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BOGOTAZO

Se conoce como El Bogotazo a una serie de disturbios ocurridos en la capital


de Colombia, Bogotá, que fueron consecuencia del asesinato al líder del
Partido Liberal, Jorge Eliécer Gaitán, ocurrido el 9 de abril de 1948. Juan Roa
Sierra, el autor material del magnicidio, fue perseguido y linchado por una
multitud que posteriormente arrastró su cadáver hasta la Casa de Nariño.

La ola de protestas que se expandió a otras ciudades y regiones del país,


desencadenó la época como «La violencia», que terminó diez años después,
en 1958. Sus consecuencias, sin embargo, duraron más de lo imaginado
mediante el conflicto armado interno que ha tenido como protagonistas a la
Fuerza Pública, a grupos guerrilleros y paramilitares, bandas criminales y
carteles de la droga.

Antecedentes

En el gobierno de Alberto Lleras Camargo (quien asume por renuncia del


titular Alfonso López Pumarejo), el Partido Liberal se dividió en torno a dos
candidatos para las elecciones del 5 de mayo de 1946: Gabriel Turbay, el
candidato oficial, y Jorge Eliécer Gaitán, el candidato disidente. Esta división
facilitó que el Partido Conservador acabara con 16 años de presidencias
liberales al ganar las elecciones con su candidato único, Mariano Ospina
Pérez.

En las elecciones, Ospina Pérez alcanzó aproximadamente 565 000 votos;


Gabriel Turbay 441 000 y Gaitán 800 000. Al asumir el mandato, Ospina
Pérez planteó un gobierno de Unidad nacional con la participación de ambos
partidos, que nunca se concretó.

1948
A principios de febrero de 1948, Gaitán encabezó una manifestación5 a la
que asistieron 100 000 personas de todo el país. Al final de esta, pronunció
un discurso conocido como Oración Por La Paz, dirigido al presidente Ospina
Perez:

“... Señor Presidente: Le pedimos cosa sencilla para la cual están de más los
discursos. Os pedimos que cese la persecución de las autoridades y así os lo
pide esta inmensa muchedumbre. Os pedimos pequeña y grande cosa: que
las luchas políticas se desarrollen por cauces de constitucionalidad. Os
pedimos que no creáis que nuestra tranquilidad, esta impresionante
tranquilidad, es cobardía. Nosotros, señor Presidente, no somos cobardes:
somos descendientes de los bravos que aniquilaron las tiranías en este piso
sagrado. Pero somos capaces, señor Presidente, de sacrificar nuestras vidas
para salvar la tranquilidad y la paz y la libertad de Colombia....”

El 15 de febrero, Gaitán se manifestó nuevamente en Manizales, esta vez


con un discurso llamado "Oración por los Humildes", como homenaje a 20
liberales masacrados en el departamento de Caldas:

“...Compañeros de lucha: al pie de vuestras tumbas juramos vengaros,


restableciendo con la victoria del partido liberal los fueros de la paz y de la
justicia en Colombia. Os habéis ido físicamente, pero qué tremendamente
vivos estáis entre nosotros...”

El 18 de marzo, en vista de la inacción gubernamental frente a la creciente


violencia política y, especialmente, ante los hechos del día anterior en
Bucaramanga, donde grupos no identificados atacaron a ciudadanos
liberales, Gaitán cortó los lazos del liberalismo con el gobierno al pedir la
renuncia de sus ministros. Ospina Pérez procedió a nombrar al caudillo
conservador Laureano Gómez como Ministro de Relaciones Exteriores.

El 30 de marzo, se inauguró en Bogotá la IX Conferencia Panamericana, en


la que EEUU tenía como preocupación la lucha contra el comunismo. La
delegación colombiana fue presidida por Laureano Gómez, quien vetó a
Gaitán y logró que se invitaran únicamente a los dirigentes tradicionales del
liberalismo. Aunque al principio de la conferencia Gómez fue elegido para
presidirla, la delegación colombiana la presidió finalmente Carlos Lozano y
Lozano.7

Hechos

Busto Jorge Eliécer Gaitán en Bogotá: El 9 de abril de 1948, el caudillo liberal


Jorge Eliécer Gaitán se encontraba en su despacho con Plinio Mendoza Neira,
Pedro Eliseo Cruz, Alejandro Vallejo y Jorge Padilla. Se dirigieron a almorzar
a la 1:00 p.m. y, cuando salieron del ascensor, Mendoza Neira tomó del
brazo a Gaitán y se adelantaron al resto de personas; al llegar a la puerta,
Juan Roa Sierra aparentemente dispara sobre el político. Tres balas
impactaron el cuerpo de Gaitán, que falleció pocos minutos después en la
Clínica Central mientras su amigo, el médico Pedro Eliseo Cruz, procedía a
efectuarle una transfusión de sangre.

Los que presenciaron el evento persiguieron al Sierra; un funcionario de la


Policía, para intentar protegerlo de la multitud que lo perseguía, lo introdujo
en una droguería que se encontraba no muy lejos del lugar del magnicidio.
Cuando empezó a interrogarlo, el joven solo decía: “¡Ay, Virgen santísima!”,
dando muestras de nervios y angustia.
La multitud penetró en la droguería y golpeó a Roa Sierra hasta matarlo;
posteriormente, lo arrastraron por toda la carrera séptima hasta las
escalinatas del Capitolio Nacional, donde dejaron su cadáver. Estos hechos
llevaron a la revuelta nacional en contra del gobierno conservador de
Mariano Ospina Pérez, a quien le exigían la renuncia.

Ese día hubo saqueos, principalmente en el centro de Bogotá, pero luego se


esparcieron por gran parte de la capital para terminar esparciéndose varias
ciudades de Colombia. Además de los saqueos, hubo incendios provocados
por los manifestantes: incendiaron tranvías, iglesias, edificaciones
importantes y los mismos locales saqueados.

Policías y militares, en un principio, intentaron controlar la situación; y


mientras que algunos se unieron a la revuelta proporcionando armas y
esfuerzos, otros tomaron las armas y abrieron fuego sobre los
manifestantes.

El saldo de la revuelta fue de cientos de muertos y heridos. Las cifras van


desde 500 muertos, reportados por un cable de la Embajada Alemana, hasta
la extraoficial de más de 3.000. Los daños materiales corresponden a
múltiples saqueos, y al incendio y posterior derrumbe de 142 construcciones
entre las que se encontraban casa particulares, hoteles e iglesias del centro
de la ciudad.

Durante el proceso judicial del asesinato, se presentaron testimonios que


indicaban que Roa Sierra no fue el asesino, sino que fueron justamente él o
los asesinos quienes condujeron a la multitud a tomarlo como el culpable y a
acabar con su vida. Otras versiones presentadas en el proceso indicaron que
Roa Sierra sí fue culpable, pero que actuó motivado o en acuerdo con otra
persona. La justicia colombiana sentenció en 1978 que el asesino Juan Roa
Sierra era esquizofrénico, y que actuó por motivos personales y solo.

Historia

La Conferencia Panamericana del siglo IX estaba en plena realización en


Bogotá y el principal objetivo del gobierno de los Estados Unidos en ella era
la de convencer a los países participantes de realizar un acuerdo para
declarar el comunismo como una actividad fuera de la ley. Esta daría
comienzo a lo que más tarde se llamaría Organización de los Estados
Americanos (OEA).

Paralelamente, conformado como respuesta a la Conferencia Panamericana y


con la finalidad de protestar contra el intervencionismo estadounidense en
varias naciones de América, se estaba organizando un Congreso
Latinoamericano de Estudiantes financiado por el gobierno peronista. El
Congreso Estudiantil fue ideado y promovido por un estudiante de leyes
cubano llamado Fidel Castro, que convocaba estudiantes de varios países
latinoamericanos, entre los que se encontraban Panamá, Costa Rica, México,
Venezuela y Cuba. Entre los estudiantes se encontraba el mismo Fidel Castro
quien había llegado a Bogotá hacia el 31 de marzo y los otros después.

Según un acuerdo previo realizado el día anterior entre Gaitán y Fidel (y


otros estudiantes que lo acompañaban), se haría una manifestación que
terminaría en la plaza de Bolívar en la cual Gaitán daría un discurso. Otra
cita se había fijado para hablar del tema hacia las 2:00 de la tarde del 9 de
abril, pero esta no alcanzó a realizarse debido al asesinato del líder liberal.

Dos individuos sospechosos se habían visto unas 18 o 20 veces cerca de las


oficinas de Gaitán pasado el mediodía desde mediados de marzo lo que
despertó sospechas en Pablo López, el ascensorista del edificio quien le
expresó sus dudas a la secretaria de Gaitán.

A la 1 de la tarde del 9 de abril, estos dos individuos fueron vistos


nuevamente, uno más alto, más delgado y de mayor edad que el otro.
Habían estado en la puerta del edificio o en sus alrededores preparados para
la salida de Gaitán. Al ver que Gaitán salía uno de ellos (probablemente el
más alto) le hizo una señal con la cabeza al otro que se mostraba bastante
nervioso. Cuando salió Gaitán por el portón del edificio, giró hacia el norte
con el fin de ir a almorzar con sus amigos que lo acompañaban, uno junto a
él y los otros más atrás. En este momento el hombre más bajo le dio el paso
y le disparó por detrás. El número y frecuencia de los disparos varía de
testigo en testigo: lo cierto es que una bala le dio en la nuca y dos en el
torso, todas mortales. El hombre alto aparentemente se esfumó entre la
multitud, mientras que el más bajo se dio a la retirada retrocediendo y
amenazando a los que podrían seguirlo hasta que el dragoneante de la
policía Carlos Alberto Jiménez lo capturó. A pesar de los cuidados de los
policías para protegerlo, la multitud lo linchó: el hombre fue identificado
como Juan Roa Sierra.

Conferencia Panamericana

Durante el desarrollo de los acontecimientos, se estaba llevando a cabo en


Bogotá la IX Conferencia Panamericana, que reunía a importantes líderes de
toda América y que dio nacimiento a la OEA con la firma de El Pacto de
Bogotá. Algunas fuentes relacionan el evento con el asesinato.

Consecuencias
Inmediatas: Las consecuencias inmediatas del Bogotazo el 9 de abril de
1948 fue el asedio por tres días de violentas protestas, desórdenes y
represión. Un levantamiento popular en armas se dirigió al Capitolio Nacional
para exigir la renuncia del presidente conservador Mariano Ospina Pérez.
Parte de la muchedumbre, aprovechando los disturbios, se olvidó del
magnicidio y su rabia se descargó sobre los locales del centro de la ciudad,
en donde realizaron varios saqueos, incendiaron y destruyeron los tranvías,
iglesias, edificaciones importantes y asaltaron locales. La ciudad quedó
semidestruida.

Simpatizantes liberales de la policía se sublevaron y repartieron armas a la


revuelta, mientras que otra parte de la policía abrió fuego sobre las
protestas. Los disturbios se extendieron por toda Colombia en donde fueron
atacadas las sedes conservadoras de distintas regiones.

Debido a la presencia de tantos líderes extranjeros por la conferencia


panamericana que dio nacimiento a la OEA la noticia se extendió por todo el
mundo y empezaron algunas investigaciones provenientes del exterior con
muchas suposiciones del autor intelectual como: los conservadores, la CIA o
el gobierno de Mariano Ospina Pérez.

El saldo de víctimas varía de entre 500 y 3 000 personas; los daños


materiales por los incendios fueron de 142 construcciones, incluyendo casas
particulares. y hoteles del centro de Bogotá. Algunos edificios, como el
Observatorio Astronómico Nacional y la Plaza cultural la Santamaría, se
salvaron gracias a estar alejadas del centro de las manifestaciones.

Generales: Las consecuencias generales del Bogotazo fue el inicio de una


escalada bélica entre liberales y conservadores, en una guerra civil no
declarada en un periodo de la historia conocida como “La Violencia”. En esa
época, surgieron los primeros grupos de autodefensas armadas comunistas,
que se convertirían en las futuras guerrillas de las FARC y el ELN.

Gaitán fue un líder importante para la sociedad de su época, pero tras su


asesinato, se convirtió en un símbolo histórico nacional, al mismo nivel de un
prócer de la independencia colombiana.

Conmemoraciones

Conmemorar los hechos trágicos del 9 de abril de 1948, el magnicidio de


Jorge Eliecer Gaitán y las protestas populares que terminaron con la vida de
entre 500 y 3 000 personas, siempre ha sido espacio de disputa política y
social, en donde no hay un único discurso por el sentido del pasado, la
memoria histórica y el empoderamiento cultural. Las condiciones políticas y
de conflicto armado interno hacen variar la forma de recordar y conmemorar
el 9 de abril, de tal forma que es posible caracterizar tres grandes periodos,
La Violencia, El Frente Nacional y pos Frente Nacional.

La Violencia (1949-1957)

Con el levantamiento popular del 9 de abril se dio inicio a la época de “La


Violencia” en donde se enfrentaban simpatizantes del partido liberal y
conservador, sin haberse declarado una guerra civil; incluso en la
conmemoración de esta fecha se dieron disputas en las que los
conservadores le daban significado de “primer golpe” mientras para los
liberales es de “la revolución frustrada” o “el día que murió la esperanza”.

Durante la época de la violencia, la conmemoración liberal o popular del 9 de


abril fue muy restringida, ese día se declaraba el estado de sitio. Existía un
temor general en las élites conservadoras respecto a la fecha, con la
posibilidad que se repitieran los levantamientos populares. Y con cierta
razón, pues la conmemoración del 9 de abril confirmaba la capacidad
movilizadora de la memoria.

Por ejemplo, en la primera conmemoración del 9 de abril de 1949, el Partido


Liberal organizó una gran manifestación que calculó la prensa, en más de
100.000 personas, en actos de diversas expresiones como desfiles, misas,
concentración en el Parque Nacional, marcha de antorchas, conmemoración
cuyo discurso principal era la retoma del poder liberal en las próximas
elecciones de 1950.

Por su parte, los conservadores se manifestaron anticipadamente a la


primera conmemoración el 2 de abril de 1949, celebrando la victoria de las
autoridades en el levantamiento del 9 de abril, juzgando y condenando la
actitud del Partido Liberal y proclamando a Laureano Gómez como candidato
a la presidencia de 1950.

En este periodo de La Violencia, la conmemoración del 9 de abril se


constituyó por parte de la élite conservadora, en una contra conmemoración,
aclamando lo que llamaron “la revolución del orden” y el triunfo del
presidente Mariano Ospina Pérez y de las fuerzas militares que apagaron el
levantamiento. Esta contra conmemoración duro más de 20 años, pero no es
algo que perdure en la memoria general de la sociedad comparado al
Bogotazo.

El Frente Nacional (1958-1975)


Durante el Frente Nacional, la conmemoración del 9 de abril se libró de
limitaciones y restricciones para la escenificación pública de grandes
manifestaciones, que se convirtieron en tribuna para distintos sectores
políticos.

En esta época existían dudas sobre quién sería el verdadero vocero del
movimiento popular y representante de las aspiraciones del pueblo como lo
hiciera Gaitán. El oficialismo liberal fogueaba a jóvenes y viejos políticos,
pero simultáneamente, los que se consideraban voceros del pueblo como la
Anapo, el MRL y el Partido Comunista se apropiaban del discurso gaitanista,
considerándose a sí mismo como la “legitima herencia” del caudillo.

Pos Frente Nacional (1975-Presente)

Desde las dos últimas décadas del siglo XX y hasta la actualidad del siglo
XXI, está en declive la memoria histórica y la conmemoración del 9 de abril;
a diferencia de décadas anteriores, son menos masivas y menos apasionadas
en la actual cultura popular y en lo simbólico.

La conmemoración tiende a ser marginal debido a la escalada de violencia


que sufre el país desde 1960, producto del conflicto armado interno de la
nación (que tiene su génesis en el Pacto de Sitges que acabó La Violencia y
creó el Frente Nacional entre liberales y conservadores, marginando otras
opciones políticas), con magnicidios como el de los candidatos presidenciales
Bernardo Jaramillo Ossa, Carlos Pizarro Leongomez y Luis Carlos Galán
Sarmiento, además de otros personajes importantes en la vida política de
país como Jaime Pardo Leal, Álvaro Gómez Hurtado y Jaime Garzon, dejando
la conmemoración del 9 de abril sin el mismo poder explicativo de hace 40
años y sin la misma capacidad de interpelación a las generaciones actuales.
Incluso, durante el gobierno de Álvaro Uribe, se intentó minimizar y hasta
desconocer esta conmemoración.

En el año 2011, como una forma para no olvidar esta fecha se aprobó, por
parte del entonces presidente Juan Manuel Santos, la Ley 1448, en la que se
declara conmemorar el 9 de abril como el "Día de la Memoria Histórica y
Solidaridad con las Víctimas del Conflicto Armado". En la conmemoración del
año 2017 hecha en el Congreso Gloria Gaitán, hija de Jorge Eliecer Gaitán e
invitada habitual de esta fecha en el legislativo, acusó al expresidente y
entonces senador Álvaro Uribe de perseguirla políticamente durante su
gobierno, al haberle levantado 41 procesos judiciales en su contra, como
forma de silenciarla por responsabilizar a la CIA de la Operación Pantomima
ejecutada contra su padre, y por denunciar las operaciones oscuras que
realizó la agencia de inteligencia estadounidense durante el desarrollo del
Plan Colombia, ejecutado en su mandato.
En la conmemoración del año 2018, la Comisión de la Verdad de Colombia
(creada en el marco de los Acuerdos de La Habana para la desmovilización
de la guerrilla de las FARC) anunció que solicitará a la Fiscalía General de la
Nación declarar el magnicidio de Jorge Eliecer Gaitán como delito de lesa
humanidad, para así reabrir la investigación sobre las verdaderas causas que
motivaron el asesinato.

Impacto en la cultura popular


Literatura
Véase también: Anexo:Literatura sobre la época de la violencia en Colombia
"La vida y muerte de Gaitán han generado una literatura de gran amplitud.
Libros, memorias, comentarios y discursos se han sumado para evocar e
interpretar el sentido de su acción y sobre todo para analizar las causas y
consecuencias de su muerte. Desde los estudios apasionados a los trabajos
más analíticos y fríos, muchos han tratado de imaginarse quién pudo estar
detrás del asesinato, qué factores históricos prepararon al país --en especial
a los sectores populares bogotanos-- para reaccionar como lo hicieron y,
sobre todo, qué efectos tuvieron la muerte de Gaitán y la revuelta del 9 de
abril sobre la vida nacional subsiguiente".17

Obras de ficción
El 9 de abril, de Gabriel García Márquez
El 9 de abril, de Pedro Gómez Corena (1951),
El día del odio, de José Antonio Osorio Lizarazo (1952),
Los elegidos, el manuscrito de B.K., de Alfonso López Michelsen (1953),
Viernes 9, de Ignacio Gómez Dávila (1953),
La Calle 10, de Manuel Zapata Olivella (1960).
El cadáver insepulto (2005) de Arturo Alape.
El crimen del siglo (2006) de Miguel Torres.
El incendio de abril (2012)

Obras de no ficción
«Sobre el 9 de abril existen muchos testimonios de testigos y participantes,
apasionados y muchas veces inexactos, pero indispensables: Willard Beaulac,
Embajador de carrera (Buenos Aires, 1957); Joaquín Estrada Monsalve, Así
fue la revolución, Del 9 de abril al 27 de noviembre (Bogotá, 1948) y El 9 de
abril en Palacio: horario de un golpe de Estado (Bogotá, 1948), Alberto H.
Niño, Antecedentes y secretos del 9 de abril (Bogotá, 1949); Humberto
Plaza, La noche roja en Bogotá: páginas de un diario (Buenos Aires, 1949);
Luis Vidales, La insurrección desplomada (el 9 de abril, su teoría, su praxis)
(Bogotá, 1948); y una extensa serie de relatos periodísticos y entrevistas a
figuras políticas del momento. Muchos de estos materiales testimoniales han
sido recogidos en el libro de Arturo Alape El bogotazo (Bogotá, 1982). Otros
testimonios se presentan en el libro de Arturo Abella Así fue el 9 de abril
(Bogotá, 1973).»17

Los años del tropel (2006), de Alfredo Molano,


Cine y televisión
En 1984 se produjo la miniserie para televisión Revivamos nuestra historia:
El bogotazo, producida por Daniel Lemaitre y con libretos de Carlos José
Reyes.18

En 1984 Francisco Norden dirige la película Cóndores no entierran todos los


días basada en la novela homónima de Gustavo Álvarez Gardeazábal, que
relata las circunstancias y consecuencias del Bogotazo en Tuluá, el origen de
los sicarios denominados "pájaros" y el desplazamiento forzado en esa época
en Colombia.19

En 1990, se produjo la película Confesión a Laura, dirigida por Jaime Osorio,


un drama intimista pero que tiene como detonador y trasfondo al
Bogotazo.20

En el 2008 Caracol Televisión y The History Channel realizaron un


documental llamado Bogotazo: Historia de una ilusión, donde se hace un
recuento de los hechos y se lanzan algunas teorías alrededor del asesinato
de Gaitán y sus consecuencias.21

En abril de 2013 se estrenó la película Roa, basada en el libro de Miguel


Torres El crimen del siglo y cuyo argumento relata el asesinato de Gaitán
desde la perspectiva del hombre señalado como su asesino por lo cual fue
linchado al inicio del bogotazo.22 En mayo de 2014 El banco de la República
sube un video de las experiencias de sus trabajadores de aquel macabro 9 de
abril, es la mirada desde otra perspectiva.

Referencias bibliográficas

Texto recuperado de la web: https://es.wikipedia.org/wiki/Bogotazo

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