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5.

CARACTERÍSTICAS DIAGNÓSTICAS

Su aspecto general es difícil describirlo; sin embargo, podemos decir que son insectos de
cuerpo robusto o alargado, en ocasiones cubierto de pelos; los hay de diversos colores,
variando hasta el verde o azul metálico; tamaño de pequeño a medio (Coronado & Márquez,
1986).

Cabeza bien desarrollada con aparato bucal de tipo masticador con adaptaciones para
morder, lamer y chupar; las maxilas y el labio integran una estructura en forma de lengua,
especialmente en las abejas; ojos compuestos y ocelos generalmente presentes; antena de
diferentes formas: setácea, filiforme, pectinada, acodada, pudiendo mostrar dimorfismo
sexual en algunas especies; el número de segmentos es de 12 en las hembras y 13 en los
machos de avispas y abejas, pero difiere en otros casos (Coronado & Márquez, 1986).

Hay dos pares de alas membranosas, venación algo compleja o simple y casi no existe en
especies pequeñas; el segundo par es más chico y se une al primero para ayudar en el vuelo
por medio de una hilera de ganchos que lleva en el margen costal; en algunas especies, las
alas están poco desarrolladas y otras carecen de ellas (Coronado & Márquez, 1986).

Abdomen con 6 ó 7 segmentos visibles; frecuentemente el primero se fusiona con el tórax y


el segundo se alarga formando una cintura denominada pecíolo (Coronado & Márquez, 1986).
Las hembras de las avispas portasierra tienen un ovopositor en forma de sierra mientras que
las de las parásitas lo tienen largo y fino. El ovopositor de las hembras de abejas, hormigas y
avispas sociales ha evolucionado hacia un aguijón y los huevos salen de una abertura en su
base (McGavin, 2000).

Las patas exhiben también caracteres taxonómicos, por ejemplo el tamaño y forma de las
coxas posteriores son típicas en algunos grupos, el trocanter puede estar formado por uno o
dos segmentos, los espolones que lleva la tibia en el extremo son de gran utilidad en la
identificación de ciertas familias y los tarsos generalmente de 5 artejos ayudan a diferenciar
algunos grupos por su tamaño y forma (Coronado & Márquez, 1986).
Tibias con espinas con diferentes fórmulas y formas, dependiendo de los grupos, incluso
pueden estar ausentes. Las patas pueden modificarse de acuerdo a diferentes conductas
(cortejo, salto, excavar, traslado de polen, etc.) (Toro, Chiappa, & Tobar, 2004).

Larvas con cabeza de tamaño normal, patas torácicas y falsas patas abdominales, estas
últimas en número mayor de cinco pares (Coronado & Márquez, 1986).

Bibliografía :
Coronado, R. 1986. Introducción a la Entomología: morfología y taxonomía de los insectos.
Editor Limusa. México, 282 p.

McGavin, G. 2000. Insectos: arañas y otros artrópodos terrestres GUIAS DEL


NATURALISTA-INSECTOS Y ARACNIDOS Manuales de identificación. Ediciones Omega.
España, 256 p.

Toro, H., Chiappa, E., & Tobar, C. 2004. Biología de insectos. Ediciones Universitarias de
Valparaíso. Chile, 473 p.

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