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ENFERMEDADES MÁS COMUNES EN AVES RAPACES

Desarrollarlo el tema a la perfección. Se deben incluir enfermedades como:

Apoplejía: La apoplejía o accidente cerebral vascular (ACV) es la pérdida de


funciones cerebrales por una interrupción del aporte de sangre al cerebro, y
origina una serie de síntomas dependiendo de la zona del cerebro afectada. Esta
interrupción puede ser causada por un coágulo en los vasos sanguíneos o por la
rotura de una arteria, produciendo un derrame cerebral.

ACV isquémico: Caracterizado por el bloqueo de un vaso sanguíneo que irriga


continuamente sangre al cerebro. Este bloqueo puede ser causado por la
formación de un coágulo en una arteria muy estrecho o por el viaje de un coágulo
mediante los vasos sanguíneos al cerebro. -ACV hemorrágico: Ocurre cuando un
vaso sanguíneo del cerebro se rompe, provocando que la sangre se reparta por él.

El pájaro realizará una serie de movimientos convulsivos y caerá al suelo


parcialmente paralizado y con las patas estiradas. Dicho estado puede durar unos
dos días, luego manifestará una parálisis completa y, por último, le ocasionará la
muerte.

Tratamiento: En el caso de tratarse de un coagulo se administran trombolíticos,


mientras que, si el problema es hemorrágico, es necesario realizar una cirugía
para controlar la hemorragia y drenar la sangre que se haya acumulado.

Prevención: Control adecuado del peso y una dieta de buena calidad

Aspergilosis: La aspergilosis, también conocida como Neumonia Micótica y de las


Nacedoras, es producida por un hongo, generalmente Aspergillus fumigatus y
ocasionalmente por Aspergillus flavus o Aspergillus niger .

Las infecciones ocurren casi siempre secundarias a una inmunodepresión, aves


sanas expuestas a altas concentraciones de esporas son resistentes, los
pingüinos son bastante susceptibles sobre todo los que viven en cautiverio, las
rapaces y las aves acuáticas son también muy sensibles y en menor grado de
sensibilidad están las psitácidas y los paseriformes. Existen dos formas de
presentación clínica de la aspergilosis : a) Aspergilosis aguda : Es fatal, ocurre tras
la inhalación de gran cantidad de esporas y tiene un desarrollo rápido. Los signos
son :pérdida de apetito, dificultad respiratoria y muerte. b) Aspergilosis crónica : Es
la más frecuente, con los típicos nódulos en pulmones y / o sacos aéreos, tráquea,
siringe y bronquios. Los signos son variables : dificultad respiratoria, letargia o
depresión y pérdida de peso.

Signos neurologicos: temblores, marcha irregular o inestable, convulsiones o


parálisis.

Jadeo, respiración acelerada

Cambios en la voz

Conjuntivitis Descarga nasal

Pérdida de apetito

Pérdida de peso Pérdida de masa muscular

Regurgitación

Diarrea

Letargo

Somnolencia

Gota (articulaciones inflamadas y dolorosas debido a los depósitos de urato)

En cuanto al diagnóstico en el ave viva enferma resulta bastante difícil, una vez
muerta el hallazgo de las lesiones típicas en el aparato respiratoria son de gran
valor. La utilización de endoscopia, radiografías, pruebas serológicas y análisis
clínicos es de gran utilidad, en las radiografías se observa opacidad en los sacos
aéreos y pleuritis. Para el tratamiento especifíco de la aspergilosis se pueden
utilizar distintos productos como yoduro de potásico en proporción de 2-4 gr / litro
por varias semanas o antifungicos que dan mejores resultados como : Anfotericina
B, Guriseofulvina, Keoconazol, miconazol. El itraconazol en forma oral 6mg / Kg
de peso vivo es un tratamiento muy efectivo, al menos en aves como los
avestruces

Prevención: Adecuada ventilación del área y mantener controlada la humedad,

Bloqueo: Aunque no es una enfermedad, sí que puede ser confundida con una.
Básicamente es un bloqueo en su garganta a la hora de intentar tragar una pieza
más grande de lo que pueden pasar por una cavidad tan estrecha.

Clavos o pododermatitis: La pododermatitis es una patología inflamatoria que se


manifiesta como lesiones de distinta gravedad en las almohadillas plantares o en
las articulaciones de los miembros inferiores.
se considera que el origen es multifactorial y está muy relacionado con el manejo
incorrecto: exceso de peso, inactividad, posaderos inadecuados, exceso de
humedad, mala nutrición (deficiencia
de zinc, hipovitaminosis A, exceso o carencia de proteínas), predisposición
genética, alteración del sistema inmune, traumatismos son algunos de los factores
conocidos.
La falta de ejercicio desempaña un papel fundamental. Las aves que se ejercitan
tienen menos incidencia de esta patología. Esto esta comprobado en rapaces y
otras aves silvestres capturadas.

Los primeros ocurren casi siempre en los puntos de máxima carga del peso. La
piel pierde flexibilidad y puede haber engrosamientos de las almohadillas digitales
y metatarsales.
La secuencia de eventos puede describirse de la siguiente manera:
1°: mala circulación sanguínea en miembros inferiores debido a las largas horas
que pasan las aves en los posaderos
2°: alta predisposición a infecciones por la mala perfusión tisular

3°: necrosis
4°: mala cicatrización relacionada a la pobre circulación

Estadios: la enfermedad puede ser leve o grave.


Leve: inflamación local sin infección. El pronóstico es bueno pero son frecuentes
las recidivas.
Grave: inflamación e infección con presencia de material purulento en las vainas
tendinosas de los flexores que originan deformación en los dedos, artritis séptica
en articulaciones falángicas y
metafalángicas, rotura de tendones flexores y osteomielitis. Estos casos requieren
estudios radiológicos para determinar su pronóstico.

Signos clínicos: la signología es variada. Comienza con un enrojecimiento de la


zona plantar y una ligera claudicación intermitente uni o bilateral causada por el
dolor. El consumo de agua y comida es
normal. Con el progreso del cuadro el dolor aumenta, el ave se muestra embolada,
con claudicación de 3° o 4° grado, aparente pérdida del equilibrio (no puede
subirse a los palos) y disminución del
consumo de comida.
El autopicaje que se observa en algunos casos sobre la zona afectada, conduce a
la aparición de cuadros hemorrágicos más o menos severos y es un signo previo a
la aparición de la necrosis.
A partir de ese momento los signos progresan, según el agente infeccioso que
actúe, hasta el fallo multisistémico que conduce a la muerte del paciente.
Tratamiento: abarca tres aspectos: el ambiental, el médico y el quirúrgico.
Se basa en mejorar las condiciones del cautiverio, disminuir el dolor y la
inflamación, prevenir infecciones, eliminar el tejido lesionado y aumentar el aporte
¾ Tratamiento ambiental:
– Recubrir perchas de distinto diámetro con material blando:
se recomienda tener cuidado en la elección del material ya que las aves tienden a
picarlo pudiéndose generar accidentes de distinta gravedad. Una de las opciones
es colocar una capa de algodón sobre el posadero y luego envolverlo con alguna
tela que no desprenda hilos (como puede ser por ejemplo franela) También se
pueden utilizar sogas de algodón trenzado de distinto diámetro anudadas en
ambos extremos.
– Cubrir el suelo con material blando si el ave se encuentra en el piso.
– Mantener el suelo limpio y sin humedad (micosis/ aspergilosis)
– Controlar el peso del ave: se deben realizar las correcciones dietarias
correspondientes a la especie afectada.
– Aumentar el ejercicio
– Evitar la contaminación del agua con las deyecciones: mantener limpia el agua
del bebedero y no dejar la bañadera dentro de la jaula más de 15 minutos

¾ Tratamiento médico:
– Dieta con suplementos vitamínicos y minerales adecuados a la especie
– Anttinflamatorios no esteroides y analgésicos: se seleccionan según el grado del
dolor, la profundidad de la lesión y el agente causal. No usar corticoides.

Acido acetil salicílico: 10 mg/kg cada 12 hs por 3 dias y luego días alternos.
Ibuprofeno 5-10 mg/kg c 8-12 hs
Meloxicam 0,1-0,2 mg/kg cada 12 hs
Carprofeno 1-2 mg/kg cada 12 hs
– Antibióticos: se utilizan en forma preventiva (en caso de pododermatitis
inflamatorias) o curativa (en las pododermatitis infecciosas) según el agente
causal, con una duración mínima
de 10 días. Los agentes aislados con mayor frecuencia son: Staphyilococcus spp,
Pseudomonas, E coli y levaduras
Lincomicina: 50-75 mg/kg cada 12 hs por boca o 100-200 mg/por litro de agua
Clindamicina: 50-100 mg/kg cada 12 hs PO o 200 mg/litro
Marbofloxacina: 5-15 mg/kg cada 12- 24 hs PO
Todos estos antimicrobianos se absorben en el intestino y llegan a la mayoría de
los tejidos como fascias, articulaciones y huesos.

– Antimicóticos:
Ketoconazol: 200 mg por litro o 10-30 mg/kg cada 12 hs
Fluconazol: 2-5 mg/kg por 10 dias o 50 mg/ litro de agua
Itraconazol: 5-10 mg/kg

¾ Tratamiento local:
Se debe evaluar las ventajas y desventajas de su aplicación según la especie a
tratar. En numerosas aves, la principal desventaja es el estrés generado por la
captura y la manipulación.
No esta recomendado el uso de cremas con corticoides.
– Acido fusídico: en especial si hay lesiones costrosas hasta q se elimine

– Crema con vitamina A para lubricar las escamas


– Perlas con polimetil metacrilato (PMMA) impregnadas con el antimicrobiano
seleccionado según el agente causal.

¾ Tratamiento quirúrgico:
El material purulento en las aves es de tipo caseoso y requiere eliminación
quirúrgica.
Antes de la cirugía, se sugiere realizar 5 días de antibioticoterapia para disminuir
la posibilidad de septicemia. Luego de la anestesia, se lava el área afectada con
solución jabonosa o clorhexidina y se procede a
la limpieza y debridación del tejido.
Se finaliza con una sutura total o un afrontamiento con nylon monofilamento.
Si hay espacios muertos se puede colocar una perla de PMMA con el
antimicrobiano seleccionado según el resultado del cultivo y antibiograma.
Se recomienda vendaje post quirúrgico para evitar las contaminaciones.

Candidiasis: La candidiasis es una enfermedad del tracto alimentario, causada por


la levadura Candida albicans y se produce principalmente como una infección
secundaria. Los factores predisponentes son: la falta de higiene, tratamiento
prolongado con antibióticos, deficiencias de vitaminas, infecciones parasitarias
severas e inmunodeficiencias. La producción de una endotoxina soluble también
contribuye a la patogenicidad del agente. Las lesiones se detectan principalmente
en el buche, labios, esófago, pero pueden afectar también el proventrículo y rara
vez los intestinos. La mucosa afectada se encuentra engrosada de manera difusa
o focalizada, elevada y arrugada, de color blanco, de aspecto parecido a una
toalla. Posiblemente las lesiones se pueden observar como cubiertas
pseudomembranosas o difteroides. El estudio histológico confirma el diagnóstico,
por la aparición de hifas fungales en la mucosa infectada. Se puede usar solución
de sulfato de cobre en dilución de 1:2000 para prevenir y controlar la
enfermedad. La aplicación de nistatina en agua o alimento es eficiente contra la
candidiasis en pavos.

las aves que sufren de micosis en la forma digestiva, muestran señales de


abatimiento, plumas erizadas, falta de apetito y diarrea. En los psitácidos, el ave
ingiere los alimentos, pero luego regurgita acompañado de un líquido espumoso.
El buche puede estar distendido, y una simple palpación permite observar su
alteración.

La diarrea es un síntoma común a las especies de aves que sufren de


Candidiasis, las heces se tornan líquidas y las evacuaciones se acompañan con
movimientos de cola, de arriba abajo, cuando los animales muestran señales
evidentes de malestar y gran padecimiento.

Debido a la presencia de pseudomembranas en la cavidad bucal, el ave muestra


dificultad para alimentarse y cuando lo hace da preferencia a los alimentos
blandos.

Con la evolución de la enfermedad, los animales quedan somnolientos, con


delgadez acentuada y en la fase final de la enfermedad se refugian en el fondo de
la jaula.

En la forma cutánea de la Candidiasis, la piel se muestra rojiza, sangra con


facilidad pues el ave pica constantemente la región afectada, causando muchas
veces áreas extensas de alopecia.

Cuando la Candidiasis afecta la piel de las patas, las aves muestran dificultad para
apoyarse en la percha, en las lesiones localizadas alrededor del pico se forman
úlceras próximas a la comisura que dificultan la ingestión de alimento.

En el aparato digestivo, aparecen lesiones desde la cavidad bucal hasta el


intestino. El buche es el que se muestra más comúnmente afectado por la micosis.
La mucosa se torna espesa y pseudomembranas se forman en la cavidad bucal,
faringe, esófago y buche. El proventrículo, la mollera y el intestino también pueden
estar envueltos en el proceso. La mucosa se presenta recubierta de membranas
de coloración blancuzca que se desprende con facilidad cuando intentamos
quitarlas, y sobre ellas aparecen úlceras resultantes de la destrucción del epitelio.
Tratamiento.

Es muy importante actuar en las primeras fases de la enfermedad. El tratamiento


no es fácil. Se pueden tomar las siguientes medidas:

-Aplicación de glicerina yodada sobre las lesiones.

-Yoduro potásico en el agua de bebida.

-Alimentación sana y equilibrada con semillas y pastas de calidad.

-Administración de antifúngicos; nistanina (mycostatin), anfotericina B, ketoconazol


(10-30 mg/Kg 2 veces al día), miconazol, etc.

-Extremar las medidas higiénicas.

-Fermentos lácteos específicos para aves.

-para Candidiasis ligeras se aconseja una solución de 2-4 ml. de clorhexidina al


2% en un litro de agua de bebida.

-Administración de complementos vitamínicos y minerales para aumentar las


defensas orgánicas.

-Administración en el agua de bebida de compuestos acidificantes (ácido acético,


ácido cítrico, etc) para inhibir el desarrollo de patógenos.

Profilaxis.

Entre las medidas a ser adoptadas en el control de la Candidiasis tenemos:

-Ofrecer alimentación limpia, fresca y bien balanceada.

-Evitar el uso abusivo de antibióticos.

-Administrar periódicamente vitaminas A y del grupo B cuando se perciba


cualquier caída en la resistencia.
-Evitar condiciones de stress tales como viajes, mudanzas de ambiente, ataques
de animales, etc.

-Aislar las aves enfermas.

-Evitar la superpoblación y mantener el aviario en buenas condiciones de higiene.

Capillaria es un género de gusanos redondos (nematodos) parásitos


gastrointestinales de numerosas especies de aves domésticas (gallináceas,
pavos, gansos, pintadas, etc.) y silvestres en todo el mundo. La sistemática no
está aún definitivamente fijada.

Son gusanos intestinales muy frecuentes en aves: hasta el 60% de las aves de
una población pueden estar infectadas.

Los órganos predilectos de las especies de Capillaria en aves son:

Capillaria annulata: mucosa del buche y esófago

Capillaria bursataé: intestino delgado

Capillaria contorta: buche y esófago

Capillaria caudinflata: intestino delgado

Capillaria obsignata: intestino delgado

Capillaria anatis: ciego, ocasionalmente el intestino delgado

C. annulata y C. contorta pueden dañar fuertemente la mucosa del esófago y del


buche, sobre todo en pavos y faisanes, pero también en gallinas de hasta 4 meses
de edad. Esto provoca inflamaciones y engrosamientos de las mucosas (buche
hinchado) que dificultan e incluso impiden que las aves puedan tragar el alimento.
Las especies del buche y el esófago son especialmente dañinas.

Las especies del intestino se incrustan en las vellosidades intestinales, incluso en


el tejido glándular y, si la infección es fuerte, pueden causar enetritis e incluso
infiltraciones hasta la mucosa, con desarrollo de fibrosis. La enfermedad
puede aparecer durante el periodo de prepatencia.

Los síntomas predominantes, sobre todo en aves jóvenes que son las más
afectadas, son diarrea mucosa e incluso líquida, apatía, plumaje deslucido,
pérdida de peso y anemia. Puede haber fatalidades. En patitos puede perturbarse
la capacidad de nadar.

El diagnóstico se lleva a cabo por detección de huevos en las heces mediante el


sistema de flotación o de sedimentación. El sacrificio de algunas

Como medidas preventivas se recomiendan mantener seca la paja o cama de las


aves, o su cambio frecuente en explotaciones intensivas, ya que el desarrollo de
los huevos de Capillaria necesita de humedad. En explotaciones con acceso al
exterior puede ser recomendable reducir el acceso de las aves a lugares húmedos
con abundantes lombrices.

La mayoría de los antihelmínticos clásicos de amplio espectro como


los benzimidazoles (p.ej. albendazol, fenbendazol, febantel, flubendazol, mebenda
zol, oxfendazol, oxibendazol) y el levamisol son eficaces contra Capillaria.
Los endectocidas – p.ej. la ivermectina– también son eficaces.

Estos antihelmínticos están disponibles sobre todo en forma de aditivos o


premezclas (enlace) para añadir al pienso o al agua de bebida . Hay también
algunos pocos productos en forma de tabletas o comprimidos (enlace) sobre todo
para el tratamiento de animales individuales

Clamidiasis La psitacosis/clamidiosis aviar es el resultado de una infección por


Chlamydophila psittaci, una bacteria Gram negativa, intracelular obligada, cocoide
y de la familia Chlamydiaceae. C. psittaci puede dividirse en serotipos/serovares o,
alternativamente, en genotipos. Se han reconocido al menos 6 serotipos, con una
denominación de A a F, reconocidos con anticuerpos monoclonales específicos.
Los genotipos de C. psittaci están basados en diferencias genéticas en la proteína
A de la membrana exterior (ompA). En general, cada genotipo se corresponde con
el serotipo del mismo nombre. El genotipado también reconoce un séptimo tipo,
E/B que no se distingue de los tipos E o B al utilizar serología. Cada
genotipo/serotipo tiende a estar asociado con ciertas especies de aves (ver debajo
“Especies Afectadas”). Las cepas que producen una enfermedad grave en una
especie aviar pueden ser levemente virulentas o asintomáticas en otras. Los
humanos pueden infectarse con cualquiera de los genotipos. La especie
Chlamydophila psittaci incluye algunos pero no todos los organismos que con
anterioridad se denominaban Chlamydia psittaci. En 1999, la Chlamydiaceae fue
reorganizada en base al análisis del ARN ribosómico. Se estableció el nuevo
género Chlamydophila y todas las cepas aviares de Chlamydia psittaci fueron
reasignadas como Chlamydophila psittaci. La mayoría de las cepas de mamíferos
de Chlamydia psittaci fueron reclasificadas como Chlamydophila abortus,
Chlamydophila felis o Chlamydophila caviae, salvo dos, WC y M56, que fueron
ubicadas en Chlamydophila psittaci. WC fue aislada de una epizootia en bovinos y
M56 se encontró durante un brote único en ratas almizcleras.

gnos clínicos C. psittaci produce una enfermedad sistémica en las aves. Según la
cepa del organismo, especie, edad y la condición del ave, las infecciones pueden
ser asintomáticas o resultar en signos clínicos leves a graves. En las aves
psitácidas se puede observar la enfermedad en forma aguda o crónica. Muchas
aves infectadas permanecen sin presentar síntomas hasta que sufren estrés. Los
signos clínicos pueden incluir anorexia, letargo, plumaje erizado, descargas
oculonasales serosas o mucopurulentas y pérdida de peso. Algunas aves
desarrollan signos respiratorios que abarcan desde estornudos hasta un
compromiso respiratorio; también se pueden observar conjuntivitis y diarrea con
excremento verde a amarillento. Se pueden observar signos neurológicos,
especialmente en casos subagudos a crónicos; se han informado casos de
tortícolis, opistótonos, temblores, movimientos convulsivos y parálisis flácida o
paresia de las patas. Las aves con infección grave pueden estar emaciadas y
deshidratarse antes de morir. En periquitos australianos se ha observado la
presencia de queratoconjuntivitis recurrente, con frecuencia sin signos
generalizados de la enfermedad. La conjuntivitis, con o sin otros signos, también
es común en algunos gorriones. En las aves que sobreviven se pueden observar
trastornos, en el plumaje. Los signos clínicos son similares en otras especies de
aves. Cuando los pavos se infectan es probable que desarrollen neumonía y
miocarditis y disminuye la producción de huevos. En las palomas es común la
presencia de conjuntivitis, blefaritis y rinitis. Los signos neurológicos pueden incluir
ataxia transitoria en las palomas y temblores o anormalidades en la marcha en los
patos. Un estudio ha vinculado a la especie C. psittaci con oviductos quísticos en
las gallinas ponedoras, pero este debe ser confirmado. Se han informado casos
aislados de infección en los mamíferos que han estado en contacto con las aves.
En equinos, se ha vinculado la especie Chlamydophila

Para prevenir la introducción de clamidiosis aviar a un establecimiento, las aves


nuevas deben ser examinadas para observar signos de enfermedad, colocadas en
cuarentena durante al menos 30 días y muestreadas para detectar la presencia de
C. psittaci. Las aves que han regresado de eventos como exposiciones o ferias
también deben aislarse. Las aves silvestres deben ser excluidas de las
instalaciones y se deben controlar los roedores silvestres, que podrían actuar
como vectores mecánicos. La limpieza y la desinfección con regularidad de los
establecimientos y equipos también ayudan en el control. Se deben ubicar las
jaulas de manera que nada, incluidas las heces, alimento o las plumas se
transfieran fácilmente entre ellas. Se debe minimizar la contaminación cruzada
entre áreas o unidades. Una buena ventilación puede ayudar a reducir la
acumulación de aerosoles y evitar la contaminación cruzada.

Coccidiosis La coccidiosis es una enfermedad producida por protozoarios en aves


domésticas y otras aves caracterizada por enteritis y diarrea sanguinolenta. El
tracto intestinal se encuentra afectado con excepción de la coccidiosis renal en
gansos.

Clínicamente se observan heces sanguinolentas, plumas erizadas, anemia,


reducción de la talla de la cabeza y somnolencia. El área alrededor de la cloaca
está manchada con sangre. La infección se realiza por la ruta oral fecal.

Dependiendo de la localización de las lesiones en los intestinos, las coccidiosis


son divididas en cecales, inducidas por E. tenella, y en el intestino delgado
inducidas por E. acervulina, E. máxima, E. necatrix, E. mivati, E. mitis, E. praecox,
y E. nagani. En la coccidiosis cecal, se presenta una marcada tiflitis con
hemorragias que se observan a través de toda la pared intestinal.

Tratamiento - Se usan ampliamente las sulfonamidas: Sulfadimetoxina,


sulaquinoxalina, sulfametazina, las cuales no deben ser usadas en gallinas
ponedoras. La adición de vitaminas A y K promueve la recuperación.

Calambres: Estos afectan a las rapaces pequeñas que reciben alimento


congelado, Las aves de pollos no pueden regular su temperatura
corporal, y por lo tanto depende de su entorno ( padres o incubadora)
para el calor adecuado. Cuando se ponen demasiado fríos, la flora
intestinal muere y el proceso digestivo del pollo empieza a fallar. No
funcionando su sistema digestivo pasará los alimentos c asi sin digerir.
El frió excesivo hace aparecer las contracciones y espasmos musculares
en un intento de calentar el cuerpo. Esto inhibe su capacidad de proceso
de calcio.
Los calambres se evitan por medio de lámparas de calor o almohadilla
de calefacción.

Deshidratación Aunque no es una enfermedad, la deshidratación es un


síntoma común y debe ser identificado. Una forma es tirar de la piel de
la pierna (la parte superior) y observar si sigue se queda formado un
pliegue o regresa a la forma normal.

Escherichia coli La colibacilosis en aves es un padecimiento de los pollos y


gallinas, de curso crónico, que se manifiesta principalmente entre las 4 y 8
semanas de edad, el colibacilo puede manifestarse desde un día de vida y por
supuesto a una edad adulta. Se caracteriza por provocar una enteritis, seguida de
lesiones fibrinopurulentas en sacos aéreos, en la superficie de la cápsula de
Glisson del hígado (perihepatitis), en el pericardio (pericarditis). Surge como una
complicación de la micoplasmosis y en este complejo se hallan involucrados
algunos virus respiratorios, como simples cepas vacúnales para la prevención de
la enfermedad de Newcastle, Bronquitis Infecciosa, Laringotraqueítis.

empiezan a adelgazar, y se denota una gran palidez en la piel, en las mucosas, en


el interior de la boca, el pico etc. El cuello se muestra delgado, en forma de
interrogación. Los intestinos se transparentan y se notan inflamados.

Para el control de la colibacilosis aviar es a partir de las buenas practicas de


bioseguridad del los galpones desde el punto de higiene sanitario, limpieza y
ventilación del aviario, y de no entrar a otros aviarios, y también de mantener bajo
el PH del aparato digestivo de nuestros pájaros ya que, como es sabido, las
bacterias necesitan de un PH alto para desarrollarse, mientras que les resulta muy
difícil subsistir en un PH bajo.

En general, mejora de la higiene y del manejo, medicación después de realizar


tests de sensibilidad y vacunación con vacunas inactivadas.

TRATAMIENTO.

En la mayoría de los casos, en el tratamiento sintomático se requiere de fluidos y


antidiarreicos. En infecciones más severas, los antibióticos tales como la
tetraciclina y cloranfenicol pueden ser necesarios, como la Enrofloxacina y
el Ciprofloxacino.

En cualquier caso, después de un tratamiento con antibióticos es necesario


administrar a los pájaros vitaminas, fundamentalmente del grupo B, y probióticos

Gusanos planos (Trematodos) numerosas aves domésticas y silvestres en todo el


mundo.

Este género de duelas (trematodos) es bastante dañino para las aves, si bien es
de ordinario menos frecuente que otros helmintos avícolas. Afecta a gallináceas,
gansos, patos y numerosas aves silvestres en todo el mundo, fundamentalmente
en las explotaciones con acceso de las aves al exterior y en regiones con
abundantes hábitats húmedos (marismas, zonas pantanosas y lacustres, etc.) con
abundantes poblaciones de caracoles acuáticos. En regiones de clima templado la
temporada de infecciones abarca el final de la primavera y el verano.
Prosthogonimus causa más daño a pollos y pavos que a gansos y patos. Las
infecciones leves no suelen provocar síntomas clínicos. Infecciones masivas
afectan de modo considerable la actividad ponedora, desde huevos con cáscara
débil, hasta al disfunción total con puesta de masas amorfas infectadas de
helmintos. Tras la interrupción total de la puesta, las aves afectadas muestran
apatía, inapetencia, rechazo del alimento, sed, dificultades respiratorias, abdomen
tenso y caliente, y paso inseguro. Llegadas a este estadio, las fatalidades pueden
ser abundantes.

El daño lo provocan sobre todo las espinas cutáneas de las duelas y sus huevos
que dañan el oviducto y perturban su motilidad peristáltica. La inflamación puede
extenderse a todo el abdomen. A menudo se siguen también infecciones
bacterianas secundarias que aceleran la mortalidad.

Como medidas preventivas en explotaciones con acceso al exterior se recomienda


eliminar los lugares húmedos o imposibilitar el acceso a ellos de las aves, con
cercados a una distancia de al menos 50 metros hasta el agua, para evitar que las
aves ingieran libélulas infestadas. También conviene evitar que las aves accedan
al exterior por las mañanas o tras lluvias fuertes o tormentas, cuando las libélulas
suelen estar inmóbiles por el frío sobre hierbas o plantas. Aves con síntomas
manifiestos deben eliminarse de la población y ser analizadas por necropsia para
confirmar o no el diagnóstico.

Por ahora no hay vacunas que protejan a las aves haciéndolas inmunes a este
parásito. Por ahora no hay tampoco métodos de control biológico de este parásito
mediante sus enemigos naturales.

Hay pocos antihelmínticos eficaces contra las duelas aviares. Hay reportes de
eficacia del praziquantel y del mebendazol.

Estos antihelmínticos están disponibles sobre todo en forma de aditivos o


premezclas (enlace) para añadir al pienso o al agua de bebida . Hay también
algunos pocos productos en forma de tabletas o comprimidos (enlace) sobre todo
para el tratamiento de animales individuales
Tricominiosis aviar La tricomoniasis es una enfermedad causada por el protozoo
flagelado Trichomonas gallinae. La infección es muy frecuente en columbiformes y
la enfermedad es común en palomas y falconiformes, aunque también se ha
descrito en diferente especies de psitácidas y paseriformes, anseriformes y
galliformes. El cuadro clínico se caracteriza por la presencia de lesiones necróticas
en la cavidad oral y el esófago, con anorexia, disfagia, pérdida de peso y
debilitamiento progresivo. El tratamiento médico se basa en la administración de
imidazoles, tratamiento de soporte y la eliminación quirúrgica de las lesiones.

La enfermedad empieza con hinchazón palpebral, alopecia y abultamiento de los


sacos aéreos. A partir de ahí se forma un flujo purulento que provoca una irritación
periocular y moja las plumas de esta zona. Este exudado se empieza a condensar
y se organiza en verdaderas formaciones caseosas que, en función de la dirección
del crecimiento, pueden provocar hundimiento del ojo, aspecto de “mofletes” e
incapacidad para comer.

Las lesiones inicialmente exudativas se convierten en granulomas cuyo contenido,


en función del tiempo transcurrido, está más o menos organizado. Los granulomas
pueden formarse en diferentes puntos de los senos infraorbitales, en localización
craneal, caudal, dorsal o ventral respecto al ojo.

La irritación provoca picor y los pájaros se restriegan con los objetos de la jaula lo
que permite una rápida difusión del agente etiológico. La localización periocular
infraorbitaria es la más frecuente en los canarios, mientras que en otras especies
como las palomas, la ubicación preferente es en el interior de la cavidad bucal
llegando hasta el buche. Otras localizaciones posibles son hígado y pulmón.

Hay autores que clasifican la tricomoniasis en función de su localización y


describen tres categorías:
• Botón amarillo: en las primeras vías digestivas, con preferencia en el paladar,
aparecen placas amarillas que se pueden organizar en granulomas caseosos más
o menos grandes que impiden la ingestión y a veces la respiración.
• Tricomoniasis umbilical del pichón: el punto de ingreso del agente etiológico en
este caso es el ombligo, debido a la contaminación del nido por parte de los
padres.
• Forma orgánica o tricomoniasis interna: hay una difusión interna del parásito y el
órgano más afectado es el hígado donde destacan los típicos granulomas.

Clínicamente estas tres formas no resultan muy importantes en los canarios ya


que en la casi totalidad de los casos la localización de las lesiones es periocular,
así que podríamos añadir a esta clasificación la típica del canario.
Los tricomónidos son sensibles a los derivados de los nitromidazoles, cuyo
mecanismo de acción es la alteración del ADN del agente etiológico. Son los
antibióticos más específicos frente a protozoos y anaerobios como Clostridium,
presentan una buena absorción vía oral, metabolismo hepático y excreción
urinaria, con escasa toxicidad renal. Sólo en caso de sobredosificación severa
pueden causar trastornos neurológicos o gastrointestinales.

La terapia frente a tricomónidos tiene que actuar en cuatro frentes:


• Lucha contra el agente etiológico.
• Control de las infecciones secundarias (fúngicas y bacterianas).
• Aporte vitamínico, con particular importancia a la vitamina A cuya integración
resulta obligatoria en cualquier trastorno epitelio-mucosa.
• Terapia tópico-local.

Gota La gota es una patología que consiste en el depósito de uratos (cristales de


ácido úrico) en los órganos internos y en las articulaciones (gota visceral y gota
articular). Suele ser producida por un mal funcionamiento de los riñones.

Las causas potenciales de la gota son las siguientes:

– Altos niveles de proteína en la dieta

– Exposición crónica a tóxicos renales

– Patologías que cursan con insuficiencias renales

Todas las especies aviares consumen proteína, que es degradada en aminoácidos


que son absorbidos en el tracto digestivo. Algunos de estos aminoácidos vuelven
a formar proteínas en el organismo del ave (necesarias para el crecimiento y la
renovación de tejidos) pero otros son utilizados en producir energía a nivel
hepático. Cuando esto ocurre, la porción nitrogenada sobrante de los
aminoácidos, aparece en forma de amoníaco, que resulta tóxico. Para paliar esta
toxicidad, tanto aves como reptiles, transforman el amoníaco en ácido úrico
(mucho menos tóxico). Este ácido úrico es eliminado a través de los riñones en
forma de uratos, su forma cristalizada. La falta de eliminación del ácido úrico del
organismo es lo que causa la gota y normalmente está asociado a insuficiencia
renal.

Se caracteriza por los depósitos blancos en forma de “escarcha” sobre los órganos
internos, visible en necropsia. Normalmente, en estos animales el nivel de ácido
úrico en sangre puede aumentar de 5’6 mg/100 ml a 44 mg/100 ml. Si estudiamos
los riñones microscópicamente, también podemos observar impactación de
cristales de urato en sus estructuras tubulares internas.
La gota visceral tiene múltiples causas, entre ellas:

Infecciones de los riñones (polyomavirus), exposición a micotoxinas.

Dietas ricas en calcio (especialmente, suplementadas) y bajas en fosforo


(precipitación de cristales)

Exceso de sodio en la dieta

Falta de vitamina A o exceso de vitamina D

Dietas muy ricas en proteína (más de 30%). Produce gota a largo plazo.

Falta de agua en la dieta

Aguas excesivamente duras y ricas en sales metálicas (predispone)

Micotoxinas (producidas normalmente por Aspergillus, contaminando los


alimentos)

Antibióticos nefrotóxicos (como la gentamicina)

Toxicidad por desinfectantes

Toxicidad por metales pesados (zinc, plomo)

En aves jóvenes, por incorrecta incubación.

Senilidad (fallo renal progresivo multifactorial)

GOTA ARTICULAR

Es más rara, aunque se suele ver en periquitos comunes. Se produce un depósito


de uratos en las articulaciones, causando inflamación y dolor. Es un proceso
crónico que suele tener una predisposición genética (periquitos, ninfas, canarios).
Las causas suelen ser las mismas que en la gota visceral. Es más típica de aves
rapaces. Podemos observar las lesiones de las aves afectadas engrosadas y
enrojecidas.

Síntomas de la gota (puede darse alguno de ellos, todos a la vez o incluso


ninguno):

– Polidipsia (el ave bebe más de lo normal)

– Pérdida de peso

– Mal aspecto del plumaje y/o picaje


– Dificultad para volar o caminar, dolor en las extremidades (gota articular).
Las aves suelen permanecer en el fondo de la jaula.

– Inflamación de las articulaciones, presencia de placas subcutáneas

– Debilidad, postración, apatía.

– Muerte súbita

Muchos de estos síntomas también se presentan en otras patologías. Un examen


veterinario exhaustivo es útil para hallar la causa y poder dar así el tratamiento
más conveniente.

Normalmente, los problemas de gota ocurren en aves adultas, alimentadas con


dietas muy ricas en proteína y suplementadas con calcio y vitamina D. Esto no
implica que aves jóvenes no puedan verse afectadas, especialmente si se les ha
dado una dieta excesivamente energética para sus necesidades.

Tratamiento de la gota

Implica una mezcla de mejora en el manejo con una pauta farmacológica, según el
caso:

– Aumento en la toma de líquidos: evitar la deshidratación. Si un ave está


excesivamente deshidratada, debería visitar el veterinario para que se le apliquen
fluidos vía intravenosa o intraósea.

– Cambiar la dieta del ave y adecuarla a sus necesidades de proteína y


grasa. Hay que pensar que por mucho que se parezcan un loro amazónico y un
yaco no tienen las mismas necesidades, por lo tanto su dieta no tiene porque ser
la misma. Las dietas de aves de corral son totalmente inadecuadas para aves
mascota, ya que su fin es que las aves de producción engorden al máximo en el
mínimo tiempo posible y contienen enormes cantidades de proteína.

– Retirar la fruta y la verdura no consumida durante el día del plato para


evitar la contaminación.

– Evitar comprar el alimento (semillas, pienso, papilla) a granel.

– Pesar al ave periódicamente y controlar su masa muscular pectoral.

– Tratamiento antiinflamatorio, para paliar el dolor.

– Tratamientos específicos (ej. Allopurinol)


– Cambios en el entorno del ave, para facilitar su movimiento (en casos de
gota articular con dolor)

Hay que tener en cuenta que la gota tiene un pronóstico muy reservado,
especialmente si hay daño renal severo irreversible.

¿Cómo prevenir la gota?

Dieta equilibrada y adecuada para cada especie.

Ejercicio diario (vuelo, caminar, etc.)

Exposición a la luz natural

No dar suplementos a no ser que lo prescriba el veterinario

Evitar automedicar a las aves

Ofrecer alimentos ricos en agua (verduras frescas, fruta, zumos, etc.)

No comprar los alimentos a granel para evitar la contaminación por toxinas


fúngicas.

En general, evitar el acceso del ave a lugares con presencia de tóxicos

Cabe decir, que la gota no es un problema exclusivo de aves en cautividad y que


algunas especies salvajes también la sufren.

Piojo o liendre. Todos los piojos de los pollos y gallinas pertenecen al orden de
los malófagos. En todo el mundo hay más de 40 especies que infestan a los
pollos. Muchas especies son cosmopolitas, es decir se dan en todo el mundo. En
aves infestadas suelen encontrarse al mismo tiempo varias especies de piojos
diferentes.

uclotogaster heterographa, el piojo de la cabeza, mide unos 2,5 mm y se le


encuentra sobre todo en la cabeza y el cuello de las gallinas. Prefiere establecerse
cerca de la piel o en la base de las plumas. No chups sangre sino que se alimenta
de detritus de plumas y piel. Suele ser más frecuente en aves jóvenes y en pavos.
Animales jóvenes con infestaciones masivas pueden sucumbir antes de alcanzar
la madurez.

Eomenacanthus stramineus (= Menacanthus stramineus), el piojo del cuerpo de


la gallina, es el más frecuente y dañino en aves domésticas en todo el mundo. Es
uno de los de mayor talla (2,5 a 3,5 mm) y tiene un color pardo. Se alimenta de
restos de piel y plumas, pero es capaz de chupar sangre de heridas que produce
con sus mandíbulas. Se le suele encontrar cerca de la piel del hospedador,
raramente en las plumas, y prefiere partes del cuerpo con pocas plumas, como
p.ej. alrededor de la cloaca, si bien en caso de fuertes infestaciones también se le
encuentra en la cabezam bajo las alas y en el pecho. Pone los huevos en grupos
en las plumas o directamentesobre la piel.

Goniocotes gallinae es uno de los piojos aviares ms pequeños, pues no supera


1,5 mm de longitud. Se le encuentra por todo el cuerpo en la pelusa o base de las
plumas, pero en menor número en la cabeza y las alas. Se alimenta de detritus de
piel y plumas.

Lipeurus caponis, el piojo de las alas, alcanza de 2,0 a 2,5 mm de longitud y es


de color grisáceo. Predomina en la parte interior de las plumas de las alas, la cola
y la cabeza. Se alimenta sólo de partes de las plumas pero de un modo tan
voraz, que se le conoce también como el piojo desplumante.

Menopon gallinae, el piojo del cañón es más bien pequeño (1,5 to 2,0 mm de
largo). Se alimenta de restos de piel y plumas, pero es otro capaz de chupar
sangre de las heridas que produce él mismo. Prefiere el pecho, los hombros y el
torso de las aves. Los huevos son blanquecinos y a menudo aparecen como
masas blanquecinas en la base de las plumas.

Columbicola columbae, el piojo de la paloma, ialcanza de 2,0 a 2,8 mm de


longitud. Se le encuentra en todo el cuerpo pero especialmente en la parte interior
de las alas de las plumas, de cuyos detritus se alimenta. Suele poner los huevos
en los plumones bajo las alas.

Los mayores esfuerzos han de dedicarse a prevenir la introducción de piojos en


un gallinero, y a evitar reinfestaciones tras un control exitoso.
Hay que destruir los nidos de pájaros comensales (p.ej. gorriones) en
o alrededor de los gallineros. Para evitar la diseminación entre los gallineros hay
de desinfectar las bandejas o cartones de huevos, las cajas, las jaulas,
los cestos y cualquier otro material que se transporte de un gallinero a otro.

Por lo que se refiere a métodos no químicos de control, se han obtenido


resultados positivos usando thuringiensina, la exotoxina de Bacillus
thuringiensis, aplicada directamente sobre las gallinas infestadas.

Los piojos permanecen siempre sobre el hospedador. Por tanto, el control


químico no debe aplicarse a las instalaciones sino directamente a los pollos
infestados, p.ej. por aspersión, baño de inmersión o con polvos. Los polvos
permiten tratar a los pollos indirectamente, p.ej. tratando la yacija con polvos
insecticidas y dejando a las gallinas que se empolven ellas mismas. No obstante,
los gallos no se empolvan a sí mismos como las gallinas y suponen una fuente de
reinfestación. Las gallinas ponedoras deben ser tratadas directamente. Se han
empleado con éxito varios organofosforados, piretroides y piretrinas para
combatir varias especies de piojos. Pero atención: algunos de estos productos,
sobre todo organofosforados, pueden ser notablemente tóxicos para las aves!

Consulte también el artículo en este sitio sobre sarnicidas - piojicidas (enlace).

No hay repelentes que mantengan a los piojos alejados de las aves, por la simple
razón de que permanecen toda su vida en el mismo hospedador y no andan
buscando otro. Por ello tampoco hay trampas para atraparlos.

No hay vacunas que protejan a las aves haciéndolas inmunes a estos piojos.

Y por ahora no hay métodos de control biológico de estos piojos mediante sus
enemigos naturales.

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