127, 128, 129,
Grapius, Walter , 55 , 56 , 75
Jarry,Alfred,61 ,62,63,65,161 La Mama, 12, 140 , 141, 179, 193 130
Grotowski , Jerzy, 131 , 132 , 133 ,
134 , 135 , 136 , 138 , 139 , 140, Jessner, Leopold , 11,40,45,46 La Cuadra, 146 Mallarmé, Steph ane, 39
Jesurun, John , 141, 176, 178, 179, La Fura deis Baus , 185, 187 Manheim , Kate , 170, 185
144 , 193
Gual , Adriá, 19 183 La Ribot , 12, 187 , 192, 193 Manzoni, Piero, 117
Guido te- Álvarez, Ceci le, 140 Jhering, Herbert, 53 , 54 Laban, Rudolf, 68 Ma u-Tse-Tung, 129
Johns, Jasper, 114 , 115 Lacey,Suza nne , 182 Marc, Franz, 48
Guiñol, 143
Halpri n, Ann, 114, 119, 126, 143, Jouvet , Louis, 42, 43 Lagut, Irene , 69 , 70 Marc hán, Simón, 218
144 Joyce, James, 103, 104, 105, 171 Laing, n.o., 142 Marchi, Virgilio, 71
Handke , Peter, 138 Judso n Dance Theatre , 120 Lania, Leo, 76 Marc use , Herbert, 129
Happenin g , 12 , 110, 114, 116, 117, Kaa itheater (Bruselas), 19 1, 193 Larionov , Mijail , 68 Mardzhanov, Konstantin , 73
119 ,1 29 , 144,1 45 , 152,1 84 Kafka, Franz, 185 Lauwers , Jan, 176, 190 Maré , RoIf de , 70 ,88
Hartmann, Theodo re, 49 Kalidasa,45 Lebel, Jean Jacq ues, 11 7 Marin ett i, Filippo Tomasso, 39,6 1,
Hart ung, Gustav, 45 Kamp fbühne, 53, 54 LeCompte, Elisabe th , 169 , 172 , 63 ,64,65,66 ,70,7 1,72
Hasencle ver , Walter , 53 Kandi nsky, Vasily , 47 , 48, 49 , 50 , 173, 174,175 Marlone , Unristopher, 134
Hauptm ann , Gerhart , 21 ,22 51 ,52 ,56,68, 11 3, 132 Legaleón Teatro, 191 , 192 Martin, Karlhein z, 45

231
230
Martínez, Enrique, 185 Obra de arte total, 23, 27, 29, 30, Popova,Lyubov,79 Schawinski, Xanti, 58, 110, 111
Massine, Léonide, 68 50,66,82 Poulenc, Francis, 70 Schechner, Richard, 114, 117, 141,
Matisse, Henri, 68 Obra de arte viviente, 31,52 Prampolini, Enrico, 66, 71 173
Matyushin, Mijail, 72 Odin Teatret, 138, 139 Quadri, Franco, 170 Schlegel, Friedrich, 26
Mazza, Armando, 64 Oida, Yoshi , 189 Racine, Jean , 26 Schlemmer, Oskar, 55, 56, 57, 58,
Mesa, OIga, 12, 193 Ojlopkov, Nikolai, 11,80 Radlov, Serge, 73 71
Meyerhold, Vsevolod, 42 , 76, 77, 0Idenburg,Claes, 116, 117, 122 Rainer, Yvone, 12, 117, 120 Schneemann, Carolee, 115, 117,
78,79,80,81,132 Olympia (Londres), 43 Raumbühne ,56 182
Mickery Theatre (Amsterdam), Olsen,Charles ,112 Rauschenberg , Robert, 112, 114, Schónberg, Amold , 47, 48, 49,51,
176,177,179,193 Om Workshop, 143 115, 117, 122 52,56
Milhaud, Darius, 70,101 Open Theatre, 141, 142, 143 Ray, Man, 88 Schopenhauer, Arthur, 28,29, 108
Miller, Arthur, 173 Ortega y Gasset, José, 44 Reich,129 Schreyer, Lothar, 23, 52, 53, 54,
Mimesis, 15, 16, 17, 18, 19,37, 100 Ouaknine, Serge, 135 Reinhardt, Max, 41,42 ,43,45,46, 55,56,57,92
Miró, Joan, 175 Pageant Players, 143 74,75 Schubert, Franz, 166
Mnouchkine, Arianne, 146, 147 Pane, Gina, 181 Reixa, Antón, 192 Schumann, Peter, 144, 145
Moctezuma, 96 Papini, Giovanni, 64 Remote Control, 176 Schwarzkogler, Rudolf, 181
Moholy-Nagy, Laszlo, 57,58 Paxton, Steve, 12, 120, 121 Reuben Gallery (N.Y.) ., 114 Schwitters, Kurt, 11,67,116
Molina, Sara, 12, 191 , 192 Paz, Octavio, 90 Revista, 74 Schygulla, Hanna, 192
Molnar, Falkar, 55 Pellegrini, Aldo, 95 Richards, Mary Caroline, 112 Sellars, Peter, 176, 188
Monk.Meredith , 122,141,187 Pérez de Ayala, Ramón, 44 Richter, Hans, 68,126 Serban, Andrei, 141
Monleon, José, 145 Pérez Benjamín, 87 Riley, Terry, 116 Shakespeare, William, 26, 79, 89,
Montano, Linda, 131 Perfomance Art, 181 Rimband, Arthur, 127 118,136,158,167
Monteverdi, Claudio, 187 Performance Group, 12, 117, 143, Rivas Cherif, Cipriano, 44, 90 Shelley, Mary, 129
Morris.Robert, 115, 120 173,183,184 Rodríguez Adrados, Francisco, 16 Shepard, Sam, 141
Mortemar, Ida, 97 Perfomig Garge (WoosterGroup), Rolland, Romain, 73 Sherman, Stuart, 182
Mozart, Wolfgang A., 164, 187 172,173 Rosas, 188 Simultaneidad, 88
Mühl, Otto, 126 Perrault, John, 161 Rosenbach, Ulrike, 182 Skriabin, Alexander
Müller, Heiner, 123, 155, 156, 157, Petrov, Nikolai, 73 Rota, Nino, 192
Nikolaievich,49
158, 159, 160, 161, 164, 165, Pevsner, Antoine, 68 Roualt, Georges, 68
Slowacki, Juliusz, 135
166,167,169,187 Picabia, Francis, 68, 70, 88 Rousel, Raymond, 161
Music-hall, 65, 66 Picasso, Pablo, 68, 86, 95 Russolo, Luigi, 66 Sócrates, 15, 17
Neher, Caspar, 81, 82, 83 Pinter, H., 105, 149 Sacharoff, Alexander, 49 Sófocles, 15, 130
Newmann, Emest, 29 Piotrovsky, Adrian, 73 Salvat, Ricard, 107 Sonoridad amarilla, 50
Newson, Lloyd, 189 Piper, Adrian, 182 San Francisco Mime Troupe, 143 Sontag,Susan, 115,116
Nietzsche, Friedrich, 15, 19,20,37 Prandolloluigi,66 Sankai Juku, 189 Sorge, Reinhard, 53
Nikolais, Alwin, 113 Piscator, Erwin, 23, 55, 74, 75, 76, Santos,Carles,192 Soupault, Philippe, 87
Niscemi, Naita de, 163, 164, 165 80,126 Sarvig, Ole, 139
Sprechgesang, 48
Nitsch, Hermann, 126, 182 Pitoéff', Georges, 43 Satie, Erik, 68, 70, 86, 88,110,118
Norman, Jessye, 166 Platón, 15, 17, 18 Scarpetta, Guy, 171 Squat Theatre, 177
O'Horgan, Tom, 141 Po, Huang, 112 Schaeffer, Peter, 149 Stani slavski, Konstantin , 35, 40,

232 233
41,44,45,76 176 ,1 96 Warhol, Andy, 190 Wilso n, Ro ber t , 122 , 155 , 161 ,
Station Opera House , 176 Teatro Realista , 80 Watt, Jay, 112 162, 163, 164 , 165 , 166 , 167 ,
Stein.Gertrude , 128, 141, 170, 171 Teatro Verdi (F lore ncia ), 64 Weber, Eugen 169, 184,187 , 188
Stewart, Ellen, 12, 140, 14 1, 176 Ten Cate, Ritsaert , 176, 177,193 Wedeki nd , Fra nk , 72, 90 Witkiewicz, Ignacy, 154
Stok los , Denise , 14 I Tercer Teatro, 140 Weichert , Richard , 45 , 46 Wooster Group, 172, 173 , 174,
Strahs, Jim, 173 Terry , Megan, 141, 142 Weil, Kurt , 82 176,177,184,1 85,190
Stramm, Aug ust, 23, 53 , 54 , 57 Tesp is, 16 Weininger, Andreas, 55 Wort-Tondrama,33
Stra uss ,Botho, 118, 145 , 19 1 T he Gut Th eatre , 143 Weiss,Peter, 125, 136 , 137, 149 Wygman, Mar y,68
Stravinski, Igor, 71 T hea ter am Turm (Frankfurt) , 193 W hitma n , Robert,37 , 116, 117 , Wys pianski , Stani law, 134
Strindberg, A ugust, 2 1,22,89,97 Th éátre Bouffles du Nord, 138 129 Yutkevitch, Serge , 73
Strobel , H., 225 Th éátre de I' Oe uvre, 6 1, 62 Wilder, T hornton , 173 Zen, 112
Sturmb ühne ,5 3 Th éátre des Arts , 42
Sturm und Drang, 26 Th éatr e du Soleil , 146
Superma rioneta , 35 , 110 Th éátre du Vieu x Co lombier, 42
Swe dos , Elisa be th, 141 Th oma s, Gerald, 141
Szondi, Peter, 2 1, 22,23 Trau berg, Leo nid, 73
Ta illeferre, Germaine, 70 Tudor, David , 1I 2, 113
Tairov, Alexander, 11, 45 TWITAS, 140 , 141
Ta ller de Teatro de l ejército rojo, Tzara, Tristan , 68 , 86 , 87 , 106
73 Vajtangov, Evgueni , 11,44,45
Tanaka , Min , 189 Valdez , Luis , 138
Tankard , Meryl, 159, 167 Valenciano, Mó nica , 12 , 193
Tatarkiewicz , Wladyslav, 16 Valle Inclán, Ramón María del , 44
Tauber, Sop hie, 68 Vandekeybus, Wim, 188
Távora , Sa lvador, 146 Van Gog h, 98, 99
Tay lor, Pau l, 113 Velada futurist a, 72
Tea tro Alfred Jarry, 89 , 97 Vidal, Albert, 12, 183
Teatro Ca mpesi no , 138, 143 Viertel, Berth old , 45
Teatro Cos tanzi (Ro ma), 7 1 Vinag radov, Nikolai, 73
Teatro de Artis tas de Mu nic h, 14 Vitrac , Roger, 89, 97 , 104, 106
Teatro de Cámara (Moscú), 45 Vostell, Wolf , 117
Teatro de La Muer te , ISO Vodevil, 143
Teatro del Arte (Moscú), 76 Wagner, Cosim a , 3 1
Teatro Es tudio, 76 Wagn er, Rich ar d , 19,24 ,25 ,27 ,
Teatro Libre (París), 22 28,29 ,30,3 1,38,49 ,75,77
Teatro más allá de la televi sión, Walde n, Herwarth , 53 , 54

234 235

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