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"Año del Diálogo y Reconciliación Nacional"

FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD

ESCUELA PROFESIONAL DE FARMACIA Y BIOQUÍMICA

PRÁCTICA N°1: IDENTIFICACIÓN IN VITRO DE


TRANQUILIZANTES MAYORES

ASIGNATURA: TOXICOLOGÍA II

DOCENTE: Mg. Q.F. ESCAJADILLO BELLO HERMES

INTEGRANTES:

✓ Amaya Mostacero, Ceidy


✓ Castillo Castañeda, Esther
✓ Caballero Zamora, Grace
✓ Escobedo Rodriguez, Patricia
✓ Valderrama Rodriguez, Karla

TRUJILLO – PERÚ

2018
PRACTICA N°1

I. TÍTULO:

IDENTIFICACIÓN IN VITRO DE TRANQUILIZANTES


MAYORES

II. INTRODUCCION

A lo largo de la última década se han introducido nuevos fármacos y nuevos


abordajes terapéuticos que permiten suponer cambios en la utilización de
antipsicóticos en nuestro medio. (1)

Los neurolépticos o antipsicóticos son fármacos que pueden ser de utilidad en el


tratamiento de la esquizofrenia, la manía aguda, la depresión con rasgos o
síntomas psicóticos, las psicosis orgánicas, y los delirios en su fase aguda, las
psicosis inducidas por psicoestimulantes y alucinógenos, los episodios de
descontrol de los trastornos de la personalidad, el Síndrome de Gilles de la
Tourette y otros trastornos de los movimientos como la Corea de Huntington. (1)

En la actualidad los llamados antipsicóticos atípicos son preferidos a los antiguos


neurolépticos por diversas razones, ya que son similares en eficacia a los viejos
antipsicóticos, en tratamiento de los síntomas positivos de la esquizofrenia. (2)

Se prescriben asimismo a personas que han sido diagnosticadas de manía,


trastorno de personalidad, demencia, autismo, dificultades del aprendizaje,
ansiedad, depresión y otros trastornos. Los primeros fármacos de este tipo se
introdujeron en los años cincuenta y sesenta del siglo pasado y ahora se
denominan neurolépticos de primera generación, típicos o simplemente
antiguos. En los inicios de los noventa apareció una nueva gama de fármacos
conocidos como “atípicos”, o neurolépticos o antipsicóticos de segunda
generación. (3)
La perspectiva convencional es que los fármacos revierten un desequilibrio
químico al que se atribuye la causa de los síntomas de la esquizofrenia o la
psicosis. La mayor parte de los neurolépticos contrarrestan fuertemente los
efectos de la sustancia química cerebral llamada dopamina. (3)

III. OBJETIVOS

▪ Observar de forma cualitativa de que fármaco se trata.

IV. MATERIALES Y REACTIVOS

Materiales:
- 01 de tableta de Clorpromazina 25 mg

Muestra biológica:
- Orina

Material de Laboratorio:
- Tubos de ensayo
- Vaso de precipitación
- Mortero y pilón
- Varilla de agitación
- Pipetas
- Propipetas

Reactivos:
- 1 mL Cloruro Férrico 5%
COMPONENTES DEL
- 9 mL Ácido perclórico 20%
REACTIVO FPN
- 10 mL Ácido nítrico 7.5 N
V. PROCEDIMIENTO

1 2

Pulverizamos la tableta de Recolectamos la muestra


clorpromazina con ayuda biológica en un vaso de
del mortero y el pilón precipitación

POSTERIORMENTE, EXTRAEMOS LA MUESTRA BIOLÓGICA EN


DOS TUBOS DE ENSAYO PARA EL ANÁLISIS CORRESPONDIENTE

3 4
Muestra Problema Muestra Testigo

ORINA ORINA
+
CLORPROMACINA
(polvo)

AGREGAMOS 2 GOTAS DEL REACTIVO FPN A CADA


TUBO DE ENSAYO
VI. RESULTADOS

Se observa la
presencia de un
color rosado con
precipitado

Obtenemos un resultado POSITIVO ante la prueba de


Identificación in vitro de Tranquilizantes Mayores
(CLORPORMAZINA 25 mg)

VII. DISCUSIÓN

La fenotiazina es un núcleo heterocíclico formado por tres anillos resultantes de


la unión de dos anillos benzénicos a través de un puente de N y S. En el grupo
de tioxantenos, el puente de N se reemplaza por un puente de C, siendo el
clorprotixeno el análogo de la CLORPROMAZINA. Sus derivados, todos de
origen sintético, corresponden a un grupo farmacológico muy amplio, con
acciones anticolinérgicas, antihistamínicas, y neurolépticas. (4)

Descripción: a este grupo de medicamentos pertenecen algunos


antihistamínicos como la prometazina (Fenergan, retirado del mercado local), los
antipsicóticos (o neurolépticos) y antieméticos como la metoclopramida (Plasil,
Pramotil, Primperan), la cual es una de las principales causas de intoxicación en
niños. (4)
Farmacocinética: las rutas de intoxicación son la oral y la parenteral. Estos
medicamentos tienen grandes volúmenes de distribución (Vd = 10 a 30 L/kg), y
la mayoría tienen prolongadas vidas medias de eliminación y metabolismo
hepático. (5)

Mecanismo de toxicidad: los signos y síntomas encontrados en los pacientes


se explican por la acción de estos fármacos en diferentes receptores: depresión
del sistema nervioso central por bloqueo de receptores de histamina; hipotensión
ortostática por bloqueo de receptores alfa1-adrenérgicos y taquicardia por
bloqueo de receptores colinérgicos. (5)

Manifestaciones clínicas: alteración del estado de conciencia, aunque el


bloqueo alfa-adrenérgico causa pupilas mióticas, es posible a dosis tóxicas
encontrar midriasis secundaria a los efectos anticolinérgicos, piel seca,
hipotensión, prolongación del QTc, arritmias, alteraciones en la temperatura
(hipotermia o hipertermia), retención urinaria, convulsiones, síntomas
extrapiramidales (opistótonos, rigidez muscular, crisis oculógira e incluso
distonías agudas. (5)

IDENTIFICACIÓN DE FENOTIAZINAS

La identificación de fenotiazinas ha sido un tópico de amplia investigación sobre


todo aplicado en el ámbito clínico. Forrest F.M y Forrest F.L en 1960 propusieron
un método de determinación cualitativa basado en el uso de FeCl3, HClO3,
HNO3 (El reactivo FPN de, fierro, perclórico y nítrico), el cual produce un radical
libre con coloración variable (azul, azul violáceo). (6)
La aparición inmediata de color rosado indica fenotiazinas cloradas y la aparición
del color morado indica la presencia de fenotiazinas fluoradas. Recordar que
puede dar falsos positivos con los salicilatos y por tanto se puede aplicar ácido
sulfúrico donde se apreciará que el color violeta no desaparece. La aparición de
colores tardíos se debe más bien a componentes de la orina, que a la presencia
de fenotiazinas. (6)

VIII. CONCLUSIONES

▪ Mediante esta práctica se logrado identificar la presencia de clorpromazina


en orina evidenciado por la aparición de un precipitado color rosa al realizar
la prueba de colorimetría.

▪ La importancia de los neurolépticos es que ejercen modificaciones


específicamente en el cerebro y están indicados especialmente en casos de
esquizofrenia para, por ejemplo, hacer desaparecer las alucinaciones y en
trastornos bipolares para tratar episodios maníacos, en su clasificación se
menciona en bases teóricas.

IX. CUESTIONARIO

1. CLASIFICACIÓN DE TRANQUILIZANTES MAYORES

GRUPO (7) FÁRMACOS (7)


Fenotiazinas alifáticas Clorpromazina
Levopromazina
Fenotiazinas piperidínicas Tioridazina
Fenotiazinas piperazínicas Flufenazina
Perfenazina
Trifluperazina
Butirofenonas Haloperidol
Droperidol
Difenilbutilpiperidinas Pimozide
Dibenzoazepinas Clotiapina
Clozapina
Benzamidas Sulpiride

2. DESCRIBA LA SINTOMATOLOGÍA RELEVANTE EN UNA


INTOXICACIÓN AGUDA CON CLORPROMAZINA.

La clorpromazina es un neuroléptico antipsicótico perteneciente a la familia de


las fenotiazinas. Aunque inicialmente prescrita para el tratamiento de la
esquizofrenia, también se emplea para aliviar las náuseas, el hipo intratable, y
las manifestaciones de tipo maníaco de algunas enfermedades
maniacodepresivas. Igualmente es utilizada como adyuvante en la porfiria
intermitente aguda y del tétanos. (8)

SINTOMATOLOGIA:
La clorpromazina bloquea los receptores serotoninérgicos 5-5HT1 y 5-HT2 lo
que induce efectos ansiolíticos y antiagresivos y una atenuación de los efectos
extrapiramidales. Sin embargo, al mismo tiempo, se produce: (8)

- hipotensión,
- sedación
- ganancia de peso
- dificultad en la eyaculación

Otros receptores qué también son bloqueados con los histamínicos H1 (con los
correspondientes efectos antieméticos, sedantes y estimulantes del apetito), los
receptores a1 y a2-adrenérgicos (que inducen hipotensión, taquicardia refleja,
hipersalivación, incontinencia urinaria y disfunción sexual) y los receptores
muscarínicos M1 y M2 que causan efectos anticolinérgicos (sequedad de boca,
constipación, visión borrosa y taquicardia sinusal. (8)
3. Indague y proponga un caso clínico de intoxicación aguda con
tranquilizantes mayores.

Intoxicación por haloperidol en el paciente pediátrico

Caso clínico Varón de 11 años, con diagnóstico de trastorno de déficit de


atención e hiperactividad, bajo manejo médico con metilfenidato, haloperidol,
fluoxetina y carbamazepina (los padres indican dosis poco específicas). Fue
traído al servicio de urgencias pediátricas (02:15 am) por presentar dolor torácico
y somnolencia que disminuyó tras la ingestión de leche, así como desviación de
la comisura labial de la hemicara derecha, disartria, contracción sostenida de los
músculos maseteros (trismo), inquietud motora y opistótonos en dos ocasiones.
A la exploración física se encuentra una temperatura de 36.7 °C, FC 92 lpm, FR
22, peso 37.7 kg y SaO2 94%. Se encuentra somnoliento, poco cooperador,
con bradipsiquia, deambulación asistida sin aumento del arco de sustentación y
temblor de reposo. Obedece órdenes, sin respuesta verbal, pupilas isocóricas
normorrefléxicas, con dificultad para la apertura ocular, sin asimetría facial, con
contractura del músculo platisma, tono muscular aumentado y reflejos
osteotendinosos ligeramente aumentados. Ruidos cardiacos arrítmicos sin
soplos. (9)

Los estudios de laboratorio muestran BUN 12 mg/ dl, creatinina 0.5 mg/dl, Na
140 mmol/l, K 3.38 mmol/l, Cl 100.2 mmol/l, DHL 363 U/l, CK 130 U/l y CK-mb
13 U/l. Al interrogatorio, el sujeto menciona la ingestión (22:50 h) por convicción
propia de aproximadamente 0.7-0.9 mg de haloperidol en suspensión (0.35-0.45
ml, 7-9 gotas) Fue manejado con difenhidramina, 1 mg/kg por dosis, con mejoría
evidente a las 12 horas de su ingreso, por lo cual se decidió su egreso a las 24
horas sin ningún tipo de medicación adicional, con previa instrucción de los
padres con relación a datos de alarma. (9)
X. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

1. García de Pozo J, Isusi Lomas L, Carvajal García-Pando A. Evolución del


consumo de fármacos antipsicóticos en Castilla y León (1990-2001). Madrid:
Red Revista esa de Salud Pública; 2006. [Internet]. [Citado el 2 de
septiembre del 2018]. Disponible: en:
http://ebookcentral.proquest.com/lib/bibliocauladechsp/detail.action?docID=
3171202

2. Pérez Barrero SA. Neuropsicofarmacología de la conducta suicida (I).


Córdoba: El Cid Editor | apuntes; 2009. [Internet]. [Citado el 2 de septiembre
del 2018]. Disponible en:
https://ebookcentral.proquest.com/lib/bibliocauladechsp/reader.action?docI
D=3183317&ppg=1

3. Moncrieff J. Hablando claro, una introducción a los fármacos psiquiátricos.


Barcelona: Herder Editorial; 2013. [Internet]. [Citado el 2 de septiembre del
2018]. Disponible en:
http://ebookcentral.proquest.com/lib/bibliocauladechsp/detail.action?docID=
3428887

4. Bowmand, W. Farmacología: Bases bioquímicas y patológicas. Aplicaciones


Clínicas. 2a. ed. Ed. Interamericana. México.2000. [Internet]. [Citado el 2 de
septiembre del 2018]. Disponible en:
https://med.unne.edu.ar/sitio/multimedia/imagenes/ckfinder/files/files/3_neur
olep.pdf

5. Velasco, A. Farmacología clínica y terapéutica médica. McGraw Hill -


Interamericana. Colombia.2004. [Internet]. [Citado el 2 de septiembre del
2018]. Disponible en:
https://es.scribd.com/document/235417896/Farmacologia-de-Los
Tranquilizantes-Mayores-o-Neurolépticos
6. Repetto, Manuel & Guillermo. Toxicología Fundamental. Madrid, España.
4ta. Edición. Editorial Díaz de Santos 2009. [Internet]. [Citado el 2 de
septiembre del 2018]. Disponible en:
http://www.urgentools.es/Archivos/GuiaToxicologiaActualizadas2009.pdf

7. Murcia Salud. Neurolépticos (antipsicóticos; tranquilizantes Mayores). Rev.


Med. (2010). [Internet]. [Citado el 21 de septiembre del 2018]. Disponible
en: http://www.murciasalud.es/toxiconet.php?iddoc=167702&idsec=4095

8. Vademecum.Clorpramazina. [Internet]. [Citado el 21 de septiembre del


2018]. Disponible en: http://www.iqb.es/cbasicas/farma/farma04/c137.htm

9. López Valdés, Julio. Intoxicación por haloperidol en el paciente pediátrico.


[Internet]. [Citado el 21 de septiembre del 2018]. Disponible en:
https://www.anmm.org.mx/GMM/2017/n1/GMM_153_2017_1_125128.pdf
CASO CLINICO 01

I. TEMA:

INTOXICACION POR BURUNDANGA

II. PARA DISCUSIÓN

2.1. Como debe ser el manejo en situaciones de


urgencias como éste caso.

El cuadro predominante corresponde al producido


por los depresores del SNC; por lo tanto, el manejo
propuesto para la intoxicación por escopolamina
debe ser asociado con las pautas establecidas para los depresores del SNC. (1)

Como característica importante, la amnesia anterógrada es un hallazgo


persistente que, en definitiva, termina por orientar desde el punto de vista clínico.
Obviamente el diagnóstico queda establecido de forma contundente con el
reporte de los análisis toxicológicos en líquidos biológicos. (1)

La escopolamina es una sustancia anticolinérgica que desencadena una


sintomatología característica: alucinaciones, desorientación, midriasis,
sequedad de piel y mucosas, hipertonía, ataxia y taquicardia. Su gran afinidad
con este neurotransmisor (acetilcolina) explica también la amnesia resultante. Su
mecanismo de acción tóxica es mayor a nivel central que periférico,
consideración de gran importancia para comprender el tratamiento que se
planteará. En el caso de la historia clínica expuesta cabe pensar en una
asociación con diazepínicos. Además, en un alto porcentaje este incidente tóxico
se asocia con el consumo de bebidas alcohólicas, que potencia la depresión del
SNC. (1)

Manejo en urgencias El esquema terapéutico aquí expuesto corresponde a


recomendación Grado B. Si las condiciones del paciente lo permiten: (1)

• Lavado gástrico exhaustivo.


• Administración de carbón activado y catártico de tipo salino.
• Mantener adecuada diuresis vigilando la perfusión del paciente.
• Neostigmine (0.5mg IM cada ocho horas) o fisostigmine (0.5 a un mg IV
en adultos).
• Ácido ascórbico (adultos un gr IV cada ocho horas. niños 50 mg/Kg
divididos en tres dosis).
• Cuando existe evidencia suficiente del efecto tóxico de benzodiacepinas
con una marcada depresión de la conciencia del paciente, es aconsejable
el empleo de flumacenil (0.3 mg IV directos; si no hay respuesta, repetir a
los 60 segundos 0.2 mg IV) o repetir 0.5 mg hasta lograr respuesta. No
pasar de 3 mg.

Siempre que se sospeche un accidente tóxico de estas características, se debe


acudir al centro asistencial más cercano para recibir tratamiento oportuno y
adecuado. (1)

2.2. Que tipos de análisis toxicológicos se debe realizar para la


identificación del agente causante.

Análisis toxicológicos Los análisis toxicológicos aquí recomendados son


realizados por técnicas de alta confiabilidad como cromatografía de placa fina,
técnica de anticuerpos monoclonales y radio inmunoensayo. (1)

• Solicitar análisis toxicológicos en sangre y orina para escopolamina,


benzodiacepinas y fenotiazinas.

Se aconseja que a todo paciente con diagnóstico de intoxicación delictiva se le


practique alcoholemia. (1)

2.3. Cuáles son los criterios de manejo de pacientes a seguir según el


nivel de complejidad de los casos.

Pacientes como el aquí presentado, con un adecuado diagnóstico pueden ser


manejados en instituciones de I o II nivel de complejidad. (2)

Criterios para remisión a entidades de III y IV nivel de complejidad: (2)

• Paciente con cuadro neurológico asociado (trauma craneoencefálico o


depresión severa del estado de conciencia).
• Paciente metabólicamente descompensado.
• Paciente con antecedentes cardíacos y/o hipertensivos.
• Paciente con politraumatismo moderado o severo.
• Paciente que no responda a tratamiento después de las primeras 48 horas
de instaurado.

2.4. Tratamiento de urgencia y complementario.

Inducción del vómito:

Esta medida no tiene hoy ningún papel en la descontaminación gastrointestinal


del paciente intoxicado. Adicionalmente puede ser riesgosa en pacientes
intoxicados con sustancias que alteren el nivel del estado de conciencia y que
tengan la vía aérea desprotegida. El medicamento que tradicionalmente se ha
recomendado en la literatura para tal efecto es el jarabe de ipeca, cuyo uso está
prohibido. (3)

Lavado gástrico:

Requiere el paso de una sonda orogástrica y la secuencial administración y


aspiración de pequeños volúmenes de líquido, en un intento por remover las
sustancias tóxicas ingeridas que aún puedan encontrarse en el estómago.
Actualmente, debido a su reducido beneficio, no se recomienda su realización
de manera rutinaria y ha dado paso cuando está indicado al uso de dosis únicas
de carbón activado. (3)

Indicaciones: Ingestión de una sustancia a dosis tóxicas, que no tenga


capacidad de fijarse al carbón, no tenga antídoto o sea dializable, que no sea
corrosiva, que no deprima el nivel de conciencia y que no haya pasado más de
una hora de su ingestión. (3)

• Complicaciones: Estimulación vagal y arritmias, intubación de la vía


aérea con la sonda, con el consecuente paso a los pulmones del líquido
del lavado, broncoaspiración, traumas en la nariz y el tracto digestivo
superior.
• Contraindicaciones: Pacientes con cualquier grado de depresión del
estado de conciencia, que hayan convulsionado o ingerido sustancias con
potencial depresor del sistema nervioso central y mientras no tengan
protegida la vía aérea.
• Procedimiento: El paciente debe estar en posición de Trendelenburg,
con inclinación de 15 grados y en decúbito lateral izquierdo. En adultos se
debe usar sonda 36 – 40 Fr (diámetro del mismo tamaño de dedo
menique), en niños se utiliza sonda 24 – 28 Fr, la cual debe ser fijada y
confirmar posición gástrica. Se pasan volúmenes de agua de
aproximadamente 200 – 300 mL (en lo posible tibia). En niños se debe
usar solución salina 0.9 % a dosis 10 mL/kg de peso. El volumen de
retorno debe ser proporcional a la cantidad administrada. No se debe usar
agua en los niños por el riesgo de inducir hiponatremia e intoxicación
hídrica. Se debe continuar con el lavado hasta que el líquido de retorno
sea claro, o hasta que se haya usado un volumen de 3 a 5 litros. (3)

Carbón activado

Es la estrategia de descontaminación más recomendada, desplazando el uso y


las indicaciones del lavado gástrico. Funciona como un efectivo adsorbente, sin
embargo, su utilidad es fundamentalmente si se usa antes de que pase una hora
de haber sido ingerida la sustancia tóxica. (3)

Indicaciones: Exposición por vía oral a sustancias tóxicas, en cantidades,


tóxicas, con menos de una hora de la ingestión, sin deterioro del estado de
conciencia. Ante cualquier evidencia de deterioro neurológico o la aparición de
convulsiones, la administración de carbón activado debe hacerse previa
intubación orotraqueal. (3)

• Complicaciones: broncoaspiración de carbón activado, íleo, obstrucción


intestinal.
• Contraindicaciones: carece de utilidad o está contraindicado en la
exposición a las siguientes sustancias: alcoholes, hidrocarburos, ácidos y
álcalis, hierro, litio y otros metales. No se debe emplear en presencia de
deterioro del estado de conciencia o convulsiones, ni en paciente no
intubado.
• Procedimiento: cuando está indicado, se diluye 1 gramo por kilo de peso
al 25% en agua corriente y se le da a tomar al paciente o se pasa por la
sonda orogástrica, en dosis única. En las intoxicaciones por
carbamazepina, dapsona, fenobarbital, quinina, teofilina; que tengan
riesgo de comprometer la vida, se administra en la dosis mencionada cada
4 a 6 horas, durante 24 horas (esto se conoce como dosis repetidas de
carbón activado). (3)

2.5. Recomendaciones a la comunidad. (4)


• Poner especial atención a las personas que se acerquen en las
discotecas. Tener cuidado al entablar amistad con extraños.
• No proporcione a extraños datos que puedan comprometerlo, como la
dirección de su casa, su teléfono de la casa o del móvil.
• Es necesario tener mayor precaución con hombres y mujeres
desconocidos que insistan en que ingieran licor.
• Si está 'de fiestas ' en un lugar, tome y fume lo que usted compró. Exija
que la bebida sea preparada o destapada en frente suyo.
• Trate de andar en grupo de gente conocida y no se quede bebiendo con
personas que no lo conocen y que no lo cuidan cuando está borracho.
• Si sale a bailar a la pista, vigile que no se acerque ningún desconocido a
su mesa, pues puede colocarle la droga en el vaso.

III. REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

1. Thomas A. Gossel, J. Douglas B. Principles of Clinical Toxicology.


RAVEN, 3ª Edición, 1994.

2. Valdivia, M. Guía de manejo general del paciente intoxicado agudo.


Clínica Emergencia Médica. Universidad de Colombia. 2005. [Internet].
[Citado el 2 de septiembre del 2018]. Disponible en:
http://www.scielo.org.pe/pdf/rspmi/v20n1/a07v20n1.pdf

3. Lina M. Peña, MD. Andrés F. Protocolo de Manejo del Paciente


Intoxicado. Rev. Med. (2017). [Internet]. [Citado el 28 de septiembre del
2018]. Disponible en:
http://diagnosticosalud.dssa.gov.co/imgdssa/Protocolos_de_Manejo_del
_Paciente_Intoxicado_Ebook_.pdf

4. Asociación Española de Toxicología. Sección de Toxicología Clínica.


Indicadores de calidad para la asistencia urgente de pacientes con
intoxicaciones agudas. CALITOX. 2006. [Internet]. [Citado el 2 de
septiembre del 2018]. Disponible en: http://www.prioridadcero.com/wp-
content/uploads/2014/03/Protocolo-de-intoxicaciones-agudas-2014.pdf.

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