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Keynes
PROGRAMA DE DERECHO
Cartagena, D. T y C. 2018
Introducción
John Maynard Keynes economista de origen británico quien tiempo después del crac del
29 e ideó una de las teorías económicas más reconocidas , como lo es el keynesianismo .
Donde Keynes planteo que la causa de la crisis era la insuficiencia de la demanda, debida
a la creciente inclinación al ahorro de las sociedades. En su opinión, la debilidad del
consumo privado y el desempleo sólo podían solucionarse incrementando el gasto público
en periodos de recesión, haciendo que el Estado incurriera en déficit para crear demanda
adicional.
La relevancia de estos argumentos llegaron a constituir la base de la Macroeconomía, teoría
económica moderna centrada en explorar las relaciones entre los agregados de la renta
nacional. Además, lo que se conoce como la “revolución keynesiana” fue poco a poco
penetrando en el mundo académico de tal modo que, una vez finalizada la Segunda Guerra
Mundial (1939-45), determinó las políticas económicas del mundo occidental durante más
de tres décadas.
Principales obras de Keynes: Todas sus obras están motivadas por los problemas de la
economía de su tiempo. Así, como resultado de su labor en la Administración colonial,
escribió La moneda india y las finanzas (1913). Igualmente, el libro Las consecuencias
económicas de la paz (1919) tuvo su origen en su participación como representante del
Tesoro en la delegación británica enviada a negociar el Tratado de Versalles, tras la derrota
de Alemania en la Primera Guerra Mundial (1914-18).
En 1920 vio la luz su Tratado sobre probabilidad, que ampliaba la regla de Laplace -entre
otras-, aplicándola a diferentes problemas económicos. Concretamente, mediante este texto,
Keynes realizó importantes contribuciones a la estadística y las matemáticas, bases
fundamentales de la teoría económica.
La cuestión del dinero continuó absorbiendo su atención en el Tratado sobre la reforma
monetaria (1923), en el que analizó los tipos de cambio flexibles y su relevancia como
“estabilizadores” de los precios dentro de una economía local; por otro lado, en el Tratado
sobre el dinero (1930) criticó tanto la adhesión al patrón oro como la teoría cuantitativa de
la moneda -la cual sostiene que los precios varían proporcionalmente a la cantidad de dicha
moneda.
Su obra decisiva fue la Teoría general de la ocupación, el interés y el dinero (1936), con la
que quiso ofrecer una respuesta definitiva a la grave depresión económica desencadenada
en todo el mundo a partir del crash de la Bolsa de Nueva York de 1929.
En 1942 redactó ¿Cómo pagar la guerra?, obra en la que defendía que para salir del agujero
financiero en el que se encontraba sumido el Reino Unido tras la Guerra, había que
aumentar los impuestos e incrementar su hegemonía en las colonias africanas, en lugar de
recurrir al endeudamiento, que generaría más inflación.
John Maynard Keynes
(Cambridge, Reino Unido; 5 de junio de 1883 – Sussex Oriental, Reino Unido; 21 de abril
de 1946) es considerado como uno de los economistas más influyentes del siglo XX, cuyas
ideas tuvieron y tienen una fuerte repercusión en las teorías y políticas económicas.
Una de las principales novedades de su pensamiento fue plantear que el sistema capitalista
no tiende a un equilibrio de pleno empleo de los factores productivos, sino hacia un
equilibrio que solo de forma accidental coincidirá con el pleno empleo. En contraposción a
la visión clásica, el Keynesianismo destacó el carácter ascendente de la oferta agregada,
además la inestabilidad de la demanda agregada, proveniente de los shocks ocurridos en
mercados privados, como consecuencia de los altibajos en la confianza de los inversores.
La principal conclusión de su análisis es la importancia de la intervención pública directa
en materia de gasto público para cubrir la brecha o déficit de la demanda agregada.
Su obra principal, Teoría general del empleo, el interés y el dinero, trató sobre sus
opiniones sobre el empleo, la teoría monetaria, y el ciclo de comercio, entre otros temas.
Keynes decía que la causa real del desempleo era el insuficiente gasto en inversión. Él creía
que la cantidad de trabajo entregada es diferente cuando el decremento en los salarios reales
(el producto marginal del trabajo) se debe al decremento del salario monetario, que en el
caso cuando se debe a un incremento del nivel de precios, asumiendo que el salario
monetario se mantenga constante.
Se puede sintetizar su aporte en el concepto de que cuando la demanda deviene
transitoriamente más pequeña, ello puede tener como consecuencia, en determinados
contextos institucionales, el que la oferta también sea contraída; con lo que resultaría un
nuevo equilibrio del mercado, pero habiendo perdido el mercado mismo cierta magnitud
entre ambos momentos. En su teoría, el desencadenante de esos movimientos en la
demanda y la oferta es el mercado de capital; la demanda de capital transitoriamente
deviene menor, a partir de lo cual la oferta de capital le sigue mímicamente a la baja, en vez
de mantenerse transitoriamente o aumentar transitoriamente. En su Teoría del dinero,
Keynes dijo que los ahorros e inversión estaban determinados en forma independiente. La
cantidad destinada a ahorro tenía poco que ver con las variaciones en las tasas de interés
que a su vez tenían poco que ver con cuanto se destinaba a inversión. Keynes pensó que los
cambios en la cantidad destinada a ahorro dependían en la predisposición para consumir
que resultaba de cambios incrementales, marginales, al ingreso. Por tanto, la cantidad
destinada a inversión estaba determinada por la relación entre la tasa esperada de retorno
sobre la inversión y la tasa de interés.
Teoría keynesiana
Se centró en explicar la depresión y la naturaleza de los ciclos económicos. Proporcionó
recomendaciones de política para reconducir la economía hacia el pleno empleo y reducir la
severidad y duración de los ciclos económicos. Creía que los cambios en la demanda
agregada se debían a cambios en las expectativas, que eran los causantes de la existencia de
los ciclos.
La teoría Keynesiana, consideraba que dichos cambios dependían del optimismo de
aquellos que manejaban las empresas. De hecho, Keynes comentaba que sobre invertían o
producían más cuando eran muy optimistas sobre el ciclo económico, es decir, cuando
había expectativas de crecimiento del producto interior bruto (PIB). Por el contrario,
cuando consideraban que el crecimiento del PIB era incierto, desinvertían y producían
menos.
Esta teoría argumentaba que los salarios eran muy rígidos a la baja, lo que reducía la
capacidad de bajada de los salarios nominales que conlleven un aumento de la oferta
agregada de corto plazo y muevan la economía de la depresión al pleno empleo. Esta teoría
sostiene que se debe aumentar la demanda agregada directamente, a través de la política
monetaria el aumento de la oferta de dinero y a través de la política fiscal aumentando el
gasto público, la disminución de los impuestos, o ambos.
Keynes cree que la política fiscal, a través de su efecto sobre la demanda agregada, puede
tener un fuerte efecto sobre el crecimiento económico, cuando la economía se encuentra por
debajo del pleno empleo.
Por otro lado, los monetaristas rama o vertiente de pensamiento económico que se ocupa de
los efectos del dinero y sobre la economía en general y que se originó a partir de la
economía neoclásica, creían que el efecto del estímulo fiscal es sólo temporal y que la
política monetaria debe ser usada para aumentar o disminuir las presiones inflacionarias.
Los monetaristas no creen que la política monetaria deba ser utilizada en un intento de
influir en la demanda agregada para contrarrestar los movimientos cíclicos en la economía.
A pesar de que varias corrientes como los monetaristas y los liberalistas hayan intentado
refutar las teorías keynesianas, la teoría keynesiana sigue siendo la teoría económica más
utilizada por los Gobiernos de todo el mundo.
Las finanzas públicas para Keynes y su repercusión en el entorno económico.
Para el Keynesianismo la participación del Estado en el sistema económico es deseable y
los impuestos juegan un papel crucial en las políticas de reactivación económica y de
distribución equitativa del ingreso.
Como consecuencia del extraordinario desarrollo del capitalismo, las relaciones
económicas experimentaron grandes modificaciones antes de la segunda década del siglo
pasado. La libre competencia se vio reemplazada por los nacientes monopolios industriales.
Pueden ser múltiples los objetivos de esta política, variando según su naturaleza, su
extensión y su persistencia:
el Estado puede tratar de prevenir o determinar una depresión económica, de preparar y
mantener una guerra; de ajustar las estructuras económicas para el paso de una economía de
guerra a una economía de paz; de la restauración y mantenimiento del pleno empleo, del
progreso social y de la mejoría del bienestar, etc.
La inflación sería así la consecuencia de un exceso de demanda que podría ser resuelto
detrayendo mediante impuestos parte de las rentas familiares. Pero la preocupación
principal en los años treinta no era la inflación sino la deflación y el desempleo. Fue aquí
donde Keynes puso el acento, recomendando el aumento de los gastos públicos, aunque
fuese en trabajos inútiles.
Para iniciar el plan de Keynes era necesario contar con mayores recursos públicos, por lo
que explicó que existen tres formas de financiar el aumento de los gastos públicos: 1.
Mediante impuestos. Ciertamente aunque los impuestos cubran totalmente el aumento de
los gastos, se seguirá percibiendo un cierto efecto expansivo como consecuencia de la
contracción del ahorro agregado, pero ese efecto resultaría insuficiente y aparecerían
fuertes distorsiones en las pautas de consumo y en la propensión marginal a consumir.
Política fiscal :
Un factor muy importante en El modelo keynesiano cabe destacar este como lo fue la
política fiscal donde busca explicar la creciente en la economía, plantea también políticas
para contrarrestar los procesos depresivos. Políticas que pudieran eliminar los ciclos y sacar
a la economía del nivel de equilibrio con desempleo al que supuestamente llegaría.
Estas políticas no sólo consisten en medidas para estimular la economía en una situación
como la de la depresión de los 30, sino que plantean también formas de desacelerar o
enfriar la economía. Para afectar los niveles de gasto agregado, las políticas keynesianas
proponen variaciones en el gasto gubernamental, en los impuestos o cambios en la oferta
monetaria. Lo que a la política fiscal respecta es precisamente la capacidad que tiene la
entidad gubernamental para variar tanto sus niveles de gasto como los niveles de impuesto
ya sea con fines de estimular o frenar la economía.
Visto desde otra perspectiva el presupuesto del gobierno, la política fiscal vendría a ser la
capacidad para manipular el déficit o superávit presupuestal con el objetivo de influenciar
el nivel agregado de la economía.
OFERTA AGREGADA
Valor total de bienes y servicios (producción) que las empresas de un país están dispuestas
a producir para cada nivel de precios, durante un período de tiempo determinado.
DEMANDA AGREGADA
Valor total de gastos en bienes y servicios que los agentes económicos (consumidores, las
empresas y el Estado) están dispuestos a comprar para cada nivel de precios, en un periodo
determinado de tiempo.
Impuestos: cantidades que se exigen sin contraprestación, y que se fundamentan en hechos
que ponen de manifiesto la capacidad económica del contribuyente.
Una de las críticas que más recaen sobre la política fiscal expansiva es que su aplicación
implica incurrir en déficit público, ya que con ello aumenta la deuda del Estado, generando
intereses (más gastos) para los próximos años Por este motivo, los monetaristas defienden
la política fiscal neutral, donde prevalece el principio de equilibrio presupuestario. Según
esta corriente, si en algún momento es necesario aumentar el gasto público, también se
deberá subir los impuestos, para mantener de esta forma el equilibrio presupuestario.
Por otra parte tenemos a los keynesianos, que ante períodos de recesión económica y
existencia de desempleo, defienden el aumento del gasto público para reactivar la economía
y generar empleo, a pesar de que se genere déficit público. Reconocen que este déficit debe
equilibrarse, pero abogan a que se realice en los años siguientes, a lo largo de los ciclos
económicos, compensando la deuda originada en la fase recesiva con el superávit creado en
el período de bonanza económica (evidentemente, todo esto dependerá del nivel de deuda
acumulada que tenga el país en ese momento). Hay que señalar, que la pertenencia a la
zona euro limita la posibilidad de aplicar, de forma continuada, las políticas expansivas, ya
que el Pacto de estabilidad establece límites al déficit y a la deuda pública.
Por lo tanto, podemos afirmar que este modelo (modelo keynesiano) resuelve los problemas
de la estabilidad económica, siempre que inflación y desempleo no coexistan.
Efectivamente, el desempleo se debe a una insuficiencia de la demanda, y esta insuficiencia
provoca que los precios bajen. Es decir, no coexistirán desempleo e inflación. Por otra
parte, si hay inflación es porque hay un exceso de demanda y este exceso provocará mayor
producción y, por lo tanto, aumentará el empleo. Es decir, no coexistirán inflación y
desempleo De esta forma, la teoría macroeconómica de la demanda agregada de Keynes
manifestaba que las medidas de la política fiscal tienen una gran influencia en las
variaciones a corto plazo de la producción, el empleo y los precios.