Características y evolución de la pobreza, la desigualdad y las políticas en zonas rurales de

América Latina

La pobreza es uno de los rasgos más persistentes de la sociedad latinoamericana y ha sido resistente

a las políticas convencionales diseñadas para disminuirla o eliminarla. En los últimos años las

poblaciones rurales se han visto sumamente afectadas por la gran industrialización y la

modernización, prevaleciendo la desigualdad, el trabajo infantil, el desempleo y la discriminación

hacia la mujer, comprometiendo todos estos factores con el fin de la agricultura. Como bien se sabe

esta actividad es estacional, no se puede realizar los 365 días del año, tiene que ceñirse, en mayor

o menor medida, a los tiempos que marca la biología. Sin embargo se pueden realizar otras

actividades como se hacía muchos años antes; pero el desarrollo industrial empezó a producir

bienes tan baratos con el desarrollo tecnológico que acabó con esta posibilidad, la proporción de

los habitantes rurales que viven en condiciones de pobreza se ha mantenido casi constante en la

últimas dos décadas en cerca de 60%, y 80 millones de personas viven actualmente en las zonas

rurales latinoamericanas con un ingreso insuficiente para cubrir sus necesidades elementales.

Como las dinámicas del empleo se encuentran estrechamente relacionadas con la situación de

pobreza, los factores causantes del desempleo deben constituir ejes centrales en la discusión sobre

la pobreza y las políticas que se deben implementar para mitigarla, teniendo en cuenta factores

como la incapacidad del sector agricultor de poder absorber la mano de obra disponible en las zonas

rurales, a pesar de las dificultades para medir el empleo rural por la naturaleza de los procesos

productivos y las características de la fuerza de trabajo, se debe mencionar la tendencia a la

ganaderización en muchas zonas como uno de esos factores que inciden en la estructura del empleo
en varios sectores rurales, ya que además de influir en el uso del suelo y significar a veces un

conflicto entre su vocación y su uso, es sabido que esta actividad requiere de muy poca mano de

obra para su mantenimiento y como la diferencia de salarios entre los sectores mencionan como

factores que inciden en este proceso, pese a que se presenta precarización en los empleos de los

trabajadores rurales como resultado de la falta de calificación y a la demanda de mano de obra

barata para algunas actividades.

Las mujeres rurales son colaboradoras fundamentales de las economías del mundo y tienen un rol

esencial en los países desarrollados y en desarrollo, incrementando la productividad agrícola y rural

y la seguridad alimentaria, y ayudando a reducir los niveles de pobreza en sus

comunidades. Dependen en su mayoría de los recursos naturales y la agricultura para subsistir, y

representan una cuarta parte del conjunto de la población mundial. En los países en desarrollo, las

mujeres rurales suponen aproximadamente el 43% de la mano de obra agrícola y producen,

procesan y preparan gran parte de los alimentos disponibles, por lo que sobre ellas recae la gran

responsabilidad de la seguridad alimentaria, jugando un papel importante en las zonas rurales, pero

como su única función en la mayoría de las veces es encargarse de la alimentación se sus familias

no son reconocidas para trabajos más pesados, ya que en la sociedad masculina la mujer es débil y

no tiene la suficiente fuerza para realizar esas labores, por ende solo se ve a la mujer en trabajos de

hogar, crianza y alimentación

De igual forma la estructura de tenencia de la tierra ha sido fundamental en el aumento de la

pobreza rural, históricamente ha estado afectada por factores como la concentración de la propiedad

en individuos como los grupos armados, en contra de un acceso más igualitario por parte de otros

sectores del campesino, a pesar de los esfuerzos de instituciones como el INCORA. Este aspecto

se explica en parte por el hecho de que la tierra más que factor productivo ha sido históricamente
un elemento de poder político y de dominación social. Actualmente se afirma que las condiciones

de la economía globalizada han impulsado que la tierra como factor productivo pierda peso y valor

en relación con la importancia que van adquiriendo la tecnología, el conocimiento y el capital.

Un aspecto importante que ha influido en la pobreza rural es el TLC el cual consiste en un acuerdo

en el que dos o más países, acuerdan las reglas para realizar un intercambio de productos, servicios

sin pagar impuestos por venderlos en el exterior, las oportunidades que se presentan para la

agricultura y los campesinos es que en el momento de exportar sus productos tendrán más beneficio

económico y pueden crecer como empresa pero en los últimos años se ha presentado un déficit en

la zona agropecuaria y agroindustria pese a que se ha generado gran competitividad con el exterior,

estas empresas importan productos a menor costo y son vendidos en el mercado ocasionando que

muchos campesinos pierdan su empleo y cultivos ya que se les dificulta competir a escala con las

grandes empresas del exterior.

Las mujeres rurales son colaboradoras fundamentales de las economías del mundo y tienen un rol

esencial en los países desarrollados y en desarrollo, incrementando la productividad agrícola y rural

y la seguridad alimentaria, y ayudando a reducir los niveles de pobreza en sus

comunidades. Dependen en su mayoría de los recursos naturales y la agricultura para subsistir, y

representan una cuarta parte del conjunto de la población mundial. En los países en desarrollo, las

mujeres rurales suponen aproximadamente el 43% de la mano de obra agrícola y producen,

procesan y preparan gran parte de los alimentos disponibles, por lo que sobre ellas recae la gran

responsabilidad de la seguridad alimentaria, jugando un papel importante en las zonas rurales, pero

como su única función en la mayoría de las veces es encargarse de la alimentación se sus familias

no son reconocidas para trabajos más pesados, ya que en la sociedad masculina la mujer es débil y
no tiene la suficiente fuerza para realizar esas labores, por ende solo se ve a la mujer en trabajos de

hogar, crianza y alimentación.

Aunque el mundo ha evolucionado en muchos aspectos, ya sea económico, social, político y

tecnológico; aún se ve mucha discriminación hacia la mujer. Encontrándonos en pleno siglo XXI

se ha observado que la mujer es vulnerable al déficit laboral, el cual no le permite ocupar un buen

cargo por verse como el género débil, afectando su formación personal y familiar ya que es un

blanco fácil de rechazo en una empresa y más si cuenta con responsabilidades como sus hijos.

Relacionando todos estos aspectos con la vida rural las mujeres entran en la línea de pobreza por

la variación de dificultades que se les presentan en su día a día.

Debido al crecimiento y evolución de la industria, la pobreza rural puede seguir aumentando aún

más, ya que en varios sectores se practica la minería la cual es nociva para el medio ambiente y

como bien se sabe las personas campesinas necesitan de los recursos naturales para poder subsistir,

además en los últimos años se exportan e importan alimentos al exterior y los cultivos de la

comunidad campesina se pierden porque al momento de llevarlos al mercado pagan muy poco por

ellos, esto ocasiona que ellos pierdan económicamente ya que solo invirtieron y no obtuvieron

ganancias, muchas de las personas que vivían de sus cultivos hoy en día están en migración hacia

ciudades donde pueden conseguir un empleo estable, que les permita suplir sus necesidades

básicas.

Sería muy viable reconocer las virtudes y labores que tiene el campesino de proveer alimentos por

medio de la tierra, reconocer y respetar su cultura, y proteger su identidad ya que muchas veces

gracias a ellos se pueden obtener alimentos muy saludables y confiables